Yoongi se encontraba entregando una bandeja con pastel de chocolate y 2 batidos helados.
Su turno estaba por acabar. Ya llevaba toda una tarde allí, y no veía la hora de irse a casa de una vez por todas.
Era sábado. Los sábados, irónicamente, eran los días más cargados. Muchas parejas, familias y gente hambrienta iban y venían sin parar.
-Último pedido-Escucha de su compañera de trabajo. Una omega bastante dulce llamada Jihyo, ella dejó los cubiertos sucios en la mesa mientras Yoongi asentía y los tomaba con rapidez, dejándolos sobre el lavabo.
El trabajo casi había acabado.
-No empieces sin mí-Recibiendo ese regaño suave, el omega se apartó dejando un pequeño hueco para que ella lavara las últimas bandejas.
Una vez se terminó, ella tomó las llaves y se reunió junto a la dueña del lugar. Una alfa bastante agradable con la que apenas se relacionaba. Ella se encargaba de cocinar la mayoría de los pasteles y atender en el mostrador, Yoongi debía servirlos y Jihyo llevarlo a los clientes que se quedaban en las mesas.
Era un lugar pequeño pero concurrido por sus delicias. Las propinas eran buenas.
Al acabar, el omega caminó rápidamente a los baños. Sería fugaz, solo se roció con su neutralizador como era costumbre antes de volver a casa, y luego se encontró con que ya lo estaban esperando afuera para cerrar.
-Adiós, chicos-La mujer cerró con llave el local apenas dieron un pie fuera. Yoongi se apartó juntando las manos tras la espalda tímidamente al lado de su compañera, se sentía seguro al lado de otra omega. Entonces percibió algo en el costado de su pierna-Oh, es el perrito. Ya se ha mal acostumbrado aquí porque lo malcriamos-Ella no parecía disgustada viendo al pequeño canino saltando y apoyando las patitas sobre el pantalón del pálido. Más bien estaba sonriendo.
-Le daré su comida-Comentó Jihyo con una sonrisa de oreja a oreja, ella traía en un bolso un pequeño envase de plástico para el animalito. Yoongi no estaba muy enterado, pero al parecer colaboraban para alimentarlo siempre.
El omega analizó al pequeño perrito café y se puso en cuclillas a acariciarlo con una expresión de felicidad total. Le gustaban mucho los perritos, y este era especialmente bonito. Yoongi hasta deseaba llevárselo a casa para darle un hogar.
Pero seria muy costoso para él sólo.
-¿Puedo...?-Pregunto tímidamente mirando la comida que ella iba a darle. Jihyo entendió inmediatamente y se la dió.
-Claro, dáselo. En poco tiempo vendrá mi pareja así que ya me iré de todos modos-Encogiendo sus hombros, le dedico una última risa-¿Vas a irte tú sólo? Ya es de noche...
-Sí, no tengo problemas con eso-Yoongi le restó importancia, sirviéndo la comida al inquieto animalito en el plato improvisado sobre el suelo. Con esas últimas palabras, se despiden. No pasaron muchos segundos para que la pareja de ella aparezca en motocicleta y se la lleve, como acostumbraban todos los días.
-Buen chico-Murmuró, dándole unas caricias de despedida mientras meneaba la colita alegre, con eso hecho, el omega comenzó a caminar directo a casa.
Era cierto. Las calles eran oscuras, estar fuera un sábado por la noche no era exactamente bonito...
Habían muchos borrachos por las calles.
En verdad, Yoongi se sentía tenso y desprotegido. Así que apresuró el paso lo más que pudo, solo quería llegar a casa y acurrucarse. Cenar un delicioso y rápido té con galletas antes de dormir.
-¡Min Yoongi! ¡¿Eres tú?!-Ese grito un poco cercano le hizo dar un salto en medio de la calle. El omega se giró a su costado con el lobo alerta, reconociendo esa voz. Jodida mierda.
Era ese alfa idiota de la universidad. El mismo que siempre intentaba acercarse de más.
-¿Qué sucede?-Yoongi, a pesar de que quiso hacerse el tonto, no pudo. El chico apareció al lado suyo en un santiamén.
-¿Ni siquiera un saludo?-Preguntó KyuSook con una sonrisa grande, plantándose en frente por completo.
El omega retrocedió unos pasos, sin atreverse a mirarlo al rostro. Lo sintió, su lobo tenso y soltando un lloriqueo lastimero ante la inseguridad que comenzó a correrle las venas-U-umh, y-yo traigo prisa. Debo volver a mi casa.
Demasiado cerca, demasiado cerca, demasiado cerca.
-Oh, ¿En serio?-Él río entre dientes, retomando los pasos que Yoongi retrocedió-¿No quieres que te acompañe a casa? Tal vez podemos charlar, me dejas pasar dentro y-
-N-no-El omega, al verlo extender los dedos hacia su brazo, se apartó bruscamente, trastrabillando sus pies antes de intentar retomar el camino, y rodearlo. Yoongi sentía mareos que le daban vuelta el mundo al pensar en esa asquerosa propuesta, su respiración comenzaba a ponerse algo pesada, y las nauseas eran inevitables-P-por favor, déjame. No quiero nada contigo.
-Yoongi, deja de fingir que no lo quieres-A ese punto, el pálido aceleró sus piernas trotando a casa prácticamente, oía a KyuSook detrás suyo, siguiéndolo sin dejar de soltar mierda vomitiva por la boca-¡Yoongi, estas rogando que pase, ya deja de jugar!
Las piernas le temblaban tanto que Yoongi no estaba seguro de si realmente podía mantener el ritmo, sus mejillas ya se encontraban empapadas y rojas pero no podía pensar en otra cosa que huir de la situación.
No le gustaba ese chico. No le gustaba cómo se dirigía a él. No le gustaba cómo pensaba y como intentaba forzarlo.
Para él solo era un juego. Para Yoongi, era aterrador.
Faltaba poco para llegar a los departamentos, faltaba muy poco. El omega se tropezaba casi con todos sus pasos inhalando agitadamente mientras veía con ojitos borrosos el complejo.
Allí iba a estar bien.
-¿No vas a decir nada, en serio?-Yoongi ahogó un fuerte grito en su garganta cuando sintió un fuerte tirón en las muñecas-Bonita casa, por cierto. Sería bueno conocerla mejor- Se encontraba tan débil que se estremeció como un muñequito de trapo indefenso, temblando erraticamente al percibir el dolor del agarre-Oye, ¿Cuál es la insistencia por ocultar tu aroma últimamente? ¿O es que acaso tu lobo ya murió?
En un último movimiento, él intentó inclinarse contra su cuello pálido y la piel se le puso de punta, solo entonces Yoongi fue capaz de salir de esa parálisis momentánea y reaccionar de sopetón.
-¡A-aléjate de m-mí!-con un empujón en el pecho, Yoongi lo apartó de golpe y sus tobillos se movieron por sí solos.
-¡¿Ni siquiera un beso de despedida?!- Ese grito lejano fue el cierre, el chico ya no lo siguió más, solo observando la espalda del omega que corría directo al complejo de departamentos con una sonrisa.
Maldito, maldito, Él disfrutaba molestarlo. Le era tan divertido.
Yoongi subió por las escaleras sintiendo que se comenzaban a ir las fuerzas, con dedos tiritantes tomó la llaves y abrió la puerta, estrellándola sin medir fuerzas.
Sus movimientos eran desesperados, tenía la mente en blanco mientras llaveaba de vuelta, ahogando sollozos entre dientes.
-¿Yoongi...?
Esa voz le hizo dar otro salto del susto. Casi se desmorona en el suelo de lo débiles que están sus piernas, pero se apoyó en la puerta mientras apenas era capaz de mirar a Jimin.
El alfa se veía confuso y hasta asustado al notar su estado, por reflejo se acercó, pero al apenas dar un mínimo paso, Yoongi levantó las palmas como si quisiera tenerlo lejos y se golpeó la espalda contra la puerta nuevamente-¿Q-qué sucedió...?
No era capaz de responder, si lo hacia, la voz se le saldría rota y sería inevitable soportar todo el llanto que se estaba tragando durante todo el camino. Con lo que le quedaba de fuerzas, Yoongi huyó al cuarto de baño.
Estando allí, se encerró con traba y se hizo bolita en una de las esquinas, abriendo la ventana y rociandose hasta el cansancio con neutralizador mientras inhalaba entrecortado y errático tratando de que su llanto no sea ruidoso.
Estaba sucediendo otra vez. Estaba en medio de otra crisis.
Se estaba ahogando con sus propios hipidos, hasta que oyó un toque en la puerta.
Jimin se encontraba del otro lado mordiéndose el labio inferior, inquieto y nervioso sin entender nada, solo sabía que algo malo sucedió.
Y tristemente, podía hacerse una idea.
-¿Y-yoongi?-Con voz lo más calmada posible, Jimin habló contra la puerta, oyendo los sonidos ahogados de dentro.
No hubo respuesta. Tampoco esperaba una. Pero se encontraba completamente quebrantado y sin saber qué hacer.
Dentro, Yoongi se encontraba apretando sus párpados hasta doler, mientras que se cubría la boca con fuerza tratando de no sollozar como realmente quería. Sentía que se estaba encajando las uñas en sus mejillas empapadas e hirvientes.
Lo único que lo conectaba con la realidad era saber que debía controlarse porque ya no estaba sólo en esa casa.
-Yoongi, no sé qué habrá sucedido... P-pero, si quieres, puedo buscarte en tu trabajo todos los días de ahora en adelante.
El omega oía atentamente esa voz asustada desde fuera. No podía responder, solo hipando y sorbiendo la nariz mientras seguía lastimandose con su propia mano en el rostro.
-No necesito que me digas nada ahora o lo que sucedió. Pero... Piénsalo. Por favor.
Después de ello, ya no volvió a oírse su voz. Yoongi se destapó hundiendo el rostro entre sus rodillas para sollozar tan bajito como le sea posible.
Todo el estrés y las emociones que estallaron le dejaron allí por mucho tiempo, no salió hasta altas horas de la noche.
Cuando lo hizo, se encontró con que Jimin ya se había quedado dormido. Pero la mesa de noche estaba encendida, y un plato con sándwiches para la cena al lado de la cama.
En silencio, Yoongi llenó su estómago y agradeció la comprensión de Jimin para dejarlo sólo cuando lo necesitaba.
Se sentía como un verdadero miserable, con las mejillas cargadas de comida y el rostro rojo e hinchado, su cabello largo y desordenado hecho un verdadero desastre. Yoongi nunca había sido tan consciente de lo descuidada que era su propia imagen hasta ese momento.
Suspirando, Yoongi apartó el pensamiendo, estaba dejando que ese altercado lo afecte. El omega se hundió en las sábanas, tratando de apartarse de ello, y no volver a otro llanto amargo.
Ahora, se quedaría pensando en la propuesta de Jimin antes de dormir.
Gracias por los 1k >< mañana actualizo de nuevo por eso
La verdad que cuando lo subí temía que sea flop pero estoy muy feliz, espero les este gustando (fuera del drama)