Ya han pasado unos tres o cuatro días desde la revelación que ha sacudido todo dentro de la familia Forger.
Ahora, Anya sale de su cuarto, aun medio dormida, para ir a tomar su desayuno:
-Buenos días Pa.
-Buenos días Anya. Que no se te olvide lavarte la cara.
-Si, Pa... hola Ma.
-Hola Anya, ¿quieres maní en tu plato de desayuno?
-Por ahora no, creo que ya entiendo que a alguien le van a gustar mejor las zarzamoras... Hola Damian.
-Hola Anya.
-...
-...
-...
-¿Que?
-¿Hay alguna razón para que estés colgando del techo, amarrado de un pie?
-¿En serio lo preguntas?
-Oh cierto, lo olvidaba, bienvenido de regreso, amor.
En eso, y aun a pesar de la posición obviamente incomoda de Damian, colgando de su pie izquierdo atado a una trampa en la entrada de la cocina, le da un beso de bienvenida, para molestia de Loid, y una sonrisa tímida de parte de Yor.
Es obvio que algo así debía esperar el Desmond después de revelar toda la verdad en la graduación, por lo que después de pasar un par de días en Hugaria con su madre Melinda, regresa para hacer frente a sus papisuegros, y revelar sus intenciones.
Ya una vez desatado, y después de comer un desayuno preparado por Yor (tranquilos, es cereal con leche, no hay riesgo a menos de que la mujer confunda el azúcar con polvos insecticidas) este se dispone a revelar todo lo planeado a futuro:
-¿Entonces, vas a casarte con ella?
-Así es, señor Loid- ya no se siente en confianza de tratarlo de manera mas cercana.
Y ni como culparlo: después de que él lo recibió en su casa, y se liga a su hija, y la embaraza.
-¿Qué hay del embarazo? ¿El parto? ¿La crianza del bebé...?
-Pa, Pa, tranquilo-, interviene Anya. -Apenas y si llevo como 2 meses.
-Sin embargo, Anya- interviene Yor- todos aquí sabemos que para estas situaciones se requiere dinero para cuidados, y más en un embarazo adolescente.
-¡Ya tengo 18!
-Solo legalmente...- Loid la mira fijamente, haciendo que Anya haga un puchero.
-No se apuren. Ya tengo un plan.
Les cuenta del mismo en privado, de lo que está a punto de realizar, después de una breve consulta con Jeeves la noche anterior.
********
Al día siguiente
En una oficina de un rascacielos justo al centro de un Berlint nublado, aparecen un grupo de 6 personas bien vestidas, expresando una sonrisa de lo mas hipócrita, mientras van conversando de cuestiones banales, seguros de que su plan de años, después de la caída de la mayoría del viejo régimen producto del O-Day, va a dar frutos, al ya no haber pasado suficientes años después de la purga.
Van en el ascensor, platicando de cómo se van a dar su buena vida, aprovechándose de los despojos de las empresas Desmond.
Abren la puerta de la sala de juntas... sin saber que en esta ya se hallaban esperándolos.
-Buenos días a todos... mucho tiempo sin verlos, supongo.
Se sorprenden de ver en la silla frontal al mismo Damian Desmond, por primera vez en años, ya sin rasgo alguno de niñez, y junto a el, una acompañante de un cabello de curioso color rosa, vestidos de manera formal.
-Señor Desmond... no pensamos que vendría.
Dice uno de los accionistas bastante incomodo.
-Supongo que tantos años asistiendo al colegio Eden les hicieron pensar que no vendría a reclamar el puesto.
-Yo no sé porque dice eso.
Musito otro hombre con una sonrisa incomoda.
-Suficientes farsas, vamos a lo que realmente interesa, tomen asiento.
Anya pasa a su lado, dispuesta a darle una palmada para calmarlo. Aunque esa no es la idea principal por la cual la trajo, sino más bien, para leer la mente de esos ejecutivos, y con un código de señas que ya habían practicado (ella lo aprendió emocionada, diciendo que sería como en Spy Wars) para jugar las cartas a su favor.
-Creo que... se le ha informado de algo.
-Sorprendería si aun se esforzaran en ocultarlo.
-No creo que después de que le propongamos este negocio lo considere. Le está haciendo perder mucho dinero, y así podría estar disfrutando el tiempo con su... acompañante.
Al ver como ese ejecutivo se refiere a Anya de esa forma, Damian decide dejar claro un par de cosas.
-A ver: número 1, se va a referir a ella como una dama, no como si fuera una prostituta o algo así Y número 2, estoy aquí para defender los negocios que he recibido como herencia de varios... carroñeros. ¿Entendido?
Anya le sonríe discretamente, mientras posa su mano en la pierna de Damian por debajo de la mesa.
-Señor Desmond... tan solo piense un momento tener un muy valioso terreno sin ocupar, como el de la mansión, es una tontería.
-Así es, si usted escuchara sus opciones, podría ganar millones sin hacer absolutamente nada...
Empiezan a hablar del maravilloso negocio que sin duda sería la construcción del nuevo centro comercial, en la que estarían las tiendas más caras y reconocidas del país, incluyendo el diseño del mejor arquitecto de Ostania.
Damian aprieta sus manos a cada palabra que decían, aquello no le importaba ni lo más mínimo.
-Si usted firma, se le dará un 10% de las ganancias anuales.
No le hacen falta hacer cálculos a Damian para saber que ese monto sería mas bien simbólico e infructífero,
Pero evita pensar muy a fondo, para no tener a una Anya desangrándose con tanto pensamiento.
Si de por si, ya está haciendo un esfuerzo al estar allí.
-¿10% por regalarles un territorio de 5 hectáreas? No gracias.
-Señor Desmond, es un terreno desperdiciado.
-Al menos así ganará dinero por el tiempo que pase.
Siguen y siguen insistiendo, hasta que decide cortar sus intentos vanos, más que nada por la salud de su amada:
-No me interesa su negocio. No es una prioridad personal.
En eso, responde el accionista más viejo:
-¿No entiende de negocios? ¿O es que acaso la "dama" lo maneja como quiere?
Damian aprieta con fuerza su puño al notar el veneno al referirse a Anya, la cual interviene:
-Sabe algo, hay una diferencia entre y usted, individuo...
-Llámeme como merezco.
-Está bien, per-so-na... Es el único título que le "quiero" dar.
Le lee la mente y nota como empieza a perder el control ante "la insolencia de esta mujer".
-Como sea, la diferencia es que el señor Desmond puede pensar, y hacer lo que quiera, con sus propiedades, Si la avaricia de ustedes los hace querer este negocio no es nuestro problema.
Damian sonríe al ver a Anya actuar, hacía mucho que no la veía tan decidida y aguerrida, desde aquella vez que promocionó la película de Spy Wars afuera de la entrada de Eden.
-¿Por qué quiere mantener un pedazo de tierra con una mansión sin uso? Es estúpido.
-Ese terreno ha sido y seguirá siendo siempre la residencia de la familia Desmond.- replica Anya.
-¿Un lugar en desuso? Por favor. Con lo que le ofrecemos puede disfrutar su vida sin hacer. Además, no hay más...
Damian alza la mano, para cortarle la frase al viejo accionista.
-La familia Desmond renacerá, créalo o no. Y la mansión volverá a ser habitable.
Damian sonríe con malicia a aquel hombre, mientras mira de reojo a su compañera, quien a su vez luce algo sorprendida de sus palabras.
-Por favor, eso es un desperdicio.
-Para TI, tal vez. Pero para MI, es MI "desperdicio". Yo hago lo que se me place.
Ya no hay duda: si esto fuera un juego de poker, está claro quien tiene la mano ganadora.
-Si tanto apuro tiene por hacerla ¿Porque no ofrece su propiedad? Estoy seguro que podrían construirlo sobre ella.-
-Es ridículo. Mi propiedad tiene una gran casa, caballerizas...-
-Nada que una demolición no pueda arreglar. Después de todo, usted lo dijo, ese centro es mejor negocio que una estúpida casa. Si quiere yo personalmente me encargo de su demolición... dime Anya, ¿que preferirías? ¿Con una bola de demolición, o una explosión con un poco de pólvora?
-Si hay fuegos artificiales, me inclino por la pólvora
Anya decide seguirle el juego, después de leer por un instante la mente de su amado.
-Usted es un estúpido. No crea que se saldrá con la suya.
Damian se ríe ligeramente:
-Tal vez no sea igual que la rata despreciable de Donovan. Pero creame, conozco cosas que ninguno de ustedes sabe. Así que si presionan... no les extrañe tener a dos individuos interesantes haciéndolos que se retracten...
-No me amenace...
-¿Que? ¿Acaso amenazar con abogados es ilegal?
Anya se ríe en su interior ante la mención anterior de Damian, ya que, si bien dijo que eran abogados, claramente la descripción era una de Twilight y Thorn Princess, bajo la cual se inspira para meter temor al relato.
-¿Acaso va a seguir con sus alegatos? Rebajándose frente a todos los accionistas, recurriendo a una amenaza ante gente tan destacada, solo demuestra lo inútil que es. Tal vez crea que me puede amenazar, pero dos podemos jugar ese juego. Así que si aun les queda dignidad, mejor retírense.
En eso otro accionista interviene:
-Señor Desmond, disculpe este momento tenso. Por favor, piénselo bien. Es un buen negocio.
-¿Y para qué? ¿Para que unos infelices quieran jugar conmigo, y tratar como si fuera prostituta, a mi mujer, la madre de mi futuro bebé?
-¡Damian!
Anya exclama sorprendida ante la revelación que se suelta, la cual se combina con una expresión de incomodidad de parte de los accionistas, al darse cuenta que sin saberlo, habían insultado a la futura señora Desmond.
-Lo sentimos, no sabíamos. Le ofrecemos nuestra más sincera disculpa.
-La disculpa no debe ser para mi-, responde señalando a quien deben hacerlo.
Ella no puede disimular su incomodidad, al tener tanta atención encima, cosa que solo le ocurría antes en los torneos de tiro con pistola.
-Creó que ya quedamos bastante claros sobre este negocio. Si realmente les interesa, creó que se equivocan de persona. Sobre los otros negocios que tenemos...
-¿No pensara en cerrarlos?- preguntó alarmado un hombre. -Eso atraería demasiados problemas. Llevamos años con ellos. Su padre los inició.
Damian esboza una sonrisa.
-Hablando de eso... no se apuren... ya no son accionistas con la familia Desmond.
Ante la expresión sorprendida de los ejecutivos, Damian responde:
-Compré la mayoría de acciones, a través de fundaciones caritativas y consorcios ¿por que creen que hoy no vinieron TODOS los accionistas?
En eso caen en cuenta los accionistas presentes, que al creer que su presencia seria solo para confirmar su plan de construcción, por eso solo necesitaban unos 5.
Nunca pensaron que el resto de ellos se venderían a Damian.
Mientras que Anya se vuelve a reír por dentro, ya que si bien su novio dijo que la compra de acciones fue a través de "fundaciones caritativas y consorcios", gracias a su lectura de mentes puede saber que la realidad fue otra:
Rogándole de rodillas a Becky Blackbell, para que el padre de esta le prestara unos cuantos millones de dalcs, para pagar en unos cuantos meses.
-En fin, fuera de tecnicismos, puedo destacar que lo importante es que el futuro de mis negocios va a quedar asegurado, y libre de ratas. Hasta nunca... o hasta que les compre las acciones.
En eso, ambos ven como los accionistas dejan la sala de juntas visiblemente molestos, ya que no solo les quitaron su negocio, sino también el control de poder en las empresas de los Desmond.
-Eso fue relativamente sencillo.
-Para ti.
-¿Quieres manís?
-Mejor zarzamoras...
-El embarazo, ¿verdad?
-Este hijo tuyo me cambia los gustos alimenticios.
-Va a ser un hijo de su madre...
Así, comentando cosas al azar, van saliendo de la sala de juntas, para ir al departamento, y notificar que el resultado había sido todo un éxito.
********
Una semana después
Limpia, con suficiente luz en el interior, espaciosa, y con un toque más hogareño del que jamás ha lucido, es como la mansión Desmond luce ahora, mientras desde la puerta de entra, miran hacia el interior Loid, Yor, Anya y Damian.
Este ultimo consideró que ya fue mucho tiempo de pagar renta en un departamento, por lo que decidió llevarse a su mujer, y también a sus futuros suegros, a vivir a la mansión.
Y con el apoyo de Ewen y Emile, quienes contrataron gente para limpiar, amueblar, tirar a la basura los remanentes del pasado de los Desmond, y hacer la mudanza, ahora están listos para vivir allí
Aunque Loid quisiera haber podido entrar allí muchos años antes, cuando aun estaba vigente la operación Strix.
-¿No es mucho espacio para nosotros?- pregunta una Yor, ya con un vientre ligeramente notorio por su propio embarazo.
-Piensa que en unos meses, habrá dos pequeños corriendo aquí, es mejor tener espacio a que choquen con todo-, responde Loid, mirando a Anya, mientras la recuerda como era cuando era niña, a lo cual esta saca la lengua.
-Pueden escoger la habitación y el piso que quieran, ya si luego quieren instalar cocina, me dicen... por cierto, Anya, ¿quieres que te muestre la mejor vista de la mansión?
-¿Te refieres a un balcón, verdad?
-Claro que si... se ve mejor que esas cosas que ves de Bondman y la princesa Honey.
-¡Eso no es cierto, tienes que demostrármelo!
-Ah si, entonces... alcánzame.
En eso Damian se echa a correr.
-¡No huyas, cobarde!
Exclama Anya, persiguiéndolo, aunque a menor velocidad, para no poner en riesgo al bebé.
Loid y Yor sonríen, al ver como todos esos sacrificios que han realizado a lo largo de los años... han valido la pena.
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Ahora si, ya recién graduado de Eden, Damian empieza a tomar control de todo lo que le corresponde.
Justo a tiempo, si me lo preguntan, ya verán por qué lo digo.
Vaya, nunca pensé que alguna ve escribiría tanto, pero así es.
Este sería ya el penúltimo capítulo, ya el siguiente va a ser el final.
Quiero hacerlo cuando aun se pueda, y no termine perdiendo el hilo inicial.
Se que esta noticia es algo triste, pero es necesario.
Espero disfruten todo esto que se ha estado plasmando aquí.