Conocí a Jung Kook en Busan, en unas olimpiadas de matemáticas para las que hasta la fecha no sé cómo fui seleccionado. Los chicos del primer año de secundario daban los premios a los ganadores y él me dio el mío.
Todavía recuerdo a Jung Kook como a un chico pequeño, muy tímido y con esos enormes ojos de Bambi que después me hacía miles de preguntas para su ensayo en clase de literatura y que después me pidió mi Facebook porque le parecí interesante.
Recuerdo que cuando gané la beca asistió a la entrega de mi certificado y que cuando iba a migrar a este país me despidió de mí en el aeropuerto, solo para topármelo en la universidad un par de años después. Él no había ganado una beca como la mía, había obtenido una muchísimo mejor porque sabía hacer demasiadas cosas y le pagaron la carrera completa en lo que quisiera, mientras no dejara de demostrar su talento.
Él escogió ilustración, era evidente que le encantaba y cada día que lo veía, notaba como aparecía un nuevo tatuaje en su brazo.
" - mira, este me lo hice por ti shooting guard Suga -dijo señalándome una Y junto a otras letras más que se había tatuado en la mano "
Con el tiempo se volvió más extrovertido y popular gracias a su personalidad tan carismática y después de todo se convirtió en un extraño tipo de celebridad que vivía de su arte y de lo que conseguía como modelo de algunas tiendas independientes.
A pesar de todo eso, Jung Kook seguía siendo el mismo.
Nos volvimos cercanos cuando conoció a Nam Joon, se quedó maravillado de conocer a alguien que siguiera dos carreras y llevara calificaciones perfectas en ambas y no demostrara ni una gota de cansancio, para ese momento los tres empezamos a conversar más y el extrañar nuestro hogar fue disminuyendo en intensidad, porque alguien más comprendía que era extraño estar en un país diferente y abrirse paso, porque si queríamos comida de casa Jung Kook me ayudaba a preparar todo y Nam Joon ponía canciones de nuestro hogar, porque podíamos celebrar nuestras tradiciones juntos y hablarnos en coreano si no queríamos que algún curioso supiera lo que decíamos.
Habíamos formado un diminuta familia, pero una que nos traía mucha alegría y nos hacía sentir mucho más cómodos en nuestro nuevo hogar.
A diferencia de mis reuniones con mis amigos de la universidad Kook, Joon y yo nos reuníamos todos los meses, comíamos bibimbap y bebíamos soju hasta caer, era muy divertido y era nuestro momento perfecto para recordar nuestras raíces.
La reunión de ese mes fue en el departamento de Nam Joon, su hermana se nos había colado, pero siempre era agradable tener la compañía de alguien más.
Jung Kook había preparado kimchi, yo preparé mi carne especial y la hermana de Joon nos ayudó a preparar ramyon picante para que todo fuera un festín y no una simple comida de solteros.
- no puedo creer que estemos cerca de vacaciones -decía Jung Kook
- pero si tú nunca haces nada -soltó la hermana de Joon
Kook hizo un puchero- siempre tengo que hacer proyectos niña, lo diferente es que no he limpiado mi casa desde la semana pasada
Según tenía entendido y lo poco que Nam Joon me había dicho, Jung Kook había pasado toda la semana en su sala pintando un cuadro y quejándose de lo feo que le estaba quedando y que su hermana había estado emocionada en un inicio porque Jung Kook llamaba su atención, pero al escucharlo quejarse a diario le dejó de interesar.
- ¿cómo vas con tu carrera? -pregunté mientras cocinaba la carne
- bien, bueno...
- se honesta noona -interrumpió Nam Joon
- ¡ay! Ya deja de decirme noona Kim Nam Joon, soy menor que tú -se quejó y lo persiguió por el departamento con una zanahoria que estaba picando
Jung Kook reía a carcajadas mientras se acercaba para probar un poco de la carne que estaba preparando.
- ¿esto es lo que ves todos los días? -pregunté divertido y él asintió
- arreglé mi casa el sábado, pero el entretenimiento aquí es gratis -dijo riendo y yo negué con la cabeza, mientras cortaba un pedazo de carne para que Kook lo probara- hyung vamos a una discoteca ¿quieres? -dijo y después le metí un pedazo de carne a la boca
- no
- ¿por qué no hyung? Será muy divertido -dijo
- ya no voy a discotecas -dije
- vamos hyung, en serio la vas a pasar bien
- y tú ¿por qué quieres ir a una discoteca Jung Ggukie?
- porque mi amigo va a venir de Busan y quiero que pase divertido a él le gustan las discotecas -dijo
Miré a Jung Kook y me arrepentí instantáneamente de hacerlo, me molestaba que pusiera esa cara de perrito mojado para que accediera a formar parte de sus planes, pero él sabía a la perfección que si hacía eso yo iba a terminar accediendo porque era muy débil ante tal acto.
- no -dije otra vez
- hyung vamos a una discoteca -le dijo a Nam Joon, quien entró corriendo a la sala perseguido por su hermana
- bueno -dijo
- Oppa no se vale -se quejó su hermana- tu siempre sales a bailar y a mí solo me llevaste una vez
- porque las otras estabas peleando con tus tareas hermanita, sabes cuál es la condición de mamá para que tú salgas de fiesta -ella hizo un puchero y le lanzó una almohada del sofá a Joon para después regresar con el ramyon
- ¿lo ves hyung? Nam Joon irá, tú también di que sí, por favor -insistió
- no
- por favor
- no
Recibí una llamada que no podía contestar porque tenía puestos unos guantes para preparar la carne.
- Gguk ayúdame a contestar por favor
- ¿sí accedes a ir a la discoteca? -dijo y yo miré a Nam Joon en busca de ayuda y fue cuestión de segundos para que me ayudara a sacar mi celular de mi bolsillo
- es Isla
- hmm dile que la llamo después por favor
- hola Isla, soy Nam Joon -dijo
- ¡ah! Nam Joon hyung pásamela por favor
- Jung Kook ni se te ocurra
- Isla ¿te gustaría ir a una discoteca con Nam Joon, Yoon Gi y yo? -dijo Jung Kook por el celular
- Gguk -me quejé
- ¿sí? ¡genial! Te escribo para que coordinemos todo, nos vemos Isla -se despidió y colgó
Nam Joon rio a carcajadas y yo lo miré con mi ceño fruncido- no alcancé a responder, Gguk fingió la llamada
- no puede ser -me quejé
- ¿por qué llevas a Isla y no a mí Oppa? -se quejó la hermana de Nam Joon
- oye yo soy menor que tú -se quejó Jung Kook
Durante un par de horas más Jung Kook se la pasó insistiéndome para que fuéramos a una discoteca y yo me negué, hasta que en un momento dijo que sería bueno salir a beber algo antes de empezar con la semana de exámenes y eso me obligó a acceder, no es que les tuviera miedo a los exámenes, pero si en los últimos años me había ido tan bien, es porque siempre salía a tomar algo antes de empezar esa semana, por lo que terminé accediendo.
Los cuatro pasamos una buena tarde, la hermana de Joon puso en la televisión un drama en el que actuaba Kim Tae Hyung, ese actor famoso que a las chicas les gustaba porque era muy atractivo y nosotros brindamos con soju para terminar nuestra pequeña reunión.
Cuando iba a salir Jung Kook dijo que se quedaría un poco más porque quería terminar el capítulo, pero yo me fui porque quería llegar temprano a casa y dormir un poco.
Eso hasta que en medio camino mi celular sonó y contesté, era Isla me estaba invitando a cenar en su casa y yo accedí porque con ello ahorraría un par de centavos de la cena, por lo que me desvié de mi atajo y tomé el camino a su casa.
Empezaban a caer pequeñas gotas de agua, tan finas como un hilo y chocaban con el parabrisas haciéndome recordar mi hogar.
" – Yoon Gi, es hora de entrar a casa -decía mamá desde la puerta de mi casa
- ¿mamá has visto la flor que tanto te gusta? Por fin ha brotado "
Daegu tenía ruido fuerte en mi mente.
Recordaba siempre la lluvia en Daegu.
A mi memoria venían los brazos de mamá y el olor al tabaco de papá.
Uno. Dos. Tres.
El semáforo cambió a verde y avance el par de cuadras que me separaban de la casa de Isla, ella me esperaba desde su ventana junto a Laika. Noté como me saludó con la mano y segundos después la puerta de su garaje se abrió, ella tenía el control.
Me estacioné y bajé de mi auto, la puerta del garaje se cerró y adentro no se veía nada además de la oscuridad, tardé un poco en adaptarme hasta que escuché las patitas de Laika y después una puerta abrirse, entonces un rayo de luz se asomó por el suelo y me guio hasta la puerta, donde se encontraban Isla y Laika.
- llevo tanto sin verte ingrato -dijo Isla mientras me abrazaba y yo reí- ven, mi mamá fue a comprar un pastel de tiramisú a papá le encantan -mencionó mientras tomaba mi mano para guiarme hacia la sala
Detrás de nosotros, Laika daba saltitos alegres mientras me miraba con sus adorables ojitos perrunos.
- ¡ah! Espera, tengo que ver algo ¿estás bien si te dejo solo unos segundos? -preguntó y yo asentí- bien, no tardo
Isla desapareció escaleras arriba y Laika se recostó junto a la chimenea artificial que tenían en la sala. Era la primera vez que miraba la casa de Isla con tanto detenimiento.
- hola -saludó el papá de Isla
- buenas noches -lo saludé y él se acercó a donde estaba
- ¿quieres ver fotos de Isla cuando era bebé?
Me tomó por desprevenido, me causaba bastante gracia, pero no me negué si era una manera de interactuar con el padre de Isla que, en mi imaginario, me detestaba o me veía como una mala influencia.
- claro -dije algo confundido y noté cómo su padre sacó un álbum del estante cerca de mí
- ¿has viajado a algún país? -preguntó
- no, bueno, una vez fui a China con mis papás cuando era pequeño -dije y él asintió mientras se sentaba en el sofá y abría el álbum
No llevé la cuenta, pero me parecía que pasamos una hora entera donde él me mostraba las fotos de Isla y me contaba las historias de su hija. Sabía, por Ami y Michael, que al papá de Isla le encantaba mostrarles a todos las fotos de su hija, era un padre muy orgulloso, pero siempre se veía muy serio y distante con ella cuando yo estaba ahí. Según Ami el padre de Isla era como un comediante cuando se lo conocía más a fondo.
- papá -se quejó Isla mientras bajaba las escaleras- no le muestres a Yoon Gi tu álbum -dijo evidentemente avergonzada y yo reí bajo
- pero si sales muy bonita en estas fotos hija
Ella negó con la cabeza y levantó a Laika para acercarla a su papá quien, en cuestión de segundos, despareció junto a su álbum mientras Isla reía y lo perseguía con Laika en brazos.
No terminé de ver todas las fotografía del álbum de Isla, pero había algo que había llamado mi atención y es que tenía un gran hueco de tiempo en ellas, en una era como una niña de 12 años y en la siguiente página ya se había desarrollado a cómo era en la actualidad.
Eso solo me despertó más curiosidad como el misterio de los sueños.
El único que podría saber era Michael, así que tendría que hacer las paces con él si quería resolver mis dudas.
Para cuando la madre de Isla llegó, Laika se había lanzado de los brazos de mi amiga y estaba saltando frente a mí en busca de caricias en su cabecita, lo cual yo no le iba a negar.
Isla, sus padres y yo nos sentamos a la mesa para comer y tuvimos, otra vez, una amena conversación, ellos conocieron un poco sobre mi familia y mi cultura y yo conocí sobre sus tradiciones y la música que le gustaba al papá de Isla, quien tocó la guitarra por horas y en ciertos momentos se levantaba para traernos algo de beber y contar alguna anécdota de cuando su esposa y él eran jóvenes y hacían sus prácticas en la universidad.
Al final del día, yo seguía con miles de dudas, pero pasar tiempo con la familia de Isla me hacía sentir un cierto momento de paz espiritual que mi corazón realmente parecía necesitar.