Capítulo 3

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Thomas, Arthur y John Shelby se encontraban en el tren, rumbo a Londres, dónde conocerían a la heredera D'Evil. Dejando la casa de apuestas a cargo de su tía Polly Gray, quién no estaba de acuerdo en la unión, lo encontraba innecesario llegar a esos extremos teniendo lastima por la joven.

Si supiera con que clase de serpiente se entregaría su sobrino, su lastima sería al revés.

- Sabés que Tommy, estás a tiempo de retractarte a seguir con este matrimonio-dice John divertido.- No creo que quede bien visto estar casado con una gorda siendo un empresario en ascenso y más aún cuando nadie la ha visto.

- Solo lo hago por la recompensa. - dice Tommy sin emoción alguna, leyendo el periódico, específicamente en los resultados de carreras de caballos.

- Pues al parecer es tan gorda y fea que su madrastra está dispuesta a dar semejante recompensa por ella.- comenta, Arthur divertido.- ¿No te preocupa eso hermano? Con la ballena rondando por nuestras calles, logrará espantar a los hombres y seguro esperará a que le quites la virtud.

-¡Que asco Arthur! -agrega John, con el rostro descompuesto de tan solo pensarlo.- Pues Tommy estaría muy mal de la cabeza o deberá estar muy pero muy ebrio como para querer llevarsela a la cama.

Tommy pone los ojos en blanco, por las estupideces de sus hermanos.

- Suficiente, ya basta de sus bromas.- les dice el ojiazul a sus hermanos, doblando el periódico.- Sea gorda, raquítica, con una pierna menos o una oreja demás, sigue siendo una mujer y debemos por lo menos tratar de respetarla. Y por un demonio no pienso acostarme con ella, es simplemente un negocio que nos beneficiará. Así que les pido que se guarden sus estúpidos comentarios, que no hagan ninguna tontería y si es posible sean mudos.

Arthur y John intercambian miradas para luego asentir a la petición de su hermano.

Las horas y el tren avanzaban de forma rápida, llegando por fin a destino y al descender en la parada son recibidos por el ya conocido chófer de la señora Becker.

- Soldado es bueno volver a verte .-lo saluda Tommy.

- Bienvenidos, síganme por favor .- les dice el chofer, quién los lleva hasta el coche.

Una vez montados en el coche se dirigen a la mansión Black, en el camino los hermanos Shelby observan las frías calles londinenses aún llenas de ciudadanos caminando de un lado a otro.

A medida que avanzaban en el coche, el camino y sus edificios empezaban a tornarse más y más lujoso llegando a sorprender a los hermanos, hasta que por fin llegando al barrio más elegante y lujoso de Londres.

El coche se estaciona en frente de una imponente residencia de estilo gregoriano, la fachada de ladrillo rojo y piedra blanco destaca entre las demás casas de la zona, proyectando un aura de prestigio y opulencia.

Arthur suelta un silbido diciendo.- Una humilde casita, eh?.

- Pues vaya humildad hermano .-dice John, observando desde la ventanilla del coche.- Está casa es el doble del tamaño que la nuestra.

Arthur y John se bajan rápidamente del coche para darle un recorrido con la mirada a la casa, mientras que Tommy maldice en sus adentros por la actitud tan infantil de sus hermanos.

- Señor Shelby .-la voz del chófer lo interrumpe. Thomas levanta una ceja, incrédulo de escuchar hablar al hombre.- Usted y sus hermanos aún están a tiempo de salir de esta situación, pero una vez al cruzar por esas puertas ya no abra marchas atrás para usted.

- Tan seria es la cosa.- responde divertido Tommy.- Que haz tenido que abrir la boca para advertirme hasta llegar aquí y no antes. Lastimosamente ya estoy aqui y debo continuar.

MedusaWhere stories live. Discover now