Depauperar

By _maga_machi

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Depauperar: Debilitar o extenuar el organismo o una de sus partes. Empobrecer. Eso hare con todos ellos, ahor... More

Sinopsis.
Epígrafe.
Venganza.
Prologo.
Capitulo 1 Inicia la cacería.
Capitulo 2 Los perros como tú, a mis pies.
Capítulo 3 Seguridad privada WOFLYNN.
Capítulo 4 Sentimientos apagados.
Capítulo 6. 1+1+?= Locura absoluta.
Capítulo 7 Dos si muerden y uno solo ladra.
Capítulo 8 Juguemos al "afecto y odio"
Capitulo 9 Un nuevo planeta, perverso negocio y una soltera.
†Capitulo 10 † El Riarek.
†Capitulo 11 † Apatía disfrazada de contrariedad.
†Capitulo 12 † Anfisbena
†Capitulo 13 † El retrato perfecto.
†Capítulo 14 † Climax.
†Capitulo 15† 365 Días.
†Capítulo 16† Felices para siempre.
†Capítulo 17† Inicio del fin.
†Capítulo 18† Que inicien los juegos del hambre.
†Capitulo 19† Tantos átomos en una sola molécula.
†Capitulo 20† Yo soy el cuervo perverso.

Capitulo 5 Experiencia, despedida, aprendizaje.

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By _maga_machi


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BIENVENIDOS A MI MUNDO IRREAL.


Cuando el dolor es insoportable, nos destruye; cuando no nos destruye, es que es soportable. -Marco Aurelio.


13 DE JUNIO DEL 2023.

Noche del día.

Londres.

La semana posterior al funeral de Dario fue extraña; Todos se volvieron locos, especialmente Benjamín, que estalló contra mí como si yo tuviera la culpa. Si la tengo, pero no hay pruebas que lo confirmen. Están en ese proceso de duelo y a mí me cansa fingir.

¿Y cuánto puede durar el duelo?, no sabría decirlo. Sin embargo, considero qué son momentos en los cuales te la vives recordando y sangrando por la herida: en otras circunstancias sonríes al pensar en los buenos momentos dejando de lado la ausencia. Así que diré que el duelo nunca se va, solo hay días en los que no sientes su partida y por un tiempo dejas de pensar en esa persona, hay otros días en los que amanecemos recordando que sería de uno mismo si él o ella estuviera aquí. Cabe mencionar que vislumbre un poco de dolor en los ojos de la matriarca mayor, no he estado frente a frente con ella aún.

Lo que experimento es alegría; Me alegro de que parte de mi plan haya funcionado y es curativo para mí verlos sufrir como resultado. Adriel es el objetivo de mi atención, por lo que su muerte sería un buen golpe.

El rumor de Omega encarcelado y del Italiano corrió por todos lados, un caos total y un golpe duro para todos, su padre ha pedido ayuda a madre, pero se ha negado, ella ya sabe que su hijo mandó a matar a Dario. Actualmente, continúa la búsqueda de un nuevo socio inversor. Las represalias son otro tema que discuten, la cual yo personalmente me ofrecí a ejecutar, nadie me quitará el gusto de matarlo.

Y lo más importante, la llegada de madre, desde el momento en que llegó fue una maldita zorra, me puso a destruir los negocios de nuestra competencia a campo abierto, me hirieron tres veces: dos navajazos y un impacto de bala. A pesar de ello, seguí, fueron nueve días de masacre sin fin.

Nunca he usado la palabra "intentar", pero eso es precisamente lo que he estado haciendo; intentar estar cerca de madre; intentar sacar información; intentar huir de Kai; intentar entrar al laboratorio de padre; intentar molestar a Benyamin. Nada he logrado, solo huir del insecto del guarda espalda, me toco confinarlo en una tienda de ropa. Fue gracioso gritar por ayuda y mientras él buscaba en todos los vestidores, aproveche cuando ingreso a uno y atranque la puerta, a veces parece estar preparado, pero otras no.

Abro una botella de tequila, reparo con mi mirada las tres botellas de vino y una de whisky esparcidas por la sala, desde ayer estoy aquí: bebiéndome mis problemas y enojada conmigo misma por permitir que ese hombre me afectará. Ni siquiera he querido vestirme, estoy en ropa interior y me puse una bata, parezco la típica esposa que espera pacientemente que su pareja regrese y se la folle.

Me pongo de pie y camino hacia el balcón para fumar, a pesar de que la casa está alejada de la ciudad se siguen viendo las luces. Cuando terminó el tercer cigarro me ubico frente al espejo para examinarme, pero no físicamente, sino más bien viendo más allá de mis acciones y reacciones.

―Eres una estúpida, reacciona, regresaste para ser más fuerte y no débil.

Arrojo el vaso que se hace añicos.

Suena mi teléfono celular acaparando mi atención nuevamente y cuando volvía para contestar, vi mensajes de mi madre sobre una cena, inconvenientemente también algunos de Alfa: quien desde el día de la misión me ha buscado. Ahora bien, aún sigo esperando la notificación de cambio, la nueva, porque ya me mandaron que no se hará el cambio y apele nuevamente: por tercera vez.

«Sigue intentando, sigue teniendo fe».

Necesito más alcohol, ya siento que no me hace efecto, me encuentro en mi casa que está ubicada a las afueras de Londres, necesitaba un poco de paz. Aprovecho la oportunidad de estar aquí, espero que muy posiblemente Kai de conmigo o hasta que yo decida irme.

Tomo y reviso nuevamente las impresiones de los papeles que supuestamente iban a llevarse, no obstante, no veo nada, solo son cuentas bancarias en distintos países.

―Desaparecer merece un reporte ―finjo no escuchar y acomodo mi bata― ¿Hacerse la sorda es parte de su personalidad, o solo es conmigo?

―Lo descubrió, me cae tan mal que dedico mi tiempo a ignorarlo.

―Entonces diariamente estoy en su cabeza, me siento alagado.

―Por supuesto, también pienso constantemente en usted... lo que me viene a la mente es... agradable, placentero, interesante ―lo veo acercarse hasta el punto en que está detrás de mí, he de resaltar que este hombre siempre huele demasiado bien.

―¿Ah sí?, cuénteme cómo me imagina ―me giro quedando a unos centímetros, tengo que levantar mi cabeza para ver su rostro.

―Usted, boca arriba ―se vislumbra una sonrisa y sus cejas se elevan con sorpresa―. Con moscas en su boca y un cuchillo en su pecho que fue clavado por mí.

Me alejo y tomo otro vaso para servirme más alcohol, puedo sentir su mirada siguiéndome y un leve ardor en mi garganta al pasarme el tequila.

―Es bueno saber que estoy en su cabeza.

―¿Yo estoy en la suya?

―Me reservo el comentario, no querría saber ―fija su mirada en la botella.

―Ni siquiera se le cruce por la cabeza que lo atenderé, si quiere un trago sírvase usted. ¿Qué hace aquí Karim?, hable de una vez ―ruedo los ojos y camino a pasos lentos evitando que note lo alcoholizada que estoy.

―Visita de amigo, no es, sabe que le salve su culo ¿No?, lo que hizo en la misión es una falta grave. Pero entonces dije, ¡mierda!, se te callo la máscara de niña ruda y me dio mucha curiosidad la razón. Entonces pensé: "ella se entromete, ¿por qué yo no haría lo mismo?". Fui a la sala de interrogatorios y.... ¿Estás al tanto de lo que dijo Omega en respuesta a mi pregunta sobre todo lo que sabía sobre ti?

―Juego de adivinanzas me fascina, ¿me dará una pista? ―su ceño se frunce justo como quería―. Huy... su rostro de chico malo y serio me dice que no, a ver... le dijo que me quiere muerta y que también ansía cogerse mi cadáver ¿Le atine?

―Tiene sentido de humor cuando se siente acorralada, cada vez la conozco más, Daría.

―¡A ver si entendí?, usted se calló mi falta y de paso averiguo con omega y cree que usara eso en mi contra, simplemente porque conozco tanto su nombre... como la identidad de su padre ―sus manos enrollan mi cuello y mi cuerpo se estrella contra la mesa donde está el televisor, está furioso y lo demuestra con su respiración errática y esa mirada asesina que me está empezando a gustar.

―¿A qué está jugando? ―dice casi cerca de mis labios.

―¿Yo?, a nada ―digo con dificultad.

―Se lo advertí, no se entrometa en mis cosas ―su cuerpo tan cerca al mío es como un limón al lado de una sandía, y no me gusta cuando yo soy vulnerable.

Presiona más fuerte mi cuello y empiezo a sentir el mareo, esto dejará muchas marcas, no me defiendo porque quiero verlo más furioso.

―Usted no puede tampoco interponerse en mi camino ―menciono con el último poco de aire que me queda.

Suelta mi garganta y una vez que mi cuello se relaja, el aire puede fluir nuevamente. Que ahora a todos les dio por ahorcarme, si fuera de otro modo lo recibiría gustosa.

―Daría, en serio no quiero matarte ―aún está cerca de mí, así que llevo mi mano a sus cabellos y se deja tocar descaradamente de mí.

―Pues yo, a usted, ¡sí!

Le doy un puñetazo, una patada y un empujón al suelo mientras le golpeo dos veces en la cara. Saco la pequeña navaja que está en mis bragas y la mando a su pecho, pero sus manos me detienen. Su maldita sonrisa me fastidia más, pero la atención la capta el colgante que trae puesto, no puede ser él.

―¿Qué pasa niña ruda?, se le fueron las agallas ―me quito de encima de su regazo, el maldito celular no para de sonar y mi brazo duele.

Detallo mi herida de bala, me lastimé sin querer, pero no sangro y eso es bueno, rebusco el celular que se refundió entre las sábanas que están en el mueble, ignorando al hombre vestido de negro.

―Mamá, si iré a la cena. Estoy despejando mi mente, no te preocupes ―observo a Karim servirse una copa.

―Hola querida ―su maldito acento, no habla y creo pensar que espera que yo le conteste―. No soy "mama" pero sí quiero hablar contigo ―continúa.

―Hilai, ¿cómo está tu pierna? ―no puedo evitar sonreír con malicia.

―Casi me matas, pese a ello está bien, ya tendré mi desquite, cariño ¿No has pensado en mí?

―Una lástima, no debió ser un casi. La verdad es que ni me acuerdo de tu miserable existencia, me halaga que tú me pienses, incluso hasta me llamas. Mi sentido pésame con tu prometida.

―Corazón, me dejaste vivo porque aún me amas y eso es lo que te jode ―Karim me hace señas de su reloj, ¿está de afán?, ¿verá a alguien más?, cómo se atreve a acosarme.

―No hilai, elegí mantenerte con vida porque si te mataba, sería una señal de que me había degradado, y no me importas ni un poco como para tenerte en mi mente, no tengo tiempo que perder adiós ―iba a colgar, entonces noto en la pantalla de mi tablet una alertar.

―Aún no querida, sabes... siempre me gustaron un tipo de casas en específico, recuerdo que hablamos de ello, donde formaríamos nuestra familia y nuestros diablillos correrían por doquier: alejadas, con jardín y en una zona muy exclusiva. Es más, creo que estoy cerca de una ―una piedra rompe el vidrio de la sala, empujo a Karim ocultándolo y le quito su arma mientras tapo su boca y cuelgo el celular.

―Yo lo arreglo ―susurro y él asiente con duda, no hay tiempo para explicaciones.

Salgo de la pared donde estábamos ocultos y le apunto al rubio que me sonríe, al parecer esta casa dejó de ser la más segura, es mi culpa por frecuentarla tanto.

―D, al fin te encuentro sola, siempre estás acompañada.

―¿Qué quieres?

―¿Sabes?, no lo sé aún, estoy debatiendo ―sus hombres me apuntan y el igual―. Quiero muchas cosas, matarte, secuestrarte, tenerte para mí nuevamente, incluso si me toca amarrarte a la cama. Pero hoy, quiero hablar.

Qué grandísimo idiota.

Sus hombres bajan las armas y se retiran cuando él les hace una señal, camina directo a la encimera y se sirve una copa bebiéndosela rápidamente. Sigue como pedro por su casa, es un descarado.

―Yo no quiero oírte ―mi vista se nubla, mal momento para que empiece a hacer efecto el alcohol.

―Creí que odiabas esto ―observa las botellas y señala el minibar.

―Muchas cosas cambian; ahora odio lo que amaba y amo lo que odiaba.

―Uy, estoy en esa lista ―ríe, maldito cínico como lo detesto.

«Y lo amas aún también».

―Claro, tienes el honor de estar de primeras.

―Me gusta, siempre estuve de primeras en todo contigo.

―Ya no, y termina rápido esta conversación ―bajo mi arma y camino en su dirección.

Puedo sentir como poco a poco siento que mis cabales se están comprimiendo, él aquí frente a mí, con la misma sonrisa y carisma, puedo llegar a creer que es el mismo de siempre. Quiero decirle tantas cosas, pero a su vez quiero reprimir el amor que creo tener, y siento que es enfermo el que le ame aún después de todo.

Cuando estoy a dos pasos frente a frente, el cañón frío se ubica en mi frente, el miedo intenta apoderarse de mi cuerpo, pero no persiste tanto, lo conozco tanto como para saber que aún le importo, que le gusto y sigo teniendo el poder sobre él.

―¿Qué estás esperando?, yo no dudaría si fuera tú ―puedo notar él vislumbre de sus ojos intentando encharcarse de lágrimas.

―Lo sé, me odias tanto como para debatirlo, yo también me he odiado en todo este tiempo ―su voz cambió a una más pasiva.

―¿Por qué?, ¿por engañarme o por usarme? ―destilo el veneno que siempre quise escupir.

―Por creer en la persona que no debía, aun cuando tú y el mundo me lo advirtió ―responde.

―No sé de qué hablas, pero ya eres un adulto como para culpar a terceros por tus acciones ―quita el cañón de mi frente y jala su cabello frustrado.

―Ahora ándate con mucho cuidado, tuviste el descaro de asesinar a mi prometida y dices no sentir nada.

―Amenazas ahora, qué curioso, por qué tienes la oportunidad de matarme justo ahora, ejecútame, ¿o no puedes? Y si vienes por ella, llórale en su tumba, no conmigo ―no puedo evitar reírme―. Y sobre ella, te equivocas, fue una misión. No tengas el ego tan alto como para pensar que fue por celos, nunca los tuve ni los tendré.

―Si bien te la pasa alardeando tu hazaña, "Daría Baker mata a la prometida de tu ex", es lo que todos dicen.

―No, Detente ahí, te crees la gran cosa, pero eres nada. Alardear sobre usted, ¡jamás! No se alardea de lo que todos tienen. Tú eres la medalla y yo el trofeo, creí que ya lo entenderías.

Toma un vino blanco y lo veo servir dos copas, ubica una frente a mí.

―Hay muchas cosas que no sabes.

―De las cuales no voy a creer ninguna al mentiroso mayor.

―Me conoces, no miento.

―Yo no te conozco, solo sé lo que tú quieres que yo sepa. Tras de tu espalda tuve que ver quién eras en realidad.

―¡No!, yo soy el mismo, no he cambiado.

―¡Sí!, lo hiciste, todo fue una mentira, me usaste por poder. No creo en ti y no te aprovecharás de mí, en comparación con antes, he cambiado.

Cómo se puede amar a una persona que te lastima, ¿es masoquismo?, el amor es el castigo eterno que se carga en forma de fantasía.

―Solo, ¡escúchame! ―no sé en qué momento terminamos tan cerca uno del otro, sus manos masajean mi mejilla y su rostro ruega por atención, por ser escuchado.

―No le veo explicación a lo que hiciste, no llegaste, me plantaste y tuve que verte con...

Me alejo de él, pero no puedo evitar tambalearme, justamente me hace efecto en este preciso momento, no puedo quedar endeble con él aquí. Doy pasos torpes hacia el lavaplatos y me lavo el rostro. Puedo sentirlo a mi espalda, toma mi cabello corriéndolo y me extiende una botella de agua.

―Tengo una explicación, tu madre...

―¡Ella nada!, ¿te obligo a cogerte a mi mejor amiga? ¿Te obligo a no tener los huevos para no decirme que no ibas a llegar? ―el silencio es su respuesta.

―D, no he dejado de amarte ni por un segundo, cuando te aleje supe que al menos estarías bien, pero regresas y...

―Regreso siendo todo menos una estúpida, ¿eso es lo que te afecta?

―¡No!, el que estés en esa casa es lo que me preocupa.

―Pues te aguantas, no me iré y seré parte de mi familia, por qué prefiero a unos desalmados que se protegen, a alguien como tú ―me afecta que él crea que soy tan estúpida como para ser parte de esa familia.

―¿Crees que te van a perdonar?

―Ya lo hicieron.

―Ese era el plan de tu madre, ¡entiende!

―Me arrastraste contigo cuando caíste en sus garras porque eres un idiota ―tiro la copa y puedo sentir como algo dentro de mí crece, quiero matarlo, quiero que sufra, si embargo, también quiero amarlo y dejarlo que tambien me ame.

Recuerdo cuando lo conocí, nadie creía en que ambos estábamos juntos, el chico malo y peligroso, yo era la princesa protegida de los Baker, éramos como el rosa y el negro. El típico cliché.

―Por qué no entiendes que ¡Te amo!, ¿eso querías saber?, que me arrastrara frente a ti, lo hago, te amo infinitamente y no sé cómo sacarte, hice todo esto por ti.

―No te culpo por no apreciarme, hasta ahora nadie le ha enseñado a tan poca cosa como se debe tratar a tanto. Es demasiado tarde para...

Sus labios impactan en lo míos, justo como lo recordaba, al inicio con dulzura, pero luego con salvajismo, no sé por qué no quiero detenerme o alejarlo, o siquiera tomar el cuchillo de la encimera y matarlo. Quiero que me toque, pero también anhelo tocarlo, recordar su sabor y el amor cálido que nos teníamos.

La pregunta es, ¿Por qué me vuelve a gustar?

Sus manos continúan tocando mi cintura y yo lo acerca a la encimera enroscando mis piernas en su cintura, mientras con disimulo hago que suene la alarma del otro costado de la casa. Esto hace que él se aleje y que yo me baje del mesón.

―Quédate aquí, yo iré a ver ―ambos respiramos erráticamente.

―Claro ―deja un casto beso y me deja.

«¿A dónde, tan sumisa?».

Cuando lo veo lejos dejo el coqueteo y limpio mi boca dirigiéndome a donde Karim está oculto. Esto de luchar con lo que debo y lo que mi corazón anhela es difícil.

―Tienes que irte ahora, te prometo que mañana te hablaré, tendre las muestras y estaré en la cena pero, ¡vete! ―lo tomo de las manos y lo empiezo a empujar.

―Ese es tu ex, interesante... cuidado se le olvida en qué bando está, Daría ―es un venenoso cuando se lo propone.

―Nunca se me olvida, solo estoy en un bando ―sonríe y toma el arma que le quite―. Para aclarar el bando es el mio, la pregunta aquí es, ¿usted está en mi bando o estorba? ―No responde.

Lo veo irse y al segundo aparece Hilai, finjo revisar mi tableta y abro un poco más la bata, tengo que seducirlo y distraerlo mientras lo considere. Puedo usarlo por un poco de información.

―No fue nada, tal vez un animal ¿Entonces vas a escucharme?

―No, mejor bebamos un poco más, pongamos el pasado en el lugar que corresponde y cuéntame que has estado haciendo estos últimos años.

Parece que no quedó impresionado con mi actuación, así que cuando lo escucho reír, inmediatamente me giro para mirarlo. Busco cuidadosamente entre los muebles un arma con la mano, pero el hombre rápidamente levanta la suya y una vez más me apunta directamente.

―¡Supones que soy lo suficientemente crédulo como para dejarme engañar! ―retrocedo en el mueble mientras grita porque soy consciente de que es una persona de cuidado y me he estado burlando sabiendo su temperamento e impulsos psicópatas― ¡Yo soy el demon king de Londres!, no actúes como si pasara por alto tus impertinencias únicamente porque siento algo por ti, me ofendes.

Se acerca al mueble, pero antes de que esté frente a mí ya estoy de pie apuntando.

―Y yo soy Daría Baker y no pido perdón, me encargaré de bajarte el ego grandísimo imbécil. Te advertí que no lo pensaría dos veces antes de disparar ―aprieto el gatillo, la bala sale disparada directo a él, inconvenientemente se interpone uno de sus guardas e inmediatamente abren fuego los otros dos contra mí mientras me fugo.

―¡No escapes y dime quién demonios estaba contigo, Daría!, ¡lo mataré!, ¡lo haré pedazos por qué tú me perteneces!, ¡entiendes! ―me escondo en una pared y empiezo a teclear en la tablet cerrando todas las cerraduras de papeles y cosas importantes, en esta casa tengo material probatorio de casos y entre otras pruebas que sí son encontradas, adiós a mi fachada.

―No puedo creer que me estés celando, eres un puto perro infeliz y egoísta.

―Entonces es cierto, ¿estabas con alguien? ―dispara tiros al aire― ¡Dime!

―Lo que haga no es de tu incumbencia, entiéndelo, no tienes ningún derecho.

―Mierda D, entiende que...

―Me amas, qué devastador ver al supuesto "demon king" arrastrándose por una mujer que no lo ama ―una risa amarga sale de mi boca―. No me amas, si lo hicieras me dejarías en paz ―noto los pasos que vienen acercándose hacia los dos costados, así mismo en una de mis manos tomo la navaja y con la otra dirijo el dedo al gatillo. No lo pienso dos veces cuando están cerca para dispararle en la cabeza al de mi lado derecho y hundir el cuchillo en el cuello al del izquierdo.

―Ganaste, mátame ―dice y salgo apuntando, aunque él no tiene su arma.

―Matarte es un favor, ya tienes todo el poder que querías, ¿qué buscas de mí?, si crees que volveremos a ser la pareja feliz de antes te equivocas, antes nos teníamos aprecio, pero ahora solo te desprecio.

―No es lo mismo sin ti, entiendo mi error y te dejaré en paz ―ayuda a su guardia herido y otros dos ingresan llevándose a los muertos.

Siempre supe que Hilai era raro, primero me reclama como suya y luego me deja supuestamente en paz, la inestabilidad hecha hombre es él.

Cuando lo veo irse le mandó mensaje a Alfa, me dejó caer en el mueble y le mandó un mensaje a la empleada antes de caer dormida.


...

2 DE ENERO DEL 2021 (Años atrás)

Polonia/ Varsovia

Residencial los lirios.

―¿Ya decidiste? ―la puerta fue abierta y no pude controlar las lágrimas, no me gustaba socializar con los socios de mi madre.

―Madre, ¡por favor! ―imploré, pero de nada sirvió.

Me mostró la pastilla como si fuera un objeto por vender, mientras yo estaba a sus pies tendida en el suelo acurrucada, ella movía su planta del pie dejando escuchar el sonido del golpeteo del tacón con el suelo. Continúe negando, no sabía por qué hacía esto, no deseaba hacer lo que ella me sugería.

―No tienes nada que perder, no tienes al inútil de tu exnovio cerca. Solo charlarán y se harán compañía ―se sentó en la cama y con delicadeza masajeo mi cuero cabelludo, podría creer que lo hacía con amor.

―Madre, yo no quiero hacerlo.

―Está bien, nadie te obliga, yo no te estoy obligando ¿O sí? ―Se puso de pie y salió del cuarto con esa elegancia y caminar, siempre ha sido una mujer firme, poderosa e intimidante al verla.

No dude en seguirla, la vi ingresar a la cocina y abrir la nevera sirviendo un vaso de agua: poniéndolo justo frente a mí, tomó la pastilla en sus manos y la puso justo a lado del vaso. Estaba manipulándome, pero yo no lo note, o exclusivamente me negaba a imaginarlo.

―Tú me ayudarás con este proceso, es difícil ―ordenó, por mi mente pasaron las dudas de cuántas veces había hecho esto.

―No lo hagas, te lo ruego ―tomé el vaso de agua y lo tiré haciendo que se rompiera en pedazos y salpicara un poco de agua en mi pie.

―Debido a que tengo doce semanas de embarazo y necesito encontrar una solución, lo haré. Él te quiere, así que como tú no lo harás, tendré que hacerlo yo y problema solucionado ―sus ojos verdes, pero con venas de tonalidad violeta me observaron con atención.

―¡No trates de manipularme otra vez!, también quieres deshacerte de él, tienes miedo de tener a otro hijo que termine rompiendo tu estúpida tradición, tengo el cabello de papá ya supéralo, así funciona el ADN ―mi rostro se volteó al sentir la cachetada que me propino, tan fuerte que empecé a sentir el sabor de la sangre.

―¡A mí no me contestas, ni me refutas, ni acusas!, puedes ofender, suponer, controlar y tener el poder con los demás, pero conmigo no niñita. ¡Me respetas o te obligo a hacerlo!

―Sabes que soy la única que se atreve, por eso me quieres destruirme ―refute.

―¿Tú? ―se burló con total descaro―. Para poder llegar a siquiera mis talones debes dejar la sensibilidad con todo, he aquí el ejemplo, protegiendo a tu hermano no nacido.

―Es medio hermano, que no se te olvide que engañaste a padre ―la acuso y señalo, sentí como bajo mi mano y la lastimo por la presión que ejecutó.

―¿Y eso, qué?, ¿hay pruebas?, no. Daría, a mí no me interesa tu intento por desenmascararme, nadie va a creerte y si llegara a ser posible no pasara lo que tú consideras. No me interesa que me amen, solo que obedezcan, ya tomaste la decisión. No hay bebe ―intentó llevar la pastilla a su boca, actué rápido y se la quité.

―¡Lo haré!, ganaste ―bajé la cabeza, sentí su mano posarse en mi barbilla elevándomela, obligando a que la viera.

Lo hice por ese bebé y porque necesitaba quedarme más tiempo en Polonia para poder ejecutar mi plan. No porque haya cedido a sus manipulaciones, aunque en parte también se aprovechó.

―Esa es mi niña, sube y arréglate. Haré una llamada importante ―la vi tirar la pastilla, pero cuando estaba por salir de la cocina me llamó―. Este hombre es de gustos exóticos, no te quejes ni lo hagas enojar, si él cancela el negocio tú pierdes ¿Entendido?

―Sí.

Llegué a la habitación y me vestí para esperar a ese hombre, no me arregle tanto, pero si me puse una peluca de tono cobrizo, debía ser la hija de la gran Cala Baker. No sé qué temas hablar, pero estoy pensando en política y las creaciones de mi padre.

Los minutos y horas pasaban, nada que llegaba, estaba segura de que llegaría en la noche y sería una desvelada terrible. Cuando estaba por dormirme la puerta fue abierta dejando ver a un hombre de estatura muy alta, con una barba bien cortada, de aproximadamente unos treinta años o más.

Lo primero que noté fue el morbo y la lascivia en esos ojos.

Él recorrió con su mirada todo mi cuerpo, entonces eso fue lo que me hizo entender todo, madre dijo que buscaba compañía, nunca me dijo que tipo, me había vendido. El dolor en mi pecho se extendió y el trago amargo de cada decepción cayó de golpe. Una presión incesante que se magnificó, mis ojos se encharcan y estaba dando gritos internos, no quería que viera que había conseguido por fin romperme.

―Bella come te, ma mi piacciono i suoi capelli naturali ―negué con la cabeza, pero la mirada de mi madre me aterró, hasta el punto en que no recuerdo las tres palabras que cruzaron.

Pero sí sabía de quién se trataba: era el capo italiano de ese entonces, sabía que lo haría pagar. Le cedió su poder hace un año a su hijo y es él quien tiene la agencia en sus manos. Ahora los tengo a los dos en mi lista.

Reaccioné cuando el hombre se acercó hacia mí tomando mi rostro, acariciándolo de arriba a abajo mientras se relamía los labios como si fuera a comerse un caramelo. Se deshizo de la peluca y la malla que traía puesta mientras acariciaba con delicadeza las hebras negras enterrando sus asquerosos dedos en mi cuero cabelludo. Mi madre se fue y cerró la puerta, pude escuchar cómo la atrancó: no había escapatoria de lo que me esperaba. La respiración errática me afirmaba el terror, cuando recuerdos de años atrás me invadieron de golpe.

―Ponte de rodillas, piccolo demone ―lo hice con el mayor miedo posible, temblaba al intentar ponerme firme, bajó su pantalón con rapidez y su miembro erecto golpeó mi mejilla, lo metió a mi boca y con su mano empezó a guiar mi cabeza.

Me sentí sucia, usada, asqueada, no tenía idea de que mi madre había planeado esto, el bebé era la excusa perfecta, yo caí en su trampa como siempre. No es de esperarse que ese hombre nunca la hubiera querido a ella, desde el inicio yo fuí el objetivo. Imaginar que mi madre me había estado utilizando para venderme, o que ella hiciera esto por negocios me terminó de derrumbar.

Los pedazos rotos de mi alma acabaron pasando en una trituradora.

No pude resistir más la sensación de lo hundido que estaba en mi garganta y las arcadas llegaron, terminé vomitando. El hombre tomó con fuerza mi cabello y me dió una cachetada que me hizo perder mucho más el equilibrio.

―No tienes idea de qué hacer y eres una inútil ―empezó a desnudarme, pero con la mayor violencia posible hasta el punto de rasgar las prendas y dejar marcas de lo fuerte que tiraba. Pude sentir la intensidad del miedo calándose en mis huesos.

"No puedes pasar por esto otra vez, no puedes, vamos, defiéndete" esas son las palabras que me dijo mi conciencia, sin embargo, el estado en que me encontraba no permitió que las escuchara.

Me sentí pequeña, indefensa e insegura. Deseaba correr a un lugar sin retorno y olvidar la sensación de inseguridad, se supone que tu madre te ama y protege de todo mal, en mi caso nunca he sabido lo que se siente.

―¡No!, suéltame, ¡no quiero! ―intenté alejarlo con mis manos.

Empecé a sentir como todo se rompía en mí, tragué grueso al saber que no podía evitar nada, que era débil, quería impedir que las lágrimas rodaran a causa de la frustración y la impotencia.

―Demasiado tarde, nadie te ayudará ―me tiró en la cama sujetando ambos brazos con una de sus manos e inició a bajar mi braga, sus besos en mi cuello, pecho, y su áspera mano me tocaba por doquier, sus acciones únicamente me causaron repudio.

El hombre era fuerte, sentía mis manos dormidas al detener la circulación en ellas por su agarre.

En algunos momentos sentía que perdía fuerzas, me debilitaba aún más. Espasmos involuntarios tenía mi cuerpo cuando él tocaba, apretaba tan fuerte mis pechos que dolía. El pánico llegó a su punto más alto cuando lo sentí tocar mis genitales.

No importó cuánto intenté detenerlo, él entró en mí de repente y me dolió demasiado como para poder detenerlo. Esa noche recibí muchos golpes porque yo luchaba por alejarlo, sin embargo, él me violaba repetidamente cada vez que se reponía, sin importarle que sangrara, suplicara y le mordiera. A pesar de todo, hice un esfuerzo por defenderme. Me golpeó y azotó e incluso usó objetos para realizar una masturbación propia y mutua.

Recuerdo que me silenció la boca con una mordaza, gritaba por auxilio que nunca llegó.

Rogaba por mi madre, pero ella nunca se asomó, supongo que debía pasar así para entender que esa mujer no es ni será madre de nadie, mucho menos esposa o hermana. Es un ser humano despreciable, sin sentimientos.

Lo último que sentí, fue rabia conmigo misma, mi alma salió y no recuerdo mucho de las últimas horas.

El hombre se fue al amanecer justo como dije, mi rostro me dolía, mi vagina, mi pecho y mi cuerpo, mis genitales estaban rasgados interna y externamente, me había ultrajado con la mayor violencia posible. No podía siquiera moverme: lo peor de todo es que el maldito no utilizó preservativo.

Si tan solo me hubiera ido sola, estuve a punto, pero me detuve al escuchar a madre planear la muerte de su hijo, había algo que aún estaba puro en madre y era mi hermano. En todo el tiempo que estuvo el padre del hijo que esperaba Cala, fui feliz: me contaba de su vida, del amor, historias de su país, vivencias propias de él e incluso me habló en su idioma, es colombiano como mi padre. Le hablé de mi ex pareja y del supuesto amor que había, del plan que teníamos, que bueno que se fue pensando que estaría bien. Era un ingeniero que estaba diseñando una casa para la familia, le advertí que no se metiera con ella, pero fue en vano: se dejó hechizar. Justo como hace con todos sus amantes, lo mató cuando supo del embarazo. Me trajo con ella a Polonia para deshacerse del problema con mi ayuda.

―Bien hecho, el bebé nacerá ―habló la mujer que dice ser mi madre en la puerta, no supe cuando ingresó.

Los tacones me confirmaron que se estaba acercando, no podía casi ver, estaban tan hinchados mis ojos por los golpes que me dieron. Logre con dificultad observar que trajo unas pastillas y un vaso con agua.

―No me toques... no te atrevas ―tomé su mano con las últimas fuerzas que me quedan, al sentir sus manos acercarse a mi rostro.

―Es la pastilla del día después, cuando te sientas lista iré a hacerme una ecografía, así entenderás el sacrificio que hiciste. Hija, el conocimiento de que la vida es difícil será mi mayor regalo para ti ―sin más me dejo sola.

Ya no pude contener más las lágrimas, salieron sin parar y lloré como nunca. Sola tuve que limpiar mis heridas, en medio de gritos de desesperación aprendí por fin que solo me tengo a mí misma.

Tuve un gran ataque de ira, tanto así que destruí todo lo que había en la habitación y por minutos todo el dolor físico desapareció y únicamente sentí tanta fuerza.

¿Conocimiento de qué?, me preguntaba, saber que tu sangre es tu mayor enemigo, vaya que si me quedo claro. Desde hace tiempo lo sabía, pero guardaba la fe, en dado caso esa me la habían quitado esa noche.

Para mí esa experiencia fue una despedida a esa Daría ingenua que tenía miles de debilidades, ahora solo tenía una razón para querer vivir, justo como dijo: Angel, el padre de mi futuro hermano: "Tu vida puede ser complicada, pero siempre encuentras una razón para aferrarse a ella"

Después de vivir aquel suceso, no vi nada que pudiera hacerme cambiar de opinión para lo que estaba preparando.

Meses después nació el pequeño amarillento, la nueva razón de mi vida, al ver aquel cabello rubio como el de su padre y esa mirada angelical, fue una conexión en su totalidad. Cuando abrió sus ojos, sentí una mirada de agradecimiento y esperanza: juré protegerlo y eso es lo que he hecho.

Escape a las dos semanas con el bebe, lloré, sufrí, y me despedí de la redención hacia toda mi familia.

.

.

.

.

Momentos de la vida de Daria que poco a poco se iran revelando.

Por cierto quien es su Fav, Kai, Karim, Hilai o Aleix.

El proximo cap estara interesante, asi que preparense. "Fuego, fuego"

Bella come te, ma mi piacciono i suoi capelli naturali: Bellisima como tu, pero me gusta su cabello natural,

piccolo demone: pequeña demonia.

Demon king: rey demonio.

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