-¡Pero miren quien está aquí!- dijo una voz alegre subiendo por las escaleras.
-Hola Xavi.
-Es bueno verte, Lili- habló al llegar a mí en las gradas.
-Lo mismo digo- sonreí.
Finalmente luego de 2 largas semanas en casa, hoy volví a acompañar a mi hermano a su entrenamiento, ya me estaba volviendo loca quedándome sola en casa, un día más y empezaría a hablar con los muros.
Ya podía caminar nuevamente, no tanto, ni muy rápido, el doctor dijo que poco a poco volviera a la rutina diaria; y respecto a mi mano, ahora traía una pequeña férula en la muñeca como protección más que nada.
-¿Cómo va todo?
-Mejor, el médico ha dicho que ya puedo caminar, y respecto a esto- dije señalando mi miñeca -debo empezar con rehabilitaciones-
-¿Y ya sabes dónde?
-No, Ferran dijo que iba a llevarme con un fisioterapeuta, supongo que iremos luego del entrenamiento- contesté.
-¿Por qué no con nuestro equipo?
-¿Cómo?
-Que si, que me refiero a que puedes hacer uso de las instalaciones y sectores que necesites, al final, eres de una u otra forma miembro del club y puedes usarlas- dijo.
-¿De verdad?
-Claro que sí Lili, y si hay algo que pueda hacer por ti, lo haré con gusto- dijo antes de irse con los chicos, no sin antes agradecerle.
En el descanso que les dio Xavi a los chicos, creo que ha tardado más en dárselos que en lo que ellos llegaron a rodearme.
-Nos alegra que estes de vuelta- dijo Lewandowski abrazándome.
-Es verdad, ya nos hacías falta en las gradas- habló Frenkie.
-Cierto, pero creo que le haz hecho más falta a alguien en específico- dijo Busquets aclarandose la garganta y todos rieron.
-¿Qué?- cuestionó viéndonos reír.
-Que se te cae la baba, hombre- se burló Sergi y reímos más fuerte, haciendo que Pablo se pusiera serio.
-Ya, ya, dejar al niño en paz que se nos alborota- interrumpió Jordi.
Pablo estaba por hablar, pero la voz de Xavi lo interrumpió, provocando que todos volvieran a la cancha.
En cuanto a Eric; el club ya había comunicado que era baja temporal y su evolución marcaría su retorno; en cuanto a sus rehabilitaciones, el médico le había dicho que debía empezar la otra semana.
-Xavi me ha dicho que puedo hacer mi rehabilitación en el club- dije a Ferran mientras comíamos.
-¿Y lo harás?
-Si, quiero decir, ¿por qué no hacerlo? A menos que tú no quieras- contesté.
-Lili, ya no eres una niña, sabes tomar tus propias decisiones- dijo.
-Si... respecto a eso- comencé a hablar y me miró nuevamente -He decidido mudarme- solté y Ferran casi se ahoga con el agua que estaba bebiendo.
-¿Estás segura, pulga?
-Si, la decisión ya estaba tomada desde hace un tiempo, pero luego pasó el accidente y sabía que me dirías que no en ese momento, pero ya estoy bien, así que...
-Sabes que te apoyo con lo que decidas, solamente no te mudes al otro lado del país- dijo y reí.
-Claro que no bobo, será cerca de aquí, solo algo más cerca de la universidad para el siguiente ciclo y el estadio- dije.
-Bien- besó mi cabeza.
A causa de accidente y no saber cuando iba a volver, decidí pausar este ciclo, ya lo retomaré el siguiente; así que por ahora, me dedicaré a trabajar en el club al cien por ciento.
•••
-Aqui tienes ¿necesitas otra cosa?- pregunté a Xavi cuando llegué a él. Me había pedido traerle unos papeles de su oficina.
-Son para ti- me dijo. ¿Para mí? ¿Yo para qué los quiero? -El de la carpeta de encima es tu paga, los otros debajo son papeles que quiero que interpretes y me traigas un documento con tus conclusiones- me explicó al ver mi cara de confusión.
-Esta bien, gracias Xavi. Ahora puedo ir a...- dije refiriéndome a mi terapia de hoy, a lo que él asintió.
Me dirigí al vestuario a por las llaves del auto de Ferran para guardar los documentos y después ir a la sala de rehabilitación.
PABLO:
Lili ya tenía el alta para caminar y volver a la rutina poco a poco, decidió dejar este ciclo en la universidad y retomarlo el siguiente, por lo que ahora estaba siempre en el club o en los entrenamientos ya que había vuelto a trabajar, y eso me ponía muy feliz.
Vi que mi novia se dirigió abajo, así que la seguí con la escusa de ir al baño, Pedri al notarlo, me miró con cara pícara a modo de burla, no le hice caso y seguí mi camino.
Tal como lo imaginé, se dirigió a los vestuarios, estaba buscando algo en las cosas de Ferran.
-¿Se le ha perdido algo, señorita?- pregunté a su espalda provocándole un brinco por el susto y empecé a reír.
-Bobo, me haz asustado- dijo cuando volteó a verme.
Me acerqué a ella y uní nuestros labios.
-Extrañaba besarte- dije cuando me separé.
-Pablito, te he besado antes del entrenamiento- dijo riendo por lo bajo.
-¿Cómo me haz llamado, pelinegra?- pregunté alzando una ceja al darme cuenta -Aunque ahora que lo recuerdo, no es la primera vez que me llamas así- recordé que me lo dijo por primera vez en el hospital.
-Pablito- dijo con una sonrisa -¿No te gusta? Puedo decirte solo Pablo- su sonrisa comenzó a decaer.
-No es eso, es solo que no estoy acostumbrado que me llamen de esa forma... ¿sabes qué? Olvídalo, al diablo con eso, soy tu Pablo- dije atrayendola a mí para besarla nuevamente.
-¿Qué haces aquí?- Le pregunté al separarnos.
-He venido a buscar las llaves del auto de Ferran para guardar estos papeles, pero no las encuentro- se dio la vuelta para seguir buscando.
-Puerta derecha- le dije.
Ella me miró confundía pero busco ahí y las encontró mirándome asombrada.
-¿Cómo lo sabías?
-Cuando me traía siempre veía que las dejaba ahí, supuse que ahí seguirían ya que no es mucho de cambiar las cosas de lugar por-
-Porque se le olvida- completó por mí -Gracias Pablito- besó mi mejilla para dirigirse a la puerta.
Esta chica me traía locamente enamorado.
-¡Ah, por cierto!- giró en el marco de la puerta -¿Si me acompañarás hoy?
-Claro que sí, linda.
-Genial, te veo en un rato, iré a mi terapia- avisó y se fue de allí.
Yo volví arriba al entrenamiento con el resto de los chicos.
-Te haz tardado- dijo Pedri en cuanto llegué y yo solo rodé los ojos.
El entrenamiento siguió su curso y terminamos con un rondo.
Bajé a vestidores a ducharme y al salir, me dirigí al área de rehabilitación para esperar a Lili.
-¿Se puede?- dije asomándome por la puerta.
-Pasa- escuché a alguien decir.
-Gavi, ¡que gusto!- dijo una voz.
-¡Eric! ¿Qué tal? No sabía que también tomabas las terapias aquí- hablé.
-Si bueno, el doctor me ha dicho que empezara esta semana y Xavi me mandó aquí- contestó.
-¿Cómo vas?- pregunté.
-Bien.
-Por ahora- interrumpió Hugo, nuestro fisio -No dirás lo mismo en una semana- dijo y reímos.
Me dirigí a donde estaba mi novia y me senté a sus espaldas ya que era el único sitio libre, no sin antes tocarle su espalda para que supiera que estaba detrás.
Me metí a Instagram a pasar el rato mientras Lili terminaba su terapia. Ahorita tenía electro estimulación.
-¿Cómo estás, Gavi?- preguntó una voz femenina.
-Bien, María, gracias- contesté.
María es parte del equipo de fisioterapeutas que nos atienden cuando estamos lesionados.
-No me digas que te has lesionado y vienes a terapia- dijo mirándome de una forma... rara -Porque sí es así, termino con ella y ya estoy contigo- terminó guiñandome el ojo. Cosa que me puso incómodo y no supe cómo reaccionar.
-No he venido a eso.
-Ya... y ¿qué te trae por aquí? ¿tienes plan para esta noche, Pablo?
-Si, tengo planes con mi novia- dije firme -Y por favor no me llames Pablo- pedí.
-Oh, pense que no importaba si te llamaba Pablo.
-La única persona que me puede llamar Pablo además de mi madre, es mi novia- sentencie.
No quería sonar grosero, pero esta chica era otro nivel, mi tolerancia y paciencia se estaban agotando conforme pasaban los segundos.
LILI:
No aguantaba más que María se le insinuara a mi novio en mis narices, a pesar que Pablo le estaba marcando una línea, está chica no entendía.
No me he metido en su "conversación" pero como le vuelva a decir otra cosa, me voy a romper la mano otra vez pero ahora por estrellarla contra su cara.
-Cariño, creo que mi móvil lo he dejado en el casillero de mi hermano, ¿puedes ir a por el?- dije girandome hacia él para guiñarle el ojo, dejando a María sorprendida.
-Claro linda, ahora vuelvo- dijo y salió por la puerta no sin antes besarme.
-María- llamé su atención cuando Pablo cruzó la puerta -si te le vas a insinuar a mi novio, al menos ten un poco de respeto, y no lo hagas en mi cara; y antes de que digas "no sabía que era tu novio", claro que lo sabías, todo el club sabe que estamos saliendo desde hace meses, así que por favor, ¡deja de hostigarlo! que llevas haciéndolo bastante tiempo; además Pablo ya ha marcado su línea varias veces pero sigues empeñada en cruzarla, si crees que no me he dado cuenta de cómo lo miras cuando entrena o cómo buscas cualquier excusa para sacarle conversación para lograr que salga contigo, chica, estas equivocada, babeas por él y lo sabes, al menos intenta ser más discreta, que no estoy pintada- terminé de decir.
Ella asintió levemente para después decir "Es todo por hoy".
Retiró los cables de mi mano y me levanté de la camilla, para después irme de ahí.
-Gracias por eso- dijo mi novio en cuanto llegué con él.
-Descuida. ¿Nos vamos?- pregunté y él asintió. Nos montamos en su auto y su chófer comenzó a conducir.
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Capítulo algo largo para compensar que he estado algo desaparecida, gracias por el apoyo y no olviden votar y comentar que es lo que me motiva para seguir escribiendo <3.
Trataré que en un rato más subir otro capítulo.
-Lu.