A Dan le gustaba saber cosas acerca de sus especímenes raros porque así podría estar preparado para lo que fuera, así que se comprometió a sí mismo a averiguar todo lo posible del chico espécimen raro #1.
Al parecer, él vivía solo en un departamento, sus familiares casi no mantenían contacto con él por alguna razón, jamás había tenido pareja, era aplicado, nervioso lo que explicaba el sonrojo que siempre acompañaba sus mejillas, le gustaba ver basquetbol, su apellido era más raro que su nombre y tendría la tarea de aprender a pronunciarlo, le gustaban los gatos y mil cosas más que en el internet se podía encontrar.
A Dan no se le ocurrió una mejor idea que convertirse en un amigo íntimo de Elijah, entonces así podría averiguar más cosas y llenar una libreta acerca del chico, que precisamente en ese momento pasaba a su lado. Y Dan decidió agarrar el toro por los cuernos de una vez por todas.
“¡Hey! Hola, ¿me recuerdas?”.
“¿Quién eres?”, murmuró el chico que paró su camino para observarlo fijamente y después abrir los ojos por una milésima de segundo, gesto que no pasó inadvertido para Dan, que se enorgullecía de su habilidad de observación.
“Soy Dan, me siento tres bancas detrás de ti en física y quiero ser tu amigo”, dijo sonriendo.
“No te conozco”, respondió tratando de evadir el ofrecimiento.
“Pero yo a ti, sí”, y citó todo lo que había averiguado hasta ahora con una amable sonrisa, sintiéndose orgulloso de su gran trabajo.
Entonces Elijah, farfulló un calificativo algo ofensivo a Dan, quien apretó sus labios un segundo (gesto que tampoco pasó inadvertido para Elijah, quien se arrepintió al instante de hacer tal comentario), pero después volvió a brindarle una sonrisa, que ya no parecía tan genuina pero mantenía una dosis de dulzura.
“Nos vemos luego, voy tarde a Arte”
Y para Elijah, se repitió la primera pregunta mental que anteriormente Dan se había formulado. Esta vez, Elijah se sintió algo mal por su comentario y consideró en disculparse, entonces eso le daría una excusa para averiguar que le estaba pasando a su estómago. Si, tal vez tenía hambre.