Al entrar al restaurante algunos clientes que se encontraban allí no dudaron en saludar y agradecerle por la comida que había logrado conseguir qué ahora se encontraba en el ayuntamiento. Tonis, el hijo mayor de Rosa que en realidad sólo era un pequeño y dulce niño de cabello castaño y pecas se le acerco a toda velocidad abrazándola por las piernas.
── Pero miren a quien tenemos aquí, a mi pequeño ayudante ── se agachó para tomarlo en brazos ──. ¿Como estuvieron las cosas por aquí, eh? ¿Cuidaste a Vash por mi?.
El niño asintió acercándosele al oído contándole todas sus hazañas como ❛ayudante❜ de la sheriff, no habían muchos niños de la edad del pequeño así que para poder entretenerlo Rein le había dado un ❛cargo❜ como su mano derecha qué se encargaba de cuidar de la ciudad mientras ella no estaba.
── ¡Ese es mi pequeño! ── beso la mejilla del pecoso ──. Sigue así y tu serás el siguiente sheriff de Jeneora.
Aquello emoción al niño quien no dudo en abrazarla de nuevo, el rubio los miro con ternura junto a Meryl. Evengarden lo dejo en el suelo para verlo correr hacia algún lado del restaurante.
── Ya regreso ── dijo al ver como se sentaban en una mesa ──. ¡Rosa! ¿Aun esta mi cuarto disponible?.
── ¿Eh? Si, si aun esta disponible... ── dijo la mujer quien hablaba con otra chica que la reconoció, era Carolina, una chica que vendia baratijas a unas cuantas calles de allí ──. Hola Carol.
── Sheriff.
El trío la vio subir las escaleras hacia el segundo piso del local, no pasaron ni cuatro minutos cuando Vash se levantó de la silla antes de que comenzarán con la entrevista dejando confundida a la chica periodista, subía las escaleras para dirigirse hacia la habitación de Rein.
── Si va a hacer sus cochinadas, háganlas en silencio o me asustaran a los clientes ── advirtió Rosa provocando un sonrojo en el joven.
── Ro-Rosa... ── se quejo.
Siguió su camino hacia aquel cuarto donde seguramente la chica se cambiaría de ropa, y así era. Rein tenía planeado quitarse esa ropa llena de arena y suciedad, dejo su sombrero de lado junto a su arma, se quito el gran saco luego sus cinturónes donde llevabas las balas y los guantes qué le llegaban hasta los codos con unas vendas qué cubrían algunas de sus heridas. Tan distraída se encontraba qué no escucho cuando Estampida entro a la habitación, la darse la vuelta sus labios impactaron con los del muchacho asustandola un poco.
── Perdón, es solo que te extrañe ── susurro sobre sus labios para volverla a besar ──. Rosa dijo que no hiciéramos ruido.
Un color rosa invadió las mejillas de la peliazul qué coloco sus manos en el fornido pecho de su amante.
── Vash no podemos, aquí no ── dijo con cierta vergüenza.
── Eso mismo dijiste la ves anterior y aun así no nos detuvimos ── susurro empezando a pasar sus labios por el cuello de ella.
Sus manos viajaron hacia las piernas con arneses qué estaban sujetos desde las botas de la menor, de un solo levanton la subió a la mesa llena de libros y hojas que había en la habitación. El metal frío hizo qué Rein se estremeciera por lo bien que se sentía.
── Seré rápido lo prometo ── la beso de nuevo adentrando sus manos cada vez más entre la falda de su vestido.
── Vash... ── su nombre salió en un suspiro al sentir el roce de sus dedos.
El rubio hizo unos movimientos con sus dedos para poder introducirlos en su interior, un gemido salió de Rein, al principio empezó con dos dedos de su brazo metálico ya qué sabía que de esa forma estimulaba mejor a la peliazul mientras que con la otra masajeaba su clitoris. Simulando pequeñas embestidas qué poco a poco subían de velocidad y luego fue el turno de un tercer dedo qué hizo qué Evengarden apretara los labios para no soltar algún gémido audible, luego de estar unos minutos de aquella forma Vash la atrajo a el provocando qué quedarán más cerca que antes.
── Estas tan húmeda y estrecha, solo por mi ── susurro luego de sacarle los dedos ──. Ahora viene la parte divertida.
Rein soltó un quejido al sentir el bulto en la entrepierna del rubio, el susodicho la beso con necesidad para luego introducir su miembro de un solo golpe provocando qué ella soltara de nuevo un gemido aprovechando la oportunidad para poder meterle la lengua, empezando a recorrer cada centímetros de su boca mientras empezaba con el vaivén qué de a poco empezaba a subir la velocidad provocando cada vez más y más espasmos en la sheriff. Sintió como Estampida bajaba el cierre de su vestido para poder dejarla completamente desnuda, pero nunca se imagino que el muchacho apretaría uno de sus pechos con una exitante fuerza.
── Ahh~, e-eso dolió... ── logro decir mientras sentía como empezaba a jugar con el y la embestidas se hacían más profundas ──... ¿Daddy?...
El rubio se quedo quieto un momento primero pasivo y ahora ¿daddy? Esa mujer lo iba a volver loco aun que ya lo había hecho en realidad.
── Mierda~ ── dejo lo que estaba haciendo para tomarla firmemente de la cintura ──. Eres la niña de daddy, claro que lo eres.
Pudo sentir como en cada entrada y salida el pené de Vash la destrozaba en dos sobretodo cuando lo hacía más y más rápido, sentía que en cualquier momento llegaría a ese punto dulce que la haría explotar el siempre lograba encontrarlo rápido, el rechino de la mesa era ocultado por los gemidos y suspiros de ambos junto a sus pieles ya llenas de sudor.
── Daddy, yo... ── trato de hablar al sentir como estaba cerca del orgamos ──... Ya puedo...
── Dije que iba a ser rápido, princesa ── le guiño el ojo por debajo de sus gafas.
Vash entro más profundo esta vez logrando llegar al punto dulce de su amada quien gimió ante esto mientras dejaba salir sus líquidos, el mayor sonrió totalmente complacido antes de ayudarla a volver a la normalidad nunca se espero que ella se pusiera de rodillas a centímetros de su falo, abrió los ojos al verla sonreír con inocencia mientras lo introducción en su boca para empezar a moverse, ahora el era quien soltaba pequeños gemidos y suspiros por lo bien que se sentía recordando cuando fue la última vez que había sentido esa sensación.
Llevo su camino al cabello azul de la chica enrredandolo entre sus dedos para inconscientemente provocar qué su miembro entrará más en la boca de Rein quien al sentir como casi le llegaba hasta la garganta abrió los ojos sorprendida pero con ganas de que siguiera así, pequeñas lágrimas salieron de sus ojos gracias a aquello, lágrimas qué el chico noto y seco con dulzura.
── Tranquila, mi niña ya vas a lograr que me venga en tu linda boca.
Como adoraba qué el chico tomará esa actitud tan dominante cuando tenía sexo, ya que también adoraba su lado tierno y cuidadoso pero ese lado dominante y lujurioso era lo que la mataba.
── ¡Ahh~! ¡Ahh~!.
Sintió el semen del chico llenarle la garganta luego como este le soltaba el cabello y se separaba de ella dejándole qué respirara mejor pero que se tragara todo antes que cayera al suelo. El rubio la miro limpiandose cualquier rastro con cierta timidez, sonrió para tomarla en brazos y dejar un beso en su mejilla.
── Ven, vamos a ahorrar agua ── bromeó llevándola hacia el baño.
── Tonto ── dijo soltando una risita con un color rosa en sus mejillas
Luego de salir de la habitación para disimular algo que si sucedió la chica se llevó una de las cajas qué tenía en el cuarto junto un arma, Meryl regaño a Vash por haberlos dejado solos por un buen tiempo a lo que ella simplemente se rio para dejar la caja en la mesa y empezar a arreglar su rifle mientras ellos entrevistaban a su amante.
── Entonces, ¿quieres decir que no eres tu el que va robando plantas por todo el planeta? ── pregunto la chica de boina. Vash asintió como niño pequeño ──. ¿Qué el culpable es tu hermano gemelo qué tiene tu mismo aspecto?.
De nuevo asintió, Roberto se quito el cigarrillo de los labios y expulsó el humo demostrando que no estaba muy convencido de lo dicho por el muchacho.
── Un hombre con la misma cara pero diferente actitud ¿eh? Parece difícil de creer ── confesó.
── Y no tenemos pruebas ── agrego Meryl.
── Es decir, que no podemos confiar en lo que nos dices.
── En partes tienen razón, si no conseguimos pruebas nunca podremos demostrar tu inocencia querido ── comento la chica dejando el limpia pipas de lado para verlo unos segundos.
Vash puso una cara de sufrimiento haciendo notable su dolor al ver como no le creían.
── Por esa cara no va a funcionar ── dijo la más baja para ver a la chica a su lado ──. ¿Usted lo a visto sheriff?.
── Por favor linda, tratame de tu, dije que si son amigos de Vash entonces son amigos míos. Además estoy segura de que soy menor que tu ── comento la chica divertida
Aquello hizo qué Meryl se sonrojara por la vergüenza y por cierta parte sentir que la habían llamado vieja, solo tenia 24 años pero... Si según ella esa era una edad aun menor ¿cuantos años tenía Rein?.
── Y para tu respuesta, no. Vash me contó de el pero nunca lo eh visto ── confesó sacándola de sus pensamientos mientras la veía limpiando con una manta su arma.
── Ese hermano tuyo, ¿Knives se llamaba? ── hablo Roberto captando la atención del trío ──. ¿Qué le llama tanto la atención de las plantas?.
── ¿Es por dinero? ¿O busca fama?.
── ¿Acaso es por venganza?.
Un pequeño ruidito los hizo ver hacia el lado de Rein, el pequeño Tonis había dejado una jaula con pequeñas crías de gusanos voladores como un regalo para la pareja asustando a Meryl y confundiendo a Roberto.
── ¿Qué pasa muchacho? ── pregunto el susodicho hacia el niño.
── ¿Son para nosotros? ── pregunto Vash, el pecoso asintió empujando más la jaula hacia el ──. Muchas gracias, Tonis. Los cuidaremos bien.
Vio con ternura como el chico le acariciaba la cabeza al niño, aveces podía verlo actuar así y se preguntaba ¿como sería Vash con su propio niño? Osea como un padre muy seguramente tierno y torpe, rio al imaginarselo corriendo de un lado a otro sin saber que hacer muy bien con el. El ojiazul la miro notando su mirada provocando qué se avergonzara.
── ¿Oh? ── Rein vio como Tonis jalaba su vestido y le indicaba qué lo subiera ──. ¿Qué pasa pequeño?.
Este saco de su ropa una rosa de papel arrugada y se la extendio a la chica, sonrió con el corazón derretido y la tomo para luego ver como el infante le daba un beso en la mejilla.
── Awww Tonis, eres muy tierno, gracias ── dijo para darle un beso en la cabecita.
── Jeje, al parecer alguien quiere conquistarte ── bromeó Vash haciendo que ella rodará los ojos mientras el niño se ocultaba en su ropa.
── Oh callate.
── Ustedes dos... Parecen matrimonio qué otra cosa ── se sincero Roberto sin importarle una pizca.
Ambos chicos se vieron apenados por sus palabras. Sin la intención de comportarse de aquella manera.
── Qué momento más tierno ── rio nerviosa la periodista universitaria.
── Si ni siquiera estas viendo ── le recriminó el hombre de barba.
── ¿Ya se fue?.
── Aun no.
── ¡Tonis! ── grito Rosa sacándolos del momento y asustandolos, sobretodo al niño que se bajó de Rein para tomar su jaula ──. ¿Cuantas veces te eh dicho que no traigas gusanos aquí?.
El niño salió huyendo con toda sus cosas para atrapar gusanos provocando cierta tristeza en la pareja, ambos querían demasiado al niño.
── ¡Y no vuelvas por aquí por un buen rato! ── dijo la mujer al ver a su hijo irse corriendo.
── Mujer, no fue para tanto ── regaño la peliazul.
── Ahora... ── vieron como Rosa sacaba una arma tmp detrás de ella para amenazarlos, aquello hizo qué se sorprendieran y se asustaran al mismo tiempo ──. De verdad lo siento, Vash. Una disculpa para ti también Rein.
Todos los del bar se levantaron y los amenazaron con armas, cada uno levanto las manos sin intención de atacar a excepto de la de menor que en realidad no planeaba rendirse tan fácil.
── ¡Esperen un maldito momento! ¿En serio harán esto, después... De todo? ── hablo tratando de dialogar ──. Rosa... Tu...
── Perdón Rein, agradecemos lo que as hecho por esta ciudad pero... No es suficiente ── respondió la mujer ──. Así que haremos esto por las buenas... O por las malas.
Vio de reojo a Estampida qué estaba igual que ella, incrédulos por escuchar tales palabras tan frías de la mujer a quien consideraban una amiga.
── Bien... Si esto es así ── bajo la mirada dando indicios de que se rendía. Pero rápidamente saco una revolver para disparar hacia las lámparas y hacia las vigas para que cayeran dándoles una distracción para huir ──. ¡Nos vamos de aqui!.
Tomo su rifle y la mano de Vash para saltar por una de las ventanas del lugar rompiéndola en el proceso, empezando a correr por los edificios esquivando las balas y evitando caer de una buena altura.
── ¡No los dejen escapar! ── escucharon el grito de Rosa.
── ¡No puedo creerlo! ── se quejo Rein mientras se deslizaba por uno de los muros.
Al dar vuelta a la esquina el rubio la tomo antes para irse por otro lado ya qué un grupo llego y empezó a dispararles, evitando qué la lastimarán la subió a su hombro como un saco de papas mientras escuchaba como les disparaba a los habitantes de Jeneora.
── ¡No les dispares! ── regaño mientras corrían por unos unos contenedores.
── ¡¿Y ellos a nosotros si?!Además los estoy asustando ── hizo un puchero indignada ──. ¿Eh?.
Se detuvieron al ver como los rodeaban, la peliazul se bajó del hombro de Vash viendo como el susodicho se rendía y como ella se quedaba sin balas pero gracias al cielo Meryl apareció y les grito.
── ¡Vash, Rein tomen esto! ── les lanzó una soga.
El de brazo metálico rápidamente tomo la soga y tomo a su amante de la cintura para subir por el gran muro evitando las balas nuevamente mientras ambos periodistas los subían, estos intentaron alejarse de la orilla pero los cuerpos de ambos disparadores los detuvieron.
── ¿Qué demonios esta pasando? ── pregunto fastidiado el mayor de los cuatro.
── ¡Como pesan! ── se quejo la de cabello corto.
── Yo también quisiera saber lo mismo ── dijo Vash quitándose de encima de ellos.
── ¡Esos malditos! ── exclamó molesta mostrando ambos rótulos de "SE BUSCA" ──. Piensan entregarnos.
Soltaron un bufido, eso no significa nada bueno. Eso significa escapar... De nuevo.
━━ㄔ. ⊹°≼
¡JA! ¡Las atrape puErkAs! Es lo que esperaban encontrar aquí verdad PeCaDorAs!! - __ -
Okno pido perdón xD
Espero les haya gustado y nos vemos a la próxima sayonara owo.
━ ༶❛〲࿐ Taro🪻