Para las once de la noche todos en el hogar de Louis estaban despidiéndose y deseándose una feliz navidad por adelantado, ya que la mayoría debía estar en la cena de sus familiares antes de la media noche.
Liam se había ofrecido para ayudar en la limpieza del lugar, ya que habían dejado algunas envolturas de dulces por ahí junto a platos y tazas con chocolate y pastel. Louis se negó, por supuesto, diciendo que él limpiaría por la mañana.
—Les agradezco por haber venido a pasar el rato conmigo chicos. Significa mucho para mí —sonrió, abrazándose a un cojín mientras observaba a sus amigos recoger sus pertenencias.
—Oh Louis, no es nada. —Eva se acercó a él, acomodandole el bannie que usaba con suavidad y una bonita sonrisa—. ¿La pasaste bien?
—De hecho fue un buen cumpleaños, todos ustedes son buenos anfitriones. —asintió.
—Niall —soltó en alto el rubio, terminando de acomodarse su sueter—. Niall es un buen anfitrión. Amé organizar tu fiesta, ¿puedo hacerlo también el otro año?
Louis se rió—. Seguro.
—Mejor que lo haga Max —dijo Oliver—. Hoy fue tu mayoría de edad y Niall es un niño de bien, nosotros queríamos alcohol y drogas, streppers y sexo, no chocolate y galletas.
La mayoría se rió, Niall sólo rodo los ojos—. Noche buena es para pasarla en casa frente a la chimenea. —alegó.
—No veo una chimenea aquí, y no es noche buena solamente, también Louis nació hoy. —volvió a decir Oliver.
—¡Bueno! ¡¿Y la culpa de que Louis se haya creído el niño jesucito la tengo yo?! —Niall soltó, alzando las manos.
Todos volvieron a reír, y entonces Louis abrazó a Niall—. Dejaré que tu organices mi próximo cumpleaños, me gusta lo cálido en casa junto a mis amigos. Gracias Ni.
El rubio sonrió, respondiendo el abrazo del ojiazul—. No es nada. —se separaron y Niall lanzó una mala mirada a todos—. Ven idiotas, Louis ama mis fiestas.
—Sí, sí, ya a la mierda —Max rió, abriendo la puerta principal—. Vámonos que se hace más tarde y mi madre me fusilara si no estoy para partir el pavo con ella.
—¿Ella lo cocinó? —preguntó Oliver.
Max asintió—. Sí, claro. Lo hace siempre.
—Deberías invitarme.
—Ven si quieres.
Louis suspiró al ver a sus amigos marcharse, y caminó para despedirlos de último.
—¿Estás seguro de que no quieres venir para pasar la noche en casa? —preguntó Niall deteniéndose frente a él.
Louis negó, todavía sonriendo un poco—. Estoy algo cansado y quisiera dormir ya. Pero mañana estaré a primera hora en tu casa para desayunar juntos.
Niall bufó, asintiendo—. Vale.
—¿No quieres llevarte tu regalo de navidad de una vez? —preguntó Louis, volteando levemente al árbol que brillaba por las lucecitas encendidas.
—¿Me compraste un regalo?
Louis volteó a ver a Niall con el ceño fruncido—. ¿Sí?
—Aw, ¡que lindo eres! —Niall le abrazó y suspiró. Louis rodó los ojos mientras reía y lo apartaba.
—No seas dramático, todos los años te compro un regalo.
Niall rió—. Lo sé. En casa también tienes uno, llevalo tú mañana. Lo abriremos juntos.
Louis asintió—. Está bien, te veo mañana.
—Okay. —Niall vio detrás de Louis y tomó un poco de aire—. ¡Harry! ¡Date prisa o te dejaremos aquí y tendrás que caminar con estos grados bajo cero!
Louis volvió a reírse, volteando atrás cuando escuchó al rizado corretear en la planta de arriba. Había tenido que usar el baño minutos antes, y se notaba apresurado por bajar.
—¡Terminé, estoy aquí!
Niall le frunció el ceño—. ¡Pues date prisa! —después le sonrió a Louis—. Feliz navidad Lou, que descanses. Te veo mañana.
Louis asintió y observó a Niall alejarse luego de darle una mirada reprochante a Harry, quien se ponía su abrigo. Sonrió, y volteó a ver al rizado.
Harry le sonrió también, caminando en su dirección pues Louis todavía seguía en la puerta.
—¿Está todo bien? —preguntó Harry.
Louis asintió—. ¿Por qué no lo estaría?
—Bueno...
—Fue un beso Harry. —volvió a sonreírle, esa vez con ternura—. Sabes que eres importante para mí. Y las cosas están mejor así, no quieres meterte en esto.
El ojiverde se rió, asintiendo—. Fue un beso Louis, solo... Me preocupaba que, las cosas fueran a malinterpretarse, también te aprecio mucho.
Louis asintió, restándole importancia con un gesto.
—Todo está bien, lo prometo.
—Vale. ¿Seguro que quieres quedarte solo? —Harry preguntó dudoso, antes de salir.
—Sí, los veré de nuevo pronto. Vayan a casa.
—Puedo quedarme si quieres.
Se rió, empujando suavemente a Harry fuera por los hombros—. Tienes que contarme si santa te trajo la play que le pediste.
—Seguramente fui un chico malo este año porque fisgonee un poco y descubrí un par de calcetines en un regalo con mi nombre.
Ambos se rieron, y unos momentos después Louis estaba viendo como todos sus amigos se iban.
Había sido un buen cumpleaños, no podía quejarse en absoluto.
☹︎☺︎
Se había metido a la cama tan pronto subió a su habitación. No tenía absolutamente nada qué hacer.
No tenía un celular. Jodido fuese el día que... Bueno, ya ni siquiera valía la pena tenerlo en cuenta.
Era demasiado tarde para encender el ordenador así que solamente estaba viendo el techo. Aburrido, preguntándose cómo estaría pasándola su familia. Seguramente el abuelo había organizado todo para hacer un enorme mono de nieve, como cada año. Su madre estaría quejándose del frío junto a la abuela, sosteniendo a las gemelas en brazos viendo todo desde la ventana de la cocina, mientras los otros niños corrían junto al abuelo y papá. La navidad en familia siempre era bonita, pero Louis prefirió esperar en casa.
Se preguntaba por qué.
Se sentó cuando escuchó algo extraño. Tragó saliva cuando se dio cuenta de que no había imaginado nada. Observó alrededor con curiosidad, luego escuchó algo más.
Dio un pequeño salto cuando escuchó toques algo suaves en su jodida ventana.
Tomó aire y apretó los ojos.
Estaba muy grande para estar asustado por algún monstruo apareciendo de la nada afuera de su habitación. Era jodido pensar eso. Quizás era peor, algún asesino de navidad como esas películas aburridas de las cuales siempre se quejaba, o algún ladrón que se enteró que el menor de los Tomlinson estaba solo esa noche.
Intentó no entrar en pánico, pensó qué sería lo más correcto.
Encima no tenía un jodido teléfono para llamar a la policía. ¿Y si gritaba? Su barrio estaba solo en su mayoría, todos habían salido a festejar noche buena con la familia. Louis idiota, por qué había tenido que ser tan aguafiestas para querer quedarse solo en casa. En ese momento solo podía reprocharse mientras seguía escuchando los toques en la ventana.
Podía correr y esconderse en algún lugar. Como el sótano. Pero joder, prefería morir antes que bajar solo al sótano. Era bastante oscuro, y él muy idiota.
Quizás si era amable con quien fuese que estaba fuera en su ventana y cooperaba, no le lastimaría. Quizás.
El toque se volvió más insistente y fue cuando no pudo mantenerse más arriba de su cama. Bajó de prisa y buscó cualquier cosa con lo que pudiese defenderse, hasta que observó con detenimiento la silueta que se dibujaba a través del cristal.
Su boca se abrió ligeramente, luego se preguntó si realmente estaba alucinando.
—¿Zayn? —murmuró para sí.
Se acercó a la ventana y sin tomar mucho tiempo para decidir la abrió.
El pelinegro le observó, se había quedado a la mitad de volver a tocar el cristal. Vaho salía de su boca, y Louis perdió el aliento al detallar su rostro.
No sabía qué mierda preguntar primero.
—Zayn.
El mayor simplemente le observó. Ninguno sabía qué decir.
—Pero qué... —Louis quiso acercarse, pero se detuvo apenas quiso dar el primer paso. Frunció el ceño, decidió la primera pregunta—. ¿Qué te sucedió? Tu... Rostro, es...
Quería no preocuparse. Quería poder ser indiferente al igual que Zayn había sido con todo lo que a los dos respectaba. Quería ignorar el hecho de que Zayn tenía una ceja rota y un ojo morado, que su pómulo tenía una herida y que su labio estaba hinchado. No quería preocuparse, no debía. Pero ahí estaba.
El mayor negó, sin apartar la vista de los ojos azules—. No es nada.
Louis apretó los labios, negando también—. Entonces no vas a decirme.
—No.
—¿Tengo que preocuparme? —intentó.
—No.
—Vale. —resopló—. ¿Entonces qué haces tocando a mi ventana? Es el jodido segundo piso.
—Quería verte.
Alzó las cejas, intentando parecer indignado—. Normal, ¿no? Es así cómo funciona para ti. Me pides que me olvide de ti, que no te llame, que simplemente... Haga como si jamás hubiese pasado nada entre nosotros y luego apareces de la nada, diciendo esa mierda. He reflexionado durante este tiempo y creo que...
—Quería verte —Zayn le interrumpió.
Louis soltó un pisoton con su pie descalzo y se cruzó de brazos con el ceño fruncido—. ¿Y no podías tocar la puerta como las personas normales? —se quejó.
Zayn disimuló bien la leve sonrisa que quiso aparecer en sus labios.
—¿Tus padres? Trataba de ser discreto.
Louis le miró rendido. Zayn era impredecible. Una mierda.
—Fuiste de todo menos discreto. Quizás algún vecino llamó ya a la policía por algún extraño mono trepando balcones. ¿Qué está mal contigo? —bufó.
—¿Entonces vas a dejarme entrar o qué? Tengo un regalo para ti. —el mayor alzó los hombros. Louis se hizo a un lado. Observó a Zayn agacharse en el tajado, luego alzó en sus brazos una pequeña caja de cartón. Entró en la habitación y Louis cerró la ventana.
Todavía no le perdonaba su horrible manera de ser. Dejándolo de lado cuando deseaba y luego volviendo a él cuando así lo quería.
—Se ha quedado huérfano —lo escuchó decir. Luego, metió sus manos dentro de la caja y sacó una bola peluda. Louis ladeó la cabeza y reconoció al animal.
—¿Rogger?
Zayn lo acunó en sus brazos y se dio la vuelta, dejando que Louis le viera. El gato parecía estar bien, aunque su mirada estaba casi apagada.
—Antony murió ayer. Era su dueño y eran solo ellos dos, así que se ha quedado solo. —explicó Zayn—. Ya que ustedes son tan parecidos, pensé que podrían llevarse bien.
Louis parpadeó, realmente no le desagradaba la idea de tener a Rogger luego de lo que había escuchado, pero le seguía causando conflicto que Zayn estuviese ahí como si nada hubiese sucedido. Todavía fruncía el ceño cuando Zayn se acercó y le tendió con cuidado al animal que todavía seguía sin moverse mucho.
—Feliz cumpleaños Louis.
Tomó a Rogger y le acurrucó, dándole unas suaves caricias en el pelaje que le relajó notablemente.
—Me lo quedaré, gracias. —aceptó—. Pero si es todo lo que tienes para decir, entonces puedes irte. Si las cosas van a seguir, no serán como antes. Así que tomalo en cuenta.
El mayor simplemente lo miró por un largo rato, luego se sentó al borde de la cama. Con esos ojos brillantes y esa... ¿indiferencia? No, ya no había ni un poco de indiferencia. ¿Entonces qué era? Parecía haber perdido una batalla, parecía haber aceptado una derrota. Le veía con nostalgia.
Louis realmente no quería caer de vuelta a ello. Sabía que no había tenido demasiado de Zayn, pero no podía simplemente seguir con eso si sería abandonado al otro momento.
Apartó la vista y acarició a Rogger, quien ronroneaba apenas. Seguramente estaba triste. El aura era contagiosa, los ánimos de Louis también se habían apagado. Quería ir donde Zayn y abrazarlo hasta desaparecer ese gesto de melancolía que permanecía en su rostro.
Mordió su labio y suspiró.
—¿A qué has venido realmente, Zayn? —murmuró, dejando con suavidad a Rogger encima de unas prendas que había en el suelo. El animal se recostó y simplemente cerró los ojos luego de que Louis le acariciara por última vez el pelaje—. No puedes simplemente observarme y pretender que entenderé lo que sea que pase por tu cabeza.
—Ven aquí —Zayn murmuró.
Se acercó con pasos suaves, hasta quedar delante del mayor. Zayn tomó sus manos y levantó la vista hasta encontrar una vez más sus ojos. Louis parpadeó, sintiendo su corazón latir un poco más rápido.
La debilidad que tenía por Zayn todavía estaba muy presente. El amor que sentía por él no estaba cerca de desaparecer. La manera en la que deseaba sostenerlo era una pérdida de tiempo. Zayn no buscaba aquello que Louis anhelaba tener. Zayn no era la persona a la que Louis debía amar.
Pero ahí estaban.
—No soy un buen chico Louis. —finalmente le escuchó decir.
Louis negó, dándose cuenta de que realmente estaba en lo correcto.
—Vamos de nuevo por el mismo sendero. He decidido que no deseo volver a cominar por allí.
Intentó apartarse, pero Zayn le sujetó por la cintura.
—No soy un buen chico, pero sé que eres mío.
Después de eso, el mayor le atrajó hasta dejarle encima de él. Le tomó fuerte por las piernas y le sostuvo demasiado cerca. Los labios de Louis temblaron y no pudo verle a los ojos.
Zayn tenía razón. Louis no estaba interesado en dejar ir aquello, pero tampoco estaba muy convencido de querer seguir como parecía quedarse todo. Preguntas sin ser respondidas, toques que después iban a olvidarse, un amor que parecía no ser respondido. No quería eso para él.
A veces dolía más aferrarse que soltar. Pero Louis estaba realmente dispuesto a hacerlo. No quería tener a Zayn sin tenerlo.
Era todo, o era nada.
—¿Me quieres? —le preguntó al cabo de unos momentos.
—Sí.
—¿Cuánto?
—Lo suficiente.
Sonrió a su pesar—. Suficiente para aceptar que voy a quedarme a tu lado de la manera en que yo quiera y que tendrás que aceptarlo, o lo suficiente para decir que me quieres pero no deseas que este contigo.
—Solo, lo suficiente.
Entonces miró a Zayn, pasó sus brazos alrededor del cuello del mayor y junto sus narices.
—Tu suficiente no es suficiente para mí. —murmuró—. La he pasado miserable desde que te conocí y siento que no puedo volver a lo mismo. Si estás conmigo está noche quiero que sea lo mismo mañana, en una semana, o en un mes. Lo mismo siempre. Pero si estarás conmigo está noche y mañana me pedirás que simplemente lo olvide... Entonces no quiero nada. Y... Puedes irte justo ahora. Todavía cuidaré de Rogger.
Entonces Zayn sonrió a su pesar.
—No lo entiendes mocoso —murmuró también—. Tú realmente no quieres estar con alguien como yo.
—Eso es lo que tú supones, pero mirame, estoy justo aquí. Deseando todo contigo. A pesar de que creas que no debería ser así, todavía lo quiero.
—Te arrepentirás tan pronto como inicie.
—¿Por qué no dejas que me de cuenta por mí mismo? Entonces yo decidire si me quedo o me voy.
—Porque ese es el problema —Zayn parpadeó, apretándole todavía más contra él—. No quiero que tengas opción. No quiero que tú quieras dejarme. No quiero que vayas a ningún lado, y sé que una vez me conozcas como dices querer, simplemente te esfumaras. Quería que todo fuese irresponsable, que me quisieras solo un rato y luego te olvidarás, para luego recordarme y olvidarte otra vez. Realmente iba a ser mejor así. Yo no tendría que preocuparme por ti, tú no tendrías que pasar algún mal por mi culpa.
Louis negó—. Pero no es lo que quiero. Y lo sabes, puedes amarlo, u odiarlo. Tomarlo, o dejarlo... Ya he tomado mi decisión, es tu turno ahora.
Y entonces Zayn lo besó. Lo besó como sólo él podía hacerlo.