Capitulo anterior...
Federico: que era lo que me querías decir
Ludmila: ah, he...ya no estás enojado conmigo verdad
Fede sonrió y me tomo la mano- no, no puedo enojarme con vos- me beso la mano y continuo- y me quede pensando en todo eso y creo que no es mala idea lo de la fiesta, si quieres puedes ir- me soltó la mano y se puso más cómodo
Ludmila: fede, si te molesta no voy
Federico: no anda, no pasa nada
Ludmila: porque no vamos los dos, tenía planeado también invitar a violetta, de seguro ella invita a león
Federico: bueno, así está mejor, pero vos te quedas siempre a mi lado, ok
Solté una leve carcajada y bese su mejilla.
***
Ludmila y federico ya estaban listo para irse, primero irían por violetta y león, y luego directamente hacia la fiesta.
Federico amablemente le abrió la puerta del auto, dejando subir en el, a su bella novia, que le sonreía tiernamente, en el camino nadie decía nada, no era necesario, estaban juntos y la música les inundaba los oídos, y no podían pedir nada más.
El auto se detuvo afuera de la casa de violetta, federico apagó el motor, cesando así la música, ludmila se movió en su asiento para verlo a la cara, él tenía la vista perdida hacia adelante.
Ludmila: en que piensas mi amor- le dijo mientras le sonreía
Federico pestañea un par de veces, volviendo en sí, seguidamente la mira a los ojos
Una sonrisa nerviosa se dibuja en su rostro- en vos- le contesto
Ella le devuelve la sonrisa, dándole confianza- y porque te pones así
Federico: así como- le pregunto
Ludmila: estabas nervioso, ¿no es así?
Federico: no.
Bajo su mirada hacia el volante.- no estaba nervioso- le volvió a decir- lentamente sus mejillas comienzan a tornarse de un suave color carmesí, que sin dificultad ludmila pudo ver
Ludmila: si no estás nervioso...-comenzó ella sonriendo- porque te sonrojas
Federico dio un pequeño saltito, para volver a encontrar la mirada de su novia
Federico: n...no...no estoy...ner...q...que decís ludmila- nuevamente aparto su mirada, pero esta vez hacia la ventana del auto.
Sin que ludmila lo viera, intentó calmarse, inspirando y votando aire lentamente, pero al parecer no daba resultado, su corazón latía más fuerte que antes. Estaba enojado, porque se ponía así, creía que ya lo había superado, llevaba varios años con ludmila, y sin embargo nunca se había puesto tan nervioso en su presencia.
Sintió un leve cosquilleo en la parte de atrás de su cabeza. Era ludmila, le estaba haciendo cariño en el pelo. Esto solo provocó que se pusiera más nervioso aun. Se movió un poco incomodo en su asiento.
Ludmila: que te pasa fede...- le susurro en el oído mientras su mano aun acariciaba el sedoso cabello de federico
Él trago gordo, expulso el aire por última vez y se volteo hacia ella. La miro a los ojos y una sonrisa tonta se poso en sus labios, su mano inconscientemente sujeto la cabeza de ludmila acercándola a él, mientras que la otra la agarraba de la cintura. Ludmila lo rodeo del cuello con ambos brazos, para luego poner fin a la distancia que los separaba. La posición en la que estaban no podía ser más incómoda, pero eso era lo de menos. Nuevamente federico sintió las mariposas que lo recorrían por todo el cuerpo, hace bastante tiempo que no las sentía, y a decir verdad las extrañaba, habían pasado tantas cosas desde que se graduaron del studio, y faltaban tantas cosas por pasar.
Se separaron lentamente, abriendo sus ojos, para encontrarse con la mirada, ambos se sonrieron para luego dar lugar a otro corto pero aun así tierno beso.
Después de unos minutos decidieron llamar a violetta, se les había olvidado por completo que los habían ido a buscar. Los llamaron unas diez veces, pero ninguno contesto. Ludmila entonces decidió mandarle un mensaje de texto diciendo que se iban para la fiesta. Minutos después le llegó un mensaje
Ay ludmila, perdóname, tenía el celular apagado, recién vi tus llamadas, lamento haberte hecho esperar, pero león y yo ya nos hemos ido, habíamos ido a caminar y se nos hiso un poco tarde, y nos dirigimos de inmediato a la fiesta, perdón por no avisar, te quiero.
Ludmila sonrió divertida.
Federico: que pasa mi amor
Ludmila: no están acá- le contesto
Federico: ¿Qué?
Ludmila: ya están en la fiesta, los esperamos por nada, fue un desperdicio de tiempo- sonrió guardando su celular
Federico: no fue un desperdicio de tiempo- acordándose de lo que había pasado antes
Ludmila: Por supuesto que no
Federico: vamos- dijo encendiendo el motor
Ludmila: vamos...pero antes- lo volvió a mirar- me vas a decir por qué te pusiste así antes
Federico se relamió los labios- después, ya habrá tiempo- y arrancó el auto
La mayor parte del camino se fueron en silencio, de vez en cuando ludmila se le quedaba mirando, intentando descifrar que le pasaba a su novio, ya rendida al no saber porque, suspiro, para dejar ver una hermosa sonrisa, que federico notó, contagiándose de ella.
Ludmila se acerco a él y beso su mejilla, que segundos después se tornaron nuevamente rojas.
Otra vez no, por favor-Pensó- De seguro lo había hecho a propósito-Se dijo a sí mismo. Sin darse cuenta golpeo levemente el manubrio. Estaba enojado, no sabía cómo decirle y le molestaba, tanto tiempo con ella y ahora se acobardaba,- eres increíble federico- se dijo.
No podía calmar sus nervios, su respiración, su corazón. Sus manos temblaban, actuaba de una manera torpe, y lo peor, no podía hacer nada para evitarlo. Finalmente llegaron. Detuvo el auto y se quedo quieto, ludmila hiso lo mismo, ambos con la mirada fija en algún punto invisible.
Federico: ludmila...-dijo al fin
Ella volteo, mirándolo nerviosa, tanto había pensado en la actitud de federico que le daba miedo, lo que pudiera pasar.
Ludmila: si- dijo en un susurro casi inaudible
Federico le tomo las manos. Se reto a sí mismo, estas temblaban y en cualquier momento estarían empapadas.
Federico: ludmila, vos sabes que yo te amo como nunca, y no soportaría tenerte lejos, porque sos todo para mi, hemos pasado por tantas cosas, y aun así nos hemos vuelto a encontrar y amar, y ya no tengo dudas de que eres el amor de mi vida, quiero tenerte siempre a mi lado, quiero despertar por las mañanas con tu besos, con tu voz, quiero despertar a tu lado, y decirle a todo el mundo que sos solamente mía, quiero comenzar una nueva historia con vos, algo distinto, hermoso, y que sea para siempre- le soltó una de las manos y sacó de su bolsillo un pequeña caja azul marino- ludmila ferro, me harías el honor, de hacerme el hombre más feliz del mundo, y aceptar ser mi esposa.- abrió la cajita y en ella apareció un hermoso anillo con una perla del mismo color que la caja
Hubo un silencio, por un momento el mundo se detuvo por completo, los segundos pasaban y ludmila no decía nada, miraba detenidamente la delicada cajita que federico sostenía
Federico: ludmila...-le dijo nervioso, intentando encontrar su mirada. Finalmente lo logró
Ludmila tenía los ojos vidriosos, una pequeña sonrisa se estampo en su rostro para luego dar un brinco y abrazar a federico, golpeándolo con la puerta del piloto
Ludmila: por supuesto que si mi amor- lo beso- te amo, te amo, te amo, te amo- dijo rápidamente besando ambas mejillas, mientras lo aplastaba más a la puerta
Federico se intento para un poco, y cuando estuvo más cómodo, tomo la delicada mano de ludmila, y le colocó el anillo.
Federico: te amo- le acaricio la mejilla y la beso intensamente.
bueno, este es el ultimo capitulo, espero que les haya gustado, haré un epilogo dentro de poco, gracias por seguir mi novela, por sus comentarios y votos, que me ayudaban a seguir, tengo un poco de nostalgia, esta fue la primera novela que subí, cuando recien me habia creado un perfil en wattpad hace unos nueve meses, hace poco se cumplieron nueve. bueno besos y hasta la proxima.