Alice
Algo que me complique la visa, los vestidos de fiesta, lo único que siempre tengo claro es el color: negro, naranja o rojo. Pero cuando se trata de diseños odio los muy pegados por completo, amo que se resalte mi figura de cintura hacia arriba, y, aun así, no puedo elegir escotes que dejen ver la serpiente en mi clavícula.
Odio ocultar algo que me encanta.
Mientras Cat y Lucy ya tienen sus vestidos color rosa y otro champán respectivamente, yo sigo mirando entre las pantallas de diseño.
Mi madre mandó la modista y la ignoré de buena manera.
—¿Tiene frío, majestad? Puedo acondicionar el lugar —me habla una de las empleadas con una sonrisa amable.
Buco la razón de que se preocupe y noto mis manos temblando, evidentemente el primer pensamiento es que tenga frío.
—Eso me gustaría —disimulo la verdadera situación.
Los síntomas de un episodio no van a pasarse hasta dentro de unos días y mientras pasan debo procurar no tener otro sobresalto.
—¿Por qué siento que es no será posible? —Valentia ha estado un tanto sobre protectora con mis emociones y demasiado negativa.
—No empieces y ayúdame a elegir.
Entablar una conversación con mi alter en público es siempre un caso que me da algo de risa, todo ser tiene voz interior, pero mi voz interior le habla al otro ser dentro de mí y nadie podría notarlo de no saber que soy inestable.
Me pruebo un vestido negro con brizos rojos, es el estilo perfecto para tener escote y cubrir mi marca. El pecho va adornado en un diseño de flor recogida, con la manga izquierda larga y una flor en todo el hombro que cubre la clavícula. La falta del vestido con pliegues tiene una abertura que deja muslo ha descubierto.
Valentía asiente y yo medio sonrió enseñándoles a las chicas, Cat corre con unos tacones que me quedan perfecto y por fin el atuendo está elegido.
Entramos a una zona de hombre y pido una pajarita color rojo para el traje de Liam, algo para combinar. Cat nos hace pasar por otro lugar de regalos de pareja y le tomamos el pelo, un rato.
—¿Se las enseño? —escucho el ofrecimiento del vendedor.
Apenas noto que tengo la mirada fija en una de las pulseras, están tejidas a mano y el cristal pulido que forma un ancla y un timón me dan la sensación de querer compartirlas con Liam.
—por favor —aprovecho la distracción de mis amigas.
—Son ideales para compartir, ¿Qué es usted timón o ancla?
—Creo que timón, él es quien me apoya y me brinda su seguridad, así que es el ancla —me abro al vendedor ridículamente y él sonríe, claramente feliz de que las compre.
Mis propias palabras hacen algo de eco, Liam y yo nos hicimos pareja por mis necesidades, tal vez nos gustamos, pero la consolidación no es de lo más usual.
Él ha aprendido a conocerme, a entenderme y respetar lo que soy, siempre apoyando y comprendiendo. Excepto por ayer, no se dio cuenta de que Valentia no estaba conmigo, aun así, supuse que tenía su propio lío mental con la prueba, y eso justamente lo empeoró.
Después del episodio que tuve fui a verlo, y él solo quiso dormir, en la mañana igual evitó el tema, luego cuando quiso saber de mí no me sentí cómoda contándole mi desastre si él me sacaba del suyo.
Porque no tiene sentido.
Por alguna extraña razón Liam no es el único que me aleja, las chicas empezaron a actuar raro y decido ir por un helado antes de empezar a arreglarme para la celebración.
En la heladería los folletos de su menú son el atractivo, me lleva a desesperarme por una mesa, pero el lugar está lleno y celebro cuando una cabellera azul se hace notar y corro acercarme a Jeremy tomándolo por sorpresa.
—¿Por qué no estás elegantemente vestida? —me pregunta burlándose de mi aspecto.
—¿Qué no luzco perfecta para una fiesta?
Se ríe continuando el juego. —por supuesto, luces tan, sexi en esos pantalones desgastados que brillaras en la pista de baile y por el estado de tu cabello la corona será opacada —ironiza y no evitar reír por lo ingeniosa que es su broma.
Es inevitable que me asombre el que no compare mi aspecto a cosas como que no me veré como parte de la realeza o que no seré apta para los ojos de un hombre.
El silencio no nos incomoda para disfrutar la segundo ronda de helados a la que invito apropiándome de su compañía. Jeremy se distrae mirando una pareja atrás de mí, me adelanto imaginando lo peor.
—¿Estás teniendo fantasías sucias? —le susurro.
Sus ojos se hacen pequeños de la impresión y casi se ahoga con el helado.
—¿Qué? No, es que míralos para ellos es tan fácil —los señala con el rostro.
—¿Besarse en público?
—Si, no, —miro confundida —hablo de lo fácil que es intimar para ellos, es como si solo se tratase de algo físico.
—Um, Jeremy los besos son algo físico —afirmo obvia.
—Ya lo sé, pero ¿cómo pueden besarse con cualquiera? Digo, ¿qué no deberías conocer bien a la persona con la que vas a compartir saliva tan descaradamente? —sus análisis me dejan curiosa y algo risueña.
—Bueno, soy partidaria de que la diversión puede venir de juguetes desconocidos, así que no puedo opinar mucho sobre tu análisis.
—Ese es mi punto, me gustaría tener esa capacidad, pero ni siquiera me gusta la idea de compartir con una mujer que no sea así como contigo que me ve y su baba no cuelga solo por mi cuerpo.
—¿Eres el mismo que deja que Camile le coquetee con descaro?
—Eso es por aparentar, pero ni quiera me llama la atención, si fuera inteligente en verdad si me dejara ver su destreza y eso, tal vez.
Eso último me deja entender lo que sí pasaba.
—Jeremy, ¿Jamás has tenido intimidad?
No sé molesta en negarlo. —No es como si en el pueblo hubiera muchas mujeres de mi edad y nunca tuve una relación por lo mismo.
—Necesitas conectar para poder llegar a ese punto, wow —me sorprendo —si yo pudiera hacer eso, me habría ahorrado un par de ex's —opino en risa.
—Me siento limitado por eso, en realidad, no es que quiera tener sexo desesperadamente, es que...—se calla bajando la mirada.
—Quieres conectar con alguien, que sea una conexión de verdad. —termino por él.
Su afirmación tímida me causa ternura, puede que se lleve bien con Sam y mi persona, pero no somos ni cerca de parecidos. Sam y yo necesitamos la oscuridad y la desconexión que dan el sexo, mientras que Jeremy necesitaba conectar para llegar a él.
Cada inestable con su inestabilidad.
—Míralo como una ventaja, cuando te atraiga una chica de verdad, sabrás que no son tus ganas y podrás vivirlo de forma sana. —aconsejo.
—¿Liam y tú empezaron por ahí verdad? —pregunta curioso y asiento sin pena.
—Todos conectamos de distintas formas, ¿No?
Esta vez medio sonrió, su mirada de indiferencia no me pasa por alto, quiero preguntar sobre su opinión, pero sé que no quiero recibir comentarios externos.
******
No me cuesta lidiar con las miradas de todos en el salón de baile, pero al entrar con Liam del brazo lo pone en una situación diferente. Hasta ahora nuestra relación solo era un rumor, hasta ahora se trataba de mostrarle al público que estoy enamora, solo no sé si sigue siente la misma razón o de verdad me sienta bien el aura de seguridad que Liam transmite; tal vez estoy encantada con la idea que siga sonrojándose con mis comentarios salidos de mi lado más oscuro y que luego me los recuerde.
Todos los alumnos desde primer año están aquí, los profesores se lucen y los padres están dichosos de escuchar las alabanzas sobre sus hijos o molestos por las quejas; con la presentación oficial del grupo estelar de Trimagic y la preinauguración de la semana renacer, se da la celebración masiva.
No sé si estoy lista para esas festividades.
Con la entrada avisada de mis padres el temblor vuelve a mis manos, es que para ellos no importa si voy a ser reconocida como una de las más destacadas, es tan insignificante que, aun así, presumirán con falso orgullo.
Sonrío caminando al lado de mis amigas y los chicos directo al escenario, paso la mención de los guardianes, los protectores y los equipos de extensión que también se eligen en el proyecto de aprobación con esa diferencia de nivel evaluativo. Siguen con el equipo estelar y cuando mis apellidos suenan no siento nada...
Digo, es especial y un éxito alcanzar ese porcentaje de logros, pero a diferencia de mis amigos yo no encuentro sonrisas de satisfacción en los rostros de mi familia, incluso la mala madre de Lucy se ve orgullosa. La mía, en cambio, aplaude con desánimo y sonríe falsamente, como yo justo ahora.
¿En serio este era el plan? No, el plan fue destruido hace unos ciclos.
El nuevo escudo que relucirá en los uniformes nos titula como estelares.
—Vaya, otro título al lado de nuestro nombre, insignificante —habla Valentia con verdad.
Esto es insignificante.
Mucho más lo son las felicitaciones y discursos del éxito que me espera, además de la ridícula compasión por la pérdida de mi título como heredera. No puedo seguir escuchando estupideces.
—Cariño, estoy ansiosa por verte lucir ese uniforme, es solo un título más de los mucho que obtendrás —se jacta mi madre abrazándome delante de las otras reinas.
¡Por los dragones, me voy a asfixiar con tanta falsedad!
Me alejo lo más que puedo y aprovecho la música para usar a Liam de escape.
—¿Segura que deberían vernos así en público? —se preocupa mirando los ojos juzgones de mi familia.
También posa su mirada en los reyes de Daimont, están solos porque Lio aún debe estar en preparación para su coronación.
—No hay que preocuparse —resto importancia acercándonos más.
Solo logran ser dos piezas, mi madre nos interrumpe jalándome consigo a una de las salas conjuntas.
Mi padre, Eliot, Reider y su esposa ya están ahí.
—Se supone que está noche es de celebración, ¿por qué me molestan? —hablo indignada y recibo malas miradas que esquivo moviendo los hombros.
—Creí que Liam solo era un juguetito para librarte del compromiso por poder, ¿Qué haces con él? —empieza mi madre en su papel de inquisidora.
—Es mi novio, ya te lo había dicho.
—¿No era solo para evitar el compromiso? —se mete Eliot.
—Nop —alargo la "p" molestando a mi padre que odia las faltas de vocabulario.
—Que uses los apellidos que te liberan de nosotros como padres legales, no quita que aún tienes responsabilidades con la familia y sabes que si no estamos de acuerdo con tu relación amorosa solamente tienes una opción. —argumenta mi padre frío.
—Te empeñas mucho en que renuncie a mis derechos, pero no lo haré y no pueden opinar sobre mi relación porque uno —indico con mis dedos para más énfasis —la unificación por poder ya no hace parte de mis deberes, solo engrandecer el poder de la familia, cosa que ya hago; y dos: porque solo yo tengo que estar de acuerdo con mi relación, no ustedes Aah, y de pronto mis padres y ya habíamos sido específicos en qué ustedes no lo son —zanjo empuñando una mesa tras de mí para no verme flaquear.
Reider me mira fijamente y odio que busque el indicativo de que voy a estallar. Eliot observa mi postura, pareciera que se da cuenta de que algo anda mal y empiezo a preocuparme que ya no sea solo el temblor.
—Regresemos a la fiesta, es un caso perdido discutir ahora. Alice por favor no hagas más escenas, tienes una reputación que cuidar ante el hecho de que los reinos te quieren como unificación por poder —pide mi hermano siendo sensato.
Me quedo en la sala, al volver al salón soy sacada de mis pensamientos por el llamado que reconozco de Mike, me cuestiono por su presencia y regreso al pasillo en solitario dónde llegan adelantados a explicar.
No traen caras de buenas noticias.
—Los restaurados han desaparecido, absolutamente todos.
—¿Cómo? —pregunto confundida y al borde de un colapso, por lo que eso significa.
—Esta madrugada, fueron liberados antes de la dosis natural de control. El príncipe guardián no ha encontrado rastro.
¿Es una mala jugada? Solo me está faltando el aire y mi cuerpo tiembla, pero es solo una mala jugada ¿verdad?
—¿Me estás diciendo, que hay más de trescientos cambiantes con mi rastro puro, libre por ahí? —casi grito.
Si las autoridades externas a la corte privada de Rainbow toman el control de esto, voy a estar completamente jodida, porque es la forma más fácil de encontrar mi poder, cosa que no puede pasar.
No puede pasar.
—Háganle saber al príncipe guardián, que tiene hasta la última hora del día para recuperarlos o habrá una masacre. —tomo la decisión a mi favor.
—No tenemos más opción —me apoya Valentia igual de desanimada.
No puedo permitir que se acerquen a mi poder, de ninguna manera pueden saber los alcances de mi sangre, prefiero el peso de todas esas muertes al absorberlos que el peso de que descubran mi magia.
—Alice, mañana empiezan las celebraciones, a la última hora de hoy las barreras de Trimagic se triplicarán —maldigo por el recordatorio de Roy.
—El rastro de mi magia no puede ser encontrado —hablo preocupada —denle las herramientas que necesitan para rastrear más rápido, de lo contrario mi seguridad es prioridad.
Me saco el collar en forma de eclipse total con sus destellos y la piedra de absorción que yo misma cree. Se las entrego y la acción habla por sí sola de la orden.
—Lleguen a la mansión escarlata antes de que las barreras caigan. —les pido con la voz temblorosa.
No es una situación fácil y no me gusta haber llegado a este extremo, debería ir y ser yo quien dé la cara a este desastre.
¡Maldita sea!
—Lo mantendremos bajo control, Davola —asegura Roy besando mi frente, el sobrenombre me hace suspirar, una palabra del bosnio que significa diablo.
Mike asiente, los veo marcharse y con ellos mi paz para el resto de la noche.
A mi intranquilidad la sorprende un toque desde atrás sobresaltándome al punto de gritar.
Liam ríe disculpándose —llevo rato buscándote ¿Estás bien?
Me esfuerzo por asentir y abrazarme a él, Valentia obedece y no se pone de bocona.
—¿Ya me extrañabas?
—Mis padres quieren conocerte —habla y su propósito me llena de escalofríos.
—¿Ahora? —temo por mi emocionalidad.
Un "sí"—seguro sale de sus labios y me lleva con él al salón de baile donde empiezo a sentir el peso de sus miradas.
La pareja me detalla sin el más mínimo disimulo mientras caminamos, la mujer está sonriendo con el cabello cayendo le por los hombros, es el largo perfecto para su estatura, ojos verdes marino y se ve dulce contrario a su marido quien está serio con la mandíbula apretada, ojos oscuros y cabello negro azulado.
Fijarme en su físico me distrae de mencionar todo lo que su aura me está transmitiendo. Liam me presenta como su novia, Loren me está alterando por su mirada invasiva.
—No me gusta lo que intenta —se queja Valentia.
—¿Eres la misma que líbero la barrera del pueblo?, ¿Verdad? Yo no logre verte —comenta su madre con amabilidad
—Sí, supongo que fue porque hubo algunos inconformes con el consejo y no me deje ver cómo corresponde —comento justificando mi anterior estrategia para molestar a padre.
—Entiendo, me alegra verte al fin y conocer a la chica que ha conectado con mi hijo —opina logrando un leve sonrojo de mi parte.
—Y veo que ha sido una conexión profunda, porque que habéis creado un vínculo puro —habla por fin el señor ceño fruncido.
Intento entender cómo es que sabe del vínculo, me giro buscando la mirada de Liam.
—Mi padre tiene el poder de ver más allá de las personas, supo de nuestro vínculo al ver a través de mí —explica en voz alta.
Eso es razonable, puesto que no podría usar ese poder en mí, soy inmune a la magia de los Serenity.
El hombre no se ve contento con el cambio de tema, pero se incluye con forzada amabilidad.
—Deberían estar en las programaciones de esta semana, Así disfrutan de nuestras tradiciones como dúos cambiantes —propongo con un poco más de confianza.
—Estaría súper, pero sabes que las zonas de transporte del pueblo hacia acá están en proceso y es complicado — Daisy es educada al rechazar la propuesta
—¿Y si no tienen que viajar? —agrego con entusiasmo.
Liam ama pasar tiempo con sus padres y compartir esta experiencia tan nueva para todos en familia es un gran plan.
¿Hablas de que nos alojemos en cualquier lugar durante tres días, solo para ver unas fiestas? —pregunta Loren altanero.
Es demasiado odioso.
—No hablo de quedarse en cualquier sitio, hablo de quedarse en mi casa y no son unas simples fiestas, las conmemoraciones de la semana renacer son sublimes, hay tanta historia, tantos sentimientos. No se lo pueden perder —ofrezco controlando a Valentia, queriendo ganar puntos con el castaño a mi lado a pesar de que se le nota apenado por las negativas de su padre.
—Es muy amable de tu parte, pero no creo que tu familia le guste que uses la casa de tus abuelos como hotel, incluso si es para mi familia —incluye Liam más peros.
—Nunca hablé de la mansión escarlata, dije mi casa y aunque ese es mi hogar, tengo una casa propia —suelto con el tono de superioridad, que no debí utilizar, ganándome la negativa de nuevo con su padre.
—Loren, Alice solo quiere ser amable con nosotros y a mí me emociona mucho su invitación ¿Qué hay de malo en tomar su oferta? —discute Daisy con su esposo.
Terminan accediendo y sin esperar de más el final de la celebración salimos rumbo a mi casa. Mientras los acomodo, Loren sigue intentando ver, a través de mí, su emanar inquieta a Valentia. Su poder es más fuerte a comparación de cualquier Serenity, fuerza que solo viene de una línea directa de poder.
Necesito un descanso, urgente.
En la habitación me apresuró a buscar la proximidad de los labios de mi novio.
—Estoy muy caliente —aviso desplazándome a su cuello sin detener mis manos en el trabajo de sacar la chaqueta y camisa.
—Mis padres están al lado —se preocupa apenas su boca en gemidos lo traicionan.
—No podrán, hay barrera de silencio —le enseño el mando de mi habitación en la casa, al ser una casa compartida las habitaciones están silenciadas al exterior.
Mantengo el control del momento, Liam se saca la ropa ya abierta y a medio bajar por mis manos intrusas. Reparto besos en línea recta hacia abajo y me detiene sacándome el vestido antes de que empiece mi disfrute.
Rodeada de encaje me arrodilló disfrutando de su excitación y torturándolo en igual medida. Sus afirmaciones de deseo me invitan a más dejando que alcance su punto de locura para dejarlo tomar el mando.
El juego de controlar y ceder se nos da muy bien, ya me conoce, y mientras duerme detalló su cuerpo, el emanar de su magia, la duda que me sembró su padre frente a sus orígenes, está presente, podría tomar la información ahí mismo con mi magia, pero prefiero ir por el lado menos invasivo, lo último que quiero es lastimarlo.
Hay una persona que puede darme información sobre esto.
Hola, Tío, podrías hacerme el favor de enviarme los registros de los cambiantes que fueron enviados al pueblo de Dream, necesito buscar algo del pasado de Liam.
Envío al chat privado por la pulsera y sorpresivamente su respuesta no tarda.
Los buscaré, creo que están asegurados por el consejo, pero los tendrás, apenas saque una copia.
Su afirmativa a mi favor me permite disponerme a dormir, solo hasta la madrugada que el estallido interior me hace saber que no hubo más opción, los restaurados fueron absorbidos.
Monstruo, es lo que soy.
Uh, las sombras se están aproximando.