Muchos Cuerpos Una Mente

By Svudia

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Henry una persona común y corriente, despierta en un velero en medio del océano junto con su mente totalmente... More

Capitulo 1
Capitulo 2

Capítulo Final

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By Svudia

Sentado en el comedor de este complejo, Henry, no hacia nada más que batir con completo ocio el plato de comida que tenía en frente. Un plato con comida amarillenta que parecía algún tipo de guiso, tenía uno que otro trozo de carne saliendo a la superficie, una parte de él quería preguntar que era, pero con todo lo que había pasado solo se limitó a dar la gracias y sentarse, dando pequeño bocados con una cuchara debes en cuando. 

Realmente tenía hambre, no había comido nada en más de un día, debido a todo lo acontecido en las últimas 24 horas. Pero todas las visiones de las susodichas 24 horas, que rondaban por su mente, hizo que su apetito menguara a pesar de que su estómago digiera otra cosa.

Un par de botas caminaron hasta estar en frente de la mesa de Henry. Levantó la vista, viendo la figura de otro clon vestido con un uniforme negro y equipo táctico, se había presentado como el Capitán Hacked. Otro tipo más alto y músculos que Henry, con una cara que no parecía tener otra expresión facial más que solo mostrar una cara plana sin emociones con ojos que parecía estar evaluando cada pequeña movimiento que hacía.

Durante un momento, Hacked se mantuvo erguido y con las manos detrás de la cadera, mirando directamente a Henry. Hubo un momento de silencio, un incómodo Henry pensó en decir algo, "¿Descansé... Soldado?" Dijo con la cara envuelta en confusión.

El Capitán asintió dejando que su cuerpo se relajará un poco. "Señor, el submarino está listo. La explosión casi ocasiona un derrumbe en el subsuelo del muelle. Pero afortunadamente no fue nada grave, el submarino no sufrió daño significativos por las rocas caídas..."

El Capitán siguió hablando, pero la mente de Henry ya no se encontraba ahí. Nuevamente se había sumido en sus pensamientos. El submarino, claro. Eso trajo consigo más recuerdos.

Después de la muerte de Arnold y su aparente compañero, todo fue como si el tiempo se hubiera detenido. No se levantó del suelo hasta que Hacked y su equipo llegaron y lo llevaron a una 'zona segura'. 

Después de unas horas de evaluar su cuerpo en busca de cualquier daño por más mínimo que fuera, se encontró haciendo nuevas preguntas. Las primera de ellas fue; ¿Quién era el General McCann?

Dicho por el otro clon que se presentó como el Comandante en Jefe de esta base, eso hasta que el Creador volviera. Según él, McCann era uno de los hombres que había ayudado a Henry en su conquista mundial y el líder de la Organización de Unificación Mundial. Un hombre igual de 'eficiente' que el propio Henry, eso en palabras del Comandante en Jefe.

Y aparentemente el responsable de toda está cadena de acontecimientos. Desde el despertar de Henry en un bote, hasta la aparición de un barco militar lleno de clones que iba en busca de este complejo.

Pero al parecer todo esto siendo saboteado por un antiguo Henry, debido a que la última transmisión desde New York por parte de este mismo, hasta esta base, había sido de que cortarán toda contacto con el exterior y se mantuvieran invisibles.

Y todo funciono por 6 meses hasta que Arnold activo de nuevo las comunicaciones el tiempo suficiente para que la ubicación de este complejo fuera revelada al General McCann. Pero no todo era malo, junto con la activación de la comunicaciones llegaron mensajes de todo el mundo, el más importante de ellos era una de New York de un tal Coronel Raclaw.

Quien en palabras del Capitán Hacked y el Comandante, era otro clon, ni más ni menos que el líder de las Fuerzas Especiales del ejército de Henry, y guardaespaldas en aquel momento. Al parecer Raclaw había tratado de contactar con este lugar, lastimosamente no pudieron contestarle debido a que tenían que apagar la señal de comunicaciones, pero sí pudieron rescatar el mensaje que había enviado lo cual era una petición de refuerzos, más la ubicación de donde podían acceder a la ciudad sin ser detectados.

Esto hizo que el Capitán Hacked, se ofreciera como voluntario para ir junto con su equipo. Y para sorpresa de todos, Henry también dijo que iría. Naturalmente todos a su alrededor trataron de convencerlo de que declinara la petición, pero Henry se negó, el iría a New York a buscar respuestas si o si. Y como era de esperar todos obedecieron.

Ya sabía cómo había llegado a aquel velero en medio del océano, ahora necesita saber el porqué, y probablemente el General McCann tenía las respuestas...

"¿Señor?"

La llamada de Hacked, hizo que Henry saliera de sus pensamientos con un parpadeo y mirara en su dirección.

"¿Qué...?" 

"Estamos listos para partir, señor."

"Ahh... sí." Henry se levantó dejando su plato a medio comer. "Andando."

Hacked asintió, dio un saludo, giro sobre sus talones y se dirigió a la puerta.

Al llegar a lo que se conocía como un subnivel de la base, Henry que era una enorme cueva que daba con una salida hacia el mar. 

El lugar no había sido del todo remodelado, solo habiendo un par puesto alrededor los cuales eran talleres y puestos de vigilancia, junto con un muelle en el cual descansaba un submarino.

Viéndolo desde lejos hasta por un momento, dio un suspiro y continúo su marcha. Hasta que una voz lo llamó por detrás.

"Hola, Liz." Dijo al ver aquella clon femenino.

Ella se acerco hasta estar enfrente de él. Miró a Hacked quien estaba al lado de Henry. 

Señaló con sus ojos a Hacked con sus ojos a la vez que soltaba un pequeña tos.

Henry entendió, le indicó a Hacked que se adelantará, a lo cual obedeció sin problemas. Dio un saludo, giro sobre sus talones y se fue. 

Esperando a que Hacked se alejara lo suficiente , Liz habló, "¿En serio, te tienes que ir?" Dijo con cierta tristeza.

Henry asintió con una mirada algo triste. "Sí... tengo que averiguar más sobre mi pasado." Puso sus manos en los hombros de Liz. "Además, parece que a ustedes les va bastante bien en mi ausencia."

"No." Ella dijo con una sonrisa algo preocupada. "Créeme que no. Yo soy prueba de eso."

"Ouh..." Henry apartó su mirada por un momento al recordar la razón por la que Liz fue creada. Sacudió su cabeza y volvió a mirarla. "Escucha, cuando regrese, las cosas van a cambiar. Yo... por todo lo que he visto, me dio cuenta que no soy el mismo..." 

Ella asintió. "Te creo, este nuevo tú no es el imbécil del que había leído en los registros." Levantó sus manos y las puso en los cachetes de Henry, de una manera suave. "Es mucho mejor."

Henry trago saliva ante el toque suave junto con la forma lenta y profunda de aquella última oración. El ambiente había cambiando notoriamente, ambos se quedaron en silencio por un momento.

Los pensamientos de Henry se agitaron hasta que Liz se inclino hacia delante, se congeló ante el contacto de los labios de ella con los suyos. Luego de 2 segundos ella se apartó.

Henry se quedó boquiabierto con las ojos apuntó de salirse de sus cuencas. Liz se quedó mirando por un momento, luego de un parpadeo, la mirada de deseo cambió a una de sorpresa y asco.

"¡Oh mierda!" Ella levantó sus manos poniéndolas en su cabeza y apartaba su mirada. "¿Lo hice de nuevo, verdad?" 

Henry se sacudió su cabeza, volviendo en si. "¿Espera qué?"

"Si, digamos que aparte de que esos idiotas me crearán para atender sus necesidades más bajas. Resuelta que mi cerebro también está programado para eso." Soltó un bufido de irá y giro a su alrededor. "¡Jódanse todos, bola de enfermos!"

Luego de unos segundos ella volvió a mirarlo. 

"Lo siento... ¿Seguro que no quieres quedarte?" Su voz pasó de ser una enojo a una que mostraba cierta desesperación. "Podrías ayudar mucho aquí, sobretodo quitándome esa estúpida programación de mi cabeza. Ya me estoy hartando de mantenerme encerrada en esos laboratorios todo el día, mientras busco en callejones sin salida una forma de desprogramarme."

Henry, se mantuvo en silencio por un momento. "Yo... No, lo siento." Liz bajo su mirada con tristeza. A lo cual Henry volvió a hablar agarrándola de las manos. "No, espera. Te prometo que volveré y arreglaré... Todo eso." Levanto su mano e hizo un pequeño círculo con su dedo en la cabeza de Liz. "Aunque claro... No tengo ni idea de genética o... ¿Programación de cerebros?"

Liz se soltó una pequeña risa. "Créeme, que podrás. Después de todo tú hiciste todo esto." Movió su brazo a su alrededor.

"Ya no soy más esa persona." Henry bajo su mirada. 

Liz levantó la cabeza de Henry con una mano para que la mirará. "No, pero aún podrías aprender de vuelta."

"Me podría llevar años..." 

"No me importa espera con tal de quitarme esa mierda de la cabeza. Además mientras tú estés aquí junto a mi..." Sacudió su cabeza otra vez, soltando un gemido de irá. "Mierda, otra vez." 

Soltó a Henry y dio un paso atrás. 

"Suerte y regresa con vida." Dijo rápidamente con una sonrisa nerviosa y luego se fue corriendo a la escaleras dejando a Henry con las palabras en la boca.

"Okey... Gracias." Grito lo más que pudo para que lo escuchara. Lo cual ella correspondió. 

En cuanto vio ella desapareció cruzando la puerta, soltó un suspiro y se pasó una mano por sus labios, para luego hacer una mueca de asco. ¿Acababa de besarse consigo mismo? 

Estremeciéndose prefirió no pensar mucho en eso. Sin más que decir, continuo su caminata hacia el submarino. 


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El alcantarillado de New York no era un lugar que se podría considerar como habitable o por lo menos no lugar recomendable para ser habitado. Teniendo en cuenta que era el lugar donde 8 millones de personas tiraban sus desechos y basura diariamente, no era el lugar donde un ser humano quisiera vivir, al menos no por voluntad propia. 

Por fortuna los alienígenas habían tenido la decencia de reconstruir este lugar, después todo, aunque la población ahora solo fuera de 50.000 personas aún necesitaban un lugar donde tirar sus cosas. Eso había hecho que, con la eficiencia y tecnología avanzada, este lugar fuera por lo menos un lugar más 'acogedor' de lo que era cuando estaba en manos humanas. 

Pero ahora volvía a las manos de los humanos más específico del Coronel Raclaw. Obligado a vivir en este laberinto de túneles oscuros durante medio año, solo, escapando del traidor de McCann y sus hombres. Pero la fortuna de Raclaw le había sonreído al llegar a este agujero, la limitada cantidad de gente con verdadera instrucción militar en entornos cerrados más la poca disciplina había sido un factor clave en este lugar. 

Después de todo, cuando sabías que tu único propósito de vida era matar sin compasión más tu entrenamiento en todo tipo de entornos, eso lo había convertido en el depredador de este lugar, su propio reino donde grupos enteros de hombres armados hasta los dientes, no serían más que niños, niños corriendo en la oscuridad al dar se cuenta que habían entrado en la guarida del coco.

Raclaw no lo disfruto, después de todo el no podía sentir dicha emoción. Aunque realmente no podía sentir nada, excepto el deber. Una vez más, sentado en un rincón en algún lugar de las alcantarillas. Raclaw pensó, pensó en las últimas órdenes que le había dado su creador antes de morir en sus brazos, seis meses atrás. Esa fue la primera vez que había sentido algo, no supo muy bien que era ese sentimiento, solo lo pudo identificar como una punzada en el corazón. Raro. Ya había perdió gente antes, buenos clones habían muerto enfrente de él, siempre fue así, entonces ¿Por qué ahora era diferente? ¿Por qué cada vez que pensaba en eso de alguna manera su mano cobraba vida, tomaba su pistola y se apuntaba a la cabeza? Extraño, después de todo, su creador le dio la orden de quedarse en la alcantarillas hasta que él volviera.

¿Pero él no había muerto?

Raclaw sacudió su cabeza antes esto y pensó en otra cosa.

Distrajo su mente con los túneles, recordó cada pasaje que había recorrido, cada esquina, cada túnel. Cada recurso que había aprovechado hasta el extremo en cuanto llegó a las alcantarillas, sobreviviendo como un ermitaño, subsistiendo gracias a las patrullas constantes que entraban a su territorio.

Un pitido se escucho. 

Dando un giro sobre si mismo mientras tomaba su rifle AR 15, apuntó  a todos lados, buscando el origen de ese sonido. Tres segundos que se sintieron largos por el bombeo de adrenalina, se dio cuenta que el sonido provenía de la mesa improvisada con caja que estaba al lado derecho. 

Al acercase a su pequeño equipo de comunicaciones, sus respiración calmada de detuvo por un momento antes de volver a la normalidad. ¡Su mensajes había sido recibido! ¡Y aún mejor, le habían dado nuevas órdenes!

La cual era que esperara en los muelles abandonados a una unidad que llegara pronto. Por fortuna los túneles lo llevarán al muelle sin problemas, el problema era que no había fecha exacta de en que momento llegara la nueva unidad. 

Ya pensaría en eso más tarde, después de todo ya tenía nuevas órdenes. 


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Henry despertó antes la ruidosa alarma que sonaba. Levantó su cabeza solo para golpear su frente contra el metal, después de tres días en un submarino aún no se había acostumbrado a que las camas eran demasiado angostas. 

Después de ser guiado a los vestidores, donde se pondría un traje de buzo junto con su respectivo equipo para buceo, se encontraba en lo que según dijeron sus clones era la esclusa, donde él junto con Capitán Hacked y su unidad, lo llevarían encima de un pequeño vehículo con forma de torpedo hasta la costa donde se reunirían con el Coronel Raclaw.

Unos treinta kilómetros de océano más tarde, ya estaban en la costa. Saliendo del océano en medio de la oscuridad donde los estaría esperando el Coronel Raclaw en un túnel de drenaje más adelante. 

No fue muy difícil identificarlo a primera vista. En primera porque era el único ser humano en los alrededores que estaba haciendo una especie de señal con las manos, segundo por su aspecto. Henry esperaba a una especie de súper-hombre sacado de las películas de acción más exageradas de los 80. 

Pero al verlo en sí, Henry no supo si lo que sentía era sorpresa o decepción, el Coronel era alto y algo corpulento, no tanto como aquel clon que tenía el cuerpo de Schwarzenegger. Solo que estaba por encima de la media de un ser humano normal, pero lo que más destacaba era la larga melena que le llegaba hasta los hombros, la enorme barba que cubría su cara y la ropa sucia que parecía un poco ancha para su cuerpo, casi pareciendo más un vagabundo que un soldado.

Al reunirse no se dijeron muchas palabras, solo un saludo entre el Capitán y el Coronel. Raclaw miró por encima del hombro del Capitán a hacia su unidad. 8 clones vestido con ropa y equipo táctico negro, ninguno tenía nada a destacar excepto... Entrecerró sus ojos al ver que en medio de la unidad había una figura que destacaba sobre el resto, y con destacar era decir que esa figura era ligeramente más pequeña y delgada que los demás clones.

Raclaw no le habría dado tanta importancia ha esta pequeña anomalía, después de todo los clones venían con ligeras diferencias entre sí, algo que por supuesto todos se enorgullecían. Sólo que esta vez había algo raro... Una sensación lo invadió, una que no pudo identificar, camino hasta estar en frente de este clon.

Gracias a que ese clon no tenía puesto los goggles como los demás, pudo verlo fijamente. Sus ojos se abrieron ligeramente y con eso su respiración se entrecorto por un instante. Era él... El Creador.

Henry no sabía cómo actuar o que decir, cuando el Coronel Raclaw lo miró fijamente. Solo se quedó quieto, hasta que el Coronel se puso rígido y levantó su brazo derecho en señal de saludo.

"Señor." Dijo con total firmeza, para luego hablar con un ligero tono algo melancólico. "Lamento haberle fallado, falle en mi deber de protegerlo." Acto seguido doblo una pierna poniéndose de rodillas y con puño golpeando el suelo, haciendo que Henry retrocediera un poco. "Le ruego que me conceda una segunda oportunidad para probar mi valía y así pueda vengar su muerte a manos del General McCann."

Sintiéndose incómodo y no sabiendo que hacer ante lo que estaba viendo, miró a su alrededor en busca de algún tipo de ayuda, pero solo se encontró con la mirada inexpresiva de Hacked y con los rostros imposibles de ver por las máscaras y goggles oscuro de los demás clones. 

El lugar se inundó con silencio incómodo hasta que Henry habló, con lo primero que se le ocurrió. "Esta... Perdonado..." Hizo un movimiento con su mano en el aire, para después tocarle los hombros. "... Coronel..."

Raclaw levantó la cabeza, encontrándose con la mano extendida y la sonrisa nerviosa de su creador. Sin dudarlo agarró la mano de su creador y se levantó. 

"Gracias, mi Señor. Prometo que esta vez no fallaré."

"Sí." Henry volvió su vista hacia adelante, a la oscuridad que seguía al fondo del túnel. "¿Podemos seguir?" 

"Oh claro, Señor." Raclaw asintió.

La marcha siguió en completo silencio. Avanzaron por una hora, el Coronel Raclaw sabía por donde iba, a pesar de que cada esquina o pasillo que doblaban eran indistinguibles uno de otros.

Llegaron hasta lo que parecía un enorme habitación. Las paredes estaban manchadas de moho por todas partes, había lo que parecía una cama improvisada con cartones ropa sucia en un rincón, en el otro extremo de la habitación estaba un pequeño equipo de comunicación aún funcionando encima de cajas de madera que Raclaw había dejado en cuanto llegaron, y en el centro de todos  había una cocina improvisada que consistía en un motón de cascotes apilados en un pequeño círculo.

"Descansen." Ordenó Hacked, a lo cual los 7 miembros de la unidad se dispersaron por la habitación sacando pequeños sleeping  de sus mochilas y durmiendo en cuanto se echaron. 

Raclaw, Hacked y Henry, se pusieron alrededor de la pequeña fogata el cual el Coronel encendió en cuanto se sentaron. 

"¿Cuantos hay en la base, Coronel?" Preguntó Hacked con una voz monótona. 

"Alrededor de unas quinientos hostiles. La mayoría son solo personal de limpieza." Respondió Raclaw de igual modo. 

"¿Personal de limpieza ?" Pregunto Henry. 

Dirigiendo su mirada hacia él, Raclaw respondió. "Así es, Señor. Por lo que he estado escuchando el General McCann tiene la intención de convertir el aeropuerto en su nuevo cuartel general, aunque primero esta empezando con las inmediaciones."

"¿Dónde escuchaste eso?"

"La gente. Habla demasiado en los alrededores."

"¿Qué paso con los 50.000 civiles que vivían en New York cuando estábamos ahí?" Preguntó Hacked, retomando la conversación.

"Aun siguen viviendo en el centro, McCann los convenció de unirse a él." Toma una cucharada de comida antes de continuar. "Pero hasta ahora solo se han mantenido dentro del centro de la ciudad."

"Si tenemos a los civiles alejados entonces." Henry dio un suspiro profundo antes de continuar. "¿Por qué no vamos justo ahora?" Reviso el reloj que le dieron junto con su equipo. "Al parecer son las 4 am."

Raclaw negó con la cabeza. "Aunque tengamos el factor de ocultarnos en la noche. Toda el personal duerme en la base, si atacamos ahora tendremos que pelear con todas la base. Que aunque la gran mayoría son solo tiradores mal entrenados e indisciplinados, nos pueden apabullar con sus números." Soltó un suspiro antes de continuar. "Nos infiltraremos al amanecer, exactamente a las 7 am, a esa hora gran parte del personal es enviado fuera de la base para sus labores de limpieza."

Henry no supo que decir más que solo un 'Bien', seguidamente bajo su mirada hacia la lata de comida y comió. 

"¿Qué me dice del personal armado? ¿Pueden su poner un problemas por si solos?" Continuó Hacked.

"No. Como ya dije la mayoría son solo civiles con un entretenimiento escaso. Los que realmente suponen una amenaza son... los clones." Están últimas palabras fueron arrastradas y casi escupidas.

Henry se atragantó al escuchar esto y comenzó a toser. Raclaw se acerco a él y le dio un par palmadas en la espalda. 

Hacked se mantuvo donde estaba viendo todo la escenas, para después alzar una ceja, pero aún manteniendo su cara inexpresiva "¿Clones? ¿Tenemos más traidores?" Pregunto en cuanto Raclaw volvió a su lugar.

"Sí, los de tercer y cuarta generación en su mayoría. Y alguno que otro de la segunda generación, quiero creer que fueron engañados por McCann, pero no estoy tan seguro."

"Entonces, esto será más difícil de lo que imaginamos." Hacked levantó su cuchara y comenzó a comer.

"Hablando de dificultades." Raclaw miró a su alrededor viendo de vuelta a los 7 clones. "¿Por qué solo viene un escuadrón si pedí refuerzo para tomar la ciudad."

El Capitán dejó de comer y enterró la cuchara en la lata, levantó su vista hacia el Coronel. "Porque estamos aquí para una misión de captura e interrogación, no para tomar la ciudad."

"Tenemos a New York encima de nosotros, los 50.000 civiles, los cuales están siendo manipulados por un traidor." Raclaw entrecerró sus ojos y continuo. "¿Y en lo único que piensan es en capturarlo

¿Quién autorizó esta misión?"

"Yo." Respondió Henry con la cabeza baja y la mano a medio levantar.

El Coronel solo se quedó en silencio por un momento, después solo asintió.

"Si capturamos al General McCann se acaba el juego." El Capitán hablo en defensa.


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Eran las 7 am, Henry fue despertado por Raclaw. Desde aquellas declaraciones del Capitán Hacked, casi toda la conversación fue un interrogatorio por parte del Coronel Raclaw. Una de la cual Henry no quiso participar, así que se fue a descansar.

Después de que Hacked le explicará sobre la casi destrucción del cuartel general, la matanza dentro de dichas instalaciones y la casi nueva muerte del Creador a manos de un clon traidor. La mirada estoica de Raclaw pasó a ser un ceño fruncido por menos de un segundo antes de volver a la normalidad. 

Para acto seguido tomar un cuchillo, contarse la sucia y desordenada barba que le había crecido esto últimos 6 meses, junto con su pelo igual de largo.

Al volver a la fogata tanto el Capitán como el Coronel, comenzaron a planificar un plan para atrapar a McCann.

Ahora estaban todos despiertos, Raclaw le había dado un mapa de las alcantarillas mientras le indicaba a Hacked donde dirigirse junto con 4 de los clones, iban a ir donde se estaba haciendo el proceso de limpieza, donde ellos crearían una enorme distracción.

A la vez que Henry, Raclaw y otro dos clones entrarían al aeropuerto e interrogarían al General McCann.

Sin más que decir, los dos equipos se separaron.


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6 am 

La alarma de su despertador sonó, el General McCann ya estaba sentado en el borde de su cama, como siempre en su pequeña habitación que también servía como oficina privada del antaño jefe del aeropuerto.

Salió de su oficina recién aseado con su uniforme bien lustrado sin ninguna arruga. Se dirigió hacia el hangar convertido en un comedor que estaba al lado de la torre de control.

7 am

Después de dar instrucciones a sus respectivos oficiales toda la base ya estaba otra vez en vida, personal marchando de un lado a otro siendo dirigidos por un instructor, personal de limpieza subiendo a camiones para dirigir hacia los suburbios de alrededor, donde se encargarían de hacerlos habitables nuevamente.

Miró de reojo a quienes se suponían que eran sus hombres de más confianza mientras ellos salían del hangar para dar instrucciones.

Una parte de él no pudo sentir cierto asco al ver a esos clones, había combatido a su lado y ahora los dirigía. Eso durante años, y pesar de eso, aún no se acostumbraba a tenerlos alrededor. 

Se preguntó si fue buena idea reclutarlos, claro eran quienes mejor entrenamiento tenían, pero tenían el problema de haber sido adoctrinados desde el nacimiento con solo un objetivo. "Propósito" lo llamo el Doctor Henry, el propósito de seguir órdenes y dar su vida por cumplirla.

Antes esas palabras, McCann solo pensó en lo sorprendido que estuvo al ver que alguno de ellos habían desarrollo lo más cercano a una conciencia, aunque luego se sintió un poco mal al ver que fue por lo que se le conocía por; Trastorno de Estrés Postraumático.

Luego llegaron los que Henry denominó como tercera generación, clones que ya no eran cuerpos humanos con mente de robot. Ahora podían razonar, desarrollar personalidades propias y pensar.

Con esto McCann pudo desollar lazos de hermandad con estos Clones... hombres, hombres que pudo ver estaban asustados por lo que habían hecho a lo largo de los años. 

Cualquiera se habría compadecido de ellos, pero ahora habían cosas más importantes. El Doctor Henry, se había vuelto loco, y el General McCann sabía que necesitaba hacer algo. 

Por lo que, manipuló las mentes ya deterioradas de estos nuevos y viejos clones para revelarse. Todo con un nuevo propósito, hacer que la humanidad sea libre.

8 am

Estaba en otro hangar, dentro de este veía el exterior, más que nada al avión de transporte de tropas Boeing C-17 Globemaster III. Uno de los pocos aviones que habían sobrevivido a la invasión y había sido reparada por el personal de mantenimiento de clones.

Ahora dicho avión estaba lleno de tropas en su mayoría de clones. Desde que la señal de comunicaciones del cuartel general del Doctor Henry, había sido visible, McCann no había perdido tiempo. Había reunido a tantas tropas competentes en su mayoría clones los últimos días y los había reunido en ese avión.

No había podido contactar de vuelta con el cuartel general de Henry, para asegurarse de que los clones que había enviado en ese barco de guerra en busca de la isla, hubieran cumplido sus órdenes. 

Lastimosamente no recibió ninguna respuesta, porque la señal se había vuelto a apagar, pero se mantuvo encendida el tiempo suficiente para triangular su posición.

Ahora mientras veía a por los menos 90 de los mejores soldados equipados con lo mejor que tenían, llendo a cumplir la misión más importante de sus vidas. McCann no pudo evitar que se le formará una sonrisa. 


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Después de avanzar por una hora en las alcantarillas y salir de éstas, siguieron adelante hasta adentrarse en el aeropuerto.

Al parecer gran parte de los guardias se había movido más al fondo, concretamente en los hangares. 

Manteniéndose agachados en la espesa yerba en la otra punta de la pista, se encontraban el grupo de Henry, Raclaw se encontraba viendo atreves de unos binoculares.

"Mierda." Fue todo lo que dijo Raclaw después de observar por unos minutos al interior.

"¿Qué es?" Pregunto Henry, al cual se le pasaron los binoculares inmediatamente. "Mierda..." También dijo en cuanto vio el Boeing C-17 que se encontraba al fondo de la pista, que a pesar de estar en la otra punta aún se veía que era enorme. "¿Se están retirando?"

"No." Contestó Raclaw mientras preparaba su lanzagranadas. "Probablemente lo están preparando para enviarlo a la isla."

"Ohh... Y... ¿Qué vamos a hacer?" 

"Tengo una idea." Dijo Franz, antes de mirar a los otros dos clones que los acompañaban. "Escuchen, en cuanto comience a correr, ustedes correrán en dirección a los hangares. Y asegúrense de protegerlo." Señaló a Henry con la cabeza. 

Ambos clones asintieron y agarraron a Henry de los hombros. 

Un momento de observar el avión, Raclaw noto que comenzó a moverse." ¡Ahora!" Grito y comenzó a correr en dirección a la pista.


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El piloto del C-17, apodado Flynn, un clon que se especializaba en la aviación. Ahora era de los pocos pilotos de la O.U.M en New York. 

"¿Qué hace este botón?" Preguntó con una risa su copiloto y amigo, Dump, que al igual que él era otro clon.

"Deja de jugar y comencemos con esto." Gruño Flynn, mientras empujaba una palanca en el techo del avión. "Te juro que si no fueras de los pocos pilotos vivos en este lugar, no estarías aquí."

"Discúlpame, amigo." Dump rodo sus ojos. "Si no fuera por mí, estos viajes largos serían aburridos."

Flynn negó la cabeza, comenzó ha conducir el avión por la pista. Pasó un momento para que Dump volviera a hablar. 

"Oye, ¿Ese no es el Coronel Raclaw?" Pregunto con entusiasmo mientras veía el frente de la pista después de agarrar los binoculares para ve mejor. 

"¡¿Cómo?! " Grito Flynn, quien le quito los binoculares a su amigo, para verlo por si mismo. Y efectivamente era el Coronel, quien estaba corriendo de frente, directo a ellos. "¡NO... ! 

"¡Si! ¡Es él! ¿Qué estará-?" 

"Se quiere hacer el macho. Control, aquí Albatros Uno Cero. ¡Informen a McCann que tenemos al Coronel Raclaw en la pista!" Informó a través de su casco, sin despegar su mirada de la pista. "Y también dígale que habrá una enorme mancha en la pista."

Viendo cómo el avión aumentaba la velocidad, Raclaw dejó de correr para acto seguido apuntar con su lanzagranadas.

"¿Cómo crees que sobrevivió estos últimos seis meses?" Pregunto Dumb

"No importará en cuanto atropelle a ese maldito." Gruño Flynn con una mirada retadora. 

Dando un suspiro Raclaw no pudo evitar pensar en que siempre que veía un avión, un camión, una casa... siempre eran objetivos demasiado fáciles de atinar. Sobretodo cuando le disparas con un lanzagranadas. 

"¿Y eso que fue?" Preguntó Dumb al ver una llamarada sobresalir de la ventana a su izquierda. 

"¡ELEVA!" Grito Flynn en cuanto vio que un proyectil de lanzagranadas impacto y destruyó una turbina.

Raclaw se quedó inmóvil viendo como el avión se elevaba por encima de él.

"Fuego en el motor uno, amigo. Lo estoy cerrando" Dijo Dump, mientras presionaba unos botones del tablero. 

"¡Santo cielo! ¡No dejes que se extienda al combustible!" 

"... No lo se, carnal. No parece responder. Creo que ya lo perdimos..."

El avión comenzó a caer en picada, directo a los depósitos de combustibles... 

"Tienes que admitir que hay maneras menos increíbles de morir." Dijo Dumb con una sonrisa a su amigo, quien solo estaba en shock con una cara de terror.

Una gran bola de fuego se formó en cuanto el avión se estrelló, iluminando todo a su alrededor con un naranja intenso. Raclaw le dio la espalda y continuo corriendo hacia adelante, rumbo a su equipo quienes le habían sacado una gran distancia.


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"¿Qué carajos acaba de pasar?" Grito McCann a través de su radio. 

"¡S-S-Señor, es albatros Uno Cero! ¡Ha caído en los depósitos!" La radio respondió. "Llamaron antes del despegue. Dijo algo de un... ¡Un Coronel en la pista! Y luego, se..." 

"Es él." Apago su radio y luego procedió a dar una fuerte pasada a la puerta de su jeep.

"¡Señor!" Otro hombre llegó en otro jeep, no hablo hasta estar en frente de McCann. "Nos informan de disturbios en la zona de limpieza."

Como si fuera una señal, otra explosión se escucho a lo lejos.

Respirando profundamente, McCann miró a los hombres que tenía a su alrededor y les dijo, "Traigan a los otros dos pilotos que quedan, díganles que sus descansos se tendrán que posponer. Y díganles que preparen el avión C-130 para ayer o serán comida de tiburones."

Uno de los hombres asintió, dio un saludo y se fue. McCann se giro para mirar al resto de sus hombres. 

"Ustedes vayan y envíen a todo hombre y mujer que vean a que busquen por toda la base. Que despejen cada centímetro de esta base hasta que encuentre a Raclaw. Asegúrense de traerlo vivo. Voy a torturar a ese psicópata para que tenga una muerte larga y atroz..."


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Corrieron hasta llegar a la torre de control, esquivando vehículos y personal, que iban corriendo en todas direcciones. Al parecer todos en la base ya se habían dado cuenta de su presencia, lo que les costó tiempo para llegar hasta ahí. 

Unas ves dentro, los gritos y de tanto clones como otros seres humanos inundó el lugar. Raclaw y los dos clones, comenzaron a disparar, abriéndose paso hasta llegar arriba.

"General McCann, dónde." Preguntó Raclaw al grupo de operarios que estaban amontonados en un rincón del puesto de control.

"Hangar 3, al fondo de la base." Respondió uno de ellos. "Por fa-" Una bala en el cráneo del hombre interrumpió sus súplicas

"La muerte es la única piedad para los traidores." Dijo Raclaw, para después descargar un cargador entero de fuego automático sobre el resto del grupo. Antes de bajar por las escaleras, arrojó una Granada a los monitores que había, tenía que asegurarse de destruir esta base tanto como sea posible.

Al bajar, Henry comenzó a hacer preguntas, pero fue interrumpido por Raclaw quien le dijo que no disponían de mucho tiempo. Salieron de la torre, usaron los diversos edificios y hangares que había alrededor para cubrir su presencia mientras iban rumbo a donde estaba McCann. 


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"¿Para donde la bomba, jefecito?" Preguntó uno de los clones más fornidos que estaba moviendo en la bomba nuclear en un carrito de carga.

McCann señal al último C-130 operativo que quedaba en la base. "Al avión, soldado. Y para ahora."

Uno de los clones que tenía el nombre de; Blont, escrito en su uniforme, decidió hablar ante lo que escucho, "P-pero, General McCann, aún tenemos que hacerles pruebas a la bomba. Pueda que la más mínima descompresión la haga estallar o de plano ni siquiera sea capaz de estallar-"

"Me encantaría darle tiempo con la bomba, Teniente Blont. Pero ahora mismo no tenemos tiempo." Hizo una seña al resto de hombres que estaban detrás de Blont. "Por lo tanto las pruebas finales tendrán que adelantarse, ahora muévanse."

Blont estaba apunto de volver a protestar, pero un par de manos lo agarrón de los brazos y lo arrastraron dentro del avión, y con ellos un montón de hombres.

"Y no se preocupe, Teniente. El avión tiene suficiente combustible hasta Madagascar. Tengo algunos aliados cerca para que puedan hacer una parada ahí después de cumplir la misión." Miro la cara de confusión de Blont. "No se preocupe, los hombres que los acompañan saben donde tirar la bomba."

Después de eso McCann comenzó a caminar en dirección a su jeep, después de haberles gritado un par de órdenes a los pocos hombres que ahora quedaban en la pista. Todo debido a que motores del avión ya se habían  encendido, y con ello era difícil escuchar algo.

"¡¡MCCANN!!"

Una fuerte y familiar voz se escucho detrás de McCann. 


____________________


Llegaron a la pista y como había dicho Raclaw, ahí estaba McCann, quien se estaba alejando de aquel avión rumbo a un jeep y detrás de él un grupo de 5 hombres.

Primero tuvieron que atravesaba al grupo de hombres a base de disparos, lastimosamente los dos clones que lo acompañaba murieron, dejando sólo a Henry y Raclaw. El grupo de hombres al ver que estaban perdiendo comenzaron a gritar el nombre del General. El cual no lo logró escuchar debido a los motores del avión. 

Eso hasta que fue Raclaw quien grito el nombre a todo pulmón, después de haber acabado con el grupo de hombres. Henry se estremeció un poco, casi parecía que el Coronel quería matar a ese hombre a base de gritos.

Ahora lo tenían de frente, el hombre que había puesto en marcha toda esta cadena de acontecimientos. Y para la sola sorpresa de Henry, aquel hombre no se encontraba asustado en lo más mínimo, más bien estaba furioso.

"Ya, otro psicópata más. He visto a miles de tus hermanos ir y venir. Idiotas sin mente propia que no ve más haya del cañón de un arma." Apretó los dientes, manteniendo su mirada fija con Raclaw, ignorando al pequeño clon de al lado. "Si no fuera por que tu mente está programada para no ver más allá. Pensaría que solo eres otro adicto a la guerra, otro idiota buscado adrenalina. Listo para ir a cualquier lugar y disparar esperando la próxima dosis."

Raclaw se mantuvo sereno con su mirada fija. "Me encantaría volarte la cabeza de una vez. Pero mi creador tiene preguntas." Poniendo su mano detrás de la espalda de Henry, lo empujó suavemente para que diera un paso al frente. 

McCann se mantuvo en silencio por un momento, mirando a ese pequeño clon. "Imposible..."

"Nada es imposible para mí creador." Interrumpió Raclaw, quién luego miró a Henry. "Mi señor, le sugiero que pregunté rápido."

Henry asintió y volvió a mirar al General. "¿Por qué? ¿Por qué hiciste todo esto?" 

La cara de McCann se iluminó brevemente por la sorpresa, para luego volver a su cara enojada. El psicópata de al lado sería un problema, pero este sería fácil, tenía que ganar tiempo hasta que el avión estuviera listo para el despegue. ¿Este nuevo Henry, quería respuestas? Bueno, se las iba dar.

"Visión, soperutano. Esa es el por qué. Después de unificar este mundo de mierda, pensé que por fin la humanidad volvería a ser grande. Imagina mi sorpresa cuando descubrí que tenías la intención de convertir este mundo en tu propia monarquía, sometiendo a lo que quedaba de la raza humana. Bueno, supongo que fui demasiado optimista con el loco que tenía su ejército de clones. Pero ahora, ahora las cosas serán diferentes, después de que tú centro de mando explote. La humanidad estará unida; no más imbéciles con cabezas de toallas, no más negros, no más amarillos, no más basura blanca. Ahora solo hay una raza, y esa es la humanidad."

Henry, solo se quedó callado. Asimilando todo. 

"No tienes ni idea contra quienes te enfrentas. Tengo aliados desde aquí hasta la Patagonia, desde aquí hasta Asia. Y eso, par de come mierdas, es lo que llamo tener todas las bases cubiertas."

"¿Todas?" Dijo Raclaw, para un segundo después dar un disparo. 

Henry estuvo apunto de protestar, pero Raclaw lo agarró del brazo y comenzó a correr mientras lo arrastraba. Tratando de correr a la par de Raclaw, solo tuvo tiempo de voltear su mirada hacia McCann quien resultó estar vivo y maldiciendo. La bala le había dado en el hombro.

Tardo un segundo en darse cuenta que Raclaw lo estaba arrastrando hasta el avión que estaba por despegar.

Los motores rugen cuando aceleran, la rampa se estaba cerrando. Pero por fortuna Raclaw fue lo suficientemente rápido y fuerte, como para acercarse y arrojar a Henry a la rampa medio elevada, quien logró subirse con cierta dificultad. Seguido por Raclaw quien también logró subirse.

Con una mano en el hombro derecho, McCann se levantó a duras apenas, vio como esos dos se dirigían al avión. "¡Los voy a atrapar! ¡Los voy a matar!"

Detrás de él llegaron los refuerzos, junto a un par de enfermeros. "¡General McCann, está herido!" El enfermero se acerco al General. "¡Señor, tiene que tumbarrr!" Un puño choco contra su mandíbula. 

"¡Soltame, carajo! ¡Esos dos animales han subido al avión!"


________________


"Qué carajo..." Uno de los soldados dijo en cuanto vio a dos personas bajar por la rampa recién elevada.

Raclaw reaccionó rápido, volándole la cabeza. Seguidamente agarró a Henry del hombro y lo tiro al suelo, todo eso mientras disparaba a los demás soldados quienes no perdieron tiempo en comenzar a disparar.

"¡Aquí no, idiotas! ¡LA BOMBA!" Grito el Teniente Blont, quien se agachó detrás de la bomba.

Todos sus gritos y advertencias fueron ignorados en medio del tiroteo. Durante toda la confusión algunos comenzaron a disparar como locos provocando que algunas balas rebotaran entre las paredes del avión, lo que por inercia hizo que algunas balas impactará sobre ellos mismos, haciéndole la mitad del trabajo a Raclaw, pero para horror de Blont algunas balas también rebotaron en la bomba. 

"¡LA BOMBA...!" Blont continuo gritando. 

Lastimosamente para Raclaw nada era gratis, durante el tiroteo una de las balas había rebotado y clavado en su brazo izquierdo. En cuanto mato al último clon armado, se dirigió a un clon que se estaba ocultando detrás de la cola de la bomba. 

"En nombre de Luis Miguel, ¿Quién...?" 

Raclaw lo interrumpió. "Prepara la bomba. Dile al piloto que tome toda la altura que pueda."

"Pero... Pero..."

"PREPARA. LA. BOMBA." Dijo Raclaw, imponiéndose contra el ahora empequeñecido clon.

Henry se levantó y se acerco a Raclaw en cuanto el otro clon se alejo mientes hablaba por su comunicador. "Estas sangrando." Dijo al ver el brazo cubierto de sangre. 

"No tengo tiempo para sangrar, mi señor." 

"Pero-"

Un rugido interrumpo a Henry, un clon superviviente del tiroteo se levantó y atacó a los dos. No dándole tiempo a Raclaw para apuntar en su dirección, el clon enemigo lo tacleo hasta estrellar su espalda contra la pared.

Saltando hasta estar encima del corpulento clon, Henry comenzó a estrangularlo con su brazo.

Mientras el clon forcejeaba con Henry. Raclaw se levantó y se dirigió al trío de clones que estaba al fondo del avión, completamente inmóviles por lo que estaban viendo. 

"Suelten las fijaciones de la bomba. Cuando lo diga, dile al piloto que suba en horizontal. Y agárrense a algo." Sin esperar una respuesta del trío, Raclaw desengancho una de las cadenas que sujetaban la bomba con el carrito montacargas.

Después de medio minuto de forcejeo, el clon corpulento logró agarrar a Henry detrás de él y lanzarlo de frente contra la pared de acero de avión. Tomándose unos segundos para tomar aire, el clon apenas se dio cuenta de que Raclaw se dirigía hacia él. 

Raclaw logró darle un golpe con la cadena en la frente, el clon estando aturdido trato de devolver del golpe. Esquivando el golpe, Raclaw, logró amarrar la cadena al brazo del clon, quien anonadado por esto, forcejeo un poco tratando atacar con su otro brazo, solo para que esté también fuera amarrado con la cadena. 

"¡AHORA!" Grito Raclaw, dándole una patada que envió, al clon, a la rampa del avión. 

Confundió por esto se miro ambos brazos  ahora atados por una cadena, siguió con su mirada hasta donde llegaba la cadena y luego vio... Vio a la cadena amarrada a la parte trasera de la bomba nuclear cayendo fuera del avión por la rampa, ahora abierta.

"¿De verdad acabo de ver eso?" Pregunto Herny, aún aturdido por el golpe de cara con la pared de acero.

"¿Cuando se abren los paracaídas?" Raclaw le pregunto al Clon que estaba a su lado, Blont.

Parado junto a él, Blont contestó mientras veía como ese otro clon caía al vacío, atado de brazos junto a la bomba. "Están listos para trescientos metros. Tenemos... unos diez minutos..."

"Sería buena idea decírselo al piloto."


___________________


"Señor, creo que algo salió del avión." Dijo uno de los hombres en la pista, mientras miraba por los binoculares.

"¿Qué?" Preguntó McCann mientras le vendaban la herida, el soldado le pasó los binoculares y miró por si mismo. Hubo un momento de silencio antes de que gritara, "¡NO!" 


_____________________


"Díez segundos. Nueve. Ocho." Dijo un clon que estaba mirando a través de una pantalla el tiempo que les quedaba antes de que la bomba estallara. 

"Fuera del radio del P.E.M." Informó Blont, no tan entusiasmado. "Espero."

No soportándolo más, Henry se dirigió hacia Raclaw, quien estaba viéndolo todo desde la rampa, que por alguna razón nadie había cerrado.

"¡... No me puedo creer lo que acabas de hacer! ¡Morirán todos! ¡Tanto esas tipos como los civiles que están en la ciudad y sus alrededores!"

"Bajas aceptables, considerando que todo acabara aquí." Contestó Raclaw sin molestarse en mirar a Henry.

"¡Cincuenta mil personas! ¡Cincuenta mil seres humanos!" Grito Henry. "¡¿Y el Capitán Hacked?! ¡¿El también merece morir?!" 

"No, pero conocía el riesgo de esta misión. Estará feliz de saber que su propósito como soldado fue cumplido al hacer esa distracción."

"Pero-" 

Las quejas de Henry fueron interrumpidas en cuanto la bomba estalló, dando paso a una luz cegadora. Raclaw tapo los ojos de Henry y oprimió el botón de al lado para cerrar la rampa, luego metió a Henry más adentro del avión.

Dejando a Henry en un asiento, Raclaw agarró una de los rifles que estaban desparramados junto con los cadáveres de los clones y hombres.

"Escuchen atentamente." Dijo al trío de clones que estaban operando las computadoras del fondo. Quienes al ver a Raclaw apuntándoles con un arma se quedaron quietos. "Por haber colaborado con el General McCann y haberle proporcionado la bomba. Junto con el transporte e intento de destrucción de nuestro cuartel general. Los sentenció a muerte." 

"¡Espera!" Grito Henry quien corrió hasta ponerse entre Raclaw y el trío de clones. "¡No más asesinatos! Yo- ¡Los perdono!"

"Son traidores."

"Y esos traidores de los que hablas, ayudaron a destruir la base con los... Verdaderos traidores." Dijo Henry, arrastrando las últimas palabras. "Por lo tanto son héroes al igual que tú." Volteo su mirada hacia el trío. "¿Verdad?" 

Ellos asintieron con sonrías nerviosas. 

"¿Lo ves?" Henry sonrió nerviosamente y se apuntó con las manos. "Yo los perdono."

Paso un largo momento hasta que Raclaw bajará y soltara el arma. "Como usted diga, mi Señor." Al decir esto, se fue en silencio a uno de los asientos al fondo del avión. 

Soltando un suspiro Henry también fue a sentarse, preferentemente a uno de los asientos que estuviera cerca del trío de clones. Al menos ellos sí parecían tener meten propia.

Tomando asiento, puso ambas manos en su rostro y dio un largo suspiro. Después se acomodo un poco en su asiento, miro de reojo a Raclaw, el cual estaba sentado con la espalda recta y con una mirada imperturbable, casi pareciendo una estatua más que un ser vivo.

Aparto su mirada, el solo ver a Raclaw tan tranquilo después de lo había hecho, le provoco un escalofrió. Miro al trio de clones los cuales estaban acurrucados en una de los monitores.

Una parte de él quería explicar que Raclaw no los lastimaría, pero sabia que aun así, ese tipos tendrían miedo de estar en un lugar aislado con el mismo tipo que soltó una bomba nuclear sin pestañar. El también tendría miedo si estuviera en su lugar.

En vez de eso, solo cerro sus ojos este día fue demasiado, ahora solo tenia que esperar a llegar a su "hogar". Habría mucho trabajo, sobretodo deshaciendo todo lo que había hecho en las ultimas décadas.


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