A Magic Love Story

By Jfernan98

54.3K 2.4K 510

Todos conocen la historia del niño que vivió y más aún de como éste derrotó al Señor Tenebroso. Pero esta his... More

Capítulo 1: La caída del Señor Tenebroso
Capítulo 2: ¿Que haré sin ti?
Capítulo 3: Ahora soy yo, el que no quiere nada
Capítulo 4: La carta
Capítulo 5: Amistad y recuerdos
Capítulo 6: La Fiesta
Capítulo 7: Siempre el tono de sorpresa
Capítulo 8: El beso
Capítulo 9: Una carta inesperada
Capítulo 10: La despedida
Capítulo 11: Su mirada, no me dejaría mentir
Capítulo 12: Día especial
Capítulo 13: ¿Reconciliación?
Capítulo 14: Mundo muggle
Capítulo 15: Memorias
Capítulo 16: ¿Romántico, yo?
Capítulo 17: Parque de los amorosos
Capítulo 18: Regreso a La Madriguera
Capítulo 19: Decepción
Capítulo 20: La decisión de Hermione
Capítulo 21: Una amistad verdadera
Capítulo 22: El imposible olvido
Capítulo 23: Sentimientos encontrados
Capítulo 24: Hogsmeade
Capítulo 25: La carta de invitación
Capítulo 27: Impulsos

Capítulo 26: Hogwarts

1.3K 63 18
By Jfernan98

26

Hogwarts

El día de la invitación finalmente había llegado y Ron no dejaba de pensar con inquietud en qué es lo que le esperaría en este día. Sentía una mezcla de nervios y emoción en su interior, pues sinceramente no tenía ni la más mínima idea de lo que sucedería y mucho menos, si es que en verdad estaba preparado para volver a verla después de tantos meses. A pesar de que intentó convencerse de no ir, sabía que a estas alturas ya no podía hacer eso. Ya no podía dar marcha atrás, este era el momento de tomar aquellas decisiones y de definir un sinfín de cosas que lo han mantenido pensativo durante todo este tiempo.

La noche anterior había regresado a La Madriguera debido a que Harry le escribió mediante una carta que él iría allá, para que luego pudieran partir juntos a Hogwarts. A pesar de que sabía muy bien que la principal razón por la que Harry quería ir a su casa era para pasar ese último día con Ginny, estaba agradecido de que quisiera acompañarlo pues de cierta manera él le daba la confianza y tranquilidad que necesitaba.

—Ron —llamó Harry mientras lo movía para que se levantara de una vez—. Ya levántate, se nos hará tarde si no comenzamos a apurarnos.

—Aún es muy temprano —murmuró Ron aferrándose a su cama, aunque en realidad no era precisamente por pereza el motivo por el que no quería levantarse.

—Recuerda que tenemos que llegar temprano a Hogwarts —aclaró Harry colocándose los anteojos—. Aprovecharé en ducharme mientras terminas de levantarte.

Y así el chico de cabello azabache salió de la habitación. Ron a duras penas se levantó de la cama y comenzó a seleccionar la ropa que se pondría. Alistó una elegante camisa que había comprado recientemente y unos pantalones oscuros que según George, le quedaban muy bien. Agradeció haber aceptado trabajar en Sortilegios Weasley porque gracias a ello, había podido comprarse mejores prendas para vestir. Mientras esperaba a que Harry regresara, tomó asiento sobre su cama y sin evitarlo más, dejó que su mente volviera a pensar en ella.

No dejaba de preguntarse en qué es lo que estaría pensando Hermione en este momento. ¿Estaría igual de preocupada que él o simplemente sólo iría para cumplir con la invitación sin que le importase nada de lo demás? Considerando que conocía su carácter, sabía que la segunda opción era muy probable. Incluso imaginó que sería exactamente eso lo que ella estaría pensando, pues aunque ya ha pasado un buen tiempo, aún no podría asegurarse que ella ya ha olvidado todo el enojo que sentía hacia él.

—Ya deberías apurarte —le dijo Harry cuando regresó a la habitación, logrando sacarlo de todos sus pensamientos.

—Oye amigo, no estoy seguro de esto —murmuró Ron sin levantarse, su rostro expresaba toda la preocupación que sentía.

—Claro que lo estás —replicó Harry haciéndole una seña para que se diera prisa—. He oído que Ginny ya se ha levantado, así que apúrate, nosotros debemos estar allá antes que ella.

A Ron le hubiera gustado seguir contradiciendo, pero se dio cuenta que ya no era necesario hacerlo. Ya no tenía oportunidad de retroceder, tenía que ir y más que cumplir con aquella invitación, tenía que ir para ver a Hermione. Porque ahora ese era el principal objetivo, ella. Así que rápidamente se puso de pie, y sintiéndose ahora totalmente decidido, se apresuró en terminar de alistarse y cambiarse. Al cabo de una media hora tanto Harry como él bajaron para desayunar, encontrándose con Ginny sentada en la mesa.

—¿Aún no te has ido? —preguntó Ron, bufando al contemplar la típica escena de besos que se iniciaba entre su hermana y su amigo.

—Estoy por irme —dijo ella al separarse de Harry—. Así que será mejor que se apuren, se supone que tienen que estar listos antes de que lleguen todos los estudiantes.

—Desayunaremos y luego nos vamos —dijo Ron sin quitar la vista de su comida, la cual afortunadamente resultó ser su favorita—. ¿Y mamá y los demás?

—Se encontrarán conmigo en King's Cross —respondió Ginny mientras se alisaba su larga cabellera pelirroja—. Por cierto, debo decir que te ves muy bien hoy hermano.

Ron sólo se limitó a asentir ante el cumplido y continuó concentrándose en su comida. Por otro lado Harry, que estaba ubicado al costado de Ginny, la miraba de reojo y comenzaba a pensar en lo mucho que la extrañaría. Era otro año en el que no la vería, otro año en el que tendría que esperar por tenerla nuevamente. Aún tenía la facilidad de comunicarse con ella por cartas, pero sabía que entre eso y tenerla junto a él, había una inmensa diferencia.

—Será otro año sin ti —murmuró Harry girándose para mirar a Ginny, sin poder evitar dedicarle una entristecida sonrisa.

—Lo sé —susurró Ginny, sintiéndose un poco culpable de ver a Harry así—. Pero es mi último año así que supongo que debo disfrutarlo.

—He oído que el equipo de Quidditch anda muy bien gracias a ti. Te has ganado la capitanía del equipo ¿verdad? —dijo Harry y Ginny asintió con una amplia sonrisa.

—Es verdad. ¡Le ganamos el partido anterior a Slytherin! —comentó con regocijo en su voz, contenta por contar los logros que ha obtenido el equipo de Gryffindor.

—Eso es excelente, apuesto a que todos los jugadores deben ser muy buenos —dijo Harry, sintiendo como el corazón se le aceleraba al verla tan feliz y sonriente.

—Sí pero... ¿Sabes algo? —dijo Ginny fijando su mirada en los ojos de Harry—. El nuevo buscador del equipo no es como tú.

Y luego de decir esto, acortó la poca distancia que había entre los dos y se acercó hacia él acurrucándose en su pecho. Sus brazos rodearon el cuello del chico y poco a poco fue levantando la mirada hasta fijarla en sus labios, dándole a entender a éste que lo que más ansiaba en este momento es que la besara. Harry la miró y llevó lentamente una de sus manos hacia el cabello pelirrojo, comenzando a acariciarlo. Fueron ahora sus brazos los que la rodearon, provocando un acercamiento más fuerte entre ellos. En un lento y calmado movimiento, acercaron paulatinamente sus rostros y sellaron aquel apasionado beso.

—Voy a extrañarte —dijo Harry, sin dejar de abrazarla y mantenerla pegada hacia él.

—También yo —susurró ella, aún teniéndolo cerca—. Como sé que estarás hoy en Hogwarts, tal vez a alguien se le ocurra escaparse un momento para verte.

—Esperaré por eso —sonrió Harry, despidiéndose de ella con un tierno beso en la frente—. Ron, creo que ya es hora de irnos.

El pelirrojo asintió observándolo con una mirada de pocos amigos, Harry no tardó en darse cuenta que el momento romántico que había tenido hace un instante con Ginny aún despertaba algo de celos en él. Ignoró el comportamiento de Ron y procuró no molestarlo más, pues no pretendía hacer que su amigo fuera a Hogwarts de mal humor. Y mucho menos si sabía que hoy se vería la cara con Hermione.

Al pensar acerca de sus dos mejores amigos, Harry se dio cuenta que no podía reprocharlos si es que ellos no quisieran ir, pues sinceramente él tampoco podría asegurar que estaría tranquilo al asistir. No por el mismo problema de ellos, sino porque aún temía que los recuerdos de aquel día volvieran a él. No soportaría volver a sentirse culpable por todas las muertes que ocurrieron en ese mismo lugar.

Llegaron hasta los alrededores de Hogwarts, exactamente a un costado de la cabaña de Hagrid. Sabían que su amigo no estaría ahí, pues ahora mismo probablemente estaría conduciendo a los estudiantes de primer año en unas barcas, tal como lo hacía en todos los inicios de clase. Caminaron hacia la entrada del castillo y al entrar, se llevaron la grata sorpresa de ver que todo lucía muy reluciente, resultaba casi imposible pensar que justo aquí hubo una guerra hace no mucho tiempo.

—¡Ya llegaron! —se escuchó una voz tras ellos. Ambos voltearon y se encontraron con la profesora McGonagall, convertida ahora en la directora de Hogwarts.

Saludó a los dos con un enérgico abrazo y luego les indicó que se dirigieran a la sala común de Gryffindor, donde permanecerían mientras ocurría la selección de casas. También les indicó que les avisaría el momento en el que los presentarían y por último les brindó un nuevo abrazo a ambos, diciéndoles lo muy contenta que estaba de verlos nuevamente.

Los dos amigos asintieron y se encaminaron hacia el lugar indicado. Pasaron por varios pasillos y escaleras, y mientras observaban cada objeto o lugar del castillo, no podían evitar sentir algo de nostalgia. Parecía como si sólo hace poco hubieran estado aquí, irrumpiendo las reglas y metiéndose en problemas constantemente. Eso les hizo recordar a Filch, el conserje de Hogwarts, a quien encontraron por el camino acariciando a su inseparable gata. También vieron a Nick Casi Decapitado y a el profesor Slughorn, que al parecer seguía dictando la materia de Pociones.

—¿Crees que Hermione ya esté aquí? —preguntó Ron, sin dejar de echar miradas inquietas a su alrededor.

—Es muy probable que ya esté en la sala común —respondió Harry saludando a Madame Pomfrey, que salía de la enfermería para reunirse con los demás en el Gran Salón.

—¿Y si no vino? —volvió a interrogar Ron, era claro que su inseguridad comenzaba a hacerlo dudar nuevamente.

—No creo que Hermione le hiciera eso a Hogwarts —respondió el chico de gafas—. Recuerda que es la persona más responsable que conocemos.

Ron se convenció de ello, aunque dada las circunstancias no sabía si el que ella estuviera aquí sería mejor o peor. La sala común estaba cada vez más cerca y Ron parecía ponerse cada vez más nervioso. Llegaron hasta el retrato de la Dama Gorda, quien los dejó pasar sin problemas y siguieron el camino del agujero circular que los haría entrar a la sala común. 

Ron echó miradas por doquier pero no encontró a nadie, hasta que sus ojos fueron a parar con ella. Estaba de pie junto a la ventana por donde solían ver los terrenos de la escuela, pero ella estaba de espaldas y parecía no haberse percatado que ellos habían entrado.

—Hola Hermione —llamó Harry y al instante ella volteó a mirarlo. Esbozó una amplia sonrisa al verlo y cuando ya estaba preparada para ir a saludarlo, su expresión quedó helada cuando sus ojos se dieron cuenta que Harry tenía un acompañante.

—Hola —murmuró Ron con la voz temblorosa, levantando torpemente la palma de la mano.

—Hola —dijo ella de la misma manera, sin saber qué expresión tomar ante el momento.

El ambiente tomó un repentino silencio en el que Ron se dio el tiempo de verla por unos pocos segundos más, antes de desviar disimuladamente la mirada. Sentía la necesidad de tocarse el corazón pues este extrañamente había comenzado a acelerarse con tan sólo verla. Tragó saliva y un rubor coloreó sus mejillas al pensar que la tenía ahí, justo en frente de él. Rápidamente se atrevió a dirigirle otra mirada y pudo darse cuenta que ella también estaba tratando de evitar mirarlo, su inquietante modo de hacerlo la hacía lucir nerviosa.

—¿Hace cuánto llegaste? —preguntó Harry, procurando romper el pronto silencio.

—Hace una media hora tal vez —respondió Hermione, tomando asiento en uno de los sillones esponjosos que había en la habitación.

 —Fuiste más que puntual —dijo Harry y dirigió una mirada de reojo a Ron, quien parecía haber perdido la habilidad de hablar—. ¿Cómo has estado Hermione?

—He estado bien —respondió ella sin mirar a nadie en particular—. ¿Y ustedes?

—Igual, aunque a Ron le ha ido mucho mejor —el pelirrojo volteó a mirarlo al ver que mencionó su nombre—. Está trabajando en Sortilegios Weasley ¿sabías?

Hermione quedó boquiabierta ante la noticia y su mirada no pudo evitar cruzarse con la de Ron, provocando un tímido contacto visual entre ambos. Su expresión era de total sorpresa pues nunca se hubiera imaginado que Ron, a quién creía lo bastante irresponsable, tendría ya un trabajo y más sorprendente aún, en un negocio tan importante para su familia como lo era Sortilegios Weasley.

—Oh vaya... no sabía de eso —dijo ella aún si quitar el asombro de su rostro—. No pensé que George volvería a reabrir la tienda de bromas tan pronto.

—La tienda de bromas está en su mejor momento —corroboró Harry.

Hermione expresó algo parecido a una pequeña sonrisa y bajó un poco la mirada arreglándose el cabello. ¿Cuánto tiempo habría pasado ya sin ver a Ron? Sentía como si hubiera sido mucho y poco a la vez. Hasta le parecía increíble que en ese tiempo él ya hubiera conseguido un trabajo y que al parecer, lo estuviera asumiendo con responsabilidad. Todo indicaba que a Ron le iba mucho mejor y no pudo negar que se sentía feliz de ello, porque a pesar de todo seguía siendo su amiga y tenía que alegrarse por él.

—¡Ya es el momento! —la estrepitosa voz de Filch los sobresaltó al escucharse desde las afueras de la sala común.

Los tres amigos salieron para efectivamente encontrarse con Filch, quien los apuraba para que se dirigieran al Gran Salón, donde estaban todos reunidos. Bajaron rápidamente hasta la planta baja y llegaron en unos pocos minutos. La directora McGonagall los vio acercarse y les hizo una seña dándoles a entender que estaba a punto de presentarlos.

—Luego de haber concluido con la selección de casas —inició, dirigiéndose a todos los estudiantes presentes—. Tengo el gran placer de presentarles a nuestros invitados de honor que nos acompañan hoy: Harry Potter, Ronald Weasley y Hermione Granger.

El vitoreo y los aplausos no se hicieron esperar entre todos los presentes y uno a uno, el trío comenzó a acercarse hasta ubicarse al frente de todos los estudiantes sentados en el Gran Comedor. La directora McGonagall les indicó que se quedaran un momento de pie tras ella antes de que nuevamente comenzara a hablar.

—Todos sabemos que ellos fueron una parte esencial de lo que fue aquella batalla contra el mal en el mundo mágico. Por lo que nos sería muy importante saber qué es lo que podrían decir ante ello. Sin más preámbulos, ahora recibiremos algunas palabras de cada uno.

La directora McGonagall se hizo a un lado para dejarle el puesto a quien se acercaría para ser el primero en hablar. Tanto Harry como Ron se dirigieron una mirada de confusión, al parecer ninguno de los dos se esperaba que tuvieran que hablar frente a todos.

—¿Palabras? ¿A qué se refiere? —susurró Ron, sólo para que Harry lo escuchara.

—Un pequeño discurso, supongo. ¿Preparaste algo?

—No preparé nada.

Hermione al ver que ninguno de sus dos amigos se animaba a hablar y sólo se susurraban entre sí, dio un paso adelante y fue ella quien se atrevió a ser la primera en hablar. Ron se sorprendió al verla avanzar muy decidida y sin haberse dado cuenta, notó que había estado mirándola por un buen tiempo. Procuró escuchar con atención cada una de sus palabras pero no lo logró, no podía concentrarse debido a que sólo con mirarla sentía desconectarse del mundo y de cualquier otra cosa que no fuera ella. ¿Eso significaría que aún siente algo por Hermione? Aún no lo negaría, poco a poco sus sentimientos obtenían más claridad.

—... y todo fue gracias a la ayuda de quienes decidieron estar de nuestro lado y apoyarnos a pesar de que sabían que estaban arriesgando su vida. Porque ninguna muerte sería en vano, si todos luchábamos por un mundo mágico libre de toda maldad.

Y de aquella manera Hermione terminaría con su emotivo discurso entre los aplausos de los estudiantes y profesores de Hogwarts. Retrocedió unos pasos hasta llegar al costado de sus dos amigos y miró a Harry para hacerle una seña de que avanzara y fuera el siguiente. Ron también le pidió lo mismo diciéndole que aún no había pensado en nada que decir.

Por lo que Harry decidió ser el segundo en dar un paso adelante y comenzar a hablar. Ron se dio el trabajo de pensar en silencio en qué decir, pero fue interrumpido cuando su mirada fue a dar con Hermione otra vez. ¿Cómo podría concentrarse ahora si tenía cerca a la chica que provocaba un millón de revuelos y confusiones de sentimientos en él? Era como si de pronto todo se pusiera de acuerdo en no dejarle pensar en nada y sólo permitirle apreciar la belleza de la mujer que tenía a su costado. Se escucharon nuevamente aplausos de la gente haciendo que Ron volviera a la realidad dándose cuenta que Harry ya había terminado.

Harry regresó a su sitio anterior y le hizo una seña a Ron para que avanzara e iniciara su discurso. El pelirrojo no tuvo otra opción que hacerlo y procedió a dar unos pasos adelante y ponerse al frente de todos en el Gran Comedor. Claramente no había preparado nada ni tampoco había pensado en como iniciar sus palabras. Observó a la multitud de estudiantes con sus miradas puestas en él y sintió que la mente se le nublaba cada vez más, pero aún así debía apresurarse en decir algo. Volteó fugazmente a ver tanto a Harry como a Hermione, dándose cuenta que esta última no despegaba su mirada de él.

—Bien... comenzaré diciendo que nada de lo que pasó fue fácil para mi ni para cualquier otra persona que hubiera estado presente en aquel momento. No fue nada fácil haber sido testigo de la muerte de tus compañeros y amigos, y siendo aún peor, de gente inocente que sólo intentaba de alguna manera ser partícipe y proteger de cualquier forma a nuestra escuela. Cada vez que recuerdo lo que pasó aquel día, aún puedo sentir el miedo que azotaba conmigo y con mi familia. Creo que perder a mi hermano fue lo más desgarrador que pudo pasarme en la vida. Quedé destrozado al verlo, pero aún así supe que tenía que continuar. Porque la vida no terminaba ahí, de alguna manera aún tenia que hacer algo para proteger a las personas importantes que me quedaban. Y sé que al final la muerte de mi hermano nunca será en vano. Porque sé que también gracias a él, pudimos salvarnos.

Las palabras de Ron terminaron acompañadas con los aplausos de todos los presentes en el Gran Salón y sin decir nada más, el pelirrojo regresó en silencio a su posición original. La directora McGonagall retomó nuevamente su puesto y agradeció a cada uno de ellos por sus palabras, luego argumentó también su propio discurso y finalmente dio inicio al banquete. El trío tomó asiento en los lugares reservados para ellos en la mesa de los profesores y de igual manera degustaron también de la deliciosa comida.

Habiendo terminado ya el banquete, McGonagall indicó a los prefectos que guiaran a los estudiantes a sus respectivas casas y luego de que cada profesor también se desplazara a sus respectivos quehaceres, se acercó a los tres amigos para agradecerles su presencia.

—Gracias por haber asistido, me da mucha alegría verlos y saber que los tres están bien. Saben que siempre serán bienvenidos aquí en Hogwarts.

Y antes de despedirse, los invitó a quedarse en el castillo. Sin querer rechazar la invitación, los tres decidieron que quedarse por un momento estaría bien así que se dirigieron hasta una pequeña habitación detrás de la mesa de los profesores, pues imaginaron que ahí no interrumpirían a los demás estudiantes. Tanto Ron como Hermione caminaban silenciosamente a cada costado de Harry, tratando de evitar sin éxito el cruzar sus miradas.

Harry no pudo evitar ser testigo de aquellas rápidas y disimuladas miradas de reojo que se daban el uno al otro, y ya hasta le resultaba un tanto gracioso ver lo tímidos que podían ponerse. Se sentía como si fueran dos extraños que empezaban a sentir atracción entre ellos. Porque si había algo que no podía pasar desapercibido, era esa extraña conexión que tenían los dos, como si ambos se estuvieran reteniendo las ganas de arrebatarse de una vez los malos sentimientos y lanzarse a los brazos del otro sin vergüenza alguna.

Al llegar a la pequeña habitación, Hermione se alejó de los dos dirigiéndose a sentar en uno de los sillones mientras Ron se distraía observando los cuadros en las paredes, esperando tal vez que a Harry se le ocurriera iniciar algún tipo de conversación. Pero al girarse a verlo, notó que éste se había quedado en la puerta observando en silencio hacia fuera.

—¿Pasa algo Harry? —preguntó Ron mirándolo detenidamente. Hermione también levantó su vista hacia él.

—Es Hagrid... me está llamando. Quiere que vaya —comentó Harry, haciendo unas señas como si saludara a alguien.

Ron también se acercó a la puerta deseoso por saludar a aquel entrañable amigo que no veía hace mucho, pero le sorprendió no encontrar a nadie.

—Yo no veo a nadie.

—Acabo de verlo, me está esperando.

—Amigo si Hagrid estuviera ahí, lo vería fácilmente. Recuerda que es enorme.

—Tengo que ir. Suerte Ron —Y diciendo esto, Harry salió.

No pasó más de un minuto para que Ron se diera cuenta de lo que significaba aquel "Suerte Ron". ¿Y si en realidad Hagrid nunca apareció y eso sólo había sido una excusa de Harry? Es justo ahora cuando también pudo darse cuenta que la verdadera intención de Harry no había sido otra más que dejarlo solo con Hermione. Su corazón se aceleró de sólo pensarlo y sus mejillas adquirieron un color rojizo al saber que ahora sólo estaban los dos.

Volteó sigilosamente a verla y agradeció que ella no lo estuviera siguiendo con la mirada, pues si ya había estado algo intranquilo de tenerla cerca, ahora era mucho peor. Retrocedió unos pasos alejándose de la puerta y se apoyó en una de las paredes permaneciendo callado. ¿Qué es lo que podría hacer ahora? Se preguntó si a Hermione se le ocurriría iniciar una conversación pero desechó rápidamente la idea, porque podía percibir perfectamente que ella esperaba que él hiciera algo. ¿Pero qué es realmente lo que debería hacer?


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡Hola! Primero que todo, quiero disculparme por no haber estado actualizando. Estas últimas semanas he estado bastante ocupado debido a que ya estoy por ingresar a la universidad y eso me tomó mucho tiempo, espero puedan comprenderlo. Pero no se preocupen que no voy a dejar de publicar esta historia. Espero todos estén bien y espero también que les haya gustado el capítulo. ¡Cuídense y nos vemos!

Continue Reading

You'll Also Like

74.8K 8.4K 14
Tras la victoria de Max en los X-Games Bradley se encarga de ser el chico de las toallas del equipo de patinaje de Max, ambos se ven forzados a iner...
505K 81.1K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
591K 48.4K 167
~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
66.5K 9.2K 16
Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...