call of silence. robert...

By targparadise

31.6K 4.1K 622

COS. ❝ madness and greatness are two sides of the same coin, in which side landed... More

chapter zero.
call of silence.
ch. 001
ch. 002
ch. 003
ch. 004
ch. 005
ch. 006
ch. 007
ch. 008
ch. 009
ch. 010
ch. 011
ch. 012
ch. 013
ch. 014
ch. 015
ch. 016
ch. 017
ch. 018
ch. 019
ch. 020
ch. 021
ch. 022
ch. 024

ch. 023

1K 137 14
By targparadise



CHAPTER TWENTY-THREE














El pensamiento de quién en su sano juicio querría gobernar, regresó con mucho más fuerza que nunca. Estaba acostumbrada a lidiar con situaciones entre sus soldados, y sin dudas era buena haciéndolo.

Manejar los Siete Reinos, era asunto aparte. No podía ni empezar a decir qué es lo que le causaba más dolor de cabeza, no logró conectar con las personas de inmediato, y aún había señores que se negaron a aceptarla como Reina. Ésto llevó a pequeños intentos de rebeliones que fueron machacadas de inmediato por la poca paciencia de Robert.

Lord Greyjoy de Pyke intentó ir contra ella, alegando que ella fue la causante del fallecimiento, no sólo del Rey, sino que de su hermano también, y que posiblemente manipuló a medio de sus consejos al acostarse con ellos, porque era una bruja y buscaba apoderarse de todo. A Robert no le causó gracia cuando dijeron que su Señoras era una puta y rápidamente ordenó a Ned a unirse a él e ir en busca de estos hombres. Los de las Islas de Hierro no tuvieron oportunidad de pelear al ver que Robert iba con toda intención de quebrar sus huesos, y la rebelión terminó en ese momento, que todos tiraron sus armas y juraron que jamás volverían a hacer algo semejante.

Maegelle castigó al hombre de inmediato y le quitó su título de Lord, dejando así en claro que no iba a tolerar ningún tipo de rebelión durante su gobierno, y aunque el hombre lloró y continuó insultándola, a la regente le importó poco -casi nada-, su berrinche. Sin embargo, pasó el trono del viejo a su primogénita, una aún muy pequeña niña, en cuánto tuviera la capacidad de regir su casa, ella asumiría en lugar de ese hombre, pero todo ésto era mientras su hermano, Lord Euron Greyjoy gobernaría mientras su sobrina crecía y se educaba.

Lord Eddard tomó pupilo al segundo hijo de Balon Greyjoy, y así, la rebelión acabó con el desplazamiento del hombre.

Maegelle era paciente, pero tenía un temperamento tan corto como los de sus ancestros y Robert a veces se sorprendía de que no utilice otros métodos persuasivos para que los Señores dejasen de ser un dolor en su trasero. Había perdonado muchas faltas, de los Lannister en especial, y también del Maestre Pycelle, quién tras ser quitado de su posición, fue tirado a vivir en las calles de la Capital como una rata: el hombre no tardó en esparcir rumores de ella. Robert lo amenazó en cuanto escuchó de quién había salido.

Nuevamente recalca la paciencia de Maegelle.

Diez lunas después de su coronación y de un revuelo durante su reciente gobierno, estaba embarazada nuevamente; esperaban su segundo hijo y ella estaba reluciente, pese a que el niño en su panza le daba dolores de espalda, no huía de sus responsabilidades.

Rodeada por los miembros de su consejo, escuchó atentamente lo que cada uno iba diciéndole, hablando sobre asuntos que eran importantes y sobre una deuda que su padre dejó, no sólo para que ella recuerde constantemente lo mucho que lo detestaba, sino porque sabía que incluso muerto, ese hombre seguiría siendo un problema.

─Podemos pedirle a mi hermano que nos dé la cantidad que necesita, su Majestad.

─Si, ¿y luego de dónde sacaremos el dinero para pagarle al príncipe Doran?

Oberyn sonrió levemente, era cabeza dura y no aceptaba ninguna solución. Mucho menos si luego tendría que deberle algo a alguien.

─Sabes que no será necesario.

─Aún así, es demasiado dinero el que necesitamos ─musitó ella, poniéndose de pie bajo la mirada atenta de sus hombres más cercanos. La reina llevó su mano a su estómago y caminó mientras pensaba en posibles soluciones─. ¿Podrían decirme en qué invirtió tanto?

Lord Varys carraspeó avergonzado.

─En fuego Valyrio, su Majestad.

─Por supuesto ─musitó ella─. ¿Y cómo siquiera los Lannister aceptaron a darle esa cantidad de oro?

─Bueno ─Varys musitó una vez más─, el Rey Aerys amenazó con quemar viva a Lady Cersei Lannister y a Sir Jaime, diciendo que el heredero digno de Lord Tywin sería el monstruo que engendró.

«Ese viejo desquiciado» pensó Maegelle, acariciando en círculos su estómago. Stannis la observó al darse cuenta de que estaba calmando su propia cabeza y cuerpo, que reacciona negativamente ante tantas cosas. Una de ellas era a los asuntos de la corona.

─No debes someterte a tanto estrés, déjanos manejar la situación y te mantendremos al tanto, su Majestad.

La monarca lo observó como si quisiera ahorcarlo con sus propias manos, sin embargo, atinó a asentir derrotada porque la cabeza le dolía y el crío en su vientre escogió patearla a cansancio desde que se despertó.

─Confío en vuestra sabiduría, Stannis, no hagas que le ceda la posición a Robert.

Stannis fue escogido como su Mano tras una larga y exhaustiva lista de hombres que «quizá» no eran tan estúpidos como para estar en su consejo. Robert desistió de la posición en cuanto ella lo miró al leer «Mano del Rey» y le dijo que mientras menos actividades tenga con el reino, más feliz iba a ser.

Robert se encargaba de criar al primogénito de ambos; Aegor, mientras ella llevaba dentro de su estómago al segundo, y ambos perjuran que se trata de otro niño por lo molesto que era; algo que solamente llegó a vivir con su primogénito.

Caminó por los pasillos acompañada por Sir Jaime y Sir Arthur, ambos estaban detrás de ella la mayor parte del tiempo, casi reacios a dejarla un segundo sola. Aunque Maegelle les aseguró que era poco probable que algo le suceda, ninguno de ellos parecía convencido de eso.

─¿Saben dónde se encuentra Robert?

─Salió de caza temprano, su Majestad.

─Ese idiota ─musitó ella, con su ceño fruncido─, Sir Jaime has que preparen mi Caballo. Iré a buscarlo.

─¿Está segura que puede subir a caballo, Su Majestad? ─Sir Arthur cerró su boca al oír la pregunta de Jaime, los pies de la Reina frenaron en el suelo y volteó a verlo, sus ojos ardiendo en fuego.

─¿Por qué razón no iba a poder, Lannister?

─P-Porque...

─Ve ─ordenó ella, haciéndolo caminar lo más rápido y lejos de ellos posible. Al ver que ya no estaba por dónde ser visto, Maegelle rió─. Los hombres son tan estúpidos. ¿No es así, Arthur?

─Es así, su Majestad.

─Amo cuando no me contradicen ─murmuró, continuando su camino hasta sus aposentos─. ¿La ciudad está tranquila, Arthur?

─Ha estado muy tranquila, su Majestad ─le respondió─. Barristan no ha tenido ningún problema en sus guardias nocturnas y ha dicho que incluso descendió la actividad ilícita de las casas de placer.

─Bueno, ha de ser algo bueno; espero, no sé cómo lidiar con ellos ─dijo ella─. Rhaegar conectó con el pueblo mejor que yo, ¿cómo lo hizo?

─Le gustaba caminar entre ellos, comer sus comidas y les cantaba.

Maegelle suspiró.

─No estoy en condiciones para largas caminatas, pero podría ir hacia allá y comprar algunos pasteles ─musitó─. Intenté llevarme bien con las masas, pero son tan complejos y cerrados. Algunos no hicieron más que pedirme dinero, si supieran que tenemos escasez en la Fortaleza también. Maldición, mi padre no dejó más que problemas.

Sir Arthur sonrió levemente.

─Respire hondo, su Majestad ─ella obedeció─. No está haciendo las cosas mal, y sin dudas lleva tiempo poner al reino en estabilidad nuevamente. Lo va a lograr. Es un proceso, y a veces es más largo de lo que nos gustaría.

La joven sonrió levemente.

─Eres bueno con las palabras, gracias Sir Arthur.

─Cuando desee, su Majestad.

Cuando Sir Jaime le avisó que el caballo se encontraba listo para que pueda ir en la búsqueda de su esposo, la reina abandonó la Fortaleza y cabalgó, en compañía de Vargo quien no dudó en seguirla cuando comprendió lo que haría, y pronto, ambos se dirigieron hacia el interior del bosque real en busca de aquél hombre que parecía un niño pequeño al que no podían tener quieto.

Vargo la guió a través de los rastros en el suelo del caballo de Robert, y le dijo que no estaba solo, era más que probable que se encuentre acompañado.

Al hallarlo, vieron que intentaba dispararle a un jabalí y no le fue muy bien, porque al ver que la flecha salió disparada en otra dirección y alertó a la bestia, la misma comenzó a correr descontrolado hacia ellos, haciendo que Robert comience a correr.

─¿Tienes un arco allí, Vargo?

─Sí, mi Reina.

Le tendió el mismo cuando ella bajó de su caballo y observó a Robert correr mientras le gritaba a Viserys porque se escondiera; cuando su estúpido esposo cayó al suelo, haciendo que empiece a decir un montón de palabras de despedida, Maegelle apuntó con su flecha hacia el animal.

─¡Viserys dile a Mae que lo lamento mucho, nunca quise traerte aquí sin su permiso!

Ella rodó sus ojos.

─¡Prometo que no vamos a olvidarte, hermano Robert! ─exclamó Viserys, escondido─. ¡Siempre te recordaré como el más borracho de los Siete Reinos!

─Gracias, Viserys. ¡Fue un honor!

La flecha salió disparada y atravesó el estómago del jabalí, otra más se clavó en la cabeza del animal y pronto, cayó sobre Robert como peso muerto. Él alzó la mirada en busca del responsable de que le hayan salvado de una vergonzosa muerte, y halló a su embarazada esposa viéndolo como si fuera un idiota.

─Ay, maldición.

Robert se levantó del suelo y Vargo fue en busca del jabalí, puesto que esa sería la cena de esa noche para los monarcas. Viserys salió de detrás del árbol al no oír ningún ruido causado por el animal, y halló a su hermana a unos metros de ellos, no dudó un segundo, corrió en su dirección y abrazó a Mae con fuerza.

─Por un momento temí por mi vida, Mae.

─Tienes que ser más cuidadoso, aún estás aprendiendo a pelear y defenderte, valonqar.

─Lo lamento, hermana mayor.

La chica acabó por suspirar y golpeó la cabeza de su hermano.

─Vargo, llévalo hacia la Fortaleza y asegúrate de que tome sus lecciones. Sir Arthur estará esperándolo ─él asintió. Robert le sonrió a su esposa, y ella caminó hacia él cuando su hermano se alejó en su caballo y Vargo le siguió de cerca─. ¿Por qué has huido de tus obligaciones?

─Porque me aburrieron demasiado.

─Prometiste que ibas a terminar al menos cinco de las cincuenta cosas que te mandé a hacer, Robert.

─Terminé tres de cincuenta. ¿No cuenta?

Maegelle lo observó fijamente, haciéndolo negar y se acercó hacia ella.

─Lo lamento, detesto la burocracia.

─Eres un dolor de culo, Robert.

─Te amo también.

Ella acabó por suspirar levemente.

─Así que, ¿huyes a cazar cuando te sientes agobiado? ─le preguntó, él asintió.

─Hacía lo mismo en Storm 's End, y también cuando fui pupilo de Jon Arryn. Siempre me ayudó a calmar la mente ─dijo─. Eres buena con el arco. ¿Cuándo has aprendido a usarlos?

─Bueno, mi padre no creía que era fuerte como para usar una espada, así que me regaló un arco cuando tenía diez días de nombre ─musitó ella─. Nesa me enseñó y se aseguró de que no me diera un flechazo a mí misma.

Robert sonrió levemente.

─Gracias por salvarme, mi señora.

─Debes dejar de ponerte en estas situaciones ─musitó ella─, siempre estás al borde de la muerte. No puedo criar hijos por mí misma, apenas puedo con Aegor, Viserys y Daenerys; y sólo puedo con Eg y Dany porque son bebés aún.

─Lamento preocuparte tanto ─musitó colocando su mano sobre el abultado estómago de su esposa─. No me he comportado como un buen esposo, mucho menos como un buen Rey; mejoraré a partir de ahora.

─Bien, porque necesito que leas unos papeles por mí ─Robert hizo una mueca, haciéndola reír─. Vamos, vamos, que se está haciendo tarde y quiero darme una ducha. El embarazo se está volviendo muy incómodo.

─¿Molesta mucho?

─Es muy pesado, quizá salga igual de panzón que tú.

─Oye, no me hieras así.

Maegelle sonrió levemente y tomó la mano de Robert con fuerza.

─Eres el hombre más guapo de los siete reinos después de Viserys y Aegor.

─¿Estoy en el tercer puesto?

─Mhm ─asintió ella, haciéndolo suspirar.

─Bien, sólo me conformo porque esos mocosos son mi sangre.

Ella sonrió levemente.

─¿Viserys te ha causado algún problema?

─Para nada ─musitó, ayudándola a subir al caballo─. Se ha comportado muy bien, no falta a sus lecciones nunca, y mejoró notablemente con la espada. En un año quizá podamos obsequiarle su primera espada de acero valyrio.

─Hazme saber cuándo planeas dársela, así pido que le hagan una.

Él asintió y ambos alzaron sus cabezas al oír truenos, Robert sintió un poco de emoción cuando divisó la gran tormenta que se estaba formando. Maegelle suspiró aliviada.

─Bueno, parece que los Dioses me ayudarán con algo al menos ─musitó ella─, espero que llueva en todos lados, oí que algunos reinos tienen mucha sequía y ha sido difícil la cosecha.

Robert detuvo el caballo de Maegelle casi haciéndola saltar del susto por su repentina acción, pero él le señaló con su cabeza hacia el costado y, obediente, ella volteó a ver, encontrándose con un ciervo blanco. Ambos se sintieron emocionados de verlo, habían oído del majestuoso animal, que representaba un símbolo importante para los monarcas a los que se les presentaba.

El animal los observó curioso, Maegelle asintió y pronto, el ciervo real se alejó de allí rápidamente. La chica sintió que su corazón latió muy rápido.

─Es un buen augurio, mi amor ─musitó Robert─, todo mejorará. Ya verás.

Ella le sonrió y asintió.

─Lo sé ─musitó.

Dos noches después, la Reina dió a luz a otro varón, de cabellos tan oscuros como los de su padre y unos ojos azulados que eran exactos a los de él. Robert se sintió tan orgulloso del niño que rápidamente lo presumió ante su hermano Stannis, diciéndole que allí se encontraba el heredero de Storm 's End.

Robert escogió el nombre a regañadientes de su Señora, quién estaba demasiado exhausta como para pelear: Gaeron Baratheon, heredero de Storm 's End.

Las noticias recorrieron los Siete Reinos rápidamente, y todos celebraron el nacimiento de un nuevo príncipe. A sabiendas de qué pronto empezaría la búsqueda por uniones entre los varones que iban a heredar todo lo que les correspondía.

Cuervos con pergaminos para negociar los matrimonios llegaron rápidamente a King 's Landing, y Maegelle los leía con todo el desinterés del mundo. Sus hijos no tenían un año de nombre y ya consideraban que ella iba a ceder sus manos tan fácilmente.

─Nadie es apropiado para mis hijos ─musitó─, es una tarea difícil. Que escojan ellos a quién quieran.

Robert asintió de acuerdo mientras le pasaba una copa de vino.

─Es lo mejor ─musitó─, que ellos sean quiénes elijan con quién pasar el resto de sus vidas.

─Concuerdo ─musitó ella─, aunque primero me gustaría hacerles unas preguntas. ¿Mhm? Como para saber si son adecuadas.

Robert rió levemente.

─Aún no pienses en ello ─musitó. La joven asintió.

─Tienes razón ─musitó─. Mañana irás conmigo a caminar por la Capital, Sir Arthur recomendó algunos lugares donde venden pastel y dicen que son de los mejores.

─Por supuesto que es pastel.

Ella rodó sus ojos.

─Eres a quién más le gusta, no creas que no sé que vas a escondidas a la cocina a robar.

Robert la miró con sorpresa.

─¿Qué acusaciones son esas?

Idiota ─musitó ella, negando.

Robert comenzó a tener una presencia más fuerte en su corte, de tal modo que siempre se encontraba en las reuniones del consejo, ayudando a Mae cuando las decisiones eran difíciles.

King 's Landing mejoró económicamente cuando la Reina realizó las alianzas adecuadas.

No había sequía gracias a la cantidad de lluvia caída, y ella agradecía constantemente a cualquier fuerza poderosa que estuviera ayudándola. Los Señores estaban más calmados, las personas convivían en paz y Maegelle realmente adoró ese silencio.

Sin embargo, habían situaciones con las que aún debían lidiar, y especialmente con la leve enemistad que parecían tener con Casterly Rock. El actual Señor, Kevan, hermano de Tywin Lannister, aún resentía a la monarca por haber quemado a su hermano y antiguo Lord, de tal modo que en más de una ocasión, los gobernantes escucharon sobre la amenaza de una Rebelión. Sí debían ser honestos, a ninguno de los miembros del consejo realmente le preocupaba esa alarmante amenaza, con el poblado ejército de Margelle, nadie se atrevería a mandarlos a campo abierto.

─Vuestro ejército salvaje son como los Dothrakis ─murmuró Robert, mientras leía un par de pergaminos─, solamente un idiota los enfrentaría en un campo abierto.

─Nesa llega a oírte compararlos con los Dothrakis y no seré capaz de detenerla de cortarte en pedazos ─le dijo ella. Robert suspiró.

─Si se enoja es porque sabe que digo la verdad.

Ella asintió, posando su mirada hacia Gaeron, quién se encontraba durmiendo entre sus brazos plácidamente. Aegor estaba a un lado de ella, siendo rodeado por los dragones quiénes mantenían a su primogénito en vela, o al menos intentaban, porque dormían tan profundamente como él.

─Quiero reconstruir Pozo Dragón ─musitó ella─, no volverlo a su antigua forma, pero quizá remover la mayoría de sus ruinas y poner un buen campo para que los dragones puedan dormir allí. Quizá incluso intentar hacer algún reparo para que cuando llueva no permanezcan bajo el agua.

─No es una mala idea ─musitó Robert─, quizá podamos conseguir buenos constructores en Essos, y más baratos también.

Ella suspiró, mientras posaba su mirada sobre sus hijos nuevamente.

─A veces olvido que no podemos despilfarrar nuestro dinero ─musitó ella─, antes no era una preocupación, supongo que por eso tenemos deudas.

─Aún así, lo has hecho bien este último tiempo ─musitó─, nos hemos limitado en muchos gastos, y gracias a los Dioses que Storm's End me tiene como Señor y no he gastado un centavo.

─No, pero ahora usamos ese fondo para satisfacer nuestras necesidades ─musitó ella─, tiene que haber un modo de hacer dinero sin perjudicar a los demás reinos.

─Podríamos organizar un banquete ─musitó él─, de beneficencia. He oído que suelen hacerlo en Dorne, ¿no es así? Para ayudar a los de recursos más bajos.

─Sí, pero dudo que deseen recaudar dinero para la monarquía, cuando supuestamente tenemos más de cincuenta cofres de oro aquí.

─Bueno, no deben saber para qué es ─dijo Robert, sonriéndole─, digamos que será para los críos de Flea Bottom. ¿Has visto a esos mocosos? Dan tanto miedo.

Maegelle lo miró mal.

─¿Qué? Es verdad.

─Quizá si podamos hacer algo para ayudar a los de Flea Bottom ─musitó ella─, les hemos dado comida y vestimenta; pero siguen viviendo en las calles y en la incertidumbre de si tendrán fuerzas para sobrevivir una próxima tormenta.

─Bueno, lo que decidas estará bien ─musitó─.

─Mañana lo hablaremos con el consejo ─dijo ella─, y pronto será el segundo día de nombre de Dany, podremos aprovechar para celebrarlo también.

─¿La mocosa tiene dos ya? ─preguntó Robert con sorpresa.

─Sí ─musitó ella─, he intentado dar con más huevos de dragón para darle uno a Viserys y Dany, pero ha sido un trabajo difícil de acuerdo a Illyrio.

─Mhm, imagino que si no desea ningún problema con la Reina dragón, traerá huevos de dragón desde el mismo infierno ─Robert dijo, mientras hacía una mueca─, bien sabrá que mentirte es una mala jugada.

─Me haces ver como a una bruja, idiota.

─Lo eres, tonta.

Continue Reading

You'll Also Like

150K 13.8K 45
❝ Había llegado el momento de que los dragones asciendan a los cielos, para bien o para mal ❞ rhaegar targaryen xfem oc historia original po...
2.8K 388 3
¿𝐐𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐊𝐥𝐚𝐮𝐬 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧 𝐲 𝐃𝐚𝐯𝐢𝐧𝐚 𝐂𝐥𝐚𝐢𝐫𝐞 𝐩𝐨𝐝𝐢𝐚𝐧 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐢𝐦𝐢𝐜𝐚? ...
396K 26.1K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
4.2K 328 8
Donde la familia Mikaelson ven que la vida de su hija y sobrina Hope en los juegos del hambre O Donde les dan una segunda oportunidad para salvar...