Cookie | Spruan AU

By spruandrafts

68.1K 5.4K 4.4K

A Juan le gustan las galletas. A spreen no. ๐–ฏ๐–บ๐—‹๐–พ๐—ƒ๐–บ๐—Œ ๐—Œ๐–พ๐–ผ๐—Ž๐—‡๐–ฝ๐–บ๐—‹๐—‚๐–บ๐—Œ ๐˜ค๐˜ข๐˜ณ๐˜ณ๐˜ฆ ๐˜น ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ข๐˜ค๐˜ฌ๐˜ช๏ฟฝ... More

๐Ÿช ; 00:01
๐Ÿช ; 00:02
๐Ÿช; 00:03
๐Ÿช; 00:04
๐Ÿช; 00:05
๐Ÿช; 00:06
๐Ÿช; 00:07
๐Ÿช; 00:08
๐Ÿช; 00:09
๐Ÿช ; 01:00
๐Ÿช ; 01:01
๐Ÿช ; 01:03
๐Ÿช ; 01:04
๐Ÿช ; 01:05
๐Ÿช ; 01:06
๐Ÿช ; 01:07
๐Ÿช ; 01:08
๐Ÿช ; 01:09
๐Ÿช ; 02:00
๐Ÿช ; Final

๐Ÿช ; 01:02

2.8K 248 381
By spruandrafts

Juan miraba con orgullo su trabajo, agregar los cupcakes a su venta había
sido una gran idea.

Caminó hasta la casa de los Buhajeruk con una sonrisa satisfactoria en sus labios, había guardado algo para cierto pelinegro que últimamente había estado siendo muy amable con él; también quería agradecerle por haberlo visitado hace un par días cuando enfermó.

Peinó un poco su cabello y tocó la puerta, respiró hondo y sonrió. Segundos después, una mujer apareció en el marco de la puerta, regalándole una brillante sonrisa.

-¡Juan! Cariño.

-¡Señora Buhajeruk!-se sorprendió, tenía tiempo de no verla

-¿Cómo has estado? ¿Tu mamá ha estado bien?-preguntó, causando que el menor se tensara de inmediato, aunque sabía que no lo hacía con mala intención, la señora Buhajeruk siempre le decía que podía contar con ella a pesar de no saber exactamente la situación, sabía de algunos rumores, pero tampoco quería preguntar, solo sabía por él que su mamá estaba enferma, y nada más.

-Ella está bien, tratando de mejorar volvió a sonreír.

-Me alegro, cielo. ¿Traes algo para comprar?

-¡Sil-sacó la galletas ordenadamente guardadas en bolsitas decoradas-
Tengo estas.

-¿Vendes cupcakes?-miró el pastelito con curiosidad.

-Si, pero este no está en venta-se avergonzó-¡Puedo traerle mañana si
Quiere!-se apresuró a decirle.

-Perfecto-le sonrió con dulzura-Dame todas las que tengas-pidió.

Juan asintió y se las entregó, la señora Buhajeruk se despidió y estaba a punto de cerrar la puerta hasta que recordó la otra razón por la que había ido -¡Espere! ¿Está Iván?-se sonrojó levemente, apartando su mirada de la mirada sospechosa de la mujer.

-Si, está en su habitación, ¿quieres subir?

-¿N-No puede bajar él?

-No seas tímido, cariño, sube-tomó su brazo y lo empujó a las escaleras.

Juan sonrió avergonzado y subió, pareciéndole demasiado extraño la manera tan confianzuda de dejarlo entrar. No sabía qué habitación era, pero una enorme "S" pegada en una de las puertas rápidamente lo hizo caer en cuenta que ahí era. Se atrevió a abrir la puerta de manera sigilosa, asomó un poco la cabeza y se encontró con spreen durmiendo. Sonrió ante la tierna imagen del mayor, tan pacífico y con su expresión suavizada, su ceño no estaba fruncido y sus labios formaban un pequeño puchero.

No sabía si debía despertarlo, pero no podía quedarse demasiado tiempo tampoco, así que se acercó con sigilo hasta la orilla de la cama y con delicadeza empezó a moverlo; a los segundos vio como el mayor abría poco a poco los ojos con expresión somnolienta.

-Juan...-susurró al verlo—Juan bonito- volvió a susurrar

El menor se sonrojó ante los balbuceos de Spreen.

-Juanito... Solo yo puedo decirte así.

-Todos me dicen asi-rió suavemente.

-No-frunció el ceño-Solo yo, nadie más, eres mi Juanito.

Cada palabra que Spreen decía, iban directo a su corazón, llenándolo de calidez, poniéndolo nervioso.

Spreen se giró, dándole la espalda. Y entonces Juan se dio cuenta de que seguía durmiendo, que solo estaba balbuceando. Rió y volvió a moverlo, esta vez más fuerte para despertarlo de una vez por todas.

-Mamá, déjame en paz, tengo sueño-se quejó.

-No soy tu mamá, tonto.

Spreen despertó de golpe.

Entonces no estaba soñando.

Se sonrojó en ese instante, recordando lo que dijo pensando que seguía dormido.

-J-Juan, ¿qué haces aquí?-se sentó sin verlo.

-Quería hablar contigo y tu madre me dejó entrar miró sus manos con nerviosismo.

-Tú... ¿Escuchaste lo que dije?-lo miró aún con sus mejillas calientes.

-Si-rio-Todos me dicen Juanito-repitió-Y gracias por decirme bonito.

Spreen tapó su rostro con sus manos y se dejó caer en la cama con vergüenza,

sintiéndose atrapado.

Juan empezó a reír, apartando el nerviosismo que se convirtió en ternura, era raro verlo tan avergonzado.

-Toma, te traje esto-le extendió el pastelito-Ya que no te gustan las
galletas.

Spreen se sentó rápidamente, recibiendo el postre con una sonrisa que literalmente apareció de pronto.

-Es una forma de agradecerte que hayas ido a visitarme cuando enfermé
hace unos días-siguió hablando el menor.

-Lo volvería a hacer-soltó sin pensarlo mientras veía el pastelito en sus manos.

Juan esbozó una sonrisa. Miró a su alrededor toda la habitación, admirando cada detalle, poniendo atención a las fotografías que tenía con su madre y sus amigos, hasta que se topó con algo que llamó totalmente su atención. Se acercó hacia el escritorio y agarró el envoltorio, confirmando que era los que él usaba para meter sus galletas. Spreen se alarmó en ese momento y se apresuró a pensar en algo, alguna excusa creíble que no fuera decir la verdad.

-Mi mamá dejó eso aquí explicó. -Mjm-asintió con sospecha, teniendo un leve presentimiento de que era
mentira- Bueno, me tengo que ir.

-¿Tan rápido? ¿No puedes quedarte más tiempo?-preguntó rápidamente,

Spreen, bajando de su cama para acercarse a Juan.

-A mi hermana no le gusta que vaya solo por la calle tan tarde, me va a regañar-hizo un puchero. Spreen quería besarlo.

Apartó rápidamente esos pensamientos, debía controlarse con juan en su habitación.

-Yo puedo acompañarte a tu casa-sugirió-Quédate más tiempo.

-No puedo-repitió.

-Bien, no quería recurrir a esto, pero no me dejas opción-cerró sus ojos, respiró hondo y exhaló, segundos después, hizo su mejor expresión tierna, tratando de imitar a su mejor amigo, robleis que utilizaba ese método para convencerlo. Pero en su lugar, salió una mueca extraña que hizo reír a Juan, totalmente opuesto a la reacción que quería.

-¿Qué se supone que estás haciendo?-preguntó divertido.

-Tratando de convencerte volvió a hacer la misma expresión, poniendo
ojos lastimeros y un puchero.

Juan puso ambas manos en las mejillas de spreen e hizo presión, riendo por lo ridículo y tierno que se veía con los labios abultados. Spreen, por su parte, se sorprendió por tal acción, pero no quería que lo soltara, verlo reír era algo que le gustaba mucho, y si se tenía que ridiculizar para eso, lo haría.

¡Spreen--robleis entró de golpe en su habitación, causando que se separaran rápidamente. Los miró con sospecha y con una enorme sonrisa- ¿Qué estaban haciendo ustedes dos?-movió sus cejas de manera sugerente ~

-¡lban a besarse!

-¿Qué? ¡No!-se apartó spreen con rapidez, frunciendo el ceño hacia su
Imprudente amigo.

Juan bajó sus manos y apartó la mirada, sintiéndose un poquito decepcionado por la reacción, y aunque no estaban haciendo eso, no iba a negar que si lo pensó.

-¿Qué haces aquí, Juanito?—

-Se llama Juan-interrumpió spreen sin pensar sus palabras, olvidando por completo que no debía ser tan obvio con sus celos.

-Ya, tranquilo-rió-Sé que se llama Juan, pero está pequeño.

-Vine de visita- dijo sin explicar más el menor, sintiendo sus mejillas
levemente calientes-Ya me iba.

-Pensé que te quedarías más tiempo-el mayor de todos hizo un puchero

que ni siquiera notó, simplemente salía cuando estaba frente a él.

-¡Estás haciendo pucheros! ¡Ivan Gruñón Buhajeruk está haciendo pucheros!

-¿A qué viniste exactamente, Tomás?-lo miró con irritación, odiándolo mucho en ese momento.

-Oh, si-se sentó en el ordenado escritorio de su mejor amigo-Haré una super pijamada en mi casa porque mis padres no estarán el fin de semana.

-Tus pijamadas solo son ver películas a la mitad porque te quedas dormido.

-No seas aguafiestas, solo di que si como siempre - sonrió y juntó sus manos en forma de súplica.

Spreen suspiró resignado.

-Bien-rodó los ojos-Pero si al final no aparezco será porque no me dio la gana ir y ya, no vayas a venir hasta aquí para molestarme.

-Amargado, me caes mal-frunció el ceño-¿Y tú? ¿Quieres ir?-miró al menor que estaba ajeno a la pequeña discusión.

-¿Y-Yo?

-¡Si! Dile a tus amigos también, tal vez así se anima este estúpido-señaló con el pulgar al de anteojos que ahora estaba más atento.

-Tú quieres ver a Rubius-rió Juan.

-Puede ser, pero es una buena idea, ¿no crees? ¡Estaremos todos juntos!

-Está bien, les diré-asintió emocionado.

Y entonces Spreen ya no quería faltar.


Juan entró a su casa, dejó el dinero como siempre en la mesa después de tomar su parte porque su hermana terminó convenciéndolo de hacerlo. Subió las escaleras y se encontró a su hermana saliendo del baño con una toalla rodeando su cabello y con su pijama ya puesta. La mayor frunció el ceño y lo golpeó levemente en la frente.

-¿Qué te dije de venir tarde? No me gusta que andes solo cuando está oscuro-se cruzó de brazos.

-No vine solo, Spreen me acompañó-hizo un puchero mientras sobaba la zona en donde su hermana lo había golpeado.

La expresión de la rubia se suavizó al escuchar el nombre de su lindo vecino, no era secreto para sus compañeros que ella sentía algo por el pelinegro, la forma en la que lo miraba y le hablaba demostraba las obvias intenciones, aunque spreen no lo entendiera totalmente.

O al menos eso creía.

-¿Estuviste con él todo el día?-preguntó curiosa.

-Solo un par de horas, estuve en su casa y después llegó Robleis, te prometo que me he portado bien.

-Lo sé—suspiró- Es extraño que te lleves con mis compañeros más que yo.

-Un poco, pero somos todos vecinos, supongo que puede ser normal-se encogió de hombros.

-Tienes razón asintió-Ya cambiate esa ropa, haré la cena-revolvió su cabello con cariño y se metió en su habitación con una extraña sensación.

Ari se miró en el espejo, sabía que era una chica muy linda, inteligente y con buena personalidad, pero parecía que nada de eso llamaba la atención de Spreen. Se sentía dolida, dolida y curiosa de saber qué era lo que juan tenía para llamar la atención de su crush, porque si, sabía que había algo más, lo supo desde que spreen había ido muy decidido de cuidar a su pequeño hermano cuando enfermo, estaba segura que él no tenía ese tipo de atenciones con nadie. Y confirmó sus sospechas ese mismo día al saber que se había molestado en acompañarlo a casa. Esas actitudes eran impropias de spreen, todos lo sabían.

No iba a interponerse, Juan también era un chico muy lindo, inteligente y con gran corazón, lo amaba y si realmente había algo entre ellos, el tiempo lo diría. Amaba a su hermano más que a nada, no era capaz de quitarle la felicidad, aunque eso significaba dejar de lado la suya.

En la otra habitación, el de lentes sonreía de manera tonta recordando los acontecimientos de ese día. Su corazón palpitaba nervioso a cada momento. La manera en la que lo veía o le decía cosas lindas causaba un caos en su interior. No sabía nada sobre el amor, nunca le había gustado alguien y tampoco le había gustado a alguien, estaba muy metido en sus cosas, pensando en que nadie lo querría por feo y por ser un poco molestón, no queria hacerse ilusiones, pero con Spreen era imposible.

No le importaría si sus ilusiones fueran rotas, se sentía bien fantasear, aunque sea un momento.


Continue Reading

You'll Also Like

696K 51.3K 58
โ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allรญ nos estรกn cegando. Hay muchas cosas que me gust...
50.8K 2.4K 32
Que pasaria si.. El Luckity tuviera solo cosas perfectas?, una relaciรณn perfecta? Tal vez este One shots te lo haga saber |pedidos cerrados :]| 1ยฐ...
MAGNATE By Patricia01234

Science Fiction

74.7K 12.4K 95
COMO ME CONVERTร EN UN MAGNATE HACIENDO NEGOCIOS DE REVENTA ENTRE DOS MUNDOS Total de capรญtulos 288 (novela original) (Otra obra maestra de Ye Yiluo...
1.4K 118 14
โ€ผ๏ธ SHIP DE CUBITOS โ€ผ๏ธ PARA COPIAS Y/O ADAPTACIONES SE NECESITA CONTACTAR CONMIGO _________________________ Vegetta se sentรญa idiota y de alguna mane...