Mi enfermera favorita (Borr...

By Osdalvis7

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¿Quién lo diría? Que siendo una cubana común, con una familia cualquiera y una vida monótona Camila tuviese... More

Prólogo
Capítulo 1: Venganza le dijo el ganso a la gansa
Capítulo 3: Día Ajetreado
Capítulo 4: Falsas Despedidas
Capítulo 5: Madre
Capítulo 6 "Sentimientos encontrados"
Capítulo 7 "Italia"
Capítulo 8 "Suerte estropeada"
Capítulo 9 "Giro de 180°"
Capítulo 10 "Éxtasis no sólo para la vista"
Personajes ✨
Capítulo 11: "Casualidad o suerte"

Capítulo 2: 17 Primaveras

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By Osdalvis7

Al fin hoy descanso, Claudia dice que me mato mucho trabajando pero que le vamos a hacer, soy fiel creyente de eso que dicen los cristianos de que Dios le da las peores batallas a sus mejores soldados.

Me encuentro haciendo limpieza general, se acerca el día de las madres, falta una semana aún, pero mi mamá siempre llega de improviso.

No es que yo no limpie, claro que lo hago todos los días, cuando no lo hace Claudia lo hago yo, pero la limpieza general sólo la hacemos para fechas especiales, y para Diciembre la hacemos aún más especial, esa limpieza es profunda _pa que se vaya lo malo._

A ella siempre le reclamó que viene pocas veces al año, pero dice que su marido y su nuevo trabajo le roban mucho tiempo.

Tengo siempre presente que cuando yo sea madre no seré igual que la mía, si no fuera porque me parió, ni siquiera la llamaría así, nunca se ocupó de nosotras, siempre discutía mucho con papá por cualquier detalle .Aunque madre no es la que da a luz, si no la que cría y eso se lo debo a mi padre, el sí fue madre, padre, amigo, confidente y todo lo bueno que exista en el mundo.

Mi madre nos abandonó a mí y a Claudia cinco meses después de haber nacido mi hermana, gracias a Dios papá siempre estuvo presente, nos ayudó, cuidó, se ocupó de nosotras de que nada nos faltará y eso se lo agradezco desde el fondo de mi corazón.

Papá era policía, y nos inculcó principios, nos ayudó a superar cada problema que se nos presentaba por muy pequeño que fuera.

La vecina se llevó a Avi a jugar con su pequeño en la mañana, lo cual le agradezco mucho.

Ya son las doce y salgo a buscar a Aurora a la casa de la vecina, cuando llegó está su hijo Ernesto sentado en el columpio en el portal, un mulato muy bonito que siempre me dice que le dé una oportunidad ,pero no sé, yo soy más de las que espera al indicado. No me gustaría romper mi ciclo con cualquier imbécil que lo único que quiera sea sólo una noche, para eso que le pague a alguien.

Aunque para salir y despejar si podemos ir, recojo a la niña y nos vamos.

Cuando llegamos me cuenta que Javi, así le dice ella al niño tiene juguetes nuevos y que se los prestó todos, a veces pienso que a Javi le gusta mi pequeña, él tiene ya ocho años y desde que conoce a Avi siempre viene a jugar con ella o yo la llevo a su casa, la trata muy bien y la quiere mucho.

Su familia es buenísima, le están dando una educación sana y muy buena al peque.

Entramos al comedor y ella se sienta a esperar el almuerzo mientras habla sin parar de todo lo que se le ocurre, ella siempre habla hasta por los codos, hay que preocuparse cuando está callada.

Me lavo las manos y las seco, le sirvo y se lo pongo en la mesa junto al mío, mientras almorzamos cojo mi teléfono y reviso mis cuentas chismeando en mi Instagram me entra una notificación, de que Ernesto ha solicitado seguirme, así como lo oyen mi cuenta es privada, no por nada malo sino que no me gusta que chismoseen de mi vida.

Le aceptó la solicitud y enseguida me entra un mensaje suyo.

*_Hola bebé_
Ashhh él y su confianza.
*_Hola Ernesto._
*_Te gustaría tener una cita conmigo._
Ni lo pienso simplemente contestó como si mis dedos tuvieran vida propia.
*_Claro, estás libre hoy a las ocho_
*_Para ti siempre bebé, entonces nos vemos a las ocho_
*_Okey_

Acabada la conversación y después de haber terminado de almorzar, recojo los platos y los pongo en la meseta, le digo a la niña que vaya a ver muñequitos y mientras, yo termino de hacer mi limpieza.

A las cuatro llega Claudia de su trabajo, es profesora de inglés de niños de primaria, siempre le ha gustado enseñar a los demás y junto con su pasión por el inglés la han llevado a dar clases.

Justo cuando termino de acomodar los muebles de la sala llega Claudia viene hacia mí me da un beso en la mejilla y se va directo a la cocina, voy tras de ella y le quito el vaso de agua que se había servido y le doy un trago, luego se lo devuelvo y le digo:

-Hoy voy a salí con alguien.

-A sí, ya era hora ¿con quién?

-Con Ernesto.

-Me parece bien ese bombón se le sale la baba por ti y tú ni caso le haces.

-Sabes que no tengo tiempo y el poco que tengo lo utilizo para resolver los problemas que tenemos en la casa -.

-¡A nooo! chula a mí no me vengas con esas cosas, ni siquiera sé porque aceptaste salir con él si no te llama la atención pero cada loco con su tema y respecto a los problemas de la casa siempre trato de ayudarte en todo lo que puedo, pero no voy a hacer igual que tú que se mata trabajando, en vez de aprovechar la ayuda que tenemos y relajarte un poco, noo tú prefieres romperte el lomo trabajando.

-Claudia no te estoy reclamando nada.

-Lo sé Cami, sólo que te quiero hacer ver que si no sales con tus amigos o con los hombres que te invitan a salir es porque tú no quieres o siempre buscas una excusa para no salir. Además no me tomes en cuenta hoy tuve un problema en la escuela con Luis.

Dicho esto me da un abrazo y se va, que romanticona se pone a veces. Luis es el director de la escuela y es un joven con alma de viejo casualmente estudió conmigo en la secundaria, no hablábamos mucho él era muy reservado. No entiendo porque trata a Claudia mal en ocasiones, vive tirando pullitas sobre su manera de educar a los niños o cómo dar sus clases, deja que a Claudia se le vaya lo de religiosa para ver si no arde Troya. A lo mejor y lo que le hace falta a Luisito es un descanso. O una buena noche ¿quién sabe?

A las seis me meto al baño y como sé que me voy a demorar pregunto si alguien quiere bañarse antes nadie dice nada así que me voy a lo mío, me lavo el pelo, me afeito hasta donde no hay pelo y cuando salgo ya son las siete.

Entro a mi cuarto y me coloco un pitusa ajustado, negro y ripiado en la parte de arriba de los muslos y malla debajo, un Cinto negro con una hebilla color plata con la marca de Gucci. Un tope negro y una blusa negra transparente de mangas largas, unas sandalias prácticas negras cruzadas.

Me seco el pelo y me lo plancho, normalmente mi pelo es ondulado pero de vez en cuando me gusta traerlo lacio.

Siempre me ha gustado el maquillaje natural, me daría pena andar por ahí pareciendo momia de tan pálida, por eso optó por aplicarle un labial carmelita y me hago la Chinita.

Ya lista agarró una carterita pequeña negra que hace juego con el Cinto hecho ahí mi teléfono, carnet y algo de dinero, ya que el que invita paga, pero una mujer precavida vale por dos.

Salgo hacia la cocina y ahí está mi hermana haciendo una ensalada de pepino .Me ve llegar y me pregunta que si quiero comer, le digo que no y me despido de ella, lo que no saben las personas de otro países es que nosotros los cubanos, haber por lo menos lo que estamos un poco cortos de dinero, tenemos que comer antes de ir a un restaurante porque con lo poquito que ahí sirven no se llena nadie.

Voy a la sala y le doy un beso a Aurora en la frente, la pequeña está tan entretenida que ni se da cuenta que me voy, casi llegando a la puerta me acuerdo que no me rocié perfume, corro para el cuarto, me lo hecho y salgo.

Cuando voy a abrir la puerta veo en la acera a Ernesto, me acerco a él le dejo un beso en la mejilla y le digo.

-Arrepentido.

-Vaya Cami estás hermosa - dice pasando sus ojos por todo mi cuerpo, no voy a negar me gusta que me mire así, a que mujer no le gusta sentirse deseada.

Me coge la mano y me hace dar una vuelta, da un silbido y después dice.

-¿Nos vamos?

-Por supuesto - lo agarró del brazo y empezamos a caminar.

Después de caminar por cinco minutos hablando de nuestros trabajos llegamos a la parada, ahí esperamos a que pase algo y enseguida pasa un máquina, Ernesto le hace seña y cuando para nos montamos.

Diez minutos después nos bajamos, le paga al chofer y caminamos media cuadra hasta llegar al restaurante, el cual se llama Rancho Luna, aquí venden comida típica criolla y un riquísimo flan.

Al llegar entramos, nos sentamos y al ratico llega la joven nos entrega las cartas Ernesto hace su pedido yo hago el mío y la chica se va.

Ernesto me mira me coge las manos por encima de la mesa y pasa sus dedos por mis nudillos, lo conozco está nervioso.

Segundos después su mirada y la mía coinciden y me dice.

-Gracias por darme está oportunidad, te juro que no te vas a decepcionar.
-Yo espero no arrepentirme, sinceramente sabes como soy y que no me gusta pasar el tiempo con cualquiera.

No siquiera le había prestado atención a la canción que está sonando en el lugar, se llama _La Jinetera_ de Willy Chirino.

* * *
..._Tiene solo 17 primaveras, y más aventuras que Batman, detrás de la risa de la jinetera, Eva sigue llorando por su Adán_

_Y cuando el sol reaparece en el malecón, vuelve la misma rutina y la situación_

_De vivir en una tierra donde el futuro, salió nadando después de brincar el muro_

_No quiero que mi canción te traiga tristeza y toma lo que te digo como promesa_

_Que pronto pronto en mi tierra estaré cantando, porque yo sé que La Habana me está esperando_

Sin siquiera pensarlo aparece una sonrisa en mi rostro y Ernesto me dice.

-¿De qué te ríes?

- Cuánta razón tiene esa canción, es increíble la cantidad se mujeres que tienes que buscarse la vida de esa manera, y a medida que pasa el tiempo más malo se está poniendo esto.

-Tienes razón Camila pero no es momento de amargarnos con temas como esos, de todas formas tú y yo no podemos hacer nada para pararlo.

Justo cuando termina de hablar llega la camarera con nuestros platos, los coloca frente a cada uno y se retira, luego llega con dos copas y dos cervezas, nos pregunta si las abre y las sirve y después de decir que si las abre, hecha la cerveza en las copas y se va.

-Vaya yo no me hubiese puesto guapa porque me dejará la cerveza en la lata -miro mi copa.

-Sabes que, a mí tampoco me hubiese importado.

Los dos reímos bajito y yo miro mi plato, automáticamente la boca se me hace agua, al ver ese congrí, ese filete de carne de res hay Dios, y yuca con mojito aguaaa, que hoy como hasta reventar.

No es que en mi casa nunca coma hasta reventar, pero bueno uno tiene que aprovechar cuando no cocina.

Los dos empezamos a comer y de paso seguimos hablando boberías, Ernesto suele ser chévere cuando le da la gana.

Una hora más tarde ya vamos por cinco cervezas cada uno, yo no soy muy dura con la bebida, enseguida se me enreda la lengua gracias a Dios no suelo hablar de más, pero si hablo hasta por los codos y de lo que se me ocurra, cosa que es raro en mí.

Ya cuando terminamos la séptima cerveza le digo a Ernesto que voy al baño me paró y enseguida me entra un mareíto, me tambaleo y Ernesto me agarra por un brazo desde su silla, se para y dice:

-¿Te acompaño? -pregunta y asiento, no sé si llegue al baño sin caerme.

Llegamos al baño y antes de entrar Ernesto me agarra de la cintura y me gira, quedamos frente a frente.

Y yo que pensaba que era para acompañarme, y justo cuando le voy a quitar sus manos de mi cintura acerca su boca a la mía y me besa, trata de meter su lengua pero colocó mis manos en su pecho y lo separo de mi.

El me mira avergonzado.

-Camila -me dice -Mira Ernesto, no tienes porque pedir disculpas ni nada , nosotros somos solo amigos , y no es que yo no quisiera sino que no quisiera entrar en una relación en estos momentos ,sabes cuál es mi situación y sería una relación de si acaso un mes... - lo corto enseguida.

-Comprendo perfectamente tu situación y estoy realmente feliz por ti, aunque quisiera saber si tengo oportunidad de volver a sentir tus labios.

-¡Ernesto! - le digo seria.

-Okey okey no te pongas así, entra al baño que yo te espero en la mesa, nos tomamos una última cerveza y nos vamos.

Entró al baño y hago mis necesidades cuando salgo voy hacia el lavamanos me lavo las manos y las paso mojadas por el cuello.

Salgo y veo que Ernesto ya pidió las últimas cervezas, me siento y me da su pañuelo, me seco las manos y se lo devuelvo y nos tomamos la cerveza.

Después de unos minutos salimos y alquilamos un taxi eléctrico entre los dos, tampoco es que soy desconsiderada con él, sé que su trabajo le da muy buenos ingresos pero no soy de esas que nunca paga nada.

Luego de un rato llegamos a la puerta de mi casa, ya que al alquilar el transporte te deja donde tú le digas.

Nos bajamos y pagamos a mitades, cuando el chofer se va nos Ernesto y yo nos despedimos, busco la llave en el lugar secreto y abro, entró y cierro la puerta y voy directo a mi cuarto, meto la llave en mi bolso de trabajar, es una locura que en los tiempos en los que estamos sigamos dejando la llave ahí voy a tener que sacar dos copias.

Hace menos de una semana le vaciaron la casa a José el soldador que vive en la esquina, pobre hombre tan trabajador que es para que venga un desgraciado y te lleve lo poco que tienes.

Me cambió de ropa, me pongo un pullover ancho que me queda por la mitad de los muslos, es blanco con corazoncito pequeños negros por toda la tela , y me quedo en blúmer ; y me meto a la cama.

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