El sexto integrante

By Ineskyblue

11.3K 1.1K 1.8K

Émile sueña con vivir de su música, se pasa el día y las noches escribiendo canciones y fantaseando con canta... More

Antes de leer
★Sinopsis★
★Capítulo 1★
★Capítulo 2★
★Capítulo 3★
★Capítulo 4★
★Capítulo 5★
★Capítulo 6★
★Capítulo 7★
★Sixthers★
★Capítulo 8★
★Capítulo 9★
★Capítulo 10★
★Capítulo 11★
★Capítulo 12★
★Capítulo 13★
★Sixthers★
★Capítulo 14★
★Capítulo 15★
★Capítulo 16★
★Capítulo 17★
★Capítulo 18★
★Capítulo 19★
★Capítulo 20★
★Capítulo 21★
★Capítulo 22★
★Capítulo 23★

★Capítulo 24★

123 18 10
By Ineskyblue

"Supongo que me gustó un poco la forma en que adormeces todo el dolor"

Someone You Loved - Lewis Capaldi

★★★

DYLAN

Golpeo tres veces la puerta de su cuarto, creo que nunca estuve aquí, es la única habitación de la casa que no conozco.

Venía dispuesto a tener la más intensa pelea, pero en cuanto me abre la puerta y noto que sus ojos están muy irritados por estar llorando, no puedo evitar suavizarme un poco.

Sí, así de débil soy.

—Ya entendí, ¿si? —me dice antes de que emita una palabra—. Fue un comentario de mierda y lo hice sin maldad, ya perdí a mi mejor amiga por esta tontería, no sé qué les habrá dicho la otra, pero te juro que no le dije nada malo.

Su tono despectivo hacía Lúa hace que me enoje otra vez y me recuerda la mirada de vergüenza que tenía mi amiga cuando Indra nos contó lo que pasó.

Tal vez hace un tiempo que las cosas están raras entre nosotros, pero no por eso dejo de quererla del mismo modo, fue mi lugar seguro por mucho tiempo y la quiero como a una hermana, estoy seguro de que cuando sus sentimientos se aclaren todo volverá a la normalidad.

—Que no veas lo malo en lo que dijiste es un gran problema —mi voz sale más fría de lo que pretendía.

—Solo quería motivarla a mejorar, fue con buena onda.

—¿A mejorar qué? Mejor cállate que cada cosa que dices solo te hunde más.

—¿Por qué se lo toman tan a pecho? No es…

—Mira, quiero ser directo contigo porque no es mi intención que perdamos el tiempo: no entiendo tu actitud de las últimas semanas, pero tienes que parar, estás arruinando todo, los chicos ya no te quieren y…

—Me da igual, Dylan, no me importa si me quieren o me odian, yo hago lo que hay que hacer y ya.

—Tú sabes que mi opinión tiene mucho peso en las decisiones…

—Ajá, tanto peso que te obligan a fingir que tienes novia —me interrumpe una vez más, con la voz llena de ironía y rodando los ojos.

—Nadie me obliga a nada, Freya. No tengo que explicarte mis motivos para las cosas, pero los tengo.

—¿Salvarle el culo a tu novio?

Me pone incómodo no aclararle que Emi no es mi novio, se siente desleal con él cuando me dejó muy claro que no quiere, pero sé que en este contexto de discusión eso solo sería una herramienta para que ella me lastime y por eso prefiero obviarlo.

—Estás peor tú, qué solo lo haces por ser relevante y a ver si así logras importarle un poco a los fans ¿no? Ya que con Emi no pudiste…

—Yo con Emi no buscaba ser relevante —se defiende de inmediato, con un tono bastante agresivo—. Estuvimos juntos porque los dos nos gustamos, desde el primer momento, y hubiera funcionado a la perfección si tú no te hubieras metido en el medio.

—¿Entonces es eso? Fingiste que no te importaba y en realidad te estás muriendo de celos.

—¿Qué dices? No seas idiota —intenta reír, pero como antes estaba llorando le sale muy raro—. Solo te lo estoy diciendo para que tengas claro que fui la única persona que realmente le interesó en cuanto llegó. No sintió nada cuando te vio, no le pasaba nada contigo, solo terminó pasando algo porque tú lo influenciaste.

Quiero ser hiriente y decirle que no es mi culpa que no sintiera nada cuando la besó, pero ya no me siento tan fuerte, de algún modo encontró el punto y lo que me dijo me hizo sentir inseguro.

—Yo no… —intento formular una respuesta decente, pero por suerte Lúa viene a interrumpirnos porque estoy seguro de que no lo hubiera logrado.

—Dylan, te estamos esperando —dice al otro lado del pasillo, mientras se acerca— ¿Me ayudas con unas bebidas?

—Em… sí, claro —murmuro con la mirada baja, para luego regresar la atención a Freya—: Es lamentable el lugar que estás eligiendo ocupar, espero que te des cuenta y cambies mientras estás a tiempo.

Antes de que alcance a voltearme ella cierra la puerta azotándola con fuerza a centímetros de mi rostro. Creo que fui impulsivo y no logré nada bueno con esta conversación, no supe defender a Lú, ella supo ponerme inseguro y nada está mejor que antes.

—¿Estás bien? —me pregunta Lúa levantando su rostro hacia mí— Sé que ya lo arreglaste con Emi, pero tus ojos aún se ven tristes, ¿qué pasa?

—Nada importante, solo es mi mente jugando conmigo —lo desestimo por completo— ¿Tú? ¿estás bien?

—Sí… Bueno, no del todo, no estoy segura de nada, no tengo idea de qué está pasando con mi vida en realidad. —Compartimos una mirada cómplice y los dos nos reímos, extrañaba demasiado eso, la extraño de verdad.

—¿La falta de certezas empieza por "i"?

—Ojalá solo fuera Indra, pero hay más.

—Cuando quieras hablar solo dime y…

—Sí, lo sé. Aunque hablar no es mi especialidad —asiente para darme a entender que sabe que estaré aquí—. Quería decirte… en realidad… que lo siento.

—¿Por?

—Ayer a la noche, tú estabas mal por tu pelea con Emi y me necesitabas. Sé que no he estado a la altura de ser tu mejor amiga, pero no creas que no me importó, si me dejas explicarte…

—No hace falta, está bien.

—Pero es que no he dejado de pensar en eso, Dy —insiste con un tono bastante ansioso, así que la dejo hablar—. Justo cuando bajamos del escenario fue que Freya me dijo eso, entonces mi mente empezó a bombardearme con un montón de pensamientos de mierda hacia mí misma que pensé que ya no volverían y… creo que cuando Indra y yo te alcanzamos simplemente estaba… ¿disociando es que se dice? Bueno, eso, mi mente no estaba allí, creo que intentaba protegerme pero no sé si funcionó. El punto es que luego cuando llegué aquí y reaccioné, tu ya estabas con Indra y solo… no hice nada, perdón, cuando logré entender debí ir a la habitación y estar para ti, yo te quiero, me importa todo lo que te sucede, solo…

—Estabas dando tu propia lucha, lo entiendo, no voy a dejar de quererte Lú.

Me hace sentir seguro cuando Emi me dice eso, supongo que funciona igual con los demás y por eso lo intento.

—¿Me perdonas?

—No hay nada que perdonar, estamos bien.

—Ya no estoy enamorada de ti, necesito que volvamos a ser amigos —suelta de la nada, en cuanto volvemos a caminar hacia la cocina.

—¡Lúa! —le reclamo con los ojos muy abiertos.

—¿Qué? Si ya lo sabías…

—Sí, los dos lo sabíamos pero no había que decirlo así.

—Ya está, ya pasó —le resta importancia y me jala para que siga caminando—. Ahora quiero que seamos tú y yo otra vez.

—No sabía que habíamos dejado de ser amigos —respondo mostrando mi ofensa.

—Deja el drama —me empuja levemente hacia la cocina y baja mucho su tono de voz—: ¿Crees que esa chica es bonita?

—¿Luciana, la amiga de Emi?

—Sí, sí, cómo se llame, ¿crees que es linda?

—Sí, supongo…

—Pero, ¿muy linda o simplemente aceptable?

—No es el tipo de chica que yo miraría, pero considerando simplemente los estándares de belleza en general, diría que está muy por encima del promedio.

—Qué respuesta rara, Dylan, nunca sabes ser simple.

—Es una pregunta rara, Lúa, ¿qué quieres? —imito su tono de voz y ella me golpea el hombro.

—Ya, en serio, ¿crees que a Indra le gusta?

—¡Oh, por Dios! —me cubro la boca con la mano y ella me lanza una mirada asesina— ¡Estás celosa! ¡Te gusta Indra!

En definitiva ya sabía que le gusta Indra, pero ahora lo está asumiendo indirectamente.

—¡Claro que no! —lo niega muy rápido cuando sus mejillas se ponen rojas— Solo me dió curiosidad porque…

—Porque… —repito cuando se queda en blanco.

—Ya, no se me ocurre una excusa, no me presiones.

—Obviando por completo la situación comprometedora en la que te acabas de poner, diría que sí, a Indra le gusta esa chica —respondo con sinceridad—. Pero ella está con su novio, no creo que llegue a ser más que algo platónico.

—Ese no es el punto… —murmura con un resoplido—. Es que tú siempre dices que le gusto a Indra, pero si le gusta ese tipo de chica tan… perfecta y… delicada… ¿cómo voy a gustarle yo?

—Yo sé que le gustas, estoy seguro, no es un supuesto. Además tú también eres perfecta y delicada…

—¿Yo? —su tono descreído me da ganas de sacudirla para que reaccione, pero solo muerdo mi labio y asiento.

—Sí, tú, así, preciosa como eres, le gustas a Indra más que cualquier otra chica perfecta.

—Si es que le gusto, no le gustó más que Luciana.

—Sí, le gustas más que todas, pero como no le das la atención que se merece me parece perfecto que la busque en otro sitio.

—¡Dylan! —reclama con voz chillona.

—¿Qué? Es verdad. Ojalá resulte que la chica y su novio tengan una relación abierta o algo así, ojalá le guste Indra a ella también y pueda fijarse en alguien a quien no le pese lo que hay entre sus piernas más que la obvia conexión y atracción que sienten.

—No digas eso —me ordena arrugando levemente su nariz— ¿Eres mi amigo o mi enemigo?

Soy su amigo, sí. Pero soy un amigo que dice la verdad, y además… bueno, creo que también soy amigo de Indra. ¿Ella me considerará así? Creo que me importa lo que siente, y me molesta ver qué Lúa jamás lo considera.

—¿Por? Si a ti no te gusta Indra…

—No, no me gusta.

—¿Entonces? —no responde así que me río— ¿Acaso no crees que Indra se merece alguien que la quiera por lo que es?

—Sí, pero…

—Sin peros Lú, si no la quieres contigo no entorpezcas su camino.

—Ya.

—No te enojes.

—No me enojé —dice en un tono claramente muy enojado.

—Ajá.

—Ajá.

—¿Estoy equivocado? —la interrogo.

—Sí.

—¿En qué?

Suelta un suspiro lento y pausado, como si mil barreras existieran entre su mente y sus palabras.

—Me pasa algo con ella, ¿ya? No sé qué es, pero me da ganas de llorar y me confunde.

—Es normal sentirse así, también me pasó.

—No sé qué me pasa, Dylan, pero no quiero que me pase, no quiero hacerle eso a mis papás y no quiero ser… así.

—¿Así cómo? ¿Como yo?

—No hagas de esto algo personal —pide, un poco asustada por mi reacción.

—No lo hago, pero la forma en la que hablas a veces me incomoda. Emi, Indra y yo estamos parados exactamente en ese sitio que te desagrada tanto, así que cuida tus palabras.

—No es que piense que ustedes están mal, es que yo no… no quiero eso, para mí.

—Para tu desgracia no es algo que puedes elegir, es algo que simplemente ocurre. Hay quienes somos valientes para escucharnos y quiénes…

—No me juzgues, Dylan.

—No lo hago.

—Dices que no soy valiente.

—No me dejaste terminar.

—¿Qué ibas a decir? —los dos estamos hablando en tono neutro, no sé en qué momento la conversación se tornó incómoda, pero en realidad no debería estar tomándome sus palabras como algo personal.

No sé por qué estoy tan susceptible, pero la forma en la que ella habla me hizo recordar mucho a mi mamá.

Tomo una respiración profunda e intento que mi empatía sea más grande que mi necesidad de protegerme. Ella no me está atacando a mí, ella está peleando consigo misma.

—Que hay a quienes les cuesta mucho más. No necesitas una etiqueta conmigo, ¿ya? —intento calmar su agobio—. Solo eres una persona que siente algo por otra persona, olvidemos todo lo demás.

—No puedo, por eso lo voy a ignorar hasta que desaparezca.

—Lú…

—Ya hablé demasiado, perdóname si dije algo malo, tal vez te tengo envidia porque a ti no te importa. Ahora bajemos al playroom que nos esperan.

Toma las bebidas que caben en sus manos y sale de la cocina sin darme tiempo de insistir

En cuanto me quedo un momento a solas mi mente cree que es buena idea recordar lo que Freya me dijo hace unos minutos.

Conozco bien a mi mente, a veces solo quiere dañarme, por eso sé que esas palabras van a repetirse cada vez que tengan la oportunidad.

"No sintió nada cuando te vio, no le pasaba nada contigo"

¿Eso es verdad? Probablemente sí.

"Solo terminó pasando algo porque tú lo influenciaste."

Eso también podría ser verdad, yo fui quien lo besó en la fiesta, él me dijo que no deberíamos… él quería ser mi amigo, me lo dijo muchas veces.

¿Y si él no quería todo esto y por eso no quiere ser mi novio? ¿Y si solo estamos teniendo algo porque le da pena rechazarme?

¿Debería preguntarle? ¿O ya estoy siendo lo suficientemente intenso?

—¿Bu? —su desordenado cabello azul se asoma por la puerta, Lúa llegó sin mí y por eso está buscándome— ¿Pasa algo?

—¿Qué pensaste la primera vez que me viste? —suelto la pregunta sin más explicación, lo cual por algún motivo a él no le resulta extraño.

Sonríe y se acerca para tomar las botellas que aún están sobre la encimera.

—Lo recuerdo, fue algo un poco tonto… —Su nariz se arruga levemente como si le diera un poco de pena decirlo—. Estaba preocupado por mi mamá y tú te ofreciste a llevarme, así que recuerdo desear que no fueras un asesino en serie con cara bonita. Y luego me regañé mentalmente por andar pensando en lo lindo que eras en un momento tan poco oportuno.

—Te… ¿te gusté? cuando me viste… —pregunto en voz muy bajita, aunque me siento muy tranquilo exponiendo mis inseguridades con él, de todos modos sé que es un poco tonta la pregunta.

—Sí, eso acabo de decir.

—¿Seguro?

—Me gustas, eres hermoso y lo sabes, ¿por qué tantas preguntas?

—No, por nada… —miento, aunque no tengo claro por qué.

—No me mientas, odio eso —se queja Emi, es capaz de leerme demasiado bien y no sé por qué eso me incomoda.

—Es que discutí con Freya y me dijo cosas, pero no quiero seguir agrandando el problema.

Su mirada tierna cambia por una muy molesta, es increíble como sus ojos pueden oscurecerse y su mirada volverse dura.

Ojalá jamás me mire así.

—¿Qué te dijo?

—Yo también fui grosero, no sería justo que cuente mi punto de vista que obviamente es…

—No me importa lo demás, Dylan. Dime qué te dijo sobre mí.

—No me digas Dylan —reclamo con seriedad.

—No me ocultes cosas, entonces.

—Dijo que lo de ustedes hubiera funcionado si yo no me metía en medio, y que solo estás conmigo porque yo te influencié, que en realidad no te fijaste en mí al conocerme, y en ella sí.

—¡Dios! ¿Qué le pasa? —Veo que tiene la intención de salir de la cocina para ir a buscarla pero lo detengo.

—Ella estaba llorando, probablemente se sentía vulnerable y yo fui a pelear igual, de algún modo me lo busqué y…

—Está hablando sobre mí, ¿entiendes? —Su mirada molesta me intimida un poco—. Ella está hablando sobre lo que YO siento, contando una historia que no es la mía como si lo fuera.

—Lo siento.

—¿Por qué te disculpas?

—No sé.

—Te quiero —suelta sin previo aviso, con un tono un poco brusco—. Estoy contigo porque te quiero.

—Yo también te quiero.

—No me influenciaste, solo fuiste el primero en ser valiente, no dejes que te metan mierda en la cabeza.

—Lo siento.

—Deja de disculparte —suelta con desgano, se ve frustrado, y de algún modo me siento responsable por eso. 

—No debería dejar que lo que digan otras personas sobre nosotros me afecte.

—Pero te afecta, no es como si fuera tu elección —me justifica de inmediato—. Además enseguida viniste a hablarlo conmigo, creo que está bien tu forma de actuar.

—Entonces, ¿por qué estás tan enojado?

—Porque no soy bueno para hacerte sentir seguro.

—Creo que ya tuvimos esta conversación y acordamos que eso no es tu responsabilidad —aclaro de inmediato.

—Sí, sí lo es.

—No.

—Soy frío y no sé usar mis palabras, tampoco sé demostrarte nada y… ¿cómo va a ser posible que tú creas que no me gustas? Estoy haciendo todo mal.

—No eres frío, y siempre me pones primero… creo que…

—¿Qué? —levanta su mirada cuando me quedo en silencio, si me mira tan directo con sus ojos desiguales es mucho más difícil hablar de lo que siento, pero de todos modos me esfuerzo por no bajar la cabeza.

—Creo que jamás había sentido que realmente le importo a alguien.

Una leve sonrisa de lado suaviza su rostro, pone su mano en mi cintura y me acerca a él.

—Ven aquí, idiota —murmura antes de darme un beso—. Me importas mucho, y me gustas mucho, y quiero estar contigo por eso.

—Okey —oculto mi sonrisa tonta en otro beso—. Ahora bajemos de una vez.

Un par de besos más en el pasillo y por fin regresamos al playroom, dónde los chicos llevan varios minutos esperando.

En cuanto me siento dónde estaba antes, veo una pequeña nota en la servilleta frente a mí. Es la letra de Emi, y las palabras allí me hacen sentir cálido por dentro.

"Nunca sentí esto hasta que te conocí."

Tal vez sea difícil para él expresar sus sentimientos, pero la forma en la que se esfuerza a pesar de eso me deja claro que le importo.

De un momento a otro lado inseguridades se esfumaron. Freya podrá decir lo que quiera, pero el que tiene una notita de amor en su servilleta soy yo.

—¿Ya no tendremos interrupciones? —resopla Indra muy falta de paciencia.

—¿Qué pasó con la chica de los rizos bonitos? —curiosea Lula mirando instintivamente hacia la puerta.

—Se peleó con todos menos con Emi, porque le gusta —responde Lúa mezclando las cartas.

—Porque no hemos tenido la oportunidad —la corrige Emi con una risa—. Tampoco estoy feliz con ella.

—Ya, dejemos el drama de lado —Lúa quita el cabello blanco de su rostro y procede a explicar las reglas—. Son preguntas incómodas, hay que leérsela al de la izquierda y no se puede evadir nada. No tenemos un detector de mentiras, así que tienen que ser convincentes al responder porque si todos coincidimos en que miente tiene que cumplir un reto, ¿ya?

—Ya —suena una respuesta general.

Deja el mazo justo en el centro y decide que será la primera persona en leer. La que está sentada a su izquierda es Indra, que levanta sus ojos delineados hacia ella con seguridad esperando su pregunta.

—Al… alguna —balbucea—. ¿Alguna vez has sido infiel?

—Nunca tuve novia, así que no.

Lúa le da un asentimiento breve, es muy divertido de observar, cómo Indra siendo tan pequeña la intimida de esa forma. Sin quitar la mirada de ella, levanta la carta, y luego se voltea hacia Lula para leer su pregunta.

—¿Has dudado de tu sexualidad?

Podría afirmar con certeza que la carta que acaba de levantar no decía eso, pero nunca lo sabremos porque de inmediato la pone boca abajo en dónde van las ya utilizadas.

—Estoy dudando ahora —responde Lula elevando sus cejas.

Creo que lo dijo como una broma porque todos nos reímos, bueno, casi, Fabri y Lúa evidentemente no.

—¿Antes? —insiste Indra, que aún mantiene la sonrisa.

Qué raro verla tan alegre, yo creo que empezó a tomar sin nosotros mientras andábamos en dramas.

—De las dudas nacen las certezas, dicen.

—Y de los miedos los corajes —continúa Indra, para sorpresa de Lula.

No esperaba que entienda la referencia, parece feliz de que lo haya hecho.

—Ya, lee —la apura Fabrizio cortando el clima de complicidad entre las dos.

Luciana toma una carta y voltea hacia su novio, que está sentado a un lado.

—¿Cuál fue la última vez que lloraste y por qué?

—Tú ya sabes.

—Sí, pero no estás jugando solo conmigo —responde con gesto obvio.

—Antes de venir, porque peleamos.

—¿Lo hiciste llorar? —cuestiono con un enojo fingido, pasando un brazo por el hombro de mi nuevo amigo—. Aléjate de él, mujer cruel.

—Soy sensible —se excusa el chico recostando su cabeza en mi hombro—, y ella es fría.

—Ohhhh, sí, lo entiendo.

—¿Me gané una indirecta? —se queja Emi a mi lado, separando mi brazo de su amigo.

—¿Mentí?

—Yo no te hago llorar.

—No dije eso, solo que soy sensible y tú eres frío.

—Este juego va a romper todas las parejas —comenta Indra, con una sonrisa entusiasta.

—No —la contradigo con seguridad—, Emi será un hielito pero me cuida como nadie, no era una queja.

—Ya, a ver —Fabrizio toma una carta para leerme mi pregunta, así que le doy toda mi atención mientras Emi me da la mano muy tiernamente—. ¿A quién de aquí escogerías para un trío?

—A Emi, y dejaría que él escoja a quién se le dé la gana.

—Tienes que escoger tú —niega el mencionado a mi lado.

—Indra.

—Ya lo sabía —dice ella con mucha seguridad—. Qué pena que Diosito me hizo lesbiana.

—Voy —anuncio antes de tomar una carta— ¿Cómo te describirías en la cama?

Los ojos de Emi me inspeccionan, está un poco incómodo y en definitiva es el objetivo de la pregunta. Se toma unos segundos para responder, yo simplemente sonrío, esperando confirmar lo que va a decir a continuación.

—Emmm… ¿complaciente, tal vez?

—¿A qué te refieres? —Indra, que está disfrutando de la incomodidad de cada uno en sus debidos turnos, lo presiona para que hable más.

—Que me importa mucho cómo se está sintiendo la otra persona, más que yo.

—Sí, qué bien por mí, siguiente —lo apuro a que saque su carta, antes de que todos en la habitación se pongan a imaginar cosas que no deben.

La pregunta es para Lúa y cierra la ronda, Emi aún tiene sus mejillas sonrojadas, así que lee la pregunta muy tímidamente.

—¿Alguna vez tuviste un sueño erótico con alguien que esté aquí?

Lúa responde en un susurro, casi inaudible.

—Sí.

—¿Con quién?

Pensé que no iba a responder, que simplemente iba a argumentar que eso no era parte de la pregunta y que no tenía obligación, pero para sorpresa de todos, una mirada directa hacia Indra fue más potente que cualquier palabra.

—Con… ¿Conmigo? —ahora es Indra la que balbucea, aunque parezca increíble.

—Aja —afirma sin titubear— ¿Te puedo leer tu pregunta o necesitas un momento?

_______

Holiiii, volví por todos lados, después de mil años

Tengo unos cuantos capitulos escritos para no volver a desaparecer, así que por ahora vamos con actualizaciones los viernes:)

No se olviden de ir a leer el Social Media en el apartado aquí en Wattpad ♡

I love You


Continue Reading

You'll Also Like

78.4K 3.8K 45
Puede que de primeras sí tuviera dudas, Me daba mucho miedo eso de fracasar, Pero es que de segundas me dijo la luna que alguien como tú no volvería...
72.6K 2.4K 42
en esta historia seras Mia 🔞
84.2K 7.1K 65
Sus métodos de espantar a los hombres han mantenido a Melanie Grey a salvo de cualquier traición o decepción. Una estrategia que ha funcionado exitos...
43.8K 1.3K 34
Mi vida es una auténtica mierda. O eso pensaba, eso pensaba antes de conocer a ese chico.... En cuanto lo ví... Afirmé que mi vida era una mierda.Per...