-Oye, Kanata, me divertí mucho en nuestra cita -un chico de cabellos azabache detiene su auto frente a una casa.
-Heh, si, yo igual, me gustó mucho -sonríe la albina.
-Bueno... tal vez deberíamos escribirnos para volver a salir -le sonríe tímido.
-¡Si! Que buena idea, Genya, ten -sin borrar su sonrisa, procede a sacar de su bolso su celular y una hoja para escribir su número- yo misma me olvido de los dígitos -se ríe levemente.
-Suele pasar no te preocupes -Genya toma el papel y se despide de Kanata quien baja del auto y alza la mano para despedirse- nos vemos, mañana en la u.
-Si, claro -rueda los ojos disimuladamente.
Genya por poco y suelta un chillido al ver el número en la hoja, no podía esperar para enviarle un mensaje, pero tampoco quería espantarla, aún así a penas llegó a casa, se fue a su habitación para mandarle un mensaje de texto. Los minutos se sentían como horas, además ella debería agendarlo también, sus nervios lo carcomian por dentro hasta que por fin obtiene la primera respuesta.
Aunque lamentablemente no es lo que espera.
Algo incómodo se disculpa con aquel desconocido que se tomó muy bien su equivocación, incluso lo invita a platicar un poco.
Como siempre, Genya... siendo Genya, reacciona tarde a sus acciones, al menos algo relativamente bueno salió de esa cita, ya que desde que terminó con Tanjiro... las cosas no le han ido nada bien, y como no estarlo, él de cabellos burdeos le dijo que necesita espacio y dejó de hablarle.
Ya todo le daba pinta a que se iba a burlar, le recuerda un poco a Kanao quien de seguro a la mañana siguiente se va a burlar, se ríe un poco al ver los stickers y el humor que maneja aquel extraño mientras se pregunta si volverán a hablarse luego de eso, lo más probable es que estudie en la misma escuela que él.
Por otra parte, las risas de un chico de ojos menta despiertan a su gemelo el cual le lanza una almohada.
-Shh, quiero dormir, mañana tengo examen -lo calla Yuichiro con el ceño fruncido.
-¿Y? Tu quisiste seguir compartiendo habitación, así que soporta -responde su gemelo devolviendo la almohada a la cama del mayor.
-Le voy a decir a mamá que te quite el celular, y ya la próxima semana me cambio al cuarto disponible -con pesadez se levanta y le jala la oreja al menor- primera advertencia Muichiro.
-¡Ay! Ya entendí, odioso -masculla volviendo a su celular- en 5 lo apago -escucha a su gemelo balbucear algo.
Un... amigo... eso podría ser.