|𝕿𝖆𝖊𝖍𝖞𝖚𝖓𝖌|
Y él simplemente se acercó a mí y me besó.
De repente, empece a sentir que me derretía en mi propio lugar y que todas las inseguridades que sentía respecto a la etiqueta que debía ponerme ante el mundo se extinguieron, al menos por esos minutos en los que mi mente se desconectó y lo único que tenía presente es que Jungkook me está besando como si quisiera robarme el aliento y quizás algo más. Y me encantó la idea.
Nada puede estar mal cuando se siente tan bien.
Honestamente, todo se siente como si hubiera tenido que ser así desde el principio. Como si el hecho de que nos hayamos topado de casualidad en un momento tan ordinaro para él y tan estresange para mí hubiera sido lo que debía pasar en ese momento. Y es que a su lado, de repente, todo se sentía correcto, era como si cada engranaje que estaba suelto en mi cerebro encontrase su pieza faltante y empezase a funcionar como debía hacerlo.
El sentimiento se sentía parte de mí. Él se sentía parte de mí. Como si lo hubiera esperado durante toda mi vida y estuviera llegando hasta ahora, pero yo nunca supe que lo quería hasta que lo tuve y ahora se siente como mío.
Cuando se separo de mis labios, más por una lucha de nuestros pulmones por oxígeno que por deseo propio, me miró a los ojos y dejo un beso suave en mi mejilla.
— Gracias...
— ¿Por qué me agradeces? — pregunté, confundido.
— Simplemente, gracias.
— Yo debería ser quien te agradezca — dije sin más.
— ¿Por qué tú?
— Porque gracias a ti he descubierto a un nuevo yo, Jungkook. Quizá he descubierto a la persona que siempre he querido ser, que siempre he reprimido por el que diran, por lo que van a pensar de mí y mi familia. Gracias a ti he dejado de sentirme forzado a ser perfecto siempre, simplemente... soy yo.
— Tae — tomo mis mejillas con ambas manos y me hizo mirarlo, pues ya me estaba sintiendo un poco timido —, es que para mí eres perfecto sin necesidad de esforzarte, solo tú.
— Eso es lindo — no tengo que ser adivino para saber que el calor en mi rostro significa una única cosa.
— Tú eres más lindo — presionó mis mejillas y beso mis labios abultados —. Mi chico lindo.
Fruncí el ceño e hice un puchero al recordarlo.
— Evadiste la pregunta — reniego, mientras entrecerraba mis ojos.
— No lo hice, la contesté con acciones — comento, aparentemente disfrutando de mi frustración —. Soy más una persona de hechos que de palabras.
— Pero yo necesito que lo digas, que sea real — explique.
— Es real. Me gustas muchísimo — dijo, dejando un beso en mi mejilla —. Y me encantaría que este chico bonito me aceptase como su novio.
Ahora fui yo quien lo beso como respuesta y él sonrió en medio del beso, acercándomemás hacia él.
— Ahora eres tu quien evade darme una respuesta.
— Que puedo decir — me alce de hombros —, soy un chico de acciones y no de palabras.
Él se rio y me abrazo con fuerza, como si no quisiera soltarme nunca y... no me molestaría que así fuera.
De repente, el ambiente se sintio tenso, como si él quisiera decir algo, como si algo en su mente lo estuviera carcomiendo por completo y no tuviera el valor de decírmelo a la cara.
Aun así, lo hizo.
— Sabes que tener una relación siendo figuras públicas será complicado — me dijo con seriedad —, más aun porque no somos una pareja heteronormativa.
— Lo sé — suspire decepcionado —. Sea como sea, sé que no será sencillo. He visto como es de difícil para Jennie y Jisoo, apesar de haber sacado a la luz todo hace poco, esa difícil para ellas y lo sé.
— Tenemos que estar de acuerdo en esto, Tae — quiso explicar —. Y apenas se sienta demasiado para alguno de los dos tenemos que hablarlo.
— Tienes razón — acepté —. Estoy bien con esto, Jungkook, de verdad. Nunca me he sentido tan seguro de algo como ahora.
— No sabes lo feliz que me hace oír eso — me abrazó, escondiendo su rostro en mi cuello —. Por un tiempo, tuve miedo de que fueras igual a las malas personas de mi pasado.
— ¿Malas personas? ¿Hubo más que lo de Yugyeom?
— Mi equipo de ese entonces no era dirigido por Seokjin y... ellos era bastante homofobicos a decir verdad — me contó —. Me trataron muy mal y...
No pude evitarlo, su dolor automáticamente se convierte en el mío y saber que él está mal me hace sentir mal también.
— Lo siento — me disculpe, finalmente —. Yo me enoje contigo sin conocer el trasfondo, simplemente pensé en lo que yo sentía, y aun así yo ni siquiera estaba seguro de nada.
— No es tu culpa — me tranquilizó —. Cualquiera se habría enojado si alguien a quien aprecia se aleja de repente.
— Creo que me molestaba más el sentirme celoso, sabes — confesé —. Porque yo juraba ser heterosexual y me moría de celos porque todos los medios te emparejaban con Yugyeom y salias con él como si nada, mientras a mí ni me hablabas.
— Bonito — tomó mis mejillas y me beso suavemente —, no tienes que sentirte celoso de nadie, nunca. No importa cuantas parejas me inventen los medios, mis ojos siempre estaran en ti.
Me sonrojé, como todo un adolescente enamorado. Y es que no puedo evitarlo, Jungkook me hace muy feliz.
— Lo míos también, Jungkook-ssi. Siempre han estado en ti, aun si no quería darme cuenta.
— L I L I