Renasci [Stiles Stilinski] [T...

By Herllequin

31.2K 1.3K 161

Por más que una persona quiera no puede dejar de mentir, de ocultar cosas. Pero que se puede hacer, no todo e... More

Sinopsis
1. No Más Código
2. Eliminar La Amenaza
3. Aura
4. Kanima
5. El Universo Y La Estupidez Humana
6. Conoce A Tu Enemigo
7. Orden De Restricción
8. La Imaginación Es Más Importante Que El Conocimiento
10. Venganza

9. Plenilunio

1.5K 88 9
By Herllequin

McKenzie entro su casa cerrando la puerta detrás de ella recargándose de espalda sobre esta, cerro lo ojos y dejo salir todo el aire de sus pulmones en un pesado suspiro. Después de unos segundos el silencio presente en la habitación se esfumo al escucharse un grito de frustración seguido del sonido de un cristal rompiéndose. Al escucharlo, la chica se irguió en su lugar escuchando nuevamente como algo era estrellado contra una pared y se hacía pedazos.

Sin pensarlo dos veces camino hacia la puerta del sótano, que era de donde provenían los ruidos, pero metros antes de llegar a esta una voz la detuvo haciéndola girarse sobre sus talones hacia donde provenía.


- Yo no bajaría si fuera tú - hablo el pelinegro sin expresión alguna en el rostro mientras salía de la concina

- ¿Qué sucedió? - Sam respiro profundo y se encogió de hombros

- Lo único que sé es que Derek tuvo algo que ver - comento el chico esperando que McKenzie supiera algo sobre su comportamiento, aunque lo dudaba los dos hermanos no eran muy unidos como el había creído toda su vida

- ¿Ha estado así desde que llego? - pregunto incrédula sin poder explicarse el porqué de su reacción, y preguntarse qué es lo que esconde sobre su relación con Derek ya que él era una de las principales razones por la que se habían mudado a Beacon Hills

- Si, lo que se me hace extraño ya que no es de las personas que se alteran fácilmente - comento el chico extrañado ante la actitud de Cooper, el cual jamás se había comportado de esa manera, ni siquiera en los momentos donde todos perdían la calma, el siempre parecía estar relajado y con un plan en mente

- Tú no lo conoces - comento la rubia mirando la puerta que llevaba al sótano

- Si, tienes razón, no lo conozco - aseguro Sam con un cierto tono de decepción en sus palabras. Cooper había sido como un hermano para él, y creía conocerlo como a nadie. Y hasta antes de su invitación para visitarlos y poder quedarse en su casa había creído en él.


El pelinegro dio media vuelta y se encamino hacia las escaleras en silencio, pero antes de llegar a su tercer escalón McKenzie fue quien lo detuvo al escucharlo marcharse.


- Sam - el chico se giró y la miro sin pronunciar palabra

- ¿Dónde estuviste? - pregunto intrigada al darse cuenta de que no había visto al chico ni una sola vez en toda la noche desde que salieron de casa de Allison

- Estuve afuera vigilando las puertas, pero no sirvió de mucho - contesto sin importancia al intentar ocultar la decepción en su voz al cerciorarse gracias a esa pregunta que la confianza que creía que la chica le tenia se había esfumado o estaba a punto de hacerlo ya que era más que obvio que ella desconfiaba de el

- Buenas noches McK - dijo antes de darse media vuelta y seguir su camino

- Lo siento - hablo McKenzie haciéndolo detener su paso

- No debí culparte, es solo que... - intento explicar pero fue interrumpida

- Son tus amigos, lo entiendo - dijo el chico terminando su frase al mismo tiempo que se giraba para mirarla con una expresión inerte

- También confió en ti te conozco de toda la vida, pero hay algo en ellos ¿Jamás has sentido que puedes confiar completamente en alguien? ¿Qué puedes contarle cualquier cosa no importa lo que sea porque sabes que jamás van a traicionarte? - pregunto esperando que el pudiera entenderla, que pudiera comprender, al igual que ella lo había hecho que lo que les habían enseñado toda su vida estaba mal, que un hombre lobo no es un animal que debes cazar, que puedes confiar, y que para hacer las cosas, en ocasiones necesitas ayuda. Ayuda que jamás pensaste que pedirías.

- Con la única persona que he sentido eso es la misma que creyó que yo la había traicionado - dijo como si le recriminara su falta de confianza, como si todo lo que pasaron juntos no hubiera importado. Se quedó callado unos instantes con su mirada fija en ella y hablo de nuevo antes de que la chica lo hiciera

- Confió en ti McKenzie más de lo que te imaginas, te he apoyado en todo, hasta cambie de bando por ti pero no puedes confiar en personas que acabas de conocer - al decirlo la chica pudo notar el incremento consecutivo de su tono de voz, al igual que el enojo que comenzaba a aparecer en la excreción de su rostro. Era como si ese chico con el que había crecido hubiera desaparecido, no le pedía que no confiara, le ordenaba con sus palabras que tenía que alejarse de ellos.

- ¿Y porque no? ellos me han demostrado que pudo confiar - dijo con enojo en un tono más alto de lo normal. Estaba enfadada y aunque el chico no tuviera toda la culpa por eso, se estaba desquitando con él y por alguna razón no le importaba, y a pesar de que hubiera perdonado, de alguna forma a Allison había entendido que lo único que había querido hacer era ayudar, pero seguía en ella la impotencia de no haber podido detener a Jackson y a la persona que lo controla.

- Scott creyó en mí - su tono de voz bajo y fue como si ese comentario lo dijera para ella misma, para demostrarse que Sam estaba equivocado.

- Dices que no puedo confían en quien acabo de conocer ¿entonces debo confiar en mi hermano? - pregunto sin disimulo en su voz diciéndole que él era el que estaba mal, que él era el que se equivocaba

- Dime, ¿debo confiar en él? - le grito con desdén exigiéndole una respuesta, orillándolo a contestar, como si quisiera que las palabras salieran de el para cerciorarse de que Sam ya no estaba de su lado

- ¿Y yo? - pregunto con la mirada fija en ella y bajando los pocos escalones que ya había subido para quedar a menos de un metro de ella

- Nos conocemos de toda la vida, si confías en mi entiende lo que trato de decirte - suplico con una expresión blanda y compasiva, completamente diferente a la de hace solo unos instantes, fría y con reproche

- No, tu entiende no los conoces - aseguro McKenzie segura de sus palabras sabiendo exactamente cuál era su juego en ese momento. Quería hacerla sentir culpable, confundirla con sus palabras y el tono de ellas. Era un manipulador de primera clase, el no recibía un no como respuesta y sabia como conseguir lo que quería.

- Tienes razón, no los conozco y no quiero hacerlo - frio y con un rostro inexpresivo dio media vuelta alejándose de la chica sin esta saber que el pelinegro estaba lleno de ira y rabia al darse cuenta de que en tan solo unos pocos meses la amistad y confianza que habían tenido desde hace años se había terminado gracias a un puñado de estúpidos adolescentes que no tenían ni la más mínima idea de que era en lo que se habían metido. Iba a demostrarle que se equivocaba, que confiar como ella lo estaba haciendo traería consecuencias, y sabía perfectamente cómo hacerlo, a quien usar para demostrarle que había cometido un gran error.


«¦»


- Lo que digo es que necesitamos un nuevo plan, porque la siguiente tal vez no logremos sanar a tiempo - explico Derek mientras caminaba en dirección hacia el vagón abandonado que usaba como guarida desde que era buscado por los cazadores

- Entiendo - dijo Scott soltando un leve suspiro de resignación adentrándose al vagón siguiendo al alfa

- No podemos salvar a Jackson - comento el chico mirando a Derek el cual tomaba asiento en uno de los lugares

- Tampoco podemos matarlo, he visto muchas cosas Scott pero nunca he visto algo así, y cada luna nueva será más fuerte - dijo llevando su mirada varias veces hacia el chico mientras hablaba en un tono preocupado

- ¿Y cómo lo detenemos? - pregunto el pelinegro teniendo aun la esperanza de que el pudiera saberlo

- No lo sé, ni siquiera sé si podamos - se encogió de hombros y negó levemente con la cabeza mirando al chico

- ¿Debemos dejar que ellos lo hagan? los Argent están decididos a encontrarlo, además no sé si lo sabes pero Cooper es un cazador sin código y lo está ayudando a atraparlo, a él no le va a importar si Jackson es inocente o no, va a matarlo al igual que a quien lo controla - dijo Scott como si le recriminara el ya no tener algina esperanza en detenerlo

- Yo fui quien lo mordió, es mi culpa - hablo con enojo y expresión seria

- Si, pero no lo convertiste en eso - Derek bajo la cabeza desesperado

- Esto paso por algo de su pasado ¿cierto? - recordó Scott haciéndolo levantar la mirada y mirarlo

- Es una leyenda en un libro, no es así de simple - le explico para eliminar su incredulidad al creer que sería fácil atraparlo

- ¿De que hablas? ¿Qué me ocultas? - pregunto el chico con incertidumbre

- ¿Porque siempre crees que estoy ocultándote algo? - le reprocho llevando su mirada de nuevo a el

- Porque tú siempre tienes algo que ocultarme - contesto Scott en tono alto

- Pus tal vez es para protegerte - contraataco Derek sin responder a su pregunta

- Eso, no te da derecho a que guardes secretos - dijo el chico bajando su tono de voz y con cierto pesar en esta y separando la mirada del alfa por unos segundos para después mirarlo de nuevo, lo cual Derek no hacia

- Ve a casa Scott, duerme sana y asegúrate de que tus amigos estén a salvo - le aconsejo llevando su mirada hacia el

- La luna lleva ya viene, y así como esta todo, presiento que esta vez va a ser difícil - termino en tono preocupado despegando la mirada de Scott


«¦»


Después de que Lydia pasara a casa de McKenzie de improvisto y con un simple "tenemos cosas que hacer" ya se encontraban en casa de la pelinegra.


- Libera tu agenda, esto va a tomar tiempo - ordeno la pelirroja con un sonrisa al entrar a la habitación de Allison seguida de McKenzie la cual detuvo su paso al costado de Lydia mientras esta le mostraba las bolsas de Macy's que llevaba en sus manos. Allison sonrió al instante poniéndose de pie para seguir a la chica la cual se encamino hacia la cama dejando las bolsas sobre esta y comenzando a sacar su contenido con una sonrisa en el rostro

- ¿Cuantos atuendos planeas usar esta noche? - pregunto McKenzie mirando a su amiga mientras se sentaba sobre la cama y Allison no podía evitar soltar una pequeña risa por la actitud emocionada de Lydia

- Es mi fiesta de cumpleaños - comento sonriente sacando el primer vestido de la bolsa y colocándolo sobre ella para mostrarlo mejor al mismo tiempo que hablaba

- Un vestido de anfitriona, uno de noche y luego uno casual - concluyo con naturalidad dejándolo sobre la cama y sacando el siguiente al mismo tiempo que miraba a las dos chicas las cuales asentían con la cabeza divertidas

- Note que no has enviado invitaciones - hablo la rubia extrañada mirándola

- Es la fiesta más grande del año todos lo saben - dijo y dejo caer el siguiente vestido sobre los demás inspeccionando sus decisiones de atuendo

- Este año me preguntaba, si... las cosas serían diferentes - comento la chica con duda despegando su mirada de Lydia unos cuantos segundos pero llevándose la de McKenzie

- ¿Porque habría algo diferente? - cuestiono sin importancia extrayendo el siguiente vestido de la bolsa

- Por todo lo que ha estado sucediendo, las cosas y las personas, Jackson - explico fingiendo naturalidad en su voz y mirando a la chica al pronunciar la última palabra

- ¿Porque te importa Jackson? - pregunto la pelirroja después de unos segundos de silencio centrando toda su atención en la chica

- Allison - amonesto McKenzie a la chica para evitar que siguiera hablando, la cual negó levemente con la cabeza y después de un par de segundos de silencio hablo de nuevo

- ¿Sabes si vendrá esta noche? - pregunto ignorándola al igual que Lydia lo que la hizo dejar salir un pesado suspiro de rendición ante sus intentos fallidos de evitarle un mal rato a su amiga

- Todo mundo vendrá - aseguro en tono duro

- Este es de American Rag - comento Lydia tomando un vestido de la cama y mostrándolo a las dos chicas con alegría llamando la atención de las dos chicas ante su repentino cambio de humor

- Lo amo, para mí no para ti - dijo sonriente dejándolo de nuevo en su lugar

- Este es, de Material Girl - tomo el siguiente vestido y lo extendió hacia la pelinegra sin dejar de mirarlo

- Es para ti - comento y sonrió para después dejarlo de nuevo sobre la cama y tomar otro mostrándoselo ahora a McKenzie

- Y este... - hablo siendo interrumpida por un toquilo en la pared al costado de ellas donde se encontraba la madre de Allison

- Señora Argent, ¿qué opina sobre este? - saludo Lydia con una sonrisa en el rostro al girase hacia ella mostrándole el vestido el cual le obsequiaría a su rubia amiga para su fiesta

- Es hermoso - expreso la mujer con una rápida sonrisa para después dirigirse a s hija

- Allison ¿podemos hablar por un momento, a solas? no tardare - pidió con una expresión dudosa y nerviosa combatiéndola con una débil sonrisa para no hacer evidente su malestar. McKenzie la observo unos segundos como si tratara de averiguar qué era lo que la estaba poniendo tan nerviosa como para no poder ocultarlo ni frente a su hija

- ¿Puede ser después? - pidió la pelinegra señalando con un gesto débil hacia Lydia, como si tratara de decirle que ese no era el momento indicado

- De hecho, para ser honesta me gustaría que fuera lo antes posible - comento sin despegar la vista de la chica y evitar tartamudear a cada palabra dicha

- La fiesta es a las 10 - intervino Lydia mirando a la mujer para después regresar su mirada a McKenzie y a sus atuendos sobre la cama

- ¿Estarás por aquí antes? - pregunto en ruego queriendo atraer la atención de la chica

- Eso creo - contesto mirando consecutivamente a su madre y a su pelirroja a miga

- Eso crees - hablo la mujer recalcando la respuesta de Allison

- No lo sé - negó levemente con la cabeza mirándola haciendo evidente su cansancio ante el asunto para después simplemente encogerse levemente de hombros y regresar la mirada a Lydia la cual colocaba un vestido sobre ella y comenzaba a hablar sobre la combinación de accesorios y colores a lo que la madre de Allison se limitó a salir de la habitación en silencio

- Me gusta - comento Lydia mirando la chica la cual sostenía el vestido al igual que su madre la miraba con una sonrisa en el rostro antes de salir por completo de la habitación


«¦»


- ¿Vas a salir? - pregunto el pelinegro quien miraba la televisión desde el sofá de la sala

- ¿No es obvio? - dijo McKenzie sin detener su paso hacia la puerta principal

- ¿Con tus amigos o con ese tal, Stiles? - hablo Sam con un notorio desprecio en su voz llevando su mirada hacia la chica la cual se colocaba la chaqueta

- Cumpleaños de Lydia - contesto restándole importancia a la pregunta

- La chica pelirroja ¿cierto? ella es linda, mándale mis felicitaciones - comento con una sonrisa desvergonzada para después regresar su mirada al televisor

- ¿Que pretendes? ¿Eh? ¿Qué ganas con esto? - cuestión disgustada e incrédula mirando al chico el cual regreso su mirada hacia la chica y se encogía de hombros con una media sonrisa indiferente pero satisfecha en el rostro

- No vas a lograrlo, no voy a quedarme aquí - aseguro con una sonrisa satisfecha

- Y ¿sabes qué? tu maldita actitud ya me está cansando - argumento con fastidio sin dejar de mirarlo al igual que el a ella

- Tú me has obligado a tomar esta actitud - respondió haciendo énfasis en su última palabra como si le recriminara que todo era su culpa

- Yo no te he obligado a nada y ¿sabes qué? haz lo que quieras ya no me importa, no me importas tú, ni mi hermano, ni nada que tenga que ver con esto - le asevero con ira dándose media vuelta para salir de ahí sin dejarle decir anda mas

- Oye McK - la llamo el chico en tono fresco como si nada de lo anterior hiera pasado haciéndola enfurecer más

- ¿Qué? - le grito con exasperación al darse media vuelta para mirarlo. Sam la miro por unos segundos antes de hablar.

- Ten cuidado esta noche - aconsejo con una media sonrisa divertida la cual McKenzie no pudo comprender al igual que sus palabras

- Luna llena - completo el chico al ver la cara interrogativa de la rubia mientras señalaba hacia el techo son su dedo índice y miraba hacia la misma dirección


«¦»


- No toquen eso - ordeno Lydia frustrada a un par de chicos los cuales al escucharla se alejaron del lugar

- Dios - exclamo la pelirroja antes de irse detrás de ellos y asegurarse que no tocaran nada más, pero antes de siquiera poder dar un par de pasos el timbre sonó dando llegada a un invitado mas

- Tranquila, yo abro - se ofreció McKenzie con una sonrisa a lo que Lydia le respondió con el mismo gesto antes de seguir su camino. La rubia se encamino por el pasillo y al segundo timbrazo ya estaba abriendo la puerta. Al hacerlo lo único que pudo ver fue una enorme caja envuelta en papel decorativo rosa y amarillo.

- Wow... - fue lo que salió de la boca de Stiles segundos después de haber revelado su rostro al mover la caja de regalo unos 30 centímetros hacia abajo

- Te ves... increíble - fue lo único que pudo decir al ver a la chica frente a él, la cual llevaba un hermoso vestido en color blanco que terminaba justo a la mitad de sus muslos

- No quiero decir que no te veas bien siempre, siempre te ves bien - comento con rapidez claramente nervioso ante una mala interpretación de sus palabras y por el hecho de que su cerebro no funcionaba lógica y racionalmente cuando la tenía cerca. Lo que le hizo recordar lo nervioso que se había puesto la vez en que ella toco a su puerta la noche de la fiesta, presamente en casa de Lydia, cuando aún no podía creer que una chica como McKenzie hubiera aceptado acompañarlo.

- Pero hoy te ves mejor que bien - concluyo con el mismo nerviosismo mientras McKenzie trataba de reprimir la inmensa sonrisa que quería formarse en su rostro por esas palabras

- McK - se escuchó por el pasillo haciendo sobresaltar levemente a la chica la cual miro hacia la procedencia de la voz encontrándose con su pelirroja amiga la cual cargaba una bandeja con pequeñas copas servidas de ponche en de un color salmón claro

- Hey Lydia, feliz cumpleaños - anuncio el Stiles con una sonrisa alegre agitando levemente la gran caja en sus manos mientras agradecía interiormente su intromisión y haya evitado que hubiera dicho algo estúpido por sus inmensos nervios que lo carcomían por dentro cada vez que miraba a McKenzie o estaba cerca de ella. Lydia por el contrario lo único que pudo hacer fue mirar al chico sorprendida e incrédula por la gran caja de regalo en sus manos, negando levemente con la cabeza para después darse media vuelta y alejarse por el pasillo.

- No olviden probar el ponche - comento la cumpleañera si detener su paso siendo seguida por la mirada de McKenzie

- Voy a entrar - anuncio el ojimiel atrayendo la atención de la chica mientras este daba un par de pasos hacia adelante deteniéndose abruptamente al momento de que el gran obsequio, que había comprado mucho antes de conocer a McKenzie, se interponía en su paso

- Hay no, espera - dijo al retroceder e intentar pasar nuevamente por la puerta para adentrarse a la casa, lo cual no funciono

- Espera, sabes que ¿porque no tomas ese lado y...? - pidió inquieto y desesperado empujando y estrujando la gran caja mientras lo único que McKenzie poda hacer era mirarlo y preguntarse cómo es que ese chico había logrado enamorarla, además de no poder evitar burlarse de su desgracia interiormente

- No olvides probar el ponche - le recordó la rubia con una sonrisa divertida en el rostro antes de alejarse de ahí para seguir a Lydia al jardín dejando al chico solo con su problema el cual no dejo de empujar el gran obsequio por el arco de la puerta hasta que este entro junto con Stiles, el cual cato al piso por el impulso.


Después de un par de minutos en los que Allison y McKenzie estuvieron conversando en el jardín se encaminaron hacia Scott y Stiles los cuales conversaban entre ellos.


- Jackson no está aquí - comento Allison al estar a una distancia considerable de los dos chicos

- Si, no hay nadie aquí - aseguro el ojimiel extrañado al ver el lugar desierto, a excepción de casa donde se encontraban 2 o 3 personas más, además de ellos

- ¿Es muy temprano? - pregunto un desconcertado Scott mirando a su alrededor. Las fiestas de Lydia eran las mejores de Beacon Hills y nadie se las perdía, y como ella había dicho no necesitaba mandar invitaciones para tener invitados.

- O tal vez nadie vendrá, porque Lydia se convirtió en una desquiciada - comento Stiles con naturalidad dejando a Scott con la boca abierta de sorpresa por su comentario

- Hay que hacer algo, porque la hemos ignorado por completo estas dos semanas - argumento Allison mirando a la pelirroja al igual que Scott, Stiles y McKenzie, mientras la susodicha solo se encontraba parada en medio del jardín con la misma bandeja en mano

- Ella ha ignorado a Stiles por 10 años - defendió Scott mirando al chico el cual le regreso el gesto

- Prefiero pensar que yo no estaba en su radar en ese momento - explico con cierto desinterés mirando a McKenzie, para demostrarle que Lydia ya no le importaba del mismo modo que hace a unos meses

- Si, no le debemos una fiesta - se justificó el pelinegro, para él no le debían nada, y era la verdad, la chica jamás había hecho algo por ellos en los tantos años que llevaban de conocerse

- Y ¿Qué tal volver a la normalidad? - opino McKenzie con cierto disgusto en su tono de voz

- ¿Normalidad? - cuestiono Scott sin entender sus palabras

- Ella no sería la loca del pueblo si no fuera por nosotros - reprocho McKenzie con seriedad sabiendo que tenía razón mientras Stiles llevaba su mirada a la pelirroja y dejara salir un suspiro de pena hacia la chica la cual a simple visa podía notarse que no la estaba pasando nada bien

- Puedo usar mi estatus de co-capitán para traer al equipo de lacrosse - dijo Scott tratando de ayudar

- Si, conozco a unas personas que pueden hacer que funcione, de verdad funcione - comento el ojimiel haciendo énfasis en sus últimas palabras convencido de que sería así al mismo tiempo que llevaba su mirada hacia McKenzie

- ¿Quién? - pregunto la chica sin poder imaginarse quienes serían esas supuesta personas

- Los conocí la otra noche, digamos que saben cómo festejar - explico con cierto orgullo en sus palabras


Un rato después de la conversación, y de que Stiles llamara a un par de personas la casa de Lydia estaba repleta de invitados que nadie conocía, a excepción de Scott, McKenzie y obviamente Stiles, quienes habían conocido a los presentes la noche en la que visitaron el club gay "Jungle", cuando intentaban impedir que el Kanima, o sea Jackson matara a Danny.


- ¿Le ofrecerás disculpas a Allison, o qué? - pregunto Stiles a su mejor amigo el cual estaba sentado en el reposa brazos de uno de los sillones exteriores del otro lado de la piscina de donde se encontraba la pelinegra

- ¿Porque habría de hacerlo? - cuestiono el chico confundido mirando al ojimiel

- Porque eres hombre, y eso es lo que hacemos - contesto como si fuera algo obvio al mismo tiempo que endurecía la voz en sus últimas palabras

- Pero... no hice nada malo - se excusó mirando de reojo a la Allison durante un par de segundos

- Entonces debes disculparte - aseguro Stiles

- Cuando un hombre cree que no hizo algo malo significa que es evidente que hizo algo malo - le explico con obviedad como si Scott estuviera obligado a saber lo que él le había dicho al mismo tiempo que asentía levemente con la cabeza y miraba rápidamente a la pelinegra que seguía en el mismo lugar, del otro lado de la piscina

- No lo hare - dijo Scott seguro de su decisión

- ¿Dices eso por la luna llena amigo? - pregunto Stiles sin poder creer la actitud infantil y orgullosa del chico

- Puede ser - contesto con naturalidad

- A ti ¿qué te importa? - le cuestiono después de unos segundos de pensar las palabras dichas por su hiperactivo amigo

- Pues... Scott algo tiene que salir bien aquí, mira, nos están pateando el trasero por si no te diste cuenta, hay personas muriendo, despidieron a mi papa, y te van a atrasar en la escuela, estoy enamorado de una chica que por más evidente que soy no se da cuenta de que estoy enamorado de ella, y si encima de todo eso tengo que ver a Allison cambiándote por un acosador como Matt me voy a apuñalar el rostro - explico con frustración dando sus razones para poder ver si así podía hacer cambiar de opinión a su amigo el cual, desde la mitad de su discurso no le presto la más mínima atención

- No te apuñales el rostro - pidió Scott pasmado poniéndose de pie, pero sin mirar al chico a su lado

- ¿Porque no? - pregunto Stiles sorprendido ante la repentina actitud del pelinegro y sin despegar la mirada de este

- Porque Jackson está aquí - contesto sin despegar la mirada del nombrado, al igual que Stiles, que al oírlo llevo su mirada hacia la dirección de los ojos de Scott encontrándose con el susodicho quedándose pasmado al igual que el pelinegro


- ¿Cómo va todo? - pregunto McKenzie a Lydia la llenaba de poche las ultimas copas que había en la mesa

- Excelente, aunque necesito más copas comento la chica con alegría

- Tranquila tu disfruta, yo las traeré - se ofreció McKenzie con una sonrisa

- Gracias, están en la cocina - dijo la cumpleañera siguiendo con su tarea de servir

- Está bien - hablo la chica dando media vuelta para entrar a la casa

- McK escucho decir a la pelirroja, lo que la hizo girarse hacia su dirección nuevamente

- ¿Si? - Lydia le extendió una copa con ponche

- Lo acepto solo porque en realidad está muy bueno - alago al chica aceptándolo a lo que Lydia sonrió satisfecha

- No tardo - comento y se encamino en dirección a la cocina


Al entrar a la cocina, McKenize le die su ultimo a su bebida dejando la copa sobre la barra y escudriñando con la mirada el lugar para encontrar lo que buscaba, encontrándolo en la barra contraria junto a una ventana. Rodeo la pequeña isla, pero antes de siquiera poder tomar la charola en color plateado se quedó paralizada al escuchar que alguien la llamaba, esa voz tan inconfundible, tan viva aun en sus recuerdos, y ene se momento tan intimidante.


- McKenzie - la chica respiro lentamente sin saber que hacer o cómo reaccionar, simplemente no era posible

- ¿No piensas mirarme? - hablo nuevamente el hombre haciéndola girarse sobre sus talones encontrándose con él, David, su padre. McKenize se quedó estupefacta ante la imagen que tenía frente a ella. Su papa estaba parado a unos cuantos metros junto con Steven, el tío de Sam, quien estaba a un metro detrás de su padre, quien la miro minuciosamente durante un par de segundos antes de hablar

- Sabes porque estoy aquí - dijo el hombre con seguridad sin despegar la mirada de su hija, fría, intimidante, llena de ira

- No - fue lo único que McKenzie pudo pronunciar. Pero no era un "no" de no saber él porque estaba ahí, sino un "no" de súplica, ella sabía exactamente lo que iba a pasar

- No importa lo que pase, sabes lo que eres, fuiste criada de esa forma, fuiste entrenada para matar - le recordó el hombre con énfasis en cada una de sus palabras, esas palabras que la atormentaban desde hace unos meses

- No - volvió a repetir con suplica en su voz, como si su garganta fuera lo único que pudiera pronunciar. Sus ojos estaban cristalinos y las lágrimas amenazaban con salir.

- Eres una Aldrich... ¿O qué? ¿No lo harás? - pregunto como si de un reto se tratase, como si se burlara de ella

- ¿No lo mataras?... como no mataste a esa mujer lobo en Sudamérica - recrimino con una creciente ira en sus ojos, como si estos estuvieran en llamas

- ¿Creíste que no me enteraría?, que la dejaste escapar - pregunto enfurecido gritando las últimas palabras haciendo que la chica retrocediera un par de pasos chocando con la barra de la cocina situada detrás de ella

- No sabes cuánto me has decepcionado, has deshonrado a toda nuestra familia, siglos siendo cazadores y después llegaste tú, nos traicionaste, preferiste a un maldito lobo que a tu sangre, no mereces llevar el apellido Aldrich - recrimino con furia y seriedad a la vez sin despegar sus ojos de los de ella, su pequeña hija, la cual durante un largo tiempo fue su más grande orgullo, mucho más que su primogénito, Cooper

- Lo encontramos señor - anuncio uno de los cazadores de su padre

- Scott - dijo McKenzie en un grito ahogado al ver al chico siendo arrastrado de los brazos por dos cazadores más, quienes lo arrojaron contra el piso con fuerza pero sin soltar su agarre

- Creí que eras mi amiga, que podíamos confiar en ti - hablo Scott con nostalgia y entrecortadamente mientras levantaba la mirada hacia la chica y esta podía ver su rostro desfigurado por los golpes y cubierto de sangre

- No - suplico McKenzie al momento que las lágrimas escapaban de sus ojos, los cuales se dirigieron hacia su padre el cual sacaba una pistola de su guarda armas en su cintura

- Papá - rogo la chica dando un par de paso hacia él, pero su paso fue detenido por Steven, quien la miro con rencor

- Yo no soy tu padre, ya no significas nada para mí ni para tu madre - manifestó el hombre mirándola fugazmente y para regresar sus ojos al chico de rodillas frente a él. Cargo el arma y apunto a la sien izquierda del pelinegro

- Despídete McKenzie - hablo el hombre, quien sin pensarlo ni un solo segundo jalo del gatillo


Al escuchar el estruendoso sonido del arma disparándose todo desapareció, McKenzie miro hacia sus costados observando la habitación vacía antes de poder darse cuenta de lo que había pasado. Respiro entrecortadamente y como pudo seco las lágrimas de sus mejillas. De un momento a otro sus ojos se posan en la copa de ponche haciéndola encaminarse rápidamente hacia ella tomándola solo para encontrar un pétalo de wolfsbane en el fondo de este.


- Lydia - dijo para sí misma al entender lo que había pasado, pero no explicarse él porque, cando de pronto Scott apareció en su cabeza y lo único que pudo hacer fue dejar la copa sobre la barra y salir corriendo hacia el jardín en busca del pelinegro y sus demás amigos los cuales, si a ella le había afectado el wolfsbane, estaba segura de que a ellos también


Corrió por el pasillo de la casa hasta llegar al jardín y lo único que podía hacer era llamar a Lydia, Scott, Stiles o a cualquiera que pudiera ayudarla. Gritaba sobre las cabezas de los invitados esperando que alguien los hubiera visto.


- Oye no la encuentro - dijo Stiles a Scott al acercarse a él después de haber buscado a Lydia por toda la casa

- Lydia no está aquí - aseguro McKenize al llegar desde el otro lado de donde había salido Stiles

- Amigo, todos los que bebieron eso, están enloqueciendo - hablo Stiles desconcertado haciendo un ademan señalando a todos los presentes, de los cuales barios se lanzaban a la pisana

- Me doy cuenta - dijo Scott tratando de explicarse que era lo que pasaba, y aunque McKenzie lo supiera no tenía tiempo de explicárselos, lo más importante era encontrar una forma de terminar con todo lo que estaba ocurriendo

- ¿Qué diablos aremos? - pregunto Stiles nervioso mirando al chico y después a McKenzie esperando que ella tuviera una respuesta y una grandiosa para detenerlos

- No, no, no sé nadar, no - escucharon desde el extremo de la piscina, lo que impido que la rubia hablara, aunque no tuviera ni la más mínima idea de cómo parar a los presentes. Los tres chicos llevaron su mirada hacia la voz de suplica

- No sé nadar, no enserio, no - grito antes de ser lanzado ala agua dejando ver que quien era el que pedía ayuda era Matt, quien luchaba por mantenerse a flote. Los tres chicos se quedaron paralizados, al igual que los demás invitados lo cuales era muy probable que n supieran que era lo que pasaba, o que era lo que había hecho.


Al McKenzie reaccionar, después de unos segundos se encamino a paso rápido hacia la piscina. Pero a unos cuantos metros antes de llegar, detuvo su paso al ver a Jackson poniéndose de cuclillas e introducir el brazo a la piscina para sacar a Matt de esta. Lo ayudo a incorporarse haciendo quedar en silencio a todos.


- ¿Se no se les perdió algo? - hablo Matt en tono alto mirando a cada uno de los que lo miraban a él, mientras que Jackson se alejaba de ahí sin decir una sola palabra. Scott, Stiles y McKenzie miraban al chico estupefactos solo para que este caminara en su dirección, primero llevando la mirada hacia McKenzie y después hacia los dos chicos. Este paso entre ambos y se adentró en la casa para después salir de ahí, siendo seguido por 3 pares de ojos a sus espaldas.


- La policía llego - grito uno de los invitados alertando a los otros

- La fiesta se acabó - grito otro haciendo que todos salieran corriendo del jardín hacia la puerta de entrada, concluyendo así la fiesta

Continue Reading

You'll Also Like

483K 49.4K 123
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
683K 100K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
726K 71.6K 44
Kagehina 💙
180K 23.3K 115
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...