FORBIDDEN LOVE

By Lej_27

11.1K 1.5K 606

Kim Taehyung solo quería olvidar y pasar un buen rato, por eso después de una acalorada discusión con su jove... More

ADVERTENCIA
PROLOGUE
ONE
TWO
THREE
FOUR
FOUR.2
FIVE
SIX
SEVEN
EIGHT
NINE
NINE.2
TEN
ELEVEN
ELEVEN.2
TWELVE
THIRTEEN
THIRTEEN.2
THIRTEEN.3
FOURTEEN
FOURTEEN. 2
FOURTEEN.3
FIFTEEN
SIXTEEN
SEVENTEEN
EIGHTEEN
EIGHTEEN.2
EIGHTEEN.3
NINETEEN
NINETEEN.2
TWENTY
TWENTY.2
TWENTY-ONE
END
EPILOGUE
CHARACTER SPOILERS
THANKS

FIFTEEN.2

254 35 22
By Lej_27


TAEHYUNG

Había conducido durante una hora, con los nervios de punta y miles de escenarios frente a mi encuentro con el menor, corriendo en mi cabeza. Para cuando había estacionado en el estacionamiento del hospital, me obligue a quedarme unos segundos en el auto y controlar mis nervios. Lo menos que quería y necesitaba en estos momentos, era preocupar a Hoseok y poner la vida de mi hijo en peligro.

Después de varios segundos, logré estabilizar mis emociones y salí del auto, dirigiéndome al consultorio de Jungkook. Deteniéndome frente a su puerta, rece para que no estuviese ocupado o peor aún, que el menor estuviese con él. Para mi suerte, no tenía ningún paciente y su esposo no se encontraba por ningún lado.

Con un suspiro de alivio, termino de adentrarme al interior del consultorio, para posteriormente cerrar la puerta detrás de mí. Inmediatamente, Jungkook que había estado con la mirada sumergida en su computadora portátil, levanta el rostro abriendo la boca, para segundos después cerrarla de golpe, cuando se percató de mi presencia. Su rostro lucia cauteloso y se movió incómodamente en su silla. Aclarándose la garganta, murmura.

— Taehyung.

— Hola Kook.

Jungkook asiente y hace un gesto con la mano, para que tome asiento.

— No te esperaba tan temprano.

— Necesito pedirte un favor. —Digo, tomando asiento en la silla frente a Jungkook. Él se remueve nuevamente en su puesto y asiente con la cabeza, alentándome a continuar. —Y-yo... Necesito que me digas en que habitación tienen a Hoseok.

Kook, suspira pesadamente y negando con la cabeza, dice.

— Taehyung, yo...

— No me mientas kook. —Digo, antes de que pueda terminar. —Cumplí a mi promesa anoche y no me acerque a Hoseok. Pero hoy es distinto. Yo de verdad necesito ver con mis propios ojos, que él y mi hijo están bien. Necesito hablar con él, Kook. Por favor tienes que ayudarme. Por favor. —Jungkook, se pasó la mano por el pelo y me maldijo entre dientes, negando con la cabeza. Abrió la boca, pero antes de que pudiera articular palabra alguna, masculle. —Lía sabe toda la verdad.

— ¿Qué? ...—Los ojos de mi mejor amigo, se abrieron de par en par. —Pero... ¿Desde cuándo? ¿Cómo lo supo?

Exhale un largo suspiro. Sabía que, desde la noche anterior, le debía muchas explicaciones a Jungkook, pero lo que menos necesitaba ahora mismo, era que me abrumara con tantas preguntas. Inspirando profundamente, lucho por mantenerme estable y murmuro.

— Sé que desde anoche te he hecho muchas promesas y que tengo muchas cosas que explicarte, pero de verdad, no tengo tiempo para a hacerlo ahora mismo. Necesito hablar con Hoseok.

La lucha interna que Jungkook estaba teniendo, se vio reflejado en todo su rostro. Se pasó la mano por el cabello y negando con la cabeza, dijo.

— Dios. Jimin va a matarme un día de estos. —Haciendo una pausa, exhala un largo suspiro, para luego añadir. —Cuarto piso, habitación 405.

Fue todo lo que necesite escuchar, para levantarme con una agilidad sorprendente de la silla y murmurar un rápido... — Gracias Kook, te debo una. —Dirigiéndome inmediatamente a la salida. Abriendo la puerta, doy un paso fuera, cuando la voz de Jungkook, me hace detenerme y girarme hacia él.

— Taehyung. —Asiento, haciéndole saber que tiene mi atención. —Una última cosa... Se, muy cuidadoso con lo que le vayas a decir a Hoseok. El menor debe guardar reposo. Así que te pido que seas muy sutil y no lo indispongas.

Asiento con la cabeza.

— De acuerdo.

Con esas últimas palabras, salgo del consultorio de Jungkook, y sin perder tiempo me dirijo al ascensor. Para mi suerte, no me encontré con nadie que pudiese comprometerme frente a Lía, y en menos de cinco minutos, me encuentro parado frente a la puerta de la habitación de Hoseok.

Mi corazón es un puto desastre y mis nervios amenazan con salir a flote, pero reuniendo toda mi fuerza de voluntad, los mantengo a raya. Sin poder evitarlo, una pequeña sonrisa curva mis labios. El menor se encontraba a pocos metros de distancia y el deseo y la necesidad de por fin verlo, me tomo por desprevenido, causándome una sensación vertiginosa en el estómago.

Inspire profundamente y relajando todos mis miembros, tome el pomo y con determinación, abrí la puerta de la habitación con sumo cuidado. La escena frente a mí, me hizo tensarme. La ira consumiendo cada parte de mi ser, mientras mis manos se cerraron en puños, apretando con fuerza. Frente a mí, Min Yoongi, sostenía a Hoseok, apretándolo contra su cuerpo. A mí no me gustaba. No me gustaba su proximidad, ni la fácil comodidad, en la que parecían estar. No, no, no. Hoseok no debería sentirse cómodo con nadie más, nadie más excepto conmigo. No debería sonreír así con otra persona o tener ese suave reflejo de gratitud, en lo profundo de sus ojos.

Ninguno de los dos parecía haberse dado cuenta de mi presencia. Su conversación parecía intima. Algo vil y doloroso atravesó mi estómago, pero negué a dar un paso atrás. Mi interior dolía, pero mi rabia y furia eran superior a eso. No quería creerlo, pero lo estaba viendo en primera persona. Hoseok me había traicionado y había faltado por completo a sus palabras. Sin embargo, recuerdo las palabras de Jimin de la noche anterior y trato de apaciguar toda mi ira, porque sin duda alguna, no armaría un escándalo, que pusiera la vida de mi hijo en peligro.

No pasaron muchos segundos, cuando fui consciente, de que me encontraba ahí de pie en la entrada de la habitación, viéndolo con mi imperturbable rostro. Mi puta fachada. El sentido común me decía que me alejara de ahí, sin embargo, yo no lograba conseguir que mis pies y piernas se movieran. Solo sabía que la sangre surgió a través de mis venas, cuando el volvía su mirada en mi dirección, solo para que su expresión se congelara con sorpresa, cuando se dio cuenta a quien estaba mirando. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y mi respiración se detuvo, como si estuviera preocupado por lo que iba a decirle luego, y la forma en que tenían que ser exactamente las palabras adecuadas.

Mientras lo miro fijamente, lo veo contener la respiración, estremeciéndose silenciosamente. Lo cual parece ser perceptible para Min Yoongi, quien inmediatamente se separa del cuerpo del menor, ladeando la cabeza y mirando por encima de su hombro. Al percatarse de mi presencia, su rostro se distorsiona, con una expresión molesta y suficientemente cabreaba, como para cometer un asesinato. Sin embargo, no dice nada, fulminándome con la mirada, para segundos después, volver su mirada hacia Hoseok, quien parecía a punto de desmayarse.

Min, le dice algo al menor, que no logro escuchar, e inmediatamente Hoseok, responde con un contundente. ¡No!, que, aunque no logro escuchar, fue demasiado fácil de leer en sus labios. Min, asiente con la cabeza y entonces dirige toda su atención en mí. Aclarándose la garganta, dice.

— Hoseok no puede recibir visitas en estos momentos. —Su tono de voz es amable, pero duro. — Así que te voy a pedir que te retires y regreses en otro momento.

La ira que estaba apaciguando, se encendió completamente. Esta vez más rápido que la precaución, y tuve que hacer un esfuerzo sobre humano, para no mandar todo a la mierda.

— Necesito hablar con Hoseok. —Digo, mi voz es dura y amenazadora. Segundos después, sin apartar mis ojos de los de Min Yoongi, demando. —Ahora.

Yoongi, dirige su atención hacia Hoseok, quien, por alguna razón, no es capaz de sostenerla y aparta sus ojos de los del mayor.

El silencio en la habitación se extiende pesadamente, y el menor parece tener más entretenimiento, mirando hacia algún punto fijo en la pared de al lado, que mirarnos a nosotros. Se veía pequeño y vulnerable, con el rostro clavado en la pared. Sabía que, por su cabeza, debían de estar corriendo miles de pensamientos y lo aturdido que debía de estar. Quería abrazarlo y ser yo quien lo sostuviera fuertemente. Lo único que necesitaba, era que malditamente, Min saliese de la habitación, pero el tipo parecía reacio y completamente decidido a joderme la vida.

Después de unos minutos, finalmente siento la mirada del menor sobre mí y le devuelvo la mirada. Sin embargo, mi mirada es dura y amenazante, retándolo a que diga algo inteligente. El parpadea como cachorro herido y musita.

— N-no. No creo que tengamos absolutamente nada de qué hablar Taehyung. 

Sus palabras se clavan en mi corazón como un dardo certero, mientras una expresión de dolor y traición cruzan mi rostro. Pero siendo consciente que no debo mostrar debilidad, delante de Min Yoongi, me obligo a ser fuerte y ocultar mis emociones. Así que, doy un paso más hacia el interior de la habitación, y pregunto...

— ¿Seguro?

Como era de esperar, el menor mira hacia otro lado, luciendo como un cachorro herido. El sentido común, me dice que pare con todo esto, pero la ira que se encendió dentro de mi cuerpo, me tenía actuando de una manera, de la cual seguramente más tarde me lamentaría. Desviando la mirada de Hoseok, enfoco toda mi atención y enojo en Min. Él también me mira y ambos nos fulminamos con la mirada, envueltos en una lucha de poder. Entonces es la voz del menor, la que segundos después, nos sacó de nuestro duelo de miradas, llamando nuestra atención.

— Déjanos solos Yoongi.

— No— Min negó inmediatamente, haciendo que la sangre bullera en mis venas.

— Ya lo has escuchado Yoongi. —Digo, mi voz fuerte y demandante, cuando agrego. — Déjanos solos. —Sin embargo, el imbécil de Yoongi que ya empezaba a colmar mi paciencia, no se dejó intimidar y se mantuvo en la habitación, mostrando su postura, de desacuerdo. Así que, respiro pesadamente y doy otro paso hacia delante. Con voz exasperada, espeto. —No lo pienso repetir dos veces Yoongi. Sal de la maldita habitación.

— Y si no lo hago, ¿Qué? —El muy imbécil se atrevió a retarme, haciéndome ver rojo. —¿Qué me vas a hacer?...

Apreté mis manos en puños, tan fuerte que las uñas se me clavaron en las palmas de las manos. Pero lo que más me hizo hervir la sangre, fue ver el brillo burlesco en el rostro de Min Yoongi, como si supiese algo, que fuese tan gracioso, como para mostrarlo a todos. Lo que no estuvo tan lejos de la realidad, tomándome por desprevenido, cuando dijo.

— Porque no creo que sea tan estúpido, como para armar un escandalado y que su esposa se entere, de lo cobarde y sin moral que es usted, Dr. Kim Taehyung. ¿No es así?...

Mi rostro se distorsiona visiblemente, y mi estómago se hunde, como si hubiese recibido el peor de los golpes. Mirando a Yoongi, veo como la sonrisa burlesca que me había estado dando desde hacía minutos, se ensanchaba mucho más. Sintiéndome fuera de lugar y totalmente sorprendido, le dirijo una mirada incrédula, a Hoseok, antes de volver mi atención a Min Yoongi.

¿Le había contado la verdad, a Min Yoongi?...

Mi respiración se volvió pesada y lo siguiente que supe, es que me había movido a una velocidad sorpréndete, para posteriormente detenerme frente a Yoongi. Una vez frente a él, exijo con la mandíbula apretada. —¿Qué mierda, fue lo que dijiste?... —Para posteriormente, tomarlo del cuello de la bata, empujándolo contra la pared.

Un grito de sorpresa salió de los labios de Hoseok, quien exclamo asustado.

— ¡Basta! Taehyung. ¿Qué haces? ...

Sin embargo, no me detuve y seguí zarandeando a Yoongi, golpeándolo contra la pared, mientras este intentaba perdidamente, zafarse de mis manos. Me había dejado consumir por la ira e impotencia, que parecía no escuchar nada a mi alrededor, hasta que un grito ensordecedor, lleno de miedo y angustia, me hizo soltar a Min de golpe, para mirar a Hoseok con el miedo reflejado en mis ojos.

— ¡Taehyung. Yoongi! ¡Basta los dos!

Mi preocupación se vio reflejada en todo mi rostro, cuando vi la cara de horror del menor, quedando completamente congelado en mi puesto.

Mierda.

La estaba jodiendo y a lo grande.

Por supuesto, Min Yoongi, siempre tan ventajoso, aprovecho mi entumecimiento, para acercase al menor, pero antes de que tuviese la oportunidad de pronunciar palabra alguna, fue Hoseok, quien hablo.

— Yoongi está bien. —Dijo—No hagamos un escándalo, por favor. —Hace una pequeña pausa, respirando profundamente, para posteriormente susurrar. — Dejándonos solos.

La expresión de sorpresa de Min, fue delirantemente satisfactorio para mi persona. Reprimí una sonrisa de suficiencia y esperé con impaciencia, que el tipo saliese de la habitación. Sin embargo, él se mantuvo firme a su postura de negación y musito.

— Pero Hoseok...

— Voy a estar bien. —El menor interrumpió su protesta, mirándolo con ojos suplicantes. Por lo que, sin más que poder hacer al respecto, Min Yoongi, niega con la cabeza, murmurando...

— Cualquier cosa que necesites, voy a estar ahí afuera.

El menor asintió, murmurando un suave.

— Gracias Yoongi.

El mayor asintió y girando en sus talones, me dio una mirada, deteniéndose frente a mí.

— Escúchame bien. —Dijo, confrontándome y apuntándome directamente al pecho con su dedo índice. —No voy a permitir que le hagas daño. Ni tú, ni nadie. ¿Entiendes?... Y si tengo que golpearte hasta la muerte, no me va a importar, con tal de que lo dejes en paz de una buena vez... No lo dudes. Dr. Kim. Porque lo hare.

Con esa última advertencia, Min sale de la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas. Completamente estático en el mismo de lugar de hace un rato, finjo que sus palabras no me han afectado y en cambio me concentro en el menor, mirándolo fijamente. Se veía tan frágil y rompible, que me odie por haberlo empujado a todo esto. Por no haber estado a su lado, cuando más necesitaba.

Mis ojos lo recorrieron con sutileza y precaución, asegurándome de que estuviese bien. Lo que al parecer y alcanzaba a ver a simple vista, así era. El menor pareció volverse más pequeño ante mi escrutinio, mientras desviaba la mirada, evitándome olímpicamente. Durante un instante, ninguno de los dos dijo nada. Por lo que segundos después, conteniendo el aliento, me arriesgo a preguntar.

— Dime algo... ¿Es así como piensas luchar por nosotros?

El menor traga grueso, viéndose consternado frente a mi pregunta. Entonces opta, por desviar la mirada y guardar silencio. Cuando queda completamente claro, que no voy a recibir una respuesta de su parte, suspiro frustradamente y segundos después, doy varios pasos cuidadosos hacia él.

Hoseok, sacude la cabeza, y alza la mirada, encontrándose con mi mirada de cerca. Su respiración queda atrapada en su tráquea y el estremecimiento que recorre su cuerpo, es tan perceptible, que incluso estando a metros de distancia, hubiese sido capaz de notarlo.

— Te hice una pregunta Hobi. —Digo. Mi voz suave y peligrosa. —¿Por qué no estas contestándola? ...

El menor traga grueso ante mi demanda. Sus hombros se hunden y sus labios se fruncen en un puchero. Cada línea de su cuerpo irradiaba derrota. Parecía pequeño, desconcertado y perdido, lo que me quemaba fuertemente por dentro. Y cuando creí que no diría nada, mirándome con resignación, musito con voz temblorosa.

— D-debes irte Taehyung.

Una sacudida de dolor disparo a través de mi pecho, ante las palabras del menor. ¿Quería que me fuera? ¿Que no lo molestase más? ¿Estaba el, molesto conmigo?... No entendía su reciente comportamiento, lo que, si era cierto, es que me sentía como si una roca de una tonelada, me estuviera aplastando el pecho. Como si alguien me hubiera hecho un agujero en las entrañas. Cómo si hubiera perdido algo que ya no podría recuperar nunca. Y quizás no estaba demasiado lejos de la realidad.

Una ardiente agonía sacudió mi pecho ante el inquietante pensamiento, que quería borrar de mi cerebro con ácido. Pero era realista y subjetivo, con la mierda que estaba sucediendo a mi alrededor. Sin embargo, empuje el pensamiento al fondo de mi mente y con la garganta seca, mientras el ácido en mi estómago hacia saltos mortales, murmure.

— ¿Es verdad que vas a tener un hijo mío?

Aunque ya lo sabía, no pude evitar preguntar, queriendo escucharlo de sus propios labios. El brillo en sus ojos, me robo el corazón, queriendo atacarlo con miles de preguntas y promesas, pero debía ser paciente y esperar su respuesta. Después de unos segundos, el menor finalmente dijo.

— Si. — Su voz baja como un yunque y juro que no puedo respirar, viéndolo así, tan indefenso. —Y-yo, estoy embarazado. —Hace una pausa y exhalando un largo suspiro, añade. —Este bebé es tuyo, Taehyung.

No pude contener la pequeña sonrisa que curvo mis labios. ¿Todo este tiempo, había tenido miedo realmente de que dudara, de que el bebé que estaba creciendo en su vientre era mío?... Por Dios. Jamás lo hubiese ni pensado.

Me acerque más a él, extendiendo una mano para rozar la suya, al tiempo que decía. —Nunca lo he dudado, bonito. —Para mi sorpresa, el menor aparta la mano con una agilidad, que temí haberle hecho daño solo con mi toque. Llevando su mano al pecho, respira con dificultad y susurra.

— N-no. No me toques, por favor.

El corazón se me partió por la mitad, cuando Hoseok se alejó de mí, y que estuviera mirándome como si hubiese escapado de una reserva de tigres, me ponía aún más tenso y colérico de lo normal.

¿Pensaba que le haría daño?

Los nervios y la frustración picaron salvajemente mi estómago, pero los aparto de mi cabeza y simplemente me quede ensimismado, solo observando las facciones ajenas.

Me tomo un momento recobrar la compostura y aclarándome la garganta, anuncio.

— Estoy muy feliz de ser contigo, con quien vaya a tener un hijo. —Digo sinceramente, desde lo más profundo de mi corazón. El menor me mira con cautela, escuchando mis palabras. —Vas a ser un excelente padre. Y de mi parte te aseguro, que voy a hacer hasta lo imposible, para ser un ejemplo a seguir para ese bebé que viene en camino y protegerlos a los dos.

El rio amargamente.

— No creo que estés escuchándote a ti mismo—Dijo despacio, manteniendo su mirada. Luego de un segundo, con un suspiro ahogado, como si estuviese a punto de echarse a llorar, exigió —¿Cómo se supone siquiera que nos vas a proteger? —No dije nada. Guarde silencio, solo escuchando como la rabia y frustración, se hacían más perceptibles en la voz del menor. —Tu no vas a dejar a Lía, y yo tampoco voy a esperarte toda una vida a que tú te decidas, siendo tu sucio secreto. —Respiro temblorosamente, para luego añadir— No digo que mi bebé sea un error. Pero tú y yo si la jodimos a lo grande, Taehyung. Y mi bebé no merece pagar por nuestros errores. Es por ello que, lo mejor va a ser que... —Hace una pausa, viéndose afectado por las palabras que quiere pronunciar, para segundos después intentarlo nuevamente. —Que... —Sin embargo, el resultado fue el mismo.

El menor, negó con la cabeza y una suave y baja maldición salió de sus labios, regañándose así mismo. Después de unos breves segundos, inspiro profundamente para hablar, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, con el corazón martillándome fuertemente en el pecho y siendo incapaz de escucharlo terminar la frase, que, en el fondo de mi mente y corazón, ya sabía que diría, mis labios tomaron los suyos en un beso abrasador.

Hoseok estaba demasiado sorprendido como para protestar. Pero después de unos segundos, sus labios cedieron a la presión de los míos, y el beso diluyo el miedo. Lejos de resistirse, me respondió con pasión, casi de un modo desesperado.

Entonces, lo bese tan fuerte que me dolió.

Lo bese largamente mientras apretaba su cuerpo contra mi pecho.

Inspire aquel precioso aroma, una y otra vez, intentando guardar la más mínima partícula de su existencia conmigo. Quería que recordara que era mío, no solo en su cabeza y en su corazón, sino visceralmente en cada célula de su cuerpo.

Siempre.

En medio de la bruma que tejía el deseo, fui capaz de separarme solo un poco, para mirarlo a los ojos y gravarme cada parte de su rostro, solo para segundos después, volver a presionar mis labios contra los suyos. Esta vez en un beso más suave, lento y rebosante de sentimientos.

Para cuando fui capaz de terminar con el beso, Hoseok estaba asombrado y perplejo, mientras yo le apartaba el cabello de la cara con inusitada dulzura. Sus ojos parecían los de un cachorrito asustado, mirando al frente, con el rostro pálido y los ojos ciegos. Verlo así me molesto en demasía. No quería que se arrepintiera de lo que acababa de suceder, pero entendía su reacción. Sin embargo, decido no darle tiempo, ni espacio, para asimilar las cosas, y tomando débilmente sus manos, murmuro.

— Te amo, Hobi... No sabes cuan feliz estoy, de poder vivir esta bonita experiencia, a tu lado. Y juro que daré todo de mí, para ser un buen padre. —Haciendo una breve pausa, le doy una suave sonrisa, haciendo más firme mi agarre. —Lo prometo.

Sus ojos me miran fijamente, el miedo estampado en cada centímetro de su rostro. Pero aun así él es suficientemente valiente para admitir.

— Tengo miedo Tae.

Mi corazón se rompe en pedacitos, pero aun así me las arreglo para decir.

— No debes preocuparte por nada, Hobi. Yo voy a protegerlos. Nunca permitiría que algo les pasara a los dos. Primero muerto a dejar que siquiera alguien lo intente.

Sin embargo, mis palabras en vez de apaciguar su miedo, parecen asustarlo un poco más, de lo que ya se ve. Después de unos segundos dice...

— Tae. —llamando mi atención. Yo le doy un suave apretón en la mano, haciéndole saber que tiene toda mi atención. Aun así, no espero lo siguiente que sale de sus labios. —Porque no nos vamos de aquí. Huyamos juntos.

Mi respiración se queda atrapada en mi tráquea, ante su repentina propuesta y lo único que logro hacer, es repetir sus palabras, como un tonto.

— Huir juntos...

¿De verdad esas palabras habían salido de sus labios?

Huir juntos...

El menor asiente con efusividad y un brillo de esperanza en sus ojos.

— Si, Tae... Vayamos de Corea. No sé, a cualquier lugar, donde nadie nos conozca o puedan hacerle daño a nuestro bebé. A cualquier lugar, donde podamos ser felices. Por favor.

No puedo evitar, pensar en las palabras de Lía. Lo fea que sonaron y el tono amargo de su voz. Ella sin duda alguna, lo destruiría. No descansaría, hasta verse satisfecha con su venganza y aun así, tampoco se detendría.

Entonces no le veo ningún problema, de que vaya ahora mismo al hospital, y le cuente la verdad a Hoseok. Seguramente el estará muy feliz de enterarse, de que heredo los dotes de zorra de su padre doncel. ¿No?...

El recuerdo me hace negar con la cabeza.

No podía arriesgarme a que, Lía, cumpliese su palabra. Y aunque había venido con la esperanza de poder ser yo, quien le contase la verdad de sus padres, las palabras de Jungkook, me habían retenido, considerando a hacer una jugada tan riesgosa, como esa.

Solo necesitaba un poco más tiempo. Entonces esperaría que el menor se recuperara por completo, y le contaría la verdad.

Mirando a Hoseok a los ojos, observo como el menor, me mira con temor, mientras espera mi respuesta. Mi pecho se aprieta ante su mirada, y me empiezo a sentir extrañamente hueco, con el latido de mi corazón duro y lento, pero aparte de eso, lo que más me tenía inquieto y nervioso, era el hecho de no poder explicarle las cosas, logrando que el menor que me odiara, sin saber toda la verdad. Incluso mientras lo pienso, todo mi cuerpo se congela de miedo. Pero... ¿Qué más podía hacer... ¿Qué más se suponía que debía hacer?...

Sacudiendo la cabeza, intento alejar cualquier tipo de pensamiento negativo de mi cabeza y manteniendo una voz suave, espeto.

— No... No, podemos irnos así, Hobi.

El menor aparta la mirada, viéndose desconcertado y herido. Viéndose como si hubiese recibido un puñetazo en el estómago. Sin embargo, él es fuerte o por lo menor lo intenta, porque pasándose una mano temblorosa por la cara, pregunta con voz suave y temblorosa.

— ¿Por qué? —Dolor y traición cubriendo su expresión.

Inhalo inestablemente y entonces dejo que las palabras salgan de mi boca.

— No puedo dejar a Lía sola. — Las palabras tienen un sabor amargo en mi lengua, pero, aun así, no podía hacer nada ahora mismo, por no pronunciarlas. — No en estos momentos.

El me mira y es una mirada que se quedara gravada en mi alma para siempre. Una mirada triste, vacía y sin vida, que solo yo acababa de provocar. Pero que, en estos momentos, no podía hacer nada para evitarlo. Así que, tratando de siquiera aliviar un poco su dolor, abro la boca para articular algún sonido. Sin embargo, el menor es más rápido, retirando sus manos de las mías.

La pérdida de contacto me hizo sentir vacío, pero supongo que después de todo me lo merecía.

Mirándolo a los ojos, veo como una lagrima baja por su mejilla, y él la retira rápidamente, inclinándose hacia atrás, cuando se percata de mi movimiento, para consolarlo. Finjo, que no siento la forma en que Hoseok retrocede ante mi toque, finjo que Hoseok se inclina hacia mi toque tal y como yo quiero, dejándolo ser a él, quien decida el próximo paso a dar. Y mientras el silencio se extiende entre nosotros, solo puedo esperar a que Hoseok, sea lo suficientemente fuerte, como para soportar toda la mierda, que se nos estaba viniendo encima.

Finalmente, después de unos segundos, que parecieron una eternidad, la voz de Hoseok se entrecorta cuando dijo.

— B-bien. —Hoseok se tragó las lágrimas, su voz débil y temblorosa. Entonces, para cuando volvió a afirmar lo dicho, su voz estaba llena de seguridad y resentimiento, cuando, anuncio. —Bien... Si no tienes nada más que decir, te voy a pedir amablemente que salgas de la habitación.

Cada palabra cae como una piedra en mis entrañas. Un sentimiento de rabia e impotencia, apoderándose de todo mi cuerpo. ¿Ahora qué? ¿Se suponía que debía marcharme?... No. Me negaba a que todo terminara así. A alejarme de Hoseok y verlo rehacer su vida con alguien que seguramente no lo amaría, más de lo que yo lo hago. No, no lo dejaría. No, sin antes dar una jodida pelea... Así que, tragándome la bilis que ascendía por mi garganta, mascullo.

— Hobi.

— Por favor vete.

Su reticencia a hablar conmigo o siquiera escucharme, me hizo hervir la sangre, sintiéndome frustrado y con ganas de cometer un asesinato. ¿Por qué demonios, no solo podía escucharme y ya? ¿Por qué tenía que ser tan testarudo? ... Dios. Hoseok, iba a volverme loco, tanto, que a veces me daban ganas de estrangularlo, por lo difícil que podía ponerse.

Con la rabia saliendo a flote y sin medir mis palabras, replique.

— Lo que quieres es que te deje solo, para que Min Yoongi venga y te engatuse con su fachada de caballero. ¿No es así?

El menor me mira incrédulo, como si no pudiese creer mis palabras y negando con la cabeza, espeta con voz indulgente.

— ¿Con que derecho vienes tu a reclamar? ... No somos nada Taehyung, no te debo nada. Tuvimos sexo si, fue bueno, pero de ahí no hay nada más. —Haciendo énfasis en las últimas palabras, agrego—Se. Acabo.

Niego con la cabeza, sabiendo que sus palabras son dichas con un único objetivo. Herirme. Sin embargo, lo entendía. Se sentía herido y abandonado, quizás pensando que me estaba deshaciendo de él, cuando la única verdad era, que me estaba deshaciendo por dentro, con solo pensar en perderlo.

Aclarándome la garganta, musito.

— Mientes... Eres un mentiroso terrible Hoseok. Tu y yo sabemos que lo que hay entre los dos, es algo más que simple sexo. Te amo y tú me amas. Y entiendo que estás herido por lo que te dije, pero...

— ¡¿Cuál es tu puto problema?! —Exclamo, haciéndome callar. — ¡Se claro, porque no entiendo que mierda haces aquí todavía, cuando ya me dejaste bien claro, que nunca te vas a separar de Lía!... ¿Cuál es tu jodido juego, Kim Taehyung?

Lo mire sorprendido y preocupado, de que su arrebato le hiciese daño, intentando acércame a él, para ser nuevamente rechazado. Sus ojos estaban brillosos y detrás de ellos pude distinguir el fuego ardiente, que lo consumía. Su rostro era como la hoja de papel y mientras me fulminaba con la mirada, lo vi apretar sus manos en puños, quizás tratando de contener su enojo.

Me dolió.

Me dolió en el alma, ser el causante de tanto sufrimiento. Pero el pensamiento constante de que debía calmar su rabia, sumado a las palabras de Jungkook, me hizo sacar fuerzas de donde no las tenía, y decir con voz suave.

— Hobi bebé, debes de calmarte.

— ¡No me digas que me calme! —El menor exclamo, mirándome con odio. Estaba temblando de rabia, los ojos brillantes en un rostro totalmente pálido. Después de unos segundos, respiro inestablemente y agrego esta vez, con voz más calmada. —Nuestra supuesta relación o lo que esto allá sido, se ha terminado. No quiero esto, para mí y mucho menos, para mi bebé. Así que se acabó, Kim Taehyung. Se. Acabo.

¿Se acabó? ¿A sin tan fácil? ¿Sin siquiera hacer el intento?

Impotente. Sin siquiera saber que decir. Sacudo la cabeza y aparto la mirada, antes de volver a mirarlo a los ojos. Cuando nuestros ojos se encuentran, sé que Hoseok está pensando lo mismo. Pero enseguida aparta la mirada, sus mejillas ardiendo, decidiendo a tratarme como si no supiera porque aún estaba allí.

Sacudo nuevamente la cabeza y tragando saliva con dificultad, me atrevo a decir.

— No estas siendo razonable.

— ¡Lárgate de una maldita vez! ¡Lárgate!

— ¡No lo haré maldición!... —Le grite, comenzando a perder la compostura— ¡No me iré!

El menor tampoco se quedó atrás, gritándome de vuelta...

— ¿¡Que carajos es lo que quieres!?

— ¡Te quiero a ti, maldita sea! ¡Te quiero Jodidamente a ti! ¿O es que no lo puedes entender? —Sentencio mirándolo a los ojos y haciendo hasta lo imposible, para transmitirle el sentimiento que me estaba carcomiendo por dentro. El aprieta sus labios en una línea recta y niega con la cabeza, desviando la mirada. Entonces aprovecho su descuido y tomándolo con la guardia baja, tomo su mano, haciéndolo brincar por la sorpresa.

Como era de esperar, inmediatamente retiro su mano de la mía, sentenciando con odio.

— ¡No vuelvas a tocarme nunca más!

Lo miro preocupado, viendo como su rostro palidece en cuestión de segundos. Viendo como su cuerpo se agita y como su respiración se vuelve demasiado errática y superficial, para ser normal. Él también lo nota con ojos grandes e inmediatamente lleva sus manos al pecho, tratando de calmar su respiración.

Mierda.

Él estaba teniendo un ataque de pánico.

— Hoseok, basta. —Digo, intentando alcanzarlo, pero el retrocede empezando a hiperventilar.

— No. No, me toques, por favor.

— ¡Entonces detente! — Digo, preso del miedo de que pudiese lastimar al bebé. Sin embargo, él no se detiene, moviéndose histéricamente en la cama, y tratando de quitarse de las agujas para levantarse, obligándome a tomarlo fuertemente por las muñecas, suplicando. — Bebé, tienes que calmarte, por favor.

En ese momento, siento el tirón de unas manos halándome hacia atrás y alejándome de Hoseok. Con la sangre bullendo en mis venas alzo la mirada, mirando al intruso que se atrevía a alejarme de Hoseok, para encontrarme con los ojos gatunos de Min Yoongi, asesinándome con la mirada.

— ¿¡Qué mierda crees que haces!? Déjalo en paz... —Acercándose al menor, lo tomo de los hombros estabilizándolo, al tiempo que preguntaba. —¿Hoseok, estas bien? ¿Ese infeliz te hizo daño?... —El negó con la cabeza, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas.

Tirándose a sus brazos, sollozo. —Por favor, Yoongi. Dile que se vaya.

Min, volvió su mirada hacia mí, con rostro inexpresivo. Sus labios se apretaron en una línea recta, cuando dijo. — Lárgate, en este mismo momento.

Pero yo no podía irme simplemente así. No podía irme, sabiendo que apenas cruzara la puerta de esta habitación, perdería a Hoseok por completo. No. Me negaba a rendirme. Me negaba a dar todo por sentado, sin una lucha decente, aun sabiendo que Hoseok me amaba y yo lo amaba a él.

Moviéndome torpemente, doy un paso adelante, musitando.

— Hobi, Por favor escúchame.

No puedo evitar que el corazón se me rompa como trocitos de papel, cuando veo al menor apretujarse más contra el cuerpo de Min, susurrando con voz rota.

— Vete, por favor.

Por inercia seguí moviéndome. Queriendo quitarle a Hoseok de los brazos a Min Yoongi. Pero entonces, un pequeño cuerpo se interpone en mis planes, plantándose firmemente delante de mí. Alzando la mirada, me encuentro con la mirada amenazadora de Park Jimin, quien se cruza de brazos, retándome.

Negando con la cabeza, espeta.

— Joder. ¿Es que no lo has escuchado? ¡Qué te vayas!...

Sin embargo, yo no lograba conseguir que mis piernas se movieran, observando al menor como un halcón. Y mientras lo veía aferrarse al mayor para estabilizarse, mi esperanza se convirtió en cenizas. Mi pecho se apretó y mi visión parpadeo, con las lágrimas picando salvajemente, por salir de mis ojos. La rabia e impotencia, rayando cada parte de mi sistema nervioso.

El sentido común y la parte razonable en mi cabeza, me pedían agrito que me alejara, que lo dejara en paz, pero mi corazón no podía aceparlo y mi cuerpo se negaba a moverse, completamente entumecido, mientras veía a Min Yoongi, susurrarle palabras de aliento al menor. Siendo el su consuelo y su mayor soporte. Robándome el corazón, del doncel que amaba.

Debería decir algo.

Cualquier cosa.

Pero no pude pensar en una sola cosa, para decir.

Estaba entumecido y con el corazón hecho añicos.

Sentía como si todo estuviese pasando en cámara lenta, hasta que la voz de Jimin, me trae nuevamente a la realidad, poniendo los pies en el suelo. Su voz esta vez es más suave y puedo percibir un pequeño atisbo de pena, cuando dice.

— Debes irte Taehyung.

Podría haberme quedado ahí para siempre, si unas manos suaves no me hubieran guiado hacia afuera.

Alejándome de Hoseok.

Alejándome de todo lo que me importaba.

Pero también ahorrándome el maldito sufrimiento de verlo junto a Min Yoongi.

Destrozado como la mierda, me deje guiar y llevar hasta el estacionamiento del hospital. Camine en piloto automático, como un robot, sin prestar mucha atención a las personas a mi alrededor. Simplemente dejándome llevar. Para cuando llegamos al estacionamiento, la persona que me sostenía me acomodo dentro de un auto y puso el motor en marcha, entonces pregunto.

— ¿Estás bien?

Era Jungkook.

Pero... ¿Importaba, si estaba bien?

No, no importaba.

Nada importaba, ya.

Así que no respondí luciendo lamentable y dejándome que la culpa y tristeza, me carcomieran por dentro. Para mi alivio, Jungkook no trato de hablar conmigo. En cambio, me dejo sentarme en silencio y mirar por la ventana, perdido y sin vida.

Una lagrima bajo por mi mejilla y cerré los ojos con fuerza, tratando de retener la avalancha de agua salada, que quería salir de mis ojos. A decir verdad, no recordaba a ciencia cierta, cual había sido la última vez que había llorado. No lograba recordarlo con claridad. Pero me parecía que había sido, cuando mi madre había muerto. Y el sentimiento a esa última vez, no estaba lejos de ser diferente, como me estaba sintiendo ahora.

Dejando escapar un suspiro tembloroso, me quedo ahí con los ojos cerrados, llorando en silencio, hasta siento el auto detenerse. Sin embargo, no abro los ojos y espero a que Jungkook, haga cualquier movimiento. Después de unos breves segundos, lo escucho decir.

— Lo amas de verdad...

No era una pregunta, era una afirmación, pero aun así deje que las palabras rozaran mis labios, afirmando.

— Lo amo más, que a mi vida Kook.

Entonces me rompí.

Las lágrimas salieron a borbotones, jugando con mis sensaciones y emociones, como esa última vez, cuando aún era un niño y me acababa de enterar de la muerte de mi madre. Acabando con mi vida en cuestión de segundos, y dejándome suciamente en el limbo. Ahora sí, no había vuelta atrás.

Lo había perdido.



















(...)

HOSEOK

Las lágrimas salen a borbotones de mis ojos, mientras me aferro a los brazos del mayor. De reojo puedo ver la expresión dolida y de traición en el rostro de Taehyung. Sus ojos se clavan en los míos y no puedo evitar apartar la mirada, como un cachorro herido. Pero... ¿Qué se suponía que debía hacer? ...

El acababa de romperme el corazón de la peor manera posible. Le había confiado mi corazón y mis sentimientos y, aun así, él me había traicionado. Había decidido quedarse con Lía, cuando era yo, quien esperaba un hijo suyo. Cuando supuestamente, era a mí a quien amaba. ¿Me había mentido, entonces? ....

Incrédulo y con el corazón hecho migajas, alzo la mirada, quedándome inmóvil cuando sus oscuros ojos negros, hacen contacto con los míos. Espero a que diga alguna cosa inteligente, pero en lugar de eso, el sigue mirándome fijamente. El fuego ardiendo detrás de sus ojos, y sus labios abriéndose como si tuviera algo que decir, antes de volver a cerrarlos. Inmediatamente desvió la mirada repentinamente cohibido bajo su mirada, y presionándome más contra el mayor. Invadiendo su espacio personal y dejándolo sin habla.

Después de varios minutos, no puedo evitar llevar mi mirada al mayor, cuando el susurro de Jimin, llama mi atención. —Debes irte Taehyung. — Parecía que había perdido una batalla consigo mismo, luciendo lamentable y perdido, como nunca antes hubiese pensado, ver a un hombre como Kim Taehyung.

A pesar de las ahora suaves palabras de Jimin, el mayor seguía de pie, inmóvil y sin lograr mover un solo miembro de su cuerpo. Entonces, fue Jeon Jungkook, quien logro moverlo y guiarlo hacia afuera sin ninguna resistencia. Cuando la puerta se cerró detrás de ellos, todo mi mundo se vino abajo, con el constante recordatorio de que todo había terminado. Todo se había acabado.

Un grito ahogado sale de mis labios y me sacudo violentamente en los brazos de Yoongi. Quédate. Quiero gritar, pero entonces entierro mi cara en la clavícula del mayor y me concentro en respirar.

— Hobi, por favor debes calmarte. —Dice esta vez Jimin, pasando su pequeña mano por mi espalda. —Todo va estar bien. —Y quiero creerle. Quiero creer en sus palabras. Pero podía de verdad estar bien, sin ¿Taehyung? ...

Entonces decido que, para estar bien, primero debo sacar a Kim Taehyung de mi cabeza y de mi corazón. Y aunque no quería tomar decisiones apresuradas, solo había una manera de arrancarlo por completo de mi sistema, de mi vida y si fuese posible de mi alma. Y para ello, debía olvidarlo... Así que, separándome de la calidez y comodidad, que me brindan los brazos de Min Yoongi, retiro las lágrimas que se agrupan en mis mejillas y miro a Jimin directo a los ojos, musitando entrecortadamente.

— P-podrías, por favor, dejarme a solas con Yoongi. —Una suave protesta, sale de los labios de Jimin, pero cuando reitero. —Es importante. —Jimin se abstiene de negarse y sale de la habitación, dejándome completamente a solas con el mayor.

Una vez solos, miro a Yoongi a los ojos. Su mirada es preocupada, pero el, espera pacientemente entendiendo que, aunque necesito hablar con él, también estoy tomándome un pequeño tiempo, para que las palabras abandonen mis labios. Sin embargo, después de un par de segundos, en el que no logro pronunciar palabra alguna, el mayor dice...

— ¿Qué sucede, Hoseok?... Me estas asustando.

Cierro mis ojos, con un suspiro tembloroso abandonando mis labios. Para cuando los vuelvo a abrir, mis emociones están a raya y musito sin vida.

— Y-yo. Acepto casarme contigo Yoongi.

— ¿Qué? —El mayor susurra, con los ojos abiertos de par en par. — ¿E-estás hablando en serio?

Asiento con una traicionera lagrima, bajando por mi mejilla. Cerrando los ojos fuertemente, reafirmo.

— Si.

La felicidad en el rostro del mayor fue inmediata, quien sin desaprovechar un segundo más, se lanzó hacia delante, llenándome el rostro de besos, tomándome desprevenido. No pude evitar sentirme hueco y vacío, como si estuviese traicionando de la peor manera a Taehyung. Pero era algo que debía hacer. Y ya no había vuelta atrás.

Detrás de la nubla de mis pensamientos, escucho a Yoongi, afirmar.

— Te juro Hoseok, que nunca vas a arrepentirte de haber tomado esta decisión. Te hare feliz y nunca jamás te faltara nada. Ni a ti, ni a ese bebé que viene en camino... Te lo juro.

Y no lo dudaba.

Tampoco hacía falta la convicción en sus palabras, para saber que él no mentía. Porque solo con su mirada, lograba trasmitirme, lo mucho que quería algo estable conmigo y todo lo que estaba dispuesto a dar, para que yo lo amara.

Solo esperaba que, con el tiempo, pudiese entregarle mi corazón y ser el esposo perfecto, para Min Yoongi. 






📢¡¡HOLA!!

Hola, mis queridos lectores, espero y se encuentren bien. 

Bueno, primero que todo, decirles que me encuentro muy feliz de poder  pasarme por acá con un nuevo capitulo. Segundo, que ya son oficialmente 15 capítulos de 35. 😊

Si. Si, mis queridos lectores. 

En capítulos anteriores, había especificado que seria una historia un tanto larga. Y esto lo hacia con el objetivo de que tuviesen paciencia con las actualizaciones. Sin embargo, llegar a 15 capítulos, a sido muy satisfactorio para mi. Y todo esto a sido gracias a ustedes y el gran apoyo que me han dado, así que espero no defraudarlos y llegar hasta el final. Los quiero muchooooo. 😊💜

 No siendo mas, me despido de ustedes, no sin antes recordarles, votar y dejarme sus reacciones y lindos comentarios. 

Besitos y buenas energías🌹


#FORBIDDEN LOVE💜


Continue Reading

You'll Also Like

24.6K 2.6K 5
Yeontan conoce a su papi Tae y su papá Hoseok
45.5K 8K 46
( 舰长 ) : 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐕 ━Cuéntame, ¿eres igual de bueno en el sexo como lo eres en el fútbol? ━Piérdete, Kim. • adaptación. • autora original: @Xenini...
381K 25K 96
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
97.1K 15.4K 50
"Magia oscura, ansiedad, indiferencia... Lo que llamas defectos también te hacen mi perfecto Omega, la más letal y bella serpiente de plata" Hogwarts...