-¿Eh?-
Las miradas se mezclaron.
-...-
-Tamura senpai, que haces aquí.- Kashima se puso entre medias de los dos.
-Quita imbécil.- Apartó al pelinegro para señalar a la rubia.-Oye, tú.-
-Holi.- Saludó la chica moviendo la mano, "La madre, este es el de ayer, parecía más majo dormido."- Encantada, me llamo Kazumi, mucho gusto.- La chica temía por lo que pudiera decirle el chico, no parecía tener una mirada muy agradable hacia ella.
-Fuiste tú- -Tamura fue interrumpido.
Un amigo traicionero lo empujó, sí, el mismísimo Yuri, estaba encantado con lo que tenía delante, no podia aguantarse.
-Boobbsss!- Yuri se encontraba con un pecho de la chica en la mano.-
Todos se quedaron con las bocas como platos, el momento se quedó en una profunda congelación nadie sabía que hacer o como reaccionar, estaban completamente callados observando la situación.
–...–
–...–
-¡YURI SENPAI!-
-¡Como te atreves a hacer eso!- Grito avergonzado el oji verde.-
Se pusieron a gritar y regañar al de gafas de sol.
-WUUUO, muy buena.- Fue lo único que dijo antes de separar esa mano del pecho de la Rubia.
Miradas asesinas fueron hacia una misma persona, Yuri se hacía el loco, sin poder evitar lo inevitable, los de primer año estaban regañando al mayor.
Caos total, era la única forma de describir esa situación, entre regaños y regaños no se podía estar tranquilo.
Nadie prestaba atención a la chiquilla, pero entonces escucharon algo.
-snh...-Unos ruiditos provenían de la rubia, mientras tenía la mano tapándose el rostro.
Todos se callaron y se giraron a mirarla asustados.
"¿¡Está llorando!?"
La situación se tenso, rezaban para que se solucionara, y si hacía falta los de primero estaban dispuestos de poner una denuncia de acoso sexual hacia su Senpai.
-pff...-La chica no pudo guardar más sus carcajadas y empezó a reírse sin parar mientras los demás procesaban la situación.
-¡PFF, no sabía que los japoneses eran tan atrevidos!-Bromeaba la chica soltando carcajadas, se colocó un mechón del pelo.- Antes invítame a un café o algo.
-Ufff....-
Todos soltaron un suspiro de alivio, menos mal que no se lo tomó mal, no habia sido un acto muy agradable.
Kashima rompió ese silencio incómodo y señaló a sus mayores.
-Ellos son nuestros Senpais del club.-Dijo Kashima soltando alguna que otra mirada amenazante hacia el de gafas, advirtiendo que no había olvidado nada.-Este pervertido es Yuri y el otro Tamura, los dos son de segundo año.-
-Uhm.-Camino un poco hacia ellos y se puso de puntillas para ver mejor sus rostros, mirándolos de cercanía, impresionada por los muchachos sonrió con fascinación.- Los dos tenéis muy buenas facciones, me encantaría poder dibujaros en pareja, si es posible, senpais.- Sonrió coqueta, guiñandoles.
Tamura se sonrojo con la cercanía de la muchacha y esa ultima sonrisa.
-Aparta niñata.-
Se separó de la chica y miro a un lado, evitando la mirada de está.
-ieyy, pwedo ser modell for you.- Agarró a su amigo del hombro.-Tamuuu tambienn accept.-
Se le iluminaron los ojos a la chica
-Me alegra escuchar eso, precioso, que suertuda que soy, dos hombres sexis es justo lo que necesitaba.- Sonrió feliz, amaba el arte y más si la gente le hacía de ayuda como modelos.
Los de primer año miraban celosos a sus superiores, montan un alboroto y encima son recompensados con atención de la rubia.
-Nos vamos, adiós vírgenes.- Tamura arrastro al peli rosa, de nuevo, huyendo del lugar como buen perro ratero que es, claro que sin antes dar una última mirada a la chica.
-¡Chao!-
Miraron a la rubia intensamente, la chica quedó extrañada, "¿Por qué me miran así, tengo algo en la cara?", se empezó a tocar la cara de una manera un tanto extraña sin comprender la situación.
Fue interrumpida en el acto Kashima le agarró el brazo para que parara de sobarse la cara.
-No creo que debas acercarte mucho a ellos.- Comentó preocupado el de ojos verdes.
"¡Ah!" Dió un pequeño salto sorprendida por el toque de Kashima, fue un poco repentino, no esperaba eso.
-¿Son malas personas?- Se giro para mirar las espaldas de los chicos alejándose.- Parecen majos.
-No son malas personas, pero si que tienen sus cosas malas.--
Toono asintió con la cabeza, afirmando lo que dijo Kashima.
-Vosotros tranquilos, soy más fuerte de lo que parezco.-
-E-esto.- ninguno de los dos parecían convencidos.
-Si me dais un machete hago maravillas.- Empezó a recrear movimientos como si estuviera usando un cuchillo.
Los muchachos se miraron de nuevo.
-Umi san, ¿acaso sabes usar un arma?.-
Una sonrisa salió del rostro de la rubia dedicada ha Toono.
-Que va, pero en las series y películas siempre parecen fáciles de manejar.-
-Pff, que niña más extraña.- reía Kashima mientras removía el pelo de la rubia.
El timbre sono, dando por concluidas las clases, la muchacha seguía mirando la pizarra, medio adormilada.
-¡Adios Umi-chan!.- Kashima se esfumó y la chica no se dio ni cuenta, solo se sobresalto del susto.
"No me ha dejado decirle adiós, supongo que tendría prisa." pensó cansada.
Unos segundos después se levantó y empezó a guardar sus libros y objetos tranquilamente, en el transcurso los chicos de la clase se despedían de ella, fue entonces que se quedó sola en el aula, bueno, no sola del todo aún seguía una persona con ella.
Unos pasos se escucharon acercándose, segundos después sintió una mano posarse en su hombro, está era grande y tenía un anillo, se dio cuenta de quién se trataba, era su profesor.
-Oh, sensei, ya me voy, disculpe por tardar tanto.- Dijo la menor apenada.
-No te preocupes, te venía a preguntar que tal te estaba yendo el día.-
La chica respondió a la sonrisa del mayor con otra.
-Bastante bien, ya hice unos cuantos amigos.- Dijo girando se a mirarlo.- Gracias por preocuparse sensei.-
-No te preocupes, es mi trabajo linda, estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.- Puso la mano del anillo en su rostro, la muchacha se tenso.- Solo confia en m- -
Está lo interrumpió antes de que siguiera.
-Me tengo que ir ya, adiós sensei.- Se separó e hizo una reverencia para salir rápido del aula.
El hombre intento decir algo pero la chica ya había desaparecido del lugar.
(...)
Kazumi corría por el pasillo con los ojos cerrados velozmente, de golpe se paró en seco y cerró los ojos, apoyándose en la pared del pasillo, respirando e intentando relajarse.
-Ahh...ah...- Respiraba como podía.
"Esto, creo que soy un poco paranoica,
tal vez el sensei solo estaba siendo amable conmigo."
La chica quería pensar que el mayor no tenía malas intenciones, era cosa suya, o por lo menos de eso estaba intentando autoconvencerse, no quería que pasara algo así otra vez, tenía miedo, pánico, no podria soportarlo.
-Es todo mi imaginación, no estoy bien, es eso, simplemente no lo he superado bien.-
"Además, ayer me dijo Kashima que el sensei es muy amable, no creo que sea mala persona, además del anillo, parece que está casado y seguro tiene una mujer que ama mucho, ¡si!, relájate Umi seguro que no es nada."
Quitó las manos de su cara y siguió caminando, está vez un poco más tranquila por el lugar, fue entonces que lo recordó.
-¡El club!-
Un chico que pasaba por al lado se giro asustado después del grito de la chica.
-Ehh, perdón.- Le dijo apenada, el chico se sonrojó y se fue.
Kasumi soltó un suspiro.
"Queda todavía un día muyyy largooo"
Los pasillos estaban prácticamente vacíos, la chica caminaba sin rumbo, no sabía dónde estaba yendo, solo sabía que necesitaba encontrar un aula en especial, donde se encontrará el club de fotografia.
La esperanza se estaba esfumando, no sabía que hacer, tal vez era mejor idea volver a los dormitorios y dormir una siesta larga de unas cuantas hora.
"¡No! Kazumi tienes que ser responsable, no puedes empezar el primer dia de clases de éste modo, tienes que demostrarte que puedes con todo."
Energías volvieron después de animarse a si misma.
(...)
Eh...
Eh....
Eh...
Eheheh....
Paso media hora y la chica ya no sabía que hacer, se estaba volviendo loca, estaba soltando unas risas un tanto extrañas, la desesperación le habia consumido y nunca mejor dicho, se encontraba dando vueltas en bucle y no habían señales de ese club de fotografía.
"Retiro lo dicho, no vale la pena ser responsable, prefiero dormir una siesta, me niego a seguir haciendo la tonta."
Caminaba agotada con la cabeza gacha, mientras que al fondo del pasillo se escuchaban unas voces y se asomaban unas cabezas, eran dos muchachos rubios, uno muy alto y el otro bajo.
"OH, Aleluya, pero que veo aquí, humanos, no te creó, dios de verdad estás de mi lado?"
Los ojos los tenía iluminados, empezó a caminar rápido para llegar cuanto antes hacia ellos, pero se dio cuenta que estaban teniendo una conversación, y está era un tanto extraña.
-¡Ya te digo que va a ser impresionante, he comprado más de 30 vibradores nuevos, está semana la pasaremos bastante bien.-
[...]
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Renací, salí de los muertos después de meses.
Disculpen y disfruten.