Sistema de Redención del Vill...

By KumikoKazami19

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Shen Jiu sabe que la ha cagado desde el momento en que terminó en la prisión de agua, sometido a diversos cas... More

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Capítulo 21

Un loto blanco insolente

Tras la batalla, Shen caminó hacia Ming Fan, quien estaba sentado con un discípulo de QianCao sosteniendo su brazo. Ning Yingying y Luo Binghe estaban cerca de él, como si lo cuidaran a pesar de que mucho no podían hacer.

—¿Cómo te sientes?

—Este discípulo está bien, solo que tomara unos días más recuperarme del todo.

—Ming shixiong no tiene de qué preocuparse, sus shidi y shimei se encargarán de ayudarlo en todo—dijo Ning Yingying sonriendo dulcemente.

Luo Binghe asintió de acuerdo y apretó el hombro de Ming Fan.

—Ming shixiong fue muy fuerte, este shidi está seguro de que le hubiera ganado a ese tonto.

Shen tampoco tenía dudas al respecto. Aunque no había sabido que su discípulo principal era ambidiestro. ¿En verdad era capaz de manejar la espada con cualquiera de sus manos? Ahora que recordaba, había visto a Ming Fan escribir y pintar con cualquiera de sus manos y con ambas lo hacía muy bien.

Un gran talento, sin duda alguna.

—Fui descuidado, de no haberlo sido no me hubiera roto el brazo—dijo Ming Fan sonriendo sin gracia—. Este shixiong fue un tonto.

—Un tonto no aprende de sus errores, tú lo hiciste—dijo Shen palmeando suavemente la cabeza de su discípulo principal—. Descansa estos días, tienes que estar en óptimas condiciones para ayudar a este maestro.

Ming Fan sonrió suavemente e inclinó la cabeza.

—Este discípulo lo hará.

Shen miró a los demás discípulos que se habían acercado.

—Vuelvan, tienen el día libre. Este maestro irá a descansar.

Y sin esperar respuestas, simplemente se marchó. En verdad estaba cansado y lo único que quería hacer era acostarse un momento.

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"No es necesario."

.

.

.

.

.

Estaba acostado en su cama luego de usar un talismán de aseo en él. Su cabello seguía suelto y no se había colocado otra túnica exterior encima de las capas de ropa que ya tenía. Estaba dentro de su casita de bambú, no tenía por qué verse bien. Además, sus discípulos ya lo habían visto así durante su pelea con Liu Qingge. Ese mono bruto. Más tarde se quejaría con Yue Qingyuan, con suerte conseguiría una corona y un palillo para el cabello nuevo.

¿Debería usar su arma secreta, Qi-ge, para convencer a Yue de que le regale unos?

[¿Para eso arreglaron su relación? ¿Para aprovecharte de él? (¬_¬;)]

"Me debe muchos regalos de cumpleaños."

[(¬_¬;)]

Shen suspiró, mirando el techo de su cuarto. Los doseles blancos y las bolsitas colgadas en cada esquina que brindaban un agradable aroma. Las cambiaba cada pocos días para que el olor no se perdiera, todavía recordando el olor a humedad, sangre y putrefacción en la celda en la que Luo Binghe lo había tenido.

Desde hacía mucho tiempo que no tenía pesadillas al respecto, capaz de dormir en paz. Había sido un logro que compartió con las mujeres del Pabellón Rojo Cálido. Todas y cada una de ellas habían estado muy felices al respecto, llenándolo de buenas bendiciones y deseos. Madame Lin incluso le pidió que, aunque ya no las necesitaba para dormir, siguiera yendo a verlas de vez en vez. Shen iba, no solo a compartir charlas triviales con ellas sino también a contar el avance que las pequeñas niñas que entraron a su pico tenían.

Si no recordaba mal, en su vida pasada nunca vio a esas niñas. Posiblemente nunca fueron a la secta. ¿Qué había impulsado a sus madres, en esta vida, a hacer que entraran a la secta? ¿Por qué no antes?

—Shizun.

[AAAHHHH ヽ(≧Д≦)ノ︵ ┻━┻]

Shen pudo escuchar un grito del sistema venir de su interior. No sabe qué lo asustó más, si el sistema o Luo Binghe entrando a su cuarto sin golpear antes.

—¿Puedo saber qué haces aquí?—preguntó sentándose en su cama y mirando al chico quien tenía en sus manos ungüentos y vendajes.

—Este discípulo solo vino a ayudar a shizun. Con su pelea con shishu fue herido, pero no fue tratado.

—No es necesario, los golpes de tu shishu no fueron para tanto—dijo Shen suspirando y tomando las cosas que Luo Binghe trajo—. Ve con tus compañeros. Este maestro descansará para recuperarse.

—Binghe quiere ayudar a shizun—dijo el niño tomando las vendas.

—No ayudarás a este maestro. Este maestro puede recuperarse con energía espiritual nada más, solo necesita descansar.

—Pero con los ungüentos que Mu shishu envía, shizun se recuperará más rápido—antes de que Shen le respondiera, Luo se acercó a él con los ojos húmedos—. Por favor, shizun.

Shen suspiró, si no aceptaba el mocoso seguiría molestando. Así que aceptaría, aunque luego no usara los ungüentos y las vendas.

—Bien, lo haré, pero sal de mi cuarto. No vas a ayudarme ni verme—sentenció.

Luo Binghe quiso quejarse, pero pareció pensarlo mejor antes de asentir con los labios apretados y salir del cuarto.

¿Acaso ese mocoso en serio pensaba que Shen Jiu iba a dejarlo ayudarlo con sus heridas? ¿Cuándo le dio la libertad de pensar que algo así podría pasar? ¡Mocoso insolente! ¡Y lo peor es que se mostró descontento con la decisión que Shen tomó! ¡Ese mocoso no era su pareja ni un amigo excesivamente cercano que tuviera ese derecho sobre él!

[Querido usuario.]

"¿Qué?"

[Este sistema no estaba seguro de decírselo antes, pero he notado algo extraño en este Luo Binghe, ¿usted no?]

"No creo que tenga nada raro, después de todo nunca antes lo traté así en el pasado. Quizás se debe a que fui más amable con él ahora."

Quitándose las capas de ropa lentamente comenzó a verse en un espejo, buscando moretones que requirieran el ungüento que le habían llevado.

[( / □ \ ) Pero igual este sistema siente que hay algo raro en él. No lo sé...hay algo que no me cuadra del todo en su actitud. Tal vez este sistema esté pensando mucho, pero hay algo que me inquieta de Luo Binghe.]

Shen descubrió que tenía un moretón en el lado derecho de su vientre, debajo de las costillas. Su piel era tan pálida que era fácil de marcar con golpes, solo que mayormente podía ocultarlo porque la mayoría terminaban en sus brazos, piernas o torso. Y él nunca usaba ropa que dejara ver mucho. Generalmente tapaba la mayoría, siendo la espalda su parte que más buscaba esconder. Principalmente porque ahí era donde todavía tenía algunas cicatrices casi desvanecidas de los castigos impuestos por Qiu Jianluo. Para un cultivador era fácil deshacerse de las cicatrices, pero como él mejoró tarde las cicatrices ya se habían prácticamente vuelto parte de él. Desvanecer por completo las marcas de su piel no iba a ser sencillo. Pero como su ropa, o su cabello, podían tapar su espalda entonces no le prestaba atención.

El hecho de que usara el cabello agarrado con un medio moño en lugar de una coleta como algunos de sus hermanos marciales, no era solo por apariencia. El cabello suelto le cubría la espalda y eso le daba un poco más de seguridad.

"No tiene nada de malo, es solo un mocoso mimado por mi culpa y mi amabilidad. Si hubiera sido el mismo de antes seguramente no sería el mocoso mimado que es hoy."

[Tal vez...]

"¿Qué es lo que te inquieta?"

Vendó la parte donde se untó el ungüento para volver a ponerse su ropa. No quería que el ungüento manchara sus túnicas, además solo la usaría por esa noche. No era necesario usarlo por más tiempo, con su energía espiritual podía hacer desaparecer ese moretón en cuestión de un día como mucho.

Regresó a su cama y volvió a acostarse, mirando el techo de su habitación y las bolsitas colgadas que daban aroma.

[¿Cómo decirlo? ...Este sistema...solamente tiene un presentimiento raro. Es difícil de explicar, usuario, solo sé que hay algo mal en ese Luo Binghe.]

Algo mal... ¿qué podría estar mal? ¿Quizás...?

"¿Crees que sea alguien como yo?"

[No, porque no siento la presencia de ningún sistema en su interior. En todos estos años a tu lado nunca sentí nada de eso así que no lo creo.]

"¿Un impostor, tal vez?"

[Mm...no, no un impostor. Es como si...como si Luo Binghe fuera Luo Binghe pero a la vez no.]

"¿Cómo sería eso? ¿Es Luo Binghe pero no es Luo Binghe? Es como si fuera un impostor, pero a la vez no."

[Algo así... ¡Pero no me haga caso, querido usuario! Este sistema a veces desvaría (^—^U)]

Si lo decía. La verdad era que Shen no quería pensar mucho al respecto. Luo Binghe era un buen discípulo, un niño amable y mimado por sus hermanos marciales. No se parecía en nada al emperador vengativo que le había arrancado las extremidades. Era un niño adorable que solo buscaba un lugar al cual llamar hogar. Quizás el sistema estaba sensible por algún motivo...o quizás era paranoico. Nunca se sabía.

Cuando estaba por dormir una siesta, un agradable aroma invadió su cuarto. Un aroma que nada tenía que ver con las bolsitas colgadas sobre su cama. Era un aroma delicioso que te hacía salivar la boca. Era penetrante y Shen sintió su estómago rugir de hambre. Nunca pensó que el olor a comida podía ser tan agradable hasta ese día.

Levantándose, sin molestarse en recoger su cabello y vestido de manera más casual, salió de la habitación. El aroma era mucho más fuerte y delicioso y Shen se guio de él.

Como pensó, en su cocina alguien le preparaba la cena. El único discípulo que creía capaz de desobedecerlo.

—Pensé que te irías a descansar. Hoy peleaste contra tres discípulos de BaiZhan—dijo Shen viendo a Luo Binghe concentrado en la masa para los fideos.

Al escucharlo se giró feliz, una sonrisa surcando su rostro y manchas de harina por su nariz y mejillas.

—Shizun—dijo feliz, como si la presencia de Shen Jiu fuera un regalo del cielo—, este discípulo quería hacerle la cena, como agradecimiento por defenderme de Liu shishu.

Más que defenderlo, Shen le había salvado la vida...o los huesos. Sea como sea fue más que una defensa.

—No es necesario.

—Pero este discípulo quiere—dijo Luo, sus ojos redondos y brillantes, suplicantes—. Por favor, shizun, permita que este discípulo le haga la cena.

—Yo creo que este discípulo está jugando mucho con los límites—como no tenía su abanico, Shen puso las manos en su cadera—. Cuando tu maestro te pide algo, tienes que obedecer y no hacer lo que quieras.

—¿Ni siquiera cuando es por el bien de shizun?

—¿Acaso crees que este maestro no sabe lo que es para su bien?—preguntó Shen frunciendo el ceño, Luo tuvo el descaro de bajar la mirada como un perro apaleado— Creo que estoy siendo muy blando contigo.

—Lo siento, shizun, este discípulo solo quería ayudarlo. Yo...solo pensé que mi comida lo haría sentir mejor, era lo que siempre hacía sonreír a mi mamá.

Shen entrecerró los ojos, mirando al mocoso que seguía con la mirada baja. Bajando la mano de su cadera, se acercó a Luo y alzó su mirada. Los ojos del niño estaban brillantes, pero era su brillo natural. No había tristeza, ni melancolía, ni ningún sentimiento profundo. Solo una mirada brillante y con un trasfondo travieso.

—Ese chantaje emocional no me hará cambiar de opinión, mocoso manipulador—soltó el rostro del niño—. Terminarás la cena solo porque no quiero limpiar yo y porque no quiero desperdiciar comida. Pero terminas y te vas.

—Este discípulo tiene hambre. Si shizun me permite quedarme a comer, este discípulo será muy obediente en el futuro—a pesar de sonreír dulcemente, Shen no ignoró el borde manipulador en la voz del niño.

¿Luo Binghe habría sido así en el pasado? ¿Era un manipulador desde una edad tan temprana?

Acercándose a él le habló solo para que la advertencia fuera clara y seria.

—Si no eres obediente en el futuro, este maestro te hará correr todos los días cien vueltas alrededor del pico hasta que ya no puedas caminar de nuevo, ¿entendido?

Luo Binghe asintió, un rosado fuerte en sus mejillas.

[+250 puntos de afecto de Luo Binghe

Sospechoso... (≖_≖ )]

Shen decidió dejar al niño ahí y fue a sentarse a leer un libro para pasar el tiempo. Ya que Luo Binghe estaría ahí molestando, no tenía más opción que esperar a que terminara y se fuera.

El libro era interesante, pero Shen había gastado bastante energía ese día y solo quería irse a la cama. Meditar o dormir era lo mismo, solo quería un tiempo a solas. Y con Luo Binghe alrededor no era nada sencillo.

Cuando la sopa de fideos estuvo lista, Luo llevó todo para cenar, incluyendo sus propios platos para acompañar a Shen. Shen no dijo nada, solo tomó la comida, agradeció por educación y simplemente comenzó a comer. Jamás le diría a Luo Binghe que su comida era demasiado buena para ser verdad, no le elevaría el ego ni le daría más motivos para que insistiera en hacer todas sus comidas.

Por un momento vio a Luo Binghe, quien desvió la mirada al instante como si siempre hubiera estado mirando sus fideos. Un sonrojo adornaba sus mejillas.

Este niño tenía que encontrar pronto una niña que le gustara y con quien quisiera casarse. Shen esperaba que en el Abismo sin Fin pudiera encontrar alguien de sangre demoniaca de quien se enamorara y así dejara de lado esa admiración insana por su viejo maestro que le llevaba más de veinte años. Bueno, le llevaba más mentalmente, pero eso no era algo que el pequeño Luo supiera.

Como fuera, ese niño necesitaba a alguien de su edad. O lo más cercano a su edad.

Al terminar, Luo Binghe llevó las cosas para lavarlas. Shen se quedó sentado en su lugar, su mente cansada buscando respuestas y recuerdos perdidos del pasado. Cosas que ya no importaban, pero en las que no podía dejar de pensar.

—Shizun—habló suavemente Luo, acercándose a él—, ¿se encuentra mejor?

—Este maestro está bien, te preocupaste innecesariamente—dijo Shen suspirando—. Ahora sí retírate.

—Shizun, por favor, ve a descansar ahora. Este discípulo te nota cansado.

Tal vez si ese discípulo no hubiera insistido en quedarse en la casa de bambú, Shen hubiera podido descansar.

—Este maestro descansará. Hazlo tú también.

Luo Binghe sonrió, suave y dulce. Sus ojos lo miraban de tal forma que incomodó a Shen Jiu. Era una mirada que un niño de catorce años no debía dedicarle a su maestro. No era indecorosa, pero era terriblemente íntima.

—Buenas noches, shizun—susurró Luo Binghe.

Y casi al instante, Shen abrió los ojos, sorprendido. Estuvo dos segundos estupefacto antes de levantarse bruscamente y tomar a Luo Binghe de la parte posterior del cuello de su túnica para arrastrarlo a la salida.

—Mocoso insolente—murmuró molesto.

Había soportado la insistencia de Luo, dejando que preparara la cena y cenara con él incluso cuando no era necesario. Se lo permitió porque no estaba cruzando los límites.

Besar la frente de su maestro como si fuera un joven amante deseándole lo mejor a su pareja, era tema aparte. Era increíblemente incómodo e increíblemente inapropiado. Shen se sintió abrumado y no en el buen sentido.

Jaló con fuerza a Luo Binghe, quien se disculpaba una y otra vez por lo que había hecho, pidiéndole a Shen que lo perdonara. Pero ahora no iba a ser escuchado. Realmente Shen Jiu no quería escuchar una palabra más salir de la boca de ese falso loto blanco.

¡Luo Binghe tenía catorce años! ¿Cómo podría actuar así de íntimo y cariñoso con su maestro? ¡Shen jamás demostró nada más por el niño ni se comportó de manera inapropiada con él! ¿Qué llevó a ese niño creer que hacer eso sería bien aceptado? ¡Era solo su maestro!

—¡Shizun, por favor, lo siento mucho!

Sí, claro, como si fuera a creerle. Solo se disculpaba porque las cosas no habían salido a su manera.

—Vete y no vuelvas a la casa de este maestro otra vez. No quiero verte ni siquiera en las reuniones de los miércoles y viernes—gruñó enojado Shen, abriendo la puerta de su casita de bambú—. Y mañana quiero ver cien copias de las reglas de la secta traídas por Ming Fan al terminar el día.

Empujándolo hacia afuera, cerró la puerta con fuerza y se encaminó a su cuarto. Luo Binghe tocó la puerta, pidiendo perdón de nuevo, pero Shen lanzó un talismán para silenciar los sonidos del exterior. Al menos por esa noche no quería escuchar nada más.

Menos la voz chillona y falsa de un niño con una extraña admiración hacia él. 


Luo Binghe, el falso loto blanco jajaja

En un inicio pensé en que Shen lo tomara de la oreja y lo sacara así, pero luego me pareció mejor que lo agarrara de la parte posterior de la túnica y lo sacara como costal de papas. 

Me di cuenta que la semana que viene tenemos la escena MAS famosa de SVSSS: la caída de Luo Binghe al Abismo Sin Fin uwu La semana que viene podré subir esos capitulos y lo que hará Shen Jiu para arrojar al pequeño loto (no)blanco de Luo Binghe  al Abismo uwu

¿Cómo creen que tomen los demás la caída de Luo Binghe al Abismo? ¿Se enterarán de que Luo es un demonio?

Todo eso y más, la semana que viene jajaja

Mañana capítulo 22: El cachorro arrepentido: Luo Binghe

Nos vemos!!! besos :D

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