"¡Mátenlo ya!"
"¡No, espera!" Henry grito con la manos levantadas.
En ese preciso momento el tiempo pareció ralentizarse, el miedo de estar atrapado en un lugar con un motón de personas que se parecían a él... no... ¡Que eran él mismo! Y que le estaban apuntando con diversas armas, hizo que todo cuerpo se llenara de adrenalina. De inmediato todo lo que recordaba vino a su mente, lo cual no fue muy largo ya que solo recordaba lo que había pasado desde la anterior semana.
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Hace una semana, había despertado en la cama dentro de un velero bastante grande. Confundido y con un dolor de cabeza que se así mas doloroso a cada segundo, salió al exterior tan rápido como su piernas de gelatina le podían llevar. Solo para ver un interminable paisaje azul de puro océano.
Y desde ese momento supo que estaba jodido. Bueno, no realmente. Después pasar horas en la cubierta, su dolor de cabeza fue disminuyendo hasta desaparecer, lo que dio paso a que pueda pensar mejor las cosas.
Asimilando el hecho de que se encontraba a la deriva en un velero que navegaba hacia la nada, se metió dentro, comenzando a revisar todo de arriba a abajo.
Lo bueno: Al parecer alguien se había tomado el tiempo para llenar los estantes de la pequeña cocina con comida enlatada y agua potable.
Lo malo: Lo que se suponía que era la radio del velero, no funcionaba. Por lo que ahora sí podía estar seguro de estar aislado.
Así que, sin mas opción se dispuso a manejar el velero lo mejor que podía rumbo a ninguna parte con la esperanza de llegar a tierra. Y durante esa larga semana, Henry, estuvo durmiendo en la cocina, ya que por alguna razón que no pudo descubrir, cada que entraba dentro de la 'habitación' del velero. Los dolores se cabeza volvían. Y no ayudo el hecho de que en su primer intento encontrara una nota que decía; 'Te llamas Henry y dirígete al Oeste'.
Después de una semana, de solo ver un océano interminable, la esperanza inundo su espíritu al ver un enorme barco a lo lejos. Disparando varias bengalas al aire por uno cuantos minutos, el barco pareció haberlo visto.
Estuvo feliz cuando tenia el barco literalmente al lado del suyo, pero luego esa sonrisa paso a convertirse en una mirada de confusión junto con una pizca de temor. Ya que en cuanto varios tipos con ropa militar de color camuflaje azul marino, abordaron su barco, pudo ver que esos tipos tenían su cara, literalmente, eran el mismo.
Por un segundo pudo ver que ellos estaban igual de confundidos que él. Sin mostrar ningún tipo de resistencia dejo que lo subieran al otro barco mas grande, que en palabras de ellos era un Buque de guerra clase Destructor.
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Dentro del buque, en la oficina del capitán, estaba reunido él y sus oficiales. Tres hombres que a diferencia del Capitán ellos se veían un poco más jóvenes que la apariencia vieja y con canas de su Oficial Superior.
Habían estado reunidos pocas horas después de que inspeccionar el velero en el cual habían encontrado a Henry. No teniendo los recursos médicos en esta barcaza como para hacerle un análisis exhaustivo a su nuevo tripulante, habían catalogado a Henry como otro clon más.
Eso hasta que los que estaban encargados de inspeccionar el velero descubrieron en la zona habitacional una máquina de clonación. Máquina la cual arrojó información que sorprendió al Capitán y su grupo de Oficiales.
Henry era su creador, "el Original".
Naturalmente, una información tan valiosa, no tardo en ser comunicada al Alto Mando. Luego de un par horas de silencio en la sala de comunicaciones, llegó un mensaje del mismísimo General McCann el líder de todo el Alto Mando.
Dicho mensaje tenía sólo una orden: Matar al Original.
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Henry se encontraba en el comedor de la Barcaza comiendo muy lentamente, mientras sentía como un montón de personas lo observaban lo cual se volvió más espeluznante al saber que todos en esas personas eran el mismo.
"Haber, muchachos. Todos estamos igual de emocionados, pero tampoco sofoquemos a nuestro amado líder." Una bramo con total autoridad. Levantando su cabeza miró a quien se hacía llamar Hener.
Él había aparecido de entre el tumulto de clones que comenzaron a rodear a Henry en cuanto salió de la enfermería. A pesar de que todos tenían algún rasgo que los diferenciará unos de otros; Ya sea color de ojos, cicatrices, altura e incluso color de piel. Hener tenía las pupilas color amarillo, pero salvo eso, todos tenían la misma cara que él mismo.
Al principio solo eran unos cuantos luego de que levantará la tela que cubría su antebrazo derecho, revelando que no tenía ningún número de serie como todos los demás. Al principio le llovieron preguntas, las cuales no contestó, no porque no quisiera sino porque no tenía respuestas.
Pero después de un par horas en la enfermería, se encontró rodeado por lo que él pensó era toda la tripulación del barco que inundaba los pasillos circundantes de la enfermería. Al parecer mientras realizaba su "chequeo" en la enfermería, se dio a conocer que en su velero se encontraba una máquina que tenía la tenía la información de que era Él creador.
Esto desencadenó una oleada de preguntas, en medio de todo esto y apuntó de sofocarse por tantas preguntas a la vez. Apareció Hener y un poco pequeño grupo que lo acompañaba, los cuales escoltaron a Henry hasta el comedor.
Volviendo al comedor, Henry, estaba quieto viendo como el lugar ahora lleno de clones apartaban la mirada luego de que Hener hablará.
"Creador." Hener habló, sacando a Henry de sus pensamientos. "Sólo quiero decir que es un honor estar en su presencia. Nunca tuve tal honor, solo había escuchado las historias que se contaba sobre usted y dotes como líder. Y tengo que decir que usted está a la altura de lo que se cuenta."
Henry solo asintió y se lleno la boca de comida de racionamiento militar.
"Diablos amigo. ¿No se suponía que nos encargaríamos de no abrumarlo?" El clon que estaba al lado derecho de Hener, habló después de una pequeña risa.
Hener entrecerró sus ojos en señal de molestia, giro su mirada hacia ese clon. "Cállate, Himdel. Un poco de respeto en frente del Creador, ¿no crees?"
"Oh, lo siento." Dijo ahora en un tono serio.
Hubo un momento de silencio, en el cual Henry aprovechó para terminar de comer. Todos a su alrededor estaban expectantes. Pensando en que decir, se le ocurrió una pregunta.
"Hener, ¿De dónde vie-?"
La estática de un altavoz encendido lo interrumpió. "Atención, tripulantes. Les habla su Capitán." Se escucho una voz fuerte y autoritaria. "El alto mando nos habla después de meses de silencio, dice que tienen nuevas órdenes para nosotros. La cual es eliminar a la persona que rescatamos hace unas horas. ¡Maten al original!"
El altavoz volvió a estar en silencio, el comedor quedo en un profundo silencio y durante un momento todos se quedan mirando el altavoz para luego mirar a Henry.
Con todas las miradas del comedor enfocadas solo en él, su corazón palpita rápidamente, su boca comienza a temblar luchado por decir algo. "Este... Yo..." Pero nada concreto sale de su boca.
El martillar de una pistola se escucha a su lado, al voltear su mirada ve a un clon apuntándole. Inmediatamente se escucha otra pistola siendo amartillada, del otro lado quien resulta ser Hener.
"Rand, baja el arma." Dice Hener de forma lenta.
Temblando un poco aquel clon se mantiene firme con el arma. "Nos acaban de dar nuevas órdenes..."
"Baja. El. Arma." Esta vez la voz Hener se escucho más grave.
"No, tú suelta el arma." Otro clon se unió, apuntado con una pistola a Hener.
Casi como si fuera algo coreografiado todos comienzan a sacar armas de distintos calibres debajo de sus mesas y algunos de sus bolsillos traseros. Todos apuntándose entre si con rifles de asaltos, escopetas y pistolas. Pensando que este era su fin, no pudo evitar que las palabras se le salieran de la boca.
"Oigan..." Inmediatamente se calla en cuanto toda la atención vuelve hacia el. "Y-y... ¿Si bajan sus armas y no me matan?" Una sonrisa nerviosa se le forma en la boca, esperando que de alguna manera eso aliviane la situación.
"¿Por qué?" Otro clon, que estaba a una mesa de distancia frente a Henry, preguntó. "Nos acaban de dar órdenes."
"Porque... Porque soy su... Creador..." El silencio inundó el comedor otra vez, Henry se dio cuenta de que esperaban más respuesta, entonces dijo lo primero que se le ocurrió . "Y porqué si me matan, ustedes mueren." Esta respuesta hizo que todos quedarán sorprendidos y comenzaran a mirarse entre sí en busca de una respuesta. Después de unos segundos de silencio Henry volvió a hablar. "Sí. Sí, sí me matan ustedes mueren. La razón es..." Se trabó un poco pensado en una respuesta rápida. "Porque como soy el original y ustedes son mis clones... Existe la posibilidad de que estén conectados mentalmente conmigo y si muero ustedes también."
Paso un momento hasta que otro clon volviera a hablar. "Eso no tiene sentido..."
"En realidad creo que tiene perfecto sentido." Otro más hablo. "Ya que al ser nuestro Creador, en teoría deberíamos estar conectados mentalmente."
"¡E-exactamente!" Grito Henry mientras señalaba con el dedo hacia aquel clon.
"Oh vamos..." Dijo el clon con un tono incredulidad.
"Dante, Dan. Cállense." Habló el clon que le había apuntado a Henry en primer lugar, aún manteniendo su pistola en alto. Claramente se veía que poseía más autoridad en la sala. Miró a Henry. "Si eso es verdad, ¿Por qué el alto mando quiere que te matemos?"
Henry no supo qué responder, pero afortunadamente alguien habló por el. "Bueno... ¿Y si el alto mando quiere deshacerse de nosotros?"
La sala volvió al silencio por un momento, hasta que alguien más siguió la cadena de respuestas.
"Santo cielo, Dan tiene razón." Todas las miradas se dirigieron a otro clon. "Solo piénselo, nos mandaron a navegar en este océano por meses y justo cuando nos topamos con el original. El alto mando nos da nuevas órdenes, al cuales son eliminar a nuestro creador."
Después de unos segundos algunos en el comedor comenzaron a bajar sus armas, para sorpresa de Henry. Un poco aliviado, pero a la vez ofendido al ver que sus clones eran tan idiotas como para tragarse algo así.
De repente una de las puertas de entrada al comedor se abrió. Los ojos de Henry se abrieron como platos al ver como esa versión de sí mismo, parecía como si alguien hubiera puesto su cabeza en el cuerpo de Arnold Schwarzenegger.
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*Presente*
"¡Mátenlo ya!" Grito aquel clon con el cuerpo Arnold.
"¡No, espera!" Grito Henry con la manos levantadas.
De repente su versión de Arnold, alzó la pistola que tenía en dirección a la cabeza de Henry.
Un disparo se escucho, Henry se sobresalta pero no siente ningún impacto. Abre sus ojos un segundo después y ve como es Arnold quienes está en el suelo con un impacto de bala en el pecho. Girando su cabeza al lado ve que él que disparo fue Hener
"¡Traición!" grito Arnold aún en el suelo.
"¡Corra, creador!" Hener le grita a Henry, volvió su mirada al frente para disparar esta vez a la cabeza de Arnold.
Pero antes de que Hener pudiera volver a disparar, una bala le atravesó la cabeza, el disparo provino de Arnold quien se encontraba bien, debido a que traía un chaleco bajo su uniforme.
Por fin reaccionando, Henry, con todo gusto obedeció la orden. "¡Protéjanme!" Henry gritó mientras corría en dirección a la salida del otro lado del comedor.
"¡Mátenlo, imbéciles!" Arnold grito mientras se levantaba del piso.
Frente a estas órdenes contradictorias, todos en el comedor se miraron entre sí. Uno de los tripulantes levantó su arma apuntando a Henry, pero antes de que pudiera disparar su cabeza fue volada por otro tripulante. Un segundo después de esta escena, todos en el comedor comenzaron a dispararse entre sí. Lo que antes era un comedor se había convertido en un espectáculo del lejano Oeste.
Las piernas de Henry de alguna manera corrieron más rápido a través de los pasillos en cuanto los disparos en el comedor comenzaron a sonar.
Aunque sólo fue por un par de minutos, para Henry se sintió más tiempo, corriendo por los pasillos, girando por pasillos del barco de manera aleatoria. Apoyándose contra una pared se detuvo para tomar un respiro.
Los altavoces comenzaron a sonar, haciendo que mirara hacia arriba.
"¡Atención tripulación, protejan al original!"
Un forcejeo se escuchó.
"¡No lo escuchen, maten al original!"
"¡Protéjanlo!"
"¡Mátenlo!"
Después de unos segundos de escuchar a las voces gritar lo mismo y forcejea, con el micrófono. Dos disparos se escucharon, haciendo que los altavoces quedarán en silencio, esa fue la señal que Henry necesito para volver a correr por los pasillos interminables del barco nuevamente.
Luego de haber corrido otro par de minutos, llegó aún pasillo donde había una escaleras en medio, al subirlas se dio cuenta que de alguna manera había logrado llegar al puente de mando. Donde se suponía que debía estar una tripulación dirigiendo el barco. Ahora solo había cadáveres, casquillos y armas, desparramadas por todo el lugar.
Mirando a su alrededor, tomó la pistola del ahora difunto Capitán del barco. Revisando que la pistola estuviera cargada, alguien se acercó detrás de Henry. "Es un honor estar enfrente del creador."
Aquella voz hizo que Henry saltará del susto y casi soltara su arma, se volteo rápidamente y le apuntó con la pistola. "No quiero matarte... o matarme.... O lo que sea." Dijo con voz temblorosa.
"Tranquilo Jefe, quiero ayudar." Levanto su manos en señal de no ser una amenaza. "Si busca su velero, temo decirle que fue desenganchado del barco en cuanto recibimos las órdenes de matarlo. Y también creo que fue volado..."
"Fantástico." Henry dijo de forma sarcástica mientras bajaba su arma. Después de pensar por un momento volvió a levantar su mirada hacia ese clon "¿Sabes otra forma de salir de aquí?"
"Sí. Tenemos dos botes salvavidas en la parte trasera del barco. Puedo llevarlo-"
El disparo de una escopeta atravesó el pecho de ese clon. "Abandonar el barco es deserción." Era Arnold, quien ahora tenía su uniforme manchando con sangre y algunos agujeros de bala. Miró a Henry y le apuntó para dispararle. Pero en vez de perdigones, solo se escuchó el 'Click' de un arma vacía. "Maldición."
En cuanto vio que Arnold estaba sacando más cartuchos de su bolsillo, Henry apuntó su arma y disparo. Arnold salto hacia las escaleras, esquivando la mayoría de los disparos, pero cayendo de cara por las escaleras.
Sin perder más tiempo, Henry salió por una puerta que lo dirijo hacia el exterior del puente de mando. Volviendo a correr esta vez con una dirección en concreto, se topó con que el exterior del barco se había convertido en una zona de guerra. Habían varios clones corriendo al interior del barco mientras se disparaban.
Bajando por unas escaleras, Henry trataba de mantener la cabeza baja mientras corría y se detenía en cada esquina y cobertura que podía a través del enfrentamiento que estaba sucediendo. Afortunadamente para él, la mayor parte del tiroteo parecía que se libraría en el interior y no en el exterior.
Pero lastimosamente eso no quitaba que el exterior no fuera un infierno.
Gritos de gente ladrando órdenes o maldiciendo, gente moviéndose y los ruidosos sonidos de armas disparando, era todo lo que había su alrededor mientras se movía. En cuanto Henry se encontraba ya por la mitad de su trayecto el sonido de una explosión y un cadáver cayéndole encima, hizo que este mismo dejara de tratar de pasar desapercibido y comenzara a correr con todas sus fuerzas.
Llegando a una esquina, el culatazo de una M4 hizo que Henry cayera al suelo. Una mano lo agarró por su polera, arrastrándolo a la cobertura de una pared e inmovilizándolo en ella. Henry vio a cuatro tripulantes, todos igual de armados.
"Nombre y rango, soldado." El clon dijo con el cañón del M4 apuntándole a la cara desde abajo. Henry sólo se bajo la manga revelando que no tenia aquella dichosa marca que todos tenían. Estoy hizo que el clon lo soltara y hablará con una voz no tan brusca.
"¿Espera tú eres al que estamos protegiendo?" El que parecía el líder de ese pequeño grupo, hablo.
"Sí... ¿Me ayudarían a llegar a los botes salvavidas?"
"Claro." El líder asintió con la cabeza.
Antes de que pudiera con su carrera hacia el bote, una explosión se escuchó, era Arnold. El cual ahora traía en su manos un rifle automático con una mira telescópica.
"¡Deprisa!" El líder del pequeño grupo dio órdenes de disparar mientras empujaba a Henry en dirección contraria de la pelea. "¡Corra, creador! ¡Nosotros lo cubrimos!" El líder se puso detrás de la pared y comenzó a disparar fuego de supresión contra Arnold, mientras su pequeño grupo disparaba contra los tripulantes que estaban apoyando a Arnold.
Logrando llegar al bote salvavidas, Henry oprimió un botón que hizo que el bote callera al agua. Henry salto del barco cayendo al agua y nadando hacia el bote. No tardo mucho en llega y encender el bote, y comenzó a navegar en dirección contraria del barco.
Mientras el bote seguía su rumbo, Henry miro a través de una de las ventanas del bote, esperaba que ese otro "yo" y su pequeño grupo hayan logrado ganar la pelea, para sí poder huir por el otro bote.
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Dentro del barco, cerca de la sala donde se almacenaba toda la munición para los cañones del barco. Se estaba librando un pequeño tiroteo.
"¡Mierda! Lasky, Lant. Retrocedan, tenemos que reagruparnos." El sargento Carrick grito mientras le señalaba a lo que quedaba de su grupo hacia una de las puertas de más al fondo. En cuanto Lasky y Lant, obedecieron sus órdenes, Carrick comenzó a disparar fuego de supresión a sus atacantes delante del pasillo, pero solo durante un par de segundos debido a que la munición de su rifle ya se había agotado. "¡Carajo!" Volvió a cubrirse para volver a recargar.
De repente un grito se escucha. "¡Sargento!, la puerta ya está abierta." Lasky grito sin darse cuenta que la puerta que había abierto era la del cuarto de munición.
Los ojos de Carrick se abrieron como platos al darse cuenta que puerta había abierto Lasky. "¡No, pendejo, cierra esa puerta!" Antes de que pudiera ir corriendo a cerrar la puerta el mismo, otro grito se escuchó, haciendo que él volteara. Uno de los atacantes salió de su cobertura y lanzó una granada hacia ellos, y para mala suerte de todos, la granada fue lanzada directo a la sala de municiones. "¡¡NOOO!!" Carrick se lanzó tratando de atrapar la granada, lo que hizo que sus atacantes provecharan para dispararle. Esto hizo que fallará en su intento por atrapar la granada.
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*Boom*
Los ojos de Henry se abrieron como platos al ver una enorme explosión salió del interior, haciendo que el barco se partiera por la mitad a la vez que ambas partes saltarán en direcciones opuestas. Estando conmocionado por lo que acababa de ver, su cuerpo de manera automática volvió su mirada al frente, puso sus manos en el timón y continuo navegando en silencio.
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*En los restos del barco*
Cerca de los alrededores de los restos del barco que ya se estaban hundiendo, el otro bote salvavidas se encontraba tripuladas por solo cinco supervivientes de la explosión.
"Informe de supervivientes, Sargento Primero, Trent." Arnold habló mientras se ponía una gasa en su herida del brazo.
"Eh... Teniente, yo soy el Sargento Trevor. El sargento primero Trent, murió en la explosión."
"Bien, entonces dime el puto informe." Dijo con un gruñido de irritación por el dolor de la herida.
"Bueno... Todos a excepción de nosotros cinco, están muertos."
"Rayos..." Dando un suspiro saco otra gasa del Kit médico. "Bueno da igual, aún tenemos órdenes que cumplir." Terminando de curar su herida, Arnold se levantó de su asiento y se volteo a ver a otro tripulante que se encontraba manejando el timón. "Soldado Raz, siga al otro bote salvavidas."
Ante estas órdenes el Sargento protesto. "Teniente, tenemos que informar de todo esto al Alto mando."
"No informaremos nada, porque no podemos. A menos que quiera que perdamos el tiempo buscando en los restos del navío algún equipo de comunicación, mientras nuestro objetivo se escapa." Arnold escupió, aún manteniendo su mirada al frente mientras sentía que la paciencia se le acababa.
"Pero señor..." Trevor continuó, dando un paso al frente. "Podría haber supervivientes en los restos, tenemos que volver. Eso sin mencionar que..."
Arnold se giro y agarró del cuello al Sargento Trevor, interrumpiendo lo que estaba diciendo. Lo alzó del suelo, con un apretón, Arnold le rompió el cuello. Abriendo la escotilla trasera del bote, tiro el cadáver al océano.
Arnold volteo a mirar a los otros tres tripulantes que quedaban. Rápidamente todos se pusieron a fingir que hacían algo para evitar su mirada.
"Soldado Raz, no pierda de vista a ese bote." Sin más que decir, Arnold volvió a sentarse en los asientos que habían más atrás.