Mi locura es Hades

By MariCaro_

16.6K 1.5K 151

Decidió darle un cambio a su vida, después de una ruptura amorosa, que la dejó con el autoestima por el suelo... More

NOTA
Sinopsis
CAPITULO 1
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
AVISO
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
CAPITULO 36
CAPITULO 37
CAPITULO 38
CAPITULO 39
CAPITULO 40
CAPITULO 41
CAPITULO 42
CAPITULO 43
CAPITULO 44
CAPITULO 45
CAPITULO 46
CAPITULO 47
CAPITULO 48
CAPITULO 49 FINAL
EXTRA MATTI
CARTA MATTIA
EPILOGO
EXTRA EN FAMILIA
PROXIMO LIBRO

CAPITULO 2

462 35 1
By MariCaro_

GENESIS

Entré al salón de clases, con un nudo formándose en mi estómago y una opresión en el pecho. Para mi suerte estaba vacío. Me sentía completamente rara, hacía mucho tiempo que no pisaba un aula de clase. Podría decir desde que me gradué de mi primera carrera. Nunca pude ejercer, ya que mi ex esposo nunca me lo permitió. Siempre me mantuvo en casa como si yo fuera un adorno más. podría decir que era una esposa de adorno. Nunca pude opinar en nada. Siempre me decía que me limitara a mantener la casa organizada, complacerlo a la hora de follar y a respirar. Me decía que una mujer debe estar en la cocina y no en una oficina, que solo servimos para criar a los herederos de las grandes empresas.

Estaba loca cuando me metí con un tipo así, nunca fui feliz, siempre me hizo sentir menos. Cuando pasó lo del divorcio me sus últimas palabras fuero – Eres un monstruo, alguien que no vale la pena, eres rara y por eso te quedas y te quedaras sola, nadie nunca aceptara tú verdadera esencia – Me sumí en una terrible depresión después de eso.

Me escondí del mundo. Escondí lo que realmente soy, porque, aunque me gusta, sé que ante los ojos de la sociedad es algo ruin y mal visto.

Tomé una bocanada de aire. Este sería mi nuevo comienzo. Tenía que salir adelante, tengo un hijo por el cual luchar, así que, decidí sacrificar lo que soy, para ser la mujer que el mundo realmente espera que sea.

Tome asiento en una de las sillas. Suelo ser bastante puntual, a veces no sé si es una cualidad o un defecto. Porque siempre llego demasiado temprano a todos lados y me toca esperar un monto.

-¡Hola!

Una voz me saco de todas aquellas cavilaciones. Delante de mi había una chica. Bastante hermosa, por cierto. Sus rizos castaños, su piel morena y esos grandes ojos verdes la hacían llamativa.

-¡Hola!

Contesté un poco tímida. No soy de las personas que le gusta socializar mucho. De hecho, me cuestan horrores. Soy reservada, algo fría y distante, siento que si le hablo a alguien llevo a invadir su espacio personal o a incomodar. Por eso siempre me mantengo distante. Con los años desarrollé el habito de esperar a que las personas se acerquen a mi si es que desean hacerlo.

-Soy Victoria.

Me dio una agradable sonrisa. Me removí en la silla – Joder Génesis, compórtate, no eres una niña – Me reprendí mentalmente.

-Soy Génesis.

-Eres hermosa – Me dijo algo tímida.

-¡Eh! Bueno gracias. Tú tambien lo eres.

Le dije con una gran sonrisa. La chica parecía agradable y realmente no queria estar sola el primer día de clases. Había entrado a mitad de semestre, me tocó hacer un examen para poder ingresar a las clases avanzadas.

-¿Eres nueva?

-Si – Le dije. Mientras veía como se sentaba a mi lado.

-Entonces seré tú guía. Se ve que eres buena persona, así que seremos amigas.

Me dijo emoción. Yo le sonreí. Soy tímida, pero solo hasta que entro en confianza, aunque para eso me tomo bastante tiempo.

-No te quietes de mi lado. En el salón se ve cada cosa.

Sonreí, era realmente tierno que me lo dijera. No podía tener más de unos 20 años. Y yo con 32 años ya había visto todo. Asi que nada de lo que hubiera en ese salón podría sorprenderme.

Las personas comenzaron a llegar, el salón poco a poco se fue llenando de estudiantes. Yo seguía con ese nudo en la garganta, mis manos sudaban, mi corazón galopaba tan fuerte que tenía miedo de que se saliera de mi caja torácica – Tienes que calmarte mujer, te va a dar un infarto – Me decía mi cabeza.

Me sentía demasiado observada. Cada persona que llegaba me miraba como si fuera de otro planeta.

-Tienes unos hermosos ojos. Parecen un hermoso cielo.

-¡Oh! Gracias.

¿Esta chica le gustaban las mujeres? No había dejado de mirarme desde que llego. Bueno quizás era de esas mujeres que les encanta elogiar a su mismo sexo, eso es bueno. Uno debe tener la suficiente madures para aceptar lo hermosa que es otra mujer.

En el pasillo se escucharon voces. Vi cómo se removió algo incomoda, cada vez que las voces se acercaban más. de repente...

-Pero que tenemos aquí...

Un chico blanco como la nieve, alto, puedo decir que media unos 1.90 cm, cabello negro, como si la noche le hubiera prestado la oscuridad, sus ojos eran realmente hermosos, grises como la niebla, con un dejo de azul en ellos. Esto tenía que ser el cielo - ¿Había muerto y no me di cuenta? - ¿Te puedes calmar? Puedes ser su hermana mayor.

-¿Por qué dejaron escapar a las reinas?

Su voz me saco de aquellos locos pensamientos. Hasta que me percaté de que me estaba hablando a mí. Sus ojos me miraban de una manera curiosa y coqueta.

-¿De qué palacio te escapaste? ¿Estoy en el cielo ya?

-¡Cállate! Hades... tienes que renovar ese maldito repertorio para ligar que asco.

La morena a mi lado puso los ojos en blanco, al ver al chico de pie delante de nosotros.

-No seas mentiroso. No parece una reina.

Dijo otro chico. Un moreno, de la misma estatura que el mocoso que me estaba devorando con la mirada, tiene los ojos color ámbar, muy lindos, por cierto. Yo los miré y blanqueé los ojos. Eran unos mocosos intentando ser coquetos.

-¿Entonces que es?

Pregunto el tal Hades con un dejo de diversión. Yo lo miré sin quitarle la vista, si pensaba que me iba a intimidar, estaba equivocado.

-Es una diosa o quizás una ninfa de esas que te hechizan – Ambos comenzaron acercase – Mira esos hermosos cielos que tiene por ojos, esos bellos labios, es blanca, parece una muñeca ¿Eres soltera? ¿Tienes novio? ¿Algún amante? No soy celoso.

-Si alguno de esos espacios está libre, me ofrezco como voluntario para ocuparlo. Puede ser tu tributo. Aunque yo si soy celoso.

-Yo tambien me ofrezco como tributo.

Dijo el moreno con una gran sonrisa. Blanqueé mis ojos – Que fastidio, esto iba a ser más difícil de lo que pensé – Ellos seguían esperando alguna respuesta mía.

-¿Diosa no hablas? ¿Eres muda?

Me dijo el mocoso de ojos grises. Tomé aire, di un suspiro. Y lo ignoré olímpicamente. No tenía caso, solo era un bebé, un niño calenturiento con ínfulas de casanova.

-Déjala en paz. La incomodas.

Dijo la morena y le agradecí. Queria que se fueran para la puta mierda y que no volvieran. Podría comprarles el pase y de paso que me saludaran a los que ya había mandado para allá.

-Deja que ella me lo diga.

El mocoso se sentó a mi lado y su amigo el moreno frente de mí. Ambos me miraban con fascinación. Como si no fuera de este mundo, como si realmente fuera una diosa que los hubiera embrujado. Me moví algo incomoda, cuando sentí la cercanía del mocoso. El calor de su cuerpo, hizo que un corrientazo se esparciera por todo mi cuerpo - ¿Te puedes calmar? Gracias – Me dijo mi cabeza.

-Dime a cuál hospital iras – Lo vi que me miró algo confundido.

-¿Qué?

-Si para ir a firmarte el yeso, si no te alejas en estos momentos – Le dije clavando mis ojos azules en sus hermosos ojos grises como si fueran dagas – Estas invadiendo mi espacio personal.

El chico soltó una carcajada como si lo que hubiera dicho hubiera sido un chiste. Miró a su amigo, que seguía mirándome con fascinación, como si de verdad estuviera hipnotizado.

-¡Ey! Reacciona – Le dijo el mocoso.

-¿Qué? – Dijo el moreno cuando aterrizó.

-Que pareces un estúpido y vas a desgastarla si sigues mirando así. Además, me dan celos.

Le dijo el mocoso al amigo. Este sonrió como tonto al notar que yo lo miraba como si quisiera que desapareciera.

-Lo siento, nunca había tenido a una diosa tan cerca.

-¿Por qué no se van? Nadie los llamó.

Dijo la morena a mi lado. Se notaba lo exasperada que estaba y no la culpaba yo me sentía igual. No me gustaba ser el centro de atención y menos el de dos estúpidos mocosos.

-¿Por qué me iría? Este puesto me gusta, además que allá atrás no veo bien.

Otra vez se pegó a mí. Y ahí estaba, la misma sensación. Me removí incomoda, intentando que tomara distancia.

-Phill yo pensé que mi día seria aburrido. Pero creo que he encontrado una motivación para venir a clases todos los días. De ahora en adelante vendré con más ganas. Hay muchas cosas interesantes.

-No nos dijiste si tenías novio – Dijo el moreno con esa sonrisa de tonto ignorando la estupidez que acababa de decir su amigo. Yo lo miré.

-Responde diosa, me muero por saber tambien – Me dijo el niño de ojos grises.

-Para ti, tengo novio, esposo, amante, soy lesbiana y tambien... - Me quedé pesando – Puedo ser tu hermana mayor. Vez a molestar a una chica de tu edad niño.

Le dije con aburrimiento. No suelo ser grosera, me gusta llevarme bien con todos. Claro cuando no me abordan de esa manera e invaden mi espacio.

Ambos chicos me miraron perplejos por mi respuesta. Después de unos minutos soltaron la risa.

-Hades es arisca – Dijo el moreno.

-A mí me gustan mucho de esas... esas a las que te toca luchar para domarlas. Los retos son interesantes.

-¿Quieres que te traiga algo de tomar? – Le dije.

-¿Qué? – Dijo él.

-Para que no te canses de esperar niño.

El chico volvió a sonreír. Pero esta vez su sonrisa era maliciosa, traviesa, con un dejo de diversión y soberbia.

-¿Por qué me dices niño? No creo que seas tan mayor.

Ahora fui yo la que sonríe irónicamente. Lo miré, enarque una ceja, me acomode en la silla y di un suspiro.

-Mira niño, tengo 32 años. Asi que primero aprende a limpiarte el culo y después intentas ligar conmigo. Cuando tengas unos... - Me detuve como si estuviera pensando - ¿Jamás en la vida?

Todos se quedaron perplejos cuando les dije mi edad. Siempre era la misma reacción. Le daba gracia a la genética porque no aparentaba la edad que tenía. Era bajita, media 1.65 cm, delgada, bastante menuda, pero tenía buenas cuervas, mi piel era tersa como una porcelana porque me cuidaba mucho, mis ojos azules eran lo que más me gustaba de mi junto con mi cabello castaño con ondas.

-¿No sabes hablar?

Le dije con el mismo tono con el que él, minutos antes me había hecho la misma pregunta.

-¡Joder! Esto es increíble – Dijo la morena a mi lado.

-Ni que me lo digas ¡maldita genética! – Dijo el moreno ahora.

-Creo que me gustan mayores ahora – Dijo el niño. Se me acercó más y mi cuerpo se tensó – Unos años más unos años menos, son simplemente números y no me importaría una mierda. Si puedo tener a tremenda mujer a mi merced.

-Ya te lo dije... cuidado te cansas de esperar – Le hice una seña con la mano para que se alejara – Me gusta que me enseñen, no enseñar. Asi que déjame fuera de tus parámetros.

-El colágeno es bueno para la salud diosa.

Me dijo un tono sugerente con una sonrisa que ¡Dios! Casi me hace dar un infarto – Mi pobre corazón no está preparado para esto – Este chico era de otro mundo. Esos hermosos ojos grises, la altura que se gastaba, los anchos hombros, sus labios carnosos, cejas pobladas, largas pestañas, manos grandes – Todo lo que podría hacer con ellas – se veía que le gustaba ejercitarse. La ropa que traía se le acentuaba muy bien a su deliciosa figura, le hacía justicia en cada parte correcta. Estaba salivando. Realmente no me gustaban los chicos menores que yo, pero ¡Dios! Este chico era algo para alucinar.

-No gracias...

Le dije cuando pude aterrizar de mis fantasiosos pensamientos. Necesitaba urgentemente irme a desesterar.

-Me gustan los retos diosa... lo fácil se me hace poco interesante, pero lo difícil... vaya, sí que me gusta lo difícil.

Se pegó tanto a mí que pude sentir su aroma, era embriagante, olía demasiado bien, una loción amaderada, junto con un deje a cigarrillo. Su voz pastosa y coqueta al susurrar eso último. Dios tengo que cambiarme las bragas.

-Cuidado te estrellas niño.

Fue lo último que dije, antes de mirar hacia el frente y prestarle atención al profesor que acababa de llegar.

-Se cayeron las torres gemelas ahora que no caigas tu – Una sonrisa divertida se le dibujó en el rostro – No me subestimes diosa, que la que se puede llevar una grande sorpresa eres tú.

Cerré las piernas, tragué en seco, y traté de calmar mi corazón. Este sería un largo semestre. 


Buenas... Volví. 

Aquí les dejo el segundo capitulo. 

Díganme que tal ¿Les gustó? 

Dejen los comentarios. 

¿Qué tal les parece Hades? ¿Para comérselo no? 

Continue Reading

You'll Also Like

14.9K 720 39
Esta sera una historia lemmon con los personajes de calle dalmatas 101, osea sera +18 ya que los personajes estarán en situaciones intimas asi que co...
4.4K 316 8
Dos personas con hábitos distintos, alguna vez muy cercanas, hoy en día distanciadas. Vidas distintas, maneras diferentes de ver el mundo. Un amor qu...
400K 28.1K 69
Una chica aparentemente fuerte no tendrá más opción que aceptar su destino, un destino que será caprichoso con ella y la pondrá a las peores pruebas...
7.4K 126 3
•CARICIAS FINGIDAS• Extras Hot. Sólo contiene escenas de sexo. +18. Trilogía/Saga #CARICIAS Libro 1. © 2020 Todos los derechos reservados