President [Kookmin]

Por coocktaaiil

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Park Jimin era el encargado del club de lectura en la secundaria, también ayudaba a los chicos del periódico... Mais

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Por coocktaaiil

Había pasado una semana desde que fueron a ver las películas el martes pasado. Jimin jamás imaginó que se sentiría tan bien ir al cine después de mucho tiempo y mucho menos de ir con alguien que apenas conoces.

Es decir, sabe de Jeon Jungkook desde que entró a la escuela pero jamás habían pasado palabra, sin embargo, esa tarde simplemente se la pasaron bien. Los dos. O eso quería creer Jimin.

El miércoles pasado fueron capaces de hacerles un resumen de lo que tenían en mente para esa sección a Yoongi y éste simplemente dijo que era bastante contenido el que habían abarcado en tan sólo una tarde. La parte que no le contaron, ni a él ni a ninguno de los chicos del club, fue que literalmente se vieron las dos películas.

Yoongi no preguntó nada más sobre ello, sólo dijo que debían tener todo listo para el jueves y así el viernes publicar todo. La venta del periódico ese viernes fue muy buena. Incluso habían profesores leyendo. La sonrisa que había en el rostro de Yoongi hizo que tanto Jungkook como Jimin se sintieran orgullosos, porque sabían... ambos sabían que había sido su sección lo que había atrapado la atención.

Ahora en la cafetería, Jimin se encontraba con Jin y Namjoon. Los tres habían acordado reunirse allí y no en el pequeño salón que compartían como el club de lecturas porque SeokJin no pudo traerles nuevos libros, así que simplemente fueron a la cafetería para discutir cuál sería su próxima lectura de los libros que ya tienen en casa aún intactos.

—¿Podemos leer una novela romántica esta vez? —SeokJin pidió mientras hurgaba con sus palillos el plato lleno de kimichi.

—No, acordamos que sería un clásico —Nam les recordó.

Jimin asintió y llevó su sándwich de queso a la boca para dar un gran bocado. Hoy tenía más hambre de lo habitual.

—Ahhh, esas son aburridas. Jiminnie, recomienda algo que no sean thrillers ni clásicos, por favor.

—¿Comedia?

—¡Comedia! Por supuesto, me gusta —Jin aplaudió frente al rostro de Nam bruscamente haciendo que gente de las mesas cercanas a ellos le voltearan a ver raro.

—Puede ser comedia, si, pero tendríamos que revisar si tenemos libros en casa de ese género —el moreno tomo un sorbo de su jugo.

Los otros dos asintieron y siguieron comiendo. Jimin estaba terminándose su sándwich cuando SeokJin se levantó para llevar su bandeja de vuelta al lugar correspondiente y aprovechó esos minutos que tenía a solas con Nam para preguntar sobre su cita. Era algo que Jimin tenía muy pendiente la semana pasada pero como quedaba algunas tardes para verse con Jungkook y las que tenía libre eran para adelantar su propia tarea y ayudar a su padre, se le escapó preguntar.

Así que lo hará ahora.— ¿Cómo estuvo tu cita con Jin-hyung?

Namjoon exprimió demás el cartón de su jugo y empezó a toser. Miró a su alrededor comprobando que nadie más haya escuchado lo que salió de los labios del más joven y al confirmarlo, volvió su mirada hacia él.

—Jimin... no era una cita.

—Pero dijiste que irías a su casa a estudiar.

—Exacto, a estudiar —Nam sonaba nervioso. Algo raro en él.

—Pero fue extraño que fueran sólo ustedes dos, es decir, siempre que estudian vienen a mi casa porque dicen que es un lugar tranquilo y-

—Jimin, sólo fui a su casa a estudiar química, almorzamos, jugamos videojuegos un rato y después volvimos a repasar por varios minutos.

—Eso suena a una cita —Jimin dice destapando su lata de Pepsi.

—¿Haz tenido una cita antes? —el castaño negó.— Entonces, no sabes de ello. Eso no fue una cita...

Jimin se le quedó mirando fijamente porque sabe bastante bien que tarde o temprano —más temprano que tarde—Namjoon se lo dirá, entre ellos nunca hay secretos. Se encogió de hombros y le restó importancia por ahora.

Sonrió para sí mismo.— Se lo preguntaré a Jin-hyung entonces —Namjoon se acercó a él con una mirada asustada en el rostro y algo de amenaza.

—No vas a- —interrumpió al moreno esta vez haciendo que Nam abriera los ojos a tope debido a que alzó la voz de repente.

—¡Hyung!, ¿tienes un minuto? —Jimin dejó de lado a su amigo en la mesa para levantarse deprisa y detener el andar de Jungkook.

Éste iba acompañado de varios chicos más, pero ellos siguieron adelanta una vez Jeon les dijo que no se tardaría. Jungkook sostenía su bandeja, miró la mesa al lado de Jimin y vio a su amigo cruzado de brazos. La forma en la que lo veía no le hacía querer seguir parado frente a Jimin por mucho tiempo.

—¿Cómo estás, Jimin-ah?

"¿Jimin-ah? ¿Desde cuándo esos dos son tan cercanos como para que le diga así?" Namjoon juntó aún más el entrecejo al percatarse de aquello.

—Bien —sus lentes resbalaron por el puente de su nariz.— Yo... quería saber si de casualidad no has visto mi libro de política en tu casa. Me percaté de que no lo tenía conmigo el sábado en la tarde cuando mi padre me preguntó por el. Le tuve que mentir diciendo que aún no lo terminaba de leer.

—Uhm... no me he dado cuenta en realidad, pero cuando llegue a casa hoy lo buscaré y te dejaré saber —el moreno vio por encima de su hombro por unos segundos y luego sonrió de lado.— O quizás puedas venir conmigo, vives en la misma dirección, ¿no?

Jimin sólo asintió y abrió la boca para responder pero en ese momento llegó SeokJin junto a Yoongi. El parloteo de Jin fue detenido cuando se dio cuenta de la presencia de Jungkook junto a la mesa donde estaban sus amigos. Examinó el semblante del moreno, el de Namjoon y el de Jimin, luego se percató de el del Yoongi a su lado. Lo único que pudo notar en todo ese momento era tensión, y no sabría decir exactamente de dónde provenía.

—Jeon idiota Jungkook, ¿qué te trae por aquí? —ese fue el saludo de Jin.

El azabache sonrió.— Nada que tenga que ver contigo, te lo aseguro.

Jimin se sentía pequeño en medio de los tres chicos, porque aunque los que habían iniciado una pequeña discusión eran Jungkook y Jin, la mirada de Yoongi parecía mandar dagas hacia su persona. O eso sentía él.

—Ohh, eres tan irrespetuoso, mocoso —Jin se sentó de mala manera en el lugar que ocupaba antes al lado de Namjoon.

—¿Podrían callarse ambos? —Yoongi dijo tan serio como siempre.

—Lo siento, hyung —tanto él como Jimin sonrieron cuando Jin le sacó la lengua a Yoongi de manera infantil.— Será mejor que me vaya. Jimin-ah, te esperaré en la salida.

—Aún no te-

—¿Contexto? —escuchó a Jin susurrarle a Namjoon una vez Jungkook había desaparecido y lo vieron sentarse en la mesa que frecuentaba con sus demás compañeros de curso.

Jimin no dejaba de ver en su dirección. Él ni siquiera le había dicho que si y ya daba por sentado que se iría con él a final de clases. Bufó y se sentó derrotado al otro lado de Namjoon.

—¿A qué se refería? —Yoongi habló aún de pie haciendo que los tres chicos en la mesa lo vieran al mismo tiempo.

—Jimin dejó un libro que es de su padre en casa de Jungkook —Nam explicó.— Irá a buscarlo hoy cuando salga de clases.

—¿Estuviste en su casa? —¿por qué su hyung lo veía como si quisiera comérselo? Literalmente, pareciera que Yoongi quería arrancarle la cabeza.

—Si, la semana pasada fui para-

—Fue dos veces, Yoongi, dos veces. Ni siquiera a nosotros nos visita con tanta frecuencia, es increíble, ¿cierto?

Jin había dicho esto dejando que las palabras que Jimin iba a decir quedaran a medias. ¿Por qué lo interrumpían? ¿Por qué no lo dejaban a hablar a él?

Yoongi no dejó de fulminar a Jimin.— ¿Fue así? —tanto Nam como Jin asintieron. Namjoon restándole importancia y Jin fingiendo indignación.— Supongo entonces, que debieron de caerse muy bien —miró a otro lado y tiró unas hojas en la mesa frente a Jimin.— Son algunos temas de los que quiero que hables en la columna de política esta semana. Revísalos y me das tu opinión, que no se te olvide.

La voz salió rasposa, pero también afilada. Jimin fue el más sorprendido allí porque jamás había utilizado ese tono y esa actitud con él. Yoongi se había despedido de los otros dos en la mesa con un asentimiento de cabeza y giró su cuerpo en dirección a la puerta de la cafetería. El receso no llevaba más de diez minutos y él ya se iba. ¿Acaso no iba a almorzar?

—Uhhh, sentí como si una ráfaga de viento helado hubiera pasado junto a nosotros —Jin finge escalofríos una vez Yoongi desaparece.

—Parece un iceberg.

—Chicos, no digan eso. Puede que su aura diga que no quiere tener a nadie cerca pero él es muy amable y tranquilo —Jimin dice tomando los papeles que su hyung le había dado y acomodándolos debidamente en la mesa.

—No te voy a negar que Min Yoongi es el ser más tranquilo que haya conocido nunca, ¿pero amable? ¿Sabes a cuántas personas ha intimidado sólo usando sus palabras? —Namjoon y Jimin se quedaron expectantes, querían saber el número exacto de personas siendo intimidadas por Yoongi, pero Jin nunca lo dijo.— Okey, no sé exactamente a cuántas, pero alrededor de los últimos cuatro años han sido a muchas.

—A mi nunca me ha dicho nada malo —la voz de Jimin sonaba tan suave, tan ligera, y tan dulce, que sus amigos nunca pueden evitar sentir como si su corazón dejara de bombear sangre al escucharlo.

—Por favor, Jiminnie, ¿acaso no viste como nos mando a callar al perro de Jeon y a mi? Soy su hyung, y es más llevadero conmigo, pero si él manda a callar, yo obedezco. Me da miedo que golpee mi hermoso rostro y después no tenga arreglo.

Namjoon negó con la cabeza y suspiró.— Yo creo que son muy pocas las personas que le caen bien. Puede que sea selectivo.

—Jimin está en entre esa selección. Jungkook, en definitiva, no.

—¡Wuah! ¿También lo notaste? —el moreno se sorprendió exageradamente al escuchar a SeokJin decir aquello. Jimin, como siempre, parecía ser el único que no entendía nada.

—Gorila, idiota, claro que me di cuenta.

—No entiendo —Jimin miraba a ambos.

—Yoongi y Jungkook se odian —aclaró Nam para él.

—¿Q-Qué? Claro que no. De ser así, Jungkook-hyung no estaría en el club de periodismo. Además, él lleva una semana en el club y las veces que han interactuando no han sido para nada malas.

—Ay, mi lindo Jiminnie, a veces pienso que eres demasiado inteligente para algunas cosas y demasiado tonto para otras. No sé cómo se comporten en el club, pero definitivamente nosotros pudimos oler el odio que se tienen esos dos.

—Si... si sentí un aire extraño cuando llegaste con Yoongi-hyung pero no creo que sea algo tan fuerte como el odio —Jimin empezó a beber de su Pepsi de nuevo.

—Bueno, ya, olvidemos eso —Nam vio que Jimin y Jin podrían alargar ese tema y a él no le apetecía.— Mejor pensemos en que libro vamos a leer la semana próxima —Namjoon empezó a comer su papá con verduras de nuevo.

Todo el tema estaba poniendo el ambiente un poco incómodo, y por más que quiera advertirle a Jimin sobre esos dos, sabe perfectamente que su amigo seguirá a su alrededor. Es algo inevitable.

Los otros dos le hicieron caso pero eso no significaba que Jimin se hubiera olvidado de lo que acaba de pasar y lo que tendría que hacer después.

*

Las semanas seguían pasando, Jimin había empezado una nueva rutina, ahora después de la escuela iba una vez a la semana a casa de Jungkook. ¿Por qué? Porque el moreno había descubierto que le gustaba la política al igual que a Jimin.

También Jungkook empezó a ser más cercano a él.

Ahora ya no habían saludos simples de compañeros sino abrazos, Jungkook lo invitaba a comer con él en el receso aunque el menor se negase, ahora... Jungkook lo tenía muy confundido debido a que le robó un beso.

Su primer beso.

Una tarde en su casa, ambos habían terminado de ver una película para reseñarla el viernes. Sacaron los puntos que iban a utilizar, y sin darse cuenta, terminaron su trabajo bastante rápido ese día. Jimin mencionó algo sobre empezar a redactar su comentario para la columna política y Jungkook sintió curiosidad, le dijo al castaño que podía ayudarlo para que también terminara más rápido y Jimin aceptó.

El menor le enseñó todo lo que sabía sobre ello, le explicó que su padre era asesor político del que es actual alcalde de Busan. Jeon no supo porqué, pero sonrió fascinado por todo lo que Jimin le explicaba, por todo lo que ese chico decía sobre la política y el cómo funciona.

Jimin sintió como el pecho de Jungkook se pegaba a su espalda mientras él le explicaba, giró su cabeza para encarar al mayor, y lo próximo que sintió fue un peso ligero sobre sus labios.

Al moreno separarse de él, lo vio sonreír.

Jimin le preguntó que por qué había hecho eso y su hyung sólo respondió con que le dieron ganas de besarlo porque era muy inteligente y lindo.

¿Qué clase de razones eran esas?

Eso había sucedido hace más de tres semanas y Jungkook seguía comportándose igual, sólo que esta vez, cuando estaban solos, lo llamaba bonito o tierno o simplemente le sonreirá de la nada mientras se le quedaba viendo.

Y a Jimin le gustaba.

Le gustaba sentirse nervioso cuando lo veía, cuando se quedaban solos, cuando su estómago le hacía cosquillas al sentir los dedos de Jungkook rozar los suyos cuando redactaban y se pasaban las anotaciones, cuando se le quedaba viendo y sonreía. Todo le gustaba con Jeon Jungkook. Pero no sabía cómo comportarse.

Estaba más que consciente de que no podía controlar el rubor que se plasmaba en sus mejillas cuando veía a su hyung en los pasillos, en el club o cuando tenían que hablar de camino a casa de Jungkook. También se dio cuenta de que el moreno era más discreto en público, y Jimin lo agradecía. No sabría como reaccionaria frente a los demás si Jeon empieza a hacerle cumplidos de repente. 

Ahora mismo se encontraba sentado en medio de la cama de SeokJin con éste frente a él y con Namjoon jugando PlayStation en el piso. Jimin les dijo que debía contarles algo sumamente importante y que necesitaba escuchar sus consejos pero que no podía ser en la escuela, así que Jin sugirió su casa.

—¿Y bien? —Jin se veía expectante.

Jimin podía jurar que escuchaba sus pensamientos sobre algún chisme relacionado con un enredo entre profesores o entre profesor y alumno. SeokJin siempre ha querido que algo así pasara en la escuela.

Nam pausó su juego en cuanto escuchó que Jin había iniciado la plática. Giró su cabeza viendo a los dos chicos sobre la cama, le indicaba a Jimin que estaba escuchando.

—¿Cómo saben cuando le gustas a alguien? —soltó Jimin sonrojándose un poco.

Jin abrió los ojos a tope, Nam alzó las cejas, pero no dijeron nada durante unos segundos... unos muy largos para el menor.

Decidió volver a hablar al ver el asombro de sus amigos.— Es decir, ¿cómo sabes... que esa persona está interesada en ti a ciencia cierta? ¿Que no son cosas tuyas?

Namjoon abandonó por completo su juego y subió a la cama al lado de Jin. Y es que esto es completamente nuevo.— ¿Se... se te han declarado?

Jin llevó sus manos a la boca y la cubrió mientras su ojos reflejaban asombro.

—¿A alguien le gusta mi Jiminnie?

—¡No, no! Nada de eso, chicos. Aún no estoy seguro si le gusto. Es- es sólo que últimamente esa persona me ha estado elogiando, y me pregunta cosas como mi color favorito o intenta estar lo más cerca de mi posible, y... —miró hacia una de las paredes de Jin para no sentir vergüenza de lo que iba a decir.— Y me besó de la nada.

—¡¿Qué?! —SeokJin gritó volteando a ver a Namjoon para asegurarse de que había escuchado bien.

—Esa chica debió reunir mucho coraje para hacer eso —Nam alzó las cejas mirando entre Jin y Jimin.— ¿Quién es? ¿La conocemos?

Jimin subió sus resbaladizos lentes y cerró los ojos fuertemente antes de soltar el nombre de sus labios.— Jungkook hyung.

—¿Jeon Jungkook?

Jimin asintió.

—¿Jeon imbécil Jungkook?

Jimin arrugó un poco el entrecejo, pero volvió a asentir.

¿Esto es nuevo? Si.

¿Namjoon se lo veía venir? Si.

¿Sabe que consejo darle a su amigo? No.

—Si él ha empezado a demostrar interés romántico en ti en más de una ocasión, y... te besó, ¿tú... tú cómo has reaccionado? —Namjoon preguntó al ver que Jin seguía en estado de shock y que no arrojaría ningún comentario de lo suyos.

—La verdadera pregunta aquí es: ¿desde cuando ese asalta cunas puso los ojos en ti? —Jin se escuchaba enojado, sorprendido, aturdido.

Jimin tragó saliva porque ni él mismo sabía desde cuando y tampoco sabía cómo habían sido sus reacciones junto a Jungkook. Él no sabe si son buenas o malas.

—Empezaron hace más de tres semanas y... yo realmente no sé cómo reaccionar ante su presencia —miró mal a SeokJin.— Y no es un asalta cunas, me lleva dos años —Jimin dijo esto mientras se le formaba un pequeño puchero en los labios.

Jin bufó y se levantó de su cama. Empezó a caminar de derecha a izquierda, decía tantas cosas al mismo tiempo... se rehusaba a creer algo así.

—Jiminnie, dime que no te está empezado a gustar ese loco, por favor —casi chilló.

Nam volteó a examinar a Jimin.— ¿Te sientes atraído por él?

Jimin miró a ambos y asintió sin más.— ¿Creen... que deba decirle que me está empezando a gustar?

—Si.

—¡No!

Namjoon y SeokJin se miraron mutuamente al escuchar la respuestas del otro. Jimin ahora pensaba en que no debió decirles nada, o al menos, haberle dicho a uno de los dos, pero no a ambos a la vez. Si antes estaba confundido, ahora lo estaba al doble.

Su celular empezó a sonar y aguantó la respiración al ver el nombre de Jungkook en la pantalla.— Ahm... ¿chicos? Es él.

Sus mejores amigos dejaron la discusión que se habían formado y miraron a Jimin con horror y asombro.

—Contesta y ponlo en altavoz, quiero escuchar si es cierto lo de su actitud contigo —Jin dijo serio.

Jimin miró a Nam para saber si hacerlo o no y él sólo se encogió de hombros. Trago grueso, vio su teléfono por algunos segundos más, y contestó.

—H-Hyung, hola.

Jimin, hey, ¿cómo estás? —su voz se escuchaba ajetreada.

—Estoy bien, ¿tú... cómo estás?

Estoy, ahora que hablo contigo, mucho mejor.

Tanto Jimin como Jin sostuvieron aire al chocar miradas por ese comentario, Namjoon elevó las cejas demostrando impresión.

¿Te dejé sin palabras de nuevo? —escucharon como rio.— Lo siento, ¿es tan incómodo para ti?

—No, no, es... es que es muy repentino siempre, nunca sé qué decir —Jimin sintió sus mejillas calientes.

Jin tenía un pequeño tick en el ojo debido a lo ligera que se había vuelto la voz de Jungkook y a lo tierno que Jimin se veía.

No tienes que decir nada, estoy seguro de que debes estar sonrojado ahora mismo. Con eso es suficiente —se escuchaba sin aliento por momentos.— Te llamaba para saber si estarás ocupado más tarde, quiero... que pases la noche conmigo.

—¡¿Qué?! —Jin fue el que gritó.

Namjoon se levantó de inmediato de la cama para arrastrarlo, literalmente, hasta su propio baño y dejar que Jimin continuase sólo en la llamada. Estaba seguro de que SeokJin sería capaz de arrebatarle el teléfono a Jimin y arruinar todo.

Una vez Nam y Jin desaparecieron de su vista, recordó que Jungkook estaba del otro lado del teléfono y lo que le había dicho.

—¿Pa-Pasar la noche...?

Sé perfectamente como sonó eso, y no es de esa manera en la que hablo, Jimin-ah. Es sólo que... esta semana no nos hemos visto mucho y realmente me hace falta verte.

Cierto, no asististe al club está semana —Jimin recordó haberlo esperado martes y jueves en el club junto a todos, pero nunca apareció.

Si, bueno, estaba realmente ocupado, muchos parciales y trabajos pendientes.

Jimin asintió, entendía perfectamente.— Entiendo.

—¿Entonces, nos vemos esta noche? —preguntó Jungkook aclarando su voz.

—Oh, uhm... no, hoy no puedo. Mi hermano regresa esta tarde de su campus y se quedará con nosotros el fin de semana —explicó un poco triste por no poder quedar con su hyung, pero a la vez sintiendo emoción de ver a su hermano.

Comprendo. ¿Qué tal entonces el lunes? Hay un partido de basket después de clases, podemos vernos allí y después salir a algún lugar.

Jimin sonrió.— Suena... suena bien, hyung.

Después de eso, Jungkook dijo que tenían un trato y que debía cerrarle porque estaba a punto de empezar a trotar de vuelta a su casa, no sin antes haberle dicho que lo extrañaba y que moría de ganas de que fuera lunes. Esto dejó a Jimin con una sonrisa embobada en el rostro, lo que hizo que SeokJin empezara a rezar por su amigo cuando lo vio en ese estado al salir del baño.

La verdad es que el castaño estaba ignorando todos los consejos que sus mejores amigos le estaban dando, él también ansiaba que fuese lunes ya.

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