Entre la Tinta

By BooksByFabs

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Kylie Hills no cree en el amor, al menos se ha prometido no volver a creer en él, no luego del que creyó el c... More

PREFACIO
Advertencias
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo Final
Epílogo
Agradecimientos
Portada

Capítulo 10

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By BooksByFabs

Capítulo 10 | "Recuerdos dolorosos"

Kylie Hills

No podía dejar de pensar en las cosas que Axel me había dicho, el asunto de que el padre de Kansas estaba así gracias a él y Cody, ¿qué fue tan grave para que ambos lo dejaran en ese estado? ¿por qué parecía que Axel estaba molesto con su madre por algún motivo?

Eran bastantes incógnitas las que tenía en mente, pero recordaba nuestro trato, si quería que él se comunicara conmigo yo debía comunicarme con él primero, información por información.

Aún no entendía cuál era la razón por la que Axel estaba tan interesado en mi historia con Craig, no entendía el motivo por más que le diera vueltas en mi cabeza, pese a que manteníamos una relación cordial dado que trabajábamos en el mismo lugar y era uno de los mejores amigos de Hunter, él y yo no éramos amigos. No decía que nunca podríamos llegar a serlo, pero en este momento éramos plenamente conocidos.

Entonces, ¿por qué su interés en mi situación con Craig? No lo entendía, pero debía descubrirlo.

Por otro lado, su historia me intrigaba, además, requería de la información completa de la historia para poder ayudarlo con el tema referente a Kansas, o al menos eso me trataba de decir a mí misma y no que todo lo referente a Axel comenzaba a interesarme más de lo absolutamente necesario.

Estaba jodida, absolutamente jodida.

Terminada de limpiar mi pequeño estudio mientras acomodaba la nueva joyería para perforaciones que nos había ingresado, Noah jugaba con algunos de sus juguetes en la alfombra del centro del salón cuando escuché las pisadas aproximarse.

No necesité girarme para saber de quién se trataba.

— Has estado muy callada estos días — la voz de Hunter inundó la estancia.

— No he tenido mucho que decir — me encogí de hombros.

— Ky...

— No volveremos a tocar el tema, Hunter.

— ¿Y por qué no? ¿Sabes lo jodido que es estar en las sombras? — enfureció.

— Hunter...

— ¡No, Kylie! He tratado de proporcionarte tu espacio porque he intentado entenderte, comprender lo jodido que fue para ti todo lo sucedido con Craig, todo lo que sucedió en el hospital — explotó — Te he dado tiempo, pero no puedo seguir de tu lado si no hablas las cosas conmigo.

— ¿De mi lado? — enfurecí — ¡No creí que esto fuera una pelea por la cual tenías que tomar un bando! ¡Mucho menos enterarme que no crees en mí!

— No es eso, Kylie, yo solo...

— ¿Lo haces, Hunter? ¿Crees en mí?

— Lo hago — aseguró firme — Pero tú no me das las respuestas que necesito.

— ¡Pues discúlpame si querer hablarte de mí abuso me resulta mucho trabajo! — grité consiguiendo que Noah se sobresaltara y comenzara a llorar — ¡Discúlpame por no querer hablarte de la peor noche de mi vida!

Hunter cayó en cuenta de sus palabras mientras me agaché a tranquilizar a Noah.

— Kylie, nunca he querido presionarte, pero no puedo ayudarte si no me dices lo que sucedió.

— No es que no quiera decírtelo — expliqué — Es sólo que cuando recuerdo esa noche siento como mi cuerpo vuelve a paralizarse, siento sus manos nuevamente, el ardor de los golpes, no puedo hablarlo sin sentir que estoy ahí de nuevo.

— Se lo dijiste a Aria — reprochó.

— No se lo dije a Aria, se lo dije a la policía que tomó mi declaración y Aria estuvo conmigo.

— Y tampoco la presionaría para que me diga lo que pasó esa noche de ser el caso — la voz de la rubia llenó la estancia.

— Aria, es una conversación privada — reprochó Hunter de nuevo.

— Dejó de ser privada en el momento que ambos comenzaron a gritarse — bufó — Me llevaré a Noah a dar un paseo — tomó a mi niño en brazos y giro a ver al rubio — Si la presionas para que te lo diga, menos lo hará.

La rubia salió de la habitación con mi hijo en brazos mientras yo me dejaba caer de nuevo en el sofá, Hunter se sentó justo a mi lado.

— No sé en qué momento pasó, Hunter, no sé en qué momento la relación que mantenía con Craig pasó a ser toda esta tóxica situación, pero dejé de ver la salida, comencé a sentirme cada vez más ahogada, no encontraba manera de salir de allí y la mera idea de hacerlo me aterraba.

— Grayson y yo te habríamos apoyado, pero nunca nos dijiste nada — hice una mueca mientras apartaba la mirada.

— No fue que no quisiera decirle, fue que no sabía cómo hacerlo — tomé una de sus manos entre las mías — Las relaciones abusivas no comienzan siéndolo desde el primer día, Hunter, si así fuera todos lograríamos salir de allí.

» Craig era un sueño, al menos al inicio, era un chico atento, dulce, caballeroso, lo que toda chica quiere — sonreí con nostalgia — Craig era el capitán de futbol en la universidad, supongo que me dejé llevar por el chiclé de que el deportista se fijara en mí aun cuando ya era bastante popular por mi cuenta, nunca me ha sido difícil conseguir amigos, creo que soy lo bastante habladora para sólo tener un amigo.

» Todas mis amigas decían que querían un chico como Craig, siempre me buscaba cuando terminaban mis clases, nunca se me despegaba en los recesos, me dejaba en mi casa al salir de la universidad y me recogía en las mañanas antes de clase — bufo frustrada con mi pasado, por no ver las señales claras — Craig se molestaba cuando iba sola a casa o cuando salía de clase sin él estar conmigo, lo escondía diciendo que era por mi seguridad, que no le gustaba que su chica se fuera sola a casa porque podía ser peligroso o que no le gustaba que otros chicos me miraban. Le creí, creí que mi novio sólo quería cuidarme o eran unos pequeños celos absurdos, no analicé la gravedad de la situación que era no poder volver a hacer nada sola, ahí perdí mi libertad poco a poco, dejé de salir si no era con él, dejé de caminar sola, dejé de salir con mis amigas si él no venía, comenzó a encerrarme.

» Luego vinieron los comentarios sutiles en la ropa, sobre que todo me quedaba fantástico, pero que hacía mucho frío y tal vez debería cambiarme, le creí, después de todo sólo quería que evitara enfermarme. Le creí cuando dijo que no quería cambiar mi manera de vestir, pero se sentía incómodo con mis faldas cuando muchos chicos de la universidad me miraban, le creí de nuevo, sólo era mi novio siendo un poco celoso. No me di cuenta cuando dejé de vestirme tal cómo me gustaba, cómo dejé de usar faldas o vestidos y los cambié por unos jeans holgados, adecué mi vestimenta a sus inseguridades sin darme cuenta.

» Le creí cuando se molestaba porque hablara con otros chicos alegando que no quería perderme, le creí cuando me dijo que mis amigas eran malas personas para que me apartara de ellas, le creí cuando decía que le molestaba que estuviera siempre pendiente al móvil por si tu llamabas o lo hacía tío Gray, alegando que no le prestaba la suficiente atención — siento como las lágrimas bajan silenciosas por mi rostro cuando los recuerdos me invaden — Le creí cuando me dijo que estaba lista para perder mi virginidad con él, aun cuando mi cuerpo me gritaba que no lo estaba, que no me sentía cómoda aún con su toque, que quería esperar, le creí, porque era algo que todas las parejas hacían y después de todo ya tenía 17 años, era mi primer año en la universidad dado que empecé antes por mi buen promedio y era hora de volverme una mujer, o al menos así lo dijo él.

La mandíbula de Hunter está apretada con fuerza, tanto que creo que es doloroso para sus muelas, pero no me interrumpe, deja que hable mientras su mano sostiene con fuerza las mías.

— Le creí cuando decía que sólo era muy apasionado cuando de mi cuerpo se trataba, aun cuando mi mente me gritaba que sólo estaba siendo muy rudo conmigo, le creí cuando decía que las marcas en mi cuerpo de sus dedos eran sexys, pero a mí no me gustaban, odiaba las marcas de sus manos en mi cuerpo. Luego comprendí que hay una diferencia entre el sexo rudo donde ambas parejas así lo quieren y lo disfrutan, a lo que Craig hacía conmigo, él simplemente era violento.

» Ahí fue cuando empezaron los problemas, empezó a gritar más, a lanzar cosas cuando discutíamos o golpear las paredes, nunca me alteré, me escudaba diciendo que lanzaba objetos o golpeaba paredes por la romántica idea de no golpearme a mí, como si fuera un logro que no lo hiciera, nunca debió perder el control conmigo de esa manera. Cuando llegaron los primeros empujones le creí cada una de sus disculpas, alegando que realmente no quería hacerlo — imágenes de nuestras peleas invaden mi mente con fuerza — Cuando llegaron los primeros golpes ya estaba lo suficientemente adiestrada para saber que él realmente no quería hacerlo, que fue un accidente, me tragué cada una de sus lágrimas de cocodrilo y me culpé alegando que era culpa mía por hacerlo enfadar.

» No sé en qué momento el chico soñado de la universidad pasó a ser el monstruo de mis pesadillas, pero cuando miraba hacia atrás ya no hallaba la manera de salir de esa relación, mis amigos habían desaparecido, había perdido la gran mayoría de contacto contigo y con tío Gray, no hallaba una salida. Craig se encargó de envolverme en su dedo, de ser mi único faro de luz.

» La noche del accidente fue mi último grito de auxilio, estaba harta de tener que usar suéteres para evitar que se notaran las marcas de sus dedos, estaba harta de que luego del sexo me doliera algunas partes de mi cuerpo o sintiera molestias para ir al baño por lo rudo que él había sido, estaba cansada de que mis amigos o personas en la universidad me evitaran a toda costa porque sabían que Craig les daría una paliza si los veía hablando conmigo, estaba harta de no poder caminar o ir sola a ningún lado, quería ser libre — mi voz se rompe y Hunter enrolla sus brazos atrayéndome a su pecho — Estábamos discutiendo, le dije que quería dejarlo, que quería irme, pero él no me lo permitió, se molestó tanto esa noche, no recuerdo mucho los golpes, sólo el dolor sordo que me invadía.

— Kylie....

— Lo que sí recuerdo fue suplicarle que no me tocara, que no quería hacerlo, recuerdo sentir sus manos rasgando mi ropa y su tacto frío sobre mi cuerpo, recuerdo implorarle que se detuviera, yo.... — mi voz se rasga en un sollozo atroz — No quería, no quería hacerlo.

Hunter me pega a su cuerpo mientras sollozo de nuevo, como si estuviera otra vez en ese día, en esa casa, en esa ciudad, me rompo en mil pedazos que él se encarga de mantener unidos con sus brazos alrededor de mi cuerpo, su torso se eleva en temblorosas respiraciones y me doy cuenta de que él también ha llorado.

Cuando logro calmarme, tomo unas profundas respiraciones y continúo mi historia.

— Lo próximo que recuerdo es cómo la chica de la ambulancia que suplicaba que resistiera, que ya casi llegábamos al hospital y me recordaba lo valiente que era, luego de ahí todo es más confuso. Creo que enloquecí en el hospital al ver que la mayoría del personal era masculino y fue Aria quien estuvo conmigo en cada momento, fue la mano que me sostuvo cuando el hospital me hizo repetir una y otra vez lo que había sucedido en esa fatídica noche aun cuando eso sólo era más traumático para mí. Recuerdo que ella limpió mis lágrimas cuando los doctores tuvieron que tomar muestras, pruebas y demás sobre todo mi abuso y eso sólo lo aumentaba, aumentaba aún más el trauma, y las cosas no acabaron ahí, cuando llego la policía tuve que repetir todo de nuevo, una y otra y otra vez.

» Para cuando el tío Gray y tu llegaron al hospital sólo quería olvidar, olvidar esa noche, olvidar todo lo que pasó y no hablar de ello, no luego de que tuve que repetírselo a todas las personas que llegaban a mi como si estuviera implorando que me creyeran, sólo quería dejar de decirlo.

Hunter me pega a su cuerpo aún más cuando entiende la razón por la que realmente no me gusta hablar de esa noche, de cómo los doctores y la policía sólo se encargaron de traumatizarme aún más en una de las peores noches de mi vida.

Pero así es el sistema, una mierda que no cambia y no lo hará.

Hola, preciosos.

Volvemos con actualizaciones por acá, tengo otro capítulo casi terminado que subiré en el transcurso del día, extrañaba tanto a mis tatuados :3

Esta historia me gusta mucho, y en vista de que As de Corazones está por terminar en lo que presiento es esta semana, entraremos de lleno con este bebé.

Por si no se ha notado, sí, este libro es una pequeña crítica al sistema, jeje.

No se olviden de votar.

Besos con diamantina.

֎BooksbyFabs֎

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