Al llegar al departamento, Yoongi volvió a cargar a Hoseok hasta su habitación.
— Yoongi detente, ya te dije que no estoy invalido.
Yoongi no respondió, se dirigió hasta la cocina y tomó un vaso de agua. Busco los medicamentos que debía darle y fue de nuevo a la habitación.
— Jung Hoseok, ¿como es posible que peses 52 kg? — preguntó mientras revisaba la receta— Con razón te puedo cargar fácilmente, pesa más una pluma que tu.
— Que esperabas del cuerpo de un bailarín, ¿que pesará 100 kg? Aparte siempre he sido así, por más que trate de subir no puedo.
— Solo estaba jugando, así estas perfecto.
— ¿Qué?
— Que así estas perfectamente bien, es decir, así puedes bailar mejor. Olvídalo, solo toma tus medicamentos.
Extendió el vaso con agua y fue pasando pastilla por pastilla.
— Santo cielo, ¿es normal tomar tanto medicamento?
— No seas exagerado Hoseok, solo son tres pastillas. El doctor te lo explicó, las inyecciones eran más rápidas y solo hubieras ocupado dos, sin embargo, no quiste.
— Ni loco, prefiero un proceso lento a sentir como un objeto puntiagudo entra sobre mi nalguita y me hace sentir dolor.
Yoongi comenzó a reír.
— ¿Entonces cuando tengas novio, vas decirle que se quite el pene?
Hoseok casi se atraganta con el agua, sus ojos por poco se salen de su lugar. Comenzó a toser. Se había olvidado de lo descarado que era Yoongi.
— Maldito idiota, lárgate de aquí.
Yoongi comenzó a reír, siempre le gusta enrollar a Hoseok en ese tipo de situaciones, sabía cuál sería su reacción, así que antes de que algo malo sucediera salió apresuradamente de la habitación.