De presos, Empleos Fallidos y...

Por MaryRosie95

110K 15.7K 1.2K

Min YoonGi es un alfa ex-convicto que acaba de salir de prisión y se encuentra con la desagradable sorpresa d... Mais

Bienvenidos
Intro
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
Epílogo

XXVI

3.6K 440 87
Por MaryRosie95

YoonGi observaba con ojos aburridos hacia el horizonte, las ventanas de la casa se habían vuelto sus mejores amigas desde que fue obligado a mantenerse en su casa. La convivencia con HoSeok era igual que la de siempre, TaeHyung por otro lado, se había comportado decentemente. No estaba seguro de qué había sucedido con el alfa, pero parecía mucho más relajado con su presencia, sin embargo, él no estaba realmente seguro de qué podría estar planeando con eso.

Así mismo, una de las cosas que lo habían ayudado a mantenerse cuerdo durante aquellos días, fue la presencia de JiMin quien fue bienvenido a casa cada día, HoSeok sabía lo bien que le hacía el omega al humor de YoonGi y era mucho más lindo tenerlo una tarde que preocuparse porque YoonGi se niega a salir a desayunar. El omega se había encargado entonces, de mantener tranquilo al alfa, recordándole que nada malo pasaría y quedándose a tomar siestas con él en su habitación.

Con los días pasando, la fecha para el juicio se aproximaba y los nervios de YoonGi se ponían de punta, KyungSoo lo visitó un par de veces para acordar las cosas que sucederían o que esperaba que sucedieran, explicándole qué debería hacer y qué cosas haría él para ayudarlo. Para la fecha YoonGi ya estaba, técnicamente, "más que preparado" pero ciertamente no creía que había preparación para algo como eso.

—Buenos días —saludó TaeHyung saliendo de la habitación, sus ojos estaban medianamente cerrados pero no se le fue difícil reconocer a YoonGi sentado en la mesa del comedor.

El alfa lo miró un segundo antes de regresar su vista a la laptop de HoSeok, ahí yacían todas las investigaciones que había hecho sobre diferentes casos que encontró en el periódico y a pesar de que KyungSoo le dijo que no lo hiciera, no pudo evitarlo. Algunos de ellos se parecían al suyo, o al menos tenían un par de similitudes y no terminaban bien en absoluto.

—Buenos días —respondió con voz ronca, pasando su mano por su rostro en un intento de espantar el sueño.

TaeHyung caminó hasta el refrigerador, una mirada de curiosidad en sus ojos mientras tomaba un jugo y lo colocaba en la isla de la cocina antes de tomar un vaso.

—¿Hace cuánto estás despierto? —YoonGi lo miró con una ceja alzada, el tono de voz del pelirrojo no parecía haber cambiado al que solía usar con él pero había algo diferente.

—No lo sé, no había salido el sol —apoyó su mejilla sobre su mano, bostezando.

TaeHyung asintió, tomando de su jugo.

Ambos se mantuvieron callados, YoonGi no estaba incómodo ni mucho menos, ellos tuvieron que pasarla peor durante días en los que HoSeok no se aparecía hasta entrada la noche, así que aquello no era la gran cosa, y TaeHyung pensaba igual. El pelinegro simplemente siguió leyendo quién sabe para qué, quizás para torturarse un poco más y tirando abajo el trabajo de JiMin de mantener su mente positiva.

Vio entonces como TaeHyung se sentó frente a él en la mesa, un par de sandwiches yacían en un plato y TaeHyung tomó uno mientras revisaba su celular. YoonGi lo miró, una ceja alzada decoraba su rostro y el contrario no cambió de expresión mientras masticaba.

—Si no quieres, me dices, y me lo como —fue lo único que dijo antes de tomar otro bocado.

YoonGi levantó ambas cejas con una sorpresa sincera, pero sus párpados no subieron mucho por el sueño. Sin embargo, su estómago había estado rogando por comida desde que despertó, así que tomó lo que consideró como una ofrenda de paz y le dio un mordisco. Por un segundo pensó que tenía mostaza de más pero ciertamente, no quería decir nada al respecto, las ganas de molestarlo no estaban ahí y él tenía suficiente hambre.

Ambos se mantuvieron callados durante aquel extraño desayuno, ninguno realmente concentrado en el otro a pesar de las cortas mirada curiosas que se dedicaban. De repente, escucharon la puerta de la habitación de la pareja abrirse y un HoSeok somnoliento salió con un ojo cerrado, el omega caminó directamente hasta Tae y plantó un beso en su cabeza, sacándole una sonrisa, con YoonGi sólo acarició su cabello y el alfa se inclinó un poco hacia el gesto.

—Gracias por no levantarme con sus peleas, son un amor los dos —dijo con un bostezo y luego sonrió—. ¿Desayunaron? —miró el plato, YoonGi asintió—. Oh, tendré que hacerme algo...

—Yo voy —Tae se levantó de inmediato y caminó hacia la cocina.

El omega no se negó y se sentó con un suspiro de felicidad y calma. Eventualmente se acercó a YoonGi con curiosidad para saber lo que hacía y frunció sus cejas cuando vio las páginas del periódico abiertas junto con información relacionada a cárceles, condenas largas y convictos asesinados. HoSeok bufó y cerró la laptop, lanzándole una mirada de enojo a YoonGi.

—¿Qué? —el alfa se veía confundido.

—No creo que sea buena idea leer algo como eso un día antes de tu juicio —le dijo—, lo único que estás haciendo es meterte ideas en la cabeza y llamando a las cosas malas —explicó, frunciendo sus labios cuando el alfa viró los ojos—. Hablo en serio, sólo te estás enfermando.

—Bueno, no quiero volver a la cárcel, pero si lo hago, mínimo debería prepararme mentalmente —dijo en su defensa.

—YoonGi, ni siquiera lo intentes, tú solo estás siendo jodidamente negativo al respecto —suspiró, apartando la laptop de su amigo. YoonGi suspiró con frustración y se recostó sobre el respaldo de la silla, cruzándose de brazos—. Hasta donde sé, KyungSoo te dijo que no vieras cosas como estas, y no voy a dejar que lo hagas, prefiero ir al juicio sin saber nada de lo que sucederá a hacerme ideas negativas que sólo me pondrán nervioso.

YoonGi se mordió el interior de la mejilla.

—No tienes idea de cómo es ahí dentro —le dijo.

—Imagino que no era algo lindo, pero no vas a volver, intentemos no pensar en eso, ¿está bien? —TaeHyung dejó un plato con comida frente a HoSeok junto con una taza de té—. Gracias~.

YoonGi soltó aire, porque ciertamente "no pesar en eso" era mucho más fácil decirlo que hacerlo.

JiMin suspiró mientras sacaba un bizcocho del congelador, debía seguir trabajando a pesar de todo y aunque que fuera condenadamente difícil, debía mantener su cabeza en blanco para poder seguir concentrándose en su trabajo, habían muchos pedidos retrasados que debía hacer sí o sí y agradecía que Jin se haya quedado un par de horas extra.

—Hyung, deberíamos poner en pausa la toma de pedidos un tiempo, si seguimos así nos retrasaremos mucho —le dijo el más joven al omega mientras asomaba su cabeza por la entrada de la cocina.

JiMin lo miró y suspiró, le hubiera gustado decir que no lo hiciera pero el bizcocho que tenía frente a él ni siquiera tenía crema encima y el pastel era para mañana.

—Está bien, sólo... diles que los que están en el mostrador es lo único que tenemos disponible y que aún podemos tomar órdenes de postres pequeños —hizo un ademán con su mano, el alfa asintió y volvió a su puesto en la caja—. Espero que mis clientes no se enojen conmigo.

—No te preocupes —le dijo Jin con una voz dulce, estaba cortando masa para galletas y se había encargado ya de las últimas porciones del día—. Siempre habrá cumpleaños que necesiten un pastel y, sobre todo, personas que amen tus recetas, simplemente es un momento duro ahora —lo consoló, sonriéndole con ternura.

El omega más joven lo miró con una sonrisa más calmada y suspiró.

—Bien, este pastel de princesas no se hará solo —buscó otro par de bizcochos.

JiMin concentró toda la atención que pudo en ese día de trabajo, su cabeza no ayudaba en lo absoluto pero él realmente estaba esperando no cometer un error que hiciera enojar al cliente. De igual manera, el omega sabía que si se quedaba en casa las cosas serían peores para su humor y que no podía estar todo el día en casa de HoSeok a pesar de que el omega le dijera que no había ningún problema, sabía que de alguna manera u otra, sería una molestia.

Aun así, se había esforzado por estar con ellos al menos unas cuantas horas en la noche. YoonGi siempre lo terminaba jalando a su habitación para que se acurrucaran juntos, y él quizás se avergonzaba un poco pero HoSeok no decía nada en absoluto. De alguna manera era gracioso, se sentía como un adolescente de nuevo, escabulléndose de una madre para pasar un rato en la habitación de su novio, sería aún más lindo si las circunstancias fueran otras.

Esperaba con todo su corazón que pronto pudiera reírse de eso, JiMin estaba decidido a pedirle a YoonGi que se mudaran juntos. Esperaba que el alfa estuviera tan emocionado con la idea como él lo estaba.

—¿Soy el único que se siente jodidamente nervioso por mañana? —SeokJin preguntó cuando el horario de trabajo terminó.

Los tres estaban fuera del local, JungKook bostezaba porque eran las diez de la noche y aunque JiMin le insistió que no era necesario que se quedara, el alfa no le hizo caso y pudieron terminar la mayoría de los pedidos atrasados. Aquello era bueno, ellos definitivamente no iban a adelantar cosas mañana.

—Definitivamente no —se rió sin gracia—, ¿NamJoon irá? —miró al más alto quien suspiró.

—Él no me dejará solo, así que es probable que lo haga —se cruzó de brazos debido al repentino frío de la noche—. No puedo dejarlos solos, sé que realmente no tengo nada relevante que dar al caso, pero iré igualmente, ¿crees que me saquen? —esta vez se rió.

—No lo creo, usted está relacionado aunque sea poco —ahora miró a JungKook—, tu y yo somos los que estamos en la boca del lobo.

El alfa hizo una mueca de flojera.

—Si hubiera tomado otra ruta ese día quizás no tendría que hacer esto, pero quien sabe lo que hubiera sucedido con YoonGi Hyung —aquel era un pensamiento que se repetía desde el momento que le dijeron que iba a ser llamado como testigo—. Espero que mi madre no lo mate cuando lo vea —se rascó la nuca mirando hacia un lado, la mujer realmente había insistido en ir a pesar de que su hijo pudiera hacerlo solo.

—Tu madre sólo está cuidándote, así sería yo si tuviera un hijo a pesar de que sea un adulto —le dio la razón a la mujer, Jeon hizo un puchero—. Jin Hyung seguramente también, ¿no?

El omega pareció ponerse un poco nervioso, sus mejillas se sonrojaron y desvió la mirada. JiMin enarcó una ceja y JungKook formó una expresión de confusión total. Ninguno de ellos se demoró más de medio segundo en entender lo que sucedía, o al menos JiMin fue más rápido que JungKook en darse cuenta.

—Uh... sí... —Jin parecía haberse quedado mudo—... sobre eso...

—No puede ser... —JiMin abrió la boca—. ¡Hyung, estamos muy tensos para una noticia así! —JungKook movió sus puños cerrados con emoción, una sonrisa infantil en su rostro.

—¡Por eso se supone que se los diría después! —le reclamó.

JiMin frunció sus cejas.

—¿Después? ¡Debe decirnos en el momento que suceda!

—¡¿Por qué estás siendo tan contradictorio?! —se quejó con voz quejumbrosa—. Aish, metiches los dos, olvídenlo, hablemos de esto mañana —hizo un ademán con su mano.

Justo en ese momento, NamJoon estacionó su auto frente a la pastelería para ir a buscar a su novio y al mismo tiempo, darles un aventón a los dos más jóvenes. Jin se sonrojó mientras JiMin y JungKook corrían a la ventana del copiloto, provocando una mirada de confusión en el alfa.

—¡Hyung, felicidades! —JungKook dijo con emoción, JiMin asintió.

—¡Seguro será un bebé hermoso~! —rió encantadoramente.

NamJoon abrió los ojos con sorpresa y miró a SeokJin con consternación, el omega casi estaba entrando en pánico sobre la acera.

—¿Qué? —NamJoon preguntó con un hilo de voz cuando su novio se acercó.

Jin apartó a ambos de la ventana, mirándolos como si fuera a matarlos en cualquier momento, ninguno de los dos entendía la razón.

—Él no lo sabía... —les dijo como si estuviera reteniendo un grito, ambos pusieron expresiones de pánico y se inclinaron como disculpa, rezando para Jin no sacara un cucharon de algún lado y los golpeara en la cabeza.

—¡¿Cómo?! —NamJoon casi se bajó del vehículo, Jin sólo suspiró mientras desviaba su atención de los dos metiches arrepentidos y pidiendo perdón—. ¡SeokJin, no bromees conmigo!

—No es una broma, estoy seguro que las tres pruebas que hice fueron muy claras —se rió con nervios mientras su novio salía del vehículo a toda velocidad—. Ah, está bien, no tienes que... —fue repentinamente abrazado y levantado en el aire, NamJoon estaba eufórico y él sólo se rió con ternura—. No te lo quería decir así...

—¡No importa! —lo bajó, mirándolo con ojos brillantes—. ¡Soy el alfa más feliz del mundo! —ahora su cara estaba repentinamente bañada en lágrimas, Jin sólo se reía mientras sostenía su rostro y trataba de calmarlo.

JungKook pronunció lo lindo que le parecía la escena mientras grababa con su celular y JiMin sólo sonrió con ternura. Estaba realmente feliz por su amigo y se dijo entonces, que realmente quería algo como eso.

YoonGi estaba con las piernas cruzadas sobre su cama, el aparato seguía parpadeando con un color verde y él se preguntaba cómo era posible que no se quedara sin batería o algo. Quizás no era el único que había querido romper el objeto con algo pero se negaba a dejarse llevar por esos pensamientos, siendo honesto, esperaba que explotara solo o que desapareciera misteriosamente.

Se rió de sí mismo, lanzándose sobre la cama. Había pasado todo el día lamentándose de sus desgracias, tratando de concentrarse en las conversaciones de HoSeok o en la actitud sospechosamente tranquila de TaeHyung pero no estaba lo suficientemente motivado para hacerlo. Finalmente se encerró nuevamente, su cabeza creando miles de ideas molestas que no lo dejaban relajarse en lo absoluto.

Ni siquiera estaba seguro de qué hora era, pero pensaban que era lo suficientemente tarde como para que JiMin se apareciera. Sabía que debía trabajar y que debía descansar bien para mañana pero realmente quería verlo.

De repente, y como si sus súplicas hubieran sido escuchadas, la puerta de su habitación se abrió y vio al menor entrar luciendo tan lindo como siempre, llevaba encima el suéter amarillo que adoraba y pensó nuevamente que lucía como un adorable pollito. No dudó en abrazarlo cuando este se sentó sobre la cama, recibiendo una suave risa antes de que ambos cayeran en la cama.

—Veo que me extrañaste~ —le dijo, trepando por su pecho y mirándolo con cariño.

—Muchísimo —le dio un pequeño beso que JiMin correspondió.

Ambos se separaron y se miraron con una sonrisa suave.

—Es un poco tarde, ¿no?

—Son sólo las... —revisó la hora en su celular—. Once, pero no es tanto —se rió, YoonGi ladeó la cabeza con una expresión de preocupación—. ¿Qué sucede?

—Hubieras ido a casa directamente, es realmente peligroso que estés fuera tan tarde —le explicó, JiMin infló ambas mejillas y se recostó sobre su pecho—. JiMin...

—Me quedaré hoy, le dije a HoSeok Hyung y está de acuerdo contigo, así que... —sus dedos hacían círculos en el pecho ajeno y el alfa pareció suspirar en alivio, rodeándolo con sus brazos fuertemente.

—Gracias... —cerró los ojos, girándose para que ambos quedaran recostados sobre la cama.

JiMin le sonrió y acarició su rostro.

—¿Quieres hablar sobre mañana? —le preguntó, el alfa hizo una mueca son sus labios y JiMin rió suavemente—. Tomaré eso como un no —YoonGi ahora hizo un ruido de queja y se acurrucó contra JiMin, escondiendo su rostro en su cuello, justo donde yacía la marca.

JiMin acarició con cariño el cabello del alfa sin moverse de su lugar, de hecho se mantuvieron así por quién sabe cuánto tiempo, simplemente concentrándose en la calidez del otro y en pensamientos tranquilos que no tuvieran que ver con aquel otro tema. YoonGi se había torturado mucho ese día y ahora, abrazando a JiMin, podría sentirse en paz.

El alfa olfateó a su omega, recibiendo el dulce aroma a dulces que desprendía. Nunca creyó que realmente estaría con alguno así, si bien durante su juventud esperaba conseguir a alguien lindo como pareja o al menos que lo quisiera, no pensó que tendría la suerte de que alguien como JiMin estuviera dispuesto a permanecer a su lado. Las relaciones no eran lo suyo pero sentía que con JiMin estaría bien, que mientras el menor siguiera con él, podría con todo y a pesar de lo aterrador que era el hecho de sentirse tan débil frente a alguien, sabía que estaría bien.

YoonGi miró la marca en el cuello ajeno, se preguntó nuevamente si había sido lo correcto; si algo sucedía y se veía obligado a alejarse ambos la pasarían muy mal y aunque no fuese una marca permanente, ¿debería preocuparse al respecto? JiMin no se veía arrepentido y él tampoco lo estaba, pero lo que menos quería hacer era que el contrario sufriera. Sin embargo, no había nada que pudiera hacer al respecto.

Sólo tenía que retener las ganas de morderlo de nuevo, esconder ese deseo de renovar la marca o hacerla permanente a pesar de que sabía lo que aquello conllevaba. Su cabeza y su alfa eran un asco.

—¿En qué tanto piensas? —preguntó el rubio, aunque se estaba haciendo una idea. El alfa no era muy bueno ocultando sus deseos, mucho menos si se encontraba besando suavemente el cuello ajeno de vez en cuando.

—Si no estuviéramos en esta situación, haría permanente la marca —confesó sin ánimos de mentir y mientras JiMin se sonrojaba, él lo miró—. Si estuviéramos en privado o sólo si tuviéramos un momento solos, lo haría.

El remojó sus labios con su lengua, repentinamente avergonzado.

—No digas esas cosas tan repentinamente... —se quejó haciendo un puchero y empujó el rostro de YoonGi lejos de él, sólo para molestarlo.

El alfa sonrió suavemente y plantó un pequeño beso sobre los labios del omega, JiMin rodeó su cuello con sus pequeñas manos y no lo dejó escapar tan fácilmente, moviendo con suavidad su boca sobre la ajena. Ambos se concentraron en aquel pequeño momento, besándose suavemente y sin prisas, YoonGi tomó la cintura del omega con suavidad, apretando con cariño mientras JiMin se acurrucaba más hacia él.

De repente, el chasquido de sus labios separándose resonó y JiMin abrió los ojos al darse cuenta que YoonGi se había alejado un par de centímetros.

—Sí todo esto pasa —comenzó el alfa—, te marcaré como se debe.

JiMin abrió los ojos con sorpresa, ahora el sonrojo llegó hasta sus orejas.

—Bien, es un trato, alfa pervertido~ —le dijo con una sonrisa juguetona y tomó nuevamente su rostro, acercándolo para continuar con el beso.

YoonGi sonrió y no se negó, volviendo a acurrucarse contra el más bajito, disfrutando de la calma que este le brindaba.

YoonGi no quiso salir de la cama cuando escuchó una alarma resonar en su habitación, en ese momento se encontraba confundido porque no recordaba haber puesto ninguna alarma pero era de JiMin; el omega tuvo que ir a casa para arreglarse como debía y se despidió de YoonGi con un beso, prometiéndole que lo vería pronto. El alfa suspiró cuando se encontró solo nuevamente y no supo cuánto tiempo volvió a dormir hasta que HoSeok lo hizo levantarse.

Se tomó una ducha, y se vistió decentemente, o al menos así consideró que se veía hasta que HoSeok lo hizo ponerse otra ropa. Finalmente terminó con una camisa de botones color azul celeste y pantalones negros, junto con zapatos de vestir. Se sentía incómodo pero HoSeok comentó que sería bueno que se viera como un ciudadano promedio decente y no como un adolescente.

Ellos estaban listos para salir cuando una patrulla apareció, dos policías se acercaron al alfa y desactivaron el aparato sujeto a su tobillo. Sin embargo, no le dieron el gusto de usar cualquier otro método de transporte además de la patrulla, así que los tres llegaron a la corte en uno de esos vehículos. TaeHyung tuvo que tranquilizar a HoSeok para que este no agrediera en contra de los policías en cuanto vio que esposaron a su amigo antes de entrar al vehículo.

Una vez en la corte, los hombres escoltaron a YoonGi.

—¿Esto no les parece un poco exagerado? —esta vez, el omega no pudo mantener la boca cerrada pero los hombres no le hicieron caso—. ¡Él no se irá a ningún lado! —los siguió, molesto.

—Tranquilo, no lo mantendrán esposado dentro —le explicó su novio, HoSeok solo bufó—. Lo dejaron quedarse en casa mientras esperaba su juicio, creo que han sido lo suficientemente condescendientes con él.

El omega sólo se cruzó de brazos mientras entraba a la corte. SeokJin y JungKook estaban dentro ya, NamJoon se encontraba sentado al lado de su novio y pudieron ver a la madre de JungKook acompañarlo mientras acomodaba su peinado. HoSeok se sentó en la fila de enfrente y al mirar nuevamente la entrada observó como JiMin entraba apurado, sentándose a su lado una vez lo vio.

—Hola —saludó cortamente y acomodando su traje, HoSeok le sonrió ligero.

—Hola.

TaeHyung solo suspiró y se cruzó de brazos.

—Espero que esto termine pronto —fue lo único que dijo, su rostro se mantenía sereno.

YoonGi se encontraba sentado junto con KyungSoo, el alfa levantó sus manos para que le quitaran las esposas y luego de dejarlo libre, los policías se colocaron a los lados del estrado. El corazón del pelinegro latía en desespero, no podía ni siquiera pensar en algo que no fuera la palabra "culpable".

—Bien, relájate, no estamos en contra de nadie más que los policías, este juicio depende del jurado —le hizo una señal hacia el grupo de personas que estaban sentadas a un lado de la corte—, son personas normales, sólo necesitamos apelar a su lado empático —resumió, acomodando sus papeles sobre el escritorio.

YoonGi asintió en entendimiento y suspiró, tratando de relajarse. Entró entonces quien sería la juez y todos se levantaron en respeto, la mujer se acomodó en su asiento y soltó aire.

—Bien, apresurémonos —golpeó su mazo contra su escritorio, comenzando así el juicio.

Los hombres sentados en el escritorio contrario a YoonGi se levantaron, saludaron a la mujer y entregaron un archivo con sus propias pruebas y la historia, ella se colocó sus gafas y ojeó el documento.

YoonGi quería vomitar.

—Min YoonGi fue un delincuente —comenzó el hombre, dirigiéndose tanto a la mujer como al jurado—, fue acusado de robos a diferentes establecimientos, de asesinato en primer grado y de ganar dinero de manera ilegal con el tráfico de armas y droga —YoonGi frunció sus cejas—, se le halló culpable de lo primero, recibió veinte años de cárcel que se redujeron a diez por cooperar con la policía y fue liberado con libertad en los seis años por buen comportamiento —resumió, el alfa tomó aire—. Hace poco Kwon JiYong escapó de prisión, Min YoonGi decidió encontrarse con él, tomó un arma y lo asesinó, ambos eran compañeros de delitos durante sus años de delincuencia. Se le acusa de asesinato en primer grado y de haber violado su libertad condicional.

La mujer cerró el documento y miró al alfa frente a ella, luego miró a YoonGi antes de regresar su atención al hombre.

—¿Cómo pudo escapar este tal Kwon? —preguntó, mirando con una ceja alzada al abogado de la policía quien pareció quedarse en blanco un segundo.

—Aún no estamos seguros, creemos que es una situación de soborno o extorsión contra alguno de los policías de la prisión —ella hizo una expresión sorprendida que lucía casi decepcionada—. Sin embargo, se sigue investigando.

—Bien, hagan un buen trabajo, no necesito delincuentes en las calles de Seúl... —comentó y tomó aire antes de suspirar—. ¿El acusado?

KyungSoo asintió y se levantó tomando sus propios papeles, hizo una reverencia a la mujer y dejó los documentos sobre la mesa, ella los leyó igualmente mientras esperaba la versión del contrario.

—Mi cliente admite haber cometido robo, sin embargo, el no fue condenado por ninguna de las otras dos acusaciones porque se demostró que era Kwon quien estaba involucrado con drogas y armas. Mi cliente no asesinó a nadie porque igualmente se demostró que Kwon fue quien jaló el gatillo —explicó, la mujer se vio ligeramente interesada, KyungSoo miró a jurado—. Mi cliente se desligó completamente de ese mundo, salió de la cárcel en búsqueda de un nuevo comienzo, había logrado conseguir trabajo y una relación, sin embargo todo eso se vio en peligro cuando Kwon escapó de la cárcel. Deben entender, juez y jurado, que mi cliente se encontraba en una situación de peligro, ese criminal amenazó la vida de sus allegados y poseo las pruebas y los testigos pertinentes para demostrarlo. Mi cliente se vio en una situación de peligro y lo que hizo fue por defensa propia.

La mujer observó las heridas de los golpes provocados por Kwon, vio las fotos de Mochi que YoonGi tomó con el celular de TaeHyung y leyó con atención las medidas que tuvieron que tomar los demás para estar a salvo. Así mismo, analizó el otro documento en donde yacían fotos de una pistola, las huellas de YoonGi en la misma, cinco balas y el cuerpo de Kwon JiYong al igual que las heridas de bala en los compañeros de Kwon.

Todos estaban tensos en sus asientos mientras el silencio reinaba.

—Muy bien, ¿testigos? —preguntó la mujer.

—Me gustaría llamar a Min YoonGi al estrado —se levantó el abogado de la policía.

YoonGi miró con pánico a KyungSoo y este asintió, sentándose y mirándolo con ojos de calma para que se relajara. El alfa se levantó con sus manos sudando y caminó hacia el lugar que le correspondía, hizo el juramento y se sentó. JiMin lo miraba desde su asiento y él no podía alejar el revoltijo que estaba sintiendo en su estómago.

—YoonGi, ¿puedo llamarte así? —el alfa asintió, mordiéndose el interior de la mejilla—. Ya veo que has pasado por una situación difícil, te metiste en problemas, saliste de la cárcel y estás aquí ahora, me pregunto entonces, ¿te sientes frustrado, no es así?

El alfa lo miró con confusión pero asintió.

—Sí...

—Claro, debes sentirte así, has estado seis años en prisión y cuando sales todo es diferente —comenzó—. Seguro no podías conseguir trabajo cuando saliste, ¿cierto?, y eras como un parásito en la casa de tu amigo —YoonGi frunció las cejas—, seguro fue un alivio conseguir un poco de estabilidad.

—Sí —esta vez respondió con algo de duda.

—¡Objeción! —KyungSoo se levantó—. No está llegando a ningún lado.

—Denegada, déjelo continuar —anunció la juez, golpeando su escritorio.

—Me pregunto entonces, qué tan frustrante debió haber sido que todo eso se derrumbara cuando Kwon apareció —el hombre continuó, YoonGi trató de mantener su mente en blanco—. Seguro estaba enojado.

—Sí, ¿y qué? —se estaba frustrando, el hombre parecía querer jugar con él.

—Estaba amenazando su vida, la de su pareja y la de sus amigos, usted estaba molesto —YoonGi bufó—. ¿Usted tomó la pistola antes de ir a verlo, YoonGi?

—Sí pero...

—Ah, quería dispararle, quería que todo eso se acabara —razonó.

—Yo no dije eso, él era peligroso por eso...

—¿Y por qué no llamó a la policía si sabía dónde encontrarlo? —interrumpió—. ¿Por qué fue usted solo, armado?

YoonGi soltó una risa floja.

—La policía no ayudaría, lo sé, Kwon me mataría si se enteraba de que los llamé.

—Por eso era mucho más fácil matarlo primero a él.

—¡Yo no...!

—Terminé —se alejó de YoonGi, volviendo a su puesto.

El alfa apretó ambos puños al igual que su mandíbula, ni siquiera quería mirar a los demás. Ahora seguro todos lo estaban mirando con ojos de duda, quería golpear a ese tipo.

KyungSoo se levantó, suspirando y acercándose a YoonGi.

—Antes de lo que pasó, ¿ocurrió algún altercado entre usted y Kwon? —fue su primera pregunta.

—Cuando iba de camino a casa me acorraló en un callejón y me golpeó junto con sus compañeros, terminaron llevándome al hospital y si no fuera por JungKook, seguro no yo estaría aquí ahora —dijo cortamente.

KyungSoo asintió lentamente.

—YoonGi, usted dijo que sabía que Kwon era peligroso y esto nos lo deja más que claro —continuó—. Sin embargo fue a verlo, por favor dígame por qué lo hizo.

—Él me estaba amenazando para que lo viera, desde aquella vez hasta días antes, estuvo hostigando para que fuera a verlo —explicó—. Tuve que ir armado porque él era impredecible, se dejaba llevar por sus emociones, por lo que necesitaba estar protegido.

—Usted sólo se defendió, ¿no es así? —YoonGi asintió— ¿Por qué le disparó?

—Comenzamos a pelar, él estaba enojado conmigo y pensé que si se desahogaba de esa manera podría relajarse luego para hablar, pero me apuntó con un arma y tuve que defenderme —explicó con calma, había practicado mucho lo que diría para no decir una palabra que pudiera ser malinterpretada.

—Eso es todo, puede sentarse —KyungSoo terminó—. Me gustaría llamar a unos cuantos testigos más al estrado.

La juez asintió y le dio el pase.

—Jung HoSeok —lo llamó.

El omega apretó los labios y se levantó, TaeHyung le dedicó una sonrisa suave en apoyo mientras el contrario se alejaba. Finalmente realizó el juramento una vez llegó al lugar y se sentó.

HoSeok contó su versión de los hechos, explicó cómo tuvo la desdicha de encontrarse con Kwon frente a su estudio y de cómo se sintió tan asustado hasta el punto de que tuvo que escabullirse para llegar a salvo a casa, explicó conocerlo un poco y saber que era capaz de cualquier cosa, por lo que se vio obligado a alejarse de Seúl.

—Me gustaría preguntar —el abogado de la policía se levantó cuando KyungSoo terminó—. usted conoce a YoonGi, es decir, es su mejor amigo, ¿cierto?

HoSeok miró un segundo a Do pero finalmente asintió.

—Tengo entendido que fue idea de YoonGi de que abandonaran Seúl, ¿usted tenía alguna idea de lo que YoonGi haría?

—No, honestamente no sabía cómo podría resolverlo —explicó con sinceridad.

—Pero, usted tenía un arma —le dijo, el omega apretó los labios—. Un regalo de YoonGi, hasta donde sé —Jung asintió lentamente—, usted entendía entonces los peligros que conllevaba esa vida, sabía de lo que era capaz Kwon, entonces teniendo eso en cuenta, ¿no pensó que YoonGi tomaría esa arma y la usaría?

—Yo no recordaba tener eso ahí...

—Responda la pregunta —insistió, HoSeok bufó.

—YoonGi jamás lastimaría a nadie —ahora frunció sus cejas—, jamás consideré la idea de que la usaría para asesinar a alguien, él nunca usó armas contra nadie entonces ni siquiera lo pensé.

El abogado asintió lentamente.

—¿Está seguro?

—¡Objeción! Está atosigando al testigo.

—¡Estoy seguro! —bufó.

—A lugar, por favor, regrese a su asiento —la mujer señaló al abogado y este levantó las manos en rendición, alejándose—. Usted también puede regresar —HoSeok asintió, regresando lo más rápido que podía.

—Es un idiota —TaeHyung lo consoló cuando lo tuvo a su lado, Jung se cubrió el rostro—. Está bien, no logró sacar lo que quería —acarició su brazo.

—Esto es agotador —SeokJin suspiró, él ni siquiera iba a ser llamado pero la sensación lo estaba desesperando. HoSeok lo miró con un suspiro.

—Lo es... —murmuró.

—Me gustaría llamar a Jeon JungKook al estrado —habló de nuevo KyungSoo.

El alfa hizo un sonido de nervios y se levantó, su madre le dio un par de palmaditas mientras trataba de mantenerse en calma. Él realizó el mismo procedimiento que todos y se sentó.

—Por favor, cuéntenos la experiencia que tuvo recientemente con el altercado entre YoonGi y JiYong.

El alfa asintió y comenzó, explicó que estaba yendo en bicicleta a la universidad y se encontró con aquella situación, contó estuvieron a punto de dispararle y cómo YoonGi le salvó la vida. Explicó que tuvieron que esconderse para que no los lastimaran y como después de eso tuvieron que llevar a YoonGi al hospital debido a los golpes que había sufrido.

—Creo que nos salvamos las vidas mutuamente —finalizó.

—Muchas gracias, eso era todo —JungKook asintió y se levantó al ver que el otro abogado no se detuvo a preguntarle nada.

La madre de Jeon lo abrazó casi llena de lágrimas porque no había escuchado aquella versión de la historia, JungKook se disculpó suavemente con ella por no habérselo dicho, explicando que no quería preocuparla en el momento. TaeHyung observó con una ceja alzada como el alfa era apretujado por la mujer y rió suavemente.

—Finalmente, me gustaría llamar a Park JiMin al estrado —el omega miró con confusión a los demás pero igualmente se levantó y fue hasta el lugar.

YoonGi observó cómo realizaba el juramento y se sentaba, sus ojos se encontraron un segundo y mientras él decía "lo siento", JiMin sólo le sonreía con un "está bien".

—Lo siento por esto, pero tengo entendido que Kwon utilizó a su mascota para darle una advertencia a YoonGi —JiMin frunció sus cejas en dolor por el recuerdo.

—Sí, lo hizo... —desvió la mirada.

—Eso significaba entonces que conocía la dirección de su casa y conocía su relación con el acusado, ¿cómo se sintió?

—Asustado... —susurró—. Fue doloroso y aterrador, se veía que ese tipo estaba mal de la cabeza.

—¿Puede explicarnos qué vio? —KyungSoo lo miró con disculpa en su expresión y JiMin suspiró.

—Mi mascota estaba... en el suelo de mi habitación... había sido apuñalado y había una nota al lado... —explicó con su voz haciéndose un poco más baja en cada oración, KyungSoo asintió.

—¿Qué decía la nota?

—"Deja de esconderte, Min YoonGi"... —suspiró tembloroso.

—¿Había algo más?

—En mi teléfono dejó un mensaje, amenazando a YoonGi y a todos nosotros —miró hacia abajo, recordándose a sí mismo que no podía ponerse a llorar ahí.

De alguna manera, agradecía que este tipo estuviera muerto.

—Sí, tenemos la grabación —la juez miró con interés a KyungSoo y este buscó en su escritorio, tomó un reproductor de cassette y lo puso en el escritorio de la mujer.

Todos se quedaron callados.

"Min YoonGi~... si no te veo en los próximos días... da por muerto a todos, maldito alfa"

El jurado parecía tan sorprendido como la juez.

—Puedes retirarte, JiMin —le dedicó una sonrisa suave y el omega hizo caso, finalmente KyungSoo colocó las manos detrás de su espalda—. Eso es todo, no tengo más testigos.

—Muy bien, ya escuchamos todo, tendremos un descanso de diez minutos para que el jurado tome una decisión —golpeó su escritorio con el mazo—. Nos vemos.

El sonido de las personas levantándose inundó la sala pero el alfa no podía moverse. Todos decidieron salir a tomar aire fresco y JiMin se acercó a su alfa, mirándolo con calma.

—La madre de JungKook trajo sándwiches, ¿tienes hambre? —le preguntó, YoonGi negó con una expresión de dolor en el rostro—. Sí, creo que todos tienen náuseas —rió—. Ven, tomemos aire.

El alfa se levantó y siguió al omega, KyungSoo lo acompañó después de entregarle al jurado sus documentos con las respectivas pruebas para que ellos mismos las analizaran. Todos se encontraron afuera, suspirando con cansancio y tratando de relajarse.

—Bien, ahora todo depende de el jurado, esperemos que todos se hayan levantado con ánimos de ser amables —animó a YoonGi dándole un par de palmaditas en la espalda, el alfa sólo suspiró.

—Gracias —le dijo, su voz se oía desolada.

—Aún no agradezcas, cuando todo esto termine me tienes que invitar un trago —le dijo con un tono de queja y YoonGi rió.

—Lo haré —sonrió.

HoSeok apretaba sus puños mientras hacía sonidos de queja, TaeHyung sólo lo miraba con una pequeña sonrisa por lo adorable que le parecía.

—Quiero golpear a ese tipo —soltó—, es un idiota, ¿qué demonios le pasa? —refunfuñó mientras veía al susodicho hablar con los policías.

—Está haciendo su trabajo —explicó NamJoon sin mantener su mirada mucho tiempo en el hombre—, debe dejar la peor imagen de YoonGi para que el jurado lo vea como una amenaza, pero ustedes lo hicieron bien, no vi que lograra sacarles nada importante.

—Eso es verdad, pero no quita las ganas de querer lanzarlo al piso —bufó JungKook cuando su madre se retiró para ir al baño.

—Awn, el pequeño niño de mamá está siendo un niño malo —TaeHyung jaló una de sus mejillas y el alfa le dedicó una mirada de muerte—. No me mires así JungKookie, debes portarte bien —se carcajeó a más no poder.

—Te odio, de verdad que lo hago, voy a demandarte, ¡puedo hacerlo ahora mismo!

Todos se rieron por el comentario, YoonGi solo soltó una risa floja mientras JiMin abrazaba su brazo y lo miraba con ojos se consuelo. Ambos se sonrieron suavemente y el omega plantó un pequeño beso en sus labios, provocando que la calma inundara el cuerpo del alfa.

"Estaremos bien"

"Lo sé"

YoonGi le dio un beso en la frente.

Para suerte de todos, los diez minutos culminaron lo antes posible y todos volvieron a sus asientos. La juez regresó y el jurado parecía estar completamente seguro de su decisión, YoonGi volvió a sentir su estomago revuelto pero suspiró, repitiendo en su cabeza que estaría bien y que en el dado caso de que lo encontraran culpable, él no podía hacer nada al respecto.

—Muy bien, ¿el jurado tomó una decisión? —un hombre se levantó en representación del jurado y asintió—. Bien, ¿el acusado tiene algo que decir antes de que anuncie la decisión?

YoonGi parpadeó con confusión pero igualmente se levantó, quizás sí podría hacer algo al respecto entonces, quizás podría ayudar un poco a su situación. KyungSoo sólo le dijo que tuviese cuidado y él asintió.

—Sólo quiero decir que yo... —tomó aire y suspiró, poniendo en orden sus pensamientos—. Yo realmente quiero ser parte de la sociedad nuevamente —comenzó—, lo que hice en el pasado fue un completo error, en ese momento fue la única opción que tuve en mi desesperada situación; sólo era un chico con su mejor amigo en una ciudad como Seúl, buscando sobrevivir, y a pesar de que no es excusa, es la única explicación que tengo. Ahora, soy una persona nueva pero mis errores del pasado me castigaron en el presente y creo que eso nos ha pasado a más de uno aquí —miró al jurado—, fui impulsado al límite para proteger a las personas que amo, y creo que ustedes hubieran hecho lo mismo a pesar de cometer errores en el proceso —tomó aire—. Yo no quería dispararle a JiYong —dijo con seriedad—, pero sea cual sea la decisión que tomen, sé que mi familia está segura ahora —hizo una ligera reverencia—. Gracias.

YoonGi entonces se sentó, KyungSoo palmeó su espalda y el jurado intercambió miradas más no dijeron nada. Sin embargo, después de un silencio casi sepulcral, una de las mujeres se levantó, sus manos estaban detrás de su espalda.

—El jurado considera al acusado —comenzó—, inocente de todos los cargos —sonrió suavemente.

El alfa se quedó congelado en su puesto y la juez golpeó su escritorio con su mazo, dando por finalizado el juicio.

YoonGi sólo parpadeó, sin creerse lo que había escuchado, de hecho pensó que quizás se había confundido, que quizás sus deseos por quedar libre fueron tantos que su cabeza estaba jugando cruelmente con él, tuvo que mirar a KyungSoo y el omega entre risas le dijo que efectivamente, había escuchado bien.

YoonGi era libre.

El alfa no pudo soportarlo y recostó en el escritorio con jadeo de alivio que se transformó en llanto, las lágrimas no paraban de caer de su rostro y sólo podía escuchar a los demás lanzar gritos de felicidad a sus espaldas. El alivio que sentía en su corazón era tanto que, se sentía en las nubes, no podía creer que eso estuviera pasando y mucho menos era capaz de pensar en otra cosa que la frase dicha por la mujer.

Por fin, podía vivir una vida normal, por fin, todos estaban a salvo.

Un ataque de recuerdos lo atacó de repente, recordó ese momento en su adolescencia donde pensó que jamás saldría de toda la maraña de crímenes en la que se había metido y ahora que había desaparecido, ahora que no estaba inmóvil, no podía creerlo.

No podía parar de llorar.

—¡Yoonie!

YoonGi levantó su cabeza en respuesta al llamado, encontrándose con HoSeok y su amigo parecía estar más lleno de lágrimas que él, una sonrisa de felicidad absoluta decorando su rostro. No lo pensó más y se levantó de inmediato, abrazando a su amigo de sin dudarlo, sujetándolo con fuerza.

—Estamos bien... —susurró HoSeok, acariciando su espalda—. No tienes que preocuparte más, ¿si? Ya podemos olvidar todo esto —decía suavemente.

YoonGi sollozó, incapaz de formular algo coherente.

—Estoy tan feliz... —dijo con un hilo de voz. HoSeok se rió encantadoramente, apretujado al alfa con cariño.

Cuando HoSeok se separó de él para unirse al resto YoonGi trató de limpiar sus lágrimas con sus manos, sin embargo, no pudo llegar lejos, porque JiMin saltó a sus brazos como si no pudiera soportarlo más, YoonGi lo sostuvo y le sonrió mientras el omega reía de pura felicidad, una sonrisa tan brillante que YoonGi no necesitó de más para sentirse en paz.

Sin poder resistirse en absoluto, JiMin besó todo su rostro con euforia, finalizando con un suave beso en sus labios tan dulce y tranquilizador que hizo suspirar a ambos. Los ojos del omega se veían tan brillantes y enamorados que YoonGi se inclinó sobre él, rozando ambas narices con cariño, JiMin sollozó.

—Ni... ni se te ocurra sorprenderme con otra cosa —le dijo casi como advertencia una vez que logró formular una oración entre el llanto, esta vez YoonGi se carcajeó por primera vez desde que le disparó a JiYong.

—Pollito, no tienes que preocuparte por eso, todas las sorpresas a partir de ahora serán hermosas —JiMin le sonrió en grande aún con lágrimas en el rostro y YoonGi no pudo resistirse a besarlo nuevamente.

—Creo haber escuchado que íbamos a beber —TaeHyung alzó la voz entre la multitud y todos estuvieron de acuerdo—. ¡YoonGi invita!

—¿¡Eh!? —el alfa lo miró con una ceja alzada, JiMin se carcajeó.

A pesar de no haber invitado todos los tragos, todos celebraron en un bar como YoonGi habría prometido, el único que no bebió nada fue SeokJin y fue entonces que tuvo que relevar el secreto no-tan-secreto al grupo, todos entonces lo tomaron como excusa para beber y celebrar más.

JiMin y YoonGi sólo estaba sentados juntos en uno de los sillones del bar, mirándose con amor y sonriéndose como un par de tontos enamorados. YoonGi entonces le recordó que tenían algo pendiente y JiMin simplemente rió antes de decirle lo mucho que esperaba ser marcado por el alfa, así que ellos sólo festejaron hasta el cansancio antes de ir a la casa del omega para sellar la noche con broche de oro.

No podía haber nada más perfecto. 

Continuar a ler

Também vai Gostar

135K 15.1K 36
"Tengo hambre" "Ya no quiero seguir con esto..." "Estoy exhausto" "¡Lo logré!"
199K 12.9K 58
La arquitecta Kim Jennie tiene que volver a Corea después de años en el extranjero tratando de olvidar su pasado y lo que ella describe como el peor...
191K 19.6K 23
El juego de la provocación constaba principalmente en quién besaba primero, en quién tocaba primero: en quien ganaba primero❞ ...
11.9K 1.4K 11
Kageyama es un niño cuervo, encargado de llevar las almas de los muertos a su lugar de descanso final. La primera vez que conoce a Hinata es cuando e...