Hemos estado estacionado a fuera de está bonita propiedad por más de 30 minutos, quien diría que la casa de Nikita, es una de las más caras de esta villa recidencial.
Me tocó buscar la información de este mocoso, no porque lo quisiera, ni siquiera quiero verlo. Pero eran órdenes de mi joven maestro Maximiliano White.
Aunque, fue muy difícil dar con su localización de este mocoso. No pensé que alguien como él, viviera en una residencial tan costosa. Creí que vivía en un lugar acordé a su estatus, no estoy viéndolo de menos.
Solo que si su madre, no quiere hacerle saber sobre su verdadero padre, el maestro Gleb Nelsons. Rubén tendría que mantener un perfil bajo para que Nikita, no sospeche de dónde proviene el dinero.
Más equivocado no podía estar Constantine, esa casa no fue comprada por el padre de Nikita. Esa casa fue un regaló de Hayden, por el cumpleaños número 13 de Nikita.
Y la casa de a lado, mejor dicho toda la villa recidencial, le pertenece a Hayden. El las rentas y está planeado que sus abuelos vivan en una de esas casas junto a Nikita. Serán vecinos en unos meses.
—Joven maestro—Habla Jacinto—¿No irá por él?—Preguntó con un poco de temor, no quería ver la expresión negra en el rostro de su jefe—La fiesta ya comenzó.
Ya me duele el trasero y la espalda de estar solo sentado en estos asientos, así terminé castigado tengo que darle un empujón a mi jefe. Por más que lo intente ocultar se muere por tocar esa puerta e ir por el joven Hayden.
Desde que el joven Hayden salió del departamento, no se ha dignado a contestar las llamadas ni mis mensajes, le hice saber que tenía que asistir a una fiesta, pero ni siquiera a leído dichos textos.
—¿Iré por él?—Desabrocha su cinturón.—Vuelvo enseguida...
—No. No es necesario—Ve la hora en su celular—Vámonos, no es necesario que vaya—Se cruza de brazos.
—Si llega solo pensarán que han ganado. ¿Los dejara pensar eso?—Sigue intentado que Maximiliano deje de ser tan orgulloso—Pero si eso quiere, vámonos—Vuelve abrochar su cinturón—¿Me preguntó si ellos dos dormirán en la misma cama?...perdón, solo estoy pensando en voz alta.
¿Que demonios está haciendo Jacinto? Quiere morir por lo visto. Últimamente se ha vuelto más valiente, ¿será porque se está dejando crecer el cabello? Esa cabeza pelona ya se está cubriendo con esos cabellos grises.
—¡¿Repetirlo una vez más?!
¿Por qué me estoy enojado? Es su vida privada, puede hacer lo que quiera en su tiempo libre. Entonces, ¿por qué hay un sentimiento desagradable en mi pecho?
De solo pensar que él se encuentre tocado a alguien más, me hace enfurecer hasta el punto que tengo pensamiento desagradables de encerrarlo dónde nadie lo pueda ver.
—¡No te quedes callado!
Constantine está maldiciendo a jacinto, por su culpa su joven maestro se encuentra más que solo enfurecido. Esa aura a su alrededor es aterradora.
—Son mejores amigos—Yo y mi gran bocata—Jovenes con mucha confianza...
"Ni Nikita reaccionó de esa manera cuando nos bañamos juntos" Son las palabras que resuena en la cabeza de Maximiliano, recordó ese momento cuando vió desnudo por primera vez a Hayden.
—Joven maestro.....ya se fue—Constantine mira fríamente a Jacinto.—¡¿Ya viste lo que hiciste?!
—Solo estoy haciendo mi labor como buen empleado—Se desabrocha el cinturón—Sigamos no vaya hacer que interrumpa en propiedad privada de una manera brusca.
Constantine y Jacinto corrieron tras su jefe, quién acaba de tocar el timbre con una expresión de "Quiero matar a esa persona llamado Nikita"
—Buenas noches—Saludo— ¿Ustedes son?—Lo ve de pies a cabeza—¿Puedo ayudarles en algo?—Se tardaron mucho en tocar, creí que nunca lo harían y que me cansaría de esperar de estar detrás de la puerta.
Todo sea por la felicidad de ese moscoso juguetón de Hayden. Es inevitable el decirle que no a sus pedidos, sobretodo si lo pide con esa sonrisa que para él, supuestamente es dulce pero es muy perversa. Me he acostumbrado a su personalidad, lo quiero como mi propio hijo.
Todavía recuerdo esos días cuando me veía ir por Nikita al colegio, esos ojos anhelaban tener una madre, que lo tratará como yo, trató a Nikita, o como lo hacían las demás madres con sus hijos. Por más que esos ojos rojizos quisiera ocultarlo, él sufría en silencio pero fingía ser fuerte.
—Buenas noches—¡Él es muy guapo! No se parece en nada a ese mocoso irritante de Nikita—Él es mi joven maestro Maximiliano. Estamos aquí porque queremos hablar con el joven Hayden King. Perdón por las molestias.—Sonríe un poco avergonzado.
Tanto Maximiliano cómo Jacinto, ven de manera extraña a Constantine, este se está comportado demasiado amable algo que no es muy propio de él.
—Oh, ya veo—Mi pequeño Hayden tenía razón.
No hay nadie en este mundo que pueda igualar la belleza de este joven maestro Maximiliano. Ahora entiendo del porqué se encuentra tan emocionado, ¿Quién no lo estaría? Si se está comiendo semejante Adonis.
Maximiliano se tensó al sentir esa mirada fija sobre él, era como si lo estuvieran analizando o encontrado algún defecto en él. Lo cuál no era así.
—Pueden pasar—Sonrío amablemente—¿Quieren algo de tomar? ¿Café o té?....
—Mamá—Camina distraído.
Nikita venía con la mirada en el piso, secado su húmedo cabello. Recién salió de la ducha, su cuerpo solo lleva una pequeña toalla cubrido solo sus partes privadas.
—¿Hayden me está preguntando que a dónde dejaste su ropa interior? Porque no la encuentra en....—Fue entonces que su mirada conectó con cada una de esas personas abajo en la sala—¡¿Que hacen...aquí?!—Su voz se ahogo al ver la expresión asesina de Maximiliano.
Al intentar evadir esa mirada celeste fría, sus ojos verdes hicieron contacto visual con esos ojos violetas. Los cuáles se encuentra sorprendidos, no era su intención el ver de esa manera a Nikita, pero no podía controlar sus extremidades.
Se escuchó un pequeño pero ruidoso latido de un corazón estremecido, pero no sé podría saber si era de Constantine o de Maximiliano que se encuentra más que solo furioso e imaginado miles de cosas inexistentes entre Nikita y Hayden.
—Si no quita su mirada de mi hijo, me veré en la obligación de sacarle los ojos—Expreso Rubén, con una sonrisa que daba mucho miedo.
¿Cómo se atreve a ver tan descaradamente a mi bebé? Se que mi Niki es un joven guapo, que puede levantar pasiones en cualquier persona, pero presenciar algo así, es completamente diferente. No me gusta, no me gusta que lo ven de esa manera.
—L-Lo siento—¡Mierda! ¿Estoy jodido de la cabeza o que? ¿Cómo puede ser tan vulgar?—No era mi intención....
—¿Por qué tardas tanto Niki? Si no te das prisa iré a tomar uno de los tuyos....¿Ustedes aquí?—Apoya su brazo en hombre de Nikita.
Hayden se encuentra demasiado relajado, poniéndole las cosas más difícil de lo que ya eran para el pobre Nikita, quién se encuentra transpirando por esa intensa mirada oscura de Maximiliano.
—Dudo que te queden los de Niki—Expresa Rubén—Renove toda tu ropa, ¿No revisaste el armario o tomaste una ducha en la habitación de Niki?—Agrego más gasolina al incendio.
—¡Mamá!—Estos dos quieren que muera—¡Él se baño en su habitación, en su habitación!—Aclare pero esa mirada sanguinaria no quería creer en nada.
Nikita ya estaba sudado frío y lo está haciendo todavía más, al presentir que Maximiliano subirá en cualquier momento las escaleras y lo tomaría del cuello sin importar que su madre, este presente.
—Tines razón, tío. No me quedara la ropa de Niki—Ignora a Maximiliano—Bueno, entonces iré a mi habitación...
—Hayden.
—¿Sí?—Se ve tan malditamente adorable, quiero correr hacia él, besarlo. Pero, no lo haré. Quiero seguir viendo esa expresión—¿Que te trae por aquí—Se arrima más a Nikita.
Este maldito en serio quiere que muera enfrente de mi madre, ¿acaso no puede ver las malditas venas verdes en la frente y cuello de ese escalofriante alfa? ¡Se nota que quiere matarme!
De seguro está pesando en cosas estúpidas ya que los dos andamos solo en toalla y hace un momento mi conversación se pudo malinterpretar.
"¡Hijo de puta, lo estás disfrutando ¿verdad?!" Nikita le hace saber lo que piensa con su mirada verde esmeralda. "Claro que no, como crees....jajajajaja, si lo estoy disfrutando y mucho" Se aferra más de Nikita.
—Tenemos que hablar—Alejarte de ese sujeto, no quiero que estés tan cerca de él.
Maximiliano tiene tan apretado sus puños hasta el punto en que sus nudillos se han vuelto pálidos. Por su mente pasaban tantos pensamientos, de como cortaría cada una de las extremidades de Nikita.
"¿Que estás esperando? ¡¿Que no estás viendo que nuestro hermoso oso está demasiado cerca de ese mocoso?! Hay que cortar la parte del cuerpo que tocó a nuestro Hayden" son las sugerencias que le cometan el alfa interior de Maximiliano.
Eso sorprendió mucho a Maximiliano, por primera vez había escuchado a su alfa interior. Se decía que es raro el poder escuchar esa parte.
'¿Que importa si están así de cerca? No es mi problema, ese mocoso irrespetuoso puede hacer lo que se le dé la gana' finge que no le importa.
"Entonces, ¿Te da igual que sus manos toquen otro cuerpo? ¿Que sus labios....?" '¡Callarte maldito perro!' "Vez, te importa más de lo que quieres aceptar, y si. Soy un perro y también tu lo eres. Estúpido"
—No tenemos nada de que hablar—Se da la vuelta, escondido su descarada sonrisa.
Tan lunático, desde este alguno parece un joven triste con grandes conflictos, pero en realidad se está muriendo de la risa, una maldita e escalofriante sonrisa. Me consigue un amigo super desquiciado que también involucra a mí madre en sus locuras.
—Señor Gales
Haré algo que no es propio de mi, pero no lo soporto más. Si no voy por él, siento que voy explotar y querer matar a quien se atraviese en mi camino. Me desconozco.
—¿Sí?—Si que se está contenido, pobre de mi hijo, que está sintiendo esa fría e escalofriante mirada de ese joven maestro.
—Me disculpo por lo descortés que seré—Sube corrido las escaleras.—Permiso—Empujo hacia un lado a Nikita—Hayden es mío—Confiesa y advierte mientras fulmina con la mirada a Nikita—Sólamente mío—Se quita el saco para cubrir el cuerpo de Hayden, el cual está marcando con sus feromonas.
¿Quién demonios querría a un loco desquiciado cómo él? Doy gracias a dios que no tengo algún tipo de amor no correspondido por este maldito loco, eso sería de lo peor. De por sí, ya estoy siendo usado como un peldaño para darle celos a Maximiliano.
—No sé que clase de relación tienen ustedes dos—Se sirve té—Por lo que puedo ver es una relación algo extraña—Ve fijamente a Maximiliano—Pueden ir hablar en la habitación de Hayden. Se encuentra al final a la izquierda—Expresa Rubén.—Ni piense hacerle algo o esa cosa entré sus piernas será corta—Sonríe—No estoy bromeando.
Constantine llevo sus manos a su entrepierna, sintiendo que esa advertencia era más para él, que para su joven maestro Maximiliano.
—Lo comprendo—Levanta Hayden como un costal de papas.
—¡¿Qué crees que estás haciendo?!
Hayden se iba quejado con indignación, pero iba levantando el pulgar y guiñando el ojo a su tío, Rubén. Quién está haciendo lo mismo.
"Todo fue planeado por ellos dos" Comenta para simismo, Jacinto. En sus labios se formó una sonrisa, él también al parecer inconcientemente estaba incluido.
—Nikita, vuelve luego de vestirte.
—Si, mamá—Algun día Hayden me las pagará todas, mal amigo.
—Pueden sentarse.
—Gracias—Jacinto no se puso sus moños.
—¿Tu eres Jacinto?—Le sirvió una taza de té, con unos cuantos bocadillos.
—¡¿Me conoce?!
—Hayden a hablado mucho sobre ti—Sonríe—Cosas buenas por supuesto.
—No quiero dudar de su palabra, pero lo conozco—Agarra la taza de té—Estoy seguro que lo primero que mencionó, fue la manera en la que me cortó el cabello.
—Jajajaja...lo siento—Vuelve a ponerse serio—No me estoy burlado de su corte—Aclara—Cada quién se siente a gusto a su manera. Me reí porque es justo como lo imitó Hayden, él estaba seguro que diría algo así.
—No tiene que explicar nada, no me voy a ofender. Fue agradable escuchar su sonrisa, es muy hermosa como lo es usted.
Jacinto es muy sincero y directo, no estaba coqueteado con Rubén. Solo le dió un bonito halago y el beta también lo sabía.
—Muchas gracias.—Sonríe ampliamente.—¿Usted debe de ser Constantine?
Por fin habían tomado en cuenta a Constantine, quién desearía no ver sido notado, ya que Nikita le había contado a Rubén, del altercado que tuvo con el alfa mayor.
—Sí—¿No le dijo cosas malas de mi?
—El que chocó contra la camioneta de mi hijo—Sonrío pero su sonrisa no llego a sus ojos.
"Jefe, darse prisa, por favor" suplico Constantine, pero Maximiliano estaba muy ocupado besado los labios de Hayden. Marcado ese hermoso cuerpo ya se con sus labios o feromonas.