TALIA INMEDIATAMENTE SE PUSO delante de Lydia, mientras Scott no importa con cuanta fuerza intentara, tal vez la suficiente para hasta romper la perilla, aun así no podia abrir la puerta, no importa sus desesperados intentos.
— ¡Scott, abre la puerta!— Malia siseó apurándolo—. ¡Eres un hombre lobo!
— Lo estoy intentando!— el jadeó pegado a la puerta. Malia fue hasta la ventana mas cercana, abriendo las cortinas y dando un fuerte golpe al vidrio pero ni una raya logró hacerle, no importa cuantas veces lo intentara.
Talia en cambio trató de hacer explotar los vidrios, o despedazar la puerta con su magia, una mano detrás de su espalda para que la banshee no la viera, pero tampoco funcionaba. Su poder era mayor que el de cualquiera en esta sala, eso era evidente, pero el poder de esta banshee estuvo en esta casa cultivándose, aumentando, por casi treinta años. La magia de la hibrida aquí era de poca influencia, estaba en el territorio de esta mujer y sería difícil poder salir, solo otra banshee podría desafiarla.
— ¿Lenore?— Lydia preguntó tratando de no perder la calma—. ¿Podrías abrir la puerta por favor?
— Ahora que están aquí, tienen que quedarse— la mujer sentenció— A Caleb le agradan.
— Y el nos agrada.— Talia dio un par de pasos hacia adelante y fue hasta la mujer—. Pero tenemos que ir ayudar a nuestra ciudad. Las personas están despareciendo. Es decir, marchándose. Realmente podrías ayudarnos.
— Nadie puede ayudarlos. Si quieren irse se van a ir. Se irán, y se irán y no hay nada que puedan hacer al respecto.
Talia sintió una presencia detrás de ella, viendo que el niño, pálido, casi gris y con esa perturbadora mirada los veía desde una esquina
— Vengan conmigo— Caleb se fijo en Malia y Scott antes de darse media vuelta y entrar por una pureta oscura sin mirar atrás. Los dos vieron a Lydia y Talia que tenían su vista puesta en Lenore, ambas chicas eran las única que podían tal vez encontrar la salida de esta casa y esta ciudad.
— Vayan— la hibrida asintió, dándoles una mirada aseguradora. Scott y Malia las vieron una ultima vez antes de darse vuelta seguir al Niño, si es que en verdad lo era.
Mientras tanto las dos chicas quedaron solas con la mujer que tenía los ojos rebasados en lágrimas y Talia notaba que estaba cautelosa e intranquila.
— ¿Por qué no te fuiste también?— ella preguntó curiosa.
— ¿Y que se supone que significa eso? ¿Es una acusación?— la mujer preguntó con hostilidad y nerviosismo—. ¿Me estas acusando de algo?
— ¿Como es que eres la única que quedo? ¿Te escondite?— la hibrida siguió, sabia que no debía instigarla—. ¿Peleaste contra ellos?
—¿Pelear con quien?— ahora Leonore se veía confundida pero Talia podia detrás de los ojos brillosos y la capa de niebla a la mujer que se habia perdido después de tantos años—. ¿De qué están hablando?
— Se llaman los Jinetes fantasma. Se llevaron a todos de Canaan.— Lydia explicó en simples palabras—. ¿Por qué te dejaron a ti?
— ¡No lo se! ¡Se llevaron a todos excepto a... MI!
La mujer llevo sus manos en alto, su chillido de tal magnitud, fuerza y poder que hizo que las dos chicas salieran disparadas hacia atrás. Talia se golpeó contra la pared, un agudo pitido en sus oídos siendo que eran tan sensibles al sonido.
— Tenía razón.— la hibrida jadeo, poniéndose de pie mientras se agarraba una oreja, sintió algo tibio saliendo de este, le estaba sangrando un poco—. Eres una banshee.
— No es mi culpa que no me llevaran.
— Se por que no lo hicieron.— Lydia se levanto también del suelo.
— Creen que los ayude porque trajeron de vuelta a mi hijo muerto— la barbilla de Leonore tembló.
— ¿Que dijiste?— la hibrida preguntó confundida.
La mujer alzo sus manos otra vez, pero ahora Talia supo muy bien que hacer puesto que esto no era algo a lo que podia compararse. Sin subestimar a Lydia, solo se tapo lo mejor que puso los oídos, mientras su amiga banshee no se quedaba atrás e igualmente alzo las manos dejando salir su poderoso grito igualando al de la mujer. Las dos colisionaron y en unos segundos sus gritos terminaron. Talia inmediatamente se quito las manos de los oídos y fue hasta Lydia quien solo asintió, dejándole ver que estaba bien.
— ¿No sabías lo que estaba pasando no es así? — Lydia vio a Leonor—. Solo los viste en el final.
— Estaban a mi alrededor pero no me llevaron— la mujer dijo con un hilo de voz.
— Es porque eres una banshee, como yo.— la pelirroja afirmó. Leonore se vio como si acabara de despertar de un largo sueño o en realidad una pesadilla, sus ojos ahora tenían cierta claridad que la bruja no habia visto en ellos, fue hasta el espejo más cercano, pasando una mano, limpiando la superficie polvorosa;
— ¿Cuanto ha pasado?
— Casi 30 años— Talia respondió—. Tú....
Peor no pudo seguir hablando, se dobló en dos, empezando a sentir que le faltaba el aire y sus pulmones estaban colapsando. Lydia inmediatamente fue a su lado en pánico y preocupación:
— ¿Talia? ¿Talia que sucede?
La chica en respuesta solo dio respiraciones entrecortadas y escupió agua, vomitándola en el suelo, apenas pudo hablar;
— Scott. Se esta ahogando.— se agarro el pecho, una de las muchas formas de matar a un hombre lobo era ahogándolo, ninguna célula se podría regenerar.
— A ti no te llevaran.— Leonore vio a Lydia que estaba arrodillada frente a su amiga—. Estarás a salvo.
— No quiero estar a salvo. Quiero salvar a Stiles. No dejes que sea la última que quede. No tengo a un Caleb.
La mujer vio a la banshee y a la hibrida por un segundo antes de alzar una mano, la puerta abriéndose por si sola. Al siguiente segundo Talia dejo de escupir agua y respiró con fuerza al sentir de nuevo que sus pulmones se estaban llenando de oxigeno y no agua.
— Váyanse.
La puerta de la esquina se abrió revelando a Scott y Malia, Talia inmediatamente fue a abrazar a su mate quien recibió el abrazo con gusto, en una silenciosa mirada preguntándole si estaba bien. Él solo asintió y entrelazo su mano con la de ella
— Salgamos de aquí.
Aun así, cuando estaban caminando hacia la calle, la hibrida se detuvo por unos segundos antes de darse la vuelta para ver a la solitaria mujer que aun así tenia a su hijo muerto a su lado,
— Sabes puedes venir con nosotros.— Talia le ofreció.
— No podría dejar a Caleb.
— Lenore, tu sabes que no es real.— Lydia le recordó.
La mujer desvió su mirada del grupo hacia el pequeño niño a su lado con una pequeña y amorosa sonrisa, y cuando los vio de nuevo Talia lo supo. Una madre prefería vivir en su propia ilusión de que su pequeño hijo estaba con ella que tener que enfrentar el hecho de que él ya no estaba al igual que el resto de su familia y amigos.
— No podría dejar a Caleb.
[...]
Cuando llegaron a la casa de Scott, Lydia y Malia se quedaron afuera al contario de la hibrida y el alfa que entraron de inmediato. La visita a Leonore le habia causado una duda a Talia, ¿ella podría desparecer? No era una banshee, pero era una bruja, aunque de todas forma estaba segura que si Scott desparecía ella desparecería con él. Y ese niño... ese niño le habia dado el mismo escalofrío por la columna cada vez que veía a Claudia Stilinski, ¿seria posible que...? No sabia muy bien si eso era posible puesto que tendría que tener la certeza que Claudia estaría muerta.
— ¿Estas bien?— su novio notó el estado un poco nervioso de la hibrida.
— Lo único que quiero es una ducha caliente.— ella suspiró.
— Tomemos un baño ¿de acuerdo?— Scott le sobo los hombros a su pareja y le dio un beso en la frente—. Yo lo preparo.
— Creo que ni siquiera tengo ánimos de cocinar...
Pero ambos dejaron de caminar abruptamente cuando vieron la figura del chico. Liam y Hayden se hallaban en la cocina, y junto a ellos Theo Raeken, de vuelta del infierno exactamente igual al mismo día en que Kira Yukimura y Talia Hale lo mandaron allí.
— Theo— Talia jadeo. Todos los malos y buenos recuerdos vinieron a ella como una ola de terribles emociones. Las noches en que se quedaban hablando hasta el amanecer, las mañanas en que Theo le hacia desayuno y las tardes en que le traía comida de afuera, los juegos, los maratones de televisión basura, las noches que dormían juntos, y luego el hecho de que todo eso era un mentira. Theo la habia mantenido prisionera en esa casa, había evitado que fuera con su mate, con su familia por cuatro meses. La mantuvo encerrada e ignorante, alimentándola de mentiras. Y si habia un grado de amor por ella era tan enfermizo como el de Peter Hale. Y por como la miraba Theo, supo que él pensaba también lo mismo, los recuerdos y el tan supuesto amor que él le habia confesado.
Talia se agarró al brazo de Scott con fuerza y dio un paso hacia atrás, traumatizada. Había logrado superar muchas cosas, los cazadores, el Kanima, La Darach, los sicarios y la lista negra... pero lo que los dread doctors y Theo habían hecho aún lo trataba de superar.
Scott dio un paso hacia adelante, el solo hecho de que Theo estuviera mirando con esos ojos a su mate, con esa mirada suave, lo hacía hervir en rabia.
— Espero que entiendas que me está tomando toda mi fuerza no despedazarte en dos ahora mismo.— el alfa afirmó. Talia podía sentir debajo de sus manos a su novio temblar en autocontrol, realmente estaba tomando cada una de sus fibras poder mantenerse así de lejos de Theo y no destrozarlo. Y la verdad es que la hibrida a su lado no sabía como reaccionar, se habia quedado en blanco por la sorpresa.
La puerta se abrió otra vez, solo que la puertas de atrás, y todas las miradas se enfocaron en Malia que vio estupefacta al quimera que hizo una mueca, Talia pudo palpar en el aire aquella violencia que emanaba de su hermana.
— Hey, Malia... no sigues molesta con todo eso del tiroteo verdad?
Malia empezó a temblar, sus ojos iluminándose azules, sus colmillos saliendo de sus dientes y rugió con fuerza, corrió hacia Theo y ninguno en realidad hizo un esfuerzo por detenerla, lo golpeo haciéndolo caer al suelo. Luego, la coyote se puso encima de él, comenzando a golpearlo una y otra vez, con cada golpe haciéndolo sangrar aun mas.
— Esta bien, no tienes que parar.— él jadeó.
— Créeme— ella siseo con su mano al aire, sacando sus garras, el miedo en la cara de Theo—. No lo haré.
Inmediatamente Scott y Liam fueron hasta la coyote, cada uno tomándola de un lado haciéndola retroceder fuera de Theo.
— Malia. Cálmate.— su alfa le pidió, tratando de tranquilizarla, mientras tanto Talia dio un paso hacia adelante queriendo ayudar al chico en el suelo pero se detuvo así misma—. Va a regresar bajo la tierra.
— No pueden!— Liam argumentó—. Él recuerda a Stiles.
— Scott recuerda a Stiles.— Malia siseo—. Talia lo recuerda. Yo lo recuerdo.
— Apenas. Solo tenemos un concepto.— Talia ladeó un poco la cabeza viendo a Theo completamente ensangrentado y tirado en el suelo— . No tenemos en realidad momentos con el en nuestras cabezas. Solo sabemos quién es.
— Los doctores sabían sobre la cacería.— Liam siguió—. Puede ayudarnos.
— O liquidarnos a todos— Scott argumento.
— Yo me haré cargo de el— Talia habló haciendo que todos la vieron sorprendidos.
— De ninguna manera— el alfa negó con rapidez.
— Liam tiene razón, los dread doctors sabían todo sobre la cacería y además es el único que no tiene lagunas en sus memorias. Nos puede servir— ella insistió.
— Se metió en tu cabeza, ¿crees que dejare que se acerque a un metro de ti? De ninguna manera.
— Que incomodo que mamá y papá peleen— Theo suspiró.
— ¡Cierra la boca!— dijo la pareja al mismo tiempo.
— Ambos tienen razón.— Hayden se acercó, tratando de evitar una pelea—. Si Theo intenta algo lo mandaremos abajo. Pero por ahora...
— Lo regresamos ahora— Scott la interrumpió.
— Pero Liam tiene la espada.— el quimera les recordó.
— ¡Cierra la boca!— todos respondieron. Talia gruñó por lo bajo y le dio una mirada a Hayden de que cuidara a Malia mientras agarraba a Liam y a Scott de los brazos, llevándolos a la sala de estar en la otra habitación para poder hablar con tranquilidad.
— ¿No confías en mí?— Liam le preguntó a Scott.
— No. No confío en el.
— Lo se.— el beta asintió—. Pero podemos usarlo.
— Recuerda quien es. El se metió en tu cabeza e intentaste matarme y cuando eso no funcionó el me mató. Y Tracy y a Josh y a su hermana.
— Puede ser la oportunidad de que Stiles vuelva.— Talia insistió.
— ¿Podemos intentar encontrar a alguien en quien si podemos confiar?
— Esto puede ser un error, pero eso aun no lo sabemos.— Liam dijo—. Y tu cometiste muchos errores cuando estabas aprendiendo a ser un alfa.
— Si, hice muchos. Pero no tenemos tiempo para errores— Scott bajó la mirada y admitió un poco tembloroso—. No puedo perder a Stiles.
— Entonces debemos tratar todo para salvarlo verdad?— la hibrida lo miro con dulzura—. Incluso Theo.
— Convénceme.
Talia asintió y los tres entraron de nuevo a la cocina, una sorpresa que Hayden mantuviera a raya a Malia para que no matara al quimera.
— Tu, Malia, fuera de aquí. — la hibrida ordenó, estaba cansada, y el solo hecho que la presencia de Theo hubiera arruinado los planes de darse un baño con su novio también la ponía de mal humor.
— ¿Que?
— Te vas hasta que te calmes.
— No puedes obligarme...
— Malia— la voz de Talia tenía un tono autoritario y por un momento en sus ojos azules hubo un brillo de un color carmesí que hizo a la coyote ceder a sus ordenes—. Vete hasta que calmes.
Su hermana dio un gruñido de frustración antes de dar media vuelta y salir hacia la sala de estar como la hibrida le había ordenado. Talia desvió la mirada ahora a Liam, Hayden y Scott.
— Tengo que hablar a solas con el.
— No— el alfa negó—. De ninguna manera te quedas sola con el.
— Soy una niña grande. Estaré bien. — ella habló con una voz suave, tratando de tranquilizarlo—. Scott, confía en mí. Por favor váyanse.
El primero en seguir a Malia fue Liam, luego lo siguió Hayden, Scott se quedo un par de segundos en la puerta y cuando la hibrida se le quedo insistiendo con al mirada, él le dio una ultima mirada de advertencia a Theo antes de salir también. Una vez la hibrida y el quimera quedaron solos, él fue en primero en hablar para romper la tensión;
— Uh... me gusta tu cabello. ¿Lo cortaste un poco?
— Cortemos esto quieres. Si ahora tuvieras la oportunidad nos matarías a todos— Talia agarró la espada de Kira y la tiró al suelo como si fuera una espada de juguete—. Pero al contrario de Liam yo no necesito la espada para devolverte al infierno. Ese pequeño libro que trajiste para devolverme a la vida? Lo encontré. Y tiene una buena manera de abrir un hoyo al infierno y volver así que no importa si te deshaces de esta espada yo aún estaré aquí y no puedes deshacerte de mi. Esto no es una amenaza, es un hecho, si tengo la leve sospecha de que nos traicionas sin si quiera tener ni una sola prueba en contra de ti, abriré un hoyo al infierno antes de que puedas mentir y te enviare de nuevo con tu hermana.
— Entiendo.— él asintió, se quedaron en silencio, él esperando mas violencia—. ¿No te vas a desquitar conmigo?
— Golpearte no me hará sentir mejor y tampoco hará que se vayan la pesadillas.— ella se encogió de hombros antes de ir hacia el refrigerador y sacar un trozo de cheesecake y ponerlo en frente de Theo—. Es innecesario.
El quimera la vio con sospecha y en realidad mas confundido;
— ¿Que es eso?
— Es cheesecake de arándanos, lo hice hoy en la mañana. Imagino que en el infierno no hay comida— ella se lo acerco aun mas y le tendió un tenedor que él tomo sorprendido. Theo habia conocido a otra Talia, a una mas despiadada, inconsiderada, ruda y muy insegura. Pero ahora frente a el estaba la verdadera Talia, la alegre, la amable, la que le encantaba cocinar y hornear, que podía ver el bien en todo, incluso tal vez en él.
— Esto esta increíble. — el quimera saboreo un bocado e hizo sonreír un poco a Talia, y al hacer eso, al hacerla sonreír el corazón de Theo empezó a latir mucho mas rápido.
La puerta se abrió con fuerza, ambos se dieron al vuelta para ver al alfa que tenía su mirada puesta en Theo.
— Scott, estamos bien.— la chica puso una mano en alto.
— Pude sentir su corazón acelerándose— Scott apuntó hacia el quimera—. Solo por que Talia haya aceptado ser responsable de ti no significa que va a estar a tu lado siempre.
— Falta que la orines encima marcando tu territorio.— Theo rodó los ojos.
— No lo escuches, solo quiere fastidiarte.— la hibrida sacudió la cabeza.
— Digo, nos besamos un par de veces...
Talia cerró los ojos y suspiro cansada, Scott gruñó, sus ojos iluminándose rojos, se tiró contra Theo con fuerza, agarrándolo por la camiseta y golpeándolo contra el horno antes de tirarlo al suelo y empezar a golpearlo.
— Tenias que abrir la boca— la rubia suspiró, ella no quería golpear a Theo pero no tenia ningún inconveniente en que Scott lo hiciera, por que al menos al contrario de Malia, si tenia la confianza de que el alfa no lo mataría. Escuchó un hueso crujir e hizo una mueca—. Uy, eso tuvo que doler.
Para quienes pensaban que Talia se iba a madrear a Theo pues no, ella no es así, pero si le dejo las cosas bien en claro y además se vienen varios momentos de Talia y Theo.