No sé cómo es que Isla consiguió permiso de sus padres para llevarme con ellos para tomar un brunch, pero ahí estaba yo en mi auto de camino a casa de mi amiga, mientras mentalmente me recordaba que no les había dado una muy buena impresión el otro día, por lo que, imaginaba que me tenían en una lista de los más buscados.
No tardé demasiado en llegar, gracias a que ningún auto transitaba un sábado a las 11 de la mañana en esa dirección. Una vez frente a su puerta toqué el claxon y mi buena amiga se asomó por la ventana como una suricata, me agitó la mano y entendí que bajaría en ese mismo instante para abrirme su parqueadero.
No lo hizo ella, en realidad, fue su padre con una expresión de pocos amigos mezclada con algún extraño tipo de recelo y unas extrañas preguntas sobre mi auto. No eran preguntas extrañas porque no tuvieran sentido, sino que eran temas demasiado mecánicos que yo no comprendía en su totalidad, pero me limitaba a responder hasta lo que mi padre me había explicado que buscara en un auto.
Minutos después de estar en la sala intentando entablar una conversación con el padre de Isla, escuché unas patitas bajar las escaleras, era Laika, la perrita salchicha de Isla, se la había regalado en un cumpleaños en el que ella había pasado muy triste, no sabía el motivo, pero sí la solución. Imaginé que Laika me habría sentido cuando llegué pues saltó sobre mí para lamerme apenas puso una patita en la sala. Detrás de ella, Isla y su madre bajaban haciendo bromas entre ellas. Entonces, su padre y yo nos levantamos, saludé a ambas y me percaté de que sus padres fueron a la cocina.
- tienes demasiado chisme que contarme -dijo y yo reí con torpeza
- no es demasiado si soy honesto -dije simple y ella negó con la cabeza
- que chico tan lindo, espero volverlo a ver -repitió el comentario de Aria y yo me tensé por la vergüenza y la emoción- eso no suena como que no pasó demasiado ¿cómo fue todo? -insistió
- bueno, fuimos al café que dijo Nam Joon y pintamos y conversamos un poco
- ¿y? -preguntó una vez vio que dejé de hablar
- y nos besamos -dije y ella se sorprendió
- vamos -dijo la madre de Isla indicando que iríamos a algún lugar y sería el niño adoptado de la familia
Isla y yo seguimos a sus padres al parqueadero después de dejar a Laika en el patio con un huesito de juguete- ¿no es demasiado pronto para un beso? -preguntó retomando el tema
- Ami dijo lo mismo
- bueno es que, apenas llevan como una semana conociéndose de verdad ¿no? -dijo y yo suspiré
- "Yunki" -me llamó la madre de Isla, ella se sabía mi nombre, pero lo pronunciaba diferente cada vez, no me molestaba en absoluto, sabía bien que no lo hacía para burlarse- ¿quieres llevar tu auto? Porque igual lo puedes dejar aquí y dejamos todo con llave
Mi único bien y la buena manera en que Isla sería capaz de soltar su lengua era si solo íbamos nosotros- está bien, llevaré mi auto -dije con amabilidad y la madre de Isla me sonrió
- nos siguen, cualquier cosa me llamas hijita -dijo y subió a su auto
Isla y yo subimos al mío y salimos de casa. Pasamos dando vueltas por calles mientras Isla buscaba una canción en mi celular y la ponía en volumen bajito para que ambientara el momento.
- ¿qué te gusta de Aria? -preguntó repentinamente y yo reí
- ¿Ami y tú se han puesto de acuerdo para preguntarme lo mismo? -ella rio ante mi comentario mientras negaba con la cabeza
Cuando dio el rojo, apenas me había percatado de que había decidido usar un vestido morado corto que iba a juego con los dibujitos que decoraban sus ojos, corazones, su delineado favorito y sus aretes de batido morado, quizás eran nuevos, nunca se los había puesto.
- lo pregunto porque algo te debe gustar demasiado como para dar ese paso -dijo y yo acomodé mis gafas de sol en mi frente, pues me estaba opacando la vista y eso me impedía ser un conductor responsable
- ella me besó a mí de hecho -dije y sentí su mirada sorprendida, a lo que reí
- ¿será que le hiciste un amarre? -soltó, sabía que esa era una de esas expresiones de su país, expresión que no comprendía completamente bien, pero ella también se percató de ello al no ver una reacción de mi parte- ¿le hiciste brujería? -preguntó y yo reí a carcajadas
- ¿qué clase de persona crees que soy?
- una que embruja chicas para que lo besen en la segunda cita -bromeó
Dejamos el tema morir una vez llegamos al lugar en donde tomaríamos el brunch. Finalmente, conseguí tener temas de conversación naturales, todo gracias a que la madre de Isla era una persona de lo más cálida y extrovertida, me recordaba a la misma calidez con la que Isla nos trataba siempre.
Pasé un buen momento junto a ellos, pero una parte de mí se sentía bastante nostálgica por el hecho de que no había visto a mi familia en bastante tiempo y extrañaba esa calidez, ese cariño tan puro y genuino que ellos me daban.
Veía que Isla tenía una relación buena con sus padres y que en realidad se notaba como la querían y le daban todo de ellos y eso me daba cierta tristeza, por mi lejanía con mi familia, porque había días que incluso olvidaba escribirles o hacer una video llamada con mi madre para que supiera que estaba bien.
Ese momento lo guardé en mi interior, a pesar de que sentía que quería quebrarme de la tristeza.
Una vez terminamos de comer, madre e hija hablaron entre ellas y como resultado, Isla dijo que regresaría un poco más tarde y ellos asintieron, se despidieron de nosotros y mi amiga y yo subimos a mi auto.
- ¿A dónde se supone que vamos? -pregunté
- a casa de Ami -sonrió- me escribió hace un rato y dijo que fuéramos, está con Michael -aclaró y yo asentí
Durante nuestro camino al departamento de Ami, ya no platicamos sobre mi cita con Aria, en su lugar, empezamos a hablar de banalidades que siempre nos llegaban a generar conversaciones que parecían nunca tener fin, la de ese día era sobre una canción que el otro día había tocado en la guitarra. Ella decía que era una canción muy rara, pero que se sentía como una canción romántica y yo le decía que para mí tenía pinta de haber sido escrita por alguien a quien le rompieron el corazón.
Siempre podía ver el vaso medio vacío, pero Isla me decía que estaba medio lleno.
Y yo siempre le creía.
Llegamos una media hora después de lo que esperábamos, Ami me abrió el estacionamiento de su edificio y poco después ya estábamos en el ascensor, donde ambas chicas me bombardeaban con la idea de que era demasiado rápido besar a una chica que apenas estaba conociendo y con la que la primera cita no había sido lo suficientemente buena.
- ¿y qué te gusta de ella? -preguntó Michael mientras le comentaba como fue la cita y escuché a Isla reírse desde la cocina
- que es bonita, no le gusta nada más -dijo Ami, mientras le servía jugo a Michael
- amigo -dijo Michael en desaprobación para después beber el jugo de naranja- eso no es solo malo, es terrible -dijo
- pero ¿por qué?
- si no te gusta algo fuera de su físico solo será interesante hasta que terminen cogiendo -dijo Ami
- y después te sentirás fatal por haberle dado tiempo a una relación netamente carnal -agregó Michael
- tal vez es porque no lleva mucho tiempo conociéndola -dijo Isla
- pero ya se besaron -dijo Ami
- ella me besó -aclaré
- ¿ella te besó? -preguntó Michael con sorpresa- uff, eso es un poco serio ¿no?
- no lo sé -dije- además, tú fuiste el que puso la idea en mi cabeza de salir con ella y darle un beso
- sí, pero no imaginé que cuando salieran en verdad sus citas iban a ser tan insípidas, parecían llevarse mejor por chat -mencionó y eso retumbó en mi cabeza por un buen rato
El resto del tiempo pasé bastante despistado porque intentaba entender qué era lo que pasaba entre Aria y yo, quería comprender cómo era nuestra relación, si a eso le podía poner un nombre, quería saber si entre nosotros existía real esperanza sobre algo más y sobre todo quería mantener en orden las ideas respecto a cómo interactuábamos. Siempre llegaba a la misma conclusión, lo hacíamos, pero no lo suficiente como para realmente saber si me gustaba algo más.
Escuché las carcajadas de Ami que llamaron mi atención al mundo real, curiosamente, ella se había puesto maquillaje y llevaba uno de sus outfits que Isla y ella llamaban "de conquista" imaginé que habría salido antes y algún chico que le gustaba había ido al mismo lugar que Michael y ella, pero la nube de pensamientos nuevamente me nubló.
¿qué me gustaba de Aria?
¿por qué me llamaba tanto la atención?
¿realmente me gustaba o es que la falta de sexo me estaba afectando el cerebro de alguna manera?
- Ami está un poco rara ¿no crees? -escuché que Isla me murmuró y yo la miré con curiosidad
No veía nada fuera de lo normal, Ami bailaba con Michael y él cantaba con gallos una canción en español a la que tampoco le presté demasiada atención.
- no creo -dije y la escuché reír bajo
- los chicos no tienen un tercer ojo abierto -dijo y yo reí con torpeza
- ¿a qué te refieres? -pregunté y ella negó con la cabeza
- ¿te preocupa demasiado lo de Aria? -preguntó y yo suspiré en respuesta- todavía no la conoces lo suficiente gatito, estoy segura de que en cuanto profundicen más en su relación entre ambos sentirás las mariposas y las cosas serán más sencillas -dijo y yo asentí no demasiado convencido
- Min -me llamó Michael- demos una vuelta en tu auto ¿quieres? -pidió y yo accedí
Los cuatro subimos a mi auto, puse música a todo volumen y conduje por las calles de la ciudad hasta que Ami dijo que los llevara a una hamburguesería, me percaté por el espejo retrovisor que Ami estaba recostada sobre el pecho de Michael y él cantaba con pasión Kamikaze de MØ, recordaba por ello que Nerve era la película favorita de Mike y que seguramente pasaría la noche con Ami viéndola.
Eso, al mismo tiempo, me hacía pensar en Aria y en mí.
Se me ocurrió que nuestra siguiente cita podría ser una en la que cantáramos karaoke y bebiéramos algo, tal vez un poco de alcohol también ayudaría a que las palabras surgieran con mayor facilidad, pero eso no lo iba a saber sino hasta que fuera un hecho y no solo palabras.
Estacioné frente a la hamburguesería. Ami y Michael bajaron primeros y entraron divertidos, Isla bajó después y yo al último.
- deja de mortificarte -la escuché decir y la miré, saliendo de mi pensamiento- las cosas con Aria serán como tengan que ser -aclaró y yo reí negando la cabeza
Caminé hasta quedar junto a ella y rodeé sus hombros con mi brazo, ella odiaba que yo hiciera eso y me divertía ver cómo se apartaba para atacarme con cosquillas en las costillas. Así, entramos a la hamburguesería, pedimos nuestra comida y después fuimos con Michael y Aria que estaban levantándonos la mano desde una mesa junto a la ventana.
Isla se adelantó y yo fui a llenar mi vaso con refresco, segundos después la vi regresar con el vaso que seguramente era de Ami y empezó a llenar el primero con Sprite y el segundo con Coca Cola Zero.
- Ami es muy dulce, me pregunto qué le habrá pasado -mencionó ella y yo la miré curioso
- intentas decirme algo -afirmé- pero sabes que soy malo con las indirectas -expliqué y ella rió bajo
- no es una indirecta -sé que mintió, siempre lo supe, pero en ese momento lo ignoré
Ambos fuimos con nuestros amigos en la mesa y empezamos a conversar hasta que nuestras hamburguesas llegaron. Conversamos de estupideces, pero pasamos demasiado bien, Michael nos hacía reír y de vez en cuando, Isla me daba un codazo no sé por qué.
Cuando terminamos de comer Michael y Ami dijeron que irían por sus propios medios a casa, así que nos despedimos. Isla y yo fuimos en la misma dirección, como siempre y la vi un buen tiempo jugando con la radio hasta que empezó a sonar Potion. Isla cantaba con sentimiento, pero nunca desafinaba y yo tamborileaba la canción en el volante.
Por un momento, tuvimos una extraña conversación en la que ella se estaba quejando de lo mucho que detestaba menstruar y sentirse tan llena de emociones y yo le dije que siempre podía contar conmigo para sacar esas emociones.
- no puedo hacerlo en realidad -dijo cuando la luz se puso en rojo y la miré
El vestido morado se había levantado un poco y como sabía a la perfección, ella llevaba shorts de basket debajo de la falda para sentarse de la manera más cómoda posible. Pero ello dejaba a la vista un tatuaje del que no tenía idea, uno del que apenas podía ver una curva.
- ¿por qué no? -pregunté picando su mejilla para molestarla
- porque es complicado -espetó- a veces me siento triste, otras veces adolorida, otras caliente y otras, como hoy, me siento demasiado feliz
Yo reí a carcajadas y sé que ella me miraba con fastidio fingido- ¿cómo es que te pone caliente estar menstruando?
- son mis hormonas Min Yoon Gi -se quejó y yo reí
- disculpa, es que nunca creí escuchar algo así, aunque sé de buena fuente que algunas chicas se tocan para ayudar al dolor -le dije sin pudor
Yo no tenía tabúes, ella tenía pocos, pero los tenía y por eso me dio un golpe en el hombro para después reír divertida- basta -se quejó
Llegamos a su casa, Isla se despidió, le agradecí por el día y le dije que saludara a sus padres de mi parte, la vi entrar y despedirme junto a Laika desde la ventana de su habitación, entonces fui directo a casa, una vez ahí le escribí a Aria y propuse la idea del karaoke.
Un minuto.
Dos minutos.
Tres minutos.
"claro,será divertido"