El sol de la mañana iluminaba la ciudad mientras Yuuki se dirigía hacia su trabajo en el laboratorio. El bullicio de la vida cotidiana llenaba las calles, pero su mente estaba en otro lugar. Sus pensamientos vagaban entre su doble vida como Yuuki y Yugen, entre los experimentos químicos y las patrullas nocturnas.
De repente, un estruendo llenó el aire, seguido por explosiones y columnas de humo a lo lejos. Los transeúntes se detuvieron en seco, mirando hacia el caos que se desataba. Yuuki instintivamente buscó en el horizonte, esperando ver la figura reconocible de un héroe acercándose rápidamente para controlar la situación. Sin embargo, no había rastro de ninguno.
La inquietud se apoderó de ella mientras observaba la escena. Civiles asustados corrían en todas direcciones, algunos heridos y otros atrapados en el peligro. El corazón de Yuuki latía con fuerza mientras la lucha interna comenzaba a intensificarse. Sabía que, como Yugen, tenía la capacidad de intervenir y ayudar a las personas en peligro. Pero también sabía que hacerlo la expondría públicamente y pondría en riesgo su identidad secreta.
La gente a su alrededor parecía buscar a alguien que los salvara, alguien en quien pudieran confiar. Yuuki sintió una oleada de responsabilidad y compasión. Aunque era consciente de los riesgos, también sabía que tenía el poder para marcar la diferencia en ese momento crucial.
Finalmente, tomando una decisión, Yuuki se apartó de la multitud y se escurrió por un callejón cercano. Decidida a ayudar sin revelar su identidad, Yuuki observó su bolso y pensó rápidamente en cómo podría aprovechar sus habilidades y ocultar su identidad sin necesidad de su traje de vigilante, ya que no cargaba con él en días habituales.
Con determinación, abrió su bolso y sacó una pequeña botella de líquido transparente y una pequeña caja con diversos objetos. Sacó una mascarilla quirúrgica y se la colocó, se puso sus gotas en los ojos, para después activar su quirk y hacer que cambiaran de color. Su gran abrigo negro, lo cerró por completo para evitar mostrar su ropa como civil, y ató su cabello en una coleta alta, y con una ridícula bolsa de plástico intento esconder su cabello para que no se revelara el color de este, pues con su traje de vigilante era tan fácil como usar una capucha. Aunque su solución era poco convencional, estaba decidida a proteger su identidad.
Utilizando su quirk de control químico, comenzó a mezclar los contenidos de la botella, generando una reacción química que resultó en la creación de una especie de espuma densa y expansiva. Luego, rápidamente, sacó pequeñas bolsas de plástico y comenzó a llenarlas con la espuma.
Con las bolsas de espuma en mano, Yuuki corrió hacia las llamas que amenazaban con extenderse. Utilizando su control químico, arrojó las bolsas a las llamas, liberando la espuma. La espuma sofocó las llamas y redujo la intensidad del fuego, permitiendo a los civiles atrapados alejarse del peligro.
Utilizando sus habilidades químicas, creó un chorro de agua y lo dirigió hacia las llamas, controlando y minimizando el fuego. Luego, con agilidad, utilizó sus poderes para levantar trozos de escombros y liberar a las personas atrapadas. Su entrenamiento como vigilante se había vuelto instintivo, sus movimientos fluidos y precisos.
A medida que ayudaba a los civiles y controlaba la situación, las personas comenzaron a murmurar su nombre: "¡Es Yugen, la luz de la noche!". Su intervención no pasó desapercibida, y su reputación como vigilante se extendió en tiempo real. A pesar de los riesgos, Yuuki no podía evitar sentir una satisfacción al saber que estaba haciendo una diferencia tangible en la vida de las personas.
Mientras Yuuki se retiraba del caos que había controlado, pudo escuchar las sirenas de los vehículos de emergencia acercándose. Miró hacia atrás y vio cómo los bomberos y otros héroes finalmente llegaban a la escena. Entre ellos, reconoció a la figura conocida de Hawks, quien aterrizó con gracia cerca del lugar.
Hawks se unió a los bomberos en sus esfuerzos por asegurarse de que la situación estuviera completamente bajo control. Se acercó a uno de los bomberos, quien estaba discutiendo la situación con seriedad. Hawks, con su tono característicamente ligero.
—¿Qué pasó aquí? ¿Un gato se comió un fuego artificial?— El bombero lo miró con cierta molestia, antes de darse cuenta de quién estaba hablando.
—Oh, eres tú, Hawks.— dijo, visiblemente sorprendido por la presencia del héroe. —No, esto no fue un incidente menor. Fue bastante serio, pero alguien ya había intervenido antes de que llegáramos.
Hawks alzó una ceja, intrigado. Siguiendo la mirada del bombero, sus ojos se encontraron con Yugen, quien se mantenía apartada, observando la escena con una mezcla de alivio y agotamiento. La mascarilla quirúrgica, las gotas para los ojos y la bolsa de plástico en la cabeza no eran precisamente el aspecto más heroico. Se acercó a Yugen con una sonrisa burlona en el rostro.
—Oh, Yugen, ¿nuevo look?— dijo con una risa contenida. —Si tu objetivo era pasar desapercibida, definitivamente lo lograste... de una manera peculiar.
Yuuki lo miró con una expresión entre la molestia y el alivio.
—Sí, bien, no tenía tiempo para cambiar de atuendo completo.— respondió, su voz sonando más aguda de lo normal debido a la mascarilla quirúrgica. Hawks soltó una risa y se cruzó de brazos.
—No te preocupes, Yugen. Siempre es genial verte en acción, sin importar cómo luzcas.
Yuuki rodó los ojos detrás de la mascarilla y elogió mentalmente su propio autocontrol por no responder a la provocación de Hawks. A pesar de su actitud burlona, sabía que Hawks apreciaba y respetaba su labor como vigilante. Mientras los bomberos y otros héroes continuaban trabajando, Hawks se acercó un poco más a Yugen y habló en voz baja para que solo ella pudiera escucharlo.
—Aunque debo admitir, este conjunto improvisado no te favorece mucho.
Yuuki no pudo evitar sonreír detrás de la mascarilla. A pesar de las circunstancias, la ligereza de Hawks la relajaba un poco.
—Tendré en cuenta tus comentarios de moda en mi próxima patrulla.— respondió en el mismo tono. Hawks soltó una risa y asintió.
—Estaré esperando ansiosamente esa actualización de estilo, Yugen.
Mientras la conversación continuaba en un tono de camaradería, Yuuki se dio cuenta de que a pesar de su aspecto poco convencional, había logrado hacer una diferencia y ayudar en la situación de crisis. La intervención de Yugen, aunque improvisada, había demostrado una vez más el poder de la valentía y la determinación, incluso en las circunstancias más inesperadas. Y mientras las sirenas seguían sonando en el fondo, Yuuki sabía que su doble vida como Yuuki y Yugen estaba llena de momentos impredecibles y emocionantes, todos ellos contribuyendo a moldear el equilibrio entre la científica y la vigilante en su interior.
Con la situación bajo control y la conversación con Hawks quedando atrás, Yuuki se adentró nuevamente en los callejones cercanos. Rápidamente se deshizo de su disfraz improvisado, quitándose la mascarilla quirúrgica, soltando su cabello y ajustando su abrigo negro. Sus ojos recuperaron su color original a medida que el efecto de su quirk se desvanecía. Aunque el caos de la mañana había quedado atrás, Yuuki sabía que su día estaba lejos de haber terminado.
Se apresuró por las calles, corriendo en dirección al laboratorio donde trabajaba. Su mente estaba dividida entre el recuerdo de las explosiones y su encuentro con Hawks, y la urgencia de llegar a su trabajo a tiempo. Sabía que su compañero Kazuki estaría ansioso por compartir las últimas noticias sobre los héroes y villanos, así que se preparaba mentalmente para escucharlo hablar de ella, sin que él supiera la verdad.
Finalmente, llegó al laboratorio y entró apresuradamente, esperando no llamar demasiado la atención. Sin embargo, el rostro de Kazuki se iluminó al verla, y no pudo evitar soltar una sonrisa burlona.
—¡Mira quién decidió unirse a nosotros hoy!— exclamó con un tono juguetón mientras Yuuki tomaba asiento a su lado.
—Sí, sí, ya sé que llego tarde.— respondió Yuuki con una sonrisa cansada. —Solo tuve un pequeño... contratiempo en el camino.
—¿Contratiempo?— Kazuki alzó una ceja, claramente intrigado. —¿Acaso te topaste con algún villano o algo así?— Bromeó él, pero Yuuki solo sentía que se atragantaba con su propia saliva.
—Nada tan dramático.— respondió con un encogimiento de hombros. —Solo algunos problemas con el tráfico.
—Tus problemas con el tráfico han hecho que te pierdas lo mejor que haya pasado.— Yuuki le miró con una ceja alzada. —Yugen apareció hoy, de día ¡Está justo allí, en acción!— Kazuki le mostró su celular, los videos que había sacado mientras grababa la televisión.
Yuuki parpadeó sorprendida al ver a una figura enmascarada en la pantalla. Sin embargo, lo que realmente la dejó atónita fue el aspecto improvisado de Yugen en ese momento. La mascarilla quirúrgica y la bolsa de plástico en la cabeza eran difíciles de pasar por alto. No pudo evitar hacer una mueca al ver lo ridícula que se había visto.
—¡Mira, mira! ¡Lo hizo!— exclamó Kazuki mientras señalaba la pantalla. —¡Salvó a todos! ¡Es increíble!
Observó cómo Yugen se retiraba de la escena, dejando a los equipos de emergencia para manejar la situación. Aunque no pudo evitar sentir un pizca de orgullo, también estaba nerviosa por las implicaciones de su intervención pública.
—Mira cómo se retira, como si fuera solo una sombra.— comentó Kazuki con admiración. —Y pensar que esta misma persona puede estar en cualquier lugar de la ciudad en cualquier momento.
Yuuki asintió, sin saber qué decir. Ver a Yugen en acción y escuchar la emoción de Kazuki la llenó de una extraña mezcla de emociones. Aunque sabía que su papel como Yugen era importante y significativo, también comprendía los riesgos que conllevaba ser una figura pública y, al mismo tiempo, una vigilante en las sombras. Kazuki guardó su teléfono con una sonrisa en el rostro.
—Increíble, ¿verdad? ¡No puedo creer que haya sucedido todo eso hoy!
—Vaya, ¿quién hubiera pensado que la gran Yugen, salvaría a la ciudad con una mascarilla quirúrgica y una bolsa de plástico en la cabeza?— comentó sarcástica Yuuki al recordar el ridículo aspecto con que el se había dejado ver públicamente. Kazuki la miró con una sonrisa divertida, aunque había un brillo de defensa en sus ojos.
—Oye, no seas tan dura. En situaciones de emergencia, lo que llevas puesto es lo que menos importa. Lo importante es que ella actuó y salvó a la gente. Eso es lo que realmente cuenta.
Yuuki levantó las cejas en señal de sorpresa ante la reacción de Kazuki. No había esperado que él la defendiera de esa manera. Su tono de voz, aunque amigable, tenía una cierta pasión que la hizo reconsiderar su comentario sarcástico.
—Oh, vaya, alguien parece estar muy emocionado por la moda improvisada de Yugen.— dijo Yuuki con una sonrisa burlona. Kazuki se encogió de hombros, sin perder su entusiasmo.
—Puede que no sea la apariencia más tradicional de un héroe, pero eso es lo que hace que Yugen sea única. Ella no necesita el traje perfecto para marcar la diferencia. Además, ¿quién sabe? Tal vez su estilo se vuelva tendencia en algún momento.
Yuuki no pudo evitar soltar una risa genuina ante la respuesta de Kazuki. Era cierto que, aunque su comentario había sido sarcástico, ver cómo su apariencia improvisada resonaba con alguien como Kazuki la hacía sentir un extraño sentido de satisfacción.
—Tienes un punto, Kazuki.— admitió Yuuki, todavía sonriendo. —Supongo que no siempre se trata de la apariencia exterior, sino de lo que haces y cómo ayudas a los demás.
—Exactamente.— respondió Kazuki con entusiasmo. —Además, ¿quién dice que los héroes siempre tienen que verse perfectos? A veces es la autenticidad y la pasión lo que realmente importa.
Yuuki asintió, reflexionando sobre las palabras de Kazuki. Aunque su vida estaba llena de complejidades y decisiones difíciles, no podía evitar sentir una cierta alegría al saber que su papel como Yugen tenía un impacto positivo en algunas personas. Aunque nadie sabía que ella era la enigmática vigilante, todavía podía influir en la ciudad de maneras significativas.
Con esa sensación de satisfacción en el corazón, Yuuki volvió a sumergirse en su trabajo en el laboratorio. Aunque sus identidades como Yuuki y Yugen seguían siendo diferentes, estaba comenzando a darse cuenta de que ambas eran partes importantes de quién era en realidad, y que cada una de ellas tenía su propio papel en el mundo que la rodeaba.
Después de un día lleno de experimentos y reflexiones, Yuuki finalmente encontró un momento de tranquilidad en su laboratorio. Se sentó en su escritorio, mirando fijamente los equipos y dispositivos que la rodeaban. Aunque había logrado mantener su identidad como Yugen oculta hasta ahora, la intervención de ese día la había dejado pensando en formas de manejar de manera más profesional las situaciones de emergencia.
Con determinación en sus ojos, comenzó a trabajar en un nuevo proyecto. Abrió su computadora y comenzó a diseñar un traje portátil, algo que pudiera llevar consigo en caso de una emergencia sin tener que cargar con su traje completo de vigilante. La idea era crear algo simple pero efectivo, que le permitiera ocultar su identidad y actuar de manera más eficiente.
Después de horas de diseño y planificación, Yuuki finalmente llegó a un diseño que le pareció adecuado. Un traje ajustado, similar a una prenda deportiva, pero con capas de tela especial que ocultarían su apariencia y características físicas. También incluiría una máscara más discreta y funcional que pudiera llevar fácilmente.
A medida que trabajaba en el diseño, su mente se llenaba de posibilidades. Imaginaba cómo podría utilizar este traje portátil en sus futuras patrullas, cómo le permitiría actuar de manera rápida y efectiva sin tener que preocuparse tanto por su apariencia. Era como un paso más hacia la profesionalización de su papel como Yugen.
Finalmente, cuando el diseño estuvo completo, Yuuki se recostó en su silla y suspiró con satisfacción. Había algo empoderador en tomar el control de su situación y encontrar soluciones prácticas para los desafíos que enfrentaba. Sabía que todavía había mucho trabajo por hacer para convertir su diseño en realidad, pero estaba dispuesta a hacerlo.
Mirando el diseño en la pantalla de su computadora, Yuuki sonrió para sí misma. Se dio cuenta de que cada vez más, sus dos identidades estaban convergiendo en formas inesperadas. Su papel como científica y su papel como vigilante se estaban entrelazando, y estaba decidida a abrazar esa dualidad y hacer lo que fuera necesario para proteger a su ciudad y a sus habitantes.
Con ese pensamiento en mente, Yuuki guardó el diseño de su traje portátil y se preparó para regresar a su investigación. Sabía que el camino por delante sería desafiante, pero estaba lista para enfrentar cada obstáculo con la misma determinación que la había llevado a convertirse en Yugen, la luz de la noche.
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-Euridice.
Imágenes de referencia de Yuuki/Yugen con su aspecto improvisado. Imágenes creadas con IA.
Me da mucha risa, perdón. Siento que esta mujer es mas obvia que Superman ocultando su verdadera identidad solo poniéndose lentes.