𓄸 first date.
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Sana no dudo ni un segundo cuando desactivo la alarma, su cabeza dolía horrores y aunque estaba de cierto modo feliz por comenzar algo con Jihyo, su resaca comenzaba a empeorar su día.
Debio pensarla más cuando le comento al señor Jeon que tenía resistencia a las bebidas fuertes y aceptó beber con él, ahora tenía náuseas y dolor de cabeza. Debía llamar a Momo cuanto antes para que se hiciera cargo de la oficina por ese día, no podía presentarse así al trabajo. Solo estaría de mal humor y no avanzaría en nada a sus reportes.
Se deshizo del enrededo de sábanas y fue en busca de su móvil a la sala, de paso tomaría alguna pastilla para disminuir el dolor.
Agradeció infinitamente a su amiga cuando esta aceptó hacerse cargo de los pendientes del día, aunque claro, el favor venia de Momo, que querría algo a cambio, Sana pensó en ofrecerle dos días de descanso, una cena pagada o algo que fuera justo, y pensó que Hirai aceptaría, pero no, la alfa mayor quería con detalles que se traía con Jihyo.
- No sé de qué hablas, Momo. - trato de evadir el tema, porque según ella, jamás habló con su amiga de sus planes con la omega.
- Sana, ayer las vi, de hecho también Miyeon estaba ahí cuando se te ocurrió discutir con Jihyo a mitad de estacionamiento y luego besarla. Claramente merezco saber que tienen, porque te adoro, pero no quiero que lo que tengas con Jihyo afecte la relación de la oficina. - explicó Hirai, haciéndole saber con su tono de voz lo serio que era el tema.
Sana dejó de tomar agua cuando oyó a su amiga, ella no recordaba ver a Momo y a Miyeon luego de la cena, esas copas le habían borrado algunos recuerdos de la noche.
- No te preocupes por eso, Jihyo y yo dejaremos nuestra relación fuera de la oficina para evitar problemas.- y era verdad, seguían siendo jefa y empleada, y sí las cosas no funcionaban como esperaba, al menos le gustaría que hiciera una buena relación laboral.
- Bien, debo colgar antes de que Mina se despierte, mañana hablamos. - la japonesa mayor colgo en cuanto terminó de hablar, dejando con un debate a Sana.
Minatozaki olvidó su principal objetivo en la cocina y volvió a su habitación, lista para volver a dormir, en caso de que su cabeza se lo permitiera.
Afortunadamente para la alfa, su cuerpo estaba siendo generoso por esta ocasión con ella, lo que le permitió dormir otras horas más para descansar y reponerse.
Desperto al oír el insistente timbre de su celular, bufo contra su almohada, pensó en dejar pasar la llamada, pero la idea de que algo pasara en la oficina la hizo extender el móvil y sin ver el número, respondió.
Todo enojo fue despejado al oír la voz de Jihyo. Su resaca la hizo olvidarse de la omega, y ahora se sentía culpable por eso.
- Hola Sana, ¿cómo te sientes? - su tono fue tan dulce que la alfa creyó que saldría miel de su celular.
La mayor se aclaró la garganta y le respondió :- Bien, Hyo, ¿y tú? ¿dónde estás?
Su logica era que sí ella no fue a la oficina, Jihyo tampoco tenía que ir, Momo tenía su propia secretaria y no era necesaria ese día la omega, así que tal vez con un poco de suerte, podría invitar a salir a Jihyo aprovechando su día de descanso.
- Regresando a casa , ya que alguien olvidó decirme que no tenía que presentarme hoy. - le reprochó la menor.
Sana celebró mentalmente y se preparo para hablar, ahora sin mezclas raras de alcohol en su sistema regresó su nerviosismo y vergüenza de hablar con Jihyo.
- Perdón por eso, te juro que olvidé avisarte. ¿Quieres salir hoy? - preguntó antes de que su lengua se enredara y la hiciera pasar una vergüenza en llamada.
- Sí, pero creo poder. - se oía decepcionada la omega.
- ¿Por qué? ¿Tienes otros pendientes? No te preocupes, podemos salir después. - dijo lo más segura que pudo para no hacer sentir mal a la menor.
Jihyo hizo un sonido de duda, lo cual enternecio a Sana.
- Como hoy no tendré que trabajar, le dije a Dahyun que podía ir con sus amigas, entonces hoy estoy a cargo de mi hija, de hecho viene aquí conmigo. - se oyó un ligero gruñido que definitivamente era de la pequeña Park.
- No es problema, Hyo, podemos ir a dónde ustedes quieran, solo quiero verte. - entendían perfectamente si su menor no quería aceptar su invitación porque estaba presente su hija, acepto ir lento y probablemente Jihyo no estaba del todo lista para que la alfa que la cortejaba conviviera con su hija.
Antes ya se habían visto, pero fue antes de tanto lío que tenían por sus sentimientos.
- Dame un minuto. - pidió la omega dejando en espera a la alfa.
Sana respondió para sí misma, verificando que Jihyo había silenciado la llamada porque ya no oía nada.
Minatozaki se mordió el labio nerviosa, ahora que recordaba, la última vez que vio a Ryujin no le fue muy bien, pero quería creer que la menor había olvidado su metida de pata y no la odiaba por lo dicho.
- ¿Sigues ahí? - cuestionó la omega regresando a la llamada.
- ¡Sí, cariño! - Sana de detesto luego de hablar con tanta emoción y por el apodo, pero su mente no proceso lo que dijo hasta que cayó en cuenta.
Park soltó una risita suave, no era burla, solo no esperaba que la alfa la llamara así, - Estamos encantadas de aceptar tu invitación.
Sana tuvo que morderse fuertemente los labios para evitar gritar porque vería ese día a Jihyo.
- Bien, ¿Changmin te está llevando? - esperaba que sí, porque no quería que Jihyo y su hija anduvieran solas por la calle, y confiaba mucho en su chófer.
- Sí, insistió mucho, alegando que su jefa no quería que me diera el mínimo rayo de sol en la cara. - nuevamente era un reproche.
Sana se rió algo nerviosa, porque fueron las mismas palabras que utilizó al hablar con su chófer de que dejaría de ir por ella para estar al servicio de Jihyo.
- Vale, tal vez exagere un poco. Pero olvidando eso, pídele que las traiga a mi departamento, por favor.- pidió mientras se levantaba de la cama para no perder más tiempo. - Es que no tengo auto y a esta hora el transporte está... - su intento de justificación de vio interrumpido por la omega.
No quería que Jihyo pensara otra cosa e incomodarla.
- Está bien, Sana, te mandare un mensaje cuando estemos ahí.-
Luego de una corta y rápida despedida, la menor colgó, dándole tiempo a Sana para que se reprendiera de mil formas.
Si era sincera se sintió como una tonta en toda la llamada, quería culpar a su resaca antes de aceptar que la omega la ponía nerviosa.
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Jihyo observó a su cachorra, atenta a cualquier gesto que le hiciera saber incomodidad en su hija.
Antes de su vida amorosa, estaba su pequeña, y no quería que la menor se sintiera obligada a convivir con una alfa solo porque ella quería verse con Sana.
- Sí te sientes mal, no te gusta el ambiente o cualquier cosa, puedes decirme ¿vale? - Ryujin había oído eso al menos unas cinco veces en menos de media hora, lo cual le parecía un tanto fastidioso a la menor, porque ella en cada vez trataba de hacerle saber a su mami que estaba bien.
Tal vez Sana no era mucho de su agrado luego de la última vez que la vio, pero la alfa era amiga de su madre y por la forma en que le brillaban los ojos a Jihyo, no podía ser una niña grosera y hacer que su madre no tuviera amigas. Porque la única manera que dejaría a Sana estar cerca de su madre, era que fueran amigas y no novias como Yuna le había dicho.
- Sí, mami. - murmuró mientras arrugaba la nariz por el aroma repentinamente fuerte de su madre.
Ese aroma solo lo olía cuando algo le preocupaba a su mayor. Evitando más nervios, abrazo a su madre, eso siempre funcionaba.
- ¿a dónde iremos, mami? - preguntó para saber si valió la pena perderse su caricatura favorita para ver de nuevo a esa alfa que tenía una sonrisa tonta.
- No sé, corazón, olvidé preguntarle a Sana. - respondió abrazando más contra su pecho a su hija.
Changmin las veía desde el retrovisor, sonriendo inconscientemente por ver la escena, le recordaba a su omega y sus cachorros.
Llegando al edificio donde vivía Sana, Jihyo inmediatamente le mando mensaje a la alfa, avisándole que estaban abajo esperandola.
En menos de cinco minutos la alfa estaba subiendo al auto a lado de su secretaria. Antes de que se le ocurriera besar a Jihyo, una pequeña mirada la hizo caer en cuenta que era mejor no tocar los labios de la omega.
- Hola, chicas ¿ a dónde quieren ir? - trato de mostrarse segura, aunque por la risa baja de su chofer estaba claro que no logro su objetivo.
Ryujin la seguía intimidando con la mirada, esperaba y no fuera permanente porque comenzaba a asustarla.
- A comer, por favor. - pidió la menor viendo a su madre y luego a Sana, esperando aprobación de alguna de las dos.
- Claro, ¿qué quieres comer? - preguntó la alfa queriendo hacer lo posible para que Ryujin la dejara de ver como si quisiera congelarla o hacerla piedra, cualquier cosa sonaba mal para una alfa que se veía atemorizada por una niña.
- ¿hamburguesas? - cuestionó la Park menor, no del todo segura porque su mami no había dicho nada.
Jihyo se mantuvo callada, viendo la interacción de el ser que más amaba con la persona que comenzaba a querer.
- Bien, hamburguesas será.- le sonrió la alfa y le dio la indicación a su chofer para ir al lugar que frecuentaba mas veces de lo que debería.
Jihyo le sonrió con suavidad y aprovechando que Changmin llamó la atención de su hija hablándole sobre fútbol y esta no las veía, le dio un beso rápido en los labios a la alfa, dejando a ambas sonrojadas.
Con Ryujin hablando sin parar de su mami, de Yuna, el preescolar y sus entrenamientos de fútbol , se permitieron entrelazar las manos ya que la menor estaba más atenta explicando cómo cayó por no atarse las agujetas y Yuna le dio una paleta por ser fuerte y no llorar.
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