[CAPÍTULO 1]
Emma miró a la sirvienta que la había despertado muy pronto en la mañana con una mirada molesta en su rostro.
"Su padre está reuniendo a sus hermanas y a usted para llevar a cabo una charla importante, reúnase con él en media hora" La sirvienta le informó, cerrando la puerta para darle privacidad a la joven.
Mirando la puerta con un rostro somnoliento, suspiró, sintiendo que no tenía ganas de reunirse con su familia.
'¿Cuanto tiempo ha durado esta situación?' Emma pensó, recostándose nuevamente sobre su cama.
Hace cuatro años, cuando tenía 17 años, su alma se apoderó del cuerpo de Emma Frost, una mutante latente con un poder telepático de nivel omega.
Mientras se cambiaba el pijama por ropa formal para visitar a su padre y hermanas, recordó todos los sucesos "traumáticos" que vivió desde que llegó a este universo.
La primera manifestación clara de sus poderes fue cuando accidentalmente dejó inconsciente a toda su escuela durante un colapso mental.
Este evento hizo que Charles Xavier detectara su presencia.
Ese hombre fue un dolor de cabeza mucho mayor al de sus migrañas producidas por el poco autocontrol que tenía de sus poderes telepáticos.
Por suerte, su padre no aceptó la propuesta de Xavier, echándolo de su casa, librándose de asistir a su escuela para mutantes.
Incluso logró evitar que su padre descubriera sus poderes.
En ese tiempo, la homosexualidad de su hermano Christian fue revelada a la familia, lo que provocó que su padre, Winston, se volviera loco y comenzara a alejarlo de la familia, repudiándolo.
Christian recurrió y abusó de las drogas e incluso trató de suicidarse.
Su padre simplemente lo ignoró y lo tomó como un caso perdido y fue enviado a una institución mental para tratamientos de conversión.
A su vez, su madre, Hazel, falleció.
Desde aquel entonces, su familia se fragmentó.
Hasta este día, el día que Emma había esperando durante tanto tiempo.
Después de la aparición de sus poderes, Emma los usó para sobresalir en todos los aspectos de su vida, lo que la llevó a convertirse en la primera candidata para heredar la empresa y toda la fortuna de su padre.
Emma cree que hoy es el gran día por lo que a pesar de su irritación por la sirvienta que la despertó temprano en la mañana, salió de su habitación con una gran sonrisa.
Llegando al estudio de su padre, llamó a la puerta y esperó.
Recibiendo un 'Adelante' de su parte como respuesta, abrió la puerta y se encontró cara a cara con él.
Su padre es un hombre mayor que ronda casi los setenta años, cabello castaño y canoso y ojos azules profundos, se notaba a simple vista la carencia de cualquier entrenamiento físico.
El tipo tenía una gran barriga cervecera.
Es un hombre serio y Emma no recuerda haberlo visto sonreír en toda su vida.
"Eres la primera en llegar, siéntate" Le ordenó seriamente, señalando el asiento enfrente de su escritorio.
Su padre caminó hacia un armario de donde sacó dos copas y comenzó a servirle vino.
"¿Celebramos algo?" Emma preguntó, sonriendo.
"Me alegra que lo preguntes..." Winston respondió, con un aura de misterio a su alrededor.
Se agachó en su escritorio y sacó de debajo unos papeles que le entregó a su hija mayor.
Emma los tomó y comenzó a revisarlos lentamente, sin querer pasar por alto el más mínimo detalle.
"¿Esto es...?" Emma fue interrumpida.
"Te estoy cediendo Frost Technologies, conviértete en su nueva CEO" Su padre le ordenó.
No es como si él la estuviera preguntando al respecto, no, él le estaba ordenando convertirse en la nueva CEO de la empresa.
Si rechazaba, simplemente tomaría a una de sus hermanas para el puesto y Emma quedaría en el olvido.
Emma miró los papeles por unos segundos, pensando si esto era lo que realmente quería.
'Demonios, si, he estado esperando esto durante cuatro años' Emma eliminó cualquier duda de su mente.
La antigua Emma hubiera rechazado la propuesta y se hubiera marchado de casa, posteriormente obteniendo un puesto en el oscuro Hellfire Club como la Reina Blanca.
Pero ese no era el destino que quería.
Después de que firmara los papeles y Winston los guardara en un cajón bajo llave, su hermana Adrienne llamó a la puerta.
Cuando Adrienne entró, miró durante unos segundos la sonrisa de su hermana mayor.
¿Por qué sentía como si hubiera perdido algo?
Saludó a Winston y se sentó en la silla de al lado.
Unos segundos más tarde, una sirvienta llamó a la puerta y entró arrastrando del brazo a Cordelia, su hermana pequeña y adolescente de catorce años.
Cordelia, a pesar de su corta edad, tenía una personalidad complicada.
Teniendo un humor hosco y malhumorado y discutiendo con todo aquel que se cruzaba en su camino.
Detesta cualquier otro color que no sea el negro, lo que a Winston le irrita.
Tal vez ese sea el verdadero motivo del amor que siente por el color.
Winston ni siquiera la miró y alternó su mirada entre Emma y Adrienne.
En apariencia, eran como dos gotas de agua, pero en carácter eran completamente disparejas.
Emma tiene un encanto inusual que atrae a la gente a su alrededor, tiene ese aura de grandeza y superioridad.
Mientras que Adrienne era todo lo contrario, un fracaso.
"Os he llamado para discutir quién se convertirá en mi heredera" Winston analizó las expresiones de sus tres hijas.
Emma se sentó elegantemente en su silla, mirándolo y prestándole atención a pesar de saber el resultado.
Adrienne parecía ansiosa y anhelante mientras que Cordelia jugueteaba con su cabello, ignorándolo, ni siquiera estaba interesada.
Winston sintió repentinamente que su elección fue la correcta.
"Vuestra hermana, Emma, se convertirá de ahora en adelante en mi heredera, convirtiéndose en la CEO de Frost Technologies"
La cara de Adrienne cambió drásticamente cuando recibió la noticia, tratando de no estallar en ese mismo instante.
Toda su vida había tratado de enorgullecer a su padre sacando las mejores notas en la escuela, comportándose adecuadamente en cada situación, incluso con la muerte de su madre.
¡Ni siquiera lo contradijo cuando encerró a su hermano en una clínica mental!
Emma no era una buena candidata, ella se merecía el puesto de CEO más que ella.
"No estoy de acuerdo con tu decisión..." Adrienne trató de discutirle por primera vez.
El rostro de Winston se contrajo al escucharla.
Golpeó la mesa enfadado, tirando gran parte de las cosas que había encima.
"¡Sal de mi vista!" Winston le gritó a Adrienne quién salió corriendo del estudio, asustada.
Cordelia dejó de juguetear hace un rato con su cabello y veía divertida el espectáculo.
"Una vez que te gradúes del MIT y termines tus estudios podrás asumir el puesto de CEO de Frost Technologies y tomar el control" Winston se tranquilizó una vez que Adrienne se fue y se giró hacia Emma.
"Tomaré el examen de graduación lo antes posible, me he estado preparando para tomarlo desde hace un tiempo" Emma contestó elegantemente, sin dejar que el momento incómodo de hace unos segundos la perturbase.
"Así se hará entonces" Winston contestó con un tono más relajado.
Emma se giró hacia su hermana pequeña y le sonrió, levantándose y saliendo del estudio no sin antes despedirse de su padre.
Cordelia ni siquiera se molestó y salió corriendo, persiguiendo a Emma y Adrienne para burlarse de ella.
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Hasta aquí.
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¡ADIÓS!