HOSEOK
— ¿Hoseok?
La mirada furiosa de su madre lo hizo sentir más pequeño de lo que era. La mujer siempre había tenido ese efecto en él. Y odiaba que fuese tan duro con él. Una palabra que ni siquiera debería ser permitida en el diccionario de un niño.
Girándose sobre sus talones, mi madre soltó mi brazo. Las facciones de su hermoso rostro expresaban dureza. E inmediatamente baje la cabeza temeroso ante sus represalias. Madre negó con la cabeza y espeto mirándome con asco.
— Mírate como estas de sucio y andrajoso... —Hizo una pausa y mirando por las enormes puertas de cristal que daban al jardín, exclamo entre dientes— ¡Por el amor de Dios, Hoseok!, ¡¿qué dirán los invitados!?... Cuando será el día que aprendas a comportarte.
Me encogí en mi puesto con los ojos llorosos y el corazón hecho pedacitos. El miedo me atravesó como cuchillas de afeitar. Dolía. Ardía. Quería que se detuviera, pero si hablaba terminaría aun, peor.
— Mírame niño estúpido. Te estoy hablando. —Demando madre, tomando mis pequeños hombros y zarandeándome, con demasiada fuerza— Eres una vergüenza para esta familia. Deberías de tomar el ejemplo de tus hermanos y ser como Sejun y Lía. No un desobediente y estorbo para tu padre y para mí.
Sin poder soportar más las crueles palabras de mi madre, me tambaleo hacia atrás dolido y humillado, desinflándome ante sus ojos y dejando expuesta mi vulnerabilidad. Entonces, tragando el nudo en mi garganta, miro a mi madre y digo bajito...
— Pero madre. Yo solo estaba jugando...— Lagrimas gruesas cayeron por mis mejillas. Sollocé con fuerza e hipé murmurando... Yo-yo solo quería jugar con los demás niños y...
— ¿Qué está sucediendo aquí? —Dijo mi padre apareciendo en el living. Cuando su mirada hallo la mía, mis hombros cayeron, triste por volver a decepcionarlo. Suspiro frustradamente pasando su mano por la cara y exigió cansinamente — ¿mmm? ¿Es que acaso nadie me piensa responder?
— Papá yo...
— Pues que más va a pasar. —Madre alzo su voz por sobre la mía, interrumpiendo mis palabras y alegando duramente —Lo mismo de siempre. Tu hijo queriendo ser el centro de atención, haciéndonos pasar el ridículo delante de todos los invitados.
— ¡Eso es mentira!
Exclame furioso por las palabras de madre. Sus ojos se agrandaron ante mi rebeldía y juro que la vi ponerse roja como un tomate, mientras apretaba sus manos en puño.
— Lo ves. —Dijo mirando a mi padre y posteriormente hacia mí, para luego añadir—Tras de caprichoso y desobediente, también es un insolente, que no le hace ni a su propia madre. Y ¿Sabes por qué? —Sin esperar una respuesta por parte de madre, espeto—Porque lo tienes mal acostumbrado. Porque está acostumbrado a siempre hacer lo que se le venga en gana y no recibir ni un castigo por su rebeldía. Así que no sé qué vas a hacer con este niño, pero no voy a seguir tolerando sus malos actos.
Con esas últimas palabras, me dio una última mirada segundos antes de pasar por el lado de mi padre y regresar al jardín, donde se estaba llevando acabo la fiesta, hecha por el cumpleaños número diez de Lía, dejándonos en un ambiente tenso. Inmediatamente, mis ojos enfocaron a mi padre, al tiempo que este fruncía el ceño, su mirada preocupada deslizándose de madre, mientras la veía salir, hacia mí.
Mis ojos picaron por la rabia e impotencia, mientras apretaba mis pequeñas manos en puños. Y realmente tuve que morderme la lengua, para evitar decir lo que no debía. Mirando a mi padre, lo vi pasarse una mano por el pelo, su rostro cansado mirándome con tristeza. Después de unos segundos finalmente dijo.
— Ve a tu habitación Hoseok.
— Pero padre, no hice nada malo. —Dije, en una suave protesta luciendo abatido y destrozado. Al ver mi expresión, padre dejo escapar un suspiro y agachándose a mi altura, murmuro.
— Eres un buen niño, Hobi. Te vendría bien recordarlo. Así que, por favor, no hagas que mamá se enoje muy a menudo. ¿De acuerdo? —Asentí, sin querer preocupar y darle más problemas a mi padre. Él me sonrió pequeño y con sus grandes y fuertes manos, me atrajo hacia sus brazos, rodeándome protectoramente. Entonces sin poder evitarlo, lagrimas saladas y calientes caen por mis mejillas. Después de unos segundos, padre deja un beso en la parte posterior de mi cabeza, y se separaba mirándome a los ojos. Al ver mi expresión y ojos llorosos, pasa su dedo pulgar por mi mejilla izquierda y limpia algunas lágrimas. —Ahora por favor sube a tu habitación y no salgas de ahí, hasta que mamá suba.
Asentí, inhalando y sorbiendo por la nariz. Entonces siendo el chico bueno y obediente que se esperaba que fuera, gire en mis talones y me dirigí a las escaleras, cabizbajo. Cuando puse un pie en el primer escalón, mi padre murmuro.
— Hoseok. —Inmediatamente me di la vuelta, secándome las lágrimas de un manotazo. Mi padre me miro por unos segundos y posteriormente, dijo. —Te Amo. Y estoy muy orgulloso del niño que eres. Nunca lo olvides, hijo.
Mi pecho se apretó de felicidad, mientras una pequeña sonrisa curvaba mis labios. Anteriormente, muy a menudo, mi padre siempre me había dicho lo mucho que amaba. Sin embargo, hacía tiempo que no escuchaba las palabras. Y entonces me había preguntado, si era caso que ¿me había dejado de amar?
Por eso escucharlo decir que me amaba, que hizo tan feliz, haciéndome olvidar todo lo malo de hace un rato. Sonreí y asentí. Entonces, musite. — Y yo a ti, Papá. —Para posteriormente girar en mis talones y subir las escaleras rumbo a su habitación.
Esa tarde, fue el niño más feliz del mundo, porque sin importar las palabras feas y humillantes, que su madre había utilizado con él, lo fuerte que había tomado sus bracitos y lo insignificante que lo había hecho sentir, su padre lo amaba.
Lo amaba y era lo único que me importaba.
— ¿Hobi?
Esa voz nuevamente.
Intento abrir los ojos, pero me es casi imposible. No sé qué me pasa, ni donde estoy, y todo lo que puedo ver a mi alrededor es oscuridad. Intento por segunda vez, pero la oscuridad puede más y no puedo evadirla, así que me doy por vencido. Entonces vuelvo a escuchar esa voz. Es suave y reconfortante, pero no puedo decir con certeza de quien se trata. Creo que es Jimin, pero todo aquí es tan confuso y no sé cómo salir de todo esto.
— ¿Qué es lo que sucede, Jimin? —Es la voz de mi hermano, Sejun. Se escucha preocupado y un poco agitado.
Entonces la otra persona en la habitación, vuelve a hablar sonando angustiado.
— No lo sé. Ha estado removiéndose así por varios segundos y murmurando cosas.
Segundos después, alguien se acercó y puso su mano en mi frente.
— Hobi. ¿Me oyes?
Y como si hubiese sido todo lo que necesitaba. Mis ojos se abrieron de golpe. El aroma a hospital inundo mis fosas nasales, el color blanco por todas partes y el ruido de tacones tocando el suelo, empezaron a enloquecerme.
¿Dónde estaba?
Necesitando urgentemente saber dónde me encontraba y porque me sentía como la mierda, intento incorporarme en la cama, pero Sejun no me lo permite, murmurando suavemente.
— No te muevas, Hobi.
Me las arregle para mantener la calma, sintiéndome mareado y desorientado. Segundos después, murmure con la garganta seca y rasposa.
— ¿Dónde estoy? —Sejun, frunció el ceño y posteriormente paso su mirada de Jimin a mí. Empezando a sentirme asustado de tanto silencio y suspenso, volví a insistir. — Sejun, ¿Dónde estoy? —Silencio—Por todos los dioses, ¿Nadie va a decirme que es lo que pasa? ¿Dónde estoy? ...
Otra vez esa mirada a Jimin, que empezaba a desesperarme. Sin embargo, esta vez suspiro pesadamente, pero finalmente dijo...
— Estas en el hospital Hobi. Tuviste un accidente y tuvieron que intervenirte.
¿Qué?
Sejun, continúo hablando sobre cómo debía mantenerme tranquilo, y no preocuparme, pero yo ya no lo escuchaba, perdido en mis pensamientos.
¿Hospital? ¿Accidente?
¿Qué era lo que estaba pasando?
Entonces los recuerdos de horas antes, regresaron a mi cabeza, dejándome más aturdido y desorientado de lo que me sentía. El embarazo. Taehyung, junto a Lía. El accidente... Mis ojos se abrieron de par en par, y el miedo se deslizo por mis brazos, enfriándolos.
Felicitaciones, Hoseok. Vas a tener un bebé.
No Hoseok. Se tomaron dos muestras de sangre para realizar este examen. Así que los resultados son confiables.
Mierda.
Intente de contener la oleada de pánico que me atravesó, pero fue imposible. La inquietud atravesó mi estómago con una herida que no me gusto y sintiéndome mareado, alce la vista encontrándome con los ojos marrones de Sejun.
— Ohh Por Dios. El... Me detuve abruptamente, dándome cuenta de lo que iba a decir. Sin embargo, grande fue mi sorpresa, cuando Sejun dijo...
— El bebé está bien. No tienes por qué preocuparte.
Ohh. Mierda.
No. No. No
¿Sejun sabía, que estaba embarazo?
Ohh, Por Dios, ¿Ahora que iba a hacer?
Enderezándome, sin importarme lo débil y mareado que me sentía, musito con desesperación.
— Sejun. Puedo explicarlo.
Alertado por mi reacción, Sejun se movió rápidamente hacia mí y me sostuvo por los hombros para mirarme fijamente. Entonces musito bajito...
— Hobi, escúchame... No estamos teniendo esta conversación ahora.
— Pero...
— Hablaremos después... Por ahora en lo único que tienes que preocuparte, es por recuperarte rápidamente y guardar reposo.
Asentí, con las lágrimas agrupadas en mis ojos. Sin embargo, cuando Sejun me ayudo a acostarme nuevamente en la cama y giro en sus talones, una gran bola de temor se alojó en mi garganta, haciéndome enderezar nuevamente, para tomar su brazo y murmurar, con voz rota.
— Sejun.
Al ver mi expresión, dejo escapar un suspiro y giro nuevamente, dándome toda su atención. Me miro con ojos preocupados y una expresión que no supe descifrar. Después de unos largos segundos, finalmente dijo...
— Todo va a estar bien precioso. —Dejando un casto y rápido beso en mi frente, agrego. —Vuelvo en unos minutos. Y recuerda Hobi, no tienes nada de qué preocuparte.
Parpadeé rápidamente para evitar las lágrimas y asentí nuevamente. Sejun me dio una pequeña sonrisa y separándose nuevamente de mí, me dio una última mirada, antes de pasar por el lado de Jimin y murmurar.
— No lo vayas a dejarlo solo Jimin. Debo ir a avisarle a mi padre y los demás que Hoseok ya despertó. Vuelvo en un momento.
Apenas la puerta se cerró, dejando a mi hermano afuera, Jimin se dirigió hacia mí, con ojos preocupados y ansiosos. Dijo...
— Por Dios, Hobi. ¿Qué fue lo que hiciste?...
Aparte la mirada. No necesitaba los reproches de Jimin ahora mismo, pero sabía que me lo merecía. Le había mentido y no solo a él, sino a todas las personas que me amaban. Sin embargo, no respondí y evadiendo a su pregunta, susurré.
— ¿Todos lo saben ya?
Dando un paso atrás y pasando una mano por su cara, Jimin dijo...
— Por supuesto. El Dr. Lee, tuvo que informarle a tu padre de lo que estaba pasando, cuando te ingresaron a la sala de cirugías. —Jimin hizo una pausa y suspiro pesadamente, entonces añadió— Por Dios Hobi, no sabes el susto de muerte que nos distes a todos. Pensábamos que ibas a morir.
— No seas exagerado Jimin. Estoy bien.
Jimin resoplo y dirigiéndose a la mesita de al lado, tomo una jarra de agua y un vaso, vertiendo el líquido en este último. Sin mirarme dijo...
— Si. Lo estas ahora, pero no cuando te golpeo ese auto, Hobi. —Hizo una breve pausa y luego girándose hacia mí, me entrego el vaso con agua en las manos. Segundos después el agrego con cuidado, como si temiera a mi reacción. —Pensamos que él bebé no iba a salvarse.
Trague grueso ante el recordatorio, desviando la mirada. A mi lado, Jimin dejó escapar un suspiro y se acercó a mí, posando su pequeña mano sobre la mía. Sin embargo, yo no estaba listo para esta conversación. Necesitaba tiempo para pensar y tampoco me sentía listo para ello. Mi mente era un caos y mi todo mi mundo se había venido abajo, dejándome destrozado y jodido.
Me sentía como un idiota, por haber creído que lo que había entre Taehyung y yo, llegaría algún lado, cuando estábamos dañando a una persona. Entonces la culpa se agito en mis entrañas.
¿Sabía Lía, de todo esto? ¿Del embarazo?
Jodido, infiernos. Lía iba a odiarme mucho más de lo que ya lo hacía, cuando se enterara de toda la verdad. Me había enredado con su esposo y ahora esto. Ahora esperando un hijo de su esposo, cuando ella es consiente que jamás va a poder darle un hijo.
Negué con la cabeza, apartando aquel pensamiento. No quería pensar mucho en ello ahora. Solo quería descansar y reunir todas las fuerzas y el valor necesario, para afrontar las consecuencias de mis actos. Confrontar a mis padres, Sejun, Lía y a... Taehyung...
Taehyung.
Iba a tener un hijo de Taehyung.
Mi corazón se detuvo por una mili fracción de segundos y mi estómago se revolvió ante el recordatorio de mis propios pensamientos. Realmente no había tenido mucho tiempo de pensar, en todo lo que estaba sucediendo y como era que había llegado a este estado.
¿Realmente iba a tener un hijo de Taehyung?
Tragué grueso y sacudí la cabeza.
No quería hacerme cargo de un niño yo solo. No quería que este bebé creciera sin un hogar y mucho menos siendo odiado por ser el fruto de un engaño. No quería que mi bebé, pasara por las mismas humillaciones, por las que yo pase... Mi bebé.
Mi bebé.
— No entiendo Hobi. —La voz de Jimin me saco de mis pensamientos, rompiendo con el silencio y regresándome a la realidad. Cuando este obtuvo mi atención, murmuro. —Tú me prometiste que te alejarías de ese imbécil. ¿Qué fue lo que cambio? ...
Tome una respiración entrecortada y antes de poder detenerme, grazne.
— No lo sé, Jiminie... Yo-yo nunca me había sentido tan atraído por nadie en toda mi vida. Pero con Taehyung... —Hice una pausa, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Las palabras que definieran, como me sentía alrededor de Taehyung, llegando a la conclusión, de que el mayor me hacía perder todos los sentidos. Sin embargo, cerrando los ojos con fuerza, dije... —Con Taehyung me siento bien.... Taehyung ha sido lo más emocionante que me ha pasado en los últimos tres años, Jiminie. Tal vez en toda mi vida. Y siempre que estoy a su lado yo, yo siento como cada célula de mi cuerpo cobra vida. Y luego está también, esta conexión que tuvimos desde el día en que nos conocimos, que hace que todos mis sentidos se sientan alterados, Jimin. —Un rubor se extendió por mis mejillas, ante tal confesión, pero no me detuve y seguí despotricando, dándole a primo las respuestas que el quería. — Sé que fui un estúpido y egoísta, por querer soñar. Por querer enredarme con un tipo casado y que además de ello, es el esposo de mi hermano. ¿Pero dime que hacia Jimin?...
Jimin permaneció callado un buen rato, y antes de volver a hablar inspiro profundamente.
— No lo sé. —Dijo con simpleza, pasándose la mano por la cara, por segunda vez, en el día, tarde, noche o lo que fuese. Fulgurándome con la mirada, espeto. —No lo sé, Hoseok. Supongo que debías haber hecho lo más sensato. Lo correcto. —Hizo una breve pausa, negando con la cabeza y luego dijo. —Te lo advertí Hobi. Te dije que todo esto iba a salir mal. Te dije que hablaras con tu padre o Sejun y les contaras lo que estaba sucediendo y ¿Qué haces tú?, vienes y se lo pones en bandeja de plata a ese idiota...—Soltando un suspiro frustrado, añadió. —Es que ¿Por qué no me hiciste caso, Hobi?...
Lágrimas de humillación ardieron en mis ojos, y durante un instante me pregunte si tendría el valor para seguir con esto. Y entonces recordé como en primer lugar había llegado a aquel punto. Sin embargo, eso no evito que me sintiera furioso y molesto con Jimin, por su falta de consideración. Así que, como una bomba de tiempo, explote.
— Y es que acaso ¿crees que no lo intente Jimin? ...— Dije furioso, por sus reproches. Meses de emoción reprimida estallaron en una ola gigante y ardiente. El conflicto estallo en sus ojos, pero mi primo siguió guardando silencio, y escuchando atentamente mis palabras. Entonces, con voz entrecortada, dije. —Lo hice. Por supuesto que lo hice, pero fue una jodida pérdida de tiempo...—Hice una pausa y desviando la mirada, mascullo desesperadamente. —Ya sé que cometí un error. ¿Pero qué quieres que haga? — La expresión de Jimin se suavizo. —Lo hecho, hecho esta Jimin. Ahora solo me toca, recoger la poca dignidad que me queda y levantar la cabeza, para afrontar las consecuencias de mis actos. Soy consciente de ello. Y créeme Jimin, lo hare sin importar cuál sea el precio que tenga que pagar.
Fue extrañamente catártico.
De hecho, pude respirar mejor y mi pulso volvió a la normalidad, acentuando todas mis emociones. Tal vez si necesitaba esta conversación después de todo.
Jimin me miro con sus pequeños ojos color miel, y pude ver el momento exacto, en el que el destello de sus ojos cambio, dejándome saber que muy a pesar de todo, él estaba de mi lado y siempre iba a apoyarme. Lo agradecí. Inmensamente lo agradecí.
Dejando escapar un suspiro, Jimin dijo insistentemente.
— Hobi, prométeme que esta vez si vas a hacer las cosas bien. Prométeme que vas a hablar con tío Nam, y contarle toda la verdad. Por favor Hobi, tienes que prometérmelo.
Decirle la verdad a mi padre, implicaba muchas cosas para las que aún no estaba preparado. Necesitaba tiempo. Tiempo para adaptarme a toda esta realidad, tan cruel. Necesitaba las fuerzas necesarias, para confrontar a mi padre, sin que sus palabras a futuro pudieran hacerme daño, pero no todavía. Definitivamente no ahora.
Mirando a Jimin con sinceridad, abro la boca para hablar y decirle porque aún no puedo contarle toda la verdad a mi padre, cuando la puerta se abre y mis palabras mueren en mi garganta.
Padre entra en la habitación, seguido de Sejun y ambos pasan su mirada de Jimin a mí. Me trague la bilis. A mi lado, Jimin palidece mientras me mira con horror. Sin embargo, nadie dice nada, y yo ruego por todos los dioses habidos y por haber, que mi padre no haya escuchado algo, que pudiese comprometerme más de lo que ya estaba.
El silencio se prolongó hasta volverse casi insoportable, y padre mantuvo sus ojos esmeraldas fijos en mí. Después de unos segundos, finalmente dijo...
— ¿Qué es eso que tienes que contarme, Hoseok?
Mierda.
Eso era estar jodido.
Trague grueso, ante su demanda.
Era completamente imposible que Sejun o incluso mi padre, hubiesen escuchado algo. Aun así, no pude evitar el pequeño estremeciendo que recorrió mi cuerpo. Demonios. ¿Ahora que se suponía que debía decir?
Mi corazón se apretó en mi pecho, mientras mis pulmones también se apretaban. El mareo borroso que llenaba mi cerebro hacia que mis dedos se sintieran entumecidos. Aun así, mantuve mi expresión rígida y tragando la bilis que ascendía por mi garganta, musito.
— Yo—Digo, con la garganta apretada, mientras mi pulso se dispara. —No-no es nada.
Mis palabras apenas suenan convincentes y detrás de mi padre, Sejun frunce el ceño incrédulo. Sin embargo, padre aún se mantiene en silencio. Su expresión, una máscara dura e indescifrable, haciéndome recordar al hombre de hace unas semanas. Al padre ausente. Pero ¿qué más podía esperar, después de semejante noticia? Era obvio que él, estaría decepcionado de mí, y conociendo la influencia que tenía mi madre, sobre padre, era un milagro que estuviera allí.
Mi madre.
No había pensado mucho en ello, pero seguramente ahora si terminaría de repudiarme. Para ella sería una completa vergüenza, y algo totalmente inmoral tener un hijo fuera del matrimonio. No quería ni imaginarme ahora, si se enteraba de quien era este bebé, que llevaba en mi vientre.
Empujando el pensamiento al fondo de mi mente, me aclaro la garganta para tratar de decir algo inteligente, encontrándome con la garganta apretada y la boca llena de aserrín. Lo intento nuevamente, pero ninguna palabra sale y entonces, saliendo a mi rescate, Jimin espeta.
— No es nada tío... Hobi, ha estado un poquito alterado e inquieto, por todo lo que está pasando, así que le estaba diciendo que debía tranquilizarse y descansar un poco, que ya tendría tiempo, para contarles la verdad y ser sincero con ustedes. Eso es todo.
Padre le dio una mirada a Jimin. Sus ojos lo miraban con aprehensión y recelo, tratando quizás de descubrir, si el menor le estaba mintiendo. Por un momento, creí que todo había acabo y ahora, ya no podría seguir ocultado la verdad, cuando un detalle llamo mi atención. No lo sabían. Padre y Sejun, podrían saber sobre mi embarazo, pero aun no sabían que este bebé era el fruto de una traición. Que este bebé, era de Kim Taehyung. De lo contrario, Jimin, no habría tenido la necesidad de mentir. O por lo menos eso quería creer.
Cuando mi padre finalmente rompió con el contacto visual, que había estado manteniendo con Jimin, le di una mirada agradecida al menor y pude respirar con alivio. Solo que la tranquilidad me duro poco, cuando los ojos verdosos de padre me enfocaron. Le sostuve la mirada temeroso e inquieto, sin embargo, grande fue mi sorpresa al ver el rostro de mi padre. Su primera expresión de algo más, que su habitual mascara inexpresiva. Él no se veía para nada enojado, como lo habría temido, se veía preocupado e inquieto. Y esa sensación me hizo odiarme mucho mas, por provocar esos sentimientos en él.
Padre de verdad se había estado esforzando por entenderme, por ser el padre que había sido antes y recuperar nuestra relación. Al principio había sido raro y había tenido mis dudas, pero ahora sabia con toda seguridad, que lo estaba haciendo de verdad, que el aún me ama y nunca había dejado de amarme.
Te Amo. Y estoy muy orgulloso del niño que eres. Nunca lo olvides, hijo.
El recuerdo llego a mi mente como algo perdido. Creo lo había estado soñando minutos antes de haber despertado. No lo sé, no podría decirlo con seguridad, porque me encontraba bastante confundido y desorientado. Lo cierto es que el doloroso recuerdo, me había hecho ver algo con claridad.
Había estado tan ensimismado en recordar a un padre ausente, que no me amaba y que vivía reprochándome la mínima cosa que hiciera, que había bloqueado en mi mente los bonitos recuerdos, que en un tiempo había atesorado en mi corazón, con la esperanza de que todo volviese a ser como antes.
Eso no ayudo a hacerme sentirme mejor.
— Jimin, tiene razón Hobi. —Dijo, padre, sacándome de mis pensamientos. Acercándose a mí, y quedando a pulgadas de distancia, pregunto. —¿Cómo te sientes?... —La preocupación reflejada en sus bonitos ojos esmeraldas.
Sentía como poco a poco la máscara que use por tantos años para ocultar mis sentimientos, mis miedos más profundos y anhelos, se iba cayendo dejándome al descubierto. Parpadeando, para evitar que las lágrimas abandonaran mis ojos, miro a padre, dándome cuenta de que este me devolvía la mirada, esperando una respuesta de mi parte, así que, aclarándome la garganta, dije.
— Bien. Un poco adolorido, pero del resto creo que bien.
Padre asintió en compresión.
— Es normal. Has tenido un accidente y tuvimos que intervenirte. Gracias a todos los dioses que tú y...— Hizo una pausa luciendo incomodo e incapaz de decir la palabra, pero aun así su rostro me trasmitía tranquilidad y seguía sin verse decepcionado. Finalmente dijo. — él bebe salieron bien de la cirugía.
Sentí una punzada de incomodidad. No me mal interpreten, me gustaba esta nueva, pero no desconocida faceta de mi padre hacia mí, pero el saber que había actuado mal y que no estaba siendo sincero con mi padre, se me hacía sentir el peor hijo de todos. Sin embargo, ¿estaba este pensamiento lejos de la realidad?
Llamando nuevamente mi atención, padre dijo.
— Ahora será mejor que nos vayamos, para que puedas descansar.
Congelándome, arquee una ceja confusa antes de decir lentamente.
— ¿Se van a ir y me van a dejar solo?
— No tienes de que preocuparte, Hobi. —Padre dijo con suavidad. —Sejun se quedará contigo durante toda la noche. Por ahora debo irme. —Hizo una pausa, haciendo una mueca de dolor. —Me gustaría quedarme contigo esta noche, pero hay cosas que debo solucionar primero.
Sintiéndome pequeño y completamente vulnerable, mire a padre a los ojos. Una súplica evidente en mis ojos, mientras intentaba emitir algún sonido. No quería que se fuera.
Vacile, eligiendo cuidadosamente mis palabras. Mi estómago se retorció en un nudo apretado que trepo a mi garganta y se quedó allí, pero me las arregle para segundos después decir con voz pequeñita.
— Y... ¿No puedes dejar esas cosas para después y quedarte conmigo esta noche? — Padre me miro sorprendido, quizás por mi petición. Seguramente y después de todo lo que había pasado entre nosotros, durante todos estos años, jamás se hubiese imaginado que algo como aquello saliese de mi boca.
Entonces vi como sus ojos se iluminaron y el intento de una sonrisa amenazo con salir de sus labios. Aun así, el la contuvo, guardando un sepulcral silencio que me hizo estremecer por dentro. Me mordí el labio con una oleada de nervios que me golpeo, ante el silencio de mi padre, sin siquiera saber que decir. Pero entonces, finalmente sacudió la cabeza y aparto la mirada antes de volver a mirarme, sus ojos girando con turbulencia, para posteriormente murmurar.
— No Hobi. Debo hablar con tu madre.
Mi madre.
Por supuesto.
Me estremecí ante su nombramiento y desvié la mirada, no queriendo que nadie en la habitación, se diese cuenta de mi expresión y el efecto que madre tenía en mí.
Asentí.
— M-madre ¿Aun no lo sabe?
La mirada que padre me dio, le dio la respuesta a mi pregunta.
— No Hobi. —Dijo, agregando inmediatamente. — Pero no tienes por qué preocuparte por ella. No va a molestarte. —Sentencio completamente decidido. —Hablare con ella y te aseguro que no dejare que te moleste. Nunca más. —Finalizo, enfatizando en las últimas palabras.
Sonreí pequeñito, agradeciéndole por el apoyo y compresión, cuando me devolvió la sonrisa por fin dejándola extender en sus labios, mi pecho se apretó y puede que me haya dejado llevar de mas, pidiéndole un abrazo. Un abrazo que el no dudo en corresponderme. Ya no cabía dudas. Había recuperado a mi padre.
— ¿Estas decepcionado de mí? —Pregunte con la voz entrecortada y los ojos cristalizados, cuando él se separó de mí, anunciando que debía irse.
El negó. Ni siquiera lo pensó. Había hecho la pregunta y un segundo después, él estaba respondiendo con convicción.
— No, Hobi. —Su voz baja— Nunca lo he estado. Y nunca podría hacerlo. —Hizo una pausa. Y la expresión que cruzo su rostro, me dijo que él estaba teniendo un recuerdo. Lo confirme cuando dijo. —Te Amo. Siempre te he amado hijo. Y realmente estoy muy orgulloso del doncel en que te has convertido. Nunca lo olvides, Hobi.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, con un sentimiento cálido instalándose en mi pecho. Él lo recordaba. Por supuesto que lo recordaba. Eran casi las mismas palabras que él me había dicho, aquella tarde en el cumpleaños número diez de Lía.
No quería ser dramático, pero las lágrimas abandonaron mis ojos, con las sensaciones más bonitas revoloteando en mi interior, cuando padre se inclinó y dejo un beso en mi sien. Seguramente era por las hormonas del embarazo, pero extrañamente no me molestaba. Sonreí y limpié mis lágrimas con el dorso de mi mano, despidiéndome de mi padre. Él se dirigió a Sejun y le dijo algo que no alcance a escuchar, mientras Jimin se acercaba a mí, y se despedía con la promesa de regresar al día siguiente, posteriormente, ambos salieron de la habitación dejándome a solas con Sejun.
Para mi alivio, Sejun no intento entablar una conversación conmigo o tocar el tema del embarazo, limitándose a acercarse a mí y dejar un beso en la parte posterior de mi cabeza, para musitar.
— Descansa, lo vas a necesitar bastante.
Asentí y con una mueca de dolor, traté de acomodarme en la cama de hospital, para tratar de conciliar el sueño. Lo cual debo de decir que me sorprendió, dado que no pensé que lo iba a lograr en tan poco tiempo. Sin embargo, sucedió y me deje llevar por los brazos de Morfeo, descansando como un bebé. Sin preocupaciones, sin miedos y sin pensar en las consecuencias de mis actos. Ya tendría tiempo, para ello.
📢¡¡HOLA!!
Hola, hola mis queridos lectores, espero que hayan tenido un bonito fin de semana y se encuentren muy bien.
✔Primero que todo disculparme de ante mano por escribir tanto, pero me gusta mucho poder interactuar con ustedes y saber como les va pareciendo la historia. 😁
✔Segundo, agradecer nuevamente por el apoyo que le han dado a FORBIDDEN LOVE. La verdad es que me siento muy contenta, por el progreso, las vistas, los votos, y los nuevos seguidores, que se ha logrado alcanzar. Como tambien agradecerle a una personita que se tomo el tiempo, para recomedar mi historia, ya que se que gracias a ella, muchas personas corrieron a visitar mi perfil y leer mi historia. Gracias. Pero muchisimas gracias. @Vanhope.
✔Tercero, tambien queria comentarles que hoy a sido un dia lleno de muchas emociones, asuntos familiares, noticias de nuestro hermoso rayo de sol, y el pequeño temblor que ocurrio en mi pais. Debo admitir que me asuste muchisimo, por mis seres queridos, y por mi bebe. Gracias a Dios, no fue nada grave, aunque siempre queda el miedo, de que se vuelva a presentar. Aun asi me anime a mi misma, feliz por el apoyo de ustedes y decidi subir la segunda parte del capitulo catorce.
✔Cuarto, la verdad tenia planeado que este capitulo constara de dos partes, pero la verdad es que yo me emociono mucho escribiendo y salieron tres partes, como tambien se, que ahi personitas que no les gusta leer capitulos demasiado largos, por lo que decidi hacerlo asi y no como normalmente lo habia venido haciendo. Perdonenme la vida. 😁
Asi que hablando un poco de la historia. ¿Que les parece la actitud del padre de Hoseok, nuestro queridisimo, Namjoon.?
Y bueno creo que eso es todo. No siendo mas, recuerden votar siempre en cada capitulo, dejarme sus lindos comentarios y si notan errores o incoherencias, informarme para hacer la debida correcion.
Los quiero mucho, besitos y muchas energias.🌹
#FORBIDDEN LOVE💜