𝐂𝐎𝐌𝐌𝐀𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃
season three, chapter two
❛❛ so you wanna play with magic
boy, you should know what you're falling for
baby, do you dare to do this? ❜❜
HABÍA PASADO UNA MALDITA semana, y lo único que había hecho Blair era estar encerrada en una habitación cualquiera del centro de Polis. Habían puesto barras de metal en la ventana ventana no tener cristal por miedo a que la arquera decidiese saltar. Pero por lo menos, la habitación era acogedora y la cama era realmente cómoda. Pero a Blair le daba igual lo lujosa o bonita que fuese mientras estuviera en Polis. Quería irse y volver con Bellamy, o volver a Eowyn. Haría cualquier cosa con tal de no tener que estar encerrada.
Estaba mirando toda la capital con los codos apoyados en una pequeña mesa. Ya no sabía qué más hacer para no aburrirse. Su ración diaria de comida llegaría dentro de unas horas según los cálculos que había hecho, asi que no la quedaba nada más que hacer.
El sonido de la puerta abriéndose hizo que la arquera se levantase de la silla en la que estaba sentada. Se giró de golpe, sintiendo como su cuello crujía, para después ver a Lexa mirándola mordiéndose el labio.
—Si pretendes hablar conmigo, desearía que fuese en privado— habló con voz firme Blair, alternando miradas entre Lexa y sus guardias.
—Dejadnos un momento.— ordenó la comandante y enseguida todos sus hombres abandonaron la habitación, cerrando la puerta para darles toda la privacidad que desearan— Blair.
—Creo que con mis palabras te di a entender qué no quería volver a verte— comenzó la skaikru— muchísimo menos después de lo que hiciste en aquella montaña.
—Tú también hubieras hecho lo mismo si te hubieran ofrecido ese trato.
—Sabes que no— contestó Blair apretando los dientes— Le prometí a Anya que me vengaría y que liberaría a su gente. No puedes sabotearme emocionalmente como a Clarke, Lexa. Hubiera dado mi vida con tal de que tú gente saliese de ahi con vida y lo sabes.
—¡No, no lo sé!— exclamó heda, alzando los brazos al aire y conteniéndose para no gritar más— No sé nada sobre ti, Blair.
—Lo he podido notar— comentó la arquera, rodando los ojos para después darle la espalda a Lexa.
La comandante se acercó con lentitud a la joven y posó su mano en el hombro de la chica, dándole un suave apretón. Jusheda apretó los labios, sin querer ceder ante la insistencia de Lexa para que ambas pudiesen reconciliarse de alguna manera.
—Dime que entiendes por qué lo hice— pidió Lexa en su oído.
Blair se deshizo del contacto de la comandante al girarse abruptamente en su dirección. Lexa frunció el ceño y apartó la mirada de la arquera.
—¿A qué has venido, Lexa?
—Tenemos asuntos de los que hablar— explicó la triku.
—No hay nada de que hablar.— aseguró Blair.
—Sí que lo hay— la cortó Lexa, comenzando a caminar alrededor de la habitación— Se celebra una cumbre con skaikru al anochecer. Volverás con tu pueblo.
—¿Me capturas para luego liberarme? Que ridículez— esperó con mala gana la skaikru.
—Te capturé para salvarte— se justificó de mala forma la comandante. Blair puso los ojos en blanco, claramente molesta antes de darle la espalda a heda y caminar en dirección contraria a ésta— Entiendo lo enfadada que estás, Blair. Pero te conozco aunque sea un poco. Y sé que crees que eres una asesina, un monstruo. Y prefieres odiarme a mí antes que a ti.
—Hago ambas cosas— contestó con una sonrisa irónica mientras se encogía de hombros.
—Se acabó. Quiero que sepas que no te dejaré ir sin más. Ni a ti ni a Clarke— aseguró, acercándose a la chica con pasos lentos— Quiero que vuestra gente se convierta en la mía. Skaikru podrá unirse a la coalición como decimotercer clan. Nadie se alzará contra vosotros porque será alzarse contra mí.
—¿Tan desesperada estás?— vaciló— Piérdete, Lexa. Abandoné el campamento y si saben quien soy ahora, me consideraran una terrestre.
—Bellamy jamás lo haría.
—Cállate.
—Únete a mí, jusheda— dijo con los ojos clavados en los verdosos de Blair— Arrodíllate ante mí y tu gente estará a salvo.
—Yo no me arrodillo ante nadie, Lexa— escupió con desdén la skaikru.
—Está bien, lo entiendo— contestó— Entonces lo hará Clarke.
—Pues ya te puedes marchar— respondió ante sus palabras la arquera, caminando hacia el baño de su habitación con intenciones de que Lexa se marchase.
Y eso hizo la comandante.
ˏˋ°•*⁀➷
—¡CLARKE!— EXCLAMÓ BLAIR CORRIENDO a los brazos de su amiga, la cual también la recibió con la misma alegría de verla— ¿Cómo estás?
Después de que Griffin insistiese (o amenazase) a varios guardias para que ambas pudiesen reunirse. Lo que las dos skaikru no sabían, era que los guardias no las habían juntado por las amenazas de la rubia, sino por el príncipe Roan, el cual tenía un plan y las necesitaba a ambas para ejecutarlo.
—Lexa quiere que me arrodille ante ella.
—Yo ya me he negado— confesó la arquera con media sonrisa que se le contagió a Clarke en pocos segundos— No dejes que Lexa te use de nuevo, ¿vale?
—Vale, gracias— respondió Clarke, volviendo a abrir la boca para hablar pero siendo interrumpida por Roan, que subía de unas escaleras. La rubia se giró a él con una sonrisa irónica— Vaya, el príncipe Roan de Azgeda.
—No os equivoquéis, skaikrus— habló nada más terminar de subir las largas escaleras— Aquí soy un prisionero como vosotras.
—Estamos presas por tu culpa, idiota— contestó Clarke poniendo los ojos en blanco.
—Tranquilas, chicas. He venido a ayudaros— Blair sonrió sarcásticamente antes de negar varias veces con la cabeza— La comandante prometió perdonar mi expulsión si te entregaba. Ha roto nuestro acuerdo. Estoy dispuesto a llegar a uno con vosotras para que podamos volver a casa.
Blair arrugó la nariz.
—Nosotras volvemos a casa— informó.
—Pero Clarke no podrá conseguir lo que quiere— contestó Roan con una sonrisa maliciosa en sus labios— La venganza.
—¿Qué sabrás tu?— espetó la mencionada.
—Ví tu rostro cuando te quité la capucha— explicó Roan— quieres vengarte.
Y ahí, en ese mismo momento, fue cuando Blair se dio cuenta de las intenciones de Roan. Quería matar a Lexa para que Azgeda controlara la coalición, para que le pudieran perdonar el destierro. La arquera miró a su alrededor en busca de guardias cerca de ellos antes de volverse hacia el hombre.
—¿Vas a matar a Lexa?— Roan asintió— Pues mátala.
—Clarke y tú podéis acercaros, pero yo no— explicó, ésta vez clavando sus ojos en los de la rubia— Encontrarás un cuchillo debajo de tu cama al volver a tu habitación. He sobornado a los guardias para que te ayuden. Si lo haces, Azgeda tomará el control de la coalición. Y ganarás una aliada poderosa, la reina del hielo.
—¿Por qué debería confiar en ella?— cuestionó la ojiazul— Según he oído, es peor que Lexa.
—Eso es porque tú has hablado con Lexa— contestó— Intentamos hacer lo mejor para nuestra gente. Esto es lo mejor para la tuya.
ˏˋ°•*⁀➷
DESPUÉS DE LA INTENSA CONVERSACIÓN con Clarke y con Roan, Blair fue obligada a volver a su cuarto, como si volviese a ser una niña de quince años castigada por su propio padre. Ella no quería que Clarke matase a Lexa, pero no podía hacer nada para evitarlo. Con tan solo haber oído como hablaba Roan de ella, notó que la famosa reina del hielo era un gran peligro.
Oyó a alguien tocar la puerta, y sorprendida ante el gesto, indicó a quien fuese que podía entrar sin problemas. Total, no podía negarse.
—Lexa.— dijo Blair, abriendo mucho los ojos— Estás viva.
—Tú también sabías que Clarke intentaría matarme— afirmó con cierto tono de decepción en su voz y Blair asintió ante sus palabras— ¿Querías que lo hiciera? Y no te molestes en mentirme.
—Más o menos.— contestó con sinceridad la castaña formando una pequeña sonrisa en el rostro de Lexa, que asintió alegremente— ¿Clarke ha aceptado arrodillarse?
—Sí.— asintió la comandante— Pero no he venido a eso.
—¿Qué?
—Unos amigos tuyos han venido a verte antes de la cumbre— sonrió Lexa— He pensado que podrías conocer Polis junto a ellos.
—¿Qué amigos?— preguntó Blair con curiosidad.
—Rhys, Venus y Letom— la arquera quiso chillar de la emoción, pero se contuvo— No tardes mucho, te están esperando abajo.
—¡Joder, Lexa! Muchísimas gracias— se lo agradeció la castaña con una sonrisa sincera que la comandante correspondió rápidamente.
—Te lo mereces.
Y sin perder mucho más tiempo, Blair corrió hacia el ascensor del nivel más alto de Polis con unas ganas inmensas de volver a ver a sus amigos. Cuando el ascensor bajó hasta la planta de abajo, la arquera aceleró el paso hasta algunos de los puestos de comida y comercio de Polis. Había tanta gente que para cualquiera sería imposible encontrar a los tres terrestres, pero con ver la cabellera pelirroja de Venus, todo se volvía más que fácil. Y asi es como Blair los encontró.
—¡Chicos!— exclamó la skaikru, tomándoles por sorpresa.
Los tres se giraron coordinados hacia la chica, y nada más verla, Letom se lanzó sobre sus brazos. Blair rio, pero acabó devolviéndole el abrazo con dulzura.
—¿Estás bien?— Blair asintió después de separse del hermano de Lexa— He oído lo de la cumbre, es genial que vayáis a formar parte de Polis.
—Supongo que sí— respondió Blair, recibiendo un fuerte abrazo por parte de Venus. La castaña posó su barbilla en el hombro de la pelirroja, que se había convertido en lo más parecido a una madre para ella durante su estancia en Eowyn— Yo también me alegro de verte, Venus.
—Lo siento, es por la emoción— se excusó con una sonrisa la terrestre, levantando las manos en señal de rendición— Sabía que no te iban a cazar.
—Pues yo no lo tenía tan claro— comentó Rhys con una sonrisa burlona y Blair le dio un golpe suave en el hombro— ¿Te han hecho algo?
—Que va, estoy muy bien— contestó con rapidez— Espera, ¿estabas preocupándote por mí?— vaciló Blair, haciendo que Letom estallara a carcajadas.
Rhys negó varias veces con la cabeza, alarmado. Eso hizo que las risas aumentaran aún más entre los cuatro presentes. Blair disfrutaba cada pequeño momento feliz con sus nuevos amigos, que habían sido su familia estos últimos meses. Deseaba poder congelar esos momentos y repetirlos en bucle en su mente cuando estuviese triste.
Pasaron parte de la tarde paseando por Polis, incluso Rhys insistió en comprar algunos dulces para compartir con Blair. Por lo menos, la arquera pudo distraerse unas horas sobre lo que iba a ocurrir esa tarde. Todo podía salir o muy bien o muy mal. Sin punto medio. Clarke estaba dispuesta a unir a skaikru a la coalición, y Blair también. Pero, ¿y si skaikru no quería? ¿Y si Kane se negaba?
—Estas muy nerviosa, ¿no?— preguntó Rhys, pasando su brazo por detrás de Blair para atraerla a él— Tranquila, estaré ahí para soltar cualquier broma estúpida.
—Gracias, Rhys.
—¿Sabes qué si necesitas algo puedes confiar en mí?— preguntó el triku. Blair asintió de inmediato, dejándole más tranquilo— Bien.
—Espero que todo salga bien.
—Todo saldrá bien, chica celeste.
—¿Algún día dejarás de llamarme así?— cuestionó con tono burlón Blair.
—Bueno, eres mi skaikru preferida, así que no, nunca dejaré de llamarte así— respondió Rhys en su idioma. Blair sonrió antes de apoyar su cabeza en el hombro del chico.
—Eres un grano en el culo— ironizó la joven poniendo los ojos en blanco.
Justo cuando el triku abrió la boca para volver a protestar, Indra apareció de la nada, tomando el brazo de Blair y devolviéndola con facilidad al edificio enorme en el centro de Polis. Blair, algo confusa, miró en dirección a la triku mientras subían en ascensor a la planta requerida por la comandante.
—Kane y Abby están aquí, Clarke ya ha hablado con ellos— informó la morena con una media sonrisa plasmada en su rostro— Entra en esta sala y haz lo mismo.
Blair asintió viendo como Indra y los guardias que ésta traía consigo se iban por donde habían venido. La arquera se llenó de felicidad al saber que iba a volver a ver a su tío y a la canciller, así que no tardó mucho en abrir la puerta. Cuando lo hizo, divisó a Abby y a Marcus girándose hacia ella con una sonrisa de alivio.
La cara seria de Marcus cambió de forma graciosa a una que reflejaba una felicidad enorme. Blair corrió hacia él torpemente y se abalanzó sobre los brazos de su tío. Kane retrocedió un poco por el impacto, pero no le importó en absoluto. Blair le abrazó con fuerza mientras sentía como el alivio aumentaba en su pecho. Cuando se separó de éste, la arquera se dio cuenta de que se veía mucho mejor que la última vez que se vieron en Mount Weather.
—Te oí gritar mi nombre en busca de ayuda hace una semana y casi me da un infarto— dijo, todavía sonriente Marcus. Blair le devolvió el gesto sin dudarlo— Bellamy casi se vuelve loco.
La arquera rio.
—Hola, Blair.— la saludó Abigail Griffin con una leve sonrisa— Muchísimas gracias por cuidar de Clarke, no sé ni cómo agradecértelo.
—¿Clarke os ha contado sobre los planes de Lexa?— ambos asintieron— Bien. Me alegro mucho.
—¿Crees que es una buena idea?
—Confío en Lexa— contestó la castaña, asintiendo en dirección a Kane— Y confío en mi instinto.
—¿Y qué harás después de la cumbre?
Blair sonrió levemente.
—Volver al Campamento Jaha.
Kane puso una mueca rara y le dio un suave apretón en el hombro a su sobrina.
—Ahora es Arkadia— explicó y Blair dio un saltito de emoción.
—¡Mejor aún! Ese nombre no me gustaba.
Las cosas parecían ir a mejor, y eso es lo que preocupaba a jusheda.
Porque la paz siempre venía antes de la tormenta.
ˏˋ°•*⁀➷
BLAIR ESTARÍA MINTIENDO SI dijese que en estos momentos no se sentía poderosa.
Para la cumbre, Lexa había tenido el detalle de prepararla un traje y mandar a algunos hombres para arreglarla el rostro (el cual estaba lleno de pintura corrida de guerra).
Los hombres que la habían maquillado habían optado por no hacer nada más que colocar de forma perfecta la pintura de guerra en el ojo de Blair. Todo su párpado y alguna parte más allá del ojo, estaba lleno de pintura negra como el carbón. Y en medio de lo oscuro, una fina línea dorada, parecida a una rama de un árbol, decoraba el resto del ojo.
El vestido es sencillo, pero se adaptaba perfectamente a los gustos de Blair. Se trataba de un mono negro que la cubría hasta la cintura, pero que luego se abría como si llevase una capa hasta el suelo. Sus piernas estaban al descubierto, lo cual la hacía sentirse un poco insegura, pero le restó importancia. El escote era raro: dejaba su espalda y parte de su pecho al descubierto, y los unía una pequeña franja roja oscura, del mismo color que la sangre.
Se encontró con Clarke en la puerta de la sala del trono en la que ambas tendrían que entrar. A Blair no le gustaba la idea de que todas las miradas se posasen sobre ellas, pero a la rubia parecía gustarle. Dos guardias abrieron la puerta, abriendo paso a Blair.
La castaña mantuvo la mirada en Lexa cuando entró, sin querer darle mucha importancia a que miembros de otros clanes y del suyo miraban su vestido sorprendidos. Algunos murmullos invadieron el silencio que había en la sala. Blair asintió en dirección a Lexa, mostrándole su respeto por ella en forma de saludo. La comadante le devolvió el gesto sin decir nada más y la arquera se colocó al lado de Indra, que estaba junto a los skaikru.
—Estás preciosa— le sacó una sonrisa Rhys, que estaba cerca de su zona. Blair se encogió de hombros y le guiñó un ojo.
Y no pudieron decir o hacer nada más, porque el silencio volvió a invadir el ambiente cuando Clarke cruzó la puerta. Ella, a diferencia de Blair, entró con la cabeza muy alta, orgullosa de que los demás la viesen. La arquera sonrió al ver a su amiga tan segura de sí misma después de todo lo que había tenido que pasar.
Una voz angelical proveniente de una terrestre comenzó a cantar cuando Clarke se arrodilló ante Lexa, haciendo parecer el momento como algo majestuoso. Poco después, jusheda se arrodilló ante la comandante siendo seguida por todo el mundo en la sala.
—Saludos, guerreros de los doce clanes— alzó su tono de voz Lexa, mirando a todos los presentes.
—Saludos, comandante de nuestra sangre— respondieron al unísono todos los hombres de Polis que estaban ahí reunidos.
—Levantaos.— ordenó heda. Todo el mundo se levantó sin pensárselo dos veces— Damos la bienvenida a skaikru en aras de la amistad y armonía. damos la bienvenida a Clarke kom skaikru, la gran wanheda, cazadora de la montaña. Y también a Blair kom skaikru, la leyenda viva jusheda, comandante de la sangre y la mejor arquera de la Tierra— todas las miradas recayeron en ambas chicas y la arquera tragó saliva— El motivo de la cumbre ha cambiado. No estamos aquí para negociar un tratado con los skaikru, sino más bien para introducirlos a la coalición. Para simbolizar esta unión, el líder de skaikru deberá llevar la marca.
Abby se giró hacia Kane con el ceño fruncido y le indicó que debía ser él el que recibiera la marca. Así que, Marcus, tras echarle una mirada contenta a Blair, se acercó a Lexa. La comandante le indicó que entendiese el brazo y él hizo caso. Un terrestre clavó un tipo de espada afilada a su antebrazo con el símbolo del ahora nuevo decimotercer clan: skaikru.
Y antes de que Lexa pudiese continuar con la cumbre, las puertas de la sala se abrieron bruscamente, llevando las miradas confusas de todos a éstas. Octavia, Bellamy y alguien que Blair reconoció como Pike (su profesor durante cuatro clases de supervivencia en la tierra) entraron posando una pistola en el cuello de un terrícola en la sala. La castaña no pudo evitar mirar a Charles con asco. Ese señor nunca la dio buena vibra.
—¿Bellamy?— cuestionó Blair, sintiendo como los tres recién llegados repasaban con la vista su atuendo y la pintura en su cada.
—¿Qué significa esto?— preguntó Titus bastante enfadado por la interrupción. Los tres skaikru le ignoraron y se dirigieron al resto.
—La cumbre es una trampa— explicó Bellamy mientras soltaba al guardia. Blake miró a Blair— Te sacaré de aquí.
—¿Qué coño está pasando?— gruñó Blair enfadada hacia Lexa. La comandante estaba en la misma situación que ella, sin entender nada.
—No lo sé— contestó ella, apretando los dientes.
—Es la nación del hielo— informó Blake haciendo que los murmullos volviesen a inundar la sala.
—Esa es una acusación grave.— le cortó un terrestre dando paso para quedar frente a Bellamy— Azgeda no ha alternado la cumbre con armas ni ha roto la ley. Ha sido skaikru.
—Tenéis que creernos. Los guardias que dejasteis atrás están muertos— dijo Pike señalando con la cabeza la puerta— Tenemos que irnos ya.
—¿Cómo os ha llegado esa información?— preguntó con voz molesta Lexa.
Los tres del pueblo celeste se giraron hacia atrás dispuestos a obligar a la terrestre a contar todo lo que les había dicho antes, pero ésta no se encontraba con ellos. Era imposible. Hace nada, en los túneles, ella estaba con ellos.
—Bell, creo que nos hemos equivocado con Echo— murmuró Octavia preocupada.
La sala se quedó en completo silencio con todos los presentes maquinando en su mente la nueva información de parte de los skaikru. Eso, hasta que la radio sonó.
—Bellamy, Bellamy responde— Blair se alarmó alarmó escucho la preocupada voz de Raven a través de la línea—Los terrestres han atacado Mount Weather. Ha sido la Nación del hielo.
—¿De qué estás hablando?
—Ya no está. No hay nada. Todos están muertos— su voz se rompía según seguía hablando— sólo quedamos Sinclair y yo. Lo siento mucho.
Blair comenzó a sentir un nudo en la garganta que iba aumentando sus ganas de llorar según escuchaba cada vez más a Raven llorar a través de la radio. Compartió una mirada triste con Bellamy, el cual lo único que quería ahora mismo era lanzarse a los brazos de la chica para abrazarla y besarla hasta convencerla de volver a Arkadia.
—No deberías haber transladado a vuestra gente al Monte Weather.— Blair fulminó con la mirada a un terrestre de Azgeda que señaló con la mano a skaikru. — La nación del hielo hizo lo que Lexa era demasiado débil para hacer.
—¡Cierra la puta boca!— vociferó en trigedasleng la comandante de la sangre.
—Esto es una declaración de guerra— gritó Lexa con los ojos llenos de odio y rabia— Arrestad a toda la delegación de Azgeda. Incluido el príncipe.
—Volvamos a casa— sugirió Abby mientras se llevaban a la gente de la Nación del hielo— Si han volado Mount Weather, lo siguiente es Arkadia.
—Marchaos y reunid fuerzas— dijo Lexa— Vengaremos este ataque.
Blair y Kane asintieron ante la promesa de la comandante. Indra dio un paso hacia ellos y le avisó a Lexa de que ella los iba a escoltar hasta Arkadia. Mientras todos los skaikru se retiraban, Clarke y Blair se quedaron en su posición.
—Clarke, Blair, tenemos que irnos. Ahora— habló Bellamy con una mirada llena de rabia ajena.
—Necesitamos que un embajador del decimotercer clan se quede en Polis. Esa debe ser Clarke— explicó Lexa, refiriéndose a Griffin— Y necesitamos a Blair porque es la única skaikru que puede intimidarlos. Si se que está de nuestro lado, se lo pensarán dos veces antes de acercarse a Polis.
—No es seguro— replicó Blake.
—No te preocupes, Bellamy. Blair estará a salvo bajo mi protección— aseguró heda, asintiendo varias veces hacia los del Pueblo celeste.
Clarke tomó de la mano a Blair y caminaron juntas hasta quedar más cerca de su gente. La rubia le indicó a su madre que se iba a quedar, y Abby lo entendió a la perfección. Kane se acercó a la arquera y apoyó sus dos manos en los hombros de su sobrina.
—Me quedo.— informó Blair con voz firme.
—Lo suponía— contestó Marcus con una sonrisa de orgullo. Se sentía tan orgulloso de la persona en la que se había convertido Blair— Cuídate mucho.
—Sabes que lo haré— respondió jusheda antes de mirar a Octavia— O...
—Me alegro mucho de que estés viva— comentó su mejor amiga con lágrimas en sus ojos acercándose a la chica para abrazarla. Gesto que Blair le correspondió sin dudarlo— Ojalá te hubieras despedido de mí aquel día, pero no te culpo por ello. Te quiero mucho.
—Y yo a ti— contestó la castaña en su oído— Mantenme informada. Cualquier cosa importante que pase en Arkadia me la dirás y estaré ahí en menos de un día.
—Vale.— afirmó Octavia, separándose de su mejor amiga para dedicarla una sonrisa triste. La jodía realmente que Blair se quedase, pero sabía que era lo correcto y que ambas se volverían a ver.
—Comandante, tenemos que reunir al consejo de guerra— avisó Titus a Lexa en un susurro que prácticamente pudieron escuchar todos.
—Ahora voy— contestó Blair cuando vio que Clarke se iba por fin junto a Lexa y Titus. Abby y Kane la dieron una última mirada antes de salir de la sala rápidamente. Bellamy ni siquiera dudó en quedarse a insistir para que Blair viniese con él. No podía perderla de nuevo. Blair supo sus intenciones y respiró hondo— Bell...
El pelinegro se acercó a su novia con pasos lentos y cuando estuvo frente a ella, señaló con asco y rabia a Lexa con la cabeza.
—Nos abandonó en esa montaña y te intentó matar— la recordó Blake— Siempre antepondrá a su pueblo. Vuelve con el tuyo. Vuelve conmigo...
—No puedo, Bellamy— respondió la arquera, intentando entrelazar sus dedos con los de su chico, pero éste apartó la mano bruscamente, haciéndola sentirse horrible por su decisión.
—Nunca podrás ser una terrestre, Blair— escupió sus palabras Bellamy— Mírate, intentas ir vestida como uno de ellos, pero en realidad sabes que tu gente está en Arkadia. No te aceptarán.
—No pienso irme, Bellamy.
Él bufó.
—Vete a la mierda, Parker.
Y sin decir nada más, Bellamy abandonó la sala, dejando a Blair con una opresión enorme en su pecho que hizo que se la dificultase respirar.
ˏˋ°•*⁀➷
BLAIR SE SENTÍA COMO LA MIERDA.
Se sentó en una de las escaleras para llegar al trono de Lexa, sintiendo las lágrimas brotar por sus mejillas en abundancia. Sentía una culpabilidad enorme por haber abandonado a Bellamy y sus manos temblaban.
Lexa despidió a Titus y se giró hacia los dos chicas, sintiendo un pinchazo en el pecho al ver a Blair tan vulnerable.
—Sigo sin entender como conocían los terrestres el mecanismo de autodestrucción de Mount Weather— habló con voz suave la rubia.
Con un topo, pensó la castaña que no tenía ganas de hablar con nadie.
—Pronto lo sabremos, Clarke— asintió ante sus palabras Lexa, acercándose a ella poco a poco— Gracias por quedaros.
—Nos hemos quedado porque es lo mejor para nuestro pueblo— se justificó Griffin, incluyendo a Blair en su respuesta.
—Nuestro pueblo.
—Si me traicionas de nuevo...— habló por primera vez la arquera con la mandíbula tensada— te quemaré viva.
—No lo haré— aseguró Lexa, sorprendida para bien de la contestación de Blair. Jusheda se levantó y posó su mano en el hombro de Clarke, buscando apoyo para no caerse rendida al suelo.
No esperaba para nada que la que acabase en el suelo fuese Lexa, arrodillándose ante ellas. La comandante observó a Blair con una mirada que hizo que la castaña tuviese que tragar saliva. Lexa la hacía sentir poderosa.
—Os juro lealtad, Blair y Clarke kom skaikru— afirmó con la mirada sobre ellas heda— Juro que vuestras necesidades serán saciadas y las de vuestro pueblo también.
La rubia le tendió la mano a Lexa, que la aceptó con gentileza. Blair no pudo evitar pensar en que había algo entre ambas chicas. Cuando estaban juntas, había un hilo de tensión que fácilmente se podría cortar con una tijera.
—Clarke, ¿podrías dejarnos a solas un momento?
La hija de Abby asintió antes de marcharse con velocidad de la habitación, cerrando la puerta al salir. Lexa miró con preocupación a Blair.
—¿Qué hay entre tú y Clarke?— preguntó ésta con voz débil, pero intentando poner una sonrisa que acabó siendo una mueca rara.
—Eso no importa ahora— respondió Lexa, ruborizándose un poco.
—¿Te gusta Clarke?— cuestionó jusheda abriendo la boca exageradamente, fingiendo estar realmente asombrada. Lexa rio.
—Claro que no.
—Te acabas de sonrojar, Lexa.
—Que no.
—Que sí.
—No.
—Sí.
—Vale, está bien— la cortó heda alzando sus manos en señal de rendición. Blair sonrió triunfante— Hablaremos de esto luego, pero ahora no importa. Hoy ha sido un día duro para ti. Has dejado al hombre que amas por mí. Gracias.
Blair asintió y volvio a sentarse en un escalón. Lexa imitó su acción y se sentó junto a Blair.
—¿Quieres hablar?
—No lo sé— respondió con sinceridad Blair, sintiendo sus ojos cristalizarse de nuevo. Las lágrimas amenazaron con brotar.
—Bellamy aun no te entiende del todo, Blair— explicó Lexa— Has sacrificado todo por tu pueblo. Aquel día en TonDC fue cuando realmente te entendí del todo. Darías tu vida a cambio de que cualquier persona inocente estuviese bien. Bellamy te ama y por eso tiende a ser algo egoísta. No te ha visto en tres meses y ahora que por fin te ha recuperado, le has dado plantón en su cara. Has hecho lo correcto.
—¿Y por qué siempre que hago lo correcto para nuestro pueblo, aunque eso implique convertirme en una terrestre, me siento como una persona horrible?— preguntó en un susurro inaudible.
—Porque irónicamente, tu gente aún no confía en nosotros. Solo unos pocos estaréis de acuerdo con la coalición nueva— explicó la comandante.
—Joder...— pensó en voz alta la skaikru, con pocas lágrimas en sus ojos. Su cuerpo temblaba y su respiración se volvió agitada al pensar que había abandonado de nuevo a Bellamy, que había decepcionado a Octavia y a Kane y que Pike ahora estaba en Arkadia con su padre siendo los dos un gran peligro.
Lexa, al ver a la skaikru, llorar no pudo hacer nada más que pasar su brazo por la nuca de la chica, atrayéndo su cuerpo hacia ella y tratando de consolarla.
—Necesitamos a jusheda, Blair— dijo la comandante— Eres una terrestre. Ignora lo que Bellamy te ha dicho hoy.
Y la skaikru tenía claro que las palabras de Bellamy no iban a tener efecto sobre ella.
Por lo menos, no por el momento.
Holaa 💓
Como están? Yo mal porque mañana tengo clases 😪
Anyways, les gustó el capítulo? A mí sí, la verdad. Si sois muy fans de Bellamy y Blair me vais a querer matar, pero es que no puedo evitarlo JAJAJA.
Funfact: si queréis imaginaros el vestido de Blair podéis pensar que es el de Katniss Everdeen en el desfile de tributos de Catching Fire.
Rhys, Blair, Venus, Letom >>>
(mis favs)
El humor de Roan y el de Blair va a ser súper gracioso junto JAJAAJSJA, ya verán.
Recuerden que si quieren una mención de vuestra historia en el próximo capitulo podéis comentar aquí y yo lo hago encantada 💕
Y eso es todo, mil gracias por leer y nos vemos dentro de unos pocos días,
—nat 🫶🏻