N/T Bueno, por haber creado esta historia hace menos de media semana, puedo decir con orgullo que está ganando popularidad rápidamente. Muchas gracias a todos mis lectores y a todos ustedes que me apoyan y ayudan. Pronto entraremos más en acción.
***
Querido Argonauta,
Eres más fuerte de lo que sabes. El dragón de un solo ojo es una amenaza no sólo para ti sino para el mundo entero, y tu destino es derrotarlo en la batalla.
Ve al barrio del placer. En las calles habrá un comedor llamado "Crimson Lotus". Allí encontrarás una gran cantidad de tesoros que podrás usar libremente para prepararte para esta batalla final junto con tu próxima instrucción.
Incluiría más, pero en caso de que esto caiga en las manos equivocadas, estoy difundiendo la información.
Si asumes esta carga y derrotas al dragón, me aseguraré de recompensarte adecuadamente <3.
Con Amor, Hades
*Tercera persona*
Era temprano en la mañana y todos los miembros de la Familia Hestia estaban profundamente dormidos. Eso es con la excepción de Bell.
El niño se preguntó cómo podría convencer a su diosa para que lo dejara ir al barrio del placer. Una respuesta apareció frente a él mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa. Colgado de su armario estaba el traje que usó para el banquete de los dioses.
Sola en una gran habitación dormía su diosa. Sus ronquidos eran todo lo contrario a los femeninos y su cuerpo estaba enredado en una manta azul. Bell abrió lentamente la puerta y se acercó a la deidad en silencio.
"Diosa..." susurró sacudiéndola con cuidado. Hizo un sonido similar al chirrido de un elefante y un delfín antes de darse la vuelta. Hestia no se despertaba fácilmente.
Bell agarró su manta tratando de despertarla. "Bell..." murmuró. Esto sorprendió al joven, pero pronto se dio cuenta de que ella todavía estaba dormida. Tiró con más fuerza y perdió el equilibrio.
La voz de Hestia gritó mientras caía sobre el aventurero. Su pecho cubría su rostro mientras el resto de su cuerpo estaba tendido sobre el de él. Mientras los dos yacían en el suelo alfombrado blanco, Bell cubrió la boca de la diosa con la mano. Esto hizo que sus ojos se abrieran por la sorpresa.
"Diosa escucha." No había manera de evitarlo. De todos modos, mirabas la situación, parecía mala. Bell cubriéndose la boca en esa posición le dio muchas pistas no deseadas a la diosa. Pronto ambos tenían la cara roja como una remolacha.
Intentó empujarla y tocarla accidentalmente en sus esfuerzos. Esto hizo que Hestia comenzara a gritar bajo su mano.
"¡Lo siento lo siento!" Él le susurró. Bell logró quitarse de encima a Hestia, y ahora ambos estaban sentados con las piernas cruzadas, uno frente al otro, en el suelo.
"Ahora voy a quitar mi mano. Necesito que no hagas ruido". El chico de pelo blanco lentamente apartó su mano todavía sonrojado.
"Bell..." ella lo miró en estado de shock. "Tu-eres un pervertido..." se cruzó de brazos manteniendo la voz tranquila.
"¡No, te equivocaste!" Bell buscó desesperadamente en su mente. ¿Cómo lo había llamado la diosa aquella vez en monsterphilia...?
"Diosa, vine porque quiero invitarte a una cita. Es temprano así que todos están durmiendo". Dijo en voz muy baja.
La expresión de Hestia cambió repentinamente mientras intentaba contener su emoción. "¡¡Está bien, me vestiré !!" Ella empezó a reírse para sí misma con una gran sonrisa olvidando todo lo que acababa de pasar.
*Pov Bell*
Dejé escapar un suspiro de exasperación. Decidí que si quería convencer a la diosa de que me dejara ir al barrio del placer, tendría que mal criarla. Nunca tuve la intención de que las cosas se salieran de control.
Me puse el traje y me arreglé el pelo frente al espejo. "Bell, ¿estás lista?" Mi diosa estaba esperando en el pasillo.
"¡Sí!" Respondí.
***
Pasó una hora antes de que el pueblo estuviera realmente despierto. Caminamos por los edificios disfrutando de la serena quietud de Orario.
"Bell, tengo hambre", se quejó. Resistí la tentación de darme la palma de la mano. ¿Qué podría estar abierto a esta hora? Interrumpiendo mi reflexión una voz fuerte e irregular resonó en el aire.
"¡Asegúrate de no perderte ningún lugar!" Ordenó una mujer exigente.
Provino de la benévola amante. "¡Bell, vámonos!" Ella agarró mi mano y corrió hacia la voz de Mama Mia.
El dueño del bar enano nos miró y sonrió. Syr estaba barriendo mientras Ryuu quitaba el polvo de las paredes. "Hola pequeño novato. No abrimos hasta dentro de una hora, pero si tienes dinero para gastar puedes entrar".
Suspiré y seguí a mi diosa. Eligió el reservado más reducido del restaurante y trató mi espacio personal como si fuera suyo. "Oye diosa, tal vez puedas-" Me detuve para no objetar. Si tenía alguna posibilidad de obtener su permiso, tenía que hacerlo el mejor día posible. Le di unas palmaditas en la cabeza resistiendo el impulso de crear espacio.
Syr se acercó con una sonrisa. "Bell, Diosa Hestia, ¿cómo puedo tomar tu pedido?" Para mi consternación, ella prácticamente estaba recostada en mi regazo.
Miré a Syr y comencé a hablar antes de que un escalofrío recorriera mi espalda. Hicimos contacto visual mientras examinaba la expresión de la joven camarera. Detrás de su rostro alegre había una sensación de furia insaciable.
"¿S-syr?"
"¿Qué es la campana?" cuestionó su sonrisa nunca flaqueando. Ella era aterradora. Sentí como si fuera a partirme en dos ante la intensidad de su mirada.
***
Hestia comió lo suficiente para alimentar a cuatro personas. Perdí el apetito después de mi interacción con Syr. Nos despedimos con la mano. Les agradecí antes de caminar hacia la salida.
"¡Hasta pronto Bell!" Syr dijo felizmente en respuesta. Me quedé paralizado por el terror. Nunca le había tenido tanto miedo a una chica. Debajo de su sonrisa había suficiente rabia para abrumar a doscientos hombres. "R-bien" tartamudeé antes de salir apresuradamente del edificio y de la intensa mirada de Syr.
"Le preguntaré sobre esto más tarde".
La diosa continuó arrastrándome por la ciudad. La gente se estaba despertando cuando las calles de la ciudad comenzaron a llenarse lentamente de gente. Las tiendas giraban sus carteles indicando que estaban abiertas.
*Tercera persona*
"Quiero un helado" rogó Hestia. Bell le devolvió la sonrisa y se acercó a un puesto. Hestia pidió un helado grande y la pareja se sentó en un banco.
"Diosa, ¿puedo hablarte de algo?" Él la miró a los ojos, lo que hizo que Hestia se sonrojara. Estaba realmente guapo con ese traje y la diosa no pudo evitar notar cómo definía los músculos que obtuvo de las aventuras.
Luego, el joven procedió a preguntarle sobre el barrio del placer. Lo que no sabían era que cierto guerrero de cabello rubio estaba cerca.
"¡¿¡¿Qué dijiste?!?!" le gritó a Bell.
El aventurero con forma de conejo tomó a Hestia de las manos haciéndola guardar silencio. "¿Confías en mí diosa?" Él la miró a los ojos.
Ais fue un espectador reacio a su conversación. Ella había venido a comer un helado después de su entrenamiento matutino y se topó con la pareja. Por razones que no sabía, se encontró mirando las manos que sostenían las de ella. "¿Cuarto del Placer?" Ella cuestionó la petición del niño para sí misma.
"Sí, pero ¿por qué el barrio del placer?" Le preguntó Hestia.
"Te prometo que te lo diré ahora no. Si confías en mí, diosa, ¡déjame hacer esto!" Suplicó.
"Está bien..." Hestia acercó sus manos a su cuerpo casi como si no quisiera soltarlo. "Confío en ti. Sólo... ten cuidado, por favor".
"Me iré mañana por la mañana, Diosa". Su sonrisa se hizo más amplia.
Pasaron las horas. Bell y Hestia hacía tiempo que habían regresado a su mansión. Hestia se puso a trabajar y Bell se preparó para entrenar.
"¿Estará allí después de lo que pasó ayer...?" Bell pensó para sí mismo. Se acercó al puente, tratando de aliviar los latidos de su corazón. El alivio fluyó a través de él cuando vio a Ais parada sola. El viento soplaba a través de su cabello creando una presencia sobrenatural, y él resistió la tentación de mirarla.
No miró a Bell y en cambio se concentró en algo en la distancia. Bell notó que estaba sumida en sus pensamientos y se paró a su lado.
No estaba seguro de qué decir, pero sabía que sus siguientes palabras debían ser perfectas. Bell tomó aire para hablar cuando Ais comenzó a hablar.
"Quiero ir contigo al barrio del placer". Dijo con calma.
*Pov Bell*
Qué.
El Infierno.
N/T.Hades aún tiene que demostrar si es una aliada o una enemiga. Bell podría emprender una gran misión o podría verse conducido a una gran trampa. Déjenme saber lo que piensan ustedes. ¿Hades es un villano?
Bueno Hasta aquí el cap espero les aya gustado no olviden de comentar cualquier duda o pregunta yo se las respondere...Y obviamente su estrellita sin mas yo me despido asta mañana con un nuevo cap.
1500 palabras.