ʀɪᴠᴀʟᴇꜱ ꜱᴀɪᴅᴀ

Capítulo 21

--Esto es increíble-- repetía el Director, limpiándose la mancha del traje mientras observaba a la fila de estudiantes sentándose en secretaría.

Todos los que habían sido identificados, como los que comenzaron la pelea: Jeongyeon, Jihoon (quien tenía una bolsa de hielo en su entrepierna), Eunwoo, Momo, Jihyo, Nayeon, Key, Chaeyoung, Mina, Dahyun y por supuesto, Sana.
Estaban todos en las sillas, en ese orden, mirando hacia abajo. Muy indignados entre ellos para sentir vergüenza incluso, el Director los había reunido y planeaba darles un buen sermón, por el desorden que habían provocado.

--¡Estudiantes de este instituto, golpeándose entre ellos, y señoritas!-- dijo mirando a las chicas. --¡De esa manera no los educamos, ustedes ya son mayores, tienen conciencia, por favor!

--¡Él comenzó!-- se quejó Momo, señalando a Jihoon.

--¡Está estaba acosando a mi amiga!-- se defendió, señalando a Nayeon.

--¡Tú querías pegarle!-- le gritó Mina y Chaeyoung la fulminó con los ojos.

--Y tú le pegaste y terminaste besando a uno de mis amigos, antes de darle un golpe, también-- dijo con un veneno y Mina parecía querer hundirle la nariz de un golpe.

--¡La besó en contra de su voluntad, ellos comenzaron todo esto!-- dijo Jihyo, defendiendo a su amiga.

--¡A ella le gustó el beso tanto como a mí!-- comentó Key burlón y el rostro de Mina enrojeció.

--¡Cierra la boca!-- saltaron Sana y Chaeyoung, levantándose furiosas, todos miraron muy sorprendidos a la segunda, quien se sonrojó y volvió a sentarse.

Mina estaba cabizbaja debido a la vergüenza.

--Aww, al final la rarita defiende a su novia-- soltó amargamente Eunwoo, haciendo que Sana le mirara con odio.

--Cállate, que la próxima vez te doy más fuerte-- lo amenazó y Dahyun se levantó, colocándole un dedo en su hombro.

--¿Quién te crees para hablarle así a mi novio?-- le reclamó empujando a Sana por el hombro, ella enrojeció de ira al escuchar la palabra "novio".

--A mí que mierda me importa tu noviecito. Él llegar a tocar a una de mis amigas otra vez y te juro que te dejo sin hijos-- dijo con los ojos ardiendo y la amenaza hizo ruborizar a Dahyun, quien le dio una cachetada.

--¡Paren, todos!-- gritó el Director, mandándolos a callar.

Sana seguía observando a Dahyun, con la mejilla ardiéndole por el golpe, la peliazul le devolvía la mirada con una furia contenida, pero las dos tuvieron que cortar el contacto visual cuando las mandaron a sentar.

--Primero, quiero hablar con los dos jovencitos-- dijo el señor severamente, refiriéndose a Jihoon y a Nayeon, que de inmediato se levantaron y entraron a la oficina, dejándolos a ellos solos.

--Todo es culpa de esta perra, por siquiera acercarse a mi hermana-- comenzó Momo, Jeongyeon se levantó de la silla y la enfrentó.

--¡Yo no hice nada, ella fue la que hizo lo que hizo!-- se defendió.

--¿Y qué fue lo que hizo?-- bufó Sana aún muy enojada, la mejilla le escocía y más al ver a Dahyun sentada en las piernas de Eunwoo.

Jeongyeon no respondió la pregunta pero se sonrojó, Sana no pudo evitar sonreír... acaso...

--¿Te gusta?-- preguntó colocándose frente a Jeongyeon, quien se puso colorada de pies a cabeza, y Sana comenzó a reír. --¡Sí te gusta!

--¡Claro que no!-- dijo dándole un golpe en el hombro y cruzándose de brazos. --Primero muerta, porqué no me dejas en paz y vas con tu novia.

--¡Exacto, rarita! Ve a cuidar a tu novia-- le dijo Eunwoo, riendo, mientras Sana se ruborizaba y se volvía a ver a Mina, quien la miraba con disculpa.

Mina extendió la mano, indicándole a Sana que tomará asiento junto a ella.

--Vamos, Sana-chan. Sólo ignóralos-- dijo aún ofreciendo su mano y Sana suspiró, iba a tomarla cuando vio la mirada asesina de Chaeyoung y prefirió no hacerlo.

Parpadeó, sorprendida ¿Desde cuándo a Chaeyoung le importaba algo cómo está pequeña acción? Sintió un frío helado en la nuca y al ver era Dahyun, clavando sus ojos chocolate como dagas en ella, y no parecía para nada contenta. En verdad, Sana no entendía a las porristas, pero al recordar el malentendido anterior quiso aclarar la situación, para que así Dahyun no creyera cosas que no eran.

--Ella no es mi novia-- dijo muy firme, pero mirando hacía el suelo, Jihyo observó con curiosidad como el rostro de Dahyun se relajaba.

Duraron alrededor de una hora, charlando en la oficina de uno en uno. Sana, al igual que los otros, no recibió una sanción por ser el último día de clases, pero si una gran reprimenda y advertencia del Director.

Salieron las tres chicas, despotricando contra los idiotas que habían ocasionado todo aquello.
Sana estaba completamente sucia y había recibido una simple camiseta holgada de la enfermería, tenía que mantener sus jeans sucios. Jeongyeon, Dahyun y Chaeyoung las siguieron de lejos, ya que todas debían de ir a las duchas, se ignoraron completamente, aunque se lanzaban indirectas. Muy directas, la verdad.

--¿Sabían qué las perras detestan las duchas?-- comentó Momo desde una de las duchas mientras lavaba su cabello, Jihyo se rió.

Sana y Mina, ya duchadas y vestidas, estaban en los pequeños bancos, la pelinegra se colocaba las zapatillas mientras su amiga se cepillaba el cabello. Mina llevaba una camisa naranja con botones negros y Sana una camiseta holgada deportiva, obviamente muy lejos de ser de su talla.

--Estoy segura de que todas las idiotas son bajas-- comentó Jihyo, colocándose la blusa sobre su cabeza, y Dahyun bufó desde el otro lado de la ducha.

--Las bolas de grasa dan celulitis-- dijo muy divertida mientras sus dos amigas reían.

--Eso quiere decir que con solo ver a Park da celulitis, eso explica las piernas de la pelinegra-- dijo Chaeyoung atando sus agujetas, refiriéndose a Jihyo.

Mina la observó con una mirada cargada de reproche y rodó los ojos, la coreana observaba a la pelinegra con muy poco disimulo y había un brillo burlón que ocasionaba que Mina se sonrojara del enojo.

--Una salvaje no le hubiera dado un golpe a uno de sus propios amigos-- soltó venenosamente Mina, fulminando con enojo a Chaeyoung, y ella frunció el ceño.

--Pero al menos, no anda besando chicos cuando ya tiene una novia, que zorra si lo hace-- comentó Jeongyeon, soltando un insulto para ayudar a su amiga.

Sana ya no podía con estas chicas.

--Qué no es mi novia!-- soltó y Mina intentó calmarla. --Ya paren con esa estupidez.

--Aww, ella quiere que dejemos de decir la verdad, que práctico-- los ojos de Chaeyoung ardían aunque, miraba únicamente a Mina.

--Buen derechazo, aquel que le diste al cabezón, Sana-- Jihyo secaba su cabello, Dahyun salía de la ducha y también se colocó una chaqueta.

--Pedazo de salvaje.

--Se lo merecía. Avísame si dura unos días besando fatal, porque el golpe que le di en la mandíbula lo dejó disfuncional-- dijo la pelinaranja burlonamente, haciendo a sus amigas carcajearse.

--¡Claro! Como si tú besaras de maravilla.

--Mis besos son increíbles ¿O no, Mina?-- preguntó coquetamente, dándole un guiño a su amiga que soltó una risilla nerviosa al ver como Chaeyoung apretaba los puños.

--Seguro babeas y tienes mal aliento-- siseó la peliazul, furiosa, se había acercado a Sana, pero sus amigas estaban junto a la pelinaranja.

--Para atrás, perra-- atacó Jihyo, colocando una mano frente a ella, Jeongyeon se situó junto a Dahyun y la apartó.

--No te metas, cerda.

--¿Qué habrá visto mi hermana en ti? Te apuesto que sólo eras un juego-- dijo Momo y observó un reflejo de dolor en los ojos de la chica, sintió un poco de culpa por eso, y a Chaeyoung le enojó.

--¡Cierra el hocico! ¿Crees en verdad qué le interesas a Heechul?-- insinuó, burlona, y Sana al ver el retroceso de su amiga, salió a defenderla, pero antes Mina habló, impidiéndole hacerlo.

--La única que se tiene que callar, eres tú, Son. Porqué no vas a hacer algo productivo y te vas a follar con tu novio-- dijo echando humo y Chaeyoung la observó parpadeando, como si le hubieran dado un puñetazo en la nariz. --Capaz, así se te pase la idiotez-- se dio la vuelta y salió de los vestuarios, dando pisotones.

Todas la miraron con asombro, la pequeña escena de las dos chicas, y luego dirigieron su atención a Chaeyoung, ella tenía las mejillas rojas y apretaba los dientes. No dijo nada y salió echa una furia por la puerta, dispuesta a bofetear a Mina, mientras le llamaba por su apellido, pronto sus gritos se perdieron por los pasillos. Nadie dijo nada durante unos segundos, hasta que Sana fue la primera en hablar, dirigiéndose a sus dos amigas.

--No puedo más, me voy. Las coreanas me sacan de quicio-- dijo colgándose la mochila y despidiéndose de sus amigas, antes de salir del vestuario.

Ignoró los gritos de Dahyun al pasar a su lado y comenzó a caminar por los pasillos, estaban vacíos, ya que los estudiantes estaban en clases.

--¡Minatozaki!-- gritó séptima vez la peliazul y Sana suspiró, fastidiada.

Se detuvo y volteó a encararla. Dahyun caminaba firmemente hacía ella, con el cabello mojado, los jeans sucios y la camiseta blanca bajo la chaqueta de su novio. Ya no tenía maquillaje y su cabello estaba revuelto. En estos momentos, así toda desarreglada y sucia, Sana la encontraba más sexy que otras veces. Sentía unas irremediables ganas de recorrerla con las manos.

--¿Qué quieres?-- preguntó, cruzándose de brazos, Dahyun se detuvo y la observó enojada, durante unos segundos, colocó las manos en su cadera y alzó la barbilla, altiva.

--¿Cómo qué detestas a las coreanas?

--Las odio y todo se debe a ti, eres insoportable-- le contestó, alzando una ceja, y logrando irritar más a la peliazul. --A veces me preguntó cómo te soporta tu novio, luego recuerdo que no tiene cerebro y todo tiene sentido.

--Mi novio es más inteligente que tú y besa increíble, comparado con lo que son tus besos, seguramente. Te apuesto, a que sólo te haz besado con tu mamá-- sonrió hipócritamente, logrando enfurecer a Sana.

--¿No escuchaste? ¿O prefieres preguntarle a Mina? Mis besos son el cielo-- dijo apretando los puños mientras se acercaba a Dahyun, la peliazul también se acercó a ella, riéndose cínicamente.

--Já ¿Acaso lo dices para provocarme, fenómeno? Por que te digo de una vez, que no funciona-- estaban muy cerca de la otra, tanto que ya Sana podía sentir su cálido aliento en el rostro.

--¿Provocarte? Yo sé que te mueres por un beso-- no sabía de donde venía toda aquella valentía, pero se sentía invencible, comenzó a hacer retroceder a la peliazul mientras Dahyun miraba a los lados, nerviosa.

--Ya quisieras tú-- comentó aún firme con su actitud, sintiendo los casilleros contra la espalda. Sana la había acorralado.

Dahyun clavó sus ojos en los de ella y observó ese gran océano cafe. Sana sentía su corazón latir con fuerza, pero eso no impidió que sonriera burlonamente y acercará el rostro al de su chica.

--Yo beso miles de veces mejor que tu noviecito-- dijo sintiendo la respiración caliente de Dahyun quemarle los labios, sus frentes casi estaban rozándose.

--Los besos de mi novio me hacen temblar de pies a cabeza-- afirmó, pero Sana podía jurar que respiraba entrecortadamente, los ojos cafes bajaron hasta los labios de Dahyun y volvieron a verla. Se acercó, haciendo que sus narices chocaran y sus frentes estuvieran juntas, ella deseaba tanto besarla.
Colocó las manos a cada lado del cuerpo de Dahyun y notó con gran satisfacción como la peliazul la miraba fijamente a los ojos, pestañeando, y sin hacer nada para apartarla.

--Mis besos te dejarían la cabeza loca-- susurró en su oído y creyó haber escuchado a Dahyun suspirar suavemente, rió para sí misma mientras sus labios rozaban la mejilla de la peliazul. --Al final, terminarás completamente enamorada de mí.

--Te-te equivocas, l-la que se enamorará de mí serás tú-- contraatacó la peliazul, tragando en seco mientras Sana cepillaba sus labios con los suyos, sentía la piel ardiente y el corazón le latía como loco en el pecho. --Ni siquiera te atrevas a hacerlo-- la retó aún sin apartarse o intervenir, eso para Sana fue una invitación.

--Oblígame-- dijo lentamente, antes de presionar sus labios sobre los de Dahyun, no pudo decir quién de las dos fue la primera, pero ambas cerraron los ojos.

Al principio fue una leve presión para luego juntarlos de verdad, colocando sus labios entre los de ella dulcemente. Contuvo el aliento mientras intentaba recordar como se besaba, lo había hecho en dos oportunidades de su vida y no era muy experta en el área, las únicas veces habían sido con chicos y ellos llevaban el mando. Pero de la nada, la adrenalina y el gran enamoramiento que sentía hacia Dahyun, tomaron el control.

Comenzó a mover los labios lentamente, como una sensual danza, mientras jugaba con las puntas del cabello azul de Dahyun que caía en su espalda con los dedos. Sólo movían los labios, pero Sana sentía el pulso acelerado de su corazón por todo el cuerpo.

La piel le hervía y sintió su cuerpo temblar cuando abrió los labios, obligando a Dahyun a hacer lo mismo. Sus lenguas se encontraron y pudo jurar que la peliazul soltó un gemido ahogado, que Sana disfrutó por completo. Los labios de Dahyun eran de sabor a fresa, parecía el paraíso y su lengua era cálida y muy agradable. ¿Cómo pudo estar tanto tiempo sin besarle? Le enervaba que fuera Eunwoo el que disfrutaba sus besos todos los días.

No pudo decir en que momento, pero las manos de Dahyun se habían apoyado sobre su estómago en un vago intento de alejarla. Dahyun por un segundo parecía que iba a perder el equilibrio y Sana tuvo que presionarla aún más contra los casilleros, para que le sirviera de soporte.

La pelinaranja intentaba hacerla rabiar y comenzó a morder su labio inferior a mitad del beso, para luego atacarla moviendo los labios con una lentitud agonizante, otro gemido escapó de los labios de Dahyun, que Sana sintió hasta la médula. Las manos de la peliazul seguían sin hacer fuerza realmente y Sana sentía la piel quemándole bajo la tela de la camiseta, por el tacto de la chica en su estómago.

Presionó su cuerpo al de Dahyun y colocó un mechón de pelo detrás de su oreja, con delicadeza. Se besaban con unas ganas contenidas, Sana la besaba como había querido hacerlo desde hace un tiempo y estaba disfrutando que la peliazul no la apartarse de un golpe, pero, como cualquier momento perfecto, tuvo que llegar a su fin.

Se escuchó el último timbre del día, anunciando el final de las clases, y los gritos animados de los estudiantes retumbaron por todo el pasillo, desde los salones. Sana cortó el beso respirando muy rápido y de seguro con las mejillas encendidas, mirando fijamente el rostro de Dahyun, que abría lentamente los ojos y el chocolate se fundió con el cafe.

Se analizaron durante unos segundos, para Sana parecieron horas, en las que no dijeron nada. Sana observó emocionada el fuerte rubor que decoraban las mejillas de la peliazul y el brillo en sus ojos, no quería hacerse ilusiones, pero al menos había besado a la chica de sus sueños.

Un mar de adolescentes comenzó a salir corriendo por el pasillo emocionados, lanzando cuadernos y hojas. Sana se fue separando aún más de Dahyun, sin cortar el contacto visual. Sana, aún después de haber perdido el contacto con los labios de la peliazul, podía sentir un agradable cosquilleo en los suyos.

Dahyun no hacía nada, solo verla con el pecho subiendo y bajando como si acabara de correr un maratón, hasta que Sana estuvo muy separada de ella casi en medio de todo el gentío, Sana no sonrió como esperaba hacerlo.
Internamente se maldecía, ya que con ese increíble beso le costaría a horrores superar a la peliazul.

Dahyun no hablaba, no se movía, solo la miraba como en trance y ella, sin ganas de permanecer allí hasta que Dahyun saliera del shock, se dio la vuelta y se perdió en la gran multitud de estudiantes.

Los apartaba a codazos, intentando avanzar por el pasillo, su cara debía de estar roja y el corazón le latía fuerte en el pecho, la había besado. Ella había besado a Kim Dahyun y que beso había sido, uno que quedaría grabado en su cerebro para siempre.
Había sido más que perfecto, jodidamente perfecto, miles de veces mejor que su primer beso que en realidad había sido un asco, ya que el chico babeaba.

La salida estaba cubierta por los de quinto año, quienes lanzaban serpentina y globos, subió las escaleras hasta el tercer piso y fue por la salida que daba a la cancha de fútbol. Se detuvo al escuchar unas voces bajo las gradas, intentó avanzar en puntillas, pero, por las rendijas, podía ver lo que sucedía bajo las escaleras.

--¿Qué pensabas hacer, Myoui?-- reconoció la voz de Chaeyoung, ella parecía estar peleando con Mina, ya que sus mejillas estaban rojas. --¿Querías darme un golpe?

--Es lo que te mereces-- le espetó y en verdad, Mina parecía querer golpearla.

--Pero, si yo soy adorable.

--Awww, ¿Quién te lo dice? ¿Tu novio?-- preguntó con una dulzura tan falsa que Chaeyoung se rió.

--¿Por qué? ¿Celosa?-- preguntó burlona, acercándose a su amiga, y Sana temió por ella.

--Eso quisieras tú-- dijo antes de darse la vuelta, pero Chaeyoung la sostuvo por la muñeca, obligándola a quedarse. --Suéltame.

--Ay, perdón, ¿Por qué no llamas a tu novia?-- dijo venenosamente y fue turno de Mina para reírse.

--Tal vez debería hacerlo, así ella te da una lección-- soltó e intentó volverse a irse, pero Chaeyoung la retuvo echando chispas por los ojos.

--¿A dónde mierda crees qué vas?

--Suéltame, te odio-- gruñó y en eso, Chaeyoung la atrajo a su cuerpo y le rodeó la cintura con un brazo.

--Eso no te lo crees ni tú misma-- dijo para después atacarle sus labios, Sana abrió los ojos, ¿Esto era en serio?

Mina al principio parecía luchar, ya que le daba golpes en la espalda y en los brazos, pero Chaeyoung la retenía con sus manos, rodeándole la cintura y moldeándola a su cuerpo. Llegó un momento en que fue mucho para la pelinegra y se dejó llevar, correspondiendo el beso y enredando sus dedos en el cabello de Chaeyoung para así juntarse más con ella.

La chica de ojos miel la recostó contra la pared y colocó sus manos en la espalda de Mina, acercándose más a su cuerpo, se besaban con pasión y hambre, y Sana podía jurar que alguna de las dos había soltado un gemido

Al principio fue una sorpresa, pero ahora se sentía indignada con su amiga, ya todo tenía sentido: los nervios, las sonrisas tontas y los celos que mostraba su amiga cada vez que Chaeyoung estaba con su novio. Por eso aquella vez, que Sana le había preguntado cómo era estar enamorada, Mina le había respondido a la perfección, se sentía muy enojada con su amiga. Pedazo de hipócrita. Riñéndola por su enamoramiento con la peliazul cuando ella también estaba vuelta loca por la líder del grupito de las plástico.

Sintió que estaba en un momento privado e intentó bajar los escalones silenciosamente hasta llegar al campo, de allí cruzó el cercado, directo al aparcamiento. Estaba muy sorprendida. Indignada, pero, sobre todo, sorprendida. Ya sentía miedo de encontrarse a Jihyo besando con pasión a Tzuyu, cuando la viera. Por suerte, encontró a su amiga junto al carro de Nayeon y Momo, Jihyo le sonrió, pero luego frunció el ceño.

--¿Estás bien, Sana-yah? Tienes la cara completamente roja-- dijo tocando la frente de su amiga. Sana se removió, nerviosa. --Y estás ardiendo.

--Yo... yo... yo estoy un poco mareada, no es nada-- comenzó a rascarse el cuello, aún sentía los labios de Dahyun sobre los suyos y su corazón latía rápido.

--Pareces al borde del ataque y tus labios... tus labios están rojos-- comentó Momo, acercándose y rozando los labios de Sana con la punta de los dedos, ella se apartó ya que los tenía extremadamente sensibles.

--¡Dios, cierto!-- exclamó Jihyo, intentando tocarlos también, y Sana alejó el rostro, cubriendo sus labios con las manos.

--No es nada, en serio-- insistió, pero Momo ya estaba sonriendo con picardía.

--Cuente, señorita, ¿A quién besaste, Minatozaki? Soy tu amiga, así que habla ya-- las dos chicas se acercaron a Sana mientras ella se ruborizaba aún más, la iban a joder si les decía.

--Yo no besé a nadie...

--¡Claro qué sí, estás aún más roja!-- dijo Momo carcajeando mientras observaba la cara enrojecida de su amiga.

--¡¿Quién es, Sana?!-- su amiga la sacudió por los hombros.

--Por dios, Jihyo. No te alarmes tanto, no es como si hubiera besado a... -- no término de hablar cuando observó los ojos de Sana abrirse y su cara volverse de un fuerte rojo incandescente, Momo prácticamente ensanchó la sonrisa en su rostro. --¿No me digas qué besaste a Kim?

Sana no dijo nada, bajo el rostro. Mierda. ¿Por qué a ella?

--¡¿Kim Dahyun?!-- Jihyo la zarandeaba por los hombros como el mismísimo demonio, los ojos de la chica estaban abiertos del horror. --¡Sana Minatozaki! ¡No te salvas de la riña cuando llegue Mina! ¿Cómo pudiste besarla? ¿No te dio un golpe? ¿Qué te dijo al terminar? ¿Besa bien?

Sana negó con la cabeza varias veces, Mina era otra que también estaría en problemas y Sana ya estaba esperando aquello.

--Yo... ella... la besé y nos besamos un rato... ella no hizo nada para apartarme y tampoco me pegó... yo creo... yo creo que no me odia, después de todo-- dijo un poco tímida, agachando la cabeza, y sonrió al recordar lo último. --Y sí, besa bien, besa muy, muy bien.

Jihyo y Momo la miraron boquiabiertas, era obvio que aquella chica solo estaba jugando con su amiga. Pero la sonrisa tonta en los labios de Sana no se quitaba con nada. Vieron a lo lejos como Mina se acercaba hasta ellas con el cabello revuelto, las mejillas rosadas y los labios rojos, parecía estar enojada y con la cabeza en las nubes.

--¡Allí estás, compañera! ¡Tienes graves problemas, Minatozaki! Ella sólo quiere jugar contigo, si hizo eso es porque lo utilizará para otra cosa-- le chilló Jihyo, dando un pisotón, y Sana agachó la cabeza.

--Ya comienza el drama-- dijo Momo alegremente, dándole unas palmadas a Sana, se acercó a susurrarle. --Que bueno que disfrutaste tu beso, Sana-chan.

--¡Myoui! ¿A qué no te enteras el ultraje que hizo nuestra amiga?-- comenzó Jihyo observando a la chica, su respiración parecía rápida y ella pensó lo peor al ver sus labios. --Ay no, no me digas que tú también.

--¿Qué... que... yo... qué?-- dijo un poco nerviosa y luego observó a Sana, que la miraba con unos ojos acusadores. --¿Por qué me miras así?

--Por hipócrita-- le soltó y Mina frunció el ceño, confundida, Momo estaba riendo.

--¡Sana besó a Dahyun!-- chismorreó Jihyo y Mina abrió los ojos.

--¡Sanaaaa!-- la regaño la pelinegra y Sana se cruzó de brazos.

--Ah, no. No, no me vengas tú-- dijo frenándola y observando a sus otras dos amigas. --¡Ella estaba en el campo, chapando con Chaeyoung!-- la acusó y el rostro de Mina enrojeció hasta las orejas.

--¡¿Qué?!-- gritaron las dos chicas y Momo ya prácticamente podría estar orinándose de la risa.

--¡No puedo creerlo, ya son dos! Jihyo, faltas tú-- dijo riendo, Mina y Sana se daban pequeños golpes en el hombro.

--Me riñe por estar enamorada de Dahyun y ella también lo está de Chaeyoung-- la regaña y Mina dio un pisotón.

--¡No estoy enamorada!

--Nadie te lo cree, se te nota a kilómetros-- dijo y las dos comenzaron a acercarse peligrosamente, dispuestas a jalarse los pelos.

Jihyo siguió escuchando la pelea de las dos chicas y las risas de Momo, colocó una mano en su frente, intentando calmarse, hasta que por fin explotó.

--¡CÁLLENSE LAS DOS!-- gritó y las tres guardaron silencio, señaló a Sana y a Momo, abriendo la puerta trasera del auto. --Ustedes dos, atrás, ahora.

Les dijo, ninguna de las dos se atrevió a reclamar y se montaron al vehículo, luego señaló a Mina, con un rostro tan inexpresivo que la pelinegra tembló de miedo.

--Tú, al frente, conmigo. Tenemos cosas de que hablar-- dijo abriendo su propia puerta para entrar y Mina agachó la cabeza, vencida, preparándose para los problemas.

Estaban todas en el carro mientras Jihyo lo encendía, Jeongyeon había salido con unos amigos y les había dejado las llaves. A lo lejos, un grupo de estudiantes aplaudía, pero Sana logró ver por la ventana a una gran cabellera azul, completamente furiosa.

--¡MINATOZAKI!-- gritó tan fuerte Dahyun, que todos en el aparcamiento la estaban viendo, Sana abrió los ojos, presa del horror.

--¡Arranca la maldita chatarra!-- le gritó con miedo a Jihyo, quien encendió el auto y salió por la calle.

A la mitad del camino se instaló un gran silencio, después de unos minutos, las cuatro estallaron en carcajadas limpias.

Apartir de aquí, todo será una bomba, así que disfrútenlo 😼