Después de 5 años traen consigo cambios a la vida de las personas y más cuando se toman malas decisiones.
La mañana del 04 de julio después de cinco años de aquel terrible suceso que rompió la hermosa familia.
- Mami ya te dije que no quiero ir a casa de mamá. Decía Antonella debido a que no quería ir con su mamá Lauren.
- Hija ya sabes que debes ir, ese fue el trato del juez, además tienes 13 años no te mandas sola. Decía Valentina quien miró fijamente a su hija.
- Si mi mamá Juliana estuviera aquí las cosas fueran diferentes. Expresó la pequeña a lo qué Valentina prefiero no discutir con la adolescente. Dio la espalda y simplemente le dijo.
- Hija en 20 minutos llega tu mamá así que por favor apúrate. No olvides que te amo.
- También te amo mami.
Un hogar era lo único que había deseado Valentina, su propia familia, un hogar donde pudiera olvidar los patrones que había vivido en su infancia, pero la vida se encargó de romper con sus ilusiones.
- ¿Mami crees que este pantalón esté bien? Mira mi peinado. Pregunto el también adolescente Em
- Em estás hermoso, eres un increíble y perfecto hombrecito. Mío y de nadie más. Así que dile a esa niña que tienes una mamá celosa.
- Ay mamá ya te dije que no tengo nada con Christin
- Solo te advierto. Decía mientras se escuchó un coche tocando la bocina.
- ¿Es Lauren? Pregunto el adolescente
- Si, pero ya sabes cómo se pone tu hermana.
- Bye. Dijo la pequeña adolescente.
- Hey, regresa. Expresó Valentina extendiendo sus brazos y la adolescente se devolvió y abrazó fuerte a su mamá.
- Extraño a mamá Juliana, y un mes lejos de ti es demasiado mami.
- Lo sé bebé, pero Lauren también es tu mamá y ella te necesita princesa. Vas a pasarla muy bien y pronto estarás en casa conmigo mi amor.
- Si mami. Te amo. Dijo la pequeña para luego mirar a su hermano
- No me vayas a arruinar mi ropa con tus lágrimas. Decía el hombrecito
- Te quiero también. Dijo Antonella
Los tres rieron y les tocó despedir a Antonella quien tenía que ir con su madre Lauren quien después de pelear la custodia gano tenerla fines de semana y un mes al año por la alta agenda de contratos que tenía su madre.
Mientras que para la vida de Valentina entres dos de sus hijos y la hija que le tocó adoptar, Alisha quien ya tenía una pequeña bebé, su agenda apretada, Sergio seguía trabajando como su manager, Haily su hermana y amiga incondicional que ama a sus sobrinos, la mamá de Valentina ya no estaba para verlos crecer y tampoco para todo el dolor que tuvieron que atravesar cómo familia.
- ¿Estás bien? Pregunto Sergio
- Si, solo que las extraño. Mi bebé, mi chiquita mi princesa, la luz de mi vida. A veces me culpo por todo lo que paso.
- Valentina no es tu culpa, tampoco creo que haya sido culpa de ninguna de las dos. Lo que paso después, bueno.
- Mejor vamos, no quiero pensar en nada. Además hoy tengo que llegar a casa temprano, debo cenar con mi príncipe. Decía la rubia quien tenía compromisos de modelo y de actriz, la mujer aún se mantenía hermosa, fuerte, su alegría había disminuido, pero se mantenía por sus hijos, pero esa noche todo cambiaría.
Luego de un día de trabajo, la rubia llegó a casa y su hijo la esperaba para cenar.
- Mamá llegaste, por fin vamos a cenar.
- Si mi amor. Dijo entrando a casa y al entrar besa a su pequeño, y en ese momento llaman al teléfono. - Bueno, aló si ¿Van a responder?
- Mamá. Esas palabras paralizaron a Valentina. Su corazón se aceleró y comenzó a descompensarse su cuerpo.
- ¡Charlotte!
- Estoy fuera de la casa.
- ¿Qué?
Valentina corrió a la puerta y vio a su hija después de 5 años. Las lágrimas comenzaron a salir al ver a Charlotte toda una señorita, se lanzó a abrazarla y apretarla, dejaba besos en sus mejillas, en su frente - Mi princesa, amor hermoso ¿Cómo? Vamos a dentro.
Ingresaron a la casa, Em miró a su hermana por fin sin un velo en su cabeza. Corrió a abrazarla, las lágrimas eran el idioma que se hablaba en esa casa.
Después de varios minutos de abrazos y besos no podían entender cómo Charlotte estaba allí.
- Mami puedes calmarte. Nadie me siguió, estoy aquí porque cumplí la mayoría de edad, mamá me ayudo a sacarme el pasaporte...
Un silencio se extendió en la casa y era inevitable no preguntar por ella.
- ¿Dónde está mamá? Pregunto Em
- No lo sé. Ella viajo antes de que yo tomara el vuelo ya sabes que ella no podía estar allá legalmente y no he sabido de ella.
- Mañana veremos amor. Lo importante es que estás aquí en casa con nosotros, vamos a comer mientras me cuentas cómo lograron que te fueras de allí.
- Pues mamá siempre estuvo pendiente de hacer todos las gestiones y ya soy mayor así que la familia de Ranjit ya nada podrían hacer y si estaba difícil escaparme. Todo por una herencia. Mami te extrañe tanto. No era fácil para mí verte cada día por video llamadas.
- Hija de mi alma. Mi princesa...
Cinco años atrás
- Juliana no me parece que tengas que ir a ese viaje con los niños.
- Amor esto lo hacemos por Chalotte, tendrá por primera vez un mundial Olímpico. Amor el miedo no nos puede atrapar toda la vida. Decía Juliana quien alistaba las maletas.
- Pues deja a Em.
- Te dije que voy a aprovechar para lo de herencia.
- Juliana no quiero que ni tú ni los niños estén en peligro.
- Amor ya deja esos miedos y piensa en la niña. Además antes de morir Kiran quería que esa herencia quedara en manos de Em. Nada nos pasará
- Juliana tengo miedo y mi mayor miedo es que algo le pase a uno de ustedes y no estar con ustedes. Dijo Valentina acercándose y besando a su esposa.
- Todo estará bien además estarás los guardaespaldas. Te prometo que los traeré a casa sanos y salvos.
- Ok amor.
El viaje era para el mundial olímpico y la pequeña Charlotte se había vuelto famosa, pero el viaje era en la India y ella viajó con Charlotte y con Em.
La competencia fue un éxito la pequeña había ganado dos medallas de oro y ya estaban a punto de irse al hotel cuando llegaron los oficiales de ese país con una orden atestando a Juliana por secuestro de una menor, en ese país ella tenía una orden de captura por haber secuestrado a Charlotte.
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La alegría de tener a Charlotte en casa era maravilloso, Valentina no le cabía en el pecho tanta felicidad, hasta durmió con sus dos hijos. En la mañana después, Valentina despertó y miró a su lado estaban sus dos hijos, pero aún faltaba alguien más su mujer.
Sonó el teléfono y contesta Valentina
- Mami, ¿Es verdad que Chalotte está en la casa?
- Si hija.
- Ya le dije a mamá que debo volver a la casa.
- ¿Qué dijo Lauren?
- Que después del desayuno me lleva.
- Ok hija, aquí nos vemos.
La alegría embargaba de nuevo a la familia, pero ¿Podría ser mejor? La mañana comenzó entre desayuno preparado por Valentina para sus dos retoños.
Charlotte a pesar de tener 18 años seguía jugando con su hermano, fueron cinco años que se perdió de la vida de su familia y su madre después de ese día comenzó un juicio legal que en ese país lo perdió y Charlotte le quedó legalmente a la familia de Ranjit.
A pesar de toda la lucha Valentina no podría hacer nada, solo logro que la niña pudiera ver a sus madres y hermanos cada día por video llamada. Algunas visitas que logre hacer Valentina a su hija en ese país, la que tenía prohibido verla era Juliana y así evitaría la cárcel.
Todos estos años fueron difíciles para ambas, la frustración, la culpa y el dolor llevaron las llevaron a la separación. Juliana se perdió por el dolor y perdió poco a poco su matrimonio y poco a poco a sus hijos.
La menor de los Carvajal abrazando a su hermana y gritando cuando desesperada. Mientras su mamá Lauren le gritaba - El fin de semana vengo por ti.
Llegaron los hermanos de Valentina, llego Sergio, también se unió a la celebración el papa de Valentina, también Alisha con su esposo y su pequeña bebecita y finalmente la puerta dio paso a que Juliana regresara.
Los retoños de Valentina miraron a la mujer castaña que entra. Los tres corren a abrazar a su mamá quien a pesar de todo visitaba a sus tres hijos y se dividió todo este tiempo entre sacar del país a Charlotte y en ver a sus otros dos hijos.
Las lágrimas fueron el escenario de aquel momento de reencuentro. La mujer no podía creer que lo había logrado saco a Charlotte de aquel infierno.
Entre contar y besos y todo ese momento Valentina quien había vuelto a la bebida tenía una copa en sus manos y miró a su familia.
Después que se declarara una fiesta en casa, como solían hacerlo, Valentina y Juliana se quedaron a solas.
- Te ves hermosa. Dijo Juliana
- Gracias Juliana. Gracias por devolverme a mi hija.
- Tenía que traerla, te lo prometí.
- Te extraño, pero ya las cosas no son como antes. Gracias por devolverme a mis hijos. Y si gustas quedarte en esta casa, pero entre tú y yo las heridas estás abiertas aún. Tal vez exista un mañana entre tú y yo, pero ahora solo eres la madre de mis hijos.
- Lo sé y no espero menos de ti. Te amo
- Vengan a ver la competencia de natación de estos tres niños. Grito Sergio desde el aré de la piscina. Ellas sonrieron y luego fueron a la piscina...
FIN
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