Coloque mi música a un volumen un poco alto y recorrí mi habitación según yo bailando. Busque la ropa que me podría hoy, escuché que tocaban la puerta así que me acerqué a ella y la abrí para encontrarme con una mi mamá molesta.
-¿Sabes la hora que es? - Murmura ella.
-Ni idea, pregúntale a papá - Murmuré recostándome de la puerta.
-Rebbeca, son las seis de la mañana y ese aparato está a todo volumen - Habla ella.
-Es temprano - Susurré.
-Hija, tu papá y tus hermanos intentan dormir.
-Está bien, no estoy haciendo tanto ruido.
-¿No estás haciendo ruido? ¡Dios! Apaga ese aparato ahora mismo antes de que te lo bote y no estoy jugando.
Al decir ella marchó de mi habitación. Suspiré y fui a apagar mi radio antes que mi mamá sufra un infarto. Terminé de acomodar las cosas que tenia sobre mi cama y fui al baño a darme una buena ducha.
Al terminar, comencé a arreglar para poder acabar a tiempo y poder desayunar. Me vestí y maquillé rápido. Estaba totalmente sencilla pero bonita. Ahora si estaba lista, hoy me atreví a llevarme un short, espero que mi papá no se moleste por aquello.
Tomé mi bolso y salí de mi habitación lista para sentarme y comer con tranquilidad
-Buenos días papi - Murmuré dándole un beso en la mejilla.
-¿Me tratas bien para que olvide que me despertaste con aquel aparato? - Pregunta sonriendo.
-¿Qué? Claro que no - Murmuro - Y no tenia mucho volumen.
-Claro pequeña - Susurra.
Mi mamá coloco frente de mi un sándwich y un jugo de naranja. Bebí del jugo antes de dar mi primera mordida.
-¡Enana! - Exclama Frankie al verme.
-Si, buenos días para ti también - Murmuré mordiendo mi sándwich.
-Hija, ayer te vinieron buscando - Comenta mi mamá.
-¿Ah si? ¿Quién? ¿Mi príncipe azul? - Pregunté mientras seguía comiendo.
-Oh si, tu príncipe azul - Susurra mi hermana.
-¿Quién era? - Pregunté.
-Un chico muy lindo - Murmura.
-Mamá, ¿Quién vino ayer? - Le pregunté pero no respondió.
Suspiré y no insistí más. Terminé por tomarme el poco jugo que quedaba.
-El chico se llama Austin - Comencé a toser y sin querer escupí a mi hermano.
-Gracias por bañarme, estúpida - Murmura limpiando su cara.
¿Qué le sucede a Austin? ¿Cómo es que se atreve a venir a mi casa?
-¿Y qué le dijeron? - Pregunté.
-Que estabas dormida - Murmura mi mamá - Él dijo que estaba bien que quizá podía volver más tarde pero nunca regresó.
-¿Saben? Ya debería irme - Murmuré viendo el reloj de la pared.
-Pero aún no te doy el otro sándwich - Susurra mi mamá.
-No importa, estoy bien así - Hablo levantándome.
-¿En serio? ¿No estarás enferma o algo? - Pregunta frunciendo el ceño.
-No, estoy bien mamá.
Ella asintió no muy convencida y salí de casa sin antes llamar a mi amiga quien ya debía estar aquí para irnos.
-¿Si?
-¿Dónde estás? - Pregunté - ¿Vienes en camino?
-Mierda - Susurró - Olvidé decirte que iría a buscar a Carl.
-¿Ya vas a su casa?
-Si amiga, lo siento.
-Está bien, no te preocupes, así lo conoces mejor.
-Él me agrada mucho.
-Lo sé a mi también.
-Bueno, nos vemos en el colegio.
-Si adiós.
Guardé el celular y suspiré sabiendo que me tocaría tomar el bus. Me encaminé hacia la parada con mucha distracción ni siquiera pensaba en algo, solo miraba el suelo y patea cualquier cosa que encontrara en el suelo.
Voltee a un lado notando que a mi lado había un auto rojo que iba muy lento. Eso me asustaba y mucho. Respiré muy hondo y trate de acelerar el paso pero aquel auto seguía mis pasos. Voltee una vez más y bajaban el vidrio. Cerré los ojos y al abrirlos, maldije.
-¿Irás caminando al colegio? - Preguntó.
-¡Eres un idiota! - Exclamé - Me has dado un buen susto.
-Oh lo siento - Sonrió quitándose sus lentes - ¿Quieres que te lleve?
-¿Lo haces para que acepte a salir contigo o para que piense que eres buena personas? - Pregunté cruzándome de brazos.
-Solo quiero ser amable contigo - Murmura.
-Nunca serás amable - Murmuré.
-Puedes darme las razones camino al colegio.
-¿Estás tratando de convencerme? - Pregunté.
-Algo así.
Estoy loca, merezco ir al psiquiatra y a un manicomio. No lo puedo creer, acabo de aceptar subir a su auto.
-Y yo que pensaba que no subirías - Murmura poniendo en marchar el auto.
-Yo pensaba lo mismo - Murmuré mirando por la ventana.
-Entonces... ¿Me dirás tus razones por las que nunca seré amable?
-No.
-De acuerdo.
Sentí que el camino estaba muy incómodo. Ninguno hablaba y aunque no quería hablar con él, eso me inquietaba.
-Austin - Susurré - Está mañana me enteré que ayer fuiste a mi casa, ¿Por qué?
Quería saber la razón por la cual él se apareció en mi casa, me mataba de curiosidad el saberlo.
-¿Para qué quieres saberlo? - Pregunta él.
-No lo sé, pudo ser importante aunque viniendo de ti, lo dudo.
-Acertaste, nada importante.
-Pero igual, quiero saber porque has ido a mi casa.
-Solo quise ir - Murmura cruzando una esquina - Quería molestarte.
-Y después quieres ser amable.
-He sido amable al traerte - Murmura apagando el auto.
-Ajá claro - Susurro abriendo la puerta, mejor dicho intentando - ¿Puedes quitar el seguro?
-Si me das una razón del porqué nunca seré amable.
-Deja tú estupidez y quita el seguro - Murmuro.
-Si no me dices, no la quito.
-Dios mio - Susurré cerrando los ojos - Eres Austin Mahone y tú no eres amable con las personas y mucho mejor con las mujeres. Si no lo sabes la amabilidad sale del corazón y tú... no tienes corazón.
Mi miró por unos segundos y luego quito el seguro de la puerta. Abrí la puerta y baje lo más rápido que pude. Algunos estudiantes que se encontraban afuera del colegio me observaron ya que baje del auto del idiota de Austin. Caminé muy rápido al aula que me tocaba y vi que mi amiga hablaba con Carl y Ellie.
-Chicos - Murmuré al estar junto a ellos.
-Rebbeca - Habla mi amiga - ¿Te sientes bien? Pareces estar pálida.
-¿Si? Seguro es por la corrida que me di para llegar a tiempo - Murmuré tomando asiento en mi pupitre.
-¿Segura?
-Si, si, estoy bien.
Sabia que ella no me había creído ni un poco, lo noté. En realidad, no estaba bien y creo que es debido a lo que le dije a Austin, me sentí mal.
-Muy buenos días alumnos - Habló el profesor de matemáticas - Espero que estén preparados para el examen.
Muchos se quejaron incluida yo.
-El examen será en parejas y yo las eligir.
Todos volvimos a quejarnos. Solo deseaba que me tocara con Carl o Madison.
Él nombraba las parejas y todos se iban acomodando.
-Alex Constancio y Rebbeca Gomez.
¿En serio? ¿No es broma? No, no lo es. Genial.
-Hola compañera - Saludó él tomando asiento a mi lado.
-Hola - Murmuré buscando mi lápiz.
-No estas de humor - Susurra - Espero que quites esa cara de molesta o de no sé.
-Como digas - Murmuré.
Me sorprendía saber que Alex sabia muy bien hacer los ejercicios. La mayoría los hizo él aunque yo hice un parte también. Al terminar nuestro examen esperamos a que el timbre sonara.
-¿Te sientes bien? - Pregunta.
-Oh si, estoy de maravilla - Murmuro recostándome en el pupitre.
-¿Podrías dejar de ser sarcástica? - Murmuró - Ya te pareces a Austin aunque él esta mucho peor con su humor.
-¿Por qué dices eso? - Pregunté.
-Hoy llegó con un humor de mierda, no sé que le haya pasado pero si sé que fue algo malo - Murmura - Y es raro ya que hablé con él antes de venir al colegio y sonaba muy alegre, energético.
-¿Sabes que pudo haberlo puesto así? - Pregunté.
-No sé algún comentario desagradable o acción que no le haya gustado.
Y justo en este momentos me sentía más mal que antes. Está así por lo que dije, sé que es así. Creo que vomitaré.
-Oh diablos, ¿Te encuentras bien? - Preguntó él examinando mi rostro.
-Creo que si, ¿Por qué preguntas? - Susurro respirando repetitivas veces. Estaba asfixiada.
-Estás pálida, muy pálida - Murmura.
Lo miré y tomé mis cosas para dirigirme al escritorio del profesor.
-¿Y usted que desea? - Pregunta sin mirarme.
-¿Puedo ir al baño? Me urge ir - Murmuré.
-El timbre sonará en unos minutos, puede esperar.
-No, no puedo esperar - Murmuré - Deme permiso de ir, por favor.
-No, lo siento Gomez.
Suspiré reprimiendo las ganas de querer insultarlo. Regresé a mi puesto y recosté mi cabeza en el pupitre.
-Estas sudando Becky - Susurra Alex.
-Ya lo sé - Susurro - ¿Tienes agua? Olvidé traer.
-Lo lamento, no traje - Dice - ¿Por qué no vas a decirle al profesor que te sientes mal?
-No, lo intente pero es mejor que espere a que el timbre suene.
Estuve recostada en ese pupitre entre muerta y viva. De verdad que me sentía mal y no sabia porqué tanto malestar. El timbre sonó y eso me alegró.
Al levantarme y salir del salón estuve apunto de caer.
-¿Te encuentras bien? - Pregunta Alex.
-Para nada - Contesté.
-¿Y tú que haces, Alex? - Habló Austin acercándose a su amigo.
-Estoy ayudando a Becky - Murmura él sosteniéndome del brazo.
-¿Aquí hay alguna enfermería? - Pregunté.
-No, la quitaron hace un tiempo.
-¿Qué demonios? Eso es importante para cualquier escuela - Murmuré.
-Alex, amigo, ella puede caminar sola, así que ven.
-¿Qué? ¿Acaso no ves como está? Puede desmayarse en cualquier momento.
-No, está bien - Murmuré - Él tiene razón, puedo caminar sola.
Él me soltó y dejó que caminara por mi misma. Pasé a un lado de Austin pero un mareo hizo que casi cayera pero me sostuvieron del brazo.
-Creo que debes ir a un médico - Susurra Austin soltando mi brazo.
-No, estoy bien, gracias - Susurré alejándome de ellos.
-Alex-Se acerca Austin- Ella puede caminar sola, así que vente.
***
-¿Por qué te marchaste así del colegio? Ni siquiera me dijiste porqué, solo te fuiste - Habló mi amiga mientras daba vueltas en mi habitación.
-Si, lo siento - Murmuré - Me comencé a sentir muy mal en literatura.
-Ya sabia yo - Susurró - Estabas muy rara y lucias pésima. Cuando vi que no volvías del 'baño' me asusté pensé que te desmayaste en medio camino, después fue que el profesor me dijo cuando le pregunté.
-Si, no lo soporté y llamé a mi mamá - Murmuré - Luego de que me buscara fuimos de una vez al médico.
-¿Y qué te dijo? - Preguntó sentándose en la cama.
-Que debía tomar reposo - Digo - Tengo las defensas muy bajas, estoy faltas de vitaminas y otras cosas más.
-Bueno, aunque sea descansaras.
-Si, aunque no deseo estar aquí encerrada por varios días.
-Bueno, cambiando el tema - Murmura - ¿Sabias que hoy hablaron mucho de ti en el colegio?
-No, para nada - Negué - ¿Qué estuvieron hablando de mi?
-Que esta mañana llegaste en el auto de Austin - Rodé los ojos - Merezco una conversación sobre eso.
-Si, si - Susurré - Apareció por mi casa ofreciéndose a llevarme al colegio y acepté
-¿Aceptaste? - Asentí - Y yo pensando que lo odiabas.
-Lo odio, es un idiota pero tardaría en llegar a la parada para tomar el bus.
-Claro y ¿Hablaron? - Asentí.
-Cuando llegamos al colegio, metí la pata.
-¿Que le dijiste?
-Antes de que subiera, le pregunté que si lo hacia para que yo saliera con él o para querer ser el bueno, él solo dijo que quería ser amable - Mi amiga rió - Y yo le dije que nunca podría ser amable.
-¿Y qué más sucedió? - Preguntó.
-Al llegar al colegio, él me pidió razones del porque nunca seria amable - Suspiré - Como no se las quise dar, no me quiso dejar salir del auto por lo que tuve que dárselas.
-¿Qué le dijiste Becky?
-Eres Austin Mahone y tú no eres amable con las personas y mucho mejor con las mujeres. Si no lo sabes la amabilidad sale del corazón y tú... no tienes corazón. Así mismo le dije.
-¡Rebbeca! - Exclamó - Eso fue cruel.
-Ya lo sé - Murmuré - También por eso comencé a sentirme mal pero en parte es verdad.
Yo sabia que fui muy dura al decirle eso a Austin y sé que le dolió esas palabras pero le dolió porque es verdad. No sé que diablos pasó con él, en la escuela no era así de hecho era todo lo contrario pero todo cambió cuando entro a la secundaria.
El parece ser dos personas pero ¿Qué quedaría de la primera? ¿Aún existe?