Thomas, Arthur y John Shelby se encontraban en el tren, rumbo a Londres, dónde conocerían a la heredera D'Evil. Dejando la casa de apuestas a cargo de su tía Polly Gray, quién no estaba de acuerdo en la unión, lo encontraba innecesario llegar a esos extremos teniendo lastima por la joven.
Si supiera con que clase de serpiente se entregaría su sobrino, su lastima sería al revés.
- Sabés que Tommy, estás a tiempo de retractarte a seguir con este matrimonio-dice John divertido.- No creo que quede bien visto estar casado con una gorda siendo un empresario en ascenso y más aún cuando nadie la ha visto.
- Solo lo hago por la recompensa. - dice Tommy sin emoción alguna, leyendo el periódico, específicamente en los resultados de carreras de caballos.
- Pues al parecer es tan gorda y fea que su madrastra está dispuesta a dar semejante recompensa por ella.- comenta, Arthur divertido.- ¿No te preocupa eso hermano? Con la ballena rondando por nuestras calles, logrará espantar a los hombres y seguro esperará a que le quites la virtud.
-¡Que asco Arthur! -agrega John, con el rostro descompuesto de tan solo pensarlo.- Pues Tommy estaría muy mal de la cabeza o deberá estar muy pero muy ebrio como para querer llevarsela a la cama.
Tommy pone los ojos en blanco, por las estupideces de sus hermanos.
- Suficiente, ya basta de sus bromas.- les dice el ojiazul a sus hermanos, doblando el periódico.- Sea gorda, raquítica, con una pierna menos o una oreja demás, sigue siendo una mujer y debemos por lo menos tratar de respetarla. Y por un demonio no pienso acostarme con ella, es simplemente un negocio que nos beneficiará. Así que les pido que se guarden sus estúpidos comentarios, que no hagan ninguna tontería y si es posible sean mudos.
Arthur y John intercambian miradas para luego asentir a la petición de su hermano.
Las horas y el tren avanzaban de forma rápida, llegando por fin a destino y al descender en la parada son recibidos por el ya conocido chófer de la señora Becker.
- Soldado es bueno volver a verte .-lo saluda Tommy.
- Bienvenidos, síganme por favor .- les dice el chofer, quién los lleva hasta el coche.
Una vez montados en el coche se dirigen a la mansión Black, en el camino los hermanos Shelby observan las frías calles londinenses aún llenas de ciudadanos caminando de un lado a otro.
A medida que avanzaban en el coche, el camino y sus edificios empezaban a tornarse más y más lujoso llegando a sorprender a los hermanos, hasta que por fin llegando al barrio más elegante y lujoso de Londres.
El coche se estaciona en frente de una imponente residencia de estilo gregoriano, la fachada de ladrillo rojo y piedra blanco destaca entre las demás casas de la zona, proyectando un aura de prestigio y opulencia.
Arthur suelta un silbido diciendo.- Una humilde casita, eh?.
- Pues vaya humildad hermano .-dice John, observando desde la ventanilla del coche.- Está casa es el doble del tamaño que la nuestra.
Arthur y John se bajan rápidamente del coche para darle un recorrido con la mirada a la casa, mientras que Tommy maldice en sus adentros por la actitud tan infantil de sus hermanos.
- Señor Shelby .-la voz del chófer lo interrumpe. Thomas levanta una ceja, incrédulo de escuchar hablar al hombre.- Usted y sus hermanos aún están a tiempo de salir de esta situación, pero una vez al cruzar por esas puertas ya no abra marchas atrás para usted.
- Tan seria es la cosa.- responde divertido Tommy.- Que haz tenido que abrir la boca para advertirme hasta llegar aquí y no antes. Lastimosamente ya estoy aqui y debo continuar.
El chofer traga saliva pesadamente.
- Allí adentro nada es lo que parece. -dice el chofer, al ver las intenciones del gánster en continuar- Puede que la señora Narcisa sea la última de los problemas que vendran sobre usted, una vez aceptado ese matrimonio.
Sin seguir la conversación, Thomas desciende del coche, bajo la atenta mirada del chófer. Una vez reunido con sus hermanos se aproxima a la puerta, dónde son recibidos por lo que al parecer sería el mayordomo.
Al ingresar en la mansión se encuentran con un vestíbulo de mármol blanco, con un suelo pulido que refleja la luz de la lámpara de araña que cuelgan del techo alto y ornamentado. Las paredes están decoradas con molduras doradas y paneles de madera tallada, creando un ambiente de elegancia y sofisticación.
- Buenas noches señores Shelby, sean bienvenidos a la mansión D'Evil.- les saluda un hombre vestido en traje fino, de estatura, alta mayor de edad, rondando por los cincuenta años, quien los observaba como si fueran insignificante. Aquello no les agrado.- Síganme, la señora Becker los espera en la sala.
Sin más son dirigidos por el mayordomo
La sala principal era una obra de arte, sorprendentemente espaciosa y está compuesta por grandes ventanales que permiten la entrada abundante de luz natural. Los muebles están tapizados en telas exquisitas y los pisos de madera maciza están cuidadosamente pulidos. En una esquina de la sala se encontraba un piano de cola, añadiendo un toque de refinamiento musical al ambiente
-Bienvenidos a mi humilde morada hermanos Shelby .- la voz de la señora Becker interrumpe la admiración de los hermanos.- Me agrada que les guste la decoración, por favor tomen asiento.
- Bienvenidos caballeros a nuestro hogar .- les saluda un hombre con acento italiano, alrededor de los 30años, de aspecto atractivo y presencia magnética. Tiene una estatura alta, aproximadamente alrededor de 1,85 metros, con un cuerpo bien formado y musculoso. Con una barba y cabello oscuro, peinado hacia atrás, dandole un aspecto moderno y desenfadado. Sus ojos son de color oscuro y expresivos, con una sonrisa encantadora resalta sus rasgos faciales. Vestido con ropa elegante y a la moda, destacando un estilo sofisticado. En resumen, es un hombre atractivo y carismático con una presencia física notable. - Me presento, soy Massimo Lamborghini, un gusto conocerlos.
- Propio.- responde Thomas Shelby en un tono frío y sereno a la vez, algo en la mirada de aquel italiano le daba, la sensación de que lo odia, lo cual, no entendía del porque.
Genial, pensó el gánster, se había ganado un nuevo enemigo sin haber hecho nada.
O quizás pensaba en que también podia ir tras su mina de oro, la señora Becker.
- Por favor Freddie, sirvenos algo de champagne.- ordena Narcisa, al mayordomo, quién asiente para luego retirarse de la sala.- Está noche debemos de celebrar la unión de mi hijastra con usted señor Shelby.
- Querida no presiones al hombre .-dice su esposo con fingida sonrisa.- Rachel aún no aparece, puede que no acepte está unión.
- Tonterías por su bien cielito ella aceptará.- le responde confiada, haciendo que el hombre apreté la mandíbula en medio de una sonrisa.
Aquello logra llamar la atención de Thomas, quién con una ceja levantada observaba la interacción de la pareja. Definitivamente el italiano estaba en contra de aquel matrimonio, pero la pregunta era ¿por qué? Tan fea y gorda era la pobre desdichada mujer.
- Perdón por la interrupción, pero dónde se encuentra la flamante gor... digo señorita .- la voz de su hermano menor, lo saca de sus pensamientos, para fulminar con la mirada al imprudente de Johnny Boy.
Freddie el mayordomo, vuelve con una bandeja con copas de champagne y les sirve.
Narcisa suelta una risa.- Me encanta tu sinceridad, joven Shelby.- la mujer estaba encantada en humillar con cualquiera a su hijastra y empezaba a molestar a Thomas.- Se de la condición física de mi hijastra y sientete orgulloso en decirlo en voz alta, ojalá y así se de cuenta de su asquerosa obesidad.
Aquel comentario borro toda sonrisa de John, sintiéndose un poco mal por sus bromas a la desconocida, recibiendo la mirada de advertencia y molesta de Thomas. El único en cumplir en ser mudo era Arthur, quién solo observaba descubriendo no solo la mirada molesta de su hermano, sino también del italiano, aquello logro molestarlo. Nadie miraba mal a sus hermanos.
- Será mejor esperar en el comedor querida.- interfiere el italiano.
Pero el sonido de unos tacones, interrumpe la plática de Massimo Lamborghini, quién queda mudo al observar sobre ellos a la principal protagonista.
Los hermanos voltean encontrando a una hermosa mujer curvilínea. Rachel, estando espléndida y radiante, caminaba con una gracia cautivadora, espectacularmente voluptuosa con curvas acentuadas y elegancia magnética, acompañada del brazo de su mejor amigo.
Vistiendo un vestido de fiesta ajustado con mangas transparentes de color rojo pasión, con abertura en la pierna derecha sin llegar a mostrar demasiado, un top con tiras bastante revelador para la época pero que realzaba sus atributos. (Vestido en multimedia)
-Buenas noches para todos .- saluda con voz seductora y mirada coqueta.
Definitivamente aquella mujer no era y ni siquiera se asemejaba a lo que Narcisa Becker le había descrito a Thomas Shelby, dejándolo completamente anonadado y cautivado por la hermosa y sensual mujer, sintiéndose atraído.
Su futura esposa definitivamente era muy hermosa y condenadamente caliente.
Joder! Su mente ya se encontraba creando escenas de ellos dos desnudos, sudorosos y ella gimiendo su nombre.
- ¡Rachel! ¡Por fin llegas! - exclamó su madrastra energética, con un brillo de triunfo en sus ojos.- Permíteme presentarte a tu futuro esposo, Tommy Shelby.
Rachel a su vez se percató de la mirada de Tommy hacia ella, esos ojos azules la observaron con intensidad y pasión, logrando que una corriente eléctrica le recorriera por todo el cuerpo, erizando su piel. Era la primera vez que la mirada de un hombre logra llamar su atención y aquello no se podía permitir. Había cometido el error de caer en el amor de un hombre y ahora estaba pagando alejada de un ser muy especial.
Rachel no volvería a caer en el amor y ahora más que nunca debía empezar a alejarse de Thomas Shelby.
Participación especial de Michelle Marrone, interpretando a Massimo Lamborghini.
Me acabo de dar cuenta de algo, y la verdad que estoy bien loca. En mi mente dije que por problemas técnicos estaré cambiando de apellido y en mi mente yo ya lo cambie perooooo en la novela no.
Les pido una disculpa por el error ya en unos minutos me pongo a corregir. Desde ya gracias 🫂 😊 por la lectura.