call of silence. robert...

By targparadise

38.2K 4.6K 788

COS. ❝ madness and greatness are two sides of the same coin, in which side landed... More

chapter zero.
call of silence.
ch. 001
ch. 002
ch. 003
ch. 004
ch. 005
ch. 006
ch. 007
ch. 008
ch. 009
ch. 010
ch. 011
ch. 012
ch. 013
ch. 014
ch. 015
ch. 017
ch. 018
ch. 019
ch. 020
ch. 021
ch. 022
ch. 023
ch. 024

ch. 016

1.4K 183 11
By targparadise




𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐒𝐈𝐗𝐓𝐄𝐄𝐍












Maegelle no tuvo oportunidad de abrir los ojos para encontrarse con Robert durmiendo plácidamente a su lado, porque rápidamente fue obligada a levantarse bajo el "vuestro padre pide su inmediata presencia en su solar" y cambiándose lo más apresurada que pudo, sin tener tiempo de nada más, dejó la comodidad de su cama.

Seguida de Vargo y Asael, la princesa se dirigió hacia el solar de su padre, deteniendo sus pies frente a la puerta de éste mientras observaba a Ser Jaime realizar una reverencia ante ella. La dragón suspiró levemente y asintió con su cabeza, ordenando que abrieran las puertas. Cuando así fue, ella inhaló una gran cantidad de aire antes de avanzar y adentrarse allí, con sus soldados reacios a permitir que fuera sola, pero no les quedó más opción que esperar.

Su padre yacía ubicado ante el enorme ventanal observando hacia las afueras de la Fortaleza en un silencio bastante tétrico; toda la habitación a oscuras, exceptuando la chimenea que llameaba alto y algunas velas aromáticas que se encontraban encendidas; se sorprendía de que él fuera capaz de soportar estar allí dentro por tanto tiempo cuando el aire no era nunca renovado y se podía percibir el aroma del moho provocado por la humedad.

─¿Padre? ─le llamó, muy por lo bajo y temerosa. Aerys no respondió a primera, se mantuvo callado y demasiado quieto para su gusto.

─Escuché que vuestra boda fue un éxito ─musitó él, tras largos minutos de silencio─, que todos tuvieron una velada hermosa y que mi primera hija, lucía tan hermosa como su madre en ese vestido ─acabó, girándose para mirarla─. Dicen que debería poner una corona en tu cabeza de inmediato, porque eres más merecedora de mi corona que yo.

Se sintió amenazada, Maegelle se esforzó por mantener sus ojos en los de su padre, pero pronto se hicieron imposibles de sostener y bajó la mirada al suelo sin poder evitarlo.

─¿Debería hacerlo, hija? ─le preguntó─. ¿Debería coronarte ahora mismo?

Se repitió a ella misma unas cien veces que era una trampa, era evidente, podía oírlo en el timbre de su voz y por la manera en que sus ojos recorrían el rostro de Maegelle, ella supo que estaba tratando de encontrar algo que le dé pie para poder causarle todo el daño que desee sin sufrir ninguna consecuencia luego.

─No, padre ─musitó ella─, no debería hacerlo. No sabría cómo manejar los reinos, no cómo usted.

Aerys permaneció callado nuevamente, riendo por lo bajo tras ver la seriedad de su hija; si alguna vez existió cordura en él, ahora ya no se encontraba por ningún lado. Sus pensamientos eran confusos y todos acababan del mismo modo: todos son enemigos, todos desean ver al dragón caer. Tywin... Pycelle... Los Stark... Rhaegar... y Maegelle. Todos son enemigos, todos quieren matarlo, quieren hacerse con su reino. Pero él estaba cada vez más consciente de algo, no iba a permitirlo, antes iban a arder.

─Al menos sé que aún comprendes cómo funcionan las cosas ─musitó él─, dime, Maegelle. ¿Has permitido que Robert Baratheon te abra las piernas? ─la princesa lo observó horrorizada y con deseos de vomitar allí mismo─. ¿Le has dejado tratarte como a una de sus putas? Dime, pequeña tonta, ¿Sus hijos bastardos serán colgados o incinerados?

Maegelle pestañeó confundida, no sabía de qué le hablaba.

─Robert no tiene hijos fuera del matrimonio ─musitó ella, con seguridad pese a que Robert jamás le dijo nada al respecto. Su padre rió.

─No es lo que ha dicho Varys.

Maegelle asintió, sintiendo deseos de responder a aquello de manera irónica cuánto le importaba lo que Varys pudiera decir.

─Mientras no me afecte, no me importa lo que Robert haga.

─Sí te afecta ─dijo Aerys, acercándose─, porque esos especímenes que va dejando, son tus enemigos. Un peligro para el trono y el reino, así que quiero que averigües quiénes son y vayas matando uno por uno, hasta que no haya nadie. ¡Y que ponga de inmediato a un heredero en ese vientre inútil tuyo!

Maegelle mordió su lengua con tanta fuerza que juró sentir su propia sangre mezclarse con su saliva. La princesa asintió con su cabeza.

─Como usted ordene ─musitó─, hoy al atardecer partiré a Dragonstone. Como habíamos acordado anteriormente.

Aerys la observó:

─Como quieras.

─Con Viserys y Daenerys.

─Mhm ─musitó─, pero que quede claro; a ese heredero lo tendrás aquí en King's Landing. ¿Comprendes?

─Sí, padre.

Maegelle no planeaba obedecer ello, quería que naciera en Dragonstone porque estaba segura de que el nacimiento de su primogénito regresaría la magia que se fue perdiendo con los años; era lo que necesitaba, niños como Viserys, Daenerys y sus futuros hijos en su casa ancestral, recorriendo los pasillos que los conquistadores recorrieron y observando la enorme mesa de piedra que Aegon mandó a hacer para tomar los Siete Reinos.

Con una reverencia ante él, Maegelle dejó los aposentos del hombre y caminó con Vargo y Asael rápidamente siguiéndola.

Iksi lein ñāqes naejot Zaldrīzesdōron. Nos iremos a Dragonstone al atardecer ─musitó ella, Vargo asintió.

─Prepararemos los barcos y el ejército de inmediato, su Majestad.

─Hazle saber a Iseneya y Nesa que retiren la mayoría de las cosas de mis hermanos menores.

─Sí, mi Reina.

Al ingresar en sus aposentos halló a Robert de espaldas a ella, estaba terminando de prender los botones de una camisa azulada que se colocó, tenía el pelo mojado y parecía haber disfrutado de una cálida ducha en su solar; cuando se giró al oír la puerta abierta, sonrió abiertamente al verla.

─¿Dónde te encontrabas, amada mía? ─Maegelle rodó sus ojos sin poder evitarlo.

─Mi padre.

─¿Qué hiciste ahora? ─le preguntó.

─Aún no estoy embarazada ─dijo ella, Robert hizo una mueca.

─¿No toma como unas semanas saberlo?

─Bueno, sí. Pero mi padre parece no saberlo ─dijo ella─. También mencionó que tienes bastardos por ahí a los que debo matar uno por uno ─musitó Maegelle, cruzada de brazos─. ¿Algo que deba saber al respecto?

─Me ofende que le hayas creído ─musitó Robert─. No he estado con otras mujeres, no debes preocuparte de los bastardos porque no existe ninguno.

─Bueno ─musitó Maegelle.

─Estoy siendo honesto.

─Está bien, te creo ─musitó ella. Robert frunció su ceño.

─Estoy siendo honesto, no seas cabeza dura ─volvió a decirle, haciéndola rodar sus ojos.

─He dicho que te creo, idiota ─musitó ella─. Lo hago en verdad.

Robert asintió, aún viéndola de manera sospechosa. Ella solamente rió negando con su cabeza.

─Prepara todas tus pertenencias, partiremos cuánto antes ─le dijo, mientras comenzaba a cambiar su vestido por otro más cómodo para ir a ver a sus hermanos─, y deseo visitar Storm 's End. Debería hacer algunos arreglos en Dragonstone, pero puedo organizarme para que suceda.

Robert acató la mitad de sus órdenes y solamente consiguió procesar lo que dijo por último.

─Espera un segundo ─musitó él, negando con su cabeza─. ¿Cuándo partimos?

─Al atardecer.

─¿No debes estar presente en la boda de tú hermano?

─Él no estuvo en la mía.

─Sí, pero tú le diste esa orden.

Maegelle lo observó mal. Nadie más que Rhaegar debía saber eso.

─¿Cómo sabes eso?

─Los rumores corren rápido por estos pasillos, princesa ─Robert dijo.

─Además de ser goloso y borracho, eres chismoso también. ¡Es perfecto! La cereza para coronar el pastel.

─¿A quién llamas borracho, mocosa insolente?

─¡A ti, cabeza hueca!

Robert bufó.

─¿Y por qué me quedaría a presenciar cómo Rhaegar se casa con la chica Stark? Prefiero quedarme ciega ─musitó ella. Robert estaba de acuerdo, él tampoco deseaba ver a Lyanna casarse. La simple idea de hacerlo logró hacerlo tener deseos por tomarse dos jarras de vino de inmediato.

─Todos consideran que no eres alguien que le da la espalda a la familia, pero cómo desees, iré contigo hacia dónde vayas, estoy obligado.

─Siete infiernos, te detesto realmente.

Maegelle dijo, caminando hacia la puerta para irse de allí antes de que acabe matándolo con sus propias manos.

─¡Prepara todo y por el bien de King 's Landing que estés listo! ─gritó ella, antes de abandonar su solar. Robert murmuró por lo bajo un «bruja» antes de proceder a comer el desayuno que pidió para compartir con Maegelle.

Su caminata hasta enfermería fue rápida y tranquila, no cruzó camino con nadie, lo que la hizo festejar dentro suyo; no deseaba ver a nadie.

Al entrar halló a Viserys junto a Daenerys, dormía sobre un pequeño colchón y se encontraba acurrucado como una pequeña bola. Maegelle rió al verlo allí y se acercó a él, colocando su mano sobre su cuerpo para moverlo con cuidado.

─¿Valonqar? ─lo llamó en voz baja, viéndolo responder a ella. Los ojos violetas del menor encontraron los de su hermana mayor y no dudó en saltar a sus brazos.

─Siento que no te he visto en años, hermana mayor.

─Lamento tanto mi ausencia, valonqar. Prometo que de ahora en más, pasaré más tiempo con ustedes.

Viserys le sonrió.

─Está bien, no te preocupes por nosotros; los deberes de la heredera han de ser tan difíciles como alguna vez lo fueron para nuestro hermano mayor. ¿No es así? Dany y yo estaremos bien.

Maegelle quiso llorar y lo abrazó con fuerza.

─Escúchame atentamente, valonqar. Por más que el mundo se esté acabando, por más que los cielos estén ardiendo ─musitó ella─, si mis hermanos menores me necesitan, ignoraré por completo mis deberes y recurriré a ellos. No hay nada que me importe más que mi propia sangre.

Viserys sonrió.

─Eso incluye a nuestro hermano, ¿verdad?

El suspiro derrotado de Maegelle hizo reír al príncipe de plata que escuchaba atento a la conversación.

─Desafortunadamente.

Su hermano menor rió levemente y pronto, el llanto de Daenerys los hizo alzar su cabeza hacia la cuna. La mayor se acercó y la observó.

─¿Cómo puede una bebé ser tan hermosa?

─Es lo que siempre pienso ─musitó Viserys, haciendo sonreír a Maegelle. Tomó en brazos a Daenerys y la cría calmó su llanto, percibiendo el calor de su propia sangre rodearla.

Viserys las observó, poniendo atención a la manera en que los ojos de su hermana mayor brillaban al ver a Daenerys.

─Madre siempre me decía que serías una excelente madre, Mae ─musitó el crío, haciendo que los ojos de la princesa se llenen rápidamente de lágrimas. Viserys le sonrió─, yo también creo en ello.

Maegelle se agachó para besar la cabeza de Viserys.

─Te amo, valonqar.

Viserys sintió que esas palabras eran caricias hacia su alma. Oírlas después de que la última persona en haberlas pronunciado fuera su madre, era un recordatorio de que él era importante para alguien.

Rhaegar ingresó en la enfermería e hizo que ambos pongan atención hacia él, quién realizaba una reverencia ante Maegelle, Viserys sonrió contento de verlo allí.

─Hermanos menores, espero no interrumpir.

Viserys sonrió y negó rápidamente.

─¡Es la primera vez que Dany tiene a todos sus hermanos con ella! ─exclamó, y parecía que su palabrería logró sacar una pequeña risa de la bebé que se encontraba más despierta que nunca observando a su alrededor.

─Tiene los ojos de madre ─murmuró Maegelle, más para ella misma que para sus hermanos.

─Viserys y tú comparten los mismos ojos que nuestra madre también, haēdar ─murmuró Rhaegar, sin mirarla, sólo viendo a Daenerys─. Daenerys es muy pequeña, mucho más de lo que Viserys fue.

Maegelle rió al recordar cómo lucía Viserys de bebé.

─Eras un renacuajo sin dudas como un bebé, Viserys; pero Dany te ha ganado en eso.

─Gracias a los Dioses, sin dudas no quiero ser recordado como un renacuajo, pero a ella le queda perfecto.

Maegelle y Rhaegar rieron al mismo tiempo, haciendo que Viserys fruncieron su ceño.

─No se rían tan fuerte que madre me habló sobre cómo eran ustedes de bebé ─musitó el menor─, y jamás usó la palabra «perfectos» en esa oración.

Ambos quedaron en silencio tras oírlo, y ahora, era Viserys quién reía.

Maegelle volvió a poner su mirada en Daenerys, y supuso que ella realmente había hecho avivar una llama que hacía tiempo no sentía. Su familia. Ese momento en que nada importaba, sólo ellos.

Viserys fue tomado en brazos por Rhaegar cuando parecía que el sueño se adueñaba de él; después de todo, pasaba más tiempo allí con sus nodrizas que en ningún otro lado. Bajo órdenes de Maegelle, las cosas de sus hermanos fueron empacadas y puestas en carruajes que llevarían todo hacia los barcos.

─Sir Arthur me ha informado sobre vuestra pronta partida ─Rhaegar dijo, rompiendo el silencio que se creó entre ellos─. Honestamente, me ha sorprendido, consideraba que estarías presente en el día de mi boda.

─Lo he dejado tan claro como el cristal ante padre y estabas presente. No debería ser ninguna sorpresa ─dijo ella, dejando a Daenerys dormida en su cuna.

─Sí, lo recuerdo ─dijo él─, tienes razón, es mi error.

Maegelle rodó sus ojos.

─Ya te he dado mi obsequio de bodas, ya hemos discutido lo suficiente y sin dudas, ya he soltado todas las lágrimas que debía. No puedo estar ahí, no puedo porque sé que... ─ella dijo, negando y suspiró─. No te deseo nada más que honesta felicidad, Rhaegar. Espero que Lyanna y tú sean honrados con una merecedora vida tranquila y repleta de amor. Siempre voy a estar cuando me necesites, nunca dudes de ello, y ojalá un día podamos reunirnos como familia nuevamente. Pero ahora mismo, no puedo.

Rhaegar asintió, pese a que se encontraba en desacuerdo con tantas de las cosas que dijo, y aunque deseaba poder abrirse ante ella, dejar en claro todo lo que deseaba, prefería que esa fuera la manera en que sepultaban sus sentimientos.

─Si Robert te hace algo... 

─Deberías estar preocupado por lo que yo le haré a él si decide hacerme algo ─musitó ella, haciéndolo bajar la cabeza con una pequeña sonrisa.

─Sí ─dijo él, asintiendo y luego alzó su mirada para observar fijamente a la princesa─. Te amo, Maegelle, más de lo que debería, y sin dudas será hasta el fin de mis días.

Ella tragó saliva, sonriéndole sin mostrar sus dientes y evitando volver a llorar.

─Te amo también, Rhaegar. Siempre lo haré. Esa es mi condena.

Rhaegar dejó un beso sobre la sien de Maegelle antes de dejar a Viserys sobre el colchón en el que se encontraba. Con una última mirada, él se despidió de ella.

Cuando la puerta cerró, aún cuando el corazón de ambos se partió un poco más, el dolor no era intolerable, quizá porque se dijeron las palabras que necesitaban decirse, y porque tenían la pequeña esperanza de que los Dioses permitirían que se reúnan tras la muerte.

La princesa observó a Viserys y acarició su rostro. Se iba a asegurar de que sus hermanos tengan una vida digna, llena de cariño y alegría.

Para ello, tendría que hacer lo que Rhaegar debió desde el principio: sacar a su padre del Trono.

Cuando el atardecer cayó sobre King's Landing, Señores y Señoras despidieron a los recién casados, realizando reverencias ante la futura heredera del Trono que dejaba la Fortaleza para permanecer en su casa ancestral hasta el día de su coronación.

Los Stark hicieron saber que ella podía contar con ellos cuando así fuera necesario, y aunque Maegelle sabía que sería más pronto de lo que a Lord Rickard le gustaría, no dijo nada y se despidió de ellos.

Oberyn se acercó antes de que pueda subir al carruaje.

─Iré a Dragonstone pronto ─dijo él─, cuando obtenga a los Inmaculados, necesitaré barcos. No pierdas de vista la correspondencia, su Majestad.

Maegelle sonrió viéndolo.

─Confío plenamente en ti, Oberyn ─musitó ella─. No hagas nada estúpido en Essos.

─Haré el esfuerzo, lo prometo ─le dijo─, Elia partirá a Dorne, pero Ashara irá al Norte a familiarizarse con ese asqueroso frío. Es una pena que se lleven a una belleza como tal a los confines del mundo.

─Habrías logrado impedir eso, de no ser tan cabezota y querer casarte ─dijo ella─, habrían hecho una hermosa pareja.

─No es nada que no pueda superar ─musitó, haciéndola rodar sus ojos─, te vas a quedar más tonta.

─Es lo que siempre le digo ─Robert dijo, haciendo acto de presencia. Oberyn sonrió al ver el rostro de pocos amigos de la princesa.

─Baratheon, si llegas a traicionar a nuestra princesa, te aseguro que la furia de Dorne te va a alcanzar.

Robert asintió sin darle mucha importancia a la amenaza.

─Estaré esperándote, Martell. Cuándo gustes.

Maegelle negó y le sonrió a Oberyn antes de dejar un corto beso en su mejilla.

─Cuídate, amigo, y mantén seguidas tus cartas, por favor.

─Lo que su Majestad ordene.

Ella sonrió y caminó hacia el carruaje, donde Robert, una nodriza y Viserys esperaban. Sus ojos cruzaron los de Rhaegar por última vez, quién alzó su mano y la saludó con una sonrisa.

Ella respondió del mismo modo y subió al carruaje, la puerta se cerró y pronto se puso en marcha. Robert y ella compartieron una mirada rápida, antes de que la atención de Maegelle sea acaparada por Viserys, quién comenzaba a hablarle de lo que haría en Dragonstone.

Hasta que las puertas de la Fortaleza se cerraron, Aerys observó todo desde su ventana y justo en ese momento, Varys entró en sus aposentos.

─Mi Rey ─musitó él eunuco─, hay algo que debe saber.

Dragonstone se alzó ante ellos, por primera vez en su vida, Robert Baratheon observaba de cerca la majestuosa casa ancestral de los Targaryen; había escuchado tanto de su abuela Rhaelle, pero nunca tuvo la oportunidad de conocerlo. Ahora comprendía por qué se hablaba tanto de la estructura ancestral de los dragones.

Se alzaba bastante aterrorizante ante ellos, y mientras más observaba; más se percataba de la manera oscura en que las piedras brillaban con el sol; sobre sus torres se hallaban dragones y las infinitas escaleras que iban a tener que subir lograron robarle un suspiro; no sabía si se acostumbraría a tener que subir tantos escalones. Robert escuchó maravillado el ruido de las olas chocando contra las paredes de Dragonstone, le hacían recordar a su hogar. Nubes se empezaron a formar sobre sus cabezas y de acuerdo a uno de los Maestre de Maegelle en Dragonstone, una fuerte tormenta se aproximaba. Los barcos fueron resguardados rápidamente mientras todos se movían de un lado a otro asegurándose de que, si era tan fuerte como se esperaba, nada se viera arruinado.

Dentro del castillo, quedó aún más maravillado que antes. La enorme cantidad de antorchas que se extendían por los pasillos hacían que fuera sencillo no perderse, y mientras él caminaba detrás de Maegelle, escuchaba atento a lo que Viserys le relataba. El príncipe se subió a brazos de Robert y no parecía preparado para soltarlo. No le molestó, el crío era charlatán y le relató diez millones de historias de su familia ─que él ya conocía, pero que sin dudas con la emoción del niño, parecía ser que él mismo las vivía. Los pies de su Señora se detuvieron ante el trono de Dragonstone, y él observó hacia allí.

Sin dudas era una excelente casa ancestral, perfecta para alguien como los Targaryen; mantenía una energía que le hacía sentir deseos por conquistar lo que fuera, montado en algún dragón mientras prometía el mundo nuevo y perfecto que todos deseaban tener. Ella dejó de ver el Trono y caminó hacia una puerta al costado del mismo, al ingresar, Robert observó la gran mesa de piedra creada en los tiempos de Aegon I. Era mucho más grande de lo que imaginó, las casas se hallaban perfectamente ubicadas y no pudo evitar pensar en que la Conquista estuvo bien planeada.

Lo que fuera que Aegon Targaryen deseaba hacer con los Siete Reinos, iba más allá del entendimiento común y quizá Maegelle algún día sería tan bondadosa como para explicárselo un poco mejor.

─Es maravilloso, ¿no crees? ─preguntó Viserys, mientras saltaba de los brazos de Robert para caminar hacia la mesa─. ¡Y deberías verlo cuando el calor toca la mesa!

Maegelle sonrió levemente al oírlo.

─¿Estás cansado, Robert?

─Para nada, siento deseos por explorar. ¿Me honrarás con tu compañía? ─le preguntó él, acercándose a ella. Maegelle lo observó y asintió.

─Sí, aprovecharé ahora a bajar antes de que la tormenta azote ─dijo ella, mientras observaba hacia Viserys─. ¿Vendrás con nosotros o permanecerás aquí?

─Prefiero quedarme ─musitó Viserys─, Dragonstone es magnífico, pero bajar tantas escaleras es horrible.

Los adultos rieron levemente al oírlo, y Robert asintió de acuerdo.

─Muy bien ─musitó Maegelle─, estás a cargo en mi ausencia, Viserys; protege a nuestra hermana.

─¡Sí! ─exclamó, como si fuera un soldado mientras llevaba su mano hacia su pecho y realizaba una reverencia. Robert siempre consideró al mocoso como un crío demasiado caprichoso y maleducado; la presencia de su hermana sin dudas lo ayudó a cambiar lo que su padre lentamente fue transformando.

─¿Deseas cambiar su ropa, su Majestad? ─la pregunta provino de una sirvienta de Dragonstone; la dragón rápidamente negó.

─No ─musitó─. ¿Pueden asegurarse de que la cena esté lista para cuando lleguemos?

─Por supuesto, su Majestad.

Con esas últimas palabras, Maegelle observó a Iseneya y Nesa.

Umbagon kesīr lēda ñuha valonqar. Quédense aquí con mi hermano pequeño ─ordenó, viendo a ambas fijamente─. Mīsagon zirȳla. Proteganlo.

Kessa, ñuha dāria. Sí, mi reina ─ambas dijeron al mismo tiempo.

─Robert. ¿Nos vamos?

─Mhm.

Ambos descendieron las escaleras interminables nuevamente y aunque Robert deseó por haberse retractado y buscar una cómoda cama donde descansar; pronto se vió observando de más cerca las enormes estructuras. Todo era demasiado diferente a lo que habitualmente vería en King 's Landing pese a que quizá intentaron mantener la misma esencia.

Las casas no eran como las que hallaría en Flea Bottom, la mayoría de las que observó se encontraban hechas de la misma piedra negra que el castillo, sus puertas parecían ser de buena calidad y todos pasaban junto a ellos vistiendo piezas de ropa que se veían de buena costura. La vida allí, no era para nada lo que uno acostumbra ver. No había niños pidiendo monedas, ni adultos durmiendo por las calles; no vio ninguna casa de placer, no encontró nada qué pudiera hacerle pensar que los Targaryen mataron de hambre a su pueblo y que jamás se vieron beneficiados de los puertos. Era todo lo opuesto, y Maegelle lo notó.

─¿Esperabas algo más?

─Sí ─dijo él─, esperaba ver a tu gente en la misma miseria, siendo honesto.

Maegelle no se ofendió, soltó una corta risa.

─La diferencia entre aquí y King 's Landing es que no están los Señores de cada casa de los Siete Reinos ─dijo ella─. Aquí las mujeres y hombres trabajan por igual, los niños reciben un poco de educación; se benefician de nuestras ganancias, y nadie es juzgado por quién es, qué hace o cómo escoge vivir su vida. Mis ancestros trajeron sus tradiciones de la Vieja Valyria a Dragonstone, y permanecieron aquí aún tras tantos años desde sus muertes. Los dragones son venerados, y muchos aún rezan a nuestros Dioses porque vuelvan a surcar los cielos.

Maegelle acabó y Robert la observó, se veía cómoda y libre allí.

─¿Por qué no gobiernas desde aquí? ─le preguntó, ella alzó su cabeza viéndolo con confusión.

─Sin dudas King 's Landing es un poco... oloroso y esas cosas, pero ha sido ubicado allí porque está más cerca de los demás reinos.

Robert hizo una mueca.

─Me gusta más aquí ─dijo él, haciéndola reír nuevamente─. ¿Crees que regresen?

─¿Qué cosa? ─preguntó distraída, mientras saludaba a unas niñas que la reconocieron y alzaron sus manos saludándola con emoción.

─Los dragones ─dijo él─, ¿crees que regresen?

─No estoy segura ─dijo ella─, cuando los dragones cayeron en la Danza de Dragones, nuestra magia también se desvaneció y cada uno de nosotros comenzó a ser más débil, más inestable; sí creo que pueda llegar a suceder, no estoy segura si será en mis tiempos.

─Tu tiempo aún ni ha comenzado ─musitó él─, así que puede suceder cualquier cosa. Mi abuela lo creía.

Maegelle sonrió, asintiendo.

─Entonces creeré aún más en ello ─dijo la joven─. Oh, allí está mi pastelería favorita. ¡Vamos!

─En tu cabeza sólo piensas en pasteles, ¿no?

─Son mucho más emocionantes y deliciosos que tú ─musitó ella, caminando sin él. Robert bufó ofendido.

─Digo lo mismo de ti.











Continue Reading

You'll Also Like

589K 41.7K 76
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
1.3K 127 5
aqua y akane han terminado su relación,realmente no lo querían hacer,pero aqua al ver que su novia se veía en un peligro no tuvo mas que hacer que te...
15.4K 1.2K 13
˖➤One Shots. ˖➤types of boyfriend.
12.7K 2.2K 20
-No soy gay. -¿Seguro, Jungkook? -acercándose y quedándose a una distancia peligrosa-. -...tal vez tú eres la excepción. 🔗 JiKook. 🔗 19 capítu...