Lo extraño. Perderlo de esta manera es la peor manera de extrañarlo.
Por qué él está ahí pero no es el. El nogitsune me quito a quien mas amo y tenerlo justo enfrente de mi en este momento con su rostro olor y voz. Pero es como si ya no existiera.
—El no volverá T/N
—Es crees tu — contesto con lágrimas en los ojos.
—Solo harás que te mate antes de tiempo, ¿quieres que las manos de tu novio te quiten la vida? — sus manos frías acarician mi mejilla. Como desearía fueran las caricia de Stiles, que fuera su ultima caricia.
Mi celular vibra a mil en mi pantalón, pero le deje muy en claro a Scott que debía de hacer.
—No debite venir sola — su pulgar acaricia mi labio inferior —admito me gusta tenerte sola para mí.
—Tenia que venir sola — admito.
—¿Por qué?
—Por que por lo que lei en la cultura japonesa sobre ti, debía estar sola para esto — con mis manos tomo su cabeza acercándolo a mi dándole un rápido beso para después susurra —Tómame a mí, déjalo a él y tómame a mí. Como mujer lobo soy mas fuerte, déjalo ir a él.
—¿Estas segura?
—Si
....
STILES
Me duele absolutamente todo, mis ojos se abren y noto que estoy en el suelo de lo que parece una bodega. Visualizo mi alrededor y veo a la manada, Scott quien al verme despierto y con lagrimas en los ojos se me acerca abrazándome con fuerza.
Pero me percato de la forma que me abraza, como si estuviera mas triste que contento por verme.
—¿Pasa algo? — pregunto.
Mi mejor amigo me mira un largo rato hasta que decide hablar —Tuve que hacerlo amigo.
—¿Hacer qué? — se me comienza a formar un nudo en la garganta como si ya supiera lo que esta apunto de decir. Tengo pequeños flashback.
—Ella me pidió hacerlo, era la mejor forma de matar al nogitsune.
Me levanto apresurado, Scott y Issac intentan impedir que avance pero desde donde estoy puede ver un cuerpo tirado. Mi corazón parece saberlo por que intento correr hacia ella, empujo grito hasta que se rinden dejándome acercarme.
La veo ahí tirada y mi corazón parece congelarse en mi pecho y dejara de latir. Corro hacia su cuerpo atravesado con la espada de Kira, el charco de sangre alrededor de ella y su piel pálida. Le quito la espada y la acerco a mi intentando de controlar el temblor de mis manos.
—No, no por favor no — la abrazo con mas fuerza hacia a mi como si de alguna manera pudiera traerla devuelta —¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué me dejaste?
Pero solo tengo su cuerpo ligero sin vida en mis brazos, sin posibilidad de volver a escuchar su voz, ni volver a ver sus ojos y sonrisa.