- no pienso irme, no quiero irme y no lo haré, mamá. - se cruzo de brazos con toda la intensión de salir de la sala y ya no tener aquella conversación con su progenitora.
- Raiden Kunikuzushi, siéntate y escucha a tu madre.
- Pero mamá Yae... - frunció sus labios en una mueca volviéndose a sentar frente a su madre la cual lo miraba antes de suspirar.
- Irás a la mejor universidad en sumeru donde esta tu tía Nahida y tú la adoras, esta es una gran oportunidad para ti. - sugirió la mujer de cabellos morados que eran recogidos en una trenza.
- Mamá no quiero irme de inazuma no conozco a nadie fuera de aquí y no quiero tener que dejarlas solas, son mis madres. -suspiro ya viéndole con la mirada un poco deprimida.
-Cariño lo sabemos, pero esta es una gran oportunidad para ti ¿No querías ser un gran desarrollador de diseño gráfico para videojuegos? - Scara apretó los labios lo que su madre Yae decía era verdad. - Sé que es así y quedándote aquí no lo lograrás, así que vé y empaca tus cosas que mañana te vas para sumeru.
- Mamá... no quiero estar solo sin ustedes ahí. - kuni sin poder aguantar las lágrimas se encogió en su lugar ya rojo por el llanto.
- Mi niño...
Raiden Ei quien es la madre biológica de scaramouche no es alguien muy expresiva pero cuando se trataba de su pequeño hijo no dudaba y ahí estaba abrazando a su niño mientras también lloraba.
- Mamá tampoco quiere dejarte ir pero quiero verte cumplir todos tus sueños con Yae iremos a verte en tus vacaciones de verano, te haremos llamada y video llamadas todos los días. -abrazaba a su hijo contra su cuerpo sin querer dejarlo.
- ¿Lo prometen?
Ambas mujeres se miraron totalmente decididas y asintiéndole le transmitieron tranquilidad a su hijo quién aún sin poder procesar del todo el mal sabor que le dejaba en la boca tener que despedirse de sus madres y también de su hermosa ciudad natal.
Scaramouche despertó a duras penas casi maldiciendo al no encontrar su celular, le quedaba aproximadamente dos horas para irse al aeropuerto y tomar aquel avión e irse de su amada inazuma, al haber despertado temprano lo tenía de mal humor y encontrar su celular solucionaría uno de cien problemas más. Suspiró resignado cuando una notificación se escucho desde bajo de su cama cosa que lo hizo agacharse y sonreír.
- Ahí estas aparato de mierda.
Una vez que el celular estuvo en manos del polimorado, abrió la bandeja de mensajes y vio un mensaje en particular que lo hizo sonreír ligero.
Aether
Acabo de oír la noticia de que vienes a sumeru amigo, ¡Eso es genial!
Iremos a la misma universidad.
Nos veremos seguido, kuni. ;)
Ahora me estoy arrepintiendo, no quiero verte la cara de rubio mal peinado que tienes.
No seas cabrón, al menos nos veremos
y no solo en las vacaciones cuando
iba con mis hermanas y madre a inazuma.
Estoy realmente emocionado.
Yo también...
Scaramouche bloqueo la pantalla de su celular con una ligera sonrisa, Aether era uno de sus pocos amigos que había logrado hacer a lo largo de su adolescencia cuando iba con su madre a pasar las vacaciones en la isla Narukami y termino conociendo a los gemelos Teybat. Lumine no le caía tan bien como aether, tal vez porque ambos eran hombres y se entendían mejor pero con ella era bastante complicado hablar debido a que siempre estaba con su hermana menor paimon en brazos que en ese entonces era una pequeña bebé de meses de nacido y yo que tenía nueve años, era hijo único y de una familia de mujeres no se le hacía extraño que fueran tres niños en un familia.
Se quedo pensativo repasando las anotaciones de las cosas que tenia que tener listo la cuál había hecho la noche anterior para no dejar nada tan importante.
- libros... listo, maleta listo... -seguía mirando los papeles y verificando que no le faltara nada.
- ¡Kuni, ya debemos irnos!
- ¡Ya voy!
Bajo las escaleras con su enorme maleta, su condición física no era lo suficientemente como para cargarla junto a su mochila la cual colgaba en su hombro. Jadeante llegó a la primera planta viendo a sus madres las cuales lo miraban entre risas cosa que hizo que frunciera su ceño.
- Necesito ayuda.
- Pensé que nunca lo dirías. -su madre pelirosa tomó la maleta y salió de la casa directo a su auto.
- Realmente lamentamos solo poder dejarte en el aeropuerto, pero de verdad que debo estar en la oficina o sino yae se molestara conmigo de nuevo. -puchereo frente a su hijo quién sólo suspiro.
- No te preocupes, no soy tan malo con las ubicaciones. -le sonrió a su madre.
En ese momento scaramouche no pensó que tan pesadas habían sido sus palabras puesto que una vez que se despidió de sus madres se perdió entre la multitud de gente que había en el aeropuerto.
- dios... que estrés.
Gruñendo miraba el mapa del aeropuerto en su celular que había sacado de Google anteriormente y por hacer eso choco con alguien que hizo que su celular cayera al suelo rompiendo así la pantalla de este, cosa que hizo enfurecer a scaramouche.
- ¿¡Qué mierda contigo!? ¿Estás ciego o que demonios?
- L...Lo lamento mucho, yo pagaré las reparaciones, realmente lo siento.
El chico estaba buscando en su mochila su billetera donde sacó un par de billetes para extenderlos en dirección al ojimorado que lo miraba con realmente enojo.
- Vete a la mierda no necesito tu dinero, albino idiota. - se agacho a recoger su celular y mascullando entre dientes se mordió el inferior de sus labios, furioso.
- Entonces déjame darte mi número para pagart-
- Te he dicho que te fueras, no necesito nada de ti. -comenzó a caminar nuevamente pero era seguido por el chico peliblanco, se giro rojo de furia.- Dios, estoy p*tamente estresado ¡¿Qué más quieres?!
Pero su semblante cambió cuando el chico estaba parado viéndole y extendiendo un papel, pero el sonido del altavoz avisando que un avión hacia sumeru acababa de despegar cosa que hizo supirar con frustración a scaramouche. Ignorando al chico camino hasta administración para renovar su boleto y pedir para el siguiente vuelo, suspirando fue hasta la cafetería y pidió un té helado.
Scaramouche estaba estresado, furioso y para completar su celular no encendía. Recostó su cuerpo en la mesa y casi golpeándola contra esta, una voz lo había sacado de su trance.
- Este... realmente no quisiera seguir molestándote, pero no me gusta deberle a nadie.
El pelimorado elevó su mirada con desdén volviendo a la misma posición segundos después, aquel chico le estaba sacando de sus casillas. Suspiró resignado y elevando su rostro nuevamente lo apoyo en su mano, el cual estaba apoyado de su codo.
- Bien, te daré una oportunidad.
- ¡Genial! Me llam-
- Olvídalo, no hace falta saber nuestros nombres después de todo no nos volveremos a ver ¿sabes? - dió un par de sorbitos a su té.
- Bien, esa es una extraña manera de comenzar pero esta bien ¿puedo tomar asiento? mi vuelo saldrá en una hora aproximadamente. -rasco su nuca con una sonrisa tímida.
- Ya que... sino hay de otra, adelante.
El albino tomó asiento frente a él, sacando una manzana de su bolso y una navaja de su pantalón, mientras los ojos curiosos ajenos miraban el vendaje de una de las manos ajenas.
- ¿Es por moda? -pregunto apuntando las vendas.
- ¿eh? ¿esto? Cuando era pequeño fui de campamento con mi hermano mayor y por culpa de un zorro caí sobre la fogata y recibí una quemadura de tercer grado, no soy fan de ella. -comenzó a comer la manzana con tranquilidad.
- Eso suena pésimo.
- No es la gran cosa, ¿puedo preguntar cual es tu destino?
- ¿Qué? Ah, iré a vivir con mi tía en sumeru. - no le dio mucha importancia.
- Yo iré a ver a mi madre en liyue. -el albino respondió sonriente y scara solo asintió.
Luego de eso un ambiente silencioso e incómodo se poso en el lugar, cosa que ponía de los pelos al ojimorado. Scaramouche carraspeo tomando una mejor pose en su asiento y con el vaso de té helado contra sus labios preguntó.
- ¿Tus padres están separados?
- No, mis madres están muy juntas solo que por mi afición por los aviones paso mucho tiempo fuera de casa con mi otra madre, me he quedado un tiempo en inazuma ya que es mi país de nacimiento y ahora iré a ver mi madre biológica.
Era totalmente sorprendente en como las expresiones de scaramouche cambiaron al instante al escuchar aquella respuesta que le pareció tan maravillosa, emocionado siguió la conversación ahora con una sonrisa.
- ¡Yo también tengo dos madres! - al darse cuenta de su grito cubrió su boca avergonzado y bajo la gorra que traía puesta. - Perdón.
- No te preocupes, eso fue tierno. - sus palabras provocaron que el más bajo de mirase mal. - Okey, lo siento. Mi madre biológica, o sea, la que me dio a luz tiene un restaurante en liyue.
- ¿Por qué me cuentas todo esto?
- Dicen por ahí que contarle a un desconocido tu historia es más emocionante porque no se volverán a ver.
Y así pasaron la mañana, hablando de sus madres. El albino de ojos color rubí y un mechón rojizo era increíblemente interesante para scaramouche y cuando estuvo por preguntar más su vuelo se anunció y tuvo que levantarse rápidamente sin querer perder nuevamente su avión, cuando se estuvo por despedir del albino este lo tomó de la mano y entregó un papel.
- Escríbeme cuando arregles tu celular... No lo olvides, lo estaré esperando.
Scaramouche se limitó a asentir y salió corriendo dejando allí a aquel peliblanco que lo miraba irse lejos de él pero no duró mucho y corrió detrás de este a una lejanía donde el ojimorado pudo verlo este grito su nombre pero ante tantas voces alrededor de scaramouche, él no logró escucharlo.
☆★☆