Una maldita confusión

By america65_

5.1M 470K 1.3M

Jean intenta confesar su atracción hacia Olivia en una fiesta, pero por culpa del alcohol termina declarándos... More

Sinopsis + Advertencias de contenido
01| Manera de cagarla número uno: declararse ebrio
02| Manera de cagarla número dos: pensar con la cabeza de abajo
03| Te gusto
04| 7x8=52
05| Pregúntame si quiero besarte
Bocetos #1: Bonito
06| Mi novio
07| ¿Quieres que te escupa en la boca?
08| ¿Esta es tu definición de diversión?
09| Sí, esta es mi definición de diversión
10| Feliz cumpleaños
10| Feliz cumpleaños
Boceto #2: El príncipe y el caballero
11| Vete a la mierda, con amor
12| Miedo
13| Número uno
14| Maldición
15| Un sentimiento nada nuevo
Boceto #3: Verano
16| Ser honesto
17| El nacimiento de la tragedia
17| El nacimiento de la tragedia
18| Respira y enfrenta las consecuencias
19| Excusas
20| Todas mis primeras veces
20| Todas mis primeras veces
Boceto #4: Mano
21| El caos
22| Cuando no tienes adónde ir
22| Cuando no tienes adónde ir
23| El tú y yo de aquel día
24|Confuso
24| Confuso
25| Cada pieza en su lugar
Boceto #5: Nada
26|Onsra
27|Diferentes caminos
28|Cuando estemos listos
Boceto #6: Mis mañanas contigo

Epílogo

51.9K 6.5K 7.7K
By america65_

Cinco meses después


Cosas que he aprendido desde que dejamos de hablar:

He aprendido un par de cosas en mis dieciocho (casi diecinueve) años:

O eliges tus sueños por sobre todas las cosas y vas tras ellos.

O te mantienes como un espectador que mira desde un rincón cómo los demás cumplen sus sueños mientras que tú te quedas atrás.

Tal vez eso habría dicho antes, pero lo cierto es que nadie puede, del todo, decidir si ir tras sus sueños o no. Es tan sencillo decirlo, pero si fuese tan fácil lograrlo todo el mundo lo habría conseguido, si todos tuviésemos las mismas oportunidades y condiciones entonces nadie se cuestionaría en primer lugar si puede o no cumplir sus sueños, pero no es una cuestión de querer, sino de poder (y de suerte). Sí quiero estudiar esto, pero no puedo pagarlo; sí quiero irme de casa, pero no puedo dejar a mi madre enferma; sí quiero ser un artista, pero no puedo estudiar la universidad porque debo trabajar para vivir el día a día. El querer no le gana al poder. O no siempre.

Puedo hacer algo aunque no quiera, pero no puedo lograr lo que quiero si no tengo las herramientas para hacerlo. Es como si hablase de un carpintero, con madera puede hacer un mueble aun si quiere hacer una mesa, pero sin ella no podría ni hacer una silla por mucho que quiera. En el poder recae el peso de la consumación de la acción. Así que no, no elegir tus sueños no es quedarte atrás ni mucho menos conformarte, es hacer lo mejor que puedes con lo que tienes por el momento. Así que sí, hablar de cumplir sueños y metas corresponde en gran medida al privilegio de poder que muchos poseen.

El esfuerzo puede compensar la falta de poder, pero al final, que no puedas elegir tus sueños por cualquier motivo que esté fuera del alcance de tus manos no significa que no te hayas esforzado lo suficiente, solo que hay cosas que no dependen de ti y no debes de matarte la cabeza echándote la culpa o comparándote con los demás.

Que si él logró comprarse su propia casa a los veintiún años. Que si ella logró ser una cantante reconocida. Que si ellos viajan fuera del país dos veces al año. Que si ellas tienen el mejor puesto en su trabajo. No vale mortificarse, cada uno va a su propio ritmo y cada uno sabe las limitaciones que tuvieron que pasar y las condiciones que los privilegiaron.

Lo que intento decir es que no está mal si no eliges tus sueños por ahora, así como no está mal si nos ponemos sobre todas las cosas para lograr lo que queremos o incluso si aún no sabemos con exactitud qué es lo que queremos. No somos conformistas, tampoco egoístas ni mucho menos fracasados, solo somos personas tratando de vivir.

Y creo que ahora te entiendo mejor, para mí era tan fácil decir que renunciaría a todo porque desde pequeño las personas parecían haber renunciado a mí y yo me hice a la idea de que necesito abandonarlo todo para avanzar, pero sé que contigo no es el caso, y sé que estás asustado, y aunque quieras, no puedes porque para ti la opinión de tus papás es muy importante y el miedo al fracaso te impide tomar el primer paso, pero está bien si prefieres tomarte tu tiempo o si quieres descubrir otros caminos y probar otras opciones a pesar de que sean lejanas a lo que acostumbras a hacer. Está bien no quedarte con el camino que pensabas y explorar otros.

Y ahora entiendo a mi mamá, ella no quiso quedarse en casa, no era su sueño, pero es lo que las condiciones le permitieron hacer en ese entonces. Y ahora me entiendo más a mí y puedo permitirme ser más amable conmigo, siempre me exigí demasiado y me decía que necesitaba esforzarme más y que si no lo conseguía era porque no me esforzaba lo suficiente, pero en este momento sé que no dependía solo de mi propio esfuerzo, al final eso no fue lo único que logró que pudiera lograr lo que quería.

Si el entrenador no hubiese sido cercano a mí tal vez no me habría recomendado, si Chris no me hubiese ayudado a conseguir un empleo, tal vez no habría conseguido uno tan rápido y en donde entendieran que además del trabajo también tenía que estudiar, si mi mamá no hubiese cambiado de parecer o si el estrés me hubiese provocado un daño aún mayor, tal vez yo no estaría aquí.

Todo eso me ayudó a conseguirlo y si no lo hubiese logrado apuesto a que me habría matado al creer que mi esfuerzo fue insuficiente, cuando fue todo lo contrario, me esforcé demasiado, tanto que me afectó físico y emocionalmente hablando.

Y eso me lleva a algo que aprendí: toma un respiro. Puedes correr, y también trotar y también quedarte sentado, lo que importa es que estés bien. No tiene sentido el cuán lejos llegues si eso significa agotar tu mente y tu cuerpo. Sí, necesitas esforzarte, pero también debes saber cuándo descansar...


Dejo de anotar para tomar algo de aire. No me afecta hablar sobre esto, pero si me abruma. Siempre que abro el cuaderno siento que me desgasto emocionalmente, aunque también me siento menos tenso. No me siento bien, pero tampoco mal. Es un arma de doble filo.

El silencio sepulcral que hay hoy en la Galería es bastante oportuno, no soy la clase de persona que puede concentrarse si hay mucho ruido, por lo que estar aquí ha sido de mucha ayuda para dejar que mis ideas fluyan. Oliver tenía razón, este lugar es muy inspirador. Puedo entender por qué lo ama tanto. Lo único que me disgusta es que tenga ventanales tan grandes y que, para rematar, estén abiertos. El frío típico de octubre no es el peor del año, pero si es uno de los meses en donde más viento hay. Menos mal traje un suéter.

Le echo una mirada a la hoja que está sobre mis piernas y decido dar por terminado la actualización del día de hoy, cuando él llegue a leerlo no quiero abrumarlo con todo lo que pasaba por mi mente, seguramente se reirá o hará una broma del vómito mental que escupí en el cuaderno. He estado escribiendo un diario con todo lo que ha pasado y todo lo que he aprendido en mi vida estos últimos meses para dárselo a Oliver cuando vuelva a verlo. Es mi forma de actualizarle lo que ha sucedido para que sepa que siempre pienso en él, aun si es de manera indirecta, termino mencionándolo.

Cuando nos graduamos prometimos tener cero contacto hasta que el otro creyese que ya estuviese listo, los dos lo veíamos venir y era lo más justo para ambas partes, si no lo hacíamos sería como si ni siquiera nos hubiésemos pedido un tiempo, solo pretenderíamos que lo hicimos y no serviría de nada. No me arrepiento de eso, en especial porque no fueron unos buenos meses y no sé cómo habría manejado la relación.

Fueron meses muy ocupados y demasiados estresantes, si creía que el instituto era estresante, la universidad era peor y mis compañeros lo eran aún más, ni siquiera mis compañeros de basquetbol eran tan desesperantes. No fue sencillo adaptarme, hasta llegué a pensar que me había equivocado al haber venido, pero conforme fueron pasando las semanas logré seguirle el ritmo a esta nueva etapa, incluso hice un par de amigos, comencé a salir más y pude volver a jugar básquetbol. Obviamente tenía que volver a jugar por la beca cuando el doctor indicase que podría hacerlo, pero a diferencia de antes, esta vez lo estoy disfrutando.

También intenté ir con la psicóloga de la facultad, pero era la clase de psicóloga que parecía que hablaba con los profesores sobre los problemas de sus estudiantes, no se parecía en nada a la psicóloga de mi anterior escuela y eso me desmotivó un poco. Así que, como no iba a contar con su apoyo, comencé a escribir todo lo que sentía en un diario, era mi pelota antiestrés, era como si hablara con mi persona refugio.

No hablar con Oliver me mató al inicio, revisaba sus redes sociales a cada segundo para asegurarme de que estaba bien, pero él nunca subía nada, ni siquiera en su cumpleaños. Estaba al tanto de las redes de las personas cercanas a él, como su hermana, solo para ver si subían algo donde lo incluyese, pero también fue inútil. No le quité un ojo a las canciones que escuchaba en su cuenta de Spotify durante el primer mes porque creía que así podía saber cómo se sentía. Cada noche reproducía la lista de canciones que me había hecho y me preguntaba si, antes de ir a dormir, había pensado en mí así como yo había pensado en él. Varias madrugadas quise escribirle y llamarle, pero sabía que no era el momento, que aún no estaba listo.

No se supone que era un tiempo para desear saber de él, era un tiempo para que yo pudiese mejorar y no estaba cumpliendo con el propósito de nuestra distancia. Al final tuve que bajarle a la intensidad o iba a volverme loco. Lo que sabía era gracias a Andy y él tampoco me decía mucho. No sé si lo hacía para asegurarse de que yo no rompiese el contacto cero o si lo hacía porque en verdad no sabía, pero se lo agradezco. De lo contrario no estaría aquí.

Mi cumpleaños es en dos días, así que aproveché el fin de semana para venir a casa, pero apenas llegué a Sunderland no quise tomar un taxi que me llevara a mi hogar, había otro lugar al que deseaba ir antes dé. Sabía que si iba a casa no podría salir después, mi hermana no iba a querer dejarme solo y yo tampoco iba a querer dejarla, entonces decidí venir directamente aquí.

Dicen que las decisiones importantes se toman en los lugares importantes y hoy era uno de esos días en donde necesitaba un sitio en donde pudiese pensar con claridad. Pese al frío y el silencio digno de un funeral, he podido despejar todas las dudas que tenía.

—¿Jean? —escucho una voz femenina. Giro mi cuerpo y me topo con una señora de estatura baja y cabellos rubios. Me toma un par de segundos darme cuenta de que es Alice, la señora que vigila la Galería y la dueña de la bodega.

Si no fuese por el uniforme no la habría reconocido. El día que la vi por primera vez no pude siquiera conversar con ella, nuestro encuentro fue muy breve, así que es normal que dudase al inicio de su presencia.

—Hola, Alice. —Le sonrío con amabilidad—. ¿Me recuerdas?

Es obvio que lo hace, de otro modo no me habría llamado por mi nombre, pero lo que me resulta extraño es que, a diferencia de mí, ella sí me recordase pese al corto tiempo en el que nos vimos.

Alice asiente y se acerca a mí.

—Por supuesto, mi muchacho nunca dejaba de hablar de ti todos los días.

Esa declaración me deja un poco sorprendido. ¿Él le hablaba de mí? Trago saliva e intento controlar mi pulso acelerado.

—Seguramente te decía cosas malas de mí —trato de calmar a mi corazón.

Sacude la cabeza en negación mientras se ríe.

—Créeme, decía muchas cosas de ti, pero nunca dijo nada malo. Hasta llegué a pensar si eras la reencarnación de Jesús de tan bueno que eras en sus descripciones.

Mis labios se curvan en una sonrisa.

—No puedo hacer que el agua se convierta en vino, perdón por decepcionarte.

—Pero sí que un chico que había dejado de creer en él volviese a hacerlo.

Pestañeo, incrédulo.

—Yo no hice nada —muerdo mi mejilla interna.

—Lo hiciste. Lo conozco muy bien, el niño se la pasaba muy desanimado y ya había dejado de frecuentar tanto la Galería como la bodega, pero un día me llamó para pedirme la llave de la bodega otra vez y se veía más animado, no sabía por qué hasta que lo vi llegar contigo aquí y mi cerebro hizo "click" —su sonrisa se amplía—. Volvió a tomarse la pintura en serio.

Siento una punzada en el pecho y mis ojos me arden. No sabía nada de esto, mucho menos que yo era uno de los responsables que había hecho que volviese a amar el arte. Recordar esos días me sientan peor que centenares de puñaladas.

—Gracias por decirme esto, Alice —digo con sinceridad.

—De nada, me alegra de haber conocido personalmente al muchacho de mi muchacho —ella me da una palmada en mi espalda—. Por cierto, no es por correrte, pero cerramos en cinco minutos.

Limpio mis ojos y asiento.

—Ya casi me voy, solo levanto mis cosas.

Tomo mi libreta y el álbum que he dejado sobre la banca para guardarlas en mi mochila.

—Espérame unos segundos, ¿sí?

Me detiene y con duda, accedo. Alice se da la vuelta y tarda unos minutos en regresar, pero cuando vuelve con un gran lienzo no solo me deja confundido, sino también inquieto.

—Si lo ves, dáselo —me lo ofrece una vez que está frente a mí.—. No quiso aceptarlo cuando lo vi por última vez.

Con el corazón martillando contra mi pecho, lo tomo con prisa y al verlo, no puedo evitar llorar Es el cuadro que iba a entregar para el concurso y está terminado. Es exactamente igual como el bosquejo que me mostró aquella noche en su casa, pero se ve más hermoso y real. Soy yo, las tres versiones de mí; niño, joven y adulto. Ha usado tonos cálidos como amarillo y naranja y el pecho me sube y baja de la adrenalina.

—Sí lo terminó —murmuro.

Alice aprieta mi hombro, reconfortándome.

—Puedes quedarte diez minutos más, ¿de acuerdo?

Le digo que sí como puedo porque el nudo en mi garganta me hace el trabajo difícil y Alice vuelve a sonreírme. También le sonrío, pero lo hago con las mejillas mojadas y el corazón a nada de salirse de mi pecho. Ella se aleja para darme mi espacio y me paso los siguientes minutos viendo el cuadro.

Oliver, mi bobo y dulce Oliver. ¿Cómo esperas que te deje ir después de esto?

Y entonces, lo siento. Sé que estoy listo.

Y sé qué agregar a la lista que me dio.

Saco el lápiz de mi bolsillo y abro el álbum para dar con la última página. En todo este tiempo no había escrito nada en la actividad número once, pero ahora estoy más que convencido de qué es lo que quiero en mi futuro. Lo quiero a él.


11. Comprar el vaso en donde estarán nuestros cepillos juntos.


Ya no quiero esperar más. Sé que puedo con lo que viene, estoy preparado para todo. Y si él me dice que aún no lo está, lo entenderé y lo esperaré por todo el tiempo que sea necesario.

Con las manos temblorosas, busco su contacto entre todos mis números registrados y cuando doy con él, me aseguro de que sea el contacto correcto. El timbre suena y con cada segundo que pasa mis nervios aumentan, temo que me cuelgue o que no quiera responder la llamada porque aún no se siente preparado, pero mis miedos se disipan apenas oigo que descuelga.

—¿Sí?

Oír su voz luego de estos meses me golpea. Es él. Dios, es él. Podría decir tantas cosas ahora, podría decirle que lo he extrañado como no tiene idea, que lo quiero muchísimo, que estoy listo, que espero que esté bien, Dios, son tantas cosas, pero no olvido la promesa que hicimos el año pasado y lo único que sale de mi boca es:

—Lo siento, me confundí de número.

El silencio se hace presente detrás del celular y mi corazón está a nada de explotar.

—No sabes cuánto esperé esta llamada, bonito.

Sonrío.

—Espero que tengas ganas de hacer cada punto de la lista porque ya agregué varias cosas. Y no, no vamos a ir en un globo aerostático —le informo con diversión pese a que estoy llorando.

—¿Eso es lo primero que vas a decirme luego de que no hayamos hablado por meses? —pregunta con burla.

—Deberías conocerme lo suficiente para saber que no voy a subirme a un globo ni cualquier cosa que pueda matarme.

—Lo sé —se ríe—. Y por eso sé que lograré convencerte cuando me veas con el traje de abogado sexi.

Ruedo los ojos sin quitar mi sonrisa.

—Solo en tus sueños —le llevo la contraria, como siempre solía hacerlo. Mi pecho se siente igual de cálido. Estañaba esta sensación—. Por cierto, escribí un punto en la lista que quería hacer apenas te llamara.

—¿Cuál es?

—Decirle a Oliver que lo amo —recito tal cual lo había escrito y él vuelve a quedarse callado—. No sé si me escuchaste, pero lo repetiré, te amo, ¿me escuchaste? Porque no lo repetiré otra vez. 

—Fuerte y claro, bonito —responde de inmediato y aunque no puedo verlo sé que debe estar sonriendo—. Y yo a ti. Muchísimo. Como no te imaginas.

Volvió. Mi persona refugio volvió. Y es tan real.

Ensancho mi sonrisa y por hoy me permito llorar.

Casi olvido escribirlo en mi diario, pero hoy también aprendí algo más. Oliver y yo tenemos caminos diferentes, pero eso no significa que nuestros destinos no se cruzarán. Él mismo lo dijo, podemos crear nuestros propios caminos. Y yo decido que el mío está justo al lado del suyo. No quiero caminar junto a él en un mismo sendero, quiero que él construya su propio camino mientras que yo construya el mío, para que, luego de atravesarlo, podamos descansar en la misma parada.




FIN







***

Cuando comencé a escribir la historia estaba atravesando por muchos cambios en mi vida, dejé la universidad, me sentía perdida y sola, acababan de romperme el corazón, tenía mucho miedo sobre el futuro y tenía un libro qué corregir para que saliese en físico. UMC fue mi forma de desahogo y en esta historia logré poner cada una de las cosas que me inquietaban, pero también cada una de las palabras que yo quise escuchar cuando me sentía mal.

Así que, GRACIAS UMC por ser mi respiro de todo lo que pasaba en mi vida. Siempre serás el hijito del que más orgullosa me siento porque me viste crecer durante 2 años.

Y a ti, bella, bello, belle, gracias por acompañarme una vez más. Siempre lo diré, pero la razón por la que hago lo que hago es por ti, por tu apoyo y por tu cariño. Sé que me falta mucho por mejorar como autora, pero contigo a mi lado el futuro no me da tanto miedo♡♡

Espero convertirme en la mejor versión de mí, como persona y como autora, para poder ofrecerte mejores historias.♡♡

Qué más te puedo decir, corazón. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS♡♡

Hasta pronto, ojalá que mis próximos proyectos te gusten también!!💛💛

LOS ADORO, NO OLVIDEN QUE TOMARSE UN DESCANSO ESTÁ BIEN💛💛

Continue Reading

You'll Also Like

5.2M 452K 83
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
680K 96.2K 69
Isaac no conoce más allá del internado de monjas donde ha sido criado desde su infancia. Su padre niega que lo visite en vacaciones y su madre está i...
14.8K 2.3K 46
Hola, soy Thomas, y mi historia comienza con un final. Todo lo que hice fue por mi decisión aunque no haya sido la mejor de todas... Muchas veces la...
190K 32.2K 43
"Deseamos arreglar cosas rotas cuando nosotros somos los que necesitan arreglo". Owen Philips se siente desagradado de los animales desde que tiene u...