Casi dos años después
POV Damian
Como pasa el tiempo cuando uno tiene tan peculiares orígenes y vínculos, no corre igual que para el resto de la gente.
Es mas, si quisiera realizar o financiar una película de gente que conozco, podría perfectamente hacerlo, y sería un éxito en taquilla.
Aunque algo tengo claro, no habría sido para nada feliz si hubiera terminado de ser criado con las reglas de Donovan Desmond.
A pesar de que fue un suceso militar, con muerte y dolor, indirectamente el O-Day fue lo mejor que le pudo ocurrir a mi vida.
Esto, debido a todo lo que se desenvolvió de allí:
Pasar de una vida de niño mimado y malcriado, pero sin amor, a una vida mas sencilla, pero con el cariño y la atención que necesitaba desde el fondo de mi corazón.
No dejare de estar agradecido a Loid y Yor por darme esa oportunidad.
Gracias a ellos, ahora se lo que es criar a alguien de manera adecuada.
Y por supuesto, con la mejor compañía que pudiera pedir: Anya Forger.
O, debería decir: Anya Forger-Desmond.
Decidimos que no se quitara del todo el apellido de quienes la criaron, en modo de amor a aquellos que también la hicieron convertirse en la mujer que es hoy.
Aun recuerdo como fue que pasamos todos esos meses desde que desvelé a todo el mundo nuestra relación, así como lo que iba a suceder en unos meses, que nos convertiríamos en padres.
Cabe mencionar que la decisión de mudarnos a la mansión Desmond fue lo mejor que pude haber tomado, ya que de lo contrario no habría sido fácil esos meses.
Todo, debido a que tanto el embarazo de Yor, como el de Anya, fueron de alto riesgo.
Esto, debido a las edades de cada una.
Yor, por estar cerca de los 40 años, y después de toda una vida como asesina.
Y Anya, por tener biológicamente apenas unos 17 a 18... la edad se puede ocultar en un papel, pero no en el desarrollo humano.
Fueron idas constantes al hospital casi siempre por turnos, si no era Loid, era yo quien iba a cuidar.
Tanto así que me pasó por la cabeza rentar por mes un cuarto fijo, con cama al lado, para al menos poder medio dormir bien.
Pero el señor Forger desistió de la idea.
Fuera de los sustos momentáneos, el embarazo se desarrolló relativamente bien, con todo y los 25 baby showers que les realizo Blackbell (gracias a sus regalos el costo de los primeros meses de los bebés no sería tan alto) hasta que...
A la señora Yor se le rompió la fuente, mientras que a mi Anya le empezó a doler mucho la espalda, además de presión en el vientre bajo y cólicos...
Ambas al mismo tiempo.
Ni el señor Loid ni yo sabíamos que hacer (eso a pesar de haber devorado libros sobre el embarazo) así que mientras el llamaba a Franky para saber que hizo el cuando estuvo en esa situación, un par de meses antes, yo pedía una ambulancia o dos para llevar a ambas.
Después de una carrera express y de un rápido diagnostico, decidieron llevarlas a sala de parto.
Nunca olvidaré la expresión adolorida de Anya al momento de ser llevada en camilla a ese lugar.
Estuvimos afuera por tres largas horas, en lo que Franky llegó para acompañarnos.
Fiona no pudo ir porque estaba cuidando a la hija de ambos: una pequeña criatura de cabello blanco, ligeramente rizado, llamada Katie Franklin.
Trató de calmarnos lo mejor que pudo, hasta que dijeron que podíamos pasar, después de una desinfección previa, a estar con nuestras mujeres en el momento del nacimiento.
Nos arreglamos a toda velocidad, para entrar, prácticamente sin fijarnos a que cama habíamos llegado:
-¿DAMIAN?
-¡¿PA, QUE HACES AQUÍ, Y NO CON MA?!
Si, nos habíamos equivocado de cama.
Acto seguido, intercambiamos lugares, para estar ahora si, con la mujer que nos necesitaba.
El ruido de los gritos era tanto, que yo creía que iba a necesitar una cirugía de tímpanos.
Los gritos de dolor de Anya eran insoportables.
Mi mano quedó adolorida durante dos semanas por la intensa presión que ella, con la suya, ejercía sobre esta.
Y así continuaba la cosa, mas, y mas, y mas,..
Hasta que al mismo tiempo, un par de llantos se escucharon.
Habían nacido.
Después de 7 meses (en el caso de Anya) y de 9 (con la señora Yor) finalmente Habían nacido los nuevos integrantes.
No pude evitar llorar de emoción cuando por primera vez, pasaron para que cargara a mi bebé.
Era tan pequeña, tan frágil (incluso mas de lo normal por su estado prematuro), tan indefensa, con su pequeña mata de cabello oscuro...
Y ahora, Anya y yo tenemos la labor de cuidarla,
Estoy seguro, que tras la cortina, las expresiones del señor Yor eran las misma que las mías.
Por lo complicado que fueron los embarazos, ambos bebés se quedaron en incubación por una semana, en las cuales, los cuatro íbamos a ver a nuestros hijos.
Allí fue donde vi por primera vez al hijo de los Forger: un pequeño bebé de cabello rubio dormido como si nada pasara.
Finalmente, después de esos largos 7 días, nos dieron a nuestros hijos de inmediato fuimos a registrar sus nombres:
James Forger y Vanya Desmond.
Claro que una vez en la mansión, fue toda una aventura acostumbrarnos a la vida de padres, esa vida a la que Donovan y Melinda le rehuían, pero yo no.
Hago lo que sea, en los momentos que no involucren trabajo con las empresas Desmond, para cuidar a mi hija.
Además, el hecho de vivir ahora en la mansión nos facilita para si nos falta algo, pedir ayuda a los sirvientes, que nos consigan lo que necesitemos, aunque el cuidado de los bebés corre por nuestra cuenta.
Finalmente, cuando Vanya cumplió 6 meses de edad, Anya y yo nos casamos.
Fue una ceremonia sencilla en la mansión, unicamente con los seres conocidos: Fiona, Franky, Sylvia, el ya retirado profesor Henderson, el tío Yuri en tranmision desde prisión (aun le faltan un par de años para salir libre), mi madre en uno de sus disfraces de contrabando para poder pisar momentáneamente Ostania...
Y allí, en la recepción, fue donde Becky y mis amigos dieron a conocer que se iban del país por un tiempo.
Esto, según sus propias palabras "para desarrollar todas sus habilidades".
Pero tanto Anya como yo sabemos que la decisión tiene de fondo el poder vivir su trío amoroso sin ninguna interrupción.
No por nada decidieron mudarse a la ciudad del amor: Puris, Furance.
Supuestamente, a especializarse:
Blackbell, en moda de alta costura.
Ewen, en ingeniería espacial.
Y Emile, en gastronomía.
Pero yo no descartaría ni un poco que siguieran con ese estilo de vida liberal.
Es mas, no me extrañaría que años después, regresen a Berlint con dos hijos.
Solo espero que Emile y Ewen se turnen para embarazar a Blackbell, o se busquen pruebas de ADN para saber quien de los dos es el padre.
En fin, justo ahora estoy frente a un parque en las afueras de Berlint, contemplando el ambiente de una tarde con un sol moderado, perfecto para un picnic, para lo cual ya tengo tendida la manta, y a disposición la canasta de alimentos a consumir.
Estoy esperando a mi esposa e hija para disfrutar de una tarde de domingo juntos, bajo la sombra de un árbol.
Había invitado también a los Forger, pero por esta ocasión decidieron quedarse en casa, disfrutando en la mansión al pequeño James.
Mientra tanto, a lo lejos, observo una visión hermosa:
Una cabellera larga de un inconfundible color rosa, ondeándose ligeramente con el viento, dirigiéndose hacia mi, a la vez que va cargando al pequeño fruto de nuestro amor, envuelta en una manta..
Anya, y Vanya.
-Te quedaste con cara de bobo, Segundo...- dice, a la vez que me da un leve beso en los labios.
-No puedo evitarlo, al recibir la visión mas... un momento, ¿me dijiste Segundo?
-Para recordar los viejos tiempos.
-¿Con que quieres eso, eh, enana?
Esbozo una sonrisa que solo significa una cosa para Anya...
-Aquí no, Damian, estamos en publico, y no quiero que Vanya vea como le damos un hermanito.
Sonrío arrogantemente.
-Lo se, solo quería demostrar que no te puedes resistir ante mi.
-Engreído...
Interrumpo su hablar acariciando su cabeza, a la vez que recuerdo algo, y después de que Anya lee mi mente, lo recuerda también:
-¿Estas pensando lo mismo que yo?
-Si Damian... esta es la visión final de Bond...
Así que este el futuro que nos estaba esperando... gracias gran perro.
Procedo a abrazar con un brazo, de forma cariñosa y amorosa, al gran amor de mi vida, a la vez que miramos primero, al parque, y luego, a nuestra Vanya, que aun no cumple el año de edad, durmiendo apaciblemente.
Sonrío, a la vez que dejo correr una pequeña lagrima, ante la escena.
Si habría que sufrir para poder llegar a disfrutar esta felicidad, volvería a vivir todo, para llegar hasta aquí.
Porque esto es lo que quiero seguir disfrutando:
De una familia de verdad... desde ahora, hasta el final.
FIN
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AQUÍ termino con esta historia.
Este es el relato mas largo que jamas haya elaborado para cualquier fandom.
Nunca Había llegado ni a 15 capitulos, así que 24...
Espero lo disfruten, si alguien lee esto mucho tiempo después.
Gracias por todo, saludos.