Nayeon terminaba de verse en el espejo, estaba pendiente de cada detalle, tanto como el cabello hasta los zapatos que estaba usando, necesitaba sorprender a Jeonyeon.
Jennie estaba tirada en su cama y miraba el techo, aún no tenía una idea de cómo conseguir tanto dinero, quizá vender tamales podría ayudar.
──¿Cómo me veo? ── Nayeon giró, estaba sonriente, nerviosa.
──Con los ojos...-──respondió Jennie, perdida en sus pensamientos.
── ¡Jennie! ──Nayeon alzó la voz, haciendo que la mirase──¿Me veo bien?
──Sí, estás bellísima ── volvió a recostarse y mirar el techo ── Nayeon.
──Dime ──seguía viéndose en el espejo.
──¿Cómo sabes si estás lista para una relación?.
──No lo sé ──se sentó a su lado ── creo que solo lo sientes. ¿No?.
──Es que...tener una relación ya es una responsabilidad muy grande ──decía con frustración ── debes decirle dónde estás, con quién estás, a qué hora vas a llegar, estar con ella todo el tiempo, responder sus mensajes sí o sí, acordarte de cada fecha especial y todas esas cosas, yo no estoy para eso, Nay.
── mmm, si lo dices así, sí suena feo ── giró a verla ── pero si estás enamorada, nada de eso te parecería un problema. ¿No crees? ── el timbre de la casa resonó. ── ¡Oh! Es Jeongyeon, adiós ── salió deprisa del cuarto.
──Que la pases lindo ── pronunció decaída. ¿Lisa estaría igual de nerviosa que ella por su cita?.
Jeongyeon esperaba paciente en la entrada de la casa de la castaña, miraba el vecindario con tranquilo, era un lugar muy bonito y silencioso.
La puerta fué abierta tras ella y al girar, su sonrisa creció al ver a Nayeon frente a ella, tan tímida y tan hermosa.
──Estás demasiado hermosa ── pronunció. Una pequeña risa se escapó de sus labios al ver las mejillas de la castaña cambiarse a un color rojizo ── para tí. ── ofreció un gran ramo de rosas, esto fué un detalle muy lindo para la castaña.
──Gracias ── los tomó entre sus brazos.
──Si quieres puedes dejarlo en casa, será cansado cargar con eso ── ambas rieron.
──Está bien ── Nayeon ingresó un momento, dejó el ramo sobre su cama, Jennie estaba viendo su televisión.
──¿Lista? ──preguntó Jeongyeon al verla salir, y al verla asentir, ofreció su mano para que la tomara.
Nayeon asintió nerviosa, levantó dudosa su mano y ante el fuerte latido de su corazón, la unió con la de la pelinegra, casi sentía que se iba a desmayar.
Jeongyeon había contratado a un auto por ese día, quería que la cita fuera algo especial para ambas, incluso no había soltado su mano en todo el camino.
Llegaron a uno de los centros comerciales más grandes, el cine fué la primera opción que idearon las dos y el lugar de noche era realmente muy hermoso para estar en compañía de alguien.
Las risas llenaban la sala de cine, la película era una de comedía romántica que hacía reír a todos. Nayeon se veía muy felíz y su alegría fué admirada con detalle por Jeongyeon, ella sonrió ligeramente y volvió su vista a la pantalla.
En ese momento, fué Nayeon quién la admiró, bajó la mirada sonriente y sin quitar aquella sonrisa, volvía a ver la película.
──¿No sabes patinar?──la película había acabado y se dirigieron a un centro de patinaje. Nayeon se encontraba sujetada de la entrada y sus piernas temblaban.
──Las únicas veces que patiné fué cuando me caí en mi casa ── respondió.
──Déjame ayudarte ── ofreció su mano. Nayeon la tomó y se soltó lentamente, con precaución.
Jeongyeon la atrajo a ella antes que resbalara y se mantuvieron de pie, abrazadas.
──Lo siento── trató de apartarse, pero la rubia no lo permitió.
── no te preocupes ──avisó Yoo, veía a Nayeon nerviosa ── no me molesta que me abraces, solo procura no caerte. ¿Está bien? ── la castaña asintió.
El patinaje se volvió divertido, cada caída por parte de ambas, hacía escapar sus risas y llenaban el ambiente de un momento cómodo.
Jugaban divertidas en el hielo, corrían, resbalaban, se empujaban de manera juguetona, la química entre ellas era increíble, ambas se habían dado cuenta de aquello.
──Mira, esta foto me encanta── ambas caminaban de la mano por la colorida noche. Jeongyeon no dejaba de ver las fotos en su celular.
Cualquiera que las viera, dirían que son pareja por su naturalidad la estar juntas y lo contentas que se veían.
──Solo salí con medio rostro ── Nayeon reía.
──Igualmente te ves muy hermosa ── respondió sin quitar la mirada de la foto.
Nayeon tuvo que respirar profundo para tranquilizar a su corazón, Jeongyeon la enamoraba más con cada palabra.
──¡Oh! ¡Ya serán las ocho! ──se apresuró a correr junto a la castaña.
──¿Qué pasa? ── Nayeon no entendía.
──Solo sigueme o vamos a llegar tarde.
Jeongyeon no soltó su mano, ambas corrieron por entre la gente, el reloj estaba en contra de la rubia, no se había dado cuenta del detalle más importante.
Llegaron a la gran torre de Seúl, Nayeon pudo ver la torre ya iluminaday la multitud estaba repleta a su al rededor.
Cruzaron el puente y se hicieron paso entre tanta gente, Jeongyeon la guío hasta la parte trasera de la torre, dónde un señor parecía esperarla.
Jeongyeon pago una Canoa importante y el mayor le otorgo el pase, dónde al parecer, nadie más podía ingresar, todo esto parecía estarlo haciendo a escondidas.
──Rápido, las pueden ver ── apuró el mayor.
Jeongyeon agradecióy ambas entraron, Nayeon pudo ver el letrero que decía "solo personal autorizado"
── Jeong, allí dice que no podemos subir ── seguían subiendo las escaleras ── recuerda que hoy está prohibido por las fiestas.
──Lo sé ── Jeongyeon parecía emocionada ──es por eso que pagué al guardia, quería esto solo para las dos.
De pronto el bullicio de las personas se escuchó junto a las explosiones de los fuegos artificiales. Cuando Jeongyeon llegó al salón principal, vió con una sonrisa los ojos iluminados de Nayeon, el cielo estaba siendo vestido por una hermosa combinación de colores.
Se acercaron ante el cristal y observaron maravilladas, sus sonrisas se mantenían en ellas, todo estaba siendo tan especial para ambas.
── Nayeon── pronunció Jeongyeon.
──¿sí? ── los colores del cielo se reflejaba en sus ojos.
── ¿Puedo romper el contrato?── preguntó sin verla. Im, dudosa, giró a verla.
──¿A qué te refieres?.
──Si puedo romper el contrato. ¿Te molestaría? ── se puso frente a ella.
──Yo...no.──respondió sin lograr comprender del todo ── ¿Por qué?── levantó la mirada.
Jeongyeon sonrió ligeramente y antes de que volviera a preguntar, dejó un corto beso sobre sus labios, dejando a Nayeon completamente en shock.
Jeongyeon rió y volvió a enderezarse en su lugar, continúo viendo los fuegos artificiales mientras de reojo notaba a Nayeon girando su cuerpo al frente, aún en shock.
Nayeon no lo sabía, pero ella a sido el crush de Yoo Jeongyeon por mucho tiempo.