Enojo.
Hambre.
sed de sangre
Esas eran las emociones que se arremolinaban dentro de Jasper como una tormenta que rogaba desatar su furia sobre el mundo.
El olor de la dulce sangre de Bella mezclado con la ola sofocante de la sed de sangre de todos los demás lo golpeó con la fuerza de un tsunami y sacudió su control como un terremoto.
Quería su sangre, ahora.
Los gruñidos y gruñidos no habían funcionado cuando Emmett lo arrastró fuera de la casa, pero eso no funcionó en absoluto porque estaba viendo rojo y su piel estaba ardiendo y, oh Dios, quería chuparle la sangre hasta que no quedara ni una sola gota. en su cuerpo
Pero Emmett nunca lo soltó.
Y eso no hizo más que enojarlo aún más.
Alice nunca había maldecido no poder ver visiones importantes relacionadas con Jasper como esta noche.
La completa y absoluta pérdida de control que tuvo contra Bella fue el momento que más le detuvo el corazón, pero ella también sabía que parte de su reacción se debía a la sed de sangre de los demás. Absorberlo lo había hecho reaccionar dos veces más agresivo de lo que lo hubiera hecho solo.
Ahora aquí estaba ella con Emmett fuera de la casa mientras Jasper luchaba contra el agarre de Emmett. Su agitación, en lugar de desvanecerse, parecía estar creciendo.
-Vamos amigo, ya está bien, está bien.- Trató de calmar a Emmett. Incluso si él era el vampiro más fuerte de la casa, sostener a su hermano estaba demostrando ser todo un desafío en este momento.
Pero sus palabras no hicieron nada y tampoco las de Alice.
Por primera vez, Alice parecía tan perdida como se sentía Emmett.
-Vamos Jazz, tienes que calmarte.- Llamó Alice rogándole a Jasper que se calmara antes de que las cosas se salieran de control.
Pero él no estaba reaccionando bien con ella y empeoraba con cada movimiento. Sus brazos se cerraron contra su pecho y su cabello cayó sobre su rostro mientras seguía gruñendo. Sus ojos negros como el carbón se tiñeron de ese espeluznante oro brillante con el que se había vuelto tan familiar.
Y Alice sabía que no había tiempo.
-¡Emmett, déjalo ir!- La urgencia en la voz de Alice hizo que Emmett obedeciera casi de inmediato mientras Jasper caía al suelo jadeando y gimiendo mientras sostenía su pecho. Su respiración errática y su piel ardiendo.
-Qué-
-No lo toques.- Cortó Alice agarrando el codo de Emmett antes de que este pudiera alcanzar a Jasper. Ahora mismo cualquier estímulo podría resultar fatal.
Jasper, por su parte, estaba atado al borde del control y no quería nada más que dejar que el lobo saliera de él y masacrara todo ya todos a su paso si eso significaba que la quemazón se detendría. Veneno recorriendo su cuerpo como un río de fuego incandescente. Dios como dolia.
Él no podía hacer esto.
Y así salió disparado sin mirar atrás. Sus largas piernas lo ayudaron a correr por el bosque mientras corría más rápido que nunca. Necesitaba escapar antes de volver adentro y destrozar a Bella. Necesitaba escapar antes de convertirse en un monstruo más de lo que ya era.
Porque si le hacía daño a Bella no sería capaz de vivir consigo mismo.
Sin saber que había matado a la pareja de su hermano.
Jasper no dejó de correr hasta que estuvo tan lejos que casi deja el bosque detrás de él. Cayó de rodillas frente a un lago, jadeando y sintiendo como si estuviera ardiendo de adentro hacia afuera mientras el veneno amenazaba con prenderle fuego en ese mismo momento. El lobo dentro de él amenazaba con arrancarse la piel y cazar la fuente de tan glorioso olor.
Estaba jadeando ahora, tomando grandes bocanadas de aire mientras se agarraba el pecho con una mano. Los hombros tensos y los dedos agarrando la hierba con la esperanza de encontrar un poco de calma, pero no estaba funcionando.
Era tan patético.
Y entonces escuchó pasos.
Edward no estaba seguro de qué esperaba Carlisle que hiciera con su hermano, pero había cumplido confiando en que Bella estaría a salvo con Carlisle.
Siguió el rastro del olor de Jasper y lo encontró rápidamente en el lago. Todo acurrucado en una bola apretada y temblando como si su vida dependiera de ello.
Alice le había advertido que Jasper se había ido bastante agitado, no había podido decirle si las cosas podían salir mal así que le dijo que tuviera cuidado.
Hacía mucho tiempo que había revelado que sus visiones de Jasper eran aleatorias, a veces podía verlo, a veces no.
Jasper se estremeció cuando asumió su presencia, pero no hizo ningún movimiento. Así que Edward se sentó a su lado.
Sabía que Jasper tenía un mejor control que el que le había mostrado allí atrás, Bella lo había tomado con la guardia baja.
-'Lo siento.
La voz de Jasper lo sacó de sus pensamientos y lo miró. Todavía estaba temblando y Edward casi podía sentir el dolor pinchando su piel como pequeñas agujas de fuego y veneno. El pánico. El miedo. Podía ver las garras clavándose en sus brazos y lo tenso que estaba en realidad.
Edward había aprendido a lo largo de los años que las garras de Jasper solo aparecían cuando estaba alimentándose o demasiado abrumado emocionalmente, pero nunca lo había visto temblando y respirando tan entrecortadamente.
-Lo siento mucho. Nunca quise que esto sucediera.
-Oye, está bien. No hay nada que lamentar, no la lastimaste, te las arreglaste para controlarte lo suficiente como para escapar.
-Se suponía que iba a ser una noche feliz.- murmuró Jasper mientras su respiración innecesaria parecía estar muriendo de la nada.- Alice y Esme trabajaron muy duro para que fuera perfecta para Bella y yo lo arruiné todo.
-No arruinaste nada, nadie está enojado contigo ni te culpa por nada. Sabía que era arriesgado llevar a un humano a una casa llena de vampiros. Si alguien aquí tiene la culpa soy yo por no pensar bien las cosas.
Sí, estaba enojado, pero enojarse con Jasper no resolvería nada cuando su hermano no había tenido la culpa del todo, Edward debería haber sido el inteligente y darse cuenta de lo peligroso que sería para Bella estar rodeada de vampiros.
Él fue el estúpido que la puso en peligro.
Eso todavía no lo hace correcto.- Presionó Jasper, porque ¿y si por su culpa Bella decidiera dejar a Edward? Sí, le haría bien ver el lado oscuro de un vampiro para entender que las cosas no eran tan maravillosas sobre ellos como ella las pintaba, pero si dejaba a Edward eso significaba que tendría que morir.
Y si Bella moría, Edward estaría devastado.
Todo porque Jasper no pudo controlar su maldita sed de sangre.
-Cuidado, si Carlisle se entera qué juras así Dios sabe lo que hará.
Las palabras de Edward hicieron que Jasper resoplara contra su voluntad. En serio, casi mata a Bella y lo único que le importaba a Edward era su elección de malas palabras. Pero al menos la calma persistente en las emociones de Edward lo había ayudado a hacer retroceder al lobo dentro de él. Apagando su ira y hambre hasta que no fue más que un susurro en la parte posterior de su cabeza.
Ya no se sentía como si su piel estuviera ardiendo.
Y mientras dejaba escapar un profundo e innecesario suspiro, sintió que sus hombros se relajaban.
-¿Estás bien?- preguntó Edward.
-Estoy bien.
El estaba bien. Enfocado al fin.
Este capítulo es muy corto pero bueno.
Después de este solo quedan dos capítulos más así que el lunes publicaré uno en la mañana y en la noche el último:)
Muchas gracias por leer, comentar y votar se que ya lo dije pero bueno.