Fantasía

By Blackdrag2

2.3K 34 1

Un one shot que me pidieron. More

De cazadoras a Presas

Juego de niños

745 15 1
By Blackdrag2

Una mañana hermosa bastante tranquila, la cual dejaba lejos los años de guerra que estuvimos sufriendo en el pasado, incluso la gran cuarta guerra ninja no era más que un simple recuerdo en nuestra memoria y la de aquellos que lucharon en su momento, pero gracias a todo eso y los sacrificios que se hicieron en su momento, estamos donde estamos ahora.

Me llamo Hinata Hyuga y soy la esposa del actual Hokage y héroe de nuestra aldea, Naruto, siendo algo que quizás de pequeña nunca hubiera pensado que ocurriría, debido que él estaba enamorado en aquel entonces por Sakura, su compañera de equipo, por lo que estuve muy feliz cuando él declaro que me amaba, haciendo realidad mi sueño de ser por fin una familia, darle la familia que no pudo tener en su niñez pero ahora era padre de dos hermosos hijos. Él primero Boruto el mayor y quien tenia el mayor parecido con su padre aun que su actitud era la del típico adolescente que quiere hacerlo todo por su cuenta, mientras que nuestra hija menor, Himawari se parecía un poco más a mi en el color de cabello y de piel, siendo bastante alegre y enérgica como su padre en su juventud pero sin llegar a ser tan traviesa como lo fue Naruto en nuestra época en la academia.

Después de haberme casado y tener a Boruto me retire como ninja, volviéndome ama de casa, pero con el pasar de los años, todo se había vuelta tan rutinario y monótono que llegó a extrañar la emoción que producía el ir a misiones con Kiba, Akamaru y Shino, la única distracción sería salir a comprar dando un paseo por la aldea, visitando a Ino y Tenten en sus respectivas tiendas, charlando un poco antes de que cada uno volviera a lo suyo.

Eso nos lleva a la actualidad, donde me encontraba en el jardín de mi hogar, colgando la ropa para que se secara con la brisa que estaba haciendo, aprovechando, para que se secara pronto.

— ¡Ya estoy en casa!

Escuche con atención la inigualable voz de mi hija, anunciando su llegada, sorprendida al ver la hora en el reloj de mi muñeca notando que era demasiado temprano como para que saliera de la academia, así que deje la ropa que aun me faltaba en una canasta que tenia aun lado ingresando a la casa, escuchando otra voz a parte de la de Himawari, por lo que me acerque al salón principal en donde veía la cabellera de mi hija y a su lado, una cabellera blanca la cual también conocía, por lo que le di la vuelta al sillón encontrándome con el rostro sonriente de mi hija y el de Samantha, la mejor amiga de Himawari, conociéndose desde antes de iniciar la academia ninja. Samantha era una buena chica que vivía actualmente con sus abuelos ya que sus padres al ser mercaderes, viajaban de forma constaté.

— ¿Que están asiendo aquí tan temprano niñas? — pregunte interrumpiendo su diversión.

— nos dieron el resto del día libre mamá.

— por lo que pudimos espiar, tal parece que todos los profesores habían sido reunidos por el director quien no estába nada contento — respondió Samantha.

— te lo aseguró. Fue por la broma de Himiko.

— jajajaja puede ser ya que estoy segura que al director no le gusto la idea de perder su peluquín y encontrarlo de esa forma.

— no es gracioso. Eso hizo al director llorar.

— con más razón es divertido. Ese director, aquel cara de rodilla llorando, era algo nuevo para todos. Fue muy gracioso por mi parte. El solo recordarlo hace que... Jajaja... Empiece a... Jajaja... Reír.

Samantha literalmente empezó a reír sin control alguno, mientras que mi hija la veía de forma seria, pero ese gesto no duro mucho, para cambiar a una tímida sonrisa, antes de unirse a la risa dejandose llevar por el momento. Ambas eran así, sus personalidades eran diferentes, ya que Himawari era mas responsable, pero cuando se justaba con Samantha tendía a caer en la tentación, y por lo tanto, terminaba haciendo parte de alguna que otra travesura, pero nada que fuera peligroso como tal, solo unos simples juegos de niños.

— a ver niñas — dije aplaudiendo para que se controlaran — espero que ninguna de las dos haya tomado parte de lo que le sucedió al director.

Ambas intercambiaron una mirada acusadora, lo sabia, ellas tuvieron algo que ver en aquella broma por lo que solo pude suspirar.

— niñas.

— no es mi culpa mamá, Samantha fue quien le dio las cosas — hablo Himawari en su defensa.

— ¡Judas! — fue la respuesta de Samantha — me estas vendiendo y ni siquiera por diez monedas de plata. Pues bien, ya que estamos de traidoras. Dos pueden hacer lo mismo... Señora Hinata, aquí su hija presente, fue quien le dio no sólo la idea, sino que cálculo toda la travesura para el director, su blanca palomita es en realidad un vil cuervo.

— ¡Samantha!

— si me voy al infierno, ten por seguro que no voy sola. Así que si me castigan te aseguro que te jodes conmigo.

Estas dos niñas de pusieron a pelear entre ellas, echándose la culpa la uno a la otra revelando cada vez más de que se trataba la travesura y realmente, mientras más escuchaba, menos se parecían a las travesuras que hacia Naruto en su momento, esta ya había pasado la fina linea y realmente pudo haber algún herido si todo salia mal, estoy segura que si descubrían que ellas eran también culpables, posiblemente las terminen expulsando y no creo que Naruto estuviera muy feliz para intervenir en su ayuda si llega a suceder.

— ¡¡YA SILENCIO LAS DOS!! — estas dos niñas me obligaron a gritar para detener sus ataques — ¡Las dos, arriba ahora!

— pero mamá.

— ¡Nada de peros, ambas a la habitación y no salen hasta que yo lo diga!

— ¿Y si tengo que ir al baño? — preguntó Himawari.

— Himawari — la llame, seriamente, algo que entendió a la perfección.

— ¿Y si tengo que irme a mi casa? — pregunto ahora Samantha.

— pues te puedes ir ahora en lo que llamo a tus abuelos para contarles lo que hicieron.

Samantha guardó silenció para dar medie vuelta al a par de Himawari, para que ambas subieran con dirección a la misma habitación, en lo que escuchaba como se seguían echando la culpa la una a la otra.

Las horas habían pasado y yo había vuelto a mi trabajo, llegando a salir un par de veces para traer unas cosas que eran necesarias y en todo momento las niñas no salieron de la habitación de Himawari, era más, no hacían ruido alguno llegando a llamar mi atención y la simple idea de que se hubieran escapado para ir alguna parte, solo me molestaba, por lo que use el Byakugan con la intención de ver su habitación, pero no lograba ver y la razón eran varios sellos colocados por todo lado en su habitación ocultando el interior de mis ojos.

— ¿Desde cuando esta niña conoce esos sellos?

Me dije a mi misma, empezando a subir las escaleras caminando directamente a su habitación, observando el letrero que tenia su nombre en la puerta, tocando un par de veces, esperando obtener respuesta alguna.

— siga.

Escuche con atención la respuesta de mi hija al otro lado, por lo que abrí la puerta asomando mi cara para ver a mi hija y Samantha sentadas en silencio teniendo cada una un libro diferente en sus manos, pero siendo del mismo genero, terror, alzando la cabeza para verme esperando que hablara.

— ¿Sucede algo señorita Hinata?

— no es nada Samantha, sólo que como no las escuchaba me dio curiosidad por saber estaban haciendo. Pero ahora tengo otra pregunta. Himawari, ¿Desde cuando tienes sellos en tu habitación?

— desde un par de meses atrás, ya que pensé que quizás alguien podría tratar de espiar mi habitación. Pero no pensé que iba a ser mi propia mamá.

Respondió mi hija, bajando su libro para verme fijamente, nada contenta por lo que intente hacer.

— en fin. Te perdono mamá solo si permites que Samantha se quede hoy a dormir.

La petición de mi hija tomo por sorpresa a Samantha, pero mi hija siguió insistiendo que la dejara quedarse, algo que no era nuevo, ya que se había quedado antes varias veces e incluso Himawari se había quedado en su casa en el pasado, por lo que solo le pregunte a Samantha si quería pasar la noche a lo cual aceptó por lo que me pidió permiso para usar el teléfono y comunicarse con sus abuelos dándoles la noticia que no volvería por la noche.

Una vez todo quedo arreglado, ambas jóvenes me pidieron permiso para salir a lo cual, con algo de suplicas termine aceptando, dejando que se fueran y quedandome sola en mi casa, acompañada solo por el silencio reinante.

***

La noche cayo, Naruto me había llamado para informarme que esta noche no llegaba a casa debido al trabajo que tenía, disculpándose, pero yo comprendía a la perfección lo importante que era el trabajo, así que sólo le respondí que no se preocupara. 

La casa estába bastante silenciosa. Boruto no estába ya que había salido a una misión, por lo a solo me quedaba con Himawari y Samantha, quienes llegaron justo a tiempo para cenar, volviendo a darle algo de sonido a la casa siendo bastante satisfactorio, por lo que nos sentamos a cenar empezando una animada conversación dejando atrás todo aburrimiento que sentía, realmente ambas hacían más travesuras de las que pensaba en un inició, viendo una parte que no conocía de mi hija, pero aun así no podía evitar reír de lo que me contaban, pero toda diversión llega a su final y eso paso cuando los platos quedaron completamente vacíos.

— estaba bastante rico. Gracias mamá.

— gracias señorita Hinata.

— me alegra que les haya gustado, si gustan dejen los platos en la cocina que yo me encargó de lavarlos.

— esta bien mamá. Entonces Sam, vamos a darnos un baño.

— ¿Tengo que hacerlo? Me da mucha pereza bañarme ahora.

Mi hija no acepto un no como respuesta y literalmente arrastro a Samantha hacia el baño, escuchando como cerraba la puerta para que fuera a lavar los platos, pensando que seria aburrido, pero escuchaba como gritaban o se reían bastante fuerte.

— ¡¡MAMA, YA NO HAY CHAMPÚ!! ¡¡PODRIAS TRAERNOS UNO POR FAVOR!!

— ¡¡DAME UN MOMENTO!!

Estaba segura que aun quedaba algo, pero bueno, siempre uno puede equivocarse, así que deje lo que estába haciendo para ir al cuarto de aseo, donde encontré un frasco nuevo el cual subí, escuchando la risa de mi hija con más fuerza al igual que una palabra que se repetía de vez en cuando; nessi, realmente no sabia que significaba, pero no sonaba a nada malo. Ya una vez frente a la puerta, gire el picaporte notando que no tenia seguro por lo que ingrese y lo que encontre fue el cuerpo desnudo de mi hija goteando, estando de rodillas teniendo sus brazos posado en el borde de la gran bañera observando el agua.

— ¡Nessi!

Surgió de golpe del agua Samantha, levantando el agua que empezó a caer, pero lo que me dejo sorprendida fue ver como entre su pierna, por encima de su vagina, había un pene completamente erecto, bastante grande y grueso justo en frente del rostro de mi hija, quien solo se reía divertida de lo que sucedió; hasta que Samantha noto mi presencia y su piel blanca se torno roja en un instante, volviendo a meterse en el agua escondida y avergonzada por lo que había sucedido, siendo la acción, la cual provocó que Himawari se diera vuelta curiosa por lo que sucedió notando que había visto todo.

— ¡Mamá! Se toca antes de entrar — me reprimió mi propia hija acercándose y tomando el champú — gracias mamá, pero a la próxima toca.

— hija... Samantha es... ¿Mujer? — pregunte en voz baja, prácticamente un susurro.

— claro que sí. Ella es una futanari y me parece muy descortés que estés dudando y preguntándome estas cosas, ¿Sabes lo mucho que se avergüenza de su condición? No hay muchas futanaris en el mundo, así que se siente rara. Por dios, vete, antes de que metas más la pata.

Literalmente mi hija me hecho del baño sin darme tiempo de disculparme de Samantha por mi error, dejandome fuera del baño cerrando la puerta con fuerza, siendo una clara señal de que no me acercara de nuevo, al menos, por el momento; aun así acepto que era toda una sorpresa el saber que ella era una futanari, conocía el termino, alguna vez lo escuche pero nunca había visto una de verdad en persona, quizás el quedarme viendo de aquella forma o la pregunta que hice fue realmente grosero de mi parte, solo tengo que esperar tener la oportunidad para poder disculparme correctamente.

***
Era más de media noche, todas nos habíamos ido a dormir hace bastante tiempo; yo me encontraba sola en mi gran habitación solo iluminada por una lampara de luz tenue, que me ayudaba a leer una novela eróticas recomendada por Sakura. Ella decía que le era de mucha ayuda, ya que su esposo Sasuke no pasaba mucho tiempo en la aldea tenia que satisfacer sus necesidades de mujer de alguna otra forma.

Al principio me parecía algo tonto e ilógico, pero con el paso de los años y el notar la poca presencia de Naruto en la casa, comencé a entender a que se refería; amo a mi esposo, pero no puedo negar que ahí noches donde me gustaría poder estar solos y tener una noche de amor, donde nuestros cuerpos desnudos se mezclaran, muestras manos exploraran todo del otro y nuestros labios solo se despegaran para tomar algo de oxígeno. Todo eso lo empecé a encontrar en las novelas erocticas que comenzaba a leer, los personajes hacían cosas que me gustaría hacer en algún momento, la historia, la trama y como se desarrollaba el acto sexual de forma tan sensual que lograba hacerme suspirar. Al llegar a aquella parte de la historia que leía actualmente, me detuve para sacar del cajón de mi mesa de noche un pequeño vibrador en forma de huevo; al principio me daba timidez el simple hecho de usarlo, pero ahora era diferente. Llevaba puesto un babydoll semi transparente blanco que se sujetaba de mi cuello, con un bordado igual de transparente que cruzaba por encima de mis pezones terminando un poco más abajo de mis senos, la tela seguía bajando en forma de una falda llegando un poco más abajo de mis caderas, mientras llevaba unas bragas de igual color y transparencia teniendo solo dos tiras que rodeaban mi cintura antes de cubrir mi entre pierna.

Me acosté y con una mano sostuve el libro empezando a leer, ingresando en la escena que buscaba el autor dar a conocer, dejandome llevar por la fantasía saboreando cada palabra de amor que se dictaban, antes de encender el vibrador y comenzar a usarlo, pasando por mi cuello con un ritmo suave imaginando que era el tacto que sentía la protagonista en el momento, empezando a bajar, posandolo en mis senos, rodeándolos sintiendo aquel cosquilleo mientras que mis pezones reaccionaban al tacto, aumentando la velocidad de la vibración sintiendo un satisfactorio placer entre mis senos que aplastaba con fuerza tal y como decía el libro, antes de empezar a bajar llegando a mi entre pierna, algo húmeda, empezando a jugar con mis labios vaginales, aumentando el placer en mi cuerpo, el deseo de ser tocada por mi esposo, por alguien que me vuelva loca de un frenesí sexual.

Mis gemidos empezaron a salir de mi boca al tiempo que deje mi libro de lado y solo empecé a acariciar explorar mi propio cuerpo, tocando aquellos puntos sensibles que conocía a la perfección pero sin dejar de salir de mi fantasía, pensando que era Naruto quien me estába tocando, su mirada y sonrisa juguetona buscando que sufriera en búsqueda del clímax; estaba encantada, mis movimientos eran más rápidos frenéticos y esto sólo aumento al ver el pene de mi esposo, a lo lejos, como un premio que me esperaba cuando tuviera mi orgasmo, un pene lindo y que ya había explorado mi interior muchas veces antes, un pene que mi vagina conocía. Por lo tanto, me extraño que entre mi propio placer, un segundo pene apareciera al lado de mi rostro, quizás no igual de grande de Naruto, pero este era sin duda alguno más grueso, con una punta cubierta como si tuviera una sorpresa esperando por ser descubierta, ese era el pene de Samantha y por alguna razón la veía a mi lado, sus ojos llenos de pasión y placer. No lograba saber por que, pero el verlo tan cerca me hizo pensar aun más en el, en su sabor, olor, como se sentiría destrozando mi vagina con aquel gruesor; todos aquellos pensamiento provocaron que mi cuerpo temblara y sin señal alguna llegue al clímax cubriendo mi boca con mi mano libre ahogando el gemido que salia de mi, mientras que mi otra mano se mojaba por mis propios fluidos.

— ¿En que mierda estaba pensando?

Me dije a mi misma después de recuperar el aliento y salir de la fantasía en la que estaba.

— nunca me imagine a nadie más a parte de Naruto, y mucho menos si es la mejor amiga de mi hija. Estoy mal de la cabeza... O han pasado mucho tiempo desde la última vez.

Realmente ni yo lo sabía, no comprendía por que había pasado lo que paso, pero al menos solo se iba a quedar en una fantasía, aun así, lo mejor era que dejara mi lectura y juguete hasta aquí; pero en eso un ruido capto mi atención, como de un golpe siendo seguido por una maldición bastante baja pero que aun así escuche en el silencio de mi habitación. La simple idea de que me hayan logrado escuchar en algún momento me aterraba, ni siquiera estaba segura de haber silenciado mi ultimo gemido, por lo que levante avanzando a la puerta pagando mi oreja en la puerta escuchando unos quejidos siendo acompañado por unos pasos que se hicieron menos sonoros al momento que se acercaba a la puerta de mi habitación, así que use el Byakugan logrando ver al otro lado, notando a Samantha que caminaba lo más lento posible usando una mano en la pared para ayudarse de guía.

No sabia por que, pero mi cuerpo reaccionó, abriendo la puerta justo cuando Samantha estába cruzando por el frente, permitiendo que observara su gesto de sorpresa y susto por mi acción.

— Samantha, ¿Que haces aquí a mitad de la noche?

Pregunte, observándola de arriba a bajo, posando mis ojos en sus manos que cubrían su entre pierna. Llevaba una blusa corta y estába en sólo bragas, por lo que podía notar como los bordes de esta se encontraban más estirados, como si buscaran mantener algo guardado.

— lo siento señora Hinata, estoy buscando al baño urgentemente, pero no pensé que la fuera a despertar.

— no te preocupes por eso, yo aun estaba despierta. Pero ahí algo que me gustaría hablar contigo Samantha.

— si gusta hablamos mañana, ya que realmente es urgente, a si que con su permiso.

Samantha salio corriendo por el resto del pasillo, aprovechando la luz que salia de mi habitación llegando a su objetivo encerrandose. Por mi parte podía ver gracias a mis ojos como ella solo se había sentado en el inodoro, notaba su respiración agitada, removiéndo sus bragas dejando libre aquel pene que había visto anteriormente, aquel tamaño y gruesor que surgieron en mi fantasía hace sólo un momento, mirando hacia arriba, cual soldado, firme para la acción; aquella imagen por alguna razón me hizo tragar saliva, comenzando a sentir un deseo de poseerlo, sus pequeña manos empezaron a acariciar su pene, frotando y estirando la piel que cubría el glande, dejándolo al descubierto, para que una de sus manos bajara a su vagina empezando a jugar con ella al a par que lo hacia con su propio pene. No podía oír lo que sucedía pero las redacciones de su cuerpo dejaban claro que estába sintiendo bastante placer, aquellos sobre saltos y el aumento en el movimiento de sus manos dejaba en claro que estaba cada vez más cerca del clímax; sin darme de cuenta había avanzado lo suficiente para estar frente a la puerta observando y escuchando lo débiles gemidos que lograban atravesar la puerta, sintiendo como yo misma me empezaba a calentar llevando una mano a mi vagina y otra a mis senos, empezando a jugar conmigo misma, imitando la velocidad que usaba Samantha apoyando mi rostro en la puerta empezando a jadear.

Mi respiración golpeaba la madera con la que estába hecha la puerta, siendo caliente, demostrando como me sentía, caliente, deseosa, no lo iba a negar, quería tener aquel pene en mi interior y por lo tanto, no logre retener más mis ganas y solo abría la puerta escuchando un gemido más fuerte proveniente de Samantha para que mi ropa fuera salpicará por su semen.

— ¡Lo siento! — fue lo que expreso Samantha ante lo sucedido.

— no te preocupes por esto. La culpa fue mía. Se que antes quizás te hice sentir mal, por lo que sucedió en el momento que se estaban bañando, realmente fue una sorpresa saber que eras una chica futanari, pero quiero que sepas que no debes de sentir vergüenza alguna frente a mi. Si hay algo que necesites, si tienes alguna emergencia no dudes en decirme.

— le agradezco sus palabras señora Hinata, estoy bien, solo requiero algo de privacidad.

Con un dedo tome una muestra del semen que había caído sobre la tela de mi badydoll mostrandolo, a lo cual Samantha solo se sonrojó avergonzada.

— realmente no estoy segura de eso — respondí — vamos, muestrame.

— ¿Pero?

— cariño, ya lo he visto así que no hay de que sentir pena.

Samantha removió sus manos dejando que viera su pene aun erecto, después de haberse corrido, palpitando, por lo que me arrodille frente a ella para tomar aquel pedazo de carne entre mis manos comenzando a acariciarlo de forma tierna, notando como el gesto de Samantha decía que estaba disfrutándolo, así que me enfoque en la piel que cubría su glande la cual tenia una gota blanca, bastante tentativa a la cual no logre resistirme, así que lo probé con la punta de mi lengua; su sabor era diferente al de Naruto, este era algo más dulce y ligero, delicioso era la única palabra que podía describirlo y por la reacción de Samantha era claro que fue una sorpresa para ella, pero no la veía quejándose.

— cariño. Después de correrte deberías de limpiar bien aquí adentro, eso es higiene, lo haré por ti solo esta vez, ¿Entendido?

No deje que me contestará, con la punta del dedo jugué un poco antes de usar mi lengua para abrirme paso en la entrada de su glande, saboteándolo, viendo como mi lengua rodeaba su glande pasando por debajo de la piel humedeciéndolo lo suficiente removiendo la piel con la ayuda de una mano dejandolo al descubierto por completo. No pude evitar lamer mis labios ante lo que tenia al frente, los deseos más profundos y perversos se apoderaron de mi, para engullir aquel pene que era más grueso de lo que pensaban, mi boca la sentía abierta al máximo y aun así, no podía evitar rozar el miembro con mis dientes, aun así no parecía algo malo para Samantha que suspiro de placer, por lo que, comencé a tragarlo lentamente hasta llegar a la base, donde mi labio inferior logro tocar el duro clitorix de Samantha, la cual gimió de placer, mientras que yo sentía que me ahogaba al no tener espacio para que el aire pasara con facilidad. De la misma forma como lo trague, empece a mover mi cabeza sacándolo pero quedándome con base de la punta entre mis labios, jugando con mi lengua para volver a tragarlo, con movimientos que empezaban a subir el ritmo a la par que Samantha empezaba a gemir colocando una mano sobre su blusa acariciando uno de sus senos mientras que la otra mano jugaba con su vagina, así que sus dedos llevaban a frotarse con mi barbilla.

La mano con la que estaba masturbándome, ya húmeda con mis propios fluidos, la lleve a la entrada de la vagina de Samantha comenzando a jugar con ella, primero, mis dedos rozaban con sus labios vaginales a lo largo de la abertura en lo que seguía chupando su pene, para tocar su clitorix completamente duro, apretándolo y tirándolo de el escuchando los delicados gemidos de Samantha, quien se aferraba con sus manitas a mi cabeza pero sin llegar a alejarla, al contrario, la estaba presionando aún más, así que respondí a sus deseos y comencé a chupar con aún mayor fervor, al par que ingresaba tres de mis dedos de golpe llegando lo más profundo que podía, sintiendo como su interior me apretaba con bastante fuerza mientras que sus gemidos empezaban a tomar fuerza, resonando en las cuatro paredes del baño, sus dedos tiraban de mi cabello junto con unos espasmos que emita su cuerpo llegando al orgasmo por segunda vez, corriéndose en mi mano como en mi boca, llenandola por completo de su espeso y dulce semen el cual se escurría por el largo de mi garganta sintiendo como recorría todo el camino hasta mi estomago.

Me levante sin dejar caer ni una sola gota de su semen, saboreando el dulce sabor antes de tragarlo por completo, alzando mi mano con la que profane a Samantha observando mis tres dedos humedecidos con mis jugos y los de ella, por lo que sucumbí a la tentación y los lleve a mi boca saboreando su sabor igual de deliciosos.

— tienes un gran sabor cariño, mucho más rico que mi esposo. Aun así, ¿Espero que ya estés mejor?

Pregunte, pero Samantha estaba bastante agitada como para responder, aun así, la respuesta que quería llego a mis ojos al ver como su pene seguía igual de erecto, aun después de haber llegado al orgasmo dos veces seguidas.

— vaya, ¿No parece que hubiera logrado algo? — me sentía algo decepcionada — ¿Sera que estoy perdiendo el toque?

— no es nada de eso señora Hinata — dijo Samantha una vez recuperó el aliento — pero las futanaris tenemos mayor resistencia y un deseo sexual casi incontrolable. Es por esa razón que como ve, aun estoy excitada.

— eso es malo, realmente se ve que no es nada cómodo para ti.

Por alguna razón mi cuerpo estaba ardiendo en placer, quería seguir, lo necesitaba por lo que mi razón no hizo acto de presencia alguna en este momento que tomaba mi decisión.

— si las cosas son así, entonces no me rendiré hasta ayudarte por completo.

Pose mis manos en mis caderas, tomando la delgada tela de mis bragas para empezar a bajarlas dejándolas caer al suelo siendo devoraba por los ojos lujuriosos de Samantha, sintiendo bastante emoción por lo que podría pasar, por lo que avance, colocando mis piernas a cada lado, alzando el velo de mi badydoll dejando mi vagina frente al rostro de Samantha.

— yo te ayudaré, pero no puedes ser la única que reciba. Así que espero que colabores conmigo.

Samantha bajo la cabeza, acción que atrajo mi atención y eso logro que una pizca de mi razón y ética surgieran de la neblina de perversión que envolvía mi mente.

— muy bien señorita Hinata. Le mostraré lo placentero que es estar con una futanari.

Las palabras de Samantha no me tomaron por sorpresa, pero si la forma como tomo mis caderas atacando mi peluda vagina rápidamente, provocando un escalofrío placentero recorrer mi cuerpo; Naruto nunca me ha hecho un oral, era algo que nunca se le había cruzado por la cabeza y el prefiere que mi entre pierna estuviera depilada, suave, diciendo que me veía mejor así, pero había pasado tanto tiempo desde la última vez que realmente no le di importancia a depilarme, aun así, aquí estába esta pequeña niña devorando mi vagina con bastante habilidad, su cara se revolcaba entre el matorral de bello ignorándolo por completo, su lengua ingresaba por completo dentro de mi moviéndose de forma vivaz estirando y haciendo palpitar mi interior; sus manos pasaron de estar sosteniendo mi cintura apretar mis nalgas separandolas, amasandolas juntando con ellas teniendo completo control.

— ¡Uff! ¡Sigue así cariño! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡No pares!

Esta niña no era buena, era magnifica con la boca, aquellos lengüetazos estaban atormentando de placer mi entre pierna, llegando al punto que no sabia si estaba mojada por su saliva o por mis fluidos, sintiendo como algo estaba a punto de salir, sentía aquellas extrañas ganas de orinar que tenia en estos momentos, para que su lengua atrapara parte de las paredes de mi interior doblándola en un placer sin igual que solo fue el inicio para sentir mi clitorix ser mordido sin piedad logrando que llegara al orgasmo.

— ¡¡AHHH!! ¡¡SIII OHH SIIIII!!

Llegue a uno de los mejores orgasmos de toda mi vida, estába teniendo quizás el squirt más potente de todos, mis fluidos salían cual manguera a presión empapando el rostro de Samantha y su ropa, pero aún así ella no se retiró, recibiéndolo con la boca abierta lo cual me gusto aún más y eso solo aumento la fuerza del squirt. Al terminar, sentía mis piernas agotadas amenazando con ceder en cualquier momento, pero no espere que Samantha se deslizara por entre mis piernas golpeandome para que quedara de rodillas, mi vientre sobre la pata del inodoro y mi cabeza y brazos sobre el tanque de agua.

— ahora esta lista y yo estoy lista, por lo que deberíamos de pasar al plato principal.

Escuche con atención sus palabras y gire mi rostro para encontrarme su pene que se poso entre mis nalgas, frotandose tanto para arriba como hacia abajo, generando en mi un sentimiento de necesidad por tenerlo adentro, el cual no se calmaba con solo sentirlo cortarse con mi vagina

— nunca se me ocurrió follar a una mujer mayor, asi que me alegra que la primera sea la sensual milf que tiene mi mejor amiga por madre.

Ella termino sus palabras, empezando a introducir su pene en mi vagina, sentía cada momento que este se abría espacio a la fuerza, estirando mi interior ya acostumbrado al pene de mi esposo, su camino solo se detuvo cuando golpe la entrada de mi útero un par de veces antes de retirase de la misma forma tranquila lo cual no me gustaba, quería algo más atrevido y bestial, quería ser domada y que volvieran un caos mi vagina.

— querida, ¿Puedes hacerlo más rápido? Realmente no tienes que preocuparte.

— asi que lo quiere más rápido — una fuerte nalgada fue lo que obtuve por mis palabras — asi que usted es ese tipo de mujer, una zorra sedienta de sexo.

Sus embestidas subieron de ritmo, eran un poco más rápida pero al mismo tiempo, su gruesor llegaba a ser bastante satisfactorio, ya que movía mis pliegues de un lado a otro estirandolos más haya de lo que podía provocando que se devolvieran de golpe.

— ¿Quieres más fuerte?

— si cariño — mi trasero fue golpeado por segunda vez.

— vamos perra no te escuche bien, suplica por lo que quieres, ¡Que se escuche!

— más duro.

Mi trasero volvío a ser castigando.

— ¡Más fuerte!

— ¡Dame más duro!

Esta vez mi otra nalga fue golpeada, dejando un ardor placentero en ella.

— ¡Suplica como la puta que eres! ¡Hazlo mucho mejor!

— ¡¡POR FAVOR USA TU PENE PARA DESTROZAR MI VIEJA VAGINA Y LLENAME POR COMPLETO DE TU DELICIOSO SEMEN!! ¡¡USAME COMO LA PUTA ESPOSA QUE SOY!!

Realmente no podía imaginar que algún día estaría tan sumisa, que diría  lo que dije y suplicaría de esta forma por ser penetrada con fuerza y mucho menos que todo lo anterior seria provocado por el pene de una pequeña niña futanari que conocía desde hace bastante años atrás, pero mis súplicas fueron correspondidas como se debía, su ritmo era mayor, más veloz y con mucho más fuerza sintiendo prácticamente como estaba siendo desgarrada, mi interior no podía adaptarse a su gruesor le costaba y eso era lo que me gustaba sin mencionar que aun seguía siendo golpeada en mis nalgas sin alguna piedad, estando bastante segura que la marca de su mano debería estar brillando al rojo vivo en mi piel, pero mi placer no termino ahí, mi culo, mi agujero trasero empezó a ser estimulado por sus dedos sintiendo como estos ingresaban y salían, incluso abrían aun más mi culo, lo amaba, estaba adorando este placer degenerado.

— vamos perra, gime como se debe, quiero que suenen en toda la casa.

— ¡¿Pero Himawari..?

— ella no se despertara, así que muestrame como es que gime esta puta al ser follada... Por ambos agujeros.

Gire mi rostro, para ver como su sonrisa juguetona solo se hacia cada vez más grande, para alzar su brazo derecho cerrando la palma de su mano en un puño el cual envolvió en su saliva; por alguna razón sabia lo que iba a suceder y eso me hizo tragar por un sentimiento de miedo pero al mismo tiempo de curiosidad por lo que iba a pasar.

— ¡¡GIME PARA MI PUTA!!

Samantha literalmente lanzo un golpe con su puño que se incrusto en mi culo dilatado, abriéndose camino hasta un lugar tan profundo que sentí un choque eléctrico, un gemido desgarrador salio de mi garganta en contra de mi voluntad llegando al orgasmo, corriendome por mis dos agujeros y aun así, Samantha no mostró piedad alguna, ya que movió su brazo con violando mi culo, mientras que su pene cada vez golpeaba más fuerte abriendo la entrada de mi útero.

— ¡¡AHHH!! ¡¡AAHH SIGUE ASÍ!! ¡DAME MAS FUERTE!! ¡¡AAHHH DESTRUYE MI CULO POR COMPLETO!! ¡¡JUEGA CON MIS ENTRAÑAS!! ¡¡SII ME VUELVO A CORRERR!!

Ya estaba loca por el placer, cada orgasmo era excepcional, y eso era lo único que buscaba actualmente, el placer de estarme corriendo tan seguido y seguir siendo follada era algo sin igual.

— ¡¡NOOOO!! ¡¡NO JALES LOS PELOS DE MI CULO!!

— ¡Calla zorra! ¡Estoy por correrme así que aprieta con fuerza!

Samantha tiro de los pelos de mi culo de tal manera que hizo tener un nuevo orgasmo justo al mismo tiempo que ella se corría en mi interior una vez que su pene logro pasar la entrada de mi útero, disparando su semen directamente llenandome por completo.

Samantha saco su pene de mi interior al igual que su brazo, dejandome el culo completamente abierto mientras que su semen se mezclaba con mis propios fluidos empezando a escurir saliendo de mi vagina, mientras que mis fuerzas habían dejado mi cuerpo y si no fuerza por el inodoro habría caído al suelo.

— venga, no me diga que ya esta cansada — Samantha me tomo de las piernas, tirandome al suelo para que viera como ella seguía igual de dura — te lo dije antes, las futanaris no somos tan fáciles de complacer. Asi que preparate, por que esta noche no va a descansar.

No lo podía creer, ella estába hablando en serio y su pene como su gesto lujurioso lo decía, pero ahora sentía como mi cuerpo temblaba de miedo pero al mismo tiempo placer, por lo que solo lleve mis manos a mi vagina abriéndola dejando que el semen en mi interior saliera aún más.

— ¿Que esperas?

***

Un nuevo día había llegado y en la residencia Uzumaki, Himawari y Samantha se estaban despidiendo de Hinata, quien tenía puesta una gran bata cubriendo por completo su cuerpo.

— volvemos en la tarde mamá.

— hasta pronto señora Hinata, gracias por todo.

— no. Gracias a ti y vuelve cuando quieras.

Hinata se despidió de las dos jóvenes cerrando la puerta una vez se alejaron, para que ambas jóvenes empezaran a caminar por las calles de la aldea en un silencio bastante cómodo.

— y... ¿Que tal la pasaste a noche? ¿Dormiste? — pregunto Himawari con inocencia.

— tu si que eres perversa Hima. Usar a tu novia solo para satisfacer tu pervertida fantasía sexual de verme coger a tu madre, te pasas, y sobre el hecho le das afrodisíaco en su bebida para que se excitará. Himawari eres alguien de temer.

— ¿Pero me vas a decir que no lo disfrutaste?

— si bueno, fue literalmente tener sexo con la versión adulta tuya. Algo nuevo e interesante.

— además, tengo que admitir que me masturbe de lo mejor al verte tener sexo con mi madre. Deberíamos de hacer un trio la próxima vez, ¿Que me dices?

— pequeña pervertida, sabes que me encanta la idea — Samantha beso a Himawari antes de tomarla de la mano, siguiendo su camino.

Fin.

[Hola, aquí les dejo otro pedido de Samantha, espero que les guste y que te haya gustado Samantha]

Continue Reading

You'll Also Like

3.8M 395K 35
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...
491K 79.2K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
309K 23.8K 52
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
448K 45.5K 114
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...